De la vida de Cristo representada en la misa solemne - San Vicente Ferrer - E-Book

De la vida de Cristo representada en la misa solemne E-Book

San Vicente Ferrer

0,0
2,99 €

oder
-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

La vida de Cristo representada en la misa solemne por San Vicente Ferrer es una experiencia espiritual única. A través de la solemnidad y la devoción que San Vicente Ferrer infunde en la liturgia, somos testigos de una recreación conmovedora de la vida de Cristo. Cada acción y palabra durante la misa se convierten en hilos que tejen un relato vivo y conmovedor de la vida, sacrificio y mensaje de Jesucristo. Es una oportunidad de conectarse de manera íntima y profunda con la fe, permitiendo que la presencia de Cristo en la Eucaristía nos toque en lo más hondo del corazón.

La representación de la vida de Cristo en la misa solemne por San Vicente Ferrer va más allá de la liturgia convencional. Es un acto de fe en movimiento, donde cada gesto y cada ritual adquieren un significado más profundo al estar imbuidos de la pasión y la entrega que San Vicente Ferrer tenía hacia Jesucristo. Este evento litúrgico nos invita a contemplar la vida de Cristo desde una perspectiva más viva y vivencial, proporcionando un puente entre el pasado y el presente, entre la palabra sagrada y su encarnación en nuestras vidas.

La devoción de San Vicente Ferrer al representar la vida de Cristo en la misa solemne nos permite experimentar la presencia de Jesucristo en la Eucaristía de una manera única y conmovedora. A través de esta representación, la liturgia cobra vida y nos sumerge en la narrativa sagrada, permitiéndonos conectarnos más profundamente con nuestra fe y nuestra comprensión de la vida y el legado de Cristo. Es un recordatorio de la importancia de la liturgia como medio para revivir la presencia de Cristo y nutrir nuestra relación con Él.

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB

Veröffentlichungsjahr: 2023

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Copyright 2023

Cervantes Digital

All rights reserved

DE LA VIDA DE CRISTO REPRESENTADA EN LA MISA SOLEMNE

San Vicente Ferrer

 

Tema: Haced lo que Él os diga (Jn. 2,5).

Haced lo que Él os diga (Jn. 2,5). Tomamos estas palabras del original del Evangelio de San Juan capítulo segundo versículo cinco, y oficialmente las tomamos del Evangelio que concurre este domingo.

Hoy tengo que predicar para vosotros de una materia muy devota e infrecuente, a saber, de la vida santa de Nuestro Señor y Salvador Jesús Cristo, que toda ella se representa en la Misa solemne. Y me parece que será una materia muy aceptable y agradable a Dios y para vosotros muy meritoria y aprovechable. De modo particular para nosotros los presbíteros, quienes administramos este santo sacramento de la Misa.

Pero para que este nuestro sermón sirva en primer lugar de alabanza, gloria y honor a Dios y en segundo lugar pueda aprovechar a todos, generalmente a los clérigos, así como también a los laicos, saludaremos a la Virgen María diciendo: Ave María.

Haced lo que Él os diga: Evangelio de San Juan capítulo y versículo como ya he citado antes.

Entre todas las obras útiles y necesarias que podemos hacer para nuestra salvación, la mayor y principal es la obediencia a los mandatos de Dios. Y si cualquier hombre no la acepta porque piensa que de otro modo podría entrar al Paraíso, no conseguirá dicha gloria, ni por poder o por potestad secular, ni porque goce de jerarquía o dignidad eclesiástica, ni por ciencia mundana, ni por la belleza corporal, sino por obediencia general. Y, por tanto, cualquiera que organice y gobierne su vida según la ordenación y precepto de Nuestro Señor Jesús Cristo contra el sentido del cuerpo, contra la inclinación de la carne y contra las tentaciones de los demonios, se mantendrá firme en estos preceptos de Dios. Y esto que digo se constata por la razón y por la experiencia diaria de la persona que desea alcanzar el bien final, que por ella misma no puede alcanzar. Será necesario que esté acorde y conforme con Aquel que sí pueda ayudarle a conseguir ese bien final y por tanto se rija según su voluntad. Y esto repercute en bien no sólo del alma, sino también de todo el cuerpo y en bien de toda la vida.

