Embarazo en la adolescencia. Dos caras de una moneda - Aldo Rodríguez Izquierdo - E-Book

Embarazo en la adolescencia. Dos caras de una moneda E-Book

Aldo Rodríguez Izquierdo

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Convertirse en madre adolescente o someterse a un aborto es el dilema que se trata en este texto, no solo en el terreno de la salud sino también desde el punto de vista psicosocial. Se muestra cómo esta disyuntiva, que se le presenta a las adolescentes cuando son sorprendidas por un embarazo, pueden constituir un elevado riesgo para el futuro reproductivo de la mujer. Asimismo se brindan las opciones disponibles para las adolescentes ante esta problemática y los múltiples elementos relacionados con cada una de estas posibilidades. Además, existen ejemplos o testimonios de adolescentes embarazadas y sus parejas. Ellos, al narrar sus vivencias, brindan una información vital para trazar estrategias de enfrentamiento hacia el embrazo precoz. De manera que constituye una herramienta para la preservación y promoción de la salud sexual y reproductiva de este sector de la población.

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Seitenzahl: 159

Veröffentlichungsjahr: 2019

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Edición para e-book: Marianela Ramón Corría

Edición base: Martha Liana García Hernández

Diseño de cubierta: Yadyra Rodríguez Gómez

Fotos interiores: Omayda Safora Enríquez

Foto de cubierta: Deguis Fernández Tejeda

Diseño interior: Carmen Padilla González

Realización: Caridad Castaño Jorge

Corrección: Natacha Fajardo Álvarez

Composición digitalizada: Idalmis Valdés Herrera

Composición para e-book: Madeline Marí del Sol

© Omayda Safora Enríquez y Aldo Rodríguez Izquierdo, 2009

© Sobre la presente edición:

Editorial Científico-Técnica, 2018

ISBN 978-959-05-1050-2

INSTITUTO CUBANO DEL LIBRO

EDITORIAL CIENTÍFICO-TÉCNICA

Calle 14 # 4104, entre 41 y 43, Playa, La Habana, Cuba.

[email protected]

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público.

Distribuidores para esta edición:

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Avda. Diagonal, 519-52 08029 Barcelona. Tel. 93 494 97 20 España

E-mail: [email protected]

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RUTH CASA EDITORIAL

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Índice de contenido
Agradecimientos
Prólogo
Introducción
Abortar: Una cara de la moneda
¿Qué son los derechos en salud reproductiva?
El adolescente de hoy
Historia del aborto
Contexto legal por el que ha transitado el aborto
Situación del aborto en el mundo actual
Situación en América Latina
¿Qué está pasando en Cuba?
Testimonio número uno
Testimonio número dos
Testimonio número tres
Factores causales del aborto entre las adolescentes
¿Quién promueve el aborto?
Condicionales para el aborto en Cuba
¿Cómo se realiza un aborto?
Complicaciones
Testimonio número cuatro
Testimonio número cinco
Testimonio número seis
¿Qué papel desempeña el varón en todo este proceso?
Testimonio número siete
Testimonio número ocho
Testimonio número nueve
Atención diferenciada al aborto
Atención posaborto
Continuar el embarazo: Otra cara de la moneda
Adolescencia de la embarazada
Embarazo en la adolescencia. Óptica psicosocial
¿Qué ocurre en Cuba?
¿Qué es el embarazo?
Definición de embarazo en la adolescencia
¿Cómo saber que estoy embarazada?
Consecuencias de un embarazo precoz
¿Por qué se embarazan las adolescentes?
¿Qué consecuencias ocasiona el embarazo temprano?
En la adolescente
En el hijo
En el adolescente varón
En la familia
El parto entre las adolescentes
¿Se puede prevenir el embarazo en la adolescencia?
Los miedos en la adolescencia y el embarazo
Injusticias
¿Mito o realidad?
Para los adolescentes y sus padres
Bibliografía
Datos de autores

A nuestros hijos Erik y Jenny.

A nuestros padres por su incondicional apoyo y dedicación para formarnos como seres humanos y profesionales.

A todos los adolescentes y las adolescentes, fuente de inspiración de este trabajo.

