Danzando el Mandala de tus Lunas - Mónica Gobbin - E-Book

Danzando el Mandala de tus Lunas E-Book

Mónica Gobbin

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Beschreibung

Descubrir el lado cíclico del Tiempo Lunar nos lleva a revelar otra psicología de la experiencia femenina, la que rinde homenaje a la exploración del espacio interior. Descubriendo el Tiempo Cíclico y el poder del Ritual.Aventurarse a acompañar a la Luna en su Viaje por el Cielo te llevará a mirar cara a cara tu propia verdad. Las mujeres están biológicamente entrelazadas al "reloj Lunar". Esta correspondencia rítmica representa el desconocido Reino Femenino del tiempo Lunar, una herencia divina legada a las mujeres. Nuestros sentimientos están relacionados con el pasaje de la Luna a través de cada uno de los doce signos del zodíaco debido a una resonancia oculta. El viaje Lunar se repite cada mes; por lo tanto, nuestras emociones y temas personales pueden ser presentidas y anticipadas. Conocer e integrar estas, nos proporciona la Alquimia que necesitamos para nuestra Sanación. Comprender el papel de la Luna sobre el estado de ánimo, el comportamiento y la psicología femenina, nos entrega una llave para abrir la puerta a nuestro mundo interior y comenzar un proceso de autodescubrimiento revolucionario.Y este Viaje nos ayudará a conectarnos con nuestro tejido arquetípico a través del ritual, visualizaciones y otras actividades, siguiendo a la Abuela Luna, en su Viaje danzando por el Cielo

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Seitenzahl: 394

Veröffentlichungsjahr: 2019

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Gobbin, Mónica

Danzando el mandala de tus lunas / Mónica Gobbin. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2018.

338 p. ; 20 x 14 cm.

ISBN 978-987-761-323-0

1. Autoayuda. I. Título.

CDD 158.1

Editorial Autores de Argentina

www.autoresdeargentina.com

Mail:[email protected]

Diseño de portada: Justo Echeverría

Diseño de mandala portada

y mandala de Arquetipos: Denise Attadia

Diseño de maquetado: Maximiliano Nuttini

Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723

Impreso en Argentina –Printed in Argentina

Vivir en armonía con los ciclos lunares, y en sintonía con la Madre Tierra, nos ayuda a atravesar estos tiempos de transformación con la necesaria paz interior y en contacto con la sabiduría de la experiencia.

Alinearse con los ciclos lunares nos enseña a participar en la armonía de los ritmos naturales que gobiernan nuestro mundo emocional y experiencial.

En lugar de sentirnos abrumadas por nuestro mundo emocional y las presiones externas, aprenderemos a abrazar nuestras experiencias, dolores y aprendizajes. Es la integración de todos nuestros fragmentos lo que hace posible el verdadero cambio interior, sostiene nuestro bienestar y permite la manifestación de nuestro potencial y la consecución de nuestro proyecto de vida.

El vivir en sintonía con las fases de la Luna nos aporta conocimiento sobre nuestras “mareas internas”. Nos ayuda a focalizar en nuestro presente, despertando la capacidad de confiar en nosotras mismas y nos permite la integración de las energías cósmicas que nos llevan a desplegar nuestro proceso evolutivo, nuestro despertar espiritual, y nuestro mayor bienestar en la Tierra.

¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!

Agradezco infinitamente las bendiciones que la Diosa ha sembrado en mi Vida. Siento que el Amor por Ella, despertado en mí siendo muy niña, fue siempre correspondido. Me ha llevado de Su Mano, por este viaje tan maravilloso, tan aventurero hacia el despertar de lo Sagrado Femenino.

Y así, este libro fue gestado a través de mis dolores, miedos y errores, nutrido con el Amor más profundo de mi corazón. Regado con mi experiencia de niña, de mujer, de madre, de abuela, y de bruja.

Pero la realización de esta obra, “hija espiritual” de mi Alma preguntona, no hubiera sido posible sin la presencia de todas las mujeres de mi vida. Mi madre, mi abuela, mi hermana, mi suegra, mis amigas, mi sobrina, mi sobrina nieta, mi nieta, mis colegas “brujis”, mis Hermanas Sacerdotisas, mis Hermanos Sacerdotes las autoras pioneras, que se animaron a desafiar el marco conceptual vigente…a todas mis Maestras y Maestros…quienes, me ayudaron a atravesar y a integrar el proceso con mi propia sombra.

Ellas fueron los espejos donde vi reflejadas mis “máscaras”.

Gracias también a los hombres que me han mostrado que construir un nuevo modelo de relación es posible. Gracias infinitas a Jorge Lozano, por el apoyo incondicional a lo largo de toda una vida. ¡Gracias infinitas a Martín Lozano Gobbin, Hijo Lunar por tu constante aliento y coaching!¡Gracias a mis Hermanos que han abrazado a la Diosa y demuestran que se puede ser un Héroe Lunar!

¡Gracias a Mia Lozano por ser mi nieta compinche y alegría de todos los días!

¡Gracias infinitas a todas y todos ustedes!!

El llamado….

La Luna nos evoca un sentimiento distinto sobre el Tiempo. Si el título de esta obra, ha tocado tu corazón, probablemente ya sientes que hay mucho más en la vida, de lo que nos ha sido enseñado por las fuentes convencionales. Este libro intenta mostrarte otra mirada sobre esta “variable” a la que llamamos Tiempo. Y cómo el Tiempo, puede abrirnos infinito número de puertas hacia nuestro interior. Hacia la increíble complejidad de nuestro Ser, donde habitan los infinitos rostros que podemos asumir.

Vamos a comenzar un “Viaje” desarmando algunas creencias sobre esa dimensión a la que llaman Tiempo. El mundo en que vivimos nos ha convencidos de que es uniforme y lineal. Nuestros almanaques representan los días de nuestras vidas como celdas cuadradas de igual dimensión, en filas rectas, dibujando un retrato totalmente “derecho”. El calendario solar que usamos deja oculta, envuelta en el misterio a la Luna, dueña de su propia temporalidad.

