Despertar entre rejas - Sepúlveda Jonatan - E-Book

Despertar entre rejas E-Book

Sepúlveda Jonatan

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Beschreibung

Despertar entre rejas es mi testimonio de vida, en donde aprendí a sobrellevar distintas adversidades. Mi intención es inspirarte y recordarte que eres una persona única, que por la carrera de la vida has dejado de escuchar la voz de tu corazón. ¡FRENA! Tómate un tiempo para pensar en ti, en tu bienestar físico, salud mental, proyectos, sueños. Solo se trata de decidir y dar el primer paso, y si fracasas, ponte contento, porque es tu nueva oportunidad para hacer las cosas de una mejor forma. ¡Vive, brilla fuerte y se muy feliz! ¡Te lo mereces de corazón!

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Seitenzahl: 117

Veröffentlichungsjahr: 2023

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SEPÚLVEDA JONATAN

Despertar entre rejas

"Destruye las rejas mentales", guía para despertar tu potencial mental y aprender a liberarte de las limitaciones

Sepúlveda JonatanDespertar entre rejas : destruye las rejas mentales, guía para despertar tu potencial mental y aprender a liberarte de las limitaciones / Sepúlveda Jonatan. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2023.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-3611-2

1. Novelas. I. Título.CDD A863

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Tabla de contenidos

INTRODUCCIÓN

POEMA HINDÚ

CENA EN FAMILIA

BUSCANDO A UN CULPABLE

DE PIE ANTE LA JUEZA

GRAN RETO

EN BUSCA DE ACTIVIDADES

EL PRIMER CONFLICTO

EL ESCRIBANO

LA VISITA

UN NUEVO PASATIEMPO

CONSECUENCIAS DE UN ESCRITOR

INCULCANDO UN NUEVO HÁBITO

EL COMIENZO DEL PROBLEMA (I)

AGOBIO EN EL CORAZON

MI DEFENSOR

REGRESO A CLASES

EL COMIENZO DEL PROBLEMA (II)

MI PRIMER RETO

WALDO, EL PROFESOR DE LA ENERGÍA

EL COACH

PRIMER MILAGRO

PRIMERA AUDIENCIA

NOTICIAS DE MI HIJO

AGUA HELADA

COMPAÑERO DE ENTRENAMIENTO

REACCIONES Y SITUACIONES

UNA VISITA DIFERENTE

TRASLADO FALLIDO

SOBRELLEVANDO SITUACIONES

MOMENTOS AGRADABLES

EL COMIENZO DEL PROBLEMA (III)

ELEMENTOS PARA ENTRENAR

REGALOS

DISTURBIOS

SEGUNDO MILAGRO

PRIMERA SESIÓN

REVELACIÓN

SEGUNDA SESIÓN

EL COMIENZO DEL PROBLEMA (IV)

TERCER MILAGRO

REGRESO A MI HOGAR

AGRADECIMIENTOS

Dedicado a mi pequeño superhéroe

Salvaste mi vida

Te amo hijo

INTRODUCCIÓN

Soy un autor de treinta y tres años de edad, que a raíz de un proceso legal me inspiré a contar y dar a conocer mi testimonio.

Soñé en usar esta poderosa herramienta que son las palabras para contar mi verdad, aprendizajes y métodos que me fueron útiles para sobrellevar estas vivencias.

Siempre me consideré una persona introvertida y solitaria, pero gracias a este suceso aprendí y descubrí que hay cientos de personas que están conmigo y quieren verme bien.

Solo abran su corazón y den amor, que el universo les devolverá con creces lo que pidan.

POEMA HINDÚ

Tres hermanos asistían a una lección de tiro con arco. El maestro cuelga un pez de madera de un árbol, al otro lado de un estanque, e indica a cada alumno, sucesivamente, que adopte la posición de tiro y apunten al ojo del pez, pero solo mirando su reflejo en el agua. Cuando cada uno de los hermanos se adelanta a tirar, el maestro los detiene y les pregunta:

—¿Qué ves?

—Veo el cielo, el árbol, el agua…— responde el hermano mayor y el maestro lo interrumpe.

—Le pregunta al siguiente: “¿Qué ves?”

—Veo la rama del árbol, el pez…— dice el hermano segundo y el maestro tampoco lo deja seguir.

Cuando llega el turno del hermano más pequeño, este responde sin titubear:

—“Veo el ojo del pez”

—¡DISPARA!— Dice el maestro.

CENA EN FAMILIA

Mi historia comienza una semana antes del suceso que cambió mi vida, para bien, porque me dejó una gran enseñanza, me hizo descubrir una gran habilidad, el proceso de rehacerme rápidamente en distintas circunstancias o sucesos que puede ponerte en modo de prueba la vida, todo es cuestión de elegir una opción, y mi elección número uno es la “VIDA”.

