Escritos aflorados - Maricarmen Pino Palma - E-Book

Escritos aflorados E-Book

Maricarmen Pino Palma

0,0

Beschreibung

Algo está cambiando en el interior de muchos de nosotros,y cada vez somos más los conscientes de que la manifestación de lo que sucede en cada momento y lugar es tanto visible como invisible, material e inmaterial. Estos textos nos ayudan a entender que la conquista de lo que somos es irrevocable e inevitable. Es un manual elaborado desde la comunión con esa parte de nosotros que aún nos cuesta aceptar e integrar, y que nos orienta hacia el AMOR, ayudándonos a comprender la simpleza y a respetar toda la diversidad.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 516

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Escritos aflorados

Maricarmen Pino Palma

 

 

 

 

 

 

© 2022 El club de la niebla, Madrid

Autor: Maricarmen Pino Palma

ISBN: 978-84-18985-15-7

Producción del ePub: booqlab

No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares de propiedad intelectual.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 45).

 

 

 

 

 

 

Gracias a todas las mujeres amigas que compartieron conmigo a diario la lectura de estos textos y me ayudaron a confiar en su utilidad y belleza, animándome a emprender esta aventura que hoy comienza.Vosotras sois parte de este libro.

Gracias a todos los seres que han contribuido de diferentes maneras a que pudiera abrir mi mente, mi corazón y mis sentidos internos, a que pudiera atreverme a percibir aquello que estaba más allá de lo estipulado por mí misma como normal y adecuado.Vosotros sois también parte de este libro.

Gracias a mí misma por atreverme a dar este paso.

Gracias a María Rosa Miranda Marín, Ashgramita, a su compañero Wail y al Esquema por TODO.

Índice

PRÓLOGOS

INTRODUCCIÓN

1. LOS PREÁMBULOS

2. LOS ELEMENTOS

3. (RETENCIÓN)

4. (¿QUÉ HAGO CON ESTO, CERES?)

5. ¿SEGUIMOS CON LOS ELEMENTOS?

6. ANGUSTIA

7. (¿LOS CHACRAS?)

8. (EL ESPACIO TIEMPO)

9. (¿EL ENAMORAMIENTO?)

10. (PREGUNTAS VARIAS)

11. LOS NIÑOS

12. LA SOMBRA

13. (CARGAS Y NEUTRALIDAD)

14. (¿LA ABUNDANCIA?)

15. (¿MANIPULACIONES CORPORALES?)

16. PERFUMES ÚNICOS

17. LAS DOS FUERZAS

18. LAS RESISTENCIAS

19. EL TEMPLO

20. ENLAZADORA

21. LOS MILAGROS

22. LA TERNURA

23. (PREGUNTAS VARIAS II)

24. LAS IDEAS

25. ANUNCIAMOS

26. ESTUFAS

27. LAS PENUMBRAS

28. LOS MENSAJES

29. ILUSIONES

30. SEMILLAS

31. (¿SÉPTIMO CHACRA?)

32. LAS GANAS DE VIVIR

33. LOS LIBROS

34. APRENDIENDO A ESTAR EN COMPAÑÍA, COOPERAR MANO A MANO

35. RETOMAMOS CON LA ESENCIA DEL TRABAJO ESPIRITUAL, QUE ES EL TRABAJO REAL A EFECTOS DE LA VIDA Y LA EXISTENCIA

36. LA CHISPA

37. LA VERDAD

38. (¿LA NUMEROLOGÍA?)

39. EL CLIMA

40. ANSIEDAD

41. REVUELTA

42. NOSOTROS

43. LOS INFORTUNIOS

44. ELECTROLISIS

45. NOCHE OSCURA DEL ALMA

46. LOS RETOS

47. VAGABUNDEAR

48. INSPIRACIÓN

49. LA LUCHA

50. TRANSFORMACIÓN

51. ENTROPÍA

52. DESAMOR

53. REALIDAD

54. QUE SEA LO QUE TENGA QUE SER

55. SERES ESTUFA II

56. TORTUGAS

57. CERES

58. LAS LLAVES

59. EL AMOR

60. HIPOTERMIA

61. LA ILUSIÓN

62. SUPERVIVENCIA

63. SOMOS

64. LA DEPRESIÓN ENCUBIERTA

65. LOS HIJOS

66. EL AGRADECIMIENTO

67. SALUD MENTALENFERMEDADES MENTALES

68. LAS ADICCIONES

69. CHOCOLATE

70. ¿CUANDO NO ME LEVANTO PIERDO OPORTUNIDADES?