Descubrir el lado cíclico del Tiempo Lunar nos lleva a revelar otra psicología de la experiencia femenina, la que rinde homenaje a la exploración del espacio interior. Al igual que los arqueólogos, debemos profundizar en la noción abstracta de tiempo para localizar reliquias perdidas de nuestra identidad. La profunda correspondencia celeste emergerá para liberarnos de la percepción de que el tiempo avanza en línea recta y que estamos destinados a sentirnos de la misma manera todos los días para que no seamos consideradas “diferentes”. La ciencia es un dominio en el que los hombres durante siglos han intentado remodelar a la Madre Naturaleza a su imagen y semejanza. Primero tomando posesión de todos sus recursos vitales para servir a sus propios fines. Segundo, unificando y regularizando bajo la definición de una supuesta “normalidad”. Las prácticas médicas modernas hacen uso de una increíble variedad de incentivos tecnológicos para compensar los procesos naturales femeninos, que desafían este dictamen de regularidad lineal.

Para cumplir esta promesa, debemos tirar del velo que la cultura ha instalado y pedirte que mires nuevamente a la Luna. Ella es la Guardiana del Alma y del Tiempo. Atesora la memoria colectiva, custodiando el registro de todas las vivencias humanas que han ocurrido desde el comienzo de los tiempos. Ella es la catalizadora de todas las emociones. Su Viaje agita las mareas de los Océanos y de nuestros sentimientos. Reloj de los ciclos naturales, sus fases están unidas íntimamente a los ciclos femeninos. Sin embargo, el análisis del comportamiento humano ha pasado en gran medida a la ciencia, con credenciales basadas en métodos que recortan la dimensión espiritual del ser humano. Y desconocen los misterios femeninos, en particular con respecto a la percepción femenina del Tiempo. Un gran número de experiencias, sentidas y vividas por mujeres, particularmente aquellos fenómenos que contradicen las generalidades acordadas por la cultura o aquellas cosas que no se entienden del todo, no son realmente exploradas por el paradigma vigente. Las estructuras de creencias establecidas que forman nuestra realidad consensual continúan persistiendo. Aún mucho tiempo después de que su razón de ser se ha vuelto obsoleta.

La Humanidad se está acercando al momento alucinante del cambio de edades. Nos toca presenciar una rara fase de transición global masiva. No podemos permitirnos seguir viviendo y sosteniendo las falacias del pasado. “Otro mundo es posible”. Y podría comenzar contigo.

Este libro te ofrece una mirada luminosa hacia Tu Lugar en el Tiempo. Visto de manera diferente, cíclico, con la capacidad de despertar los arquetipos dormidos, retenidos en el Éter del Inconsciente Colectivo, fragmentos de la naturaleza humana que funcionan como “D.N.A. celeste”. El Viaje de la Luna te permitirá conocer los Doce Reinos Sagrados grabados en los planos de la creación. Te invita a conocer el paisaje y los arquetipos que habitan en cada Reino, llevándote a un nuevo nivel de conciencia.

¿Te animas a conocer la belleza profunda inherente a la Divina Ecuación “Como es arriba, ¿es abajo”?... a descubrir el hilo plateado que une estos dos planos? ¿A experimentar la sanación alquímica Lunar??

Aventurarse a acompañar a la Luna en su Viaje te llevará a mirar cara a cara tu propia verdad. Las mujeres están biológicamente entrelazadas al “reloj Lunar”. Esta correspondencia rítmica representa el desconocido Reino Femenino del tiempo Lunar, una herencia divina legada a las mujeres. Nuestros sentimientos están relacionados con el pasaje de la Luna a través de cada uno de los doce signos del zodíaco debido a una resonancia oculta. El viaje Lunar se repite cada mes; por lo tanto, nuestras emociones y temas personales pueden ser presentidas y anticipadas. Conocer e integrar estas, nos proporciona la Alquimia que necesitamos para nuestra Sanación. Educar a las mujeres les daría poder. Comprender el papel de la Luna sobre el estado de ánimo, el comportamiento y la psicología femenino, nos entrega una llave para abrir la puerta a nuestro mundo interior y comenzar un proceso de auto-descubrimiento revolucionario.

Este libro te invita a participar de manera activa. A través de las actividades propuestas y el seguimiento de un diario personal, emergerá un conocimiento gradual de los arquetipos astrológicos. Pronto serás capaz de discernir las cualidades de los diferentes arquetipos y de reconocer además cómo influyen en tu estado de ánimo, y cómo dan forma a tus diversas motivaciones. Podrás establecer una convergencia entre los mitos y los signos del zodiaco para agudizar tu comprensión de las energías que se despiertan.

En la primera parte, vamos a explorar el papel de las “tres Lunas” en nuestra vida, re-descubriendo el Tiempo Cíclico, comprendiendo la maravillosa Alquimia del ciclo Lunar en los Cielos. Así, prepararemos el “equipaje” para emprender el Viaje en la segunda parte, donde descubriremos los arquetipos Lunares que encarnan las energías de los Doce Reinos Zodiacales.

¿Vamos???

Primera parte:La Danza de tus Lunas...

Tres Lunas te acompañan

Desde ayer y para siempre

Tres Lunas te bendicen

Tres Lunas te acompañan

Te invito a danzar

La Danza de Tus Lunas

Tres Lunas te acompañan

Muchas veces en silencio

Otras veces con clamor

Desde el primer grito

Con la sangre de tu Madre

Con la sangre de tu Vientre

Con la sangre del Amor

Una Marca tus meses.

La Otra señala tus ciclos

La Tercera te mira crecer

Te invito a danzar

La Danza de las Lunas

Danza, danza Hermana Luna

Y sé “Una” con las Tres

Descubriendo el Tiempo Cíclico y el poder del Ritual:

Tomemos un instante para pensar sobre todos los ritmos en nuestra vida:

-circadianos como día/noche

-ultradianos como el apetito

-ciclo menstrual

En nuestra vida diaria solemos cumplir con ciertos ciclos, que forman parte de nuestros hábitos. Cada día siguiendo el ciclo solar de día-noche, nos levantamos y nos vamos a dormir. La llegada de fuentes artificiales de luz, prolongó la jornada de trabajo alterando el ciclo circadiano. En algunas personas, cambiando los ritmos de sueño. Los ciclos estacionales señalan el momento de nuestras vacaciones veraniegas. Y velado bajo este ciclo, el ciclo lunar, donde experimentamos las subas y bajas de nuestra marea emocional. La Luna Llena suele acaparar nuestras miradas durante las noches templadas. Pero, Ella está siempre, atesorando la memoria colectiva.

El tiempo cíclico aparece como la primera noción de tiempo desarrollada en la historia del humano. A partir de la irrupción del cristianismo emergen con fuerza las ideas de tiempo lineal, y que serían fundamentales para las bases de occidente y su idea de progreso. El surgimiento de la posmodernidad, a fines del siglo XX significó la objeción del tiempo lineal para occidente.

