Dicha y desdicha del nombre - Pedro Calderón de la Barca - E-Book

Dicha y desdicha del nombre E-Book

Pedro Calderón de la Barca

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Beschreibung

Dicha y desdicha del nombre es una de las comedias teatrales de Pedro Calderón de la Barca, uno de los géneros dramáticos que más cultivó el autor, por detrás de los autos sacramentales. En ellas se suelen mezclar los enredos amorosos y familiares con los equívocos y las situaciones humorísticas.

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Seitenzahl: 119

Veröffentlichungsjahr: 2020

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Pedro Calderón de la Barca

Dicha y desdicha del nombre

 

Saga

Dicha y desdicha del nombreCover image: Shutterstock Copyright © 1650, 2020 Pedro Calderón de la Barca and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726499971

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

PERSONAS.

Don Felix Colona . Don César Farnesio . El Principe de Urbino . Lisardo . Lidoro , padre de Serafina.Aurelio , padre de Violante.Libio . Tristan criados.Fabio criados.Serafina damas.Violante damas.Nise criadas.Flora criadas.Músicos.Acompañamiento.Máscaras.

__________

JORNADA I.

Salen Don César, Don Felix yTristan.

 

Fel. Alegre estais.

Ces. ¿No quereis

Que lo esté, si hoy mis deseos

Llegan á su mejor fin?

Fel. De qué suerte?

Ces. Estadme atento.

Ya sabeis, como quien es

Mi amigo tan verdadero,

Que en cada cuerpo hay dos almas,

Si ya no un alma en dos cuerpos;

Ya sabeis, cuantos disgustos,

Cuantas penas y desvelos

Asistencias y cuidados,

Finezas, ansias y riesgos

Me cuesta el porfiado amor

De Violante, pretendiendo

Con lágrimas y suspiros,

Municiones de agua y viento,

Batir muros de diamante,

Romper montañas de acero,

Minas penetrar de piedra

Y fosos vencer de fuego;

Siendo el no menor, Don Felix,

De todos mis sentimientos

La no olvidada desdicha

De la muerte de Laurencio,

Su primo, á quien ya sabeis,

Que con el fácil pretexto

De no sé qué tema, acaso

En el campo cuerpo á cuerpo

Zeloso maté, porque

Trataba su casamiento,

En cuyo trance partido

Se vió entre los dos el duelo,

Dejando á los dos iguales

Dicha y desdicha; pues siendo

Laurencio el favorecido,

Y yo el despreciado, atento

Con ambos el hado, quiso,

Que quedásemos á un tiempo

Dichosos y desdichados;

Pues dejar era lo mesmo

Á un aborrecido vivo,

Que á un favorecido muerto.

Ausentéme pues de Parma,

Sin que de la ausencia el ceño

Pudiese mirar en mí

Vencido el menor afecto.

Cual debe de ser la dura

Prision mia, os encarezco;

Pues aun gastarla no pudo

La sorda lima del tiempo.

Al cabo de algunos dias,

El Duque, mi señor, viendo,

Que no se mostraba parte

Nadie en la causa, respecto

De que Lisardo, un hermano

Del infelice Laurencio,

Que está desde niño al César

En Alemania sirviendo,

No ha querido por justicia

Declararse; y antes pienso,

Que á mas ilustre venganza

Aspiran sus ardimientos.

En fin la causa sin parte,

El Duque pudo ser dueño

Del perdon, con que yo, Felix,

Á Parma volví, trayendo

Mi amor y zelos conmigo.

¿Pero qué mucho, si es cierto,

Que el olvido es tan cobarde,

Que nunca riñe con riesgo,

Siempre ventajoso riñe?

Pues cuando embestir le vemos,

Es cuando está solo amor,

No cuando está amor con zelos.

Hallé á Violante, si fue

Posible, mas cruel, haciendo

De su ofensa nuevo agravio,

De mi amor nuevo desprecio.

Pero como no hay diamante,

Si á los ejemplares vuelvo

Pasados, acero no hay,

No hay piedra, al fin no hay incendio,

Que no se rinda á partidos;

Puesto que el diamante vemos

Á la porfia del arte

Dócil, tratable el acero,

Cavada la piedra al agua,

Y el fuego apagado al viento:

Asi Violante, trocando

Los rigurosos extremos

En extremos mas piadosos,

Milagros, que amor ha hecho

Tantas veces cuantas vimos,

Si á la antigüedad creemos,

Orlar tablas y cadenas

Las paredes de su templo,

Hoy me ha escrito, que mañana……

 

Sale Fabio .