Si mal no recuerdo era un día sábado, donde en el almuerzo había invitado para que nos acompañara a la madre de mi hijo, junto a su hija y a nuestro hijo, hacía mucho que la mamá de mi hijo no venía a casa y mucho menos a compartir una comida, lo cual fue interesante porque pudimos conversar de temas importantes como la salud y educación de nuestro hijo, tema puntual al que le damos muchísima importancia y nos preocupa a todos los que somos padres o madres. Ese día almorzamos lo más a gusto, reímos, compartimos experiencias de vida y diversas conversaciones, no sé si el dato es importante pero ya llevamos dos años de habernos separado. Ese día se llevó de casa un caloventor porque me contó que el baño de su departamento es muy frío para bañar a los pequeños, ella siempre pensando en la salud de los chicos que son muy propensos a resfriarse ahora en la temporada de invierno.

El almuerzo culminó y ella se retiró con su hija, y yo me quedé con nuestro hijo, y como la tarde estaba tan linda, además de no querer quedarnos encerrados en casa, decidimos ir a ver el gran atractivo que tiene mi hermosa ciudad natal, las BALLENAS.

Fue una tarde de ensueño, con muchos juegos y risas, para sumarle más entretención al día, en la playa nos encontramos con los padrinos de mi hijo y sus primos, no me canso jamás de escuchar sus carcajadas y verlo divertirse tanto. Tanto corretear y jugar durante el viaje de vuelta mi hijo no aguantó el cansancio y se durmió en el asiento trasero, todo el viaje de regreso.

La semana transcurrió como habitualmente, entre el trabajo y las actividades que realizamos nos pasábamos hasta las siete de la tarde sin volver a casa a descansar, pero como los dos somos algo inquietos, no nos gusta encerrarnos en casa, siempre buscamos alguna otra actividad para hacer.

Sumándole otra actividad a nuestra rutina, esta que nos hace estar todos los días corriendo, yo había asumido el compromiso de llevar a mi ahijada a sus actividades, ya que su madre tenía que emprender un viaje de negocios por unos días, así que si antes tenía que andar a las corridas ahora prácticamente tenía que aprender a volar.

BUSCANDO A UN CULPABLE

Todo transcurrió normal durante la semana hasta que el día jueves, una llamada me hace saltar de la cama, eras las seis de la mañana y el presidente de donde trabajaba me informa que tenemos que ir urgente a la planta procesadora porque había un operativo policial, del cual nosotros, por ser los rangos más altos, ya estábamos enterados de la investigación que se efectuaba, pero lo que nosotros desconocíamos era la causa. Se nos pasó por la cabeza en algún momento que algún tipo de fraude por parte del vendedor, pero lo que sucede a continuación nos dejó desconcertados a todos, en especial a mí.

Cuando llegué en ese momento a la planta, me dirigí inmediatamente hacia las oficinas y me encontré con todo el operativo dentro de mi lugar de trabajo, y lo primero que escucho es a un compañero, el capataz general, dándole mis datos al fiscal, cuando yo me hago presente, automáticamente me dejan detenido porque afirman haber encontrado lo que investigaban en una de las computadoras que se ubicaban dentro de mi lugar de trabajo, creo que en ese momento entré en shock, y lo único que trate de hacer es brindar toda la información necesaria para no entorpecer la causa en lo más mínimo, brindándoles contraseñas de teléfonos móviles, datos precisos de donde se encontraban elementos de almacenamiento.

El fiscal que estaba a cargo del operativo me brindó su teléfono y me contactó con el primer abogado que se me vino a la cabeza, que para suerte o desgracia mía se conocían, mi defensor era un abogado muy reconocido en la zona y muy nombrado, los primero que él me dijo fue que estaba enterado de la causa y que me iba a representar.

Una vez culminado el operativo en la planta me trasladan hacia un cuartel de la brigada, en donde esperaban el oficio para realizar el allanamiento en mi domicilio, habré pasado dos horas aproximadamente hasta que se siguió con el operativo, el cual prosiguió en mi hogar.

El traslado y la llegada hasta mi domicilio se me hizo interminable, era escoltado por más de diez efectivos con equipos de grabación y otros componentes tecnológicos, cabe mencionar que durante el procedimiento dieron vuelta todo, hurgando por todos los rincones de la casa, llevándose incautados todos los dispositivos de almacenamiento, hasta los juegos de la consola de mi hijo.

En un momento preguntaron si se iban a llevar los televisores Smart, por suerte no lo hicieron, sino me iba a quedar sin poder ver el mundial de fútbol en un futuro, el humor siempre intacto.

La investigación culminó y los único que tenía en mi cabeza es que gracias a Dios ese día mi hijo no estaba en casa, sino que había pasado la noche con su madre.

