Cuidando a la persona en situación crítica de salud en UCI - Sandra Rocío Guáqueta Parada - E-Book

Cuidando a la persona en situación crítica de salud en UCI E-Book

Sandra Rocío Guáqueta Parada

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Beschreibung

Este libro recopila una serie de aspectos esenciales para proporcionar cuidado a personas en estado crítico de salud en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Se basa en una investigación exhaustiva relacionada con la construcción del Modelo de Cuidado de Enfermería HANC, así como en el desarrollo académico de las autoras en el ámbito de la atención crítica.   La obra consta de 7 capítulos que abordan aspectos clave para comprender el significado del cui- dado en situaciones críticas de salud tanto para el paciente como para su familia en un entorno especializado y complejo como lo es la UCI.   Proporciona información vital para estudiantes y profesionales que se encargan del cuidado de personas en estado crítico y sus familias. Cada capítulo invita a los lectores a realizar interpretaciones, reflexiones y análisis detallados, con el objetivo de obtener herramientas básicas para resolver problemas, evaluar riesgos y llevar a cabo la mejor praxis de acuerdo a la situación del paciente. Esto les permitirá tomar decisiones asertivas en el momento adecuado. Ya sea que se encuentren en etapa de formación como estudiantes de enfermería o sean profesionales experimentados, este libro les proporcionará los conocimientos y las habilidades necesarias para abordar los desafíos del cuidado en situaciones críticas de salud brindando un cuidado integral y de calidad que contribuya a su bienestar y recuperación.

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© Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá

Facultad de Enfermería - Dirección de Extensión e Investigación

© Editorial Universidad Nacional de Colombia

© Sandra Rocío Guáqueta Parada, Martha Cecilia Triana Restrepo, Ángela María Henao Castaño, Gloria Mabel Carrillo González

Primera edición, 2023

ISBN 978-958-505-351-9 (digital)

Colección

Cuidado y Práctica de Enfermería

Cuidado de Enfermería en Diferentes Situaciones de Salud y Vida

Edición

Editorial Universidad Nacional de Colombia

[email protected] - www.editorial.unal.edu.co

Bogotá, D. C., Colombia, 2023

Coordinación editorial: Valentina Martin Roa

Corrección de estilo: Omar Andrés Portilla Melo

Diagramación: Diana Carolina Castro Cárdenas

Ilustración de cubierta: Faber Gutiérrez

Salvo cuando se especifica lo contrario, las figuras y tablas son elaboración de las autoras.

Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.

Hecho en Bogotá, D. C., Colombia

Catalogación en la publicación Universidad Nacional de Colombia

Guáqueta Parada, Sandra Rocío, 1967-

Cuidando a la persona en situación crítica de salud en UCI / Sandra Rocío Guáqueta Parada [y otros tres]. -- Primera edición. -- Bogotá : Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Enfermería. Dirección de Extensión e Investigación, Editorial Universidad Nacional de Colombia, 2023

1 CD-ROM (250, páginas) : ilustraciones (principalmente a color), diagramas, dibujos, fotografías. -- (Cuidado y Práctica de Enfermería. Cuidado de enfermería en diferentes situaciones de salud y vida)

Incluye referencias bibliográficas e índice temático

ISBN 978-958-505-351-9 (epub)

1. Enfermería de cuidados críticos 2. Unidades de cuidados intensivos 3. Cuidados críticos 4. Diagnóstico de enfermería 5. Respiración artificial -- Enfermería 6. Atención dirigida al paciente 7. Seguridad del paciente I. Triana Restrepo, Martha Cecilia, 1965- II. Henao Castaño, Ángela María, 1979- III. Carrillo González, Gloria Mabel, 1978- IV. Gutiérrez, Faber, ilustrador V. Título VI. Serie

 CDD-23 616.028 / 2023  NLM- WY154

Diseño epub:Hipertexto – Netizen Digital Solutions

Contenido

Introducción

CAPÍTULO 1. CONCEPTUALIZACIÓN DE LA PERSONA EN SITUACIÓN CRÍTICA DE SALUD Y SU ENTORNO DE CUIDADO

1.1Persona en situación crítica de salud

1.2La familia de la persona en situación crítica de salud

1.3La unidad de cuidado intensivo como entorno de cuidado

1.4La enfermera de la unidad de cuidados intensivos

1.5Problemas comunes de la persona en situación crítica de salud

1.6Estrategias de humanización en la unidad de cuidados intensivos

1.7Fundamentos teóricos de enfermería para el cuidado de la persona en situación crítica de salud

CAPÍTULO 2. VALORACIÓN Y MONITOREO DE LA PERSONA EN SITUACIÓN CRÍTICA DE SALUD EN LA UCI

2.1Valoración integral de la persona en situación crítica de salud

2.2Generalidades de la monitorización de la persona en estado crítico

2.3Valoración y monitoreo neurológico

2.4Valoración y monitoreo respiratorio

2.5Valoración y monitoreo cardiovascular

2.6Valoración y monitoreo del sistema renal

2.7Escalas de clasificación

CAPÍTULO 3. FUNDAMENTOS PARA EL CUIDADO DEL PACIENTE CON VENTILACIÓN MECÁNICA

3.1Vía aérea artificial

3.2Generalidades de ventilación mecánica

3.3Monitorización del paciente con ventilación mecánica

3.4Problemas prioritarios e intervenciones de enfermería al paciente con VM

3.5Cuidado de enfermería al paciente con VM en posición prona

CAPÍTULO 4. ADMINISTRACIÓN DE MEDICAMENTOS SEDANTES, ANALGÉSICOS Y VASOACTIVOS EN LA UCI

4.1Sedación

4.2Analgesia

4.3Vasoactivos

CAPÍTULO 5. DIAGNÓSTICOS DE ENFERMERÍA PRIORITARIOS E INTERVENCIONES

5.1Intervenciones de enfermería al paciente con alteración del gasto cardiaco

5.2Intervenciones de enfermería al paciente con alteración respiratoria

5.3Intervenciones de enfermería al paciente con alteración de la perfusión cerebral

