El camino hacia la autenticidad - Luciana Belbey (Lula) - E-Book

El camino hacia la autenticidad E-Book

Luciana Belbey (Lula)

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Beschreibung

Nuestra vida y cómo la vivimos es una elección porque cuando comenzamos a hacer consciente todas esas creencias inconscientes que nos limitan a confiar en nosotros mismos, es que solo dándole luz a la oscuridad podemos trascender creencias que nos hacen sufrir para dejarlas atrás, creando nuevas redes neuronales y nuevas creencias ajustadas mas a la persona que nos gustaría ser y no a la persona condicionada que nuestro inconsciente nos dicta en el día a día. Todo lo que creemos hoy, cómo pensamos o nuestra manera de comportarnos en nuestra vida está definida por nuestra forma de autopercibirnos en el mundo; solo es necesario dar un paso grande y confiar en la incertidumbre durante un tiempo para poder crecer y sentirnos más a gusto y plenos con quienes somos, y esto se traduce en más calidad de vida y menos sentimientos frustrantes. Creo que en mi vida intenté siempre resistirme. Aunque sufría constantemente por cosas que no eran importantes, siempre fui muy racional y hasta hace unos años era muy absolutista blanco o negro: hasta que tuve el mayor aprendizaje de mi vida, a partir del mayor dolor que viví, trasmuté ese dolor en consciencia para transmitir a la gente que es posible vivir con mejor calidad de vida a través de cambiar nuestras creencias y percepciones. Este es un libro autobiográfico que de alguna manera intenta ayudar a las personas a llegar a amarse en su autenticidad, de ninguna manera es una verdad absoluta, solo describo lo que me ayudó a salir de lugares en los que mi alma y mi cuerpo no se sentían a gusto y me dio libertad para elegir en la vida y por sobre todo libertad de pensamiento y paz.

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Seitenzahl: 227

Veröffentlichungsjahr: 2024

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LUCIANA BELBEY

El camino hacia LA AUTENTICIDAD

Un proceso de integración y sanación en cuerpo, mente y alma

Belbey, Luciana El camino hacia la autenticidad : un recorrido por los colores de la vida integrando todos nuestros procesos y estados / Luciana Belbey. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2024.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-5326-3

1. Autoayuda. I. Título. CDD 158.1

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Tabla de contenido

Dedicatoria

Prólogo

Identificarnos nos limita

El éxito

Los absolutos

La somatización

Crisis existenciales

Las polaridades

El Ego

La negociación con el pesimismo

La arrogancia

Parar para observar

El dolor como maestro

Las sombras

La risa

La espiritualidad

Los culpables

La introspección

La autoexigencia y sus consecuencias

Los vínculos

El apego

El camino del alma

El altruismo

El hoy

Dedicatoria

Como decía Spinetta: “las almas repudian todo encierro”. Este libro es una suma de cuestionamientos, autosabotajes internos, creencias de otros, dolor y sufrimiento por circunstancias de la vida, pero por sobre todas las cosas, es un libro para valorar la importancia de ser fiel a uno mismo, independientemente de lo que nos puedan enseñar las múltiples doctrinas existentes en este mundo. Y de cuestionar todo aquello que no resuene con nosotros, aunque sea lo más normalizado por esta sociedad.

Nose exactamente cuando fue el momento en que comencé a cuestionarme todo en mi vida, mi carrera, la forma de ejercer, quien era, cuál era mi propósito que me llenaba el alma, cómo podía ser feliz entre tanto sufrimiento humano y cómo podía colaborar también con mi servicio. Una suma de creencias que debía desaprender para aprender a ser yo misma y a colaborar desde mi lugar. Pero todo este camino me ayudó a entender la vida de una forma diferente, a experimentar el amor incondicional dentro mío, a episodios de consciencia plena o iluminación y a dejarme guiar por mi intuición y no solo por mi conocimiento, así pude tener la sabiduría para poder trasmitir un mensaje de calma, de paz entre tanto ruido mental. Y de poder entender que mi alta sensibilidad no era algo malo, no era solo sufrimiento, sino que era necesario para entender el sufrimiento de otros, para lograr empatizar, para poder colaborar no acercandome a su sufrimiento sino dandoles herramientas para vivir una vida con mayor calidad.