Primero en el alma. Es cierto que si tú quieres tener ciencia, que es un gran bien y una perfección del alma, por tu solo ingenio no puedes alcanzarla, es necesario que tengas un maestro, que te sometas a su régimen y a su voluntad. Por eso el Filósofo dice: ‘Todo discípulo necesita creer”. Pues si el maestro le dice al discípulo que digas A, y sin embargo el discípulo se empecina en contradecir al maestro, diciendo yo demostraré que esto es B. Esto es muy malo para el discípulo, y de muy mala gracia ese tal discípulo, si dice y actúa de tal modo.

Semejantes cosas hay que decir referente al cuerpo. Si alguien estando enfermo y desconoce cómo curarse, es necesario que se atenga a la ordenación y al consejo del médico para curarse. Por eso San Agustín dice: “Si alguien quiere curarse que guarde lo que el médico le manda tomar “. Porque si el médico te dice no comas carne y tú comes carne de ternera, así nunca conseguirás la curación y la salud.

De manera semejante pondremos tener un ejemplo para la vida. Mirad la historia del libro del Génesis en el capítulo 41. Allí se lee que en tierras de Egipto sobrevino una gran hambre, porque durante siete años no llovió ni una gota de agua y hubo una gran sequía en toda la tierra que se consumió. Y José, el hijo de Jacob, que por espíritu de profecía sabía sobre esta adversidad, fue nombrado administrador del Faraón para todo su reino. Y durante los siete años de prosperidad que precedieron a la sequía hizo una gran provisión. Y cuando el pueblo de Egipto vino ante el rey Faraón diciendo: “Señor nosotros y nuestros hijos estamos muriendo de hambre, ¿qué hacemos?”; porque todos estos debían liberarse del hambre por las manos o por la ayuda de otro. He aquí como les respondió el rey: Id a José: haced lo que él os diga (Gn. 41, 55). Es como si dijera: “Si os queréis liberar del hambre, no os debéis regir según vuestra voluntad, sino más bien os regiréis según la voluntad de José”. Por tanto, nunca conseguiremos la gloria del Paraíso por nosotros mismos. ¿Existe alguien tan liviano o ligero que pueda por sí mismo subir al Cielo? Ciertamente no. Porque para subir al Cielo, es necesario que suba por la mano de Nuestro Señor y Salvador Jesús Cristo. Pues es natural que por nosotros no podamos. Tú no te has hecho ni creaste tu alma. Por eso dice el Salmo (Sal. 99, 3): ¡Aclamad... Sabed que Yahveh es Dios -es decir Jesús Cristo- Él nos hizo y nosotros no nos hemos creado!, etc. Gran misterio es este contra los judíos. Pues Él mismo nos hizo y por Él mismo tenemos esta naturaleza. De modo semejante, el ser de la gracia no lo tenemos si no es por el poder de Nuestro Señor Jesús Cristo. Porque se dice en Efesios (Ef. 2, 8): Pues habéis sido salvados por la gracia mediante la fe, y esto no viene de vosotros, sino que es don de Dios, tampoco viene de las obras. Tanto si es naturaleza, o si es gracia, no podemos tenerlas mínimamente sino es por Dios. Por eso dice otro Salmo (Sal. 83, 12): ¡Qué amables son tus moradas!... Porque Yahveh Dios es almena y escudo, él da gracia y gloria. Es necesario por tanto que después de tener la gracia de Dios, tengamos la gloria, porque obedecemos sus mandamientos, y porque nos gobernamos de acuerdo a su voluntad.