Agradecimientos

A la doctora Susan Aguilar, por su extrema cooperación en las ilustraciones del libro.

A los colegas de la Sección de Ginecología Infanto-Juvenil, por su constante apoyo.

A las compañeras de la editorial, Lolita y Martha Liana, por su paciencia y ayuda.

A todas aquellas personas que de una forma u otra nos apoyaron en la culminación de esta obra.

Prólogo

La preocupación por la salud sexual y reproductiva de las niñas y adolescentes ha sido una constante de los especialistas dedicados a la atención ginecológica infanto-juvenil desde que se creara en Cuba el primer grupo multidisciplinario para la atención ginecológica diferenciada a este sector de la población.

El embarazo precoz y sus dos aristas: convertirse en madre adolescente o someterse a un aborto, constituyen los retos principales que se deben enfrentar en el terreno de la salud sexual y reproductiva de las adolescentes.

El presente texto, elaborado por dos destacados profesionales que integran la directiva de la Sección Infanto-Juvenil de la Sociedad Cubana de Ginecología y Obstetricia, con un lenguaje asequible y un enfoque novedoso aborda estas dos disyuntivas que se le presentan a las adolescentes cuando son sorprendidas por un embarazo no deseado ni buscado; acudir al aborto o convertirse en madre adolescente es un dilema que puede constituir un elevado riesgo para el futuro reproductivo de la mujer.

Apoyar el derecho de las adolescentes a elegir la interrupción de una gestación no deseada de forma segura, es un elemento central de la misión de los servicios de ginecología infanto-juvenil. Este objetivo se ha ido materializando mediante la paulatina y sistemática implementación de la Atención diferenciada al aborto en las adolescentes, servicio que se haya incluido en el Programa Nacional de Atención Integral al Adolescente y que constituye una importante herramienta para la preservación y promoción de la salud sexual y reproductiva de este sector de la población, así como para el incremento de las opciones y oportunidades de la adolescente, por lo que promueve igualmente la equidad de género.

La decisión de cuántos hijos tener, cuándo y cómo tenerlos resulta un derecho básico de la pareja, y muy en especial de la mujer, incluida la adolescente. Trabajar en aras de garantizar una adecuada calidad y proyecto de vida para las adolescentes mediante la promoción y atención integral de la salud, es un compromiso y un deber. En este gran objetivo se incluyen, entre otros, tres elementos básicos: la educación sexual integral y el libre acceso a métodos anticonceptivos adecuados a sus características y necesidades; la reducción de los embarazos no deseados, en este punto obviamente el derecho y el acceso a servicios de aborto seguro desempeñan un papel importante; y la atención especializada y diferenciada a la adolescente que desea continuar su gestación.

Sin pretender elaborar un modelo normativo, el presente texto aborda con sencillez y profundidad diversos aspectos relacionados con la ocurrencia de embarazos no deseados ni buscados en estas edades, así como las opciones disponibles para las adolescentes ante esta disyuntiva y los múltiples elementos que se imbrican en cada una de estas posibilidades u opciones.

Resulta novedoso y de gran interés la inclusión en el texto de las diversas opiniones de sus protagonistas, las adolescentes, que al narrar sus vivencias en torno al fenómeno embarazo no deseado brindan una información vital para trazar estrategias de enfrentamiento hacia esta problemática.

Por todo esto, el texto resulta de gran importancia y utilidad para el trabajo en la esfera de la salud sexual y reproductiva; será de particular interés para el médico de la familia y para los que laboran en la atención primaria de salud, elemento fundamental y eslabón inicial en la gran batalla nacional que se viene librando desde hace ya más de 15 años en pro de una adolescencia y juventud sanas, así como una garantía plena de los derechos sexuales y reproductivos de los adolescentes y jóvenes.

Con seguridad, la presente obra cumplirá sus objetivos y se convertirá en un instrumento de valor para el trabajo comunitario con adolescentes y jóvenes, podrá incluso traspasar estas fronteras y resultar de mucha utilidad para la familia cubana, pues, a pesar de abordar estos temas con profundidad, utiliza al mismo tiempo un lenguaje ameno y asequible a amplios sectores de la sociedad, por lo que se augura una gran aceptación por parte de la población, aspecto que constituiría una merecida recompensa a sus autores por tan ingente esfuerzo.

