Erhalten Sie Zugang zu diesem und mehr als 300000 Büchern ab EUR 5,99 monatlich.
Todo es como tiene que ser. Todo está como tiene que estar. Todo lo que ocurre no es bueno ni malo. Todo contribuye a la evolución. No soy culpable, todo me enseña. Siempre aparece la persona justa en el momento justo. El enemigo y el amigo son lo mismo, son maestros que nos enseñan a superarnos. En este universo nada está al azar, todo tiene un porqué. Todo tiene una razón de ser, ya sea que lo comprenda o no. Todo es parte de un plan evolutivo para mayor beneficio de todos en el Todo.
Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:
Seitenzahl: 31
Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:
El poder
del pensamiento evolutivo
El poder
del pensamiento evolutivo
Daniel Marcelo Godoy
© de esta edición, Daniel M. Godoy
Buenos Aires, Argentina
Director Editorial: José Marcelo Caballero
Colaborador: Javier Valentín Espósito
ISBN - 978-987-47607-7-7
Primera edición ilustrada 2021
Diseño de tapa: Mercedes Dejar
Diseño de interior: Maitreya Design
Reservados todos los derechos.
Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en, transmitida por un sistema de recuperación, en ninguna forma ni por ningún medio, sin el permiso expreso por escrito del autor.
Impreso en Argentina
Printed in Argentina
El Sendero
Entonces caminé por un sendero de piedras y espinas, pero mis ojos miraban al sol naciente en el horizonte infinito y mi espíritu bebía del agua que el camino ofrecía a mis preguntas
Yo no sabía quién era. La incertidumbre increíble de sentirme nada, el terror de no ser, la nube gris que nublaba mi yo, el afán de seguir, la mirada sin vida del mundo que giraba (que gira), siempre igual, sin respuestas; esclavos del miedo, del dolor, del no puedo. Pero yo caminaba…
De pronto quise que las espinas del camino no lastimaran mis pies, entonces las heridas cicatrizaron y por un momento nada hacía imposible mi marcha, ni las espinas que seguía pisando. Entonces el dolor al verse vencido envió al fantasma del miedo…
El sol había recorrido su invariable camino a través de la jornada y las sombras de la noche ponían barreras en mi camino para que no avanzara. Y los monstruos en la oscuridad amenazaron con matarme si seguía. Mi deseo era que el sol naciera nuevamente y que nunca volviera a oscurecer; pero los monstruos seguían aquí, allí, allá, burlones, creídos, amenazantes…enemigos sin causa. Y como yo tampoco tenía causa alguna para ser enemigo, al pasar junto a uno de ellos le dije: “¡salud hermano!”…fue un instante solamente, una luz más brillante y más cálida que la del sol y con destellos de eternidad iluminó mi marcha.
De pronto comencé a cansarme, había recorrido un largo trecho desde que partí; y faltaba tan poco…y quería llegar.