El ser humano, ligado a los ciclos naturales, pensó el tiempo en función de estos. La Luna, las estaciones del año, los tiempos de grandes sequías y lluvias, el ciclo de las plantas y las migraciones de los animales. La supervivencia dependía de la sincronización de la actividad humana con los ciclos de la Naturaleza. Fueron principalmente las culturas orientales las que desarrollaron la filosofía del tiempo cíclico, En las culturas originarias del continente americano también hay referencias sobre una concepción circular del tiempo.

En el alma de las personas subsiste aún con fuerza la percepción del tiempo cíclico. Debemos verla no como una repetición inacabable de eventos iguales, dónde el único camino es reiterar una tradición, sino como una espiral donde vamos de un nivel a otro.

Podríamos entonces hablar de dos clases de tiempo1, un tiempo lineal, que va hacia el futuro, desde el pasado, a través del presente; y un tiempo sagrado, que es circular. Este tiempo mágico se presenta en aquellas acciones que las personas consideran vivencialmentetrascendentales. El verdadero crecimiento consiste en recuperar la memoria del tiempo mágico, sagrado y mítico donde todo es verdadero y siempre es aquí y ahora. Si el tiempo “circula”, entonces podemos revisar aquellos sucesos que han ocurrido en el pasado y extraer de ellos las lecciones y experiencias que se corresponden con nuestro presente, a fin de proyectar decisiones futuras.

Y esta forma de ver el tiempo, es la que empieza a jugar, cuando entramos en el ciclo lunar. De Luna Nueva a Luna Nueva, circulando. Revisando lo pasado y eligiendo las mejores semillas para sembrar los cambios futuros. Y nos sorprende cuando nos damos cuenta, que ese ciclo se refleja en el cuerpo femenino.Haciendo carne la ciclicidad.

¿Y por qué hablamos de rituales?? El ritual nos permite acceder a este “tiempo cíclico” y a esa conjunción de energías, creando un espacio sagrado en nuestravidacotidiana. Un lugar donde podemos re-dimensionar y re-significar nuestra espiritualidad. Volviendo a recrear la magia sanadora que el mundo de hoy nos fue quitando.El ritual nos recuerda una realidad más amplia e invoca en las personas la comprensión de paradigmas universales, dando lugar a la expresión de nuestro ser espiritual En cada ritual, abrimos una puerta a las energías sanadoras. Son oportunidades para sanar viejas heridas y dar impulso a las transformaciones. El ritual nos permite acceder a nuestro poder interno.

Y cuando hablamos de “poder”, a veces comienzan a jugar imágenes no tan claras. En nuestra cultura esa palabra puede llevar a una connotación negativa, de “poder sobre” otro. Aquí estamos hablando del poder “en” nosotras. En la capacidad de poder generar cambios y de poder elegir el rumbo de nuestras vidas. Está ligado a nuestras capacidades y potencialidades. Y esta nueva definición de “poder” tiene su raíz, en la nueva espiritualidad femenina.

Hace cuarenta años, la “segunda ola” del movimiento por los derechos de las mujeres estaba en su apogeo en los Estados Unidos. Además de luchar por reivindicaciones legales, tales como la igualdad de remuneración en el mercado y el derecho a tener una tarjeta de crédito o mantener el propio nombre, comenzaron a trabajar sobre temas referidos a la salud y a los derechos reproductivos. En ese momento, aparecieron mujeres que comenzaron a trabajar en una nueva concepción espiritual que rescataba lo Sagrado Femenino y la necesidad de crear espacios para la toma de conciencia y la sanación. Así nació el movimiento de espiritualidad femenina y la necesidad de revisar las culturas antiguas dónde la Diosa, en sus diferentes expresiones, era la Fuente Sagrada donde abrevaban tanto mujeres como hombres. Culturas alineadas con el tiempo cíclico lunar, dónde el ritual ocupaba un lugar en el cotidiano, conectando lo sagrado con la vida diaria. Así comenzaron a surgir de manera espontánea, círculos femeninos que se reunían para celebrar las Lunas, creando sus propios rituales. Algunas dejaron sus religiones para crear una nueva cosmovisión. Otras trabajaron dentro de los marcos religiosos convencionales para llevar lo “femenino” a sectores que habían sido anteriormente sólo para hombres y dónde la doctrina otorga lugar exclusivamente a la visión masculina de lo divino.

Las mujeres que buscaban una dimensión espiritual femenina han trabajado duro durante la segunda mitad del siglo XX, para localizar o crear imágenes femeninas de poder. Pero también han forjado un movimiento espiritual haciendo hincapié en el carácter sagrado de este mundo, el cuerpo y los ciclos femeninos, la Tierra y el Tiempo Lunar, contrastando con las ideas tradicionales en Occidente. Así la Diosa, en sus múltiples aspectos y nombres, comenzó a ser recordada en estos círculos femeninos, dónde a través de un proceso de concientización, fue surgiendo una nueva forma de entender los procesos físicos y emocionales femeninos y su impacto en lo colectivo. Y con ello, la revisión de muchas pautas culturales impuestas que limitan el poder “en” nosotras. Así fue surgiendo la necesidad de revisar los escasos “lugares” o roles culturales reservados para lo Femenino. Y la Diosa, de nuevo “recordada”. El cuerpo femenino, sus ciclos, la propia identidad de la mujer vuelven a reencontrarse con su dimensión sagrada.

Y así llego una tercera ola, hacia los ’90. Allí muchas autoras comenzaron a publicar trabajos que ayudaban a las mujeres a establecer contacto con un lugar profundo, un “nivel arquetípico” donde lo Divino Femenino había sido encerrado. A desarmar los tabúes construidos alrededor del ciclo femenino y las distintas etapas en la vida de una Mujer.

Sintonizar con los ciclos lunares, y reconocer los distintos arquetipos que encierran los signos, abre un portal a ese lugar interno donde se encuentra el poder personal y la “magia” que nos permite crear nuestra realidad.

En realidad, en nuestra cultura podemos distinguir “dos visiones” o modos de pensamiento. Una de ellas es la racional, lógica o linear, relacionada con el lado izquierdo del cerebro, la cual ha sido llamada “solar”. Y la otra, intuitiva, emocional, creativa, asociada con el lado derecho del cerebro, llamada “lunar”. A lo largo de la historia en mundo occidental, el modo “solar” fue visto como el privilegiado y se subestimó el” lunar”. De tal modo, que esta subestimación e intentos de supresión, nos ha hecho más susceptibles a trabarnos con nuestros problemas emocionales y la consiguiente dificultad para resolverlos. Esta situación es una de las razones que causan el incremento de situaciones de depresión severa, trastornos de ansiedad y otros problemas psicológicos. Los rituales, especialmente los rituales lunares, meditar, nos brindan una forma de integrar el “modo lunar”. Tanto para mujeres como para hombres.

