Despertar - Nico Serna - E-Book

Despertar E-Book

Nico Serna

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Beschreibung

Un libro motivador, una fuente de inspiración para todo aquel que desee iniciarse en el camino del autoconocimiento y superación personal. Se trata de Despertar del estado anestesiado en el que los mandatos, los prejuicios y las falsas creencias nos dejan varados, para iniciar un recorrido que posibilite tanto el reconocimiento y desarrollo de las propias fortalezas como la aceptación de las debilidades. Desde un enfoque integral y valiéndose de los recursos de múltiples disciplinas, el influencer, artista y coach Nico Serna ofrece en su primer libro un texto fresco, simple y descontracturado que servirá de impulso para la búsqueda del bienestar personal y el afianzamiento de la autoestima.

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Despertar

DespertarUn viaje llamado vida

Nico Serna

Índice de contenido
Portadilla
Legales
Prólogo
Capítulo 1. Mi brújula del tiempo
Chau chau pasado, ¡gracias por todo!
Cuidado con el futurólogo
¡Hola vida! Acá estoy
Capítulo 2. Saliendo de tu propia jaula
Aunque no lo creas, siempre estás eligiendo
Libre tú o tu ego
¿Qué dirán los demás?
Energía y emociones
Capítulo 3. ¡Amor, amor, amor!
¿Amor o carencia?
Amor propio: ¿y eso qué es?
El amor como solución
¡Felicitaciones!
Contrato despertar
Bibliografía

Serna, NicoDespertar / Nico Serna. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Galerna, 2021.

Archivo Digital: descargaISBN 978-950-556-825-3

1. Coaching. I. Título.

CDD 158

© 2021, Nico Serna

©2021, RCP S.A.

Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna, ni por ningún medio, ya sea eléctrico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopias, sin permiso previo del editor y/o autor.

Diseño de tapa e interior: Pablo Alarcón | Cerúleo

Fotografía de tapa: Alesia Berlezova - stock.abobe.com

Fotografía del autor: Nicolás Nuñez

Digitalización: Proyecto451

Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del “Copyright”, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el tratamiento informático.

ISBN edición digital (ePub): 978-950-556-825-3

AGRADECIMIENTOS

A mi madre, que partió mientras escribía este libro.

Gracias a ella, que me dio la vida, hoy puedo contar todo esto.

Te lo dedico mamá. Te amo.

A mi padre, que está ahí apoyando e incentivando mi crecimiento.

A mis hermanos, porque a través de ellos pude aprender mucho.

A Laura Soto, amiga y colega que estuvo desde el momento cero acompañándome en todo el proceso.

A mis amigos, que tanto aprecio y tan bien me hacen.

A Caro Di Bella, por esta oportunidad maravillosa.

A todos mis alumnos y seguidores que me dan tanto amor.

A la vida por darme tantas experiencias que hicieron que hoy quiera transmitirlas en estas páginas.

PRÓLOGO

¡Bienvenido a mi mundo! Hoy comienzas un viaje en el que voy a compartir contigo parte de mis años de estudio, aprendizaje, investigaciones y experiencias de vida sobre el desarrollo personal y el autoconocimiento. Quiero aclararte que nada de lo que leas en este libro es “la verdad absoluta”, sino que se trata de puntos de vista que hasta el día de hoy me han servido para hacerme totalmente cargo de mi vida y salir de un estado de oscuridad absoluto. Como dice uno de mis grandes referentes, Borja Vilaseca, “no creas nada de lo que te diga, verifícalo con tu propia experiencia”. En las siguientes páginas vas a encontrar nuevos mundos y podrás descubrir un universo de posibilidades para cambiar tu vida y tu realidad, siempre y cuando empieces a llevar a cabo lo que leas. No quiero que lo hagas a mi manera, sino que cada cosa que vayas descubriendo, lo hagas propio y crees tu propio método de vida. Por esto, este libro es una invitación a conectarte con tu mundo interior, con tu esencia para que puedas despertar el gran poder que llevas dentro, ese que, por las circunstancias de la vida, tal vez se haya ido adormeciendo. En estas páginas vas a ponerte cara a cara con tu ego y con tus sombras, para poder abrazarlas y comprenderlas y así darles el amor que necesitan. Despertarás a tu aprendiz interno, dándote la posibilidad de aprender de cada pensamiento, emoción, relación y situación que suceda en tu vida para convertirte en el protagonista de tu historia. Quiero que, de todo lo dicho, tomes las palabras que te sirven, recicles y transformes otras y desafíes las que no te resuenan; es decir, que todo te sirva como un despertador que suene bien fuerte para sacarte de esa anestesia social en la que puedes estar atrapado. Que puedas empezar a mirarte a ti mismo como merecedor de una buena vida, llena de amor, paz y abundancia. Que vayas remodelando toda creencia que te prive de verte como alguien capaz de lograr grandes cosas, y que abras los ojos a la vida, siendo cada día más consciente de tus causas, tus elecciones, tus reacciones y respuestas; en suma, de tu ser completo, con tus luces y tus sombras. A partir de acá puede surgir un nuevo tú, con nuevos caminos que recorrer, donde lo importante ya no sea llegar a destino, si no disfrutar del viaje. Donde puedas darte cuenta de que tus huellas en este mundo importan y te hagas cargo de eso y que cada día te conviertas más en el tipo de persona que quieres ver en el mundo. Este será el comienzo de un profundo cambio social que pide a gritos surgir.