5.4Intervenciones de enfermería: paciente con alteración perfusión renal

CAPÍTULO 6. SEGURIDAD EN EL CUIDADO A LA PERSONA EN SITUACIÓN CRÍTICA DE SALUD

6.1Eventos adversos en la UCI

6.2Uso seguro de medicamentos

6.3Comunicación y trabajo en equipo

6.4Traspaso de información

6.5Gestión del riesgo en la unidad de cuidados intensivos

CAPÍTULO 7. COMPLICACIONES DE LA PERSONA EN SITUACIÓN CRÍTICA DE SALUD

7.1Síndrome post-UCI

7.2Delirium

7.3Úlceras por presión

7.4Infecciones asociadas a la atención en salud

Referencias bibliográficas

Notas al pie

Índice temático

Lista de tablas

Tabla 1.Fases de la valoración clínica

Tabla 2.Ejemplos de tipos de sistema de monitoreo del paciente crítico

Tabla 3.Clasificación de la fuerza muscular

Tabla 4.Patrones respiratorios y lesiones encefálicas

Tabla 5.Cambios intracerebrales que generan cambios en signos vitales

Tabla 6.Resultados posibles de la medición de la presión parcial de oxígeno: normoxia, hipoxia, hiperoxia e hipoxemia

Tabla 7.Valoración del dolor IPC-IGT

Tabla 8.Valoración cardiovascular-aspecto general

Tabla 9.Clasificación del edema

Tabla 10.Ruidos cardiacos normales

Tabla 11.Ruidos cardiacos anormales

Tabla 12.Alteraciones del monitoreo electrocardiográfico

Tabla 13.Interpretación de la curva de la línea arterial

Tabla 14.Indicaciones y mediciones del catéter de Swan-Ganz

Tabla 15.Presiones obtenidas con un catéter de arteria pulmonar

Tabla 16.Sistemas de monitorización del gasto cardiaco

Tabla 17.Sistema de puntuación Acute physiology and chronic health evaluation II (Apache II)

Tabla 18.Puntuación GCS de acuerdo con la edad

Tabla 19.Escala de puntuación Sofa

Tabla 20.Escala Nursing Activity Score (NAS)

Tabla 21.Tipos de entrega de gas en la ventilación mecánica

Tabla 22.Modos ventilatorios

Tabla 23.Aspectos claves en la programación del ventilador mecánico

Tabla 24.Alarmas en la monitorización respiratoria

Tabla 25.Medicamentos sedantes utilizados en UCI

Tabla 26.Fármacos utilizados en UCI como sedantes: mecanismo de acción y efectos

Tabla 27.Sedantes de uso intravenoso

Tabla 28.Ejemplo de protocolo de sedación

Tabla 29.Escalas utilizadas en UCI para la valoración del dolor

Tabla 30.Escala de conductas indicadoras de dolor (Escid)

Tabla 31.Teoría del ascensor analgésico

Tabla 32.Fármacos opioides

Tabla 33.Fármacos no opioides

Tabla 34.Fármacos coadyuvantes

Tabla 35.Analgesia en el paciente crítico con o sin intubación orotraqueal

Tabla 36.Duración y vía de administración de analgésicos utilizados en UCI

Tabla 37.Acción farmacológica de los medicamentos vasoactivos, de acuerdo con el tipo de receptor estimulado

Tabla 38.Medicamentos vasoactivos

Tabla 39.Medicamentos vasopresores

Tabla 40.Medicamentos inotrópicos

Tabla 41.Medicamentos vasodilatadores

Tabla 42.Los distintos tipos de clasificación del TCE

Tabla 43.Sistemas de clasificación y estadios de la lesión renal aguda (Akin)

Tabla 44.Alteraciones hidroelectrolíticas

Tabla 45.Plan de cuidados de enfermería en lesión renal aguda

Tabla 46.Medicamentos administrados de acuerdo con factores etiológicos en la monitorización hídrica

Tabla 47.Fármacos que se administran en la monitorización hemodinámica en lesión renal aguda

Tabla 48.Intervenciones en terapia de reemplazo renal en unidad de cuidados intensivos

Tabla 49.Fases del proceso de gestión de riesgos

Tabla 50.Escala de Medical Research Council (MRC) para fuerza muscular

Tabla 51.Escala RASS (2001) de sedación-agitación

Tabla 52.Etiología de la neumonía asociada a la ventilación mecánica

Tabla 53.Vías de la infección urinaria

Lista de figuras

Figura 1.Persona en situación crítica de salud en su entorno de cuidado.

Figura 2.Estrategia ABCDE de prevención del síndrome post-UCI

Figura 3.Enfermera valorando al paciente en situación crítica de salud

Figura 4.Componentes de la evaluación de la conciencia

Figura 5.Escala del coma de Glasgow

Figura 6.Componentes de la evaluación de la función pupilar

Figura 7.Tamaño y forma pupilares

Figura 8.Componentes de la evaluación de la función respiratoria

Figura 9.Componentes en la evaluación de los signos vitales

Figura 10.Onda cardiaca de la presión intracraneal

Figura 11.Ondas tipo A de presión de Lundberg

Figura 12.Ondas tipo B de presión de Lundberg

Figura 13.Ondas tipo C de presión de Lundberg

Figura 14.Uso del dispositivo para monitoreo por índice biespectral

Figura 15.Grados de profundidad de la sedación, según el valor bis

Figura 16.Valoración del sistema respiratorio

Figura 17.Paciente con ventilación mecánica

Figura 18.Objetivos del cuidado de enfermería al paciente crítico con vía aérea artificial