Al mediodía ya me encontraba ingresando a la cárcel, creo que todavía no procesaba demasiado la situación en la que me encontraba, pensaba que todo se iba a solucionar, pero no fue así.

Las primeras noches la pase durmiendo en la sala de visitas ya que los pabellones se encontraban sobrepoblados. Era una sala grande de diez metros de largo por cuatro de ancho, en la cual había tres mesas y seis bancos de cemento, las ventanas rotas y sin luz, ese lugar no dispone de baño, así que en varias ocasiones había que orinar en una botella.

Al día siguiente me visita un colega de mi defensor, me informa que mi abogado se encuentra en un viaje de trabajo y que apenas llegue me iba a venir a ver. También me comunicó que el siguiente día teníamos una audiencia y que antes de estar frente a la jueza íbamos a tener una charla. La noche se me hizo larguísima, yo seguía con la misma ropa con la que había llegado y en ningún momento me permitieron asearme, ni tampoco tener visitas.

DE PIE ANTE LA JUEZA

El día de la audiencia llegó, me trasladaron esposado hasta los calabozos de los tribunales, las famosas leoneras. Es un lugar frío, sin luz, con todas las personas esperando por sus audiencias, yo tenía en mi cabeza que iba a comenzar con la investigación de todas las cosas que me habían allanado, y pensaba que como la justicia de mi país es muy lenta eso les iba a llevar tiempo, por eso tenía la ilusión que después de la audiencia me permitieran volver a mi hogar.

Llegó mi momento, el de tener que presentarme frente a la jueza, pero primero tenía que charlar con el socio de mi defensor, él me comunica que ya había hablado con el fiscal, que íbamos a aceptar noventa días de prisión preventiva en la cárcel, sus palabras fueron como un baldazo de agua fría, lo primero que se viene a la cabeza es preguntarle si no se podía hacer algo para evitar ese tiempo de encierro, pero su respuesta fue desalentadora, ya que nada se podría hacer. Me aseguró que tenía que transcurrir noventa días privado de mi libertad y que después íbamos a pedir la prisión domiciliaria, como no me dio más opciones tuve que bajar mi cabeza y pensar en todo lo que se me venía.

Dan comienzo a la audiencia y me ubican delante de la jueza, a mi lado mi defensor y en otra mesa a la derecha, el fiscal que me acusaba, me hace unas primeras preguntas sobre mis datos personales y luego toma la palabra el fiscal. Empieza a dar información de lo que se me acusa y dar datos sobre la causa, aunque trataba de prestar atención a todo, mi cabeza seguía con la idea de pasar esos noventas días encerrado, alejarme de mi hijo, de mi familia, perder mi trabajo y con todo el peso social que esto conlleva. Logré captar dos datos que llamaron mucho mi atención:

1) Que era una causa internacional, con denuncia hechas en México y en ciudades europeas.

2) Que en la causa se involucraban personas de una localidad a cincuenta kilómetros de mi ciudad.

La información que siguió dando el fiscal fue poca ya que mi defensor toma la palabra y le pide a la señora jueza que sea breve ya que con anterioridad habían llegado a un acuerdo con el fiscal, que no era necesaria toda la explicación y detalles de la causa, la jueza le pide al fiscal que sea breve con sus palabras, así que automáticamente pide los noventa días de prisión preventiva, basándose en que yo podía entorpecer la causa o darme a la fuga. La jueza me pregunta si yo acepto esos términos y mi respuesta fue un SI.

Así que automáticamente la señora jueza da por finalizada la audiencia, todos se ponen de pie para retirarse y en ese momento doy por sentado que comienza mi gran reto.

GRAN RETO

Comencé el mes de julio con mi primer día de sentencia de los noventa que tenía que pasar dentro de la cárcel, el temor seguía en mí, pero era hora de reinventarse en un contexto totalmente nuevo para mí, aceptar mi situación y enfrentar todo reto que se me presente. Como ya había mencionado la cárcel se mantenía superpoblaba, así que ya hacia días que seguía alojado en el área de visitas, solitario, con un colchón que me habían provisto, con moho y hongos, tirado sobre el suelo.

Pero no pasó mucho que después de ese día de audiencia, un hombre había conseguido la libertad, así que, al quedar una cama vacía dentro del pabellón, se me fue otorgada a mí. Como no contaba con mucha ropa, solo una frazada y una campera de abrigo se me hizo rápido juntar todas mis pertenencias, junto con el colchón. Asi que después de varios días durmiendo en el suelo, ya me habían reubicado en una celda con una cama de cemento.

Dentro del pabellón convivía con catorce personas más. Por ser nuevo trataba de no tener contacto visual con nadie, pero poco a poco fueron acercándose uno a uno para presentarse, más adelante les contare más sobre estas personas.