De mi parte te aplaudo de pie y te digo que es hermoso que haya personas como tú, que dedican su tiempo y energía para aprender nuevas y diferentes herramientas. Reconócelo. Antes de comenzar con el primer capítulo quiero que respires profundo, te regales una sonrisa y te digas ¡GRACIAS! por dedicarte este momento para ti. Siente lo hermoso que es comenzar a reconocerte y a celebrar cada pequeño paso.

Hagamos un chequeo.

¿Cuerpo preparado y disponible para comenzar?

¿Corazón abierto a sentir?

¿Mente presente para disfrutar el viaje?

Ajústate el cinturón que el viaje está comenzando.

Capítulo 1

MI BRÚJULA DEL TIEMPO

CHAU CHAU PASADO, ¡GRACIAS POR TODO!

Comencemos hablando del pasado. Se usa este término para referirnos a un conjunto de sucesos ocurridos en un periodo anterior a un punto temporal determinado; el pasado es el tiempo que recoge todo lo que sucedió. Ahora quiero que pienses: ¿el pasado existe? Esta es una pregunta que me ha dejado pensando mucho. Mi conclusión es que el pasado no existe, que el pasado ya no está, se fue. Lo único que existe es nuestro presente. Podemos decir que el pasado es una ilusión, ya que de él nos quedan los recuerdos, a los que vemos desde nuestro observador. Por eso, no recordamos cómo son las cosas, sino cómo las interpretamos.

Este pensamiento me indica dos cosas: la primera es que no hay forma de cambiar nuestro pasado, a pesar de que muchas veces nos empeñamos en permanecer en esos recuerdos, dando vueltas, pensando que podríamos hacer algo para modificarlos. La segunda es que podemos cambiar la forma de interpretar todo lo que pasó, ya que esa manera de ver tu historia es la que repercute en tu presente.

Por eso quiero invitarte a que mires hacia tu pasado y que veas realmente cuantas cosas ocurrieron hasta el día de hoy, la cantidad de personas que se cruzaron por tu vida (algunas estarán y otras ya no), las numerosas experiencias que viviste. Me imagino que muchas de esas experiencias te han despertado sonrisas enormes y otras un mar de lágrimas, algunas deben seguir doliendo como si hubiesen ocurrido ayer, otras hacen que tu corazón lata más rápido con tan solo recordarlas y también están aquellas de las que solo conservas un recuerdo muy lejano y borroso.

¿Qué te genera mirar hacia atrás? Porque es importante saber qué te pasa cuando ves el balance de tu vida. ¿Cuáles son las palabras que se te cruzan por la cabeza? ¿Cuál es la primera emoción que invade tu corazón al pensar en tu pasado? Presta atención a tu cuerpo y siente cómo reacciona ante la catarata de pensamientos y emociones que llegan a ti mientras te detienes a mirar tu vida hasta este momento. El cuerpo nos da mucha información que nuestra mente consciente a veces no alcanza a procesar. Es importante hacer este ejercicio para poder distinguir cómo miras tu pasado: con amor, con odio, con gratitud o con rechazo.