 

Fab. Señor!

Ces. Qué me quieres, necio?

Fab. El Duque te está esperando,

Y me ha dicho, que al momento

Que te halle, diga, que importa

Que vayas á verle presto.

Ces. Mirad, cual es mi desdicha,

Que, para decir tormentos,

Ansias y penalidades,

Tiempo me sobró; y en viendo,

Que voy á decir venturas,

Dichas, gustos y contentos,

Me falta; mas yo lo haré;

Esperadme; que ya vuelvo.

[Vanse D. César y Fabio.

Fel. Poco teneis que decirme,

Pues á bastante luz veo,

Que Violante pagará

Vuestro amor; porque en efecto

La deidad mas ofendida,

De verse adorada, es cierto,

Que hácia la parte del alma

Nunca le pesa de serlo.

Trist. Y cómo! Yo galanteaba,

(Perdona, que el galanteo

Ponga hoy en tan bajos paños)

Cierta mozuela en mi pueblo,

Tan pedregosa, que era

Ribazo de carne y hueso.

Y como yo, gloria á Dios,

Soy tan fácil, como tierno,

Me cansé; y apenas ella

Echó mi asistencia menos,

Cuando me dijo: picaño,

Infame, vil y grosero,

Queredme, pues comenzásteis

Á quererme, ó vive el cielo,

Que os haga matar á palos;

Que, aunque atrevimiento inmenso

Fue el quererme, el no quererme

Es mayor atrevimiento.

Fel. ¿Qué cosa habrá á que no saques,

Tristan, la frialdad de un cuento?

Trist. Estaba un hidalgo un dia

Remendando sus gregüescos,

Y un amigo, que entró á verle,

Le preguntó: qué hay de nuevo?

Y él le respondió, que el hilo.

Yo asi te digo lo mesmo;

Que, si á vejeces de amor

Procuro echar un remiendo,

Lo que habrá de nuevo solo,

Será el hilo de mis cuentos.

 

Sale Don César .

 

Ces. ¿Habrá hombre mas infelice

Que yo? ¡Ay, Don Felix, qué presto

Se hace pesar un placer,

Se hace tristeza un contento!

Bien temia, que me habia

De faltar al gusto el tiempo,

Que á la pena me sobraba.

Fel. Pues bien; qué ha habido? qué es eso?

Decidme, traeis disgusto?

Ces. Y tal, que no pudo el cielo

Ofrecérmele mayor;

Pues cuando os iba diciendo,

Que Violante, reducida

Á la fe de mis deseos,

Hoy me ha escrito, que mañana

Se sale á un cercano pueblo,

Adonde tiene la hacienda

Su padre, fiará al silencio

De la noche el darme entrada

En sus jardines, me veo

De la esperanza tan cerca,

Y de la dicha tan lejos,

Que no es posible lograrla,

Porque se ponen en medio

Montes de dificultades.

Fel. Tan presto, César?

Ces. Tan presto.

¡Feliz vos, que no servis

Ni amais! Y si quereis verlo,

El Duque ha sabido,……

Fel. Qué?

Ces. Que ha llegado de secreto……

Fel. Quién?

Ces. Á Milan el de Urbino,

Que viene, segun entiendo,

De Alemania, General

De las armas del imperio,

Contra Esguízaros; y como

Es tan su amigo y su deudo,

Á darle la bienvenida

Y norabuena del puesto,

Me envita con esta carta,

Con órden de que al momento

Salga de Parma. Mirad,

En que confusion me veo;

Pues si no parto, Don Felix,

La gracia del Duque pierdo;

Y si parto, la ocasion,

Que ha mil siglos que deseo.

Demas, que podrá Violante

Persuadirse á que pretendo

Yo aquesta ausencia, en venganza

De sus pasados desprecios;

Y teniendo por desaire

Lo que es fuerza, será cierto,

Que aborrecimiento, que

Favor mi fineza ha hecho,

Vuelva otra vez mi desdicha

Á hacerle aborrecimiento.

