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El gran duque de Gandía es un auto sacramental de Pedro Calderón de la Barca, género en el que llegó a alcanzar la plenitud, al combinar a la perfección con su talento natural, amante de la pintura y de las sutilezas y complejidades teológicas.
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Seitenzahl: 36
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Pedro Calderón de la Barca
(apócrifo)
Saga
El gran duque de GandíaCover image: Shutterstock Copyright © 1639, 2020 Pedro Calderón de la Barca and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726499742
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
AUTO SACRAMENTAL HISTORIAL ALEGÓRICO.
EL GRAN DUQUE DE GANDÍA, SAN FRANCISCO DE BORJA
PERSONAS:
La Vanidad la Primavera
El Hombre la Tierra
El Demonio la Religión
El Paraíso la Natoraleza
El Estío el Invierno
[el Otoño]
Descúbrese la Vanidad en un caballo.
VANIDAD Caballo desbocado
el Espíritu Santo me ha llamado
de la Sabiduría soberana
a mí, que soy la Vanidad humana,
que en confusos indicios 5
de ambición soy el vicio de los vicios,
cuando vertiendo espuma,
rayo sin resplandor, ave sin pluma,
veloz penetro el viento,
esfera de rigor y de tormento; 10
y no sujeta al freno
de humildad, es mi aliento mi veneno,
que a turbar se desata
el globo de cristal, orbe de plata
que es asiento felice 15
y escabelo de Dios (David lo dice);
del cielo desterrada
con la soberbia corro despeñada
en plumas de mi fuego,
y en el silencio de la noche llego 20
al piélago profundo
de la obscura prisión, centro del mundo,
velado reino donde
la luz se ciega, el resplandor se esconde.
Aquí, de la tiniebla 25
el príncipe, entre obscura y parda niebla,
noche lóbrega y triste,
palacios melancólicos asiste.
A su dosel me atrevo
con nueva furia, con aliento nuevo, 30
porque mi voz y su rigor asombre
a la imagen de Dios hermosa, al Hombre
que su favor recibe,
y cuando vivo en guerras en paz vive.
Príncipe soberano 35
a cuyo brazo fuerte, a cuya mano
el centro de la Tierra
preñado de portentos hace guerra
a esos puros cristales
que de imágenes constan celestiales, 40
si mi fuego te inflama
el pecho, ¡oye mis voces!
Sale el Demonio.
DEMONIO ¿Quién me llama?
VANIDAD Quien propagar procura...
DEMONIO ¡Oh Vanidad, adoro tu hermosura!
VANIDAD ...tu imperio de las sombras de Occidente 45
al rosicler hermoso del Oriente.
DEMONIO Mucha es tu gracia y tu belleza mucha.
¿Qué quieres, Vanidad?
VANIDAD Atiende, escucha.
Yo, la Vanidad humana,
príncipe de la Soberbia, 50
en el horror de la noche
llego a llamar a tus puertas,
a despertarte del sueño
en que descansan tus penas
del letargo en que te duermes 55
y del frenesí en que velas.
Vengo en alas de mi fuego,
desbocada por esferas
de cristal, que es toda plumas
la Vanidad, y así vuela. 60
Tú, capitán general
de aladas inteligencias,
comunero de los cielos
que contra la omnipotencia
de Dios en su misma corte 65
enarbolaste banderas,
¿cómo descansas, si puedes
descansar, y no te acuerdas
de tu agravio? Un afrentado,
¿cómo es posible que duerma? 70
Gracia y belleza perdiste,
si bien guardaste la ciencia;
pues di, de tantos agravios,
¿cómo, cómo no te vengas?
¿Y de otro mayor, que agora 75
Dios del polvo de la tierra
hizo al Hombre y del imperio
que perdiste —¡qué bajeza,
qué agravio, qué sentimiento,
qué furia, qué horror, qué afrenta! — 80
le ha nombrado sucesor?
¿Y quieres que el Hombre sea
dueño del imperio tuyo?
¿Cómo? ¿Que a ti te prefiera
el barro, el polvo, el gusano, 85
siendo tú más pura y bella
criatura? ¿Quieres saber
a cuánto este agravio llega?
Pues oye casos futuros
que el cielo me representa, 90
que como yo subo tanto,
tal vez toco las estrellas
con la mano, y así sé
tan varios sucesos de ellas.
Uno, en fin, de este linaje, 95
lleno de honor y nobleza,
virtud, humildad y amor,
tendrá vida tan perfecta,
que de mí ha de hacer desprecios
siendo señor... Más no quieras 100
saber que saber que hay uno
que la Vanidad desprecia.
Grande duque de Gandía
en el reino de Valencia
será, y de la emperatriz 105
María, divina y bella,
el mayordomo mayor,
ilustrando su nobleza
las ilustrísimas casas
Medina, Esquilache y Lerma, 110