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El laberinto del mundo es un auto sacramental de Pedro Calderón de la Barca, género en el que llegó a alcanzar la plenitud, al combinar a la perfección con su talento natural, amante de la pintura y de las sutilezas y complejidades teológicas.
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Seitenzahl: 61
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Pedro Calderón de la Barca
JESÚS, MARÍA, JOSEF
Saga
El laberinto del mundoCover image: Shutterstock Copyright © 1677, 2020 Pedro Calderón de la Barca and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726499698
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
(Año de 1654)
PERSONAS
En el primero carro que será una galera negrasobre ondas de llamas, pintados sus gallardetes dedragones, y por quilla de su proa una serpiente,aparecerá en la proa el Furor, junto al árbol mayorla Envidia y al remo en una banda el Hombre decautivo, y en otra la Malicia y otros cuatro forzados, dos a cada lado, y mientras se representan losprimeros versos, da vueltas al tablado.
Furor Amáinese la vela,
y sin las alas con que nada o vuela
ese neblí marítimo del viento,
boreal delfín del húmedo elemento,
al impulso no más del remo trate 5
vencer las iras de uno y otro embate,
con que el aire y el mar nos hacen guerra,
hasta tomar el puerto; en cuya tierra,
cierta la entrada, incierta la salida,
el laberinto yace de la vida; 10
porque ya que pirata me disfama,
alguien que bestia de la mar me llama,
es bien mostrar que el atributo apruebo,
cuando del corso que he corrido, llevo
al Hombre, y sus Afectos amarrados, 15
al remo destinados,
a ser pasto del monstruo, que en su centro,
de humanas vidas se alimenta dentro:
y así, rompiendo la erizada valla
del golfo del vivir, boga canalla. 20
Hombre Si en sagradas lecciones,
tal vez las aguas son tribulaciones,
aún cuando voluntario sus festivas
playas navega el Hombre en aguas vivas;
mal hoy forzado, a contrastar se atreve, 25
en muertas aguas páramos de nieve,
contra la dura desigual batalla
de opuesto temporal.
Furor Boga canalla,
sin que tu Culpa extrañe mi castigo,
puesto que tu Malicia va contigo, 30
y los varios Afectos que tras ella
derrotaron el rumbo de tu estrella,
hasta dar en mis manos.
Malicia Ya sé, Furor, que en piélagos humanos
la divina justicia 35
de Dios condena al Hombre y la Malicia
de sus Afectos, al fatal extremo
del remo del vivir trae; pero el remo,
para romper deste aterido yelo
la verdinegra bruma, no se halla 40
con fuerzas mi poder.
Furor Boga canalla.
Todos ¡Cielo, piedad en tanto desconsuelo!
Furor Cerrado está, no hay qué llamar al cielo:
y tú, Envidia, pues fuiste
la que a la muerte abriste 45
la puerta la primera,
ya que no puedes penetrar la esfera
del sol, al tope de esa gavia sube,
y coronando de una, y otra nube
el rizado penacho de tus plumas, 50
arbitrio infiel de ráfagas y espumas,
mira si algún celaje,
a pesar del ultraje,
que olas amontonando, nos le encubre;
del mundo el laberinto se descubre, 55
a que van condenados
(ya lo dije) estos míseros forzados,
a quien la ley de su infelice suerte
llamó a la vida, y destinó a la muerte.
Sube la Envidia en elevación arrimada al árbol mayor y da la vuelta la nave.
Envidia Ya elevada en el viento, 60
con las fáciles alas de mi aliento,
registro la campaña,
que transmutó de piélago en montaña
ingeniero el motín de la tormenta;
y por más que la vista mire atenta 65
poner al mar en varios horizontes,
titán de nieve, montes sobre montes;
sola una nave veo,
que al parecer también trae su deseo
en demanda del puerto, 70
quizá del mismo bárbaro desierto;
pues dice al huracán que la acomete.
