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Eco y Narciso es una de las comedias cortesanas teatrales de Pedro Calderón de la Barca, uno de los géneros dramáticos que más cultivó el autor, por detrás de los autos sacramentales. En ellas se suelen mezclar los enredos amorosos y familiares con los equívocos y las situaciones humorísticas.
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Seitenzahl: 90
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Pedro Calderón de la Barca
Comedia famosa
Saga
Eco y NarcisoCover image: Shutterstock Copyright © 1644, 2020 Pedro Calderón de la Barca and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726497472
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
Sale SILVIO de pastor de gala.
SILVIO Alto monte de Arcadia, que eminente
al cielo empinas la elevada frente,
-26r-
cuya grande eminencia tanto sube,
que empieza monte y se remata nube,
siendo de tu copete y de tus huellas 5
la alfombra rosas y el dosel estrellas...
FEBO Bella selva de Arcadia, que florida
siempre estás de matices guarnecida,
sin que a tu pompa, a todas horas verde,
el diciembre ni el julio se acuerde, 10
siendo el mayo corona de tu esfera,
y su edad todo el año primavera...
SILVIO Pájaros, que en el aire fugitivos,
sois matizados ramilletes vivos,
y añadiendo colores a colores, 15
en los árboles sois parleras flores...
FEBO Ganados, que en el monte divididos,
música sois de esquilas y balidos,
y en la margen de aquese arroyo breve,
cándidos trozos de cuajada nieve... 20
SILVIO A pediros albricias mi alegría
viene de las venturas deste día,
pues Eco, en él, zagala la más bella
que vio la luz de la mayor estrella,
de humana da floridos desengaños, 25
un círculo cumpliendo de sus años.
FEBO Pésames viene a daros mi tristeza,
de que la rara y singular belleza
de Eco, desengañada de que ha sido
inmortal, un círculo ha cumplido 30
de sus años, que aunque de dichas llenos,
cada año más es una gracia menos.
(Sale BATO.)
[BATO] Selvas de Arcadia, bello excelso monte,
ganados y aves, pues, deste horizonte,
a pediros albricias he venido 35
y a daros hoy un pésame cumplido:
las albricias, porque Eco a la florida
fiesta hoy de sus años nos convida,
y con su vanidad hacer promete
a todas un opíparo banquete; 40
y el pésame, porque (¡dolor extraño!)
otro no nos hará de hasta aquí a un año.
FEBO ¡Oh Silvio!
SILVIO ¡Oh Febo!
BATO ¡Oh Bato!
FEBO ¿Tú mismo a ti te nombras, mentecato?
-26v-
BATO Pues si no hay quien me nombre, 45
¿qué he de hacer? Y este estilo no os asombre,
que el tiempo está tan necio e importuno,
que es menester honrarse cada uno.
FEBO Silvio, pues ¿dónde bueno?
SILVIO De gusto vengo y de alborozo lleno 50
a esta hermosa cabaña,
que dos veces pajiza el sol la baña.
FEBO Yo también a ella vengo,
y de verte a ti en ella celos tengo;
que ya mi amor está desengañado 55
de que vives de Eco enamorado.
SILVIO ¡Oh qué temprano, cielos,
antes que con mi amor, di con mis celos!
BATO ¡Qué falsos, con esfuerzos semejantes,
están unos con otros los amantes! 60
FEBO ¿Por qué lo dices?
BATO Aunque ya quisiera
decirlo, no pudiera,
porque toda esta música, este ruido,
dice que Eco ha salido
de todos los zagales festejada. 65
SILVIO Darela el parabién con voz turbada,
hasta que hablen más claro mis desvelos.
FEBO ¿Quién vio en villano amor tan nobles celos?
(Salen MÚSICOS, SILENO, ANTEO, NISE, SIRENE, ECO detrás.)
MÚSICOS A los años felices de Eco,
divina y hermosa deidad de las selvas, 70
feliz los señale el mayo con flores
ufano los cuente el sol con estrellas.
