El poder del conflicto - M. B. Auri - E-Book

El poder del conflicto E-Book

M. B. Auri

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Beschreibung

Las adicciones, los tatuajes, la reacción de un bebé, la conducta del adolescente rebelde, los puntos de vista de los miembros de una pareja, la actitud de un jefe o compañero de trabajo y demás personas que nos rodean; tanto en la vida real como en la virtual, al igual que nuestros actos y decisiones, en oportunidades conducen a conflictos que parecen no tener explicación. No obstante, la abogada M. B. Auri, en este libro presenta cinco tácticas que destacan el porqué del conflicto, a través de relatos verídicos, basados en hechos de la vida cotidiana. Las historias descritas no hacen referencia a juicios, temas legales abstractos o confusos, ni a complejos conflictos internacionales. Por el contrario, se refieren a personas comunes: padres, hijos, trabajadores, esposos, amigos, compañeros de estudio… M. B. Auri ofrece un análisis del ser humano y su entorno, expone casos que con seguridad movilizaran tus emociones; posiblemente te identifiques con alguno de los personajes. Una vez que hayas leído este interesante libro, te cambiará la perspectiva en al menos un aspecto de la vida.

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Seitenzahl: 129

Veröffentlichungsjahr: 2017

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M. B. Auri

El poder del conflicto

5 tácticas para comprender diversos problemas de la vida

@paraobservar

M.B.Auri

El poder del conflicto 5 : tácticas para comprender diferentes problemas de la vida / M.B.Auri. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2017.

120 p. ; 20 x 14 cm.

ISBN 978-987-761-012-3

1. Autoayuda. I. Título.

CDD 158.1

Editorial Autores de Argentina

www.autoresdeargentina.com

Mail: [email protected]

Coordinación de producción: Helena Maso Baldi

Diseño de portada: Justo Echeverría

Maquetado: Eleonora Silva

Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723

Impreso en Argentina – Printed in Argentina

Mención especial

A los seguidores que inspiraron de alguna manera mis expresiones publicadas en la cuenta de instagram@paraobservar, durante el desarrollo de este Ebook, en especial a:

@yeehoc

@azul8260

@roxypazp

@bettsy.mtz

@omarmac1

@mulleraguila

@ainhoahg_20

@bella_solecito

@eduutorres95

@robertohalcon1

@fabi_de_la_rosa

@danielatovarherna

@ladybug.marinette.adrien

Índice

Prefacio

Primera táctica

Conflicto

Destacados doctrinarios del conflicto

Conflicto como dificultad

Conflicto como oportunidad

¿Es posible vivir sin conflictos?

El conflicto en el transcurso de la vida

Nadie cambia

Conflicto vs. violencia

Intereses y posiciones

Persuasión vs. manipulación

Expectativas

Segunda táctica

Humanos

Seres independientes

Seres sociales

Adán, Eva y el chimpancé

La oxitocina

Afecto

La excepción

Tercera táctica

Comunicación

Aspectos de la comunicación

La mirada y el tacto

La voz

La autenticidad

La actitud y la postura

Los gestos corporales

El lenguaje verbal

La escucha

Tema de interés

En los zapatos del otro

Energía de los seres humanos

Creencias y puntos de vista

Open mind

Concepto y valor

Reciprocidad

Dar el 100%

Relaciones internacionales

Cuarta táctica

Inteligencia emocional

¿Qué han dicho los expertos respecto a la inteligencia emocional?

La inteligencia emocional y el sistema inmunológico

Sentimientos y pensamientos

Tipos de sentimientos

Positivos

Negativos

Nuestros sentimientos

¿Cómo identificamos nuestros sentimientos?

Manifestar nuestros sentimientos

Gestionar nuestros sentimientos

Reconocer sentimientos de los demás

Leer personas

Tatuajes

Vicios

Redes sociales

Placeres

Quinta táctica

Modelos de percepción

Visuales

Auditivos

Kinestésicos

Reflexiones finales

Prefacio

Mi pasión por la resolución pacífica de conflictos me ha con­ducido desde siempre a intentar comprender generalidades sobre el comportamiento de los seres humanos, con el propósito de identificar aspectos que nos motivan a ejecutar determinadas acciones.

Por ello, presentaré argumentos surgidos de constantes estudios y análisis de la vasta bibliografía que existe, así como del resultado de distintas vivencias surgidas en el trayecto de mi vida, relacionadas con los temas expuestos.

A modo de ilustración, me basaré en anécdotas personales; en las de mis allegados y en la vida de algunos famosos, pro­curando plantear de manera sencilla distintos procesos que envuelven las complejas relaciones humanas.