Da vuelta la nave que estará fundada sobre ondasde nubarrones azules y sus flámulas encarnadascon hostias y cálices, y vese en la popa Teos de galán, la Caridad en el árbol mayor, y la Inocienciaen la proa, y los músicos de marineros.
Teos ¡Amaina la mayor!
Caridad ¡Hiza el trinquete!
Teos ¡Alarga la bolina!
Inociencia Hoy serán estos piélagos la ruina, 75
con sañuda violencia
grande, Teos, de ti y de tu Inociencia.
Teos No temas, que esta nave,
que nadar y volar a un tiempo sabe,
aunque se ve impelida, 80
contrastada será, no sumergida,
porque navega al norte de una estrella,
con quien el sol su resplandor no mide;
pues como estrella de la mar preside
a los influjos de ella, 85
intacta, pura, clara, limpia y bella;
en cuya confianza, hasta la entena,
pues de plumas de amor te miras llena,
¡oh, Caridad, asciende, y de ella avisa,
si población o monte se divisa! 90
Sube la Caridad en elevación, arrimada al árbol yda vuelta la nave.
Caridad Ya en el viento elevada,
dejando una galera zozobrada,
de la tormenta que también padece,
paso adelante, donde se me ofrece
el lejano celaje de una sierra. 95
Envidia Ya el puerto se descubre; tierra.
Caridad Tierra.
Inociencia ¿Eso dices tan fría?
Dilo, pidiendo albricias de alegría.
Dan vueltas la galera y la nave cantando Esperanza y Envidia y respondiendo Furor a cada una.
Esperanza Mortales, albricias...
Coro 1.° Mortales, albricias... 100
Envidia Albricias, mortales…
Coro 2.° Albricias, mortales…
Esperanza … que ya destos golfos…
Coro 1.° … que ya destos golfos…
Envidia … que ya destos mares… 105
Coro 2.° … que ya destos mares…
Esperanza … vencidas las sañas…
Coro 1.° … vencidas las sañas…
Envidia … templadas las iras…
Coro 2.° … templadas las iras… 110
Esperanza … el puerto se ve…
Coro 1.° … el puerto se ve…
Envidia … la tierra se mira…
Coro 2.° … la tierra se mira.
Todos Albricias, mortales, albricias, albricias. 115
Habiendo dado una y más vueltas pasan de costadoal tablado.
Furor A costa, a costa, pues ya
a vista del puerto, cesan
las iras del mar.
Teos A costa,
pues ya el mar sus furias templa.
Unos Buen viaje.
Otros Buen pasaje. 120
Furor Haced salva a esas riberas.
Disparan de la galera.
Teos No hagáis a esos montes salva.
Furor Por si acaso sale a ellas
Ariadna.
Teos Que no es tiempo
que yo con estruendos venga. 125
Unos Buen viaje.
Otros Buen pasaje.
Furor Echa el áncora y aferra.
Teos Echa la sonda y da fondo.
Los Dos Y digan voces diversas.
Todos Y Música Mortales, albricias, 130
albricias, mortales,
que ya destos golfos,
que ya destos mares,
vencidas las sañas,
templadas las iras, 135
el puerto se ve,
la tierra se mira,
albricias mortales, albricias, albricias.
Furor Ya que inquietamente quieta
la quilla está sobre el ferro, 140
conmigo al esquife venga
ese mísero cautivo,
y amarrado a la cadena,
arrastre tras su Malicia
sus afectos y potencias. 145
Aquí pasan nave y galera de costado al tablado dela representación.
Hombre ¡Si esto es nacer a morir,
Dejan todos los remos y levantándose con cadenasa los pies bajan por el escotillón que subieron.
siendo en metáfora nueva,
deste bajel las entrañas
las que en su seno me engendran,
con cuyo dolor de parto 150
la Humana Naturaleza
me aborta, paciencia, cielos!
Los