SILVIO Eco hermosa, en quien cifró
la sabia naturaleza
la más singular belleza 75
que jamás la Arcadia vio;
el círculo que cumplió
la aurora en tus luces bellas,
tanto mayores que en ellas
unos y otros resplandores... 80
[ÉL y MÚSICOS] Feliz los señale [el mayo con flores,
ufano los cuente el sol con estrellas.]1
FEBO Tu florida primavera
el invierno ignore frío,
ardiente ignore el estío, 85
porque dure lisonjera
en su verdor, de manera
que de la muerte las huellas
no tronquen sus rosas bellas,
sino sus claros albores... 90
[ÉL y MÚSICOS] Feliz los señale [el mayo con flores,
ufano los cuente el sol con estrellas.]
BATO Mi lengua no te aconseja
vivir tanto; que es error,
que morir moza es mejor 95
que no llegar a ser vieja.
Y así las edades deja,
que en pasándosete aquella
de la hermosura más bella,
los matices y colores... 100
[ÉL y MÚSICOS] Feliz los señale [el mayo con flores,
ufano los cuente el sol con estrellas.]
ECO Estoy muy agradecida
-27r-
al festejo que me hacéis,
y para que me mandéis, 105
solo estimaré esa vida
en la canción repetida;
pero quejarme también
debo este tiempo, de quien
con extremos más extraños 110
en la fiesta de mis años
no me ha dado el parabién.
ANTEO Si es que lo dices por mí,
yo soy rústico pastor.
Nunca hablar supe en amor; 115
luchar con las fieras, sí;
y ya que he callado aquí,
en tu nombre al monte iré,
cuanto cace traeré;
y así, con acción más alta, 120
lo que en palabras me falta,
en obras te lo diré.
SILENO Si por mí también ha sido,
Eco, la queja que has dado,
no extrañes que mi cuidado 125
me tenga tan suspendido.
Años también han cumplido
hoy mis mayores enojos;
y así, en rendidos despojos,
no te ofrecen mis agravios 130
las lisonjas de los labios,
sino el llanto de los ojos.
Doce años ha que faltó
Liríope, mi hija bella,
destos valles, y que della 135
no tuve noticia yo:
hoy los cumple, y así, no
admires ver en mis daños
sentimientos tan extraños,
pues el día (¡oh suerte dura!) 140
que cumple años tu hermosura,
cumple mi desdicha años.
BATO Hoy no es de lágrimas día.
SIRENE No nos quite la extrañeza
de tu notable tristeza 145
nuestra común alegría.
NISE Vuelva a la dulce armonía
a poblar los vientos.
ECO Hoy
al templo ofrecida estoy
de Júpiter, que en lo oculto 150
yace deste monte inculto,
pues acompañada voy
de todos, cumplirle quiero
ahora, que mal pudiera
sola yo, sin que temiera 155
el horrible mostruo fiero
que en él se esconde.
FEBO Aunque infiero
cuánto es grave pesadumbre
querer penetrar la cumbre
donde ese templo se asienta, 160
pues su fábrica violenta
del sol escala la cumbre,
vamos, que yendo contigo,
la dificultad mayor
hará fácil el amor. 165
SILVIO Y yo lo mismo te digo.
BATO Yo no, que a ir no me obligo
adonde un monstruo encantado
muestas gentes y ganado
tantas veces asombró. 170
SIRENE Vuelva la música, y no
quede pastor en el prado
que no vaya.
SILVIO Yo también
llegar hasta el templo quiero,
por si en él piedad espero. 175
NISE Pues prosiga el parabién.
FEBO ¡Ay, Eco divina, quién
obligara tu rigor!
SILVIO ¡Quién lograra tu favor!
ECO ¡Quién querida no se viera! 180
SILENO ¡Quién su llanto divirtiera!
BATO ¡Quién no tuviera temor!
LA MÚSICA A los años felices de Eco,
divina y hermosa deidad [de las selvas,
feliz los señale el mayo con flores, 185
ufano los cuente el sol con estrellas.]