Otra de las circunstancias maravillosas que surgen de esa magia son los Círculos de Luna. En especial Círculos femeninos para las Lunas Nuevas y Círculos femeninos o mixtos para las Lunas Llenas ¿Y por qué es importante conectarse entre mujeres? Si bien la fisiología femenina es lunar, muchas de las diferencias de género, se deben a la imposición de roles culturales. Durante mucho tiempo y aun hoy, la conexión con otras mujeres, comenzando con la relación con nuestra propia madre, es sentida como complicada, muchas veces con desconfianza, celos y resentimiento. Resultado: para funcionar en nuestra cultura, hemos sacrificado las relaciones “lunares”. Es tiempo de traerlas de nuevo a nuestra vida.

1Eliade, Mircea; “A History of Religious Ideas”, vol. 1, London, The University of Chicago Press, 1978.

I. La Luna en tu cuerpo:

La Danza Púrpura2…

Mi cuerpo es una antena

Unida a la Tierra

Apuntando al Cielo

Cae mi Sangre

Bendiciendo la Tierra

Sube mi corazón

Hacia la Luna

Y en mi centro

En mi Útero

Se abre una puerta

A otros mundos...

Corro con la fuerza

De la Leona que vive en mi vientre

Corro y siento el aire en mi rostro

El Fuego de mi vientre

Que se expande

Soy dueña de mi vida

Mientras que en el Cielo

La Luna crece

Como crece mi Fuerza

Siento que mi cuerpo

Es una ola en el Océano

Subo desde el fondo

Donde comenzó la Vida

Y veo todos los seres a mi alrededor

La Luz se irradia desde Mí

Estoy en mi centro y tengo

El poder de dar Vida y Nutrir

Soy la hoz que corta

Las ramas secas

Soy el filo que separa

Lo que tiene que morir

Soy el muro que me protege

Y me defiende

Tengo el Poder de

Elegir mi Camino

Y así vuelvo otra vez

A SentirLA en mí….

2Poema escrito durante un taller con Myriam Wigutov. (2008)

“El ciclo menstrual es la fuerza impulsora detrás de la percepción de la mujer y la conciencia, la sexualidad, creatividad y espiritualidad”.

Miranda Grey3

Y un día la hembra comenzó a menstruar y se volvió HUMANA…4Todas las hembras mamíferas sangran durante el período de estro. Este es el momento en que se encuentran receptivas al macho y está relacionado con la ovulación. Pero el estro o período de celo, no es sinónimo de menstruación. La mujer presenta un ciclo complejo, con cambios fisiológicos en todo el sistema reproductivo. Con cambios en el cuerpo emocional. Tan basal y poderoso es este ciclo, que han tratado de arrebatárnoslo por generaciones…

Lucy H. Pearce utiliza con mucho respeto, la palabra “quijotesco” para referirse al cuerpo femenino. Nuestros niveles de energía, estados de ánimo y salud física, están en constante variación cíclica. Y esta realidad no está sostenida ni contenida emocionalmente en nuestra cultura. Entender nuestra feminidad es como rearmar un rompecabezas, donde nos esconden algunas piezas. Desorientador y frustrante, ya que el conocimiento estrictamente fisiológico no basta para comprender lo Femenino. De ahí la importancia de una madre, hermana, amiga, círculo…que nos inicie en este conocimiento.

Uno de los recuerdos más fuertes de mi escuela primaria, me lleva a una sala, repleta de niñas entre 10 y 12 años, cuchicheando y disfrutando del “secreto” de estar allí. A los varones les habían dicho una mentirilla, para justificar una actividad exclusiva para nosotras. Iban a hablar de “eso”. Frente a nosotras, una amable señora, con tono de abuela, nos pasaba diapositivas con todos los nombres de nuestra anatomía y fisiología. En quince minutos,el despertar de nuestro Útero,había sido comunicado asépticamente. De la misma forma que la digestión y la excreción de orina. Al final, para completar nuestra increíble experiencia, nos hablaron de las maravillas de las toallitas desechables “Modess”. Estábamos en 1970 y no debíamos permitir jamás que alguien se enterara que estábamos en “esos días”. Y menos manchar la ropa. No en vano “Modess” remite a “modestia”5.

Décadas atrás, era bastante común que las madres nada dijeran a sus hijas sobre la llegada de la menarca (aparición de la primera menstruación). Otras les transmitían a sus hijas los mismos conceptos erróneos, oscuros y equívocos. Para muchas de ellas, configuraba un hecho traumático, vergonzante e intimidante. Que esto se procesara en la escuela, amparadas en el lema “Salud e Higiene”, era una suerte de salvataje para muchas madres, que sufrían en silencio el “asunto” menstrual.

Mi menarca fue temprana, lo que me convertía en una suerte de ser dual para mis compañeras. Por un lado, ya era “señorita”, con acceso a cierto conocimiento femenino secreto que, en realidad, me llegó a través de la revista “Vosotras”6. Por otro, un capítulo del disfrute infantil se cerraba, pues era una “señorita” y ya no podía jugar más con varones. ¿Por qué?? Porque no. Así nomás. Y sobre todas las cosas, tenía que disimular y ocultar cuando estaba sangrando.

La palabra menstruación proviene de la latina “menstruus”, cuyo significado es “que se repite cada mes” derivado a su vez demensisque significa “mes”7. A su vez esta palabra comparte la misma raíz indoeuropea con el vocablo griego “mene” que significaLuna.

Cuando los seres humanos no contaban con luz artificial, las mujeres estaban alineadas con el ciclo lunar. Aunque algunos estudios lo nieguen, ya que supuestamente “no hay prueba científica”, las mujeres menstruaban en Luna Nueva y ovulaban en Luna Llena. Los primeros calendarios se basaban en el ciclo lunar y se crearon a partir de la necesidad de contar las lunas durante el tiempo de gestación y prepararse para el nacimiento. En tiempos paleolíticos era vital no dar a luz en determinadas épocas del año, por lo cual, las mujeres comenzaron a controlar su fertilidad desde entonces. Algunas culturas han llamado a las mujeres menstruantes como “mujeres con su Luna”.