71. YO SOY

72. LA AUTOSUFICIENCIA

73. CERES II

74. SOMOS MATERIA, SOMOS ESPÍRITU

75. LOS TESTIGOS

76. LA ENTREGA

77. SER VIENTO

78. VIRULENCIA

79. (VISIÓN Y REFLEXIÓN)

80. VICISITUDES

81. ABNEGACIÓN

82. ESCUCHAR AL ALMA

83. SERVICIO

84. DESAMOR II

85. (PRIMER CHACRA)

86. FLORECER

87. ORUGAS

88. TOMAR CARGO-RESPONSABILIDAD

89. SUBVERSIVOS

90. MALESTAR

91. INSPIRACIÓN

92. CORAZÓN CERRADO

93. ANIMALES

94. NOSOTROS

95. NOSTALGIA

96. ENVIDIAS

97. PELOS EN LA LENGUA

98. ENSALZAR

99. TENACIDAD

100. PRAGMATISMO

101. DEAMBULANDO

102. ILUSIÓN

103. COMPARTIR

104. TRANSFERENCIA

105. IGLESIA

106. ANUNCIADORES

107. INCONSISTENCIA

108. VOZ INTERIOR

109. (SEGUNDO CHAKRA)

110. (TERCER CHAKRA)

111. ACONTECIMIENTOS

112. SEXUALIDAD

113. LOS MIEDOS

114. PENSAMIENTOS POSITIVOS

115. LA INTRANSIGENCIA

116. (TENSEGRIDAD)

117. TERREMOTO

118. AMOR

119. LA DESESPERACIÓN

120. AUTOMATISMOS

121. LUMINOSIDAD

122. ALEGRÍA

123. ORDEN

124. OPORTUNIDADES

125. ESPECULACIÓN

126. INTERRUPCIONES

127. SALVACIÓN

128. DESTREZAS

129. LA AYUDA

130. APORTACIONES

131. SUTILEZAS

132. BIENESTAR

133. SINCRONÍAS

134. TRANSICIÓN

135. TRANSMISIÓN

136. OBLIGACIONES

137. DESILUSIÓN

138. OBSOLESCENCIA

139. POLARIDAD

140. ABSOLUTISMO

141. PERSUASIÓN

142. PERSPECTIVA

143. TRANSMUTACIÓN

144. RESERVORIO

145. (MENTIRAS Y VERDADES)

146. BUENOS DÍAS

147. DETERMINACIÓN

148. RECEPTIVIDAD

149. «BEALDAD»

150. NO SE PUEDE

151. (DESINTOXICACIÓN. ¿CÓMO PODER AYUDAR?)

152. TRANSFERENCIA

153. VAMOS

154. ÁLGIDO

155. RECIPROCIDAD

156. (REFLEXIONES)

157. DESCANSO

158. AMNISTÍA

159. CONCUPISCENCIA

160. ROTUNDIDAD

161. ENTRAÑABLES

162. (SUICIDIO)

163. PERSPICACIA

164. INACCIÓN

165. ABOMINACIÓN

166. FRACTALES DE FRACTALES

167. GRACIAS

168. SIMPLEZA

169. DEPENDENCIA

170. AMNESIS

171. DILUCIDAR

Prólogos

Estos escritos son una oportunidad para ver más allá de lo ordinario, para entrenar la capacidad de poder ver, interpretar, entender y pensar diferente sobre aquello que nos sucede en la vida.

Conocí a Mª Carmen Pino hace casi 20 años, desde el principio supe que ella era diferente, había libertad en su mente. Estos años he visto su apertura a entender la Vida y vivirla en base a los pálpitos de su corazón y a los deseos de su alma, transitando sus miedos y entrenando la valentía.

La publicación de estos escritos es una muestra de ello. No atienden a la razón sino al deseo profundo de compartir sus hallazgos para quien quiera entender de otra forma la Vida. Recomiendo leerlos a «impulsos», abrirlo donde te surja, leerlo, releerlo, cerrarlo, pensar, razonar qué te trae, reposar, dejarlo y volver a abrirlo.

Es un libro para llevarte a muchos pequeños grandes momentos. Los escritos que lo conforman son fuente de inspiración, me permiten entender de otra forma sucesos de mi vida, les dota de una nueva comprensión.