-27v-
(Vanse, y sale LIRÍOPE, y NARCISO de pieles, y LIRÍOPE con arco y flechas,y NARCISO sin él.)
LIRÍOPE No has de pasar de aquí.
NARCISO ¿Cómo
quieres tú que me detenga,
si esos pájaros que escucho
forman tan extraña y nueva 190
música para mi oído,
que arrebatado me llevan
tras sus acentos? Jamás
voces escuché tan tiernas,
aunque escuché tantas veces 195
las aves que al sol despiertan.
LIRÍOPE Esas voces que has oído,
y que tú ser aves piensas,
no lo son.
NARCISO Pues ¿qué son, madre?
LIRÍOPE No conviene que lo sepas, 200
porque los hados han puesto
tu mayor peligro en ellas.
NARCISO ¿Qué peligro, si el mayor
será no escucharlas? Deja
que las siga: sepa quién 205
tan süavemente alienta
los acentos de su voz,
diciendo en cláusulas tiernas...
ÉL y MÚSICOS A los años felices de Eco,
divina y hermosa deidad de las selvas... 210
LIRÍOPE [Aparte.]
Naturalmente llevado
del afecto, los remeda.
ÉL y MÚSICOS Feliz los señale el mayo con flores,
ufano los cuente el sol con estrellas.
LIRÍOPE ¡Que en tantos años no haya 215
quien a discurrir se atreva
esta intrincada espesura,
y hoy con tal música vengan!
NARCISO Permíteme, madre mía,
que los siga.
LIRÍOPE ¡Tente!
NARCISO Suelta, 220
que ¿cómo he de detenerme
hoy en lo que a decir vuelvan?
ÉL y MÚSICOS Feliz los señale el mayo con flores,
ufano los cuente el sol con estrellas.
LIRÍOPE ¿Ya no sabes que no puedes 225
llegar más que hasta esta peña,
que es pardo cancel que cubre
los umbrales de esa cueva
donde vivimos los dos?
Pues ¿cómo romper intentas 230
los fueros de mi precepto,
las leyes de mi obediencia?
NARCISO Como aquella novedad
me ha dado, madre, licencia,
no para que intente solo 235
quebrantarlas y romperlas,
mas para que intente hablarte
más claro, escúchame atenta.
Yo, desde aqueste peñasco,
que es raya donde me ordenas 240
que pueda llegar, he visto
de la gran naturaleza
varios efectos. Un día
sobre aquella parda sierra
vi una ave, que es sin duda 245
de todas las otras reina,
según lo ufana que vive,
y según lo alto que vuela.
Esta, sobre un verde nido
hecho de pajas y yerbas, 250
unos polluelos tenía,
a quien con su boca mesma
mantenía en cuanto estaban
desnudos de pluma. Apenas
vestidos los vio y con alas, 255
cuando, las piedades vueltas
en rigores, los echó
del nido, para que fuera
del discurso de su vida
la necesidad maestra. 260
Entre aquellos dos peñascos
(aun allí dura la quiebra)
una leona crïaba
sobre pieles de otras fieras
-28r-
unos cachorros, a quien 265
desangrada su fiereza
por los pechos mantenía,
hasta que cobrando fuerzas
los arrojó de sí misma,
tratándolos con soberbia, 270
para que ellos conociesen
lo que les daba en herencia.
Pues si una fiera y una ave
del lecho y el nido echan
a sus hijos, para que ellos 275
a vivir sin madre aprendan,
¿por qué tú, viéndome ya
con las alas que en mí engendra
el discurso y con el brío
que mi juventud ostenta, 280
no me despides de ti?
¿No me has contado tú mesma
que hay más mundo que estos montes,
más casas que aquesta cueva,
más gente que aquestos brutos, 285
más población que estas selvas?
Pues ¿por qué, madre, me quitas
la libertad, y me niegas
don que a sus hijos conceden
una ave y una fïera, 290
patrimonio que da el cielo