Con la intención de aportar conocimientos que permitan encontrar respuestas a ciertas vicisitudes de la vida, elaboré una exposición de motivos que, sin duda, podrá orientar al lector a reconocer El poder del conflicto.

Para lograrlo, es importante comprender el conflic­to, identificar cualidades de los seres humanos, admitir peculiaridades de la interacción social, tomar en cuenta la inteligencia emocional y reconocer los modelos de percepción.

En este sentido, desarrollaré de manera elemental con ejemplos de la vida cotidiana; cinco tácticas principales que podemos aplicar para conocernos nosotros mismos, comprender a los demás y así alcanzar mejores relaciones.

Los relatos expuestos en esta obra se basaran en historias reales, los nombres de algunos protagonistas fueron alterados para salvaguardar su identidad.

¿Conoces el poder del conflicto?

Primera táctica

Comprender el conflicto

El hombre nació en la barbarie, cuando matar a su semejante era una condición normal de la existencia. Se le otorgó una conciencia. Y ahora ha llegado el día en que la violencia hacia otro ser humano debe volverse tan aborrecible como comer la carne de otro.

Martin Luther King

Conflicto

En el proceso de comunicación es posible que se presenten malos entendidos o diferencias, bien sea porque se tergiversa el mensaje, por disparidad de necesidades, puntos de vista, caracteres, intereses, posiciones o escasez de recursos, que traen como consecuencia la confrontación.

El conflicto siempre estará latente. Por ejemplo, los bebés, aunque no pueden confrontar con palabras, manifiestan con llantos cualquier incomodidad, como no estar a gusto con el alimento, el abrigo, el lugar donde se encuentran, las caricias recibidas y otras.

Los niños, por su parte, experimentan diferencias con sus familiares, amigos, compañeros de clases; el adolescente, debido a los cambios hormonales, puede aumentar la posibilidad de conflicto y el adulto, finalmente, experimentará en su vida diaria diferencias con quienes lo rodean, hasta el último día de su existencia.

Los conflictos se clasifican en intrapersonales e interpersonales. Los últimos, que son los que hoy nos atañen, pueden ser de tipo familiar, laboral o social; entre dos o más personas, en pequeños o grandes grupos, generalmente por diferencias ideológicas en aspectos económicos, políticos, religiosos, sociales o de cualquier otra índole.

Destacados doctrinarios del conflicto

El conflicto como dilema existencial del ser humano ha sido analizado por innumerables estudiosos con diferentes perspectivas; a continuación se destacan algunas frases célebres:

Sun tzu (544-496 a. C.): “La mejor victoria es vencer sin combatir”.Nicolás Maquiavelo (1469-1527): “No hay guerra que evitar; solo puede ser pospuesta en la ventaja de otros”.Karl Marx (1818-1883): “Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad, es una historia de lucha de clases”. Jean Paul Sartre (1905-1980). “En el fútbol todo se complica por la presencia del equipo rival”.Lewis Coser (1913-2003): “Todavía hay esperanza, cuando nos enfrentamos sin prejuicios a un problema sin solucionar. Sin embargo, no hay esperanza si actuamos como si el problema no existiese”.

En el transcurso del tiempo el conflicto ha sido analizado por destacados pensadores que marcaron la historia con sus análisis, que si bien, poseen visiones distintas, al final hacen referencia al concepto en sí mismo.

Conflicto como dificultad

Se percibe como una situación no deseada, algo negativo, que provoca fuertes emociones, difíciles de controlar, genera desgaste personal, grupal o social, la comunicación se torna insegura, generalmente se utiliza para intimidar al otro.

Se genera falsa percepción de la realidad respecto a nosotros, la contraparte, las circunstancias y los hechos; existe predisposición de lucha; se tiende a medir fuerzas.

Se incrementa la sensación de diferencias y disminución de similitudes entre las partes, puede llevar a desintegrar parejas o grupos, existe la posibilidad de violencia.

Conflicto como oportunidad

Es inherente al ser humano, es parte de nuestra naturaleza, posibilita gestionarse con respeto y de manera positiva para fortalecer vínculos entre las personas y grupos, genera confianza en relaciones que sobreviven a desacuerdos.

Puede desarrollarnos como personas con mayor flexibilidad, enriquecer nuestra percepción, ampliar nuestro aprendizaje y generar cambios o mejoras.

Pensemos en aquellas personas que la mayoría de las veces están de acuerdo con nosotros, ¿realmente nos manifiestan lo que piensan o simplemente nos están diciendo lo que queremos oír? No todo debe ser consenso, ni confrontación, la comunicación sincera conduce a un sano compartir.