Si siempre te sentiste abrumado, diferente, si te cuesta encontrarle valor a la vida superficial como nos la venden, si no encontrás plenitud en esta vida vivida superficialmente y para los demás, donde somos un número más que necesita cumplir con mandatos o parámetros establecidos por otros, este libro es para vos. Si te sentís perdido te cuento que es el primer paso para dejar de identificarte con quien creíste ser y empezar a descubrir quién realmente sos.

Está dedicado a todos aquellos que sienten miedo, que viven en piloto automático, que les cuesta encajar, que viven estresados o ansiosos, que viven con culpa atados a pensamientos pasados, que sienten que la sociedad se ha vuelto un sinfín de objetivos vacíos de humanismo, en fin para todos aquellos misteriosos de la vida misma, del conocimiento y del aprendizaje. Dedicado a todos aquellos que se sienten perdidos en su camino y que les cuesta encajar en los estereotipos de normalidad que establece esta sociedad. A todos aquellos que se han castigado durante años por no sentirse igual a los demás, a los que se sacrifican día a día por encajar y a todos aquellos que se sienten ovejas negras dentro de un sistema patológico. Ojo! También puede ser tu guía para despertar y darte cuenta que todo este tiempo perseguiste objetivos que en realidad no iban con tu propia naturaleza y alma y sea una apertura de consciencia, no hay nada más lindo que darnos cuenta porque allí nace la posibilidad de elección. Y si pensas que no tenes elección seguí leyendo y verás que siempre podes encontrar tu propia guía.

Agradezco cada cuestionamiento que me hice para llegar a la integridad con la que me habito hoy, aceptándome en cada momento, sin exigirme de más, dándome el espacio para cambiar cada vez que así lo elija, dándome el espacio para estar sola y disfrutar de mi presencia que es una de las cosas que más me gustan hoy en día. Y a todos aquellos que piensan que la plenitud se puede sentir en vida sin tener que llegar a lo extraordinario, simplemente viviendo y disfrutando lo que hoy somos, solo siendo uno mismo, con los matices que de ella se despliegan y amando cada proceso de crecimiento como si fuera el último día de nuestras vidas. En un mundo que va deprisa, es necesario frenar para darnos cuenta que no podemos ser esclavos de esta mente en un mundo consumista, y que existe una forma mas calma de vivir, dandole importancia a las cosas simples, y no dejandonos llevar por emociones o sentimientos transitorios causadas por pensamientos instaurados en nosotros por adquisicion y no por eleccion.

Quiero decirles que yo también estuve ahí, que sufri mucho, que me he perdido, pero que desaprender fue el camino que he elegido para hoy sentirme plena siendo quien soy, me respeto, sé que soy diferente, sé que elijo y que amo ser diferente y que ese proceso me costó mucho, pero fue muy necesario para darme la seguridad de hoy estar escribiendo un libro, no lo puedo creer, jamás fue un objetivo mío, solo salieron palabras de mi alma y todo mi aprendizaje quiero dedicarlo para que puedan experimentarlo desde su cuerpo, y tal vez no sea exactamente como el mío porque todos los caminos son diferentes, pero la sensación de paz es única. Que ayude a entender que somos seres completos siendo quienes somos hoy y que no necesitamos alcanzar ningún estado perfecto o compararnos con ideales mentales para amarnos, solamente escucharnos a nosotros mismos y callar el murmullo externo, pero por sobre todo vivir el momento presente con la confianza de que algo superior nos sostiene siempre, y esa es la única verdad que existe, pues nuestro paso por esta vida es sumamente transitorio.

Así como este libro salió directamente de mi alma porque jamás fue un objetivo de mi ego, así es la vida, nos va dando libertad de elegir luchar por aquello que jamás fue para vos pero creíste que si pues estuvo tan arraigado en tu mente que lo confundiste con tu propósito del alma; o la opción de fluir con naturalidad con lo que la vida si te da y es para vos, con lo que realmente te apasiona y te colma la vida.