Figura 19.Fijación de tubo orotraqueal

Figura 20.Fotografía de equipo de ventilación mecánica

Figura 21.Fotografía equipo de ventilación mecánica

Figura 22.Fotografía de monitorización a través de equipo de ventilación mecánica

Figura 23.Administración de medicamentos al paciente en la UCI

Figura 24.Guía de intervalos del índice biespectral

Figura 25.Monitores BIS VISTA y BIS XP

Figura 26.Estableciendo el plan de cuidado para el paciente en situación crítica de salud

Figura 27.Componentes de la bóveda craneal

Figura 28.Descripción de presión intracraneal

Figura 29.Flujo sanguíneo

Figura 30.Presión de perfusión cerebral

Figura 31.Repercusiones de la presión intracraneal sobre la perfusión cerebral

Figura 32.Triada de Cushing

Figura 33.Causas de lesión renal aguda

Figura 34.Manifestaciones clínicas comunes en insuficiencia renal aguda

Figura 35.Aspectos que deben tenerse en cuenta en la lesión renal aguda

Figura 36.Atención segura del paciente en la UCI

Figura 37.Complicaciones del paciente en la UCI

Figura 38.Tipos de delirium

Figura 39.Instrumentos para medición del delirium

Figura 40.Clasificación de las úlceras por presión por grados

Lista de abreviaturas

ADaurícula derecha

ATOTácidos débiles no volátiles

BHEbarrera hematoencefálica

BISSíndice biespectral

CIDcoagulación intravascular diseminada

CIVcomunicación interventricular

CMRO2consumo metabólico cerebral de oxígeno

CO2dióxido de carbono

DA-aO2diferencia alveolo arterial de oxígeno

DAD5%dextrosa en agua destilada al 5 %

DIFdiferencia de iones fuertes

EAevento(s) adverso(s)

EEGelectroencefalograma

EKGelectrocardiograma

EMGelectromiograma

Epocenfermedad pulmonar obstructiva crónica

ETCO2end tidal CO2 espiratorio final

EVAescala visual análoga

FCfrecuencia cardiaca

FIO2fracción inspirada de oxígeno

FSCflujo sanguíneo cerebral

GCgasto cardiaco

GCSEscala de coma de Glasgow

H+hidrogeniones

HANCmodelo de cuidado de enfermería basado en el Humanismo, ayuda, necesidades básicas y calidad

Hbhemoglobina

HbO2hemoglobina oxigenada

HCLácido clorhídrico

HCO3bicarbonato

HTEhipertensión endocraneana

IAMinfarto agudo de miocardio

IDO2índice de disponibilidad de oxígeno

IRAinsuficiencia respiratoria aguda

ITVDíndice de trabajo ventricular derecha

ITVIíndice de trabajo ventricular izquierda

IVO2índice de consumo de oxígeno

LCRlíquido cefalorraquídeo

LEClíquido extracelular

PaCO2presión arterial de CO2

PADpresión arterial diastólica

PAMpresión arterial media

PANIpresión arterial no invasiva

PaO2presión arterial de oxígeno

PaO2/FIO2relación de presión arterial de oxígeno sobre fracción inspirada de oxígeno

PASpresión arterial sistólica

PAPpresión arterial pulmonar

PCAPpresión en cuña de la arteria pulmonar

PCPpresión capilar pulmonar

PEEPpresión positiva al final de la expiración

PIApresión intraabdominal

PICpresión intracraneal

PICCOpulse-induced contour cardiac output

PICSsíndrome post-UCI

PICS-familiasíndrome familia post cuidados intensivos

PMIpunto de máximo impulso

PPCpresión de perfusión cerebral

PtiO2perfusión tisular de oxígeno cerebral

PVCpresión venosa central

RCPreanimación cardiopulmonar

RVSresistencia vascular sistémica

RVPresistencia vascular pulmonar

SaO2saturación arterial de oxígeno

SNGsonda nasogástrica

SpO2saturación parcial de oxígeno

SSNsolución salina normal

SvjO2saturación venosa yugular de oxígeno

SvO2saturación venosa de oxígeno

TACtomografía axial computarizada

TCEtrauma craneoencefálico

TFGtasa de filtración glomerular

TGIel tracto genital inferior

TOTtubo orotraqueal

TStasa de supresión

UCIunidad de cuidados intensivos

UCINunidad de cuidado intensivo neonatal

V/Qíndice ventilación/perfusión

VLvolumen latido

VMventilación mecánica

VOMvolumen de oclusión mínima

VSvolumen sistólico

A nuestra amada familia, cuyo apoyo incondicional ha sido nuestra fuerza y motivación constante en este viaje. Gracias por comprender nuestras largas horas de estudio y trabajo, y por brindarnos amor y aliento en cada paso.

A nuestros valiosos estudiantes, quienes nos inspiran a seguir creciendo y desarrollándonos. Este libro está dedicado a ustedes, con la esperanza de que les proporcione las herramientas necesarias para su crecimiento profesional.

A nuestros apreciados profesionales de la salud, cuya dedicación y entrega en el cuidado de personas en situaciones críticas son un ejemplo para todos. Agradecemos su compromiso y su búsqueda continua de la excelencia.

A todos ustedes, familia, estudiantes y profesionales, les expresamos nuestra profunda gratitud. Juntos, seguiremos marcando la diferencia en la vida de aquellos que más lo necesitan.

Las autoras.