El tabú de la sangre menstrual es algo muy difundido desde tiempos remotos en casi todas las civilizaciones. Hay innumerables ritos y ceremonias alrededor de los días menstruales, severas restricciones y gran cantidad de leyendas sobre los efectos perniciosos que produce una mujer que está menstruando, afectando a los varones y al entorno. Simone de Beauvoir, en su excelente libro “El segundo sexo”8da una lista variada y amplia sobre el tema. Cita como creencias en relación con la regla o menstruación, desde “hace caer las frutas” hasta hacer “impotente al varón”. Por pintorescas que parezcan, muchas de las cuales aún tienen vigencia. Se desprende que estas construcciones culturales evidencian un profundo terror ante la sangre que emana de los genitales de la mujer, mostrando los miedos ante los misterios que conlleva la condición femenina.O ante el poder que encierra. De allí que, en muchas religiones, los tabúes menstruales sean tan severos.

A lo largo de los siglos este rechazo, primero disfrazado de norma religiosa y luego de norma sanitaria, fue degradando lo femenino, instalando la sensación de impureza sobre la ciclicidad del cuerpo de mujer. Impureza que se fue agregando a la lista de arquetipos demonizados, arrojados a la sombra colectiva. No solo vampiresas seductoras, devoradoras de hombres…sino también productoras del “veneno menstrual”.

Y llegamos a fines del siglo XX, cuando las pioneras de la llamada Espiritualidad Femenina, comienzan el arduo trabajo de desarmado de esta matriz de creencias. Y empezamos a entender de a poco, que las mujeres somos cíclicas como la Luna. Así como Ella, que crece o decrece un poquito todas las noches en el cielo, nosotras cambiamos día a día, siguiendo un ciclo que no se mueve igual que el mes calendario.

El ciclo menstrual no solo influye sobre los líquidos del cuerpo y el tejido endometrial, tiene que ver con nuestros ciclos de creatividad. Recibimos y procesamos la información de manera diferente en diferentes momentos en nuestros ciclos. Siguiendo una metáfora lunar, podríamos decir que, desde el inicio de la menstruación (luna nueva) hasta la ovulación (luna llena), atravesamos un período de crecimiento. Va aumentando la energía y la creatividad. Llegamos a un pico y nos sentimos más receptivas. También estamos más dispuestas al encuentro y generamos más feromonas que aumentan nuestro atractivo. Si no se produce un embarazo, comenzamos a retirar de a poco la energía puesta en el exterior, como si estuviéramos “menguando”. Hasta llegar un período de oscuridad cada mes, cuando la fuerza de la vida parece desaparecer por un tiempo (premenstrual y nuevo sangrado).En realidad, la fuerza se concentra en nuestro interior. En este momento, nos sentimos más reflexivas y hacia adentro. Nos sensibilizamos y reaccionamos a estímulos cotidianos. Es un momento en el cual estamos abiertas a la información “lunar”, la que nos viene a través de nuestra intuición. Imágenes y sueños. Se pone en marcha el “otro lado del cerebro” y procesamos cosas, llegando a insights increíbles. Esto es lo que no encaja en nuestra cultura lineal. Por eso este tiempo es considerado “malo” o improductivo.

Aunque la ciencia no puede entender completamente cómo la Luna se entrelaza en nuestros sistemas biológicos, sabemos que los ciclos lunares afectan procesos en la Tierra, como el régimen de las mareas y el crecimiento de plantas.

Con el advenimiento de la luz artificial y las grandes urbes, nos fuimos separando de los ciclos naturales. Y fuimos negando o ignorando la relación entre nuestros cuerpos y las fases lunares. Y relegando nuestro ciclo, como esos días que nos disturban las rutinas. Este es realmente un tiempo sagrado, el cual deberíamos usar para recuperar nuestro poder femenino, la fertilidad, la creatividad y el cuidado de nuestro espíritu. El ciclo menstrual tiene que ver con la energía y el poder de las mujeres; el poder de ser, de restaurar y sanar, para recibir y crear. Esta es la razón por la cual la menstruación es un regalo. Las Culturas Originarias reconocieron esto y crearon el tiempo y el espacio para la práctica ritual y espiritual

Desde los años ’90, mujeres pioneras, escribieron sobre este tema lunar y abrieron el camino de regreso a la sacralidad del ciclo femenino. Ya en el siglo XXI, muchas otras tomaron la antorcha y agregaron su aporte a la concientización femenina. Las honro a todas ellas.

Desde una mirada más astrológica también podemos comprender esto de la fisiología lunar. Para la Astrología Tradicional se relaciona a la Luna con el ciclo femenino o ciclo menstrual. Siempre de una manera velada como relacionandoLa con los órganos o el ritmo hormonal. Pocas veces se utiliza la palabra menstruación. Una de las consecuencias de la supresión de este vínculo y de la negación de ciertas necesidades lunares que sienten las mujeres durante el sangrado, ha llevado a la adopción de drogas para poder funcionar como hombres y seguir rindiendo a pleno y ser productivas “esos días”. O sea, para funcionar en modo solar los días más lunares del mes. Durante esa parte del ciclo el área del plexo solar está más abierta lo cual facilita que el entorno influya de manera negativa. Cualquier situación puede romper el equilibrio y manifestarse de manera emocional. Por lo cual, separarse del trajín y retirarse un tiempo, es la medida más inteligente y protectora. Buen momento para meditar e integrar el hemisferio cerebral derecho …el lunar.

Así como los Novilunios y Plenilunios son viajes desde la Oscuridad a la Luz, nuestro ciclo es una danza con la Luna en nuestros cuerpos, la Luna menstrual. Es una práctica espiritual para empoderarnos.

Todavía muchas mujeres me siguen preguntando por qué nuestros ciclos son importantes. Muchas de ellas se han resignado a tomar un analgésico y seguir adelante. Conocer los secretos de la “ciclicidad” nos devuelve nuestro poder. Nos da opciones y a partir de allí podemos liberarnos del mandato cultural que encierra nuestros cuerpos. Es darse cuenta de que la etiqueta “los cuerpos femeninos no son confiables” es una perversión de la afirmación: “debes conocer el camino a tu interioridad para usar tu verdadero poder”

Reflexiona sobre esto: en promedio menstruamos desde los 11-12 años hasta los 51. Esto se interrumpe por las gestaciones y lactancias o tratamientos anticonceptivos hormonales. Todos los días de esos años, absolutamente todos, pertenecen a un ciclo menstrual. Y te cuento por si no lo sabes, cuando estamos tomando contraceptivos orales, la perdida sanguínea no es una “menstruación”. Es el resultado de dejar de tomar la dosis de hormonas diarias que aportan.