Profesor y MsC. Jorge Peláez Mendoza

Introducción

Cuando una adolescente inicia un embarazo, solo hay dos caminos para seguir: se interrumpe o se continúa. Reconocer y admitir que se está fomentando una nueva vida dentro de ella, muchas veces constituye el primero de los problemas a los que se enfrenta, debido a que en la mayoría de las ocasiones, el embarazo sorprende a la adolescente, y en un alto porcentaje ocurre poco tiempo después del inicio de las relaciones sexuales con penetración.

El aborto tiene repercusiones médicas, psicológicas y sociales, pero no siempre las secuelas y complicaciones son identificadas inmediatamente, sino que pueden aparecer a largo plazo, como resultado de otras investigaciones, por ejemplo, la infertilidad.

El aborto reiterado, que se aprecia en no pocos casos, desde luego que multiplica los riesgos, y todavía se ven dolorosas escenas de adolescentes que han terminado el proceso del aborto con la extirpación del útero e incluso con la muerte. Aquí es aplicable el viejo y sabio proverbio: “tanto va el cántaro a la fuente hasta que se rompe”.

Con el parto sucede otro tanto. Cuando las adolescentes deciden continuar el embarazo —o en algunos casos cumplen con la decisión de los padres o la pareja— se exponen también a la aparición de complicaciones, tanto para ellas, como para el futuro hijo.

Tradicionalmente se ha referido una morbilidad incrementada en adolescentes, resultado de su inmadurez biológica; se ha informado mayor número de toxémicas, anémicas, con afecciones dependientes de la inadecuada localización placentaria, así como malnutrición materna y prematuridad.

Existen estimados de algunas entidades dedicadas a las estadísticas de salud, donde refieren que a diario se realizan aproximadamente 100 000 000 de coitos en el mundo, los cuales traen como resultado 100 000 embarazos: 1 de cada 200 no planificado y 1 de cada 400 no deseado. Al final ocurren 500 muertes diarias por abortos y 1 600 por eventos relacionados con el embarazo o el parto, lo que suma más de medio millón de muertes al año por estas causas. ¿Cuántas de estas muertes fueron de adolescentes mal orientadas? ¿Cuántas se pueden evitar?

El único método válido para contribuir a evitar el embarazo en la adolescencia, con todos los riesgos que trae aparejado, es una buena educación para la sexualidad, la cual ya está más que demostrado no puede comenzar cuando los jóvenes1 abandonen la etapa de la pubertad.

1 Cuando en el texto se hace referencia, en sentido general, a jóvenes, adolescentes, niños, etc., por supuesto que el término incluye a hembras y varones. (N. de la E.)

Es por eso que, amén de los programas elaborados, con los adolescentes el trabajo debe ser puntual, creciente, paciente y sobre todo constante. Solo de esta manera estaremos en condiciones de mejorar la salud sexual y reproductiva de las nuevas generaciones.

Los profesionales de la salud deben contribuir a que los padres se convenzan de las realidades reflejadas en las estadísticas sobre los riesgos del embarazo y las infecciones de transmisión sexual (ITS) en adolescentes, para que colaboren con una estrategia consecuente, en el sentido de evitar estos eventos en los jóvenes, que pueden traer tan graves secuelas para su salud sexual y reproductiva.

Abortar: Una cara de la moneda

Aldo Rodríguez Izquierdo

El enamoramiento constituye uno de los sentimientos que con mucha frecuencia embarga a los adolescentes, y según el buen decir de García Márquez, es el momento en el cual nos enfrentamos al “susto del amor”. Susto que se acompaña de reacciones fisiológicas y psicológicas, transmite preocupación, pero a su vez se disfruta.

Uno de los más reconocidos clásicos en el estudio del amor es indudablemente Erick Fromm, quien sobre este sentimiento dice:

El amor es una actividad, no un efecto pasivo, en el sentido más general, el carácter activo del amor es fundamentalmente dar, no recibir […] además del elemento de dar, el carácter activo del amor se vuelve evidente en el hecho de que implica ciertos elementos básicos, comunes a todas las formas del amor. Esos elementos son: cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento.

Otro estudioso del tema, Félix López, se refiere al enamoramiento como la capacidad de encantamiento y fascinación, que se expresa en sentimientos de ternura y empatía. Él expresa:

Supone el deseo y la atracción, exclusividad del objeto, estado de encantamiento y se manifiesta en emociones positivas de bienestar y éxtasis y en emociones negativas de ansiedad y tormento […] Quieren sentirse seguros de que los quieren, es terrible si creen que no los quieren.

Descubrir el amor, sentir las primeras decepciones, constatar el miedo y la incertidumbre, hacen que los jóvenes quieran y necesiten conocer este nuevo espacio que se abre ante ellos. En estos momentos tienen innumerables preocupaciones, tanto por su mundo afectivo, como por el inicio de su actividad coital, y esto puede llevarlos a sentimientos tan disímiles como el miedo, la inseguridad, la ansiedad, pero a su vez les crea atracción y otros sentimientos que son difíciles de definir.

¿Qué es el miedo? ¿Cómo definirlo? Etimológicamente miedo quiere decir perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño, real o imaginario; también puede definirse como aprensión a que suceda algo indeseable. El miedo es una emoción vital y útil; nos coloca en estado de alerta, cataliza nuestras sensaciones y aumenta nuestra conciencia ante el peligro. Es un instinto básico de supervivencia, nos pone en atención frente a lo que sucede y, bien calibrado, nos mantiene en equilibrio con el medio.

Este es el momento cumbre del proceso de sexualidad, el cual forma parte del proceso normal del desarrollo del niño y el adolescente.

El niño, como parte de esta evolución, experimenta sensaciones placenteras al tocarse, al ser acariciado y besado, observa las expresiones de afecto y las actitudes sexuales de los adultos que le rodean y, en ocasiones, trata de imitar.

En la pubertad se establece la identidad sexual y se continúa recogiendo información sobre la sexualidad a partir de los amigos, los maestros y la familia. En esta etapa se puede desarrollar una actitud negativa hacia la sexualidad en dependencia del modo en que los adultos aborden este tema: si descubren que ellos evitan hablar de las partes de su cuerpo relacionadas con la sexualidad, las describen con eufemismos o rechazan cualquier tipo de conducta relacionada con el sexo, puede aparecer un negativismo que los marque y confunda para el resto de sus vidas.

En la primera etapa de la adolescencia (de 10 a 14 años) es frecuente la masturbación y las fantasías sexuales, en ocasiones con compañeros del mismo sexo, lo que motiva dudas sobre la orientación sexual, provoca ansiedad y sentimientos de culpa. La masturbación es un fenómeno característico de esta etapa, más frecuente en los varones que en las hembras, y en la mayoría de los casos está motivada por la curiosidad y el deseo de disfrutar un placer intenso. Con posterioridad puede ser vivida como una descarga de ansiedad o de tensiones.

En la adolescencia media (de 15 a 17 años) suelen ocurrir los primeros contactos físicos —intercambios de besos y caricias— como una forma de exploración y aventura; en la adolescencia tardía (de 18 a 19 años) habitualmente se inician las relaciones sexuales que incluyen el coito.

A diferencia del adulto, la actividad sexual suele ser esporádica, con períodos prolongados durante los cuales él permanece en abstinencia. Muchos adolescentes mantienen lo que se denomina una “monogamia seriada”, con enamoramientos intensos y apasionados, pero de duración más corta que la del adulto. Son más frecuentes las disfunciones sexuales, que pueden guardar relación con: temor al embarazo o a ser descubiertos, conflictos de conciencia o actuar bajo presión de la pareja. También influyen las condiciones en que muchos adolescentes mantienen relaciones sexuales, de forma incómoda y rápida: en los asientos de un carro, en un rincón oscuro de una discoteca o de la calle, en los cines, etcétera.

No conocen las consecuencias que les puede traer el descubrimiento de este nuevo espacio en sus vidas, pero al igual que los mismos adultos ceden ante ese sentimiento supremo que es el amor, la satisfacción de sentirse amado y querido, y a la vez querer y amar. Es el momento de reconocer el placer, la presencia física del otro, el valor de sentir el olor de la piel, recordar a la persona amada en una pieza musical, en una poesía, en la vista serena y el olor del mar, y que todo esto nos traslade a donde se encuentra la persona que ocupa todos nuestros pensamientos.

Hacer el amor es ir en busca de esa totalidad que se realiza en la unión entre dos. Una fusión que conduce a ambos a espacios inimaginables en los que todo es posible. Mutua absorción en un goce presentido, imaginado y vivido, sin palabras que puedan explicarlo ni justificarlo. No es para nadie más que para los dos y permanece como una vivencia única y absolutamente personal.

Entregarse al amor implica una responsabilidad que muy pocas veces es reconocida por los jóvenes —y decimos esto por la experiencia y satisfacción que nos ha brindado el trabajo con ellos—, demostrándonos que el desenfreno, la no existencia de límites ni fronteras, provocan un aumento de los riesgos y, por tanto, la posibilidad de que algo que comenzó bello se convierta en un punto aborrecido en la vida de los jóvenes. Resulta indiscutible que al aparecer una situación inesperada, como un embarazo no deseado, que puede poner en peligro el futuro e incluso la vida de la joven, el sentimiento generado pierda su belleza y la sitúe en la disyuntiva de buscar una opción: continuar el embarazo o interrumpirlo.

En los últimos años ha surgido un consenso mundial para definir la adolescencia como un período particular e importante en la vida de cada persona, basado, ante todo, en el reconocimiento del peso que este período tiene en el desarrollo futuro, tanto desde el punto de vista individual, como social.

En una declaración conjunta, realizada en 1998 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Fondo de las Naciones Unidas para Actividades en Materia de Población (FNUAP), se señaló que el término “adolescencia” se refiere a personas que tienen entre 10 y 19 años; a su vez, esta etapa se dividió en temprana, intermedia y tardía, ¿pero, es así de sencillo?

Si le preguntáramos a los padres, posiblemente dirían que es el período en el cual sus hijos abandonan la época infantil, así como las interrelaciones propias de esta y juegan a ser adultos.

Para el médico sería la culminación de la madurez biológica y hablaría entonces de caracteres sexuales secundarios, de eje hipofisario y de todo aquello indicativo de que el desarrollo fisiológico ha culminado.

El psicólogo se referirá al momento de afianzar los valores, su identidad, su autoestima.

Los demógrafos hablarán de natalidad o evaluarán el envejecimiento o renovación de una población.

¿Cuál de ellos tienen la razón? Todos tienen un poco de verdad en sus manos, aunque no de manera absoluta, todo depende del visor con que se mire.

La adolescencia es esa etapa de la vida en la que ocurren, con rapidez vertiginosa, una serie de cambios; se refleja en la esfera social, cultural y, por supuesto, en la anatomofisiológica, apareciendo intereses y sentimientos nunca antes experimentados que llevan a los adolescentes a enfrentar conflictos para los cuales no están preparados.

Uno de estos es el papel sexual, que puede originar serias dificultades por la inmadurez, así como por la poca información que en la mayoría de las ocasiones han recibido, ejemplo de ello es el embarazo.

Cuando se piensa en la adolescencia siempre viene a la mente una etapa sin grandes preocupaciones, un período en el que la sonrisa aflora sin dificultad, el concepto de vida está muy estrechamente vinculado con lo que se hace a diario, el hoy es lo más importante, sin saber ni preocuparse por el mañana, y en el que no llegan los grandes dilemas que preocupan a los adultos.

¿Pero es siempre así? ¿Están los adolescentes preparados para enfrentar los problemas que abaten a nuestra sociedad? ¿No existen flagelos que llenan de incertidumbre su futuro?

¿Acaso no resultan las infecciones de transmisión sexual y el embarazo no deseado dos epidemias de las cuales no hemos podido salvaguardar a nuestros jóvenes?