Diseño de un proyecto de investigación para la prevención de la tuberculosis dirigido a estudiantes, Angola 2020-2021 - Clementino Wilson da Costa - E-Book

Diseño de un proyecto de investigación para la prevención de la tuberculosis dirigido a estudiantes, Angola 2020-2021 E-Book

Clementino Wilson da Costa

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Beschreibung

La tuberculosis es una enfermedad transmisible, que constituye una importante causa de morbilidad y una de las 10 primeras fuentes de mortalidad en el planeta. Solo en Angola, en el año 2018 se produjeron alrededor de 57 000 casos, lo que sitúa al país entre las 30 naciones más contagiadas del planeta. Este trabajo tuvo como objetivo diseñar proyecto de investigación para la prevención de la tuberculosis en escuelas preuniversitarias seleccionadas y la comunidad del municipio de Huambo en Angola. Constituye una investigación de desarrollo tecnológico, con un diseño enfoque mixto; primero de tipo documental y posteriormente cuali-cuantativo. Se identificó la situación de salud de la tuberculosis en África y se caracterizó su sustrato socio-epidemiológico en Angola, y Huambo; lo que posibilitó fundamentar el problema de investigación. Se evidencia que la tuberculosis en África y en particular en Angola, es una enfermedad cuyo combate y erradicación debe ser un desafío prioritario, ya que su extensión se ha intensificado debido a la desnutrición, la pobreza, las viviendas indignas, la falta de saneamiento básico, la precaria salud materna y los desastres naturales. Se diseñó un proyecto de investigación dirigido estudiantes de preuniversitarios para adquirir información sobre la prevención de la tuberculosis a partir de un sistema de acciones educativas a desarrollar en escuelas de preuniversitario y la comunidad en el municipio de Huambo en Angola.

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Veröffentlichungsjahr: 2025

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Tabla de contenidos

IV. INTRODUCCIÓN

II. DESARROLLO

II.1. CONSIDERACIONES TEÓRICO METODOLÓGICAS SOBRE LA PREVENCIÓN DE LA TUBERCULOSIS

II.1.1. La tuberculosis como problema de salud en el mundo.

II.1.2. Factores de riesgo de la tuberculosis

II.1.3. La tuberculosis en el África

II.1.4. La tuberculosis en Angola

II.1.5. La tuberculosis en Provincia de Huambo

II.2. Prevención de la tuberculosis

II.3. Acciones para la prevención de la tuberculosis en el mundo

II.4. Participación de grupos poblacionales en la prevención de la tuberculosis. Jóvenes y estudiantes

II.5. La investigación en salud. Necesidad e importancia

III. DISEÑO METODOLÓGICO DE LA INVESTIGACIÓN

III.1. Tipo de estudio

III.2. Contexto de la investigación

III.3. Técnicas y procedimientos

IV. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

IV.1 Situación de la tuberculosis en el continente africano

IV.2. Sustrato socio-epidemiológico de la tuberculosis en Angola

IV.3 Proyecto de investigación (Ver anexo # 3)

V. CONSIDERACIONES FINALES

VI. RECOMENDACIONES

VI. REFERENCIAS

IV.

INTRODUCCIÓN

El diseño es un proceso fundamental en el ciclo de vida de un proyecto que, si bien no garantiza el logro de los objetivos, es un requisito indispensable para ello; además busca recopilar y analizar un conjunto de aspectos minuciosamente para determinar si es viable o no. También establece las bases para llevar a cabo un proyecto de investigación y detalla los procedimientos necesarios para obtener la información que se requiere a fin de resolver o estructurar los problemas que se indagan. “Es habitual que el diseño de un proyecto sea reducido a una mera formalidad de presentación de lo que se pretende realizar, que no tiene provecho posterior. Sin embargo, la mayor parte de las dificultades de la ejecución y evaluación de los proyectos se deben a las falencias del diseño”.1

La investigación en sistemas y servicios de salud produce conocimiento y aplicaciones destinados a mejorar la forma en que las sociedades se organizan para alcanzar sus objetivos de salud. Para lograrlo, ofrece respuestas a temas e interrogantes fundamentales, los cuales son abordados por los proyectos de investigación para la prevención de determinadas enfermedades infecciosas.2

La promoción de la investigación en salud pública tiene objetivo fundamental indagar, analizar y explicar la distribución del estado de salud de las poblaciones, los factores que lo determinan, y las respuestas organizadas socialmente para hacer frente a los problemas de salud en términos colectivos.3

Cada vez se hace más evidente que los sistemas de salud deben ser parte de la cultura y las diferentes instituciones sociales de cada país y no exclusivamente sistemas de atención médica curativa. La actualización de las Funciones Esenciales de la Salud Pública en las América (FESPA),4 define con claridad la importancia que han adquirido los temas de promoción de salud en los diferentes enfoques y maneras de abordar la relación salud-enfermedad en la sociedad contemporánea.