HERIDAS QUE DUELEN HASTA HOY

Quiero decirte que no naciste así, como eres en este momento, sino que has aprendido a ser como eres ahora. Las diferentes situaciones de tu vida, desde tu concepción hasta el día de hoy, han construido tu personalidad, tus creencias, tu forma de mirar el mundo. Tu manera de mirar, cada pensamiento y cada una de tus palabras, contienen todo lo vivido, tu historia familiar, tus parejas, tus amigos, la educación adquirida, tus experiencias de trabajo, la cultura de los lugares en los que has vivido... La buena noticia es que, así como aprendiste a ser así, también puedes desaprender para aprender una nueva forma de ser que sea coherente con la vida que quieres llevar adelante a partir de ahora. Para esto quiero acompañarte, para que puedas descubrir quién se esconde en tu interior.

Demos un paso más. Quiero contarte que todos los seres humanos contamos con heridas emocionales que sucedieron en la infancia. Es conveniente concerlas para poder mirar al mundo desde otra perspectiva, para comenzar el trabajo de sanarlas y así realmente vivir de una manera más libre, disfrutando y construyendo vínculos de amor. Las carencias afectivas que tuvimos o interpretamos que tuvimos desde pequeños alimentan heridas que condicionan nuestra conducta, nuestra personalidad y nuestra forma de relacionarnos durante la edad adulta. Veamos a continuación cuáles son las cinco heridas emocionales.

Herida del rechazo

Es una de las primeras heridas y una de las más profundas. Puede producirse antes de nacer, en el vientre materno, y hasta el primer año de vida. Ocurre cuando los padres o alguien de la familia rechaza al niño, ya sea de manera consciente o inconsciente. Por ejemplo, la madre no quería quedar embarazada, el padre quería un niño y es una niña, el color de piel no es el deseado, o una condición física diferente puede hacer que los padres rechacen a la criatura y se genere esta herida.

Cada herida emocional genera un patrón de conducta y una máscara, como si fuese una armadura que protege: esto nos permite no estar en contacto con el verdadero dolor emocional. La máscara de la herida del rechazo es la del huidizo.

Los niños que poseen esta herida comienzan de a poco a comportarse como creen que los padres quieren que se comporten, tienen miedo de no ser queridos por ellos y están pendientes de su validación y aceptación. Esto empieza a repercutir en los demás ámbitos y así se alejan de sus necesidades y deseos para complacer a los demás. Si este patrón de comportamiento no se identifica a tiempo se repetirá en la edad adulta.

Las personas que cargan con la herida del rechazo suelen desvalorizarse, tienen temor a confundirse o a cometer un error, son altamente exigentes consigo mismas y buscan la perfección constantemente, castigándose cuando las cosas no salen perfectas. Esta gran exigencia es para hacer “lo mejor” que les “garantiza” recibir el reconocimiento de los demás, sin importar el costo. Les importa demasiado el “qué dirán” poniéndolo por encima de lo que realmente ellos dicen, piensan o sienten.

En el plano amoroso suelen mantener relaciones muy tóxicas o huir del compromiso de tener una relación de pareja, ya que no se sienten satisfechas con quienes son. Creen que no valen nada o que valen muy poco, tienden a aislarse y a sentirse incomprendidas. Entonces prefieren estar solas para evitar ser rechazadas y así no volver a sentir ese dolor. Si están en pareja prefieren pasar desapercibidas, no entrar en discusiones, no hacerse escuchar, no contar lo que les pasa, escondiéndose detrás del personaje que armaron de sí mismas. Como el rechazo está constantemente latente en su mente, frente a cualquier cosa que hagan, automáticamente buscarán en el otro una seña o un gesto de aprobación. Cuando son elegidas para algo, ya sea un trabajo, un equipo, una relación de amistad o amorosa, les cuesta mucho creerlo ya que no se sienten suficientes para ser parte. 

Cuanto más se profundiza esta herida, mayores son también las probabilidades de ser rechazadas y de rechazar a los demás, ya que su atención hace foco en el rechazo, por lo tanto, todo lo que ven en el mundo lo ven con esas lentes, vibrando y atrayendo más rechazo a sus vidas.

¿Cómo trabajar la herida de rechazo?

No puedes evitar que haya personas que te rechacen, pero sí puedes controlar que no te afecte el rechazo y para eso te dejo aquí algunos pasos para comenzar a trabajar esta herida.

• Ser consciente de que existe esta herida. Desde admitir realmente que el rechazo es algo que tienes muy presente en tu día a día y ya no quieres que siga afectando tu vida; con esta aceptación puedes empezar a ver los otros puntos.