Fel. No sé qué os diga, si no es,

Que hasta mañana secreto

Esteis aqui, que las postas

Podrán suplir ese tiempo.

Ces. No podrán; porque me manda,

Que las tome desde luego;

Y en jornada de seis dias,

Dos es fuerza echarse menos.

Fel. Pues avisarlo á Violante

Con mil rendidos extremos.

Ces. Ese es medio á la disculpa,

Mas no á la pérdida medio,

Pues de la ausencia del padre

Mañana la ocasion pierdo.

Fel. Qué dice la carta?

Ces. ¿Qué

Ha de decir? Cumplimientos

Ordinarios.

Fel. Nómbraos?

Ces. Sí,

Como es costumbre, diciendo:

César Farnesio, mi primo,

Va en mi nombre. Porque aquesto

Es estilo, para que

Se sepa allá el cumplimiento,

Que se debe á la persona

Que va.

Fel. No dice mas que eso?

Ces. No.

Fel. Á vos conóceos Urbino?

Ces. Nunca me vió, ni sospecho,

Que haya en su casa persona

Que me conozca; respecto

Que ha tantos años, que está

En Alemania sirviendo.

Fel. Pues si vos os atreveis

Á una cosa, yo me ofrezco,

Ya que en cuanto á conocerme

Á mí, me pasa lo mesmo,

Á hacer esa diligencia;

Con que, quedándoos secreto,

Podreis lograr vuestro amor,

Pues consiste todo en esto,

Sin que ni al Duque ni á Urbino

Se les haga agravio en ello,

Pues logra uno su visita,

Y otro hace su cumplimiento,

En llegar, dar una carta,

Traer respuesta y venir presto.

Ces. Cuando no fuera tan fácil,

Yo estoy de suerte, que pienso,

Que aun lo mas dificultoso

Aventurara.

Trist. Yo creo,

Que diera un medio mejor

Para todo.

Fel. Calla, necio.

Ces. ¿En fin haceis la fineza

Por mí?

Fel. No soy yo de aquellos,

Que dan el consejo, para

No ejecutar el consejo.

Yo con vuestro nombre iré.

Ces. Mil veces los pies……

Fel. Teneos;

Que entre amigos desairado

Está el agradecimiento.

Ces. Sola una dificultad

Resta ahora.

Fel. Qué es?

Ces. Yo tengo

De cobrar de Aurelio, padre

De Violante, unos dineros,

Que para ayuda de costa

Me ha librado el Duque, haciendo

Asi mejor la deshecha

De que es verdad que me ausento;

Con que no me esperará

Mañana Violante.

Fel. Á eso

Hay escribirla un papel.

Ces. No hay; que la ocasion, que tengo

De escribir yo, una criada

Es, que viene á verme; y creo,

Que, con pensar que me voy,

No me buscará tan presto.

Fel. Ahí entra bien la libranza,

Pues con ella un criado vuestro

Podrá á entrambas diligencias

Ir á su casa sin riesgo.

Ces. ¿Cómo sin riesgo á su casa?

Desde el infeliz suceso

De su sobrino, aunque está

De mi amor y de mis zelos

Desimaginado, no

De su venganza; y sospecho,

Si vé en ella criado mio,

Que, antes que sepa el efecto

Á que va, ha de hacer con él

Alguna accion.

Fel. Buen remedio;

Vaya Tristan, que sabrá,

Sagaz, advertido y cuerdo,

Desmentir ambas sospechas.

Trist. No sabré.

Fel. Qué temes?

Trist. Temo,

Que sospechas tan honradas

Me maten, si las desmiento.

Ces. Si vas de mi parte, á mí

Será el desaire.

Trist. Eso es bueno

Para quien sabe, que un dia

Mal persuadido un portero,

Llegó á su corregidor,

En altas voces diciendo:

Una moza de servicio,

Antes de hora, mostró el serlo;

Y al tiempo que estaba yo

La denunciacion haciendo,

Otra moza sobre mí

Hizo el desacato mesmo;

Y estando yo, como estaba,

Mandatos de usté escribiendo,

Esto no se ha hecho conmigo,

Sino con usted. Severo

El corregidor entonces

Le dijo: ¿pues, majadero,

Quién os mete en sentir vos

Lo que conmigo se ha hecho?