Han sido y son un regalo de sabiduría para mí. No siempre los entiendo con la primera lectura, tampoco es mi intención, dejo que vayan calando a su ritmo, a mi ritmo.

Agradezco que salgan a la luz y sean compartidos.

Con amor,

Elena Gutiérrez Pérez del Notario

Os encontráis ante un libro diferente, valiente, que invita al que se acerque a él a adentrarse en un mundo de ensueños, pensamientos, planteamientos que pueden descolocarnos completamente desde la perspectiva racional.

Cuando nos movemos de nuestra visión habitual, burbuja social, cultural e incluso espiritual, de creencias, es posible resonar con diferentes puntos de vistas, diferentes soluciones, diferentes percepciones de una misma realidad o de infinitas realidades que soñamos.

Despertemos pues a soñarnos, soñar, otras formas, sin necesidad de creer o no creer, de valorar o no, simplemente escuchar, escucharnos. A veces sin entender nada, a veces desde el escepticismo, la ingenuidad, el descoloque, el asombro, …, lo que nazca sin pretender nada.

Quizás en algún momento esto permita simplemente cuestionarnos algo, que provoque una pequeña liberación, un soltarse o soltar alguna creencia limitante, en ese saludable encuentro con nuestra paz interior, felicidad tranquila, que confía.

Quizás también pueda facilitar que, en algún momento, emerja una interpretación diferente, a este cambio perpetuo, eterno, infinito, de cada momento, o propicie una respuesta o no respuesta, una acción o no acción, desde esa creatividad desconocida y asombrosa.

Atrevámonos a percibirnos en otros espacios, mundos, realidades, descubrir parte de esa inmensidad y belleza que somos o podemos expresar.

Gracias, Maricarmen por atreverte a ello y compartirlo con ese Arte que te caracteriza.

Laura Moniche Bermejo

Introducción

En un momento en el que la línea entre la mentira y la verdad es tan difusa, dejo al lector que crea lo que más le interese. No puedo asegurar completamente de dónde vienen estos escritos, cuál es su origen. Solo puedo confirmar que no los he redactado yo, no al menos de la forma que aprendí en el colegio y que sigo utilizando, como por ejemplo en este momento para escribir esta introducción.

Como arteterapeuta he aprendido, y ahora enseño, a liberar la creatividad innata e infinita que sé que tenemos todos, cosa que compruebo en todos y cada uno de los talleres y sesiones. En ellos se motiva a crear desde el aflojamiento de las presiones internas frutos de las creencias, las exigencias, las ideas preconcebidas, las planificaciones, las técnicas, los juicios, lo conocido... invitando a la creación desde el momento presente, confiando en esta capacidad que tenemos. En definitiva, un dejar brotar lo que va surgiendo desde el interior de cada uno en cada momento. La persona, deja así que el material le elija, los colores le llamen, la música resuene en su interior, y desde ahí siempre suele surgir algo valioso que le aporta información útil para su propio proceso personal.

Pues bien, estos escritos surgen así, dejándome ser creativa con las palabras, que no salen del razonamiento ni de la investigación, sino que surgen como una combinación de palabras que sorprendentemente se hilan creando significados muchas veces nuevos para mí misma.

El resultado es un conjunto de textos con los que los lectores podrán o no resonar, algo así como cuando acudimos a un museo y resonamos con unas creaciones plásticas y con otras no. Las obras que «nos tocan» lo suelen hacer a un nivel diferente al del entendimiento y razonamiento, o al del discernimiento de su veracidad o falsedad.

Los escritos aflorados creo que brotan de otra forma de usar la inteligencia, el cuerpo, los sentidos. Al principio aparece con bastante claridad el nombre de Ceres, como un ser transitorio con el que converso y que, poco a poco, se va difuminando hasta parecer como si dos niveles de mí misma entablaran una conversación.

Lo que sí sé es que estas lecciones particulares que fui recibiendo no dejan de sorprenderme. Cada vez que las leo y releo, el sentimiento es de que son ajenas a mi grado de intelecto y conocimiento, y, por supuesto, a mi nivel de integración y actuación. Mi sensación interna y profunda, repito, es que no han salido de mi estado «normal y habitual» sino que he sido un canal que escribía lo que iba aflorando desde un procedimiento nuevo de mi mente.

A veces me peleaba, especialmente al principio, con las palabras y expresiones, pues no encontraba sentido a lo que iba escribiendo y entraba en el juicio, la exigencia o la duda. Pero lo sorprendente era que al finalizarlos encontraba mucho sentido a lo leído, especialmente cuando me abría, saliendo de la mente crítica y enjuiciadora que caracteriza a mi personalidad.