• Cuando aparezcan esos pensamientos recuerda que ser tú mismo no significa complacer a los demás; entonces desafíalos preguntándote si esto de estar cambiando algo de ti a cambio de la aprobación de los demás realmente es coherente con la vida que quieres para ti. Es importante entrenar la conciencia y la escucha personal, ya que, si no lo haces, el que va a estar reaccionando es tu ego con el piloto automático, asumiendo el personaje que el otro quiere ver de ti para agradarle y así recaer en la anestesia de la herida y no en la cura.

• Pregúntate realmente: ¿qué necesito hoy? ¿Qué quiero? ¿Qué deseo? Escribe tus respuestas y si estas dependen de que alguien te acepte, te valore o te quiera, vuelve a preguntarte lo mismo, pero agregando “que dependa de mí”.

• Acéptate y ámate tal cual eres. Al principio puede ser complicado, hasta puedes verlo como imposible; lo importante es comenzar haciéndote cargo de ello. A lo largo de este libro vas a ir aprendiendo más herramientas para sumar a tu vida, ya que esto es un trabajo personal e interno, que te favorecerá para poder conectarte con tu verdadero ser.

Herida del abandono

Esta herida se desarrolla entre los primeros tres años de vida, y puede deberse a un abandono físico o emocional. Uno de los padres se desconecta emocionalmente del hijo, ignorándolo o no compartiendo tiempo por algún motivo, lo que hace que la criatura pueda interpretar que fue abandonada. Por ejemplo:

• Los padres que trabajan mucho tiempo y comparten pocas cosas con sus hijos.

• El nacimiento de un hermano.

• Pasar mucho tiempo al cuidado de un familiar o niñera.

• El fallecimiento de los padres.

• Alguna enfermedad de los padres que les impide pasar tiempo con su hijo.

• Cuando son dados en adopción.

• El hijo queda internado solo en un hospital por una emergencia.

Estas situaciones suceden muy a menudo y cada niño lo interpreta de una manera diferente. Esa interpretación y la emoción que se asocia a ese hecho es lo que puede llegar a generar la herida del abandono. Cuando el niño siente o interpreta que fue abandonado siente un “volver a nacer” pero en un mundo donde no es amado. Una de las emociones que surgen fuertemente asociadas a esta herida es la culpa. El niño se pregunta: ¿qué hice de malo para que me abandonen? ¿Por qué no me quieren? Automáticamente, esto empieza a generar un patrón de conducta afectando su personalidad y la forma en la cual se relaciona con el mundo.

De todas las heridas, esta es la que hace que la persona sea más víctima, ya que siente que no es merecedora de ser amada y que no es suficiente para poder cumplir sus sueños. Incluso puede llegar a “sabotearse a sí misma”. La máscara que se identifica con esta herida es la del dependiente. A la persona le cuesta manejarse por sí misma, se le dificulta tomar decisiones, le aterra la soledad y busca constantemente el apoyo de su entorno para cada cosa que quiere hacer. Tiende a crear problemas muy dramáticos, enfermedades y situaciones para llamar la atención desde el problema y convertirse en la víctima para atraer a los demás con sus penas. Es capaz de fingir ser inútil en algo para recibir la ayuda de alguien, por eso una de las frases que más las caracteriza es “No puedo”, “No puedo más”.

La máscara del dependiente hace que la persona se relacione con los demás desde la carencia y la necesidad de llenar ese vacío emocional. Un pensamiento de este personaje es “si estoy necesitado, no van a dejarme”, ya que es el principal miedo de esta herida: volver a ser abandonado. Es capaz de aguantar cualquier cosa para lograr que las personas sigan a su lado, incluso aceptar el maltrato para no perder la compañía. Esta situación acarrea una gran ansiedad y un constante pensamiento de no ser querida y de volver a ser abandonada. También puede tomar el rol de salvador y dedicar su vida a solucionar los problemas de los demás; lo curioso es que la persona con esta herida tiende a abandonarse mucho a sí misma, por estar pendiente de los demás.

¿Cómo sanar la herida del abandono?

Primero reconoce la herida para poder empezar a trabajar lo que vienes arrastrando a causa de ella, ya que no es el hecho lo que duele, sino lo que interpretas sobre lo que pasó.

• Perdona lo ocurrido en tu pasado, para poder soltarlo y dejarlo ir (más adelante vamos a profundizar sobre este tema).