Con que si me dan con algo,

Cuando venga medio muerto,

Habiéndose hecho contigo,

Podrás tú decir lo mesmo.

Fel. No te canses; que has de ir

Con el papel ahora, y luego

Conmigo á Milan.

Trist. Contigo

Vaya; que deso me huelgo,

Cuanto me pesa de esotro.

Ces. Por qué, Tristan?

Trist. Porque siendo,

Como son, Carnestoléndas,

Que es tan festejado tiempo

En Milan, me pienso holgar

Como un padre.

Fel. Vamos presto,

Y prevendremos las postas,

Mientras estais escribiendo,

Y lleva el papel Tristan.

Ces. Y mas, que ahora tenemos

Buena ocasion.

Fel. Cómo?

Ces. Como

Sale de su casa Aurelio,

Y no estando en ella, da

El esperarle mas medios

Para el papel.

 

Sale Aurelio leyendo una carta.

 

Fel. Divertido

Viene una carta leyendo.

Ces. Mejor es, que no nos vea.

Ven; que allá decirte pienso

Á qué criada has de dar

El papel.

[Quédase Tristan mirando á Aurelio.

Fel. Qué esperas, necio?

Trist. Déjame.

Fel. Qué haces?

Trist. Estoy

Tanteando la fuerza al viejo,

Para ver, qué tantos palos

Podrá darme de un aliento. [Vanse.

Aur. [lee] „Tio y señor mio. Yo he llegado á esta

„corte de Milan, encubriendo nombre y

„patria, en servicio del Príncipe de Ur-

„bino; y aunque deseo llegar á mi casa,

„no me atrevo á parecer en ella, hasta

„vengar la muerte de mi hermano. Y pues

„á todos toca esta desdicha, avisadme, si

„está en Parma Don César Farnesio. ”

[repr.] Honrada resolucion

Es la de Lisardo. ¿Pero

Qué mucho, si es sangre mia?

Qué he de hacer? que, aunque mi pecho

Volcan cubierto es de nieve,

Que esconde las llamas dentro,

Y le suena esta venganza

Bien al rencor, que yo tengo,

Me disuena por la parte

De la prudencia, que debo

Tener; porque ya en mi edad

Es razon, que valga menos

El rencor, que la cordura,

Y el enojo, que el consejo.

Si á Lisardo, mi sobrino,

Á esta venganza no aliento,

No cumplo con mi valor;

Y si para ella le esfuerzo,

Con mi obligacion no cumplo;

Que haré mal, si en tanto empeño,

Perdido un sobrino, doy

Calor, con que el otro pierdo.

Con el que murió pensaba

Casar á Violante; y siendo

El heredero Lisardo

De su casa y de mi intento,

Aventurarle al enojo

Del Duque, que criado y deudo

Quiere á César, es volver

Atras mi primer deseo,

Pues ha de perder la patria.

¿Qué he de hacer, válgame el cielo!

Para que cuerdo y honrado

Cumpla con ambos afectos?

Ahora bien; á responderle

Otra vez en casa entro;

Que no me faltará estilo,

Con que entretener suspenso

El fin, hasta que yo tome

Resolucion. Y á este efecto

Otra y mil veces la carta

De mi sobrino á leer vuelvo.

[lee] „Avisadme, si está en Parma Don César

„Farnesio, para que pongais vos las es-

„pías y yo la ejecucion para buscarle. Y

„cuando respondais, diga el sobrescrito:

„á Celio, en casa del Príncipe de Ur-

„bino.” [Vase.

__________

Salen Violante y Nise .

 

Nis. En casa se ha vuelto á entrar,

Unos papeles leyendo,

Mi señor.

Viol. ¡O qué cobarde

Es, Nise, el atrevimiento!

Pues cuando se arroja mas,

Es cuando se anima menos.

Desde que escribí á Don César,

Dándome á partido al ruego

De tanto rendido amor,

De mi misma sombra tiemblo.

Desde hoy acá me parece,……

Nis. Qué?

Viol. Que es de cristal mi pecho,

Y que puede ver mi padre

Lo que hace el corazon dentro.

 

Sale Aurelio .

 

Señor!

Aur. Violante?

Viol. Qué traes?

Que sobre volver tan presto

Me da que pensar el verte