El desarrollo de actividades de promoción de la salud y de actuaciones preventivas es uno de los pilares sobre los que se fundamentan la organización y el trabajo de los equipos de atención primaria.5 La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera imprescindible la participación y responsabilidad de las comunidades para el desarrollo de su salud, y a la atención primaria orientada a la familia y la comunidad como una de las principales estrategias.6 Para el logro de este objetivo, la promoción de salud se nutre de muchas disciplinas, dentro de las que sobresalen: la epidemiología, la medicina, la sociología, la psicología, el derecho y la pedagogía, entre otros. Todo ello, desde una perspectiva multi, inter y transdisciplinaria.

El autor es del criterio que contextos económicos, políticos, sociales y de salud diferentes exigen enfoques disímiles y particulares para su solución. En el caso específico de África, no se debe olvidar que se trata del continente más empobrecido del planeta. De los 738 millones de habitantes que posee el continente, 184,5 millones sufren de desnutrición y más de la mitad de las muertes infantiles a nivel mundial ocurren allí. El 62 % de la población vive en chabolas y solamente el 16 % tiene acceso a agua potable por tubería. A pesar de que el continente posee menos del 13 % de la población mundial, el 60 % de las personas que viven con el virus de la inmunodeficiencia adquirida (VIH) en el mundo son africanos, al igual que el 90 % de casos clínicos de malaria y el 24 % de todos los casos de tuberculosis (TB) que se registran en el planeta, lo cual representa una situación alarmante.7

La TB es una enfermedad transmisible, que constituye una importante causa de morbilidad y una de las 10 primeras fuentes de mortalidad en el planeta. La misma es causada por Mycobacterium tuberculosis y se propaga cuando las personas infestadas expulsan esas bacterias al aire. Generalmente afecta a los pulmones (tuberculosis pulmonar), pero también puede afectar otros órganos (tuberculosis extra pulmonar). La enfermedad es curable y prevenible.8

Según estudios de la OMS, aproximadamente la cuarta parte de la población mundial está infestada por la TB y, por tanto, expuesta a la enfermedad.9 Estimaciones de la propia organización, consideran que de esta cifra, 2,3 millones de casos son atribuibles a la subalimentación; 0,9 al tabaquismo; 0,8 millones al abuso del alcohol; 0,8 millones a la infección por VIH SIDA; 0,4 millones a la diabetes y el resto a diversos factores.10 En África cada año, la TB mata más de 700 000 personas, especialmente en el área subsahariana, donde la enfermedad tiene cifras de epidemia generalizada.11

Según criterios del Director de la OMS, Tedros Adhanom, el impacto de la COVID-19 sobre el continente pudiera ser mucho más devastador que en el resto del mundo, pudiera llegar a establecerse, incluso como una enfermedad estacionaria, en una región donde no existen las condiciones más elementales para dar respuesta a una epidemia de este tipo, agravada por la presencia extendida de enfermedades respiratorias como la Iinfluenza, las neumonías y la TB, entre otras.12

La TB puede afectar a personas de cualquier edad, con mayor riesgo aquellas cuyos sistemas inmunológicos estén debilitados.13 Algunas personas presentan la enfermedad poco después de contraer la infección (en las semanas siguientes), antes de que su sistema inmunitario pueda combatir a las bacterias de la TB, otras se pueden enfermar años después, especialmente aquellas que tienen la infección por el VIH, en las que el riesgo de presentar enfermedad es mucho más alto.14

Con la finalización de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en 2015 y la transición a la era de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que debe finalizar en el 2030, la OMS estableció nuevos objetivos y metas para acabar con la epidemia mundial de TB en el planeta durante esta etapa. Para ello, la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) aprobó la “Estrategia Fin a la Tuberculosis”, la cual se plantea como objetivo reducir las muertes por esa causa en un 90 % y su incidencia en un 80 % para 2030, en comparación con las cifras de 2015.15

No obstante, estudios realizados por la OMS en el 2019 revelan que la carga mundial de TB es mayor de lo que se creía, de ahí que los países afectados tengan que avanzar mucho más rápidamente para prevenir, detectar y tratar la enfermedad si quieren alcanzar las metas de la estrategia planteada para los próximos 15 años.16