Introducción

Las grandes transformaciones suelen seguir a los grandes desafíos que la vida nos presenta. Debemos aprender y adaptarnos a los cambios; y la pandemia del año 2020 no fue la excepción a ello, pues se convirtió en el motor para reflexionar sobre la práctica de enfermería en las unidades de cuidado intensivos (UCI).

Colombia cuenta con 65 445 profesionales de enfermería, según cifras de la Dirección de Desarrollo del Talento Humano en Salud del Ministerio de Salud y Protección Social, con una ratio enfermera/paciente en unidad de cuidados intensivos de 1:5 (Arango, Peña y Vega, 2015). Contar con un número idóneo de enfermeras y enfermeros en la UCI es fundamental, considerando la complejidad que los cuidados, la condición de gravedad de los pacientes y la realización de diversos procedimientos que acarrean.

La UCI adulto debe disponer de un equipo de enfermería altamente capacitado desde el punto de vista científico, técnico y de comportamiento, puesto que los pacientes en estas unidades demandan conocimientos mucho más específicos y diferenciados. En esa medida, los enfermeros llevan consigo la responsabilidad del cuidado y el seguimiento de las variables biofisiológicas, cognitivas y emocionales de los pacientes y su familia; y realizan la interpretación de las alteraciones en las señales y signos clínicos, para establecer las intervenciones y brindar un cuidado, oportuno, de calidad y humanizado (Knobel, 2008).

De otra parte, el personal de enfermería proporciona apoyo integral, emocional e, incluso, espiritual, al tiempo que ofrece información, explicaciones de los procedimientos en curso de realizarse y garantiza el alivio adecuado del dolor y el bienestar físico y mental, como meta del cuidado. Cada esfuerzo debe hacerse, primero, para ayudar al paciente y a su familia a enfrentar la experiencia en el entorno de la UCI y, segundo, para superar los efectos físicos, psicológicos y emocionales, en particular, en los tres ámbitos de los recuerdos de los pacientes: los procedimientos, la comodidad y el equipo de salud.

Con ello en mente, este libro, elaborado a partir de la revisión exhaustiva de literatura y del análisis de las experiencias de docentes en el área de cuidado crítico adulto, proporciona la fundamentación y los aspectos generales que enfermería debe tener en cuenta en el cuidado tanto de los familiares como de las personas en situación crítica de salud en la UCI.

El libro consta de siete capítulos, que abordan aspectos que permiten comprender el significado de cuidar a la persona en situación crítica de salud, en un entorno especializado, como la UCI.

En el Capítulo 1, se incluye la conceptualización de la persona adulta en situación crítica de salud y su entorno de cuidado. Se presenta, también, a la familia como parte fundamental y de apoyo en la recuperación del paciente. Así también, se dan a conocer las competencias que debe tener una enfermera que se desempeñe en esta área, junto a la fundamentación teórica para abordar al paciente. Finalmente, se contemplan las estrategias de humanización en UCI.

El Capítulo 2 profundiza en la valoración y monitoreo de la persona en situación crítica de salud desde los principales sistemas que se ven comprometidos en los pacientes críticos, se abordan los tipos de monitoreo y algunas escalas de clasificación utilizadas en la UCI.

El Capítulo 3 aborda aspectos relacionados con el cuidado del paciente con ventilación mecánica, considerando la valoración, el monitoreo y los diferentes modos ventilatorios. Mientras que el Capítulo 4 muestra el uso de la sedación, analgesia y medicamentos vasoactivos como parte integral en el manejo del paciente crítico en la UCI.

En el Capítulo 5, se identifican los principales diagnósticos de enfermería y las intervenciones específicas para brindar cuidado a la persona en situación crítica de salud, con alteraciones en los principales sistemas. Y, enseguida, en el Capítulo 6 se enfatiza en la seguridad del paciente en la UCI, se identifican los principales conceptos asociados a los eventos adversos y se presentan algunas estrategias para mantener la cultura de la seguridad en el cuidado del paciente crítico.

Finalmente, el Capítulo 7 permite identificar las principales complicaciones que presenta la persona en situación crítica de salud y aborda las medidas preventivas y escalas para medir el riesgo o la presencia de la complicación.

Es de señalar, para concluir esta presentación, que cada capítulo incluye el objetivo de aprendizaje, así como una serie de consideraciones que facilitan el ejercicio reflexivo por parte del lector.

Capítulo 1

Conceptualización de la persona en situación crítica de salud y su entorno de cuidado

Figura 1. Persona en situación crítica de salud en su entorno de cuidado.

Fuente: Faber Gutiérrez, 2022.

Objetivo de aprendizaje: comprender las características que definen a la persona adulta en situación crítica de salud e identificar el ambiente en el cual se cuida este tipo de pacientes.

La unidad de cuidados intensivos (UCI) ofrece a la persona ingresada un lugar para garantizar la recuperación segura de su estado de salud, teniendo como soporte tecnología de punta y profesionales altamente cualificados. Sin embargo, el sistema de monitoreo estricto, el sistema de alarmas, la existencia de mayor ocurrencia de procedimientos invasivos y la restricción social adoptada en la mayoría de unidades generan cambios a nivel físico y psicológico, que se suman a los ya adoptados por el paciente. Por ello, en este capítulo, se profundiza en los factores intrínsecos, contextuales y conceptuales del cuidado crítico que conllevan a desafíos e intervenciones de enfermería para garantizar un cuidado integral y humanizado.

Persona en situación crítica de salud

La persona en estado crítico de salud posee características que lo definen, como las que se enumeran enseguida:

1.Presenta una enfermedad o situación clínica grave que, por tanto, representa un riesgo real o potencial para la vida.