La Paz es la consecuencia de elegir el camino del alma y dejar de luchar obsesionadamente por encajar en estereotipos que no son nuestros sino impuestos.

Quiero agradecer al universo por darme esta oportunidad y por darme la alegría de reconocerme como alguien que vino a esta tierra a traer un mensaje de ayuda entre tanto caos y que la calma en mi sistema nervioso de hoy es mi guía constante en esta vida. Pero por sobre todo que no cambio mi paz mental por nada del mundo porque es lo que trasmito y lo que elijo conscientemente para mi vida. Es lo que me cambió la vida, vivir conscientemente y colaborar desde una perspectiva integral, verme como un ser humano íntegro me ayudó a ver a los pacientes así y a integrar la mente al tratamiento de los trastornos orgánicos o físicos.

Antes de empezar a leer este libro te invito a hacer una meditación para reconectar con tu niño interior y darte el amor que mereces pero que la sociedad y sus creencias hicieron que te alejes. Sos uno con el todo, y el amor de tu vida, no te olvides de ello jamás, sos una parte sumamente importante de este mundo, lo creas o no. Por eso tus células, átomos, órganos formaron tu cuerpo con tanto amor y magia.

Prólogo

Quiero citar una frase de Erich Fromm del libro “el mito de la normalidad” del Dr. Gabor Maté que dice: el hecho de que millones de personas compartan los mismos vicios no convierte esos vicios en virtudes; el hecho de que compartan muchos errores no convierte los errores en verdades, y el hecho de que millones de personas compartan las mismas formas de patología mental no hace que esas personas estén cuerdas.

Erich Fromm, hacia una sociedad sana.

Estamos viviendo un cambio de paradigma en la medicina y para ello es necesario que muchos médicos despertemos para entender que el sistema y sus formas no están colaborando con la salud de los pacientes, cada día hay más enfermos aunque la medicina avance, no se trata de intelecto, se trata de integridad, si un sistema ya no es funcional el cambio debe venir de uno mismo, de a poco creo que la medicina alopatica, de la culpa y que parte en pedazos al paciente se va a ir desvaneciendo para dar lugar a una medicina más integral, donde se valore la empatía, donde la comunicación y la confianza entre médicos y pacientes; como está escrito en muchos trabajos científicos; sea la base para una buena evolución. No podemos separar más la mente del cuerpo. La medicina se ha automatizado pocos médicos entienden la importancia de brindar calidad y no de tener cantidad de pacientes, y creo importante que así como yo abrí mi mente para entender que la medicina que hemos aprendido en la facultad ya no nos sirve, debemos entender todos que si un ser humano, se encuentra en un nivel bajo de consciencia la mayoría del tiempo (pues no existe el absoluto) lo único que puede trasmitir es eso, automatismo, y esa es la razón por la que muchas medicaciones no sirven y porque muchos pacientes elijan a médicos que los vean de verdad y los escuchen con real atención. La consciencia y la humildad nos ayudan a poder ver de verdad al otro y a dejar de solo proyectar nuestras ideas sobre ellos, nos ayudan a empatizar verdaderamente.

Voy a comenzar contando lo que me llevo al cambio en mi vida. Por muchos años me definí o identifiqué por parámetros externos, por experiencias traumáticas de mi vida, me definí por mis títulos, por mis notas, por mis fracasos, por mis amigos, por mi posición económica, y los encasillamientos en los que me ponía no acababan más porque siempre acechaba ese miedo a ser insuficiente, a no encajar en los parámetros “establecidos”, porque esta sociedad siempre te pide más, nunca nada es suficiente, pareciera como que la culpa es de la sociedad, pero a su vez la sociedad somos nosotros, entonces ¿qué es lo que está pasando, que aceptamos sin cuestionar todo aquello que se considera normal? La vida se convierte en una check list interminable, con sentimientos de frustración constante, y no solamente eso, sino que no se piensa, no se cuestiona, no se cambia cuando algo ya no funciona, porque necesitamos muchas cabezas para ello, por eso por lo menos creo que poniendo nuestro pequeño grano de arena de a poco podremos ir marcando la diferencia.