Las molestias premenstruales o el comentado “PMS” es una condición que se encuentra casi exclusivamente en Occidente. Se atribuye a polución- dietas pobres y el estrés de vivir en un entorno masculinizado. Para reflexionar…esos díasnuestro mundo activa el arquetipo de la “mujer loca”.Y es en esos días, cuando Ella nos habla al oído y nos dice cosas que escondemos o rechazamos el resto del ciclo…esos días, tal vez estemos escuchando nuestra verdadera realidad.

¡Uy!!!!!! Mis hormonas……

Estrógenos9y progesterona, son las hormonas lunares femeninas, responsables por los cambios del cuerpo femenino durante pubertad, ciclo menstrual, gestación. Las fluctuaciones en el nivel de estrógenos, que ocurren durante la ovulación y fase premenstrual, son manifestaciones normales. Estos picos afectan el hemisferio cerebral derecho, el “cerebro lunar”. Esta es una de las razones de los bruscos cambios emocionales que pueden aparecer. Durante la ovulación, el pico hormonal está asociado a un incremento del deseo sexual. Este es un dato interesante y una mirada diferente hacia los ritos de fertilidad durante las Lunas Llenas en la antigüedad.

Durante la fase premenstrual el cuerpo suele retener líquidos. Hay una correspondencia entre la hinchazón y el elemento Agua que representa nuestro acuoso mundo emocional. Este aumento-descenso del nivel de estrógenos justo antes del comienzo del sangrado, también está relacionado con los dolores de cabeza que pueden aparecer. ¿Se hincha el cerebro por las cosas que rumiamos en nuestras cabezas??? El mejor remedio, es dejar salir esas cosas…sean emociones, sentimientos…o sueños incumplidos.

¿Irritable o agresiva durante el premenstrual? Intenta llevar un diario lunar donde puedas poner esto en palabras, a medida que te conectas con estas emociones. Toma nota de los temas y o vínculos que son blanco de estos sentimientos. Son reales y no deben ser ignorados. Los días del ciclo femenino son una suerte de purificación emocional. Esa “tormenta” emocional nos muestra cosas que hemos suprimido o “corrido” de la conciencia solar. Estar un tiempo a solas y meditar, es de gran ayuda. Respeta las ideas o insights que surjan. Luego tus notas serán procesadas y trabajadas en otro momento del ciclo Revisa la verdad en ellos. Esto puede ser incómodo, hasta doloroso. Muchas veces, estos mismos temas son la raíz de ciertos estados depresivos, que pueden manifestarse en ataques de hambre, llanto-ansiedad.

Enfrentada la verdad manifestada en estos sentimientos, puede aparecer la necesidad de cambios en uno o más ámbitos de nuestra vida. Una de las formas es utilizar la energía de las Lunas Nuevas para implementar esos ajustes. Si regularmente consultas temas astrológicos, es interesante que comprendas el mecanismo de la Luna en tu carta natal. Será de una ayuda importantísima.

El ciclo menstrual no es un accidente ni “incidente” en la vida de las mujeres. Es la llave para sanar nuestras heridas, aprender a nutrirnos, a cuidarnos. Es un símbolo poderoso de nuestraLunaridad.

Recomendaciones “lunáticas”:

1.Comienza a realizar un seguimiento de tus ciclos menstruales. Puedes comenzar un diario lunar. Ármalo como gustes, pero no te olvides de incluir los datos del gráfico N°1.Te ayudaran a alinearte con la Luna. Expresa tus sentimientos y puntos de vista, los mensajes internos y tus sueños. Reflexiona y pregúntate si hay algo que necesitas dejar de lado en tu vida con el fin de hacer espacio para lo nuevo.

Fecha

Día del

Ciclo

Fase Lunar

Mis sueños y vivencias

15-Abr

1ro

Cuarto Creciente

Grafico N° 1.

También existen aplicaciones gratuitas que están sincronizadas con lafaselunar. Lo que tu sientas más cómodo.

2. Si deseas obtener más información sobre la conexión mágica entre los ciclos de la luna y los ciclos menstruales, recomiendo la lectura de “La tienda roja” de Anita Diamant10. Es una hermosa historia sobre hermandad, los ciclos de la luna y de nuestro ciclo menstrual. En la bibliografía encontraras libros pioneros sobre el tema.

3. Disfruta y no te preocupes si tus ciclos son “correctos”. Vivencia el ciclo lunar, pero si menstruas en otra fase que la Luna Nueva, no lo fuerces. No existe algo así como “ciclos perfectos”.

4. Honra a tus ciclos menstruales comenzando a usar productos femeninos naturales. Te ayudará a mantenerse conectado con su cuerpo y la Madre Tierra.

5. Descansa, mantén tu cuerpo a temperatura adecuada. Prueba de utilizar sistemas como toallas de tela o copa menstrual.

6. Medita. Usa tu tarot, o un oráculo. Conéctate con tu Sabiduría Interna.

7. Según dice Lara Owen en su libro se creía que la sangre del útero que nutría al bebé que estaba por nacer poseía “maná”, poder mágico. Y las mujeres eran consideradas un nexo de conexión con el misterio sagrado de la vida y la muerte. Bendice tus plantas con tu Luna.

El ciclo lunar y nuestro ciclo menstrual:

Hoy día, muchas de nosotras estamos expuestas a la luz artificial durante muchas horas del día, lo cual permite en cambio, ovular en cualquier momento del ciclo lunar, llevando a alternar ciclos alineados con la menstruación en diferentes fases, lo que agrega una variable dinámica más. Alternamos ciclos de Luna blancos (menstruaciones en novilunios) y ciclos de Luna rojos (menstruaciones en plenilunios). Más recomendaciones lunáticas:

Si menstruamos en Luna Nueva, tiempo de siembre de intenciones y visiones:

- participar de una “tienda roja” o “tienda lunar”. Un espacio específico donde compartir este momento con otras mujeres en círculo, en aislamiento.

- Ofrendar tu Luna a la Madre Tierra.

- internarse en nuestro mundo intuitivo a través de alguna herramienta como el Tarot, Runas, Oráculos.

- tomar nuestro diario lunar, registrar nuestros sueños y ensoñaciones. Trabajar sobre lo que sentimos, los mandatos, las inseguridades sobre nuestros ciclos. Escribir nuestras intenciones para el ciclo que comienza. Es el mejor momento para planificar.

Si menstruamos en Luna Llena, tiempo de magia:

- Baños de Luna: exponerse a la luz del plenilunio

- Disfrutar de caminar o nadar bajo la luz de la Luna

- Colocar gemas lunares como la adularia o la selenita bajo la luz lunar. Pueden colocarse hierbas o flores en agua para usar al día siguiente. (frutos de hinojo, semillas de calabaza, artemisa, sándalo blanco, jazmines, lunaria (moonwort).

En todos los casos, correr las cortinas, apagar los teléfonos, tomar suficiente líquido y descansar. Probar sistemas ecológicos de protección, como las copas menstruales. Dedicarse al arte creativo, zentangles (meditación a través del dibujo), mándalas. Usar nuestros mazos de tarot, oráculos, runas...Honrar lo Femenino nos demanda algo, crear un especio especial para nosotras y ser responsables de sostenerlo. Si hay algo en nuestra vida que lo frena, resiste o impide…sería bueno revisar que ocurre.

Tu primera Luna….

“La Menarca11es el momento en que entramos al Tiempo Cíclico”

¡Hola hermosa!!!

La Madre Luna

Te saluda desde el Cielo.

Hoy tu cuerpo se despertó

Y dijo... Soy Mujer

Tu vientre se convierte

En un lugar sagrado

Abraza a tu madre y

Comparte el amor

De un linaje de mujeres

Busca en estos momentos

En tu corazoncito de princesa

Tu propio sentir

Desde algún lugar

Las Xanas te ayudarán

A limpiar tus tristezas

Y temores

Y danzaran contigo

Las danzas de las doncellas

A la luz de la Luna

Regala a la Madre Tierra

Este don sagrado…

Y prepárate para repetir,

Una y otra vez

Esta Ceremonia de Amor

De tu primera Luna:

Así como recuperamos la sacralidad de nuestros propios ciclos, es importante ayudar a nuestras hijas y hermanas menores a bendecir su menarca o primera Luna.

Un poco de búsqueda nos pondrá en contacto con el carácter sagrado de la menstruación en las culturas originarias. La Tienda de la Luna de los pueblos originarios americanos tenía un propósito similar. La menstruación se considera un tiempo de gran importancia para toda la comunidad. Todos se benefician de la visión y guía. Los Rituales de las mujeres originarias acerca de la menarquia y la menstruación se basan en el ayuno y el desarrollo de sus prácticas espirituales. Lamentablemente este antiguo conocimiento y la comprensión del poder espiritual y la conexión del ciclo menstrual no se ha pasado de generación en generación a la mujer moderna.

Tu puedes preparar este paso de niña a mujer de manera amorosa. Para tus hijas, hermanas o para ti misma, como un regalo. Preparar con tiempo una canastita con sus primeras toallitas de material natural. Algunas hierbas y esencias para ayudarla en ese gran día. Un diario lunar. Un pendiente o brazalete con una adularia o piedra de la Luna. Puedes realizar una ceremonia con las mujeres de la familia y amigas del Alma. Sigue tu tradición o tu intuición. No te vas a equivocar. Es un momento de celebración. Prepara ese momento como un acto de Amor, no sólo hacia tu niña, sino a todas las Mujeres.

3Gray, Miranda: “Luna Roja”, Ed. Gaia, Barcelona, 1997.

4Gracias Myriam Wigutov!!

5Aquí referida a “compostura”.

6Semanario “femenino”.

7Barbará RA: Etimologías Médicas. 1925. Tipografía Católica Casals. Barcelona. 328-9.

8De Beauvoir, S.:” El segundo sexo”, Ed. De Bolsillo, Barcelona, 1987.

9Los ‘estrógenos’ son hormonas sexuales esteroideas (derivadas del colesterol) de tipo femenino principalmente, producidos por los ovarios, la placenta durante el embarazo y, en menores cantidades, por las glándulas adrenales. El estrógeno fue sintetizado en un laboratorio en 1938, último año de Plutón en Cáncer.

10¡Mejor el libro que la miniserie!!

11Primera menstruación.

Atravesando los ciclos de Plenitud….

“Deja ya todo eso. ¡Es tiempo de convertirte en una mujer madura y esplendorosa!–“

Jean Shinoda Bolen12

Danzo con mi cuerpo

Danzo en el Aire

Acariciando mi Ser

Mi piel es el puerto

Dónde se anclan las caricias

Siento la Energía del Yoni

Subir por mi espalda

Vuelven a circular por mis venas

Los recuerdos de mi Útero

Los portales de mi Sangre...

Danzo con mi Hermana

Danzo con mi Madre

Danzo con mi Hija

Ellas danzan conmigo

A través de mi piel

Derramando la Divina Energía

Como ménades en el bosque

Tejiendo un tapiz de Sol y Luna

Junto a la memoria de todas mis Lunas.

Muchas mujeres llegan a la consulta, cuando sus cuerpos comienzan a experimentar los cambios que señalan la edad de Plenitud. La “temida” Menopausia…Todo cambio de ciclo o etapa, conlleva una muerte. Pero también un renacimiento. Nuestra cultura ha llevado un proceso de “demonización” de esta etapa, haciendo hincapié en las pérdidas y muertes, ocultando su profundo significado que es nada menos, la plenitud13de la Sabiduría Femenina.

En algún momento, a todas nos llega la última menstruación. Es posible que experimentemos la tristeza del duelo. Es el termino de nuestra fertilidad física. Pero es el umbral de un momento maravilloso. Desde hace mucho, que en nuestra sociedad se subestima a los “viejos” y a las “viejas”. A estas últimas se las identifica como “brujas”. ¿Casualidad??? No, para nada. Es el momento en que no callamos y dejamos de actuar para agradar a los demás. En una cultura que sobrestima la juventud y la piel firme, una mujer con conocimiento de vida, bien parada y segura de sus convicciones, puede llegar a ser atemorizante.

Si bien el cine se encargó de reforzar la idea de persecución de las brujas en la Edad Media, históricamente el genocidio mayor tuvo lugar entre fines del siglo XVI y el siglo XVII. O sea, en la temprana Edad Moderna, muy próxima al Renacimiento. En esa época, no sólo asustaba el “demonio” y sus adeptas las brujas, sino que los cambios político-económicos estaban cambiando rápidamente el orden social. Mujeres consideradas estériles, solas, dueñas de propiedades, fueron un blanco perfecto para las acusaciones. Todos los bienes pasaban a sus acusadores, más los pagos a la autoridad civil y a los inquisidores. Las sanadoras, comadronas fueron incluidas en la persecución a medida que los profesionales de la medicina y la incipiente farmacopea fueron desarrollando su “campo profesional”. La vieja comadrona, que conocía de hierbas y acompañaba a la parturienta durante todo el trabajo de parto, fue perseguida y degradada. El arquetipo de la Abuela, la Mujer Sabia, fue reducido a la vieja con la verruga en la nariz, que asusta a los niños y arruina las cosechas. La hipótesis de las “abuelas”, como soporte de las familias actuales derriba completamente estos prejuicios. Las mujeres post-menopaúsicas son de vital importancia para el sostén de las madres y recién nacidos. Y creo que no es necesario un estudio científico para sostener esta verdad sobre las abuelas.

Así la carga emocional negativa sobre una parte de la vida, se fue filtrando y separándonos de un arquetipo femenino poderosísimo. Se dejó de honrar el misterioso poder de este Umbral. Y otra vez, aparece el poder patriarcal tiñendo las cosas…La menopausia es mucho más que el cese de la menstruación. Es un viaje hacia nuestro interior. Es buscar lo más Sagrado en nuestro interior. Kristi Meisenbach Boylan14compara este viaje, a la llamada a la Barca de Avalon, el vehículo que llevaba a las Sacerdotisas, a través de las nieblas, a la Isla de la Diosa.

Es el comienzo de un ciclo de Plenitud. La Sangre comenzará a danzar diferente. Desde el Útero-Caldero, subirá el Fuego Sagrado. Susun Weeds habla del despertar de la Energía Kundalini. Los síntomas de la menopausia no deberían ser “aplacados” por considerarse “molestias”. La menopausia es un proceso de metamorfosis. Es un proceso como el de la oruga convirtiéndose en una mariposa. Es el Umbral que cruzamos hacia la sabiduría, el poder y la libertad.

Mujeres con “problemas menstruales” persistentes tienden a sufrir síntomas molestos durante el proceso menopaúsico. Por lo cual, la mejor sugerencia es conectarse con nuestros ciclos desde la pubertad. Si no lo hemos vivido, ayudar a nuestras hijas y nietas a realizarlo.

Y en esta etapa, cuando cesan nuestras “lunas”, el ciclo es gobernado por la Luna en tránsito, la Luna en el Cielo. Danzaremos siguiendo su camino en el cielo en la parte III de este trabajo.

12Shinoda Bolen, Jean: “Las brujas no se quejan. Manual de sabiduría concentrada”. Barcelona: Kairós, 2004.

13Gracias LuzClara Camus, por enseñarme este concepto.

14Meisenbach Boylan, Kristi: “The Seven Sacred Rites of Menopause: The Spiritual Journey to the Wise-Woman Years”, Santa Monica Press, 2000.

II. La Luna en tu Carta...

Des-hojando la Luna astrológica:

La Luna siempre nos sorprende. Por su belleza que aparece como simple y por su misteriosa forma de ser cambiante y multifacética. Y para la Astrología, esta esencia genera diferentes formas de ver a la Guardiana del Cielo.

Durante su ciclo a través de sus diferentes fases, hasta arribar otra vez a la Luna oscura, su energía aumenta, brilla con esplendor y luego decae. Estas fluctuaciones o cambios de energía, tienen una profunda analogía con el cuerpo emocional y desde allí afectan tanto a la vida física como al mundo mental y espiritual.

Así queda “grabada” en nuestra carta natal, en el instante de nuestro nacimiento. Nacimos en un momento de un ciclo lunar y nuestra modalidad energética personal manifiesta las características de ese momento.

Es importante diferenciar esto de laLuna como factor astrológico personal, pues se refiere a la posición de la Luna por signo y por casa astrológica que está presente en la carta natal de las personas. A esta Luna, la llamamos “Luna Natal”. Generalmente conocemos el signo dónde está nuestro Sol, pues es el factor que ha sido más difundido por los medios. Con el plus que podemos calcular la posición conociendo solamente el día y mes de nuestro nacimiento. En cambio, no es tan sencillo saber nuestro signo Lunar. Hoy día, Internet ha venido a ayudarnos y muchos sitios web te aportan este dato, ingresando la fecha, hora y lugar de nacimiento. Es más, tenemos disponible software online para levantar un gráfico de nuestra carta natal, agregando a su vez, la localidad de nacimiento. Esta posición nos da muchísima información sobre nosotras y es importante integrarla para nuestro crecimiento.

La Luna natal, es un factor complejo para su interpretación. No sólo tenemos que tener en cuenta su posición zodiacal y por casa astrológica. Debemos contemplar cómo la afectan las relaciones o aspectos con otros planetas. Representa los hábitos y los apegos, las emociones, la relación con la madre, lo inconsciente en lo humano. Y la Sombra, ese lugar donde se encuentran nuestros miedos y ansiedades, como así también nuestros dones no reconocidos. La Luna es una suerte de refugio o manto protector que nos da seguridad.

Desde un nivel básico la Luna natal habla de nuestro entorno familiar primario, los arquetipos colectivos (memoria colectiva) que se manifiestan en nuestras familias, nuestra madre. Este entorno que nos recibe a su vez, interacciona con la matriz de nuestra Luna Natal, manifestando una modalidad Lunar. Y esta dinámica genera un tipo de relación con la madre. A lo largo de la vida, construimos un lugarcito interior, un lugar ligado a nuestra seguridad esencial. Un lugar diferente al mundo externo, al afuera…que me genera inseguridad. Y cada vez que nos sentimos inseguras, un mecanismo psicológico se dispara para volver a ese lugar de seguridad. Y ese mecanismo se alimenta de memorias viejas y tiene su manifestación en el plano físico y emocional.

Este proceso está relacionado con el sistema límbico, parte del cerebro que incluye el tálamo, el hipotálamo y la amígdala cerebral, que regula las emociones, la memoria, el hambre y los instintos sexuales. Imagina al bebé, su proceso de nacimiento y cómo es recibido por un entorno familiar que atenderá sus demandas de alimento y contacto, en base a sus criterios de cómo debe hacerse la crianza. Pensemos en cómo esto, inter-juega con esta necesidad interna del bebe, comenzando a generar ese espacio interno. La forma en que el bebé vivencia a su madre y a este núcleo familiar se va a dar en función de la modalidad de su Luna natal. Y esta Luna nos indicará el mecanismo de respuesta que se genere para dar seguridad. La “dependencia” de lo que“necesito”: