El suelo pélvico al descubierto - Mireia Grossmann Camps - E-Book

El suelo pélvico al descubierto E-Book

Mireia Grossmann Camps

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Beschreibung

RECONECTA CON TU PERINÉ Muchas mujeres sufren pérdidas de orina, disfunciones en las relaciones sexuales, prolapsos o dolor lumbar y se conforman. "Será la edad", "Serán los partos", "Será normal", dicen. Pero no lo es. Una valoración del suelo pélvico puede dar con el problema y facilitar la solución. Mireia Grossmann, fisioterapeuta especializada en el cuerpo femenino, describe la fisiología del periné y nos ayuda a entender un mundo que está entre las piernas y más allá. Con este libro aprenderás a: - Reconocer y sentir tu suelo pélvico. - Identificar los problemas que puede sufrir el periné y sus soluciones desde el enfoque de la fisioterapia. - Adoptar una postura equilibrada que evite presiones innecesarias en esa zona.

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Seitenzahl: 156

Veröffentlichungsjahr: 2020

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EL SUELO

peLVICO

´

al descubierto

Mireia Grossmann Camps

Ilustraciones de Laura de Castellet

Las claves para cuidar tu periné

EL SUELO

peLVICO

´

al descubierto

© del texto: Mireia Grossmann Camps, 2020.

© de las ilustraciones: Laura de Castellet, 2020.

© de esta edición: RBA Libros, S.A., 2020.

Av. Diagonal,189 - 08018Barcelona

www.rbalibros.com

Primera edición: febrero de 2020.

diseño de maqueta y composición: grafime

ref.: odbo662

isbn: 978-84-9187-622-9

Queda rigurosamente prohibida sin autorización por escrito

del editor cualquier forma de reproducción, distribución,

comunicación pública o transformación de esta obra,

7

Contenido

Presentación 9

Introducción 11

1. el suelo pélvico: qué es y cómo funciona 13

Los tres actores del suelo pélvico 15

La estabilidad pélvica 22

El sistema de presiones 24

2. problemas del suelo pélvico 27

Incontinencia 27

Prolapsos 31

Estreñimiento 35

Dolor en las relaciones sexuales 37

Vaginismo 38

Fisura anal 38

Hemorroides 39

Cándidas de repetición 39

Dolor durante la menstruación 40

Síndrome del dolor pélvico crónico 41

Dolor lumbar 41

Contenido

8

3. el suelo pélvico y la vida 45

Mundo urinario y defecatorio 45

El PH vaginal 54

La menstruación 55

Las distintas etapas de la mujer 60

Deporte 79

Hombres y suelo pélvico 84

4. valoración y rehabilitación del suelo pélvico 87

Herramientas de fisioterapia del suelo pélvico 91

Actitud hipopresiva 110

5. fisiosexología 127

6. el clítoris 129

Ejercicios 133 Conclusión 149

Agradecimientos 151

Bibliografía 153

9

Presentación

No hay zona del cuerpo humano más desconocida e ignorada que el suelo pélvico. Y esto supone una injusticia escanda-losa. Ha llegado el momento de llenar silencios y de contar secretos, de conectar con nuestra pelvis, de redibujar nues-tro esquema corporal, con más detalles y con otros colores.

Este libro es para conocer y para entender. Porque el sa-ber nos permite elegir.

Descubrí el suelo pélvico en la universidad. Me impre-sionó profundamente ser consciente de que no sabía nada sobre él. Y aún peor: fui consciente de que no sabía que no sabía nada. Fui consciente del pesado silencio que rodea el mundo que hay por debajo del ombligo.

Como mujer, no podía permitir que una zona tan íntima y con implicaciones tan profundas fuese una absoluta desco-nocida. La docencia y la divulgación son mis pasiones. Así pues, empecé a dar charlas, talleres y conferencias con el pro-pósito de difundir la cultura de la salud del suelo pélvico.

Empecé a dar charlas para grupos de amigas, compañe-ras de trabajo, fiestas de cumpleaños… A estas charlas las llamo el «periné entre amigas». Literalmente, son charlas en-tre amigas sobre la fisiología y los misterios del mundo que hay entre las piernas y más allá.

10

Presentación

Este libro me ofrece la oportunidad de hacer un «periné entre amigas» a lo grande. Me sirve de altavoz para presen-tar el suelo pélvico a muchas más mujeres, para enseñar sus porqués, lo que le gusta y lo que no le gusta, quiénes son sus aliados… Y eso es todo un regalo, porque entendiendo los porqués, todo cambia.

11

Introducción

Mearse de risa… es algo tan habitual que hasta tiene una frase hecha. Pero ¿es verdad? ¿realmente es tan normal? Pues no, querida: te comunico que no es normal mearse de risa. Es muy general, estoy de acuerdo, pero general no significa normal. Hemos normalizado la anormalidad, y eso es per-verso y constituye un gran problema.

Por su situación anatómica, por sus funciones, por sus implicaciones sociales y emocionales…, el mundo del suelo pélvico sufre de desconocimiento crónico. Y este es el otro gran problema.

Desconocimiento y normalización de las anormalidades: las dos grandes trampas.

Situación real y clásica en consulta: la señora María, se-senta años. «¿Tiene usted algún problema de incontinencia?»«No…». Insisto un poco más y la respuesta evoluciona: «No tengo un problema, tengo lo normal». Las mujeres conside-ramos normal sufrir incontinencia a partir de ciertas edades.

Piénsalo fríamente: ¿cómo hemos podido normalizar el hecho de mearnos encima?

12

Introducción

La televisión es un gran normalizador. Esos anuncios de mujeres cada día más jóvenes, tan felices con sus compre-sas. Son felices porque no se notan y no se huelen. Son feli-ces porque, si sus pérdidas ya no son tan pequeñas, pueden comprar las maxicompresas disponibles en todos los super-mercados. Y las amigas se cuentan entre sí lo felices que son todas con sus compresas.

Lo siento, pero este tipo de anuncios me parecen perver-sos. Perversos porque su mensaje directo es: «Mujer: serás incontinente. Pero no te preocupes, porque yo te vendo tu compresa».

Las compresas no son la solución, son solo un parche. Útil, pero un parche. El futuro de las mujeres no son las com-presas. ¡No te lo creas!

Y el desconocimiento es también general. Pero, por for-tuna, el desconocimiento es fácilmente remediable. Este es uno de los objetivos del libro que tienes en las manos: que entiendas tu suelo pélvico. Cómo funciona, lo que le gusta, lo que no le gusta o por qué tiene problemas. Cuando en-tendemos los porqués, todo cambia.

La información es la mejor solución.

Conocer el suelo pélvico es un viaje profundo y hermoso. Es un viaje físico, pero también vital. Y este libro empieza, como todos los libros, por el principio.

Fig. 1. El suelo pélvico no es una hamaca solitaria.

13

1El suelo pélvico: qué es y cómo funciona

El suelo pélvico es el grupo de músculos que tapizan el suelo de la pelvis. Son, simple y llanamente, los músculos que te-nemos entre las piernas. Están relacionados de forma directa con la continencia urinaria y anal, así como con la sujeción de los aparatos urinario, reproductor y digestivo.

La idea de mucha gente es que el suelo pélvico es un grupo de músculos que está allá abajo, desconectado de todo, col-gado como una hamaca, solo… Pero esa es una visión incom-pleta (y un tanto triste).

Fig. 2. El suelo pélvico, el abdomen profundo y el diafragma forman una unidad funcional: la esfera abdómino-pélvica.

El suelo pélvico al descubierto

14

El suelo pélvico, en realidad, forma parte de un conjunto más grande: la esfera abdómino-pélvica. El techo de la es-fera es el diafragma, las paredes son la musculatura abdo-minal profunda (transverso del abdomen) y la parte inferior es el suelo pélvico.

Los tres configuran una unidad funcional, es decir, se rela-cionan entre sí, trabajan juntos. Son como los tres mosque-teros. Cuando uno tiene problemas, repercute en todos. El problema de uno es el problema de todos.

Por lo tanto, cuando el suelo pélvico manifiesta proble-mas, hay que observar el conjunto. El suelo pélvico, el pe-riné,*solo es el pequeño del grupo, y básicamente es el que recibe los problemas y los manifiesta. Muchas veces, el suelo pélvico es la víctima, no el culpable. En este libro entende-rás por qué.

* Técnicamente, el periné no es el suelo pélvico. Es la región situada, super-ficialmente, encima de los músculos del diafragma pélvico. A efectos prácticos, en este libro utilizo la palabra perinécomo sinónimo de suelo pélvico.

recto

coxis

vejiga

útero

Así pues, cualquier aproximación a la comprensión o a la mejora del suelo pélvico pasa por entender que todo de-pende de tres actores: el suelo pélvico propiamente dicho, el transverso del abdomen y el diafragma. Ellos tienen la clave del funcionamiento. Vamos a ver los tres protagonistas con más detalle.

Los tres actores del suelo pélvico

Suelo pélvico

Aunque a grandes rasgos es el grupo de músculos ubicados en el interior de la pelvis, en realidad es mucho más que eso. De hecho, no solo es músculo, sino que también tiene tejido conjuntivo (o conectivo), fascias, aponeurosis, arcos tendi-nosos de anclaje… Es todo un sistema de tejidos que traba-jan de forma antigravitatoria, sosteniendo y conteniendo. En el suelo pélvico se produce un auténtico trabajo en equipo.

Fig. 3. El suelo pélvico sostiene y contiene los sistemas urinario, reproductor y digestivo.

El suelo pélvico está delimitado por cuatro estructuras óseas: el pubis, los dos isquiones y el coxis, que forman un rombo. Este rombo está formado por dos triángulos: uno anterior

suelo pélvico

pubis

vagina

El suelo pélvico: qué es y cómo funciona

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(diafragma urogenital), que contiene la uretra y la vagina, y otro posterior (diafragma pélvico), que contiene la parte anal del recto.

Entre el diafragma urogenital y el diafragma pélvico, es decir, entre la vagina y el ano, se encuentra el centro fibroso del periné. Es un punto estratégico, el punto de principal anclaje de muchos de los tejidos del suelo pélvico. Es fácil mirarlo y tocarlo, y constituye un buen punto de referen-cia para conocer el estado general de esta zona. El centro fibroso tiene, o debería tener, un tacto resistente y elástico. No debería estar abombado hacia fuera en reposo ni ser de-masiado blando. Y, durante la contracción del suelo pélvico, debe endurecerse y meterse hacia el interior del cuerpo. Si observas que se abomba hacia fuera, es tiempo de fisiote-rapia de suelo pélvico.

triángulo posterior (diafragma pélvico)

triángulo anterior (diafragma urogenital)

Fig. 4. Los isquiones son los huesos sobre los que nos sentamos. Los dibujos de la pelvis y la mujer están en la misma posición.

isquiones

pubis

coxis

puborrectal

centro tendinoso del periné

El suelo pélvico al descubierto

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Anatómicamente, el suelo pélvico es complejo. Se organiza en tres capas, pero a efectos prácticos hablaremos de dos niveles: profundo y superficial.

Losmúsculos profundos están relacionados con la su-jeción y el sostén de las estructuras. El más profundo es

Fig. 5. La musculatura superficial (derecha) está relacionada con el mundo sexual. La profunda básicamente sostiene y contiene. El fascículo puborrectal genera el ángulo anorrectal, clave en la continencia.

bulboesponjoso

isquiocavernoso

centro fibroso del periné

transverso superficial del periné

elevador del ano

puborrectal

coccígeo

El suelo pélvico: qué es y cómo funciona

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el elevador del ano, un músculo muy grande que cierra la pelvis por abajo. Tiene forma de U y rodea la uretra, la vagina y el recto, lo que permite el paso a través del hiato urogenital. Es tan grande que tiene cuatro fascículos con nombre propio: puborrectal, pubococcígeo, pubovagi-nal e iliococcígeo.

El elevador del ano es el rey del suelo pélvico. Es el más grande, y el más implicado en la mayoría de los proble-mas. El músculo puborrectal hace una lazada alrededor del recto y la vagina, generando el ángulo anorrectal, un elemento clave en la continencia y en la correcta suje-ción de las vísceras.

Junto con el músculo coccígeo, el gran elevador del ano forma el llamado diafragma pélvico, una estructura en forma de embudo que configura la mayor parte del suelo de la pelvis.

Entre losmúsculos superficiales,destacan los que rodean la vagina y la uretra (isquiocavernoso, bulboesponjoso, transverso superficial…) además del esfínter anal. Los músculos superficiales están relacionados básicamente con el cierre y contención, pero también con el mundo

Fig. 6. El transverso del abdomen es nuestra faja natural y el protector del suelo pélvico. Es el más profundo de los músculos abdominales.

transverso

diafragma

suelo pélvico

El suelo pélvico al descubierto

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sexual. Los músculos bulboesponjoso e isquiocavernoso se insertan en el clítoris y contribuyen a su erección.

Transverso del abdomen

Es el más profundo de los músculos abdominales. Trabaja como una faja y es el protector natural del suelo pélvico y de la zona lumbar, la zona baja de la espalda. Forma la pa-red anterior del globo y protege el suelo pélvico del exceso de presión.

Un transverso despierto reparte las presiones de forma se-gura y funcional. Aproximadamente, el 20% se dirige ha-cia delante, hacia el pubis, y el 80% se dirige hacia atrás, hacia la parte posterior del periné, donde el gran elevador del ano y el centro fibroso absorben y minimizan la presión.

Además, de forma natural, el transverso y el suelo pélvico trabajan de forma sinérgica, es decir, la contracción de uno

El suelo pélvico: qué es y cómo funciona

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implica la activación automática del otro. De esta forma, el suelo pélvico puede defenderse bien de las presiones ab-dominales naturales.

Si el transverso falla o está desactivado, el reparto de pre-siones hacia zonas seguras se alterará, y la sinergia protectora se perderá. El periné no podrá aguantar mucho tiempo. En definitiva, el transverso del abdomen es clave en la rehabili-tación del suelo pélvico.

El transverso NO se activa haciendo abdominales clásicos (crunch). Se trabaja a partir de la postura, de desequilibrios, de la respiración y con un montón de técnicas específicas (ver las técnicas de respiración en la pág. 133).

¡No escondas la barriga!

Caminar escondiendo la barriga es un error. Muchas personas creen que es una buena forma de activar la musculatura abdominal, pero no es una buena idea para el suelo pélvico. Al esconder la barriga generamos un efecto «tubo de pasta de dientes» que aumenta la presión sobre el suelo pélvico. Al apretar el centro, la presión va para arriba, pero también para abajo. Al final del libro encontrarás ejercicios y posturas para trabajar la faja abdominal de forma segura.

Diafragma

El diafragma es el rey; a mi entender, el rey indiscutible de todos los músculos del cuerpo humano.

Su función más conocida es la respiración, es el gran músculo respiratorio, pero sus implicaciones van mucho más allá. El diafragma afecta literalmente a todos los sistemas del cuerpo: activa el sistema digestivo, es el responsable final

Fig. 7. El diafragma separa totalmente la cavidad abdominal de la torácica. En la inspiración se abre como un paraguas, desplegándose desde el centro.

El suelo pélvico al descubierto

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de la buena circulación de la sangre, mantiene el cuerpo en buena posición a través del sistema de presiones entre tórax y abdomen, recibe y rige el mundo emocional, entre otras fun-ciones. El diafragma se merece un libro entero.

El diafragma está ubicado a la altura de los pechos (en su nacimiento). Es como un paraguas. Separa totalmente la zona del pecho (tórax) y la del vientre (abdomen). Está pe-gado a los pulmones y al pericardio (corazón) por arriba, y a la parte interna de las costillas bajas por los lados.

Al contraerse, el diafragma se apoya sobre su centro y se abre como un paraguas, abriendo y levantando las costillas, so-bre todo las bajas. Al ampliarse el volumen torácico se ge-nera un cambio de presiones que hace entrar el aire en los pulmones. Es la inspiración.

Fig. 8. El diafragma se mueve como una medusa, en la inspiración baja del centro y se abre lateralmente.

El suelo pélvico: qué es y cómo funciona

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Pero el diafragma, como buen rey, es complejo, y cuando se contrae hace un movimiento doble, parecido al que hace una medusa al nadar. Se abre como un paraguas por fuera, al tiempo que la parte central (el centro frénico) baja hacia el abdomen. El diafragma es una cúpula que, al contraerse (inspirar), se abre lateralmente y baja centralmente estirando y ampliando los pulmones.

El diafragma es el techo de la cavidad abdominal y de la esfera abdómino-pélvica. Se mueve en armonía con el suelo pélvico. Al inspirar, cuando el diafragma baja, el suelo pél-vico también lo hace. Al sacar el aire, ambos diafragmas se relajan y suben. Los dos diafragmas respiran juntos, están vinculados. De hecho, todos los diafragmas del cuerpo se hablan entre ellos.

Si el diafragma se tensa (a causa de emociones, de ma-las posturas, de un mal patrón respiratorio…) vive siempre contraído, por lo tanto, en su zona central estará más bajo. Esto generará, de forma automática, un aumento de presión abdominal que recaerá sobre el suelo pélvico.

Fig. 9. Los diafragmas del cuerpo respiran juntos.

El suelo pélvico al descubierto

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En definitiva, un diafragma relajado es necesario para la sa-lud del suelo pélvico.

La estabilidad pélvica

Ahora conoces bien la esfera y sus componentes. Para acabar de tener la imagen completa del funcionamiento en equipo falta un elemento más: la estabilidad pélvica.

La esfera abdómino-pélvica reposa en la pelvis. Imagina que la pelvis es una mesa. La esfera reposa sobre una mesa; más que reposar, está pegada a ella. Si la mesa no es estable o está desequilibrada, la esfera andará loca.

Y aquí intervienen los últimos actores pélvicos: son ele-mentos externos al suelo pélvico. Hablamos de los glúteos y, en especial, del glúteo medio.

El glúteo medio es el principal estabilizador de la pel-vis. No solo la estabiliza, también trabaja en sinergia (en equipo) con el estabilizador abdominal: el transverso del abdomen, nuestra faja.

Fig. 10. Si la pelvis no es estable, toda la esfera abdómino-pélvica tiene problemas.

Fig. 11. El glúteo medio es el gran estabilizador de la pelvis y está ubicado en la parte superior y externa de la nalga.

glúteo medio

glúteo menor

glúteo mayor

El suelo pélvico: qué es y cómo funciona

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Es un músculo erróneamente considerado poco importante (porque no se ve) y está muy abandonado. La mayoría de las personas que consultan sobre el suelo pélvico necesitan conectar o reeducar el glúteo medio.

Muchos de los ejercicios que te propongo en este libro implican la activación de la musculatura glútea.

Fig. 12. El suelo pélvico recibe la presión y la expresa.