¿Cómo es que estamos definidos por pertenencias externas transitorias y no nos hemos preguntado realmente quiénes somos?

La verdad es que creo que podría ser mejor, pero hemos aprendido a vivir desde el ego, desde el placer y para los demás, Gabor Maté habla mucho sobre la diferencia entre la autenticidad y la pertenencia, debemos elegir, o ser libres o seguir parámetros de otros, creo en la sabiduría de cada ser humano para darse cuenta y preguntarse cada vez que no se siente cómodo en su vida, estamos aquí para aprender, para ser y para disfrutar, no para demostrarle nada a nadie. Por otro lado también tengo la confianza que por alguna razón mucho más sabia que mi propia mente cada uno de nosotros transitamos un camino único y que el tiempo nos ayuda a aprender. Si bien el tiempo es relativo científicamente hablando, nosotros lo experimentamos de una manera lineal justamente para que cada día de nuestras vidas sea mejor si aprendemos a controlar lo que si tenemos control, de adentro para afuera, si nos conocemos y disfrutamos de nuestra presencia y autenticidad.

No es fácil encontrar la felicidad en nosotros mismos y no es posible encontrarla en otra parte.

Agnes Repplier

Es importante que nos demos cuenta que sin espiritualidad, no somos nada y que ser espiritual no se trata de ir a meditar al Tíbet, sino con el compromiso con uno mismo y con el amor y la compasión con la que podemos vernos en situaciones ya sean pasadas, presentes o futuras difíciles, y no juzgarnos, para reencontrarnos con nuestra verdadera esencia, nuestra consciencia o supraconsciencia, esa parte de la mente que nos conecta con nuestra divinidad y nos ayuda a ser felices, ya que la felicidad se experimenta solo en el momento presente, en el disfrute de lo simple, de lo compartido con otros seres humanos o simplemente con la presencia divina dentro de nosotros mismos, lo único que sentimos desde el ego es placer y confundimos mucho placer con felicidad, por eso este mundo está lleno de ansiedad, de miedos, de depresión, de enfermedades por desequilibrios en el sistema nervioso.

Entiendo que cierta responsabilidad le corresponde a un sistema que se maneja de una forma incorrecta, y que prioriza las ganancias externas, pero no tiene en cuenta al ser humano, sus emociones, sus traumas, nadie nos enseña cómo sobrellevar momentos de frustración, pero si se premia siempre el éxito académico, nadie nos enseña educación financiera, pero se premia la independencia económica, nadie nos enseña inteligencia emocional, pero se nos pide “ser buenas personas y sanas”, tantos mandatos para un ser humano que no se conoce a él mismo, tantas exigencias para alguien que realmente no sabe lo que quiere, pierden al “ser” humano que habita dentro del cuerpo entre tanta demanda externa.

Existe una parte muy grande de nuestra sociedad supeditada por creencias obsoletas, pero por sobre todo superficiales, sufriendo porque creen que todo pensamiento es una verdad irrefutable y que si no alcanzan un estado o renombre no pueden definirse como seres humanos suficientes y felices, aunque en la vida ese placer dure segundos. Esta vida superficial nos lleva a acumular ganancias externas para otros y a no indagar en nuestro interior, a ser cada día más individualistas y menos conscientes.