• Empieza a trabajar el merecimiento de ser amado por el solo hecho de existir. Y cuando comiencen a llegar a tu cabeza esos pensamientos ponles un stop; conversa contigo mismo, fija como prioridad tu paz mental y tu bienestar, y desafía esas creencias de que no vales y no eres suficiente.

• Date espacios para estar solo y conectarte contigo desde el amor, haciendo cosas que te hagan bien, creando proyectos que te conecten con tu esencia, haciendo, haciendo y haciendo para demostrarte que puedes lograr mucho, más allá del resultado.

• Empieza a felicitarte por cada avance y por buscar estar mejor.

Herida de humillación

Esta herida se genera cuando el niño siente o interpreta que sus progenitores están avergonzados de él y se relaciona mucho con lo físico (al hacer o al tener). Cuando el niño empieza a actuar por sí mismo, por ejemplo, a caminar, a comer o a ir al baño y durante esas acciones interpreta que los padres lo rebajan, o lo comparan con otros niños, o lo humillan y percibe el desagrado de ellos, allí nace esta herida. Puede ser porque se haya hecho pis, roto algo, se caiga en sus primeros pasos, diga alguna palabra mal, se ensucie comiendo o también cuando los padres van divulgando los errores del niño en forma de burla y este se siente avergonzado. Esta es una de las heridas más difíciles de reconocer. 

La máscara que se desarrolla con esta herida es la del masoquista. Estas personas encuentran satisfacción y placer en el sufrimiento, generan y buscan situaciones de dolor y humillación de forma inconsciente, durante la mayor parte del tiempo. Con esta máscara lo que sucede es que la persona se castiga y se humilla sola, antes de que los demás lo hagan. Lo que más afecta de esta máscara es la relación de la persona consigo misma, más que la relación con los demás, ya que la persona con esta herida se conecta mucho con la vergüenza y siente una gran culpa interior que le provoca enojo, necesidad de castigarse y de hacer sacrificios. También adopta un comportamiento de querer ayudar a todo el mundo, para sentir que vale, haciendo por los otros aquellas cosas que no haría por sí misma, ya que no se conecta con sus propias necesidades, como ir al médico, por ejemplo. No se cuida y utiliza la comida, las compras o la bebida como fuente de placer, pero al mismo tiempo de castigo, para sentir dolor y culpa. No se gusta a sí misma, se mira con desprecio y le cuesta muchísimo intimar sexualmente ya que le da mucha vergüenza.

Anhela mucho la libertad y los placeres, pero no se cree merecedora de recibirlos. Al mismo tiempo cree que si es libre cometerá más actos por los que podrá ser humillada y esto le genera mucho miedo.

¿Cómo sanar la herida de humillación?

• Es muy importante que empieces a trabajar en tu autoestima, en cómo te hablas y en cómo te miras.

• Trabaja el perdón hacia los demás y principalmente hacia ti mismo (vamos a profundizar en esto más adelante).

• Deja de culparte por todo.

• No te compares, no te humilles. Eres una persona única.

• Dedícate tiempo para ti, para ser libre y conéctate con lo que te provoca placer, dándote lo que tanto tiempo te negaste. 

• Conéctate con el valor y el respeto hacia ti mismo.

• Evita querer salvar a todos para ser querido.

Herida de traición

Esta herida se produce entre los dos y los cuatro años de edad, debido a una necesidad emocional no atendida por los padres de una manera “correcta” según la interpretación del hijo. Puede ser que la criatura se sienta traicionada y pierda la confianza por haber pensado que le mintieron, que no cumplieron promesas o señalaron sus debilidades de una manera que le disgustó. Por ejemplo, si la madre cumple todos los caprichos del hijo, él puede llegar a interpretar que ella sería su “esclava” y entonces hay posibilidades de que el niño crea que puede hacer a un lado a todos, teniendo a su madre a su disposición; pero, un día ella sale con su marido, novio, pareja, y lo deja al cuidado de una niñera o de un familiar y él puede sentirse traicionado, ya que no cumple en su mente las expectativas que tenía sobre la madre. Estas situaciones donde el niño siente que le mintieron o que prefirieron a otra persona en su lugar, despiertan una gran sensación de desconfianza hacia los demás, generando alertas en futuras relaciones ya que piensa que cualquier persona lo puede llegar a traicionar.

Como las demás heridas, esta también tiene su máscara y es la del controlador/desconfiado.