Me fui dando cuenta de que si me resistía, se enrevesaba más el lenguaje y llegó el día en que decidí confiar, intervenir lo menos posible, y el lenguaje se suavizó y simplificó y los escritos me llegaban más profundo y me resultaban más útiles.

El estilo y vocabulario de la primera fase difieren bastante de mi propia manera de escribir. Es por esto que, desde mi percepción, los primeros escritos son los más difíciles de leer. Pensé en llevarlos al final del libro, por miedo a que supusiesen una barrera de entrada, imaginando que aquellos lectores que hubiesen disfrutado del libro se esforzarían en leer y entender estos primeros textos que, repito, a mí en este momento, se me hace más difícil su lectura. Luego pensé que como no llevé el control del sentido de los textos ni de su orden, no me consideraba del todo legitimada para tomar esta decisión, así que finalmente opté por ser fiel al proceso tal cual se manifestó y, en resonancia, fiel a mí misma en una de mis manifestaciones.

Veréis que el libro se desarrolla como un diario de charlas, o clases particulares, como las llamé durante un tiempo, sobre temas diversos en los que de vez en cuando yo (el yo que percibo como el habitual) pregunto o intervengo de alguna manera, y estas intervenciones se diferencian porque van precedidas de un espacio hacia la derecha y cursiva. Cuando las leí todas de una vez para revisarlas, me pude dar cuenta de que los textos están hilados unos con otros, salvo cuando yo pregunto sobre algún tema en concreto e interrumpo la secuencia, que luego se suele retomar. Los títulos de estos temas que yo propongo aparecen entre paréntesis.

Es un libro para reflexionar, releer párrafos hasta entenderlos, e impregnarse de su vibración energética, para poder así ir integrándola en el día a día. Así lo he hecho yo y así he podido sentir el efecto sanador de los mismos. Por esto recomiendo no darse atracones. Yo misma, al revisarlos, tenía que parar cada dos o tres textos, saturada, para poder llegar a la profundidad de los mismos con goce y aprovechamiento.

Me gustaría ser capaz de transmitiros el enorme sentimiento de gratitud que me embarga cada vez que leo estos textos, el mismo que sentí al escribirlos. Cada relectura la vivo como un grandísimo regalo recibido, sorprendida por la calidad y profundidad que percibo en los mismos. No tuve que retocar nunca nada que no fuesen faltas ortográficas o tipográficas. La redacción ha sido lo más fácil y preciso de todo el proceso, solo tenía que ponerme a escribir las palabras que iban brotando. Sin embargo, ha sido todo un proceso personal el aceptarlo, mantenerlo, madrugar, abandonarlo, asumirlo, retomarlo, compartirlo, etc. Durante más de dos años he vivido, a ratos afortunadamente, en enfrentamiento interno y, a la vez, intentando integrar en mi día a día todo el contenido que iba pudiendo.

A nivel personal, siendo consciente de que aún me queda mucho por transformar, me siento mucho más amorosa y en paz, no me cabe duda, y espero que a vosotros, que recibís esta oportunidad, también os sirva en vuestra propia evolución. Igualmente, ha sido todo un proceso y un conflicto interno el poder dar el paso de publicarlo. Agradezco a todas las amigas y amigos que me han ido alentando y animando a que así lo hiciera. Más de un año me ha llevado dar este último paso.

Antes de despedirme quiero pediros cautela, tomad de este libro lo que os resuene y sirva en cada momento y desechad lo que no. Por favor, no hagáis actos de fe con nada de lo que aparece en él, tampoco lo hago yo cuando lo leo.

Ah... por cierto... Se utilizan algunas palabras no reconocidas por la Real Academia de la Lengua Española, pero fácilmente entendibles.

Como me decía una muy amada alma hermana: ¡¡Buen provecho!!

1. Los preámbulos

(en algún momento entre febrero y marzo de 2019)

Me pregunto por qué me amarro las manos, las pillo con mi cuerpo, las ato, las aprisiono para dormir, como si se fueran a escapar a algún lugar, como si las tuviera que dejar presas para poder relajarme y dormir. Estoy haciendo el ejercicio contrario: cada vez que me pillo en este hábito tan adquirido, las saco, las libero, y ellas tienden a agarrarse entre sí, a mantener el contacto. Las intento separar y puedo sentir