Cada día avanzamos más en tecnología pero retrocedemos en amor propio y autoconocimiento, nuestro ego se va haciendo cada vez más grande y rígido, mientras que seguimos tratando de alcanzar la zanahoria, la vida se nos va de las manos porque hemos perdido nuestras prioridades entre tanto consumo. Hemos perdido la capacidad de disfrute por elegir lo que eligen todos, por no permitirnos ser quienes vinimos a ser. Y también hemos perdido la capacidad de hacer las cosas con amor y no por dinero, nos importa más lo que recaudamos, que la atención médica que podamos dar, y eso es un grave error, ya que la intención es lo que nos lleva a mejorar, no la acumulación de cosas externas. Está de más aclarar que esto no sucede solo con la medicina sino con todos los aspectos de nuestra vida, nos hemos perdido en un mundo superficial, donde el sentido de la vida se reduce a poseer, y desintegramos la mente, el cuerpo y el alma en pos de encajar en un sistema carente de integridad.

Escuchar nuestra consciencia o la voz del alma cada día se hace más difícil ya que tenemos una mente que no para y además ese miedo interno a quedar afuera, a no ser parte que se apodera de nosotros y hace que busquemos siempre ser iguales a los demás, cuando la verdad es que somos todos diferentes y no necesitamos lo mismo.

Vivimos en una sociedad inmersa en el victimismo donde se tiende a luchar para lograr títulos, jefaturas, tanta cantidad de seguidores o likes, básicamente aprobación externa y no nos damos cuenta que la sociedad nos crea la necesidad (porque juega con nuestro miedo a no encajar) y nos vende la cura, entre otras cosas para cubrir las falencias internas, nos llenamos de ropa, de autos, de casas, de modas, de gente, para no escuchar lo que nos pasa interiormente, porque hemos perdido conexión con el amor que somos y todo lo que ocurre en nuestro entorno nos afecta constantemente porque no sabemos usar la mente como instrumento y secundariamente no tenemos inteligencia emocional.

Hemos aprendido y heredado que si las cosas no son como nos gustaría debemos quejarnos y culpar, como si solucionaría algo, pero la culpa nos somete a un estado de victimismo acerca de un pasado que no podemos cambiar; creo que el paradigma actual es centrarnos en la responsabilidad que tenemos de conocer cómo funciona nuestra mente y nuestras emociones para entender lo que somos y dejar de identificarnos con nuestros pensamientos (que la mayoría vienen de creencias limitantes inconscientes) que muchas veces por no poder controlarlos nos llevan a estados de ansiedad crónica y depresión, sin hablar de todas las posibilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares, autoinmunes y de entrar en el mundo de la medicación psiquiátrica que no tiene fin si no encontramos un terapeuta que trabaje de raíz nuestros problemas y que nos enseñe que la medicación y la medicina tradicional en la mayoría de las patologías solo reduce síntomas y no trata de raíz lo que nos llevó a enfermar.

Deberíamos comenzar por cuestionarnos si somos todos iguales, si todos necesitamos no consumir carne, si todos necesitamos tener pareja o hijos, si todos necesitamos dejar de consumir completamente harinas, si todos necesitamos tener el último iPhone para encajar dentro de una sociedad superficial y ausente en seguridad. La seguridad que se nos mostró siempre fue la fuerza, pero la violencia jamás llevó a ningún lado, por lo tanto la verdadera seguridad habita dentro de nosotros, dice un mito que la escondieron donde a nadie se le ocurriría buscar y menos en medio de un mundo lleno de entretenimientos para todas las edades. La seguridad verdadera solo es posible cuando confiamos plenamente y para confiar es necesario adentrarnos en nosotros mismos, la verdadera seguridad solo se consigue aceptando quienes somos realmente. La persona verdaderamente segura no necesita defenderse, pues no tiene miedo de que la etiqueten, de que la juzguen o que pienses de ella, no necesita andar con un cartel que diga SOY SEGURA, la verdadera seguridad es interna y no necesita venderse a nadie, es una practica diaria y una aceptacion de quien realmente somos, siendo suficientes.

Nos venden de todo porque nos creemos carentes de sentido si no tenemos lo que se usa, lo que está de moda. Y no estoy en contra de tenerlos, sino que creo que hemos perdido la prioridad en esta vida que es ser felices eligiendo quienes queremos ser en vez de definirnos con cosas materiales transitorias que no nos va a importar cuando estemos en los últimos momentos de nuestra vida. Y que jamas nos daran la felicidad ni la seguridad que tanto anhela el ser humano.