Un paciente en estado crítico “presenta, en todos los órganos y sistemas evaluados, un comportamiento variable, según el tipo de lesión, el tiempo de evolución y los antecedentes del propio paciente” (Turchetto, 2005). Las variaciones en los signos y los síntomas que presenta el paciente se relacionan con las reservas fisiológicas de la persona, la magnitud de la lesión y el tiempo transcurrido entre el evento y la atención en salud.

De acuerdo con Turchetto (2005), desde el punto de vista fisiológico, la respuesta a la lesión física se divide en tres niveles, que interactúan simultáneamente. El primer nivel es el simpático adrenal (con incremento del tono simpático y liberación de catecolaminas, que incrementan el gasto cardiaco). El segundo nivel es el nefro-humoral (sistema renina-angiotensina-aldosterona, que se desencadena por la vasoconstricción renal y busca el sostenimiento de la presión arterial y perfusión de los órganos). El último es el nivel microvascular (la microcirculación de la mayor parte de los órganos queda alterada), especialmente si la lesión es de gran magnitud o no se actúa para su tratamiento.

El concepto de gravedad, en este punto, es importante, teniendo en cuenta que su nivel se relaciona de manera directa con el riesgo inminente de perder la vida. Para determinar el nivel de gravedad, se han incorporado diferentes protocolos o escalas que permiten cuantificar el estadio de la enfermedad y pueden ser predictores de mortalidad, aspecto que se trata más adelante.

2.Esta condición de salud tiene la connotación de ser potencialmente reversible.

En este aspecto, el concepto de reversibilidad se relaciona con la perspectiva razonable de recuperar la función orgánica alterada; la reversibilidad diferencia entre las características de los pacientes críticos los que deben ser tratados en UCI, o bien los que necesitan otros cuidados, por ejemplo, cuidados paliativos. La característica de reversibilidad puede estar condicionada por la naturaleza de la enfermedad, la edad y la presencia de comorbilidades.

3.Necesita cuidados continuos y coordinados por un grupo profesional y técnico capacitado para tal fin.

Los pacientes en estado crítico de salud necesitan monitoreo continuo, a fin de detectar los cambios prematuros y sutiles en los parámetros fisiológicos, para tomar las medidas pertinentes y limitar los efectos potencialmente fatales. Debido a que el paciente en estado crítico se encuentra en un estado fisiológico inestable, en el cual pequeños cambios pueden llevar consigo a daño orgánico irreversible o la muerte, la monitorización busca detectar oportunamente esas pequeñas variaciones para instaurar el tratamiento idóneo y, de ese modo, restaurar el equilibrio fisiológico, a fin de prevenir la lesión definitiva (Aguilar y Martínez, 2017).

4.Necesita estar en un área de alta tecnología como una unidad de cuidado intensivo.

La meta primordial del cuidado a la persona en estado crítico es proporcionar un ambiente óptimo y especializado, con personal calificado y entrenado para enfrentar con solvencia profesional, autonomía, calidad y calidez los problemas reales o potenciales que caracterizan este tipo de pacientes (Parra et al., 2012).

Las UCI son servicios, dentro del marco institucional hospitalario, que poseen una estructura diseñada para mantener las funciones vitales de pacientes en riesgo de perder la vida, creadas con la finalidad de recuperación (Aguilar y Martínez, 2017). Estas unidades se caracterizan por ofrecer dos servicios fundamentales:

•Monitorización continua.

•Tratamiento intensivo, dirigido a tratar el proceso agudo y mantener las funciones orgánicas mediante técnicas y procedimientos de soporte vital avanzado.

Criterios de ingreso aUCI: la estancia en la UCI no beneficia a todos los pacientes. En algunos casos, puede ser una medida innecesaria, que puede prolongar la vida o, por el contrario, hacer muy doloroso el proceso de la muerte, con todas las implicaciones humanas y éticas que esto conlleva. En esa medida, “la UCI debería reservarse para pacientes con condiciones reversibles y que tienen una posibilidad razonable de recuperación” (Society of Critical Care Medicine –SCCM, 1999).

Griner identificó dos condiciones en las cuales no había mayor beneficio el ingreso de una persona a la UCI: pacientes demasiado bien para beneficiarse y pacientes demasiado enfermos para beneficiarse. Según las recomendaciones de las sociedades científicas (SCCM, 1999), los pacientes que potencialmente se beneficiarían de ingresar a UCI son los de alta prioridad.

Los pacientes de alta prioridad son pacientes críticos, inestables, con condiciones potencialmente reversibles y que requieren terapia intensiva (soporte ventilatorio, medicamentos vasoactivos) y estrecha y continua observación. Esta categoría excluye pacientes con enfermedades crónicas subyacentes y pacientes terminales (SCCM, 1999). Dentro de esta categoría están los pacientes con las prioridades que se describen enseguida:

Prioridad I: inestables que requieren monitoreo y tratamiento que no pueden ser provistos fuera de la UCI.

Prioridad II: pacientes que requieren monitoreo intensivo y pueden requerir intervención inmediata, con condiciones comórbidas previas que desarrollan eventos agudos.

Prioridad III: pacientes inestables, críticos, pero que tienen reducidas posibilidades de recuperación por la enfermedad de base o por la condición aguda del momento, pueden recibir tratamiento intensivo, con limitaciones en algunas maniobras (intubación, reanimación cardiopulmonar).

Prioridad IV: no apropiados para UCI.

De otra parte, el tamaño, el tipo de hospital, así como el número de camas son parámetros que tienen importancia, a la hora de la selección de criterios de ingreso a la UCI. Actualmente, existen también criterios sustentados en indicadores fisiológicos como los signos vitales, datos de laboratorio, electrocardiograma (EKG); así como hallazgos físicos o indicaciones por patologías. Esas indicaciones son asociadas a las fisiológicas (SCCM, 1999), por ejemplo: neumonía, leucocitos +30000 < 4000, BUN +20 mg/dl, PaO2 < 60 mm de Hg (aire ambiente), compromiso multilobar, plaquetas < 80000 y confusión.