¿Es posible vivir sin conflictos?

El conflicto es la consecuencia de vivir en sociedad, las disputas entre los seres humanos son naturales por la esencia que nos define a cada uno como diferentes. El conflicto muchas veces es el pilar de cambios y evoluciones que favorecen a personas y sociedades.

Con frecuencia pensamos que las otras personas deben actuar como lo haríamos nosotros; en ocasiones, nos sentimos dueños de la verdad, nos hacemos falsas expectativas, que al no cumplirse, pueden generar frustración o contradicción.

Es imposible vivir sin conflictos, naturalmente no somos todos iguales; de hecho, los grandes avances de la humanidad se deben a la diversidad de pensamientos.

El progreso social surge en gran medida de las diferencias de ideas, lamentablemente, la mayoría de los avances tecnológicos y soluciones de la vida diaria han surgido como consecuencia de diversos enfrentamientos bélicos.

La vida sin conflictos sería monótona, no tendría sentido. Según estadísticas emitidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los índices más altos de suicidios pertenecen a los países con mayor estabilidad económica, política y social.

El conflicto nos ayuda a crecer y desarrollarnos como individuos. No es casual que detrás de muchos empresarios, deportistas o artistas exitosos haya difíciles historias de vida. Las desavenencias que se presentan nos permiten apreciar lo bueno que nos sucede; en determinados casos hasta nos inspiran para salir adelante y progresar.

A propósito, el escritor y conferencista estadounidense John Maxwell, experto en temas de liderazgo, argumentó: “Si quieres impresionar a las personas, háblales de tus éxitos. Si quieres impactarlos, háblales de tus fracasos”.

Por tal razón, es posible que los conflictos sean la base o el impulso de cualquier éxito, indiscutiblemente, la superación de los fracasos nos hará crecer como personas.

El conflicto en el transcurso de la vida

Existen infinidad de conflictos, imposibles de clasificar en esta oportunidad. A continuación, reseñaré ejemplos cotidianos, a efectos de ilustrar las diferencias que se nos pueden presentar en el transcurso de la vida, al relacionarnos con las demás personas.

Robertito y sus padres

Martha, una antigua conocida, de casi cuarenta años, días previos al nacimiento de sus mellizos, y su marido, Roberto, no paraban de hablar de las expectativas de ser padres por primera vez. Ella, ama de casa, entregada por completo a su hogar; él, un arquitecto muy destacado en la ciudad.

El 23 de febrero de 1999, nacieron Rubén y Robertito, todo salió perfecto, los niños hermosos, en buenas condiciones de salud; recuerdo ver a familiares y amigos reunidos celebrando aquel acontecimiento.

Al transcurrir los días, incluso meses, Martha y Roberto notaron que Rubén dormía de noche y Robertito de día. La madre entró en una fase de ansiedad y el padre de agotamiento, las discusiones entre ellos eran constantes y subidas de tono.

Después de innumerables charlas con varios amigos y consultas al pediatra, resultó que el bebé padecía de lo denominado reloj invertido, una situación en la que el recién nacido confunde la noche con el día, alteración común en algunos recién nacidos, que Martha y Roberto desconocían por completo.

Carlos y su mamá

Diana, una ex compañera de trabajo, me contaba que su hijo Carlos, de ocho años, desde hacía más de tres años, no le gustaba bañarse y siempre se generaban discusiones en torno al tema.

En oportunidades, Carlos entraba al baño, abría la ducha y simulaba asearse, pero en ningún momento mantenía contacto con el agua. Esta situación estresaba a Diana, porque tenía más de tres años tratando de convencer a su hijo de lo necesario que era bañarse diariamente y no lo lograba.

Hasta que Diana perdió los estribos y golpeó muy fuerte a Carlos para hacerlo entender que debía bañarse, situación que la llevó ante la justicia perdiendo la Guarda del niño ante la demanda que presentó su padre.

Natalia y Romina

Cuando comencé a estudiar en la universidad, en plena adolescencia, tenía dos compañeras que cursaron estudios juntas desde que eran niñas, siempre fueron vecinas y buenas amigas.

Natalia y Romina se acompañaban casi en todo momento, iban a muchas fiestas juntas y tenían la mayoría de amigos en común, entre ellos, a mí. Al pasar los primeros meses de nuestro ingreso a la universidad, Natalia se hizo novia de un compañero de clases, muy simpático y bien parecido.

Romina, por su parte, continuaba sola, pero la relación entre ellas iba muy bien, hasta el día que Romina hizo una fiesta en su casa e invitó a Natalia, quien fue acompañada de su novio.