Creo y lo he experimentado en mi vida y en mis pacientes que la mente necesita controlar, pero estamos haciendo mal el foco en el afuera, cuando lo que nos va a brindar seguridad más auténtica es poder controlar lo que pensamos, elegir nuestros pensamientos y dejar de autoboicotearnos por miedo a ser diferentes, controlar nuestras emociones y no dejarnos llevar por ellas a estados de sufrimiento interminables.

El famoso “libre albedrío” que tenemos nosotros es poder elegir qué pensamientos nos dan paz y cuáles generan una guerra dentro nuestro y la integridad que es pensar, sentir y hacer con coherencia solo se logra cuando puedo a través de la consciencia observar los pensamientos que vienen del ego y elegir un diálogo interno que pueda ser más amoroso y no esté a la defensiva, por lo tanto no este dirigido por el miedo.

¿No les parece loco que aunque tengamos las necesidades básicas satisfechas sigamos luchando por nuestra supervivencia (porque vivimos luchando o con miedo) como animales, en vez de ser humanos que se aceptan completamente? Esto sucede porque nuestro cerebro está intentando sobrevivir como primera medida y nosotros al no saber cómo funciona la mente vamos cambiando el miedo que antes teníamos a morir para conseguir un alimento, por miedos superficiales como no poder viajar, no poder tener el crecimiento profesional que tienen algunas personas, no sentirte suficiente haciendo lo que estás haciendo básicamente, porque vivimos en nuestra mente y por lo tanto comparandonos, eso crea una sensación de miedo casi constante que nos hace movernos hacia lugares y personas que ni siquiera sabemos si realmente suman en nuestra vida.

Sabiendo esto creo menester darnos cuenta de que somos responsables de lo que sentimos, pensamos y hacemos con eso, y la responsabilidad sí nos habla de un momento presente, no así la culpa que escarba en un pasado sin poder hacer nada para cambiarlo y además nos lastima por dentro y tampoco la ansiedad que intenta adivinar un futuro totalmente impredecible.

El despertar de nuestra conciencia es fundamental para darnos cuenta de todo lo que podemos hacer por nosotros mismos para sentirnos mejor; como reducir el sufrimiento (o estrés) y controlar nuestras emociones. Cuestionarnos nuestro estilo de vida es súper necesario, necesitamos tomarnos un espacio entre tanto caos para darnos cuenta cuántas veces vivimos más en interpretaciones mentales, discutimos con personas que amamos por tener razón, vivimos especulando, hacemos futurologia para intentar controlar lo incontrolable, conociendo solo una parte de cómo funciona nuestra mente (ya que la mente funciona solo en momento presente) y vivimos compitiendo y sintiéndonos muchas veces mejor y otras muchas tanto peor que los demás por no poder tener o ser lo que nos gustaría, porque hay un modelo a seguir, porque en nuestra sociedad seguimos hablando de ideales totales cuando deberíamos comenzar a hablar de parcialidad, ya que los ideales no existen y jamás se cumplieron, la pareja perfecta, el vivieron felices para siempre, la idea de la salud perfecta, la idea del cuerpo perfecto, no existen como conceptos absolutos, sino como ideales a seguir a los que nunca vamos a llegar porque somos seres humanos diferentes y porque perseguir constantemente ideales es condenarse a la infelicidad, pero solo lo entenderemos cuando podamos integrar nuestras sombras y dejemos de resistirnos a ser solo “buenas” personas, ya que la bondad o la maldad son puramente conceptos, mientras podamos ver con compasión los límites del otro, debemos entender que en esta vida nos vamos a equivocar para aprender y eso no nos define como malas personas, sino como seres humanos que estamos intentando aprender para crecer. Eso creo es la verdadera humildad. Y tal vez muchas veces podemos lastimar a alguien incluso en este camino de crecimiento espiritual, justamente porque no podemos controlar las emociones del otro, podemos intentar hacer lo mejor posible, pero jamás vamos a poder controlar lo que percibe el otro y como lo siente y no es nuestra culpa.