La familia del paciente en situación crítica de salud

Para la enfermera de UCI, la familia del paciente en situación crítica de salud constituye todo un desafío debido a que, si proporciona un cuidado integral al paciente, se debe considerar objeto de cuidado también a la familia. Ello tiene sentido porque la familia del paciente se enfrenta a una serie de circunstancias que la afectan, desde el mismo entorno de la unidad, que puede ser muy estresante, lleno de máquinas, ruido, información difícilmente comprensible y restricciones en las visitas, entre otros inconvenientes.

Por otra parte, la familia se ve enfrentada a asumir el temor de perder a su familiar, a la toma de decisiones rápidas, cambios de roles, entre otras situaciones que afectan la dinámica familiar. Todo ello ocasiona ansiedad e incertidumbre, por lo que los familiares pueden llegar a generar síndrome post-UCI de la familia.

Para entender un poco lo que significa la familia en estos casos, es necesario retomar algunos conceptos teóricos sobre el asunto, como el de Goldenberg (1997), quien sostiene que “la familia constituye un sistema en todo el sentido de la palabra, en tanto que está formada por un conjunto organizado de elementos que se relacionan e interactúan entre sí, de manera que cualquier acción, alteración o cambio en uno de ellos repercute en todos los demás, y viceversa”. Estas afirmaciones son muy significativas, pues llevan a reconocer el impacto de la llegada de una persona a la UCI y a comprender cómo esta situación afecta de manera importante la salud familiar.

Por otra parte, Pérez-Giraldo (2002) confirma la importancia de asumir el cuidado de la familia, incluyendo actividades de promoción de la salud y prevención de la enfermedad. Esto tiene lugar identificando las potencialidades, con el fin de promover su utilización, en la satisfacción de las necesidades.

Existen estudios cuantitativos y cualitativos sobre las necesidades de los familiares de pacientes ingresados a UCI (Scott et al., 2019). Estos estudios se refieren a hechos muy específicos, como la necesidad de recibir información, seguridad, proximidad, comodidad y soporte.

En particular, una de las necesidades más importantes es la necesidad de información (cognitiva), pues la familia requiere de información relacionada con la salud del paciente y con aspectos clave del entorno UCI (Pardavila y Vivar, 2012). Las familias esperan que se les informe acerca de los signos vitales, el cuidado, el confort y el descanso del paciente. Así también, necesitan conocimiento sobre el equipo tecnológico, el teléfono, equipo de profesionales, reglas y normas hospitalarias.

Esta información debe tener algunas características tales como la claridad y la pertinencia, de manera que permita tener una guía y orientación permanente que brinde confianza sobre todo lo que está sucediendo con el familiar en UCI. Desafortunadamente, esta necesidad de información no ha sido satisfecha del modo deseable. De ahí que, como mencionan Boada y Guáqueta (2019), se requiere una serie de elementos para abordar la información que se ofrece a la familia, por ejemplo, sus características; y la valoración e identificación de la necesidad de esa información.

Así también, es necesario considerar las habilidades indispensables de la enfermera para abordar la necesidad de información y de participación familiar en el cuidado, a lo que se suman las condiciones para abordar la necesidad y el tipo de información. Todos ellos son elementos claves para intervenir en esta necesidad cognitiva.

Ahora bien, considerando que el objetivo de la familia es comprender la condición de su familiar, se han establecido varios tipos de intervenciones, como programas de educación, folletos y videos informativos, o ronda familiar, entre otros (Guáqueta et al., 2021).

Otra de las necesidades de la familia es la de seguridad, relacionada con un deseo de la familia de mantener o redefinir la esperanza sobre el resultado del paciente. Para esta necesidad, se han planteado varias intervenciones, relacionadas con la información y la proximidad, entre otras.

Dentro de la necesidad de proximidad, la cual refleja el deseo de la familia de vincular y mantener relaciones familiares, se han realizado diferentes estudios, donde se identifica que una de las intervenciones principales es el manejo de la política de las visitas en las UCI, de manera más flexible o visita abierta, con lo que se logra una mejor satisfacción en la familia, relacionada con la asignación adecuada del tiempo para realizar discusiones y tener una comunicación directa con el equipo de salud.

En relación con la necesidad de apoyo, la cual refleja la disponibilidad de recursos de apoyo, incluidas la necesidad de ayuda, asistencia o acompañamiento de expertos, en diferentes circunstancias como en el final de la vida. Así, se han establecido intervenciones relacionadas con la participación del equipo interdisciplinario de la UCI, que maneja todos los problemas relacionados con roles familiares, relaciones, responsabilidades y aceptación de la situación.

Por otra parte, se identifican también necesidades emocionales que remiten a los sentimientos que experimentan los familiares, como consecuencia del ingreso de su ser querido en la UCI. Estas emociones pueden ser de esperanza y mejoría, o miedo a perderlo. Por tanto, la familia debe ser intervenida o, de lo contrario, puede presentar una sensación de impotencia y sufrimiento (Pardavila y Vivar, 2012). Dentro de las intervenciones para satisfacer esta necesidad emocional, están la intervención terapéutica que brinde el equipo interdisciplinario, el apoyo espiritual y, lo más importante, la confianza y la seguridad que el equipo de salud pueda proveer (Mendes, 2019).