En el caso concreto de la República de Angola, a pesar de gozar con manifestaciones de crecimiento económico satisfactorios, los indicadores de Desarrollo Humano que establece la ONU17 para medir el progreso de un país, indican que los angoleños tienen todavía una deficiente calidad de vida, lo cual repercute directamente en la presencia de la TB en determinados sectores de su población. Según datos publicados por instituciones oficiales del gobierno angolano, solo en el año 2018 se produjeron alrededor de 57 000 casos de TB, lo que sitúa a Angola entre las 30 naciones más contagiadas del planeta.18

Aunque se señala que esta cifra pudiera ser muy superior, debido a deficiencias en la red de laboratorios para detectar dicha enfermedad; en el año 2015 la tasa de incidencia de la tuberculosis era de 300 casos por 100 000 habitantes, lo cual significa una cifra alarmante para la salud pública del país.19

En este complejo escenario, el gobierno angolano, en cooperación con la OMS, desarrolla un Programa Nacional de Control de la TB, el cual se plantea como objetivo fundamental disminuir hasta niveles mínimos de esta enfermedad para el año 2035, mediante un sistema de acciones de carácter integral e intersectorial.20

Además del monitoreo permanentemente de los factores de riesgos de la enfermedad y la identificación oportuna y tratamiento adecuado de los nuevos casos de TB, el Programa Nacional de Control de la TB de la República de Angola (PNCTRA)21 prevé la aplicación de medidas de promoción de salud basada en acciones integrales, enfocadas en el desarrollo de ambientes saludables de los individuos, la comunidad y la sociedad, la disminución de los niveles de pobreza y la extensión de la Cobertura Universal de Salud (CUS). Este empeño, sin embargo, resulta particularmente complejo de realizar en el país, debido a la existencia de un grupo de factores adversos, dentro de los que sobresalen:

1) Los problemas de pobreza existentes en buena parte del país. De acuerdo a datos publicados en el 2017 por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la República de Angola, ocupa la posición 147 de 189 países analizados según el índice de Desarrollo Humano.22 Estudios realizados por el Instituto Nacional de estadística de Angola, arrojan que el 54 % de la población vive en situación de pobreza multidimensional y experimenta importantes privaciones.23

2) La elevada incidencia y niveles de infestación de TB en la población, sobre todo, en lugares de difícil acceso.

3) Problemas organizativos y estructurales de los servicios de salud, incluyendo la deficiente (CUS) para atender debidamente a todos los pacientes con TB y el insuficiente financiamiento e instalaciones sanitarias.

4) Presencia de mitos y estigmas de la enfermedad, los cuales propician que no pocas personas enfermas se muestren reacias a buscar ayuda, lo que eleva exponencialmente los riesgos de contagio y las complicaciones de salud de los mórbidos.

IV. La ausencia de programas comunitarios y educativos efectivos para promover el enfrentamiento a la TB.

Además de estas dificultades, está la presencia y diseminación de bacterias altamente resistentes a los antimicrobianos utilizados en el tratamiento de la TB, lo que obliga a tener que recurrir al uso de medicamentos de última generación, considerados de uso restringido y alto costo en el mercado.

La TB es la principal causa de muerte de personas VIH positivas y en Angola no solo existen unas 350 000 personas infestadas con esta enfermedad, sino que cada año se registran más de 28 000 nuevos casos de esta pandemia en el país24, lo cual complica enormemente los esfuerzos por erradicar la TB en nuestra nación.

No menos significativos resultan los problemas migratorios y el constante ingreso al país de personas contagiadas con la enfermedad, fundamentalmente de la República Democrática del Congo, lo cual exige un constante monitoreo epidemiológico en las fronteras del país para evitar posibles contagios.

Además del monitoreo permanente de los factores de riesgos de la enfermedad y la identificación oportuna y tratamiento adecuado de los nuevos casos de TB, el Programa Nacional de Control de la TB de la República de Angola prevé la aplicación de medidas de promoción de salud basada en acciones integrales, enfocadas en el desarrollo de ambientes saludables de los individuos, la comunidad y la sociedad, la disminución de los niveles de pobreza y la extensión de la (CUS). Como premisa necesaria para lograr estos objetivos emerge la escuela como centro educacional por excelencia apoyado por el liderazgo de los promotores de salud de cada centro.