Podemos elegir cómo ver nuestra vida, dándonos cuenta de que siendo inconscientes solo repetimos información creada por otros y para otros y creemos en las verdades que nos venden sin ponernos a pensar si realmente es lo que elegimos.

Si en tu camino luchaste por la perfección como yo, porque pensaste que así podría ser, sufriste el triple de lo que deberías, ya que la perfección no existe y lo que puede ser perfecto para vos, para otra persona no lo es. Entonces, cuestionarnos es fundamental, y es la herramienta más útil que podemos utilizar para comenzar a despertar la conciencia y desde allí crear nuevas redes neuronales para poder mejorar nuestra calidad de vida.

Los invito a cuestionar su vida y dirigirla hacia lo que su intuición y cuerpo necesita, para encontrar La Paz es necesario ser uno mismo siempre.

Gracias

Identificarnos nos limita

Viví muchas experiencias en mi vida que fueron tan dolorosas que empezaron a crear preguntas en mi interior, ¿quién soy?, ¿a qué vengo a la tierra?, ¿por qué todo es transitorio, pero lo creemos permanente?, ¿quién es Dios?, ¿qué hay de verdad en las religiones?, y hoy por hoy entiendo las patologías mentales y las psicosomáticas de una manera diferente. Al ser altamente sensible, un rasgo de personalidad del 20 % de la poblacion, siempre senti de manera muy fuerte, por lo tanto hasta no ser consciente, habia sufrido tanto en mi vida con pocos años que creo que eso me llevo a darle una vuelta de rosca a la vida.

Estudie medicina en Corrientes capital, el primer año fue tan duro y yo era tan exigente conmigo misma que dormía unas pocas horas por día para llegar a ser “alguien”, primera creencia errónea que logré borrar de mi inconsciente, y cuando digo ser alguien hablo de tener una carrera universitaria, no nos podemos definir por un título y nadie es más que nadie por tenerlo o no, simplemente son elecciones y no por eso te hace ser mejor persona. Mi personalidad perfeccionista fue algo que me acompañó en el sufrimiento muchísimo tiempo, pero hablaré de ello más adelante. Dormia 3 hs por dia para poder estudiar mas de 8 hs para ingresar a la carrera.

El primer año de medicina fue súper exigente, y con mi personalidad perfeccionista fueron la combinacion fatal. El filtro en el ingreso hace que por lo menos 60 % de las personas que quieren estudiar la carrera queden afuera, nose si está bien o mal, pero es lo que sucede.Hoy pienso que el filtro deberia ser un examen psicotecnico, no evaluar capacidades para memorizar.

Decidí estudiar medicina porque siempre supe en mi interior que tenía que ayudar a la gente de alguna manera. Ese mismo año cuando estaba estudiando para rendir anatomía, había sacado las materias de 1 er año y solo me quedaba anatomía para marzo.

Estaba yendo con el que era mi pareja en ese momento a su casa y comencé a sentir hormigueo en la pierna derecha que se fue extendiendo hasta el brazo y luego a la cara, no podía hablar, se me caía el agua por el lado derecho de la boca, se me paralizo la mitad del cuerpo por más o menos una hora, vino toda mi familia, desesperados por entender que me estaba pasando, siempre fui una persona muy sana, me hablaban, yo no respondía, básicamente es como que me fui un toque de este mundo, hasta que volvió mi conciencia, luego me internaron 2 semanas para descartar toda patología orgánica que podría haberme llevado a ese estado. Vomité muchísimo, tuve fiebre, migraña que no cedía con nada, se me trababa la lengua para hablar a veces, tuvieron que descartar ACV, meningitis, encefalitis y alguna que otra enfermedad autoinmune. Esto duró más o menos un mes, hasta sentirme dentro de todo mejor. No encontraron nada en ningún estudio, hoy les puedo decir del poder que tiene la mente, en ese momento no entendía nada de la vida, necesitaba pasar por varias cosas para romper mi ego y buscar en lo más profundo de mi.