A la fiesta asistió mucha gente, porque Romina era una chica muy popular. El lunes siguiente Natalia y Romina no se dirigían la palabra, se distanciaron por completo, estaba cada una por su lado. No me imaginaba qué había pasado, ni pregunté, pensé que era una de las discusiones de siempre. Este conflicto, trajo como consecuencia la disolución de una gran amistad.

Después de unos días, Natalia me comentó que Romina estuvo coqueteando con su novio toda la noche y que en algún momento los encontró besándose. Al pasar los años me enteré por Facebook que Romina se había casado con aquel chico, con el que procreó dos hijos; de Natalia nunca más tuve noticias.

Antonio y Joaquina

Antonio y Joaquina son mis tíos maternos, hace poco, después de veinticinco años de casados, me comentaron que uno de los principales conflictos que presentaban al inicio de su convivencia fue definir en qué lado de la cama dormir, porque ambos coincidían en su deseo de ocupar el lado derecho y cada uno por motivos diferentes.

Aunque para algunos parezca insignificante, para otros, ocupar determinados espacios resulta de vital importancia.

Mi hermana, por ejemplo, cuando era niña, consideraba fundamental el espacio que ocupaba en casi todas partes, tenía su lugar favorito en el auto, la mesa del comedor, el sofá, la sala de juegos y el dormitorio; mientras que para mí era totalmente indiferente, a ella le resultaba indispensable para disfrutar el momento.

En el caso de mis tíos, ambos luchaban por esta misma razón, hasta que acordaron dividirse los tiempos para ocupar el mismo lugar.

Doña Elvira y la enfermera

La abuela de mis primas era casi mi abuela, desde pequeña, Doña Elvira vivía pendiente de mí. Cuando la visitaba me preparaba comida, se preocupaba por todo lo que me pasaba y me consentía tanto como a sus dos nietas, aunque nunca le dije abuela, el cariño que sentía por ella era muy grande.

Doña Elvira cada vez que avanzaba con la edad, se aferraba de algunos caprichos, después de cumplir 80 años, quería consumir dulces y dejar de tomar medicamentos.

La enfermera que la cuidaba permanecía en una lucha constante para lograr cumplir con el tratamiento indicado, así llegó a la edad de noventa y ocho años, cuando sin mayores complicaciones se despidió de este mundo.

He presentado situaciones cotidianas, que si no se tratan a tiempo pueden desencadenar en graves conflictos; como maltratos físicos o separaciones, por consiguiente, es importante tener presente que el desacuerdo puede ser constante con familiares, amigos, parejas y demás conocidos o desconocidos, la clave está en saber gestionarlos.

Como hemos visto, es infinito el abanico de opciones para la creación de un conflicto. En este sentido, puedo destacar que los trabajadores, por ejemplo, además de presentar diferencias con sus compañeros de trabajo, también pueden hacer reclamos individuales o colectivos a su patrono.

Los empresarios, inversionistas o emprendedores, por su parte, pueden experimentar diferencias con sus socios, empleados, proveedores, clientes o competencia, al respecto, se pueden destacar las protestas obreras durante la Revolución Industrial, un ejemplo más reciente serían las protestas que se han presentado en distintos países contra Uber, la empresa internacional que ofrece a sus clientes una red de transporte privado, a través de su software de aplicación móvil.

Los Estados presentan disputas entre sí por la ocupación de territorios u otros intereses para su nación, como es el caso del conflicto entre Palestina e Israel.

Los religiosos pueden no coincidir en sus creencias y posiciones, como por ejemplo, los testigos de Jehová que no admiten transfusiones de sangre, mientras que los católicos sí; igualmente, las colectividades tienen la posibilidad de reclamar ante el Estado y la sociedad reconocimientos comunes, como la lucha por los derechos civiles de las mujeres.

Nadie cambia

Es una constante que algunas personas tienen clara, pero inconscientemente la dejan pasar y piensan respecto a los demás “lo voy a hacer cambiar”, resulta que podemos cambiar algunas conductas y pensamientos propios, más no, ajenos.

Las personas recién enamoradas, por ejemplo, casi nunca notan los defectos de su pareja. Si hay algo que no les agrada, muchas veces llegan a pensar que en el futuro lograrán cambiar esos determinados rasgos de la otra persona y después de un tiempo, se presentan constantes conflictos en torno a esas circunstancias.

Pensar que vamos a cambiar aspectos en la otra persona como, por ejemplo, su forma de vestir, de administrar las finanzas propias, conducir el auto o el concepto de puntualidad, es prácticamente un error, si bien, no es imposible, es poco probable, debido a que muchas veces se trata de conductas innatas de la persona.