- Problema de investigación

La TB es una enfermedad prevenible y curable, sin embargo, los niveles de contagio en el país son altos, así como las muertes producidas por este flagelo (unas 1 373 muertes al año), sobre todo en determinadas regiones del país, como la provincia de Huambo, donde existen elevadas condiciones de vulnerabilidad y riesgo para contraer la TB, ya que su población es fundamentalmente rural, matizada por el predominio del subdesarrollo económico y cultural.25

El autor considera que en correspondencia con esta complejidad los esfuerzos que debe realizar el estado angolano para dar solución a esta situación han de ser, necesariamente, interdisciplinarios e intersectoriales, siempre en interacción permanente con las comunidades.

En las últimas décadas, las ciencias de la salud han redimensionado el proceso salud enfermedad, con énfasis en los conceptos de salud integral de las personas y el de promoción de la salud, los que han adquirido un carácter protagónico. De este modo, la salud emerge como un proceso dinámico de construcción personal, colectiva y social, donde los aspectos macro del contexto económico, político se conjugan con los aspectos micros referidos a los individuos y su entorno.26

En este empeño, que no monopoliza el saber sobre la salud en los profesionales médicos, sino que la entiende como un asunto de masas, el sistema de educación y de forma particular, la enseñanza preuniversitaria, están llamados a ser un espacio privilegiado para la promoción de salud. No solo por ser un lugar significativo para la enseñanza de conocimientos y valores, sino también por ser uno de los principales contextos de socialización de los jóvenes, donde transcurre una parte sustancial de su vida cotidiana en permanente interacción con profesores, padres y demás estudiantes.

El transcurso de la enseñanza preuniversitaria, por demás, es un periodo altamente vulnerable para los educandos vinculados al consumo de alcohol, el tabaco y otros hábitos tóxicos, que inciden negativamente en la salud de los jóvenes y propician el contagio con la TB. De ahí que constituya una prioridad para las autoridades sanitarias del país, el trabajo educativo y profiláctico con los jóvenes que cursan este nivel de enseñanza.

Con relación al comportamiento de la TB en Huambo y en correspondencia con lo enunciado en las Funciones Esenciales de la Salud Pública, establecidas por la OMS,27 el sistema de educación y de forma particular, la enseñanza preuniversitaria, es un espacio privilegiado para la promoción de salud, por ser no solo un lugar significativo para la enseñanza de conocimientos y valores, sino también por ser uno de los principales contextos de socialización de los jóvenes, donde transcurre una parte sustancial de su vida cotidiana en permanente interacción con profesores, padres y demás estudiantes.

Además de ser un marco propicio para que puedan llevarse a cabo intervenciones eficaces y económicas contra muchas enfermedades específicas, el ambiente escolar constituye el entorno ideal para introducir información a través del propio estudiantado, porque el aprendizaje no constituye una simple repetición del conocimiento sino su interiorización, dominio, apropiación de algo que tiene para la persona un sentido y así, ya incorporado ese conocimiento a su acervo cultural y vital, pueda actuar como multiplicador y facilitador de esa instrucción de educación para la salud.28

A propósito de ello, Restrepo Ochoa recuerda que la salud es un fenómeno social, una construcción que emerge en el escenario de relaciones sociales entre sujetos que, en un contexto histórico particular, comparten un conjunto de valores, significados y prácticas en torno al cuerpo, al bienestar, a la enfermedad, a la vida y a la muerte. En este sentido, la salud de los jóvenes no es ajena a la configuración misma de la juventud como condición social, a sus modos de vida y a sus formas de inserción dentro del entramado social.29

Para los destacados académicos García A., Hernandez M y Vidal J.,30 trabajar con jóvenes se fundamenta en que la educación en el ser humano no se sitúa en la historia como un hecho aislado, se vincula y despliega con las diversas orientaciones filosóficas, sociales, culturales, étnicas, religiosas y políticas que han influido en ella, lo que permite evaluar en qué medida la educación ha sido un factor en la historia y cómo la cultura es fuerza determinante de la educación, en especial en la infancia y la adolescencia, por ello cualquier acción de salud en la que los primeros preparados y promotores sean los más jóvenes, hará que la misma sea más efectiva y eficaz a corto, mediano y largo plazo.

El autor es coincidente con los planteamientos anteriores, los que refuerzan la importancia de la selección de los estudiantes para ser incluidos en su proyecto. También reconoce que se le trata, en efecto, de una tarea compleja, no exenta de múltiples retos y dificultades de todo tipo, sobre todo de índole económica, social y cultural, en la que el uso de la intersectorialidad constituye un elemento vital en la prevención de la TB.

- Justificación