Diferentes investigaciones han demostrado que los familiares que afrontan las crisis solos, a partir de las emociones presentan mayor ansiedad, estrés y depresión; mientras que aquellos que realizan un proceso de afrontamiento y enfocan las estrategias a solucionar el problema y tomar decisiones para cambiar la situación, presentan menor angustia psicológica, depresión y estrés (Olabisi et al., 2020). Además, se ha demostrado que estas afecciones emocionales y psicológicas pueden disminuir cuando las necesidades de los familiares son satisfechas por parte del personal de salud. Por ejemplo, recibir información sobre el estado de salud del paciente aumenta la seguridad, facilita la proximidad y disminuye los sentimientos negativos sobre el riesgo de muerte.

Las necesidades prácticas o de confort se refieren a todo lo que contribuye a que la familia se sienta cómoda, en aspectos como sala de espera, el acceso a teléfonos, cafeterías y cercanía física a la UCI. Estos elementos pueden reducir la ansiedad, por ejemplo, las familias siempre refieren que las salas de espera son sitios incómodos y fríos. Pero, en alguna medida, logran ser sitios donde se comparten las diferentes experiencias entre familiares, lo que es un elemento muy positivo a la hora de enfrentar situaciones similares (Pardavila y Vivar, 2012).

La unidad de cuidado intensivo como entorno de cuidado

La recuperación de las personas en situación crítica de salud, debido a la complejidad de tal situación, requieren ser internados en un área especializada dentro del hospital: la UCI. Por su organización y funcionamiento, esta unidad está en capacidad de realizar un manejo integral al paciente, con el fin de corregir problemas agudos que ponen en peligro la vida, o bien, mediante vigilancia continua, detectar oportunamente los problemas que pueden presentarse.

La unidad de cuidado intensivo, terapia intensiva o cuidado crítico puede definirse de modo relativamente similar, por la especificidad de su propósito y manera de actuar dentro de ella:

1.“Área especial donde se provee de la aplicación sistemática de múltiples posibilidades terapéuticas modernas que se utilizan en situaciones de peligro de la vida. Esta terapéutica sustituye temporalmente las funciones orgánicas, sin abandonar el tratamiento de la enfermedad fundamental. Además, supone la vigilancia constante” (Lawin, 1999).

2.“Área especializada de los hospitales con equipamiento definido y personal altamente cualificado para tratar a pacientes con una enfermedad o traumatismo grave” (Stevens, 2002).

3.“Es un área específica del hospital, cuyo propósito fundamental es proveer el máximo de vigilancia y soporte de las funciones vitales y la terapéutica definitiva de pacientes con enfermedades agudas agudas que ponen en peligro su vida, siempre que [estas] sean reversibles […]. Son servicios insertos dentro del marco institucional hospitalario que cuentan con una estructura capaz de cuidar y sostener las funciones vitales de los pacientes con riesgo actual o potencial de la vida” (Parra, 1993).

Por último, a la pregunta sobre qué beneficio ofrece la unidad de cuidados intensivos puede responderse que permite la monitorización continua, con el fin de detectar oportunamente las variaciones en las funciones orgánicas, por medio de lo siguiente:

•Tratamiento intensivo para curar el proceso agudo, procedimientos y soporte vital avanzado.

•Cuidado continuo y especializado, por la complejidad de la situación, junto con cuidado integral e interdisciplinario.

Tipos de unidades de cuidados intensivos

Las UCI se pueden clasificar de acuerdo con el diseño, la distribución espacial y el tipo de pacientes que ingresan. De acuerdo con el diseño clasifican como rectangulares, en ele (L) y circulares; y de acuerdo con la distribución espacial se clasifican en abiertas, cerradas o mixtas.

De acuerdo con el tipo de pacientes que ingresan a la unidad, se clasifican de la siguiente manera:

1.Unidad polivalente. Recibe pacientes procedentes de diferentes servicios y con enfermedades de diversa índole, clínica, quirúrgica y ginecológica, etc.

2.Unidad coronaria. Es el área asistencial dotada de los medios técnicos y de los recursos humanos necesarios para la atención y la vigilancia continua de los pacientes con cardiopatías.

3.Unidad quirúrgica. Se encarga de atender a pacientes que se recuperan de una variedad de procedimientos quirúrgicos de alto riesgo y casos traumáticos.

4.Unidad renal. Es un área especializada del hospital, donde se realiza tratamiento a los pacientes que requieren sustitución de la función renal y depuración de la sangre.

5.Unidad quemados. Área asistencial de alta especialización y complejidad, con recursos humanos y materiales necesarios para la atención basada en la mejor evidencia disponible de este tipo de pacientes.

6.Unidad de trauma. Es una unidad especializada donde se cuidan pacientes en casos de eventos trágicos colectivos con heridos con lesiones múltiples, como ataques terroristas, accidentes de tránsito o desastres naturales, etc.

7.Unidad neonatal. Área especial del hospital, donde se combinan la tecnología avanzada y profesionales de la salud capacitados para brindar cuidado especializado a los pacientes prematuros, de bajo peso, con problemas médicos o quirúrgicos.

8.Unidad pediátrica. Es un servicio del hospital, dedicado a la asistencia intensiva integral y continua al niño críticamente enfermo, independientemente del origen de su patología.

9.Unidad de cuidado intermedio. Área especial donde se reciben los pacientes, potencialmente recuperables, cuya situación de riesgo y compromiso vital, real o potencial, no es evidente, pero requiere de monitorización y cuidados de enfermería que superan los proporcionados en servicios hospitalarios convencionales.

La enfermera de la unidad de cuidados intensivos

La enfermera de la UCI se ve enfrentada a un entorno lleno de tecnología, que implica grandes desafíos por la complejidad de los cuidados que debe impartir, debido a la situación crítica de salud del paciente y los problemas que la familia presenta durante la hospitalización de su ser querido. Por esto, es fundamental que la enfermera posea una serie de características que le permitan cuidar a la persona en situación crítica de salud, tratando de restablecer sus constantes vitales, conservar la vida y proporcionar un ambiente seguro, un cuidado integral y de calidad.

Es así como la enfermera de UCI debe tener una serie de competencias personales y profesionales, tales como autonomía para la toma de decisiones, capacidad de contacto, interpretación asertiva, habilidades psicomotoras, disciplina, responsabilidad, compromiso, capacidad de trabajo en equipo; así como interés por la actualización permanente y aplicación de la evidencia científica en el cuidado. A ello se suman habilidades de autocrítica, estabilidad emocional, entusiasmo y capacidad de desarrollar acciones en el momento oportuno, con el máximo de eficacia, entre otras (Parra et al., 2012).

Varias investigaciones han descrito las competencias que debe cumplir una enfermera que labora en una UCI, tales como la habilidad para valorar clínicamente al paciente teniendo en cuenta su complejidad (Roselló y Valls, 2012; CC3N, 2015; Waters et al., 2013), el juicio clínico (Henriques-Camelo, 2012; American Association of Critical-Care Nurses –AACN, 2013), la capacidad de tomar decisiones (Henriques-Camelo, 2012; Waters et al., 2013), el liderazgo, la gestión de recursos tanto humanos como materiales, el manejo de la tecnología, el dominio en las prácticas de cuidado y el trabajo en equipo (González, 2015). Todas estas habilidades, sin duda, son esenciales para abordar el cuidado y el manejo integral tanto para el paciente como para su familia.

Si bien es cierto que el manejo de la enfermera en cuanto a lo científico y tecnológico es una de sus fortalezas en este entorno del cuidado crítico, una competencia muy importante es la comunicación, tema que predomina en varios estudios (Henriques-Camelo, 2012; EfCCNa, 2013), donde se resaltan algunas características como (1) la necesidad de que sea efectiva con el paciente, la familia y el equipo multidisciplinario; y (2) el establecimiento de una adecuada relación empática, que involucre a la familia en la toma de decisiones, que atienda el duelo, tenga escucha activa y establezca estrategias de comunicación variadas según la situación del paciente y su familia, manteniendo respeto, autenticidad, brindando un cuidado integral y continuo.

Por otra parte, es importante resaltar las competencias éticas, espirituales y culturales, relacionadas con la autonomía, la justicia social, la defensa del paciente, la gratitud y la compasión (AACN, 2013). Estas destrezas son también requeridas, en la medida que se enfrentan situaciones como dolor, duelo, pérdida, angustia y desesperanza, tanto por los pacientes como por sus familias.

La enfermera en la UCI gestiona cuidados de alta complejidad. Ello implica tener un conocimiento amplio, la capacidad de aplicar la evidencia científica en cada acción, realizar un juicio clínico y mantener una competencia como el liderazgo, evidenciado en la buena toma de decisiones, el mantener la calma bajo presión y ser accesible (Brewster et al., 2020).

Finalmente, es importante resaltar que un gran reto para la enfermera es abordar de manera integral el cuidado al paciente crítico y su familia. Para ello, es necesario que predomine la capacidad para identificar necesidades y establecer una dinámica interpersonal que promueva interacciones positivas. Se requiere, asimismo, de gran compromiso, responsabilidad y capacidad de trabajo en equipo; todo ello, para lograr objetivos comunes en el cuidado.

Problemas comunes de la persona en situación crítica de salud

Los problemas comunes de la persona en situación crítica de salud se refieren a todas las complicaciones originadas desde su misma condición, desde lo biológico y lo psicosocial; así como a las surgidas por el ambiente propio de la UCI y las derivadas de las diferentes decisiones terapéuticas instauradas.

Desde el punto de vista biológico, la persona en situación crítica de salud cursa con una serie de entidades patológicas que llevan a inestabilidad hemodinámica y a múltiples complicaciones en los diferentes sistemas, con el consecuente riesgo para la vida.

Junto a lo anterior, la enfermera debe identificar, además de tales riesgos, otros problemas que pueden ser de tipo psicosocial, derivados del mismo entorno UCI, o de las terapéuticas proporcionadas para el cuidado y la recuperación del paciente (Parra, 2008).

Desde lo psicosocial, el paciente se ve enfrentado a una ruptura de su rol cotidiano, pérdida del control del entorno personal y familiar, aislamiento social, amenaza de muerte y un pensamiento aterrador frente a lo que está viviendo. Esto le origina problemas psicosociales, como miedo, ansiedad, estrés, síndrome de estrés postraumático, alteración en la comunicación, alteraciones de rol y alteraciones de autoconcepto.

En particular, la ansiedad constituye uno de los principales problemas psicosociales. Por ello, la enfermera debe identificar la causa de esta ansiedad, que puede ser por factores como el desconocimiento del entorno, de su evolución, o por las alteraciones del rol o el sueño discontinuo, entre otras.

Esta ansiedad puede verse reflejada en indicadores fisiológicos como alteraciones de los signos vitales y nutricionales. También, cambios en indicadores comportamentales como agitación, tensión, falta de cooperación en el cuidado y cambios en la expresión verbal. A los que se suman indicadores psicocognitivos, como la expresión de pensamientos negativos y la expresión verbal de ansiedad. Finalmente, también tienen lugar cambios en indicadores sociales, como la búsqueda de consuelo y la necesidad de atención y compañía (Moser et al., 2003).

Frente a la ansiedad del paciente en situación crítica de salud, la enfermera debe valorar las causas; promover el confort físico; dar información clara y precisa; establecer una relación enfermera-paciente positiva; y utilizar, también, códigos que permitan la comunicación. Por otra parte, el proporcionar apoyo emocional, presencia auténtica, apoyo espiritual y fomentar el apoyo familiar son todas acciones que contribuyen en el manejo de la ansiedad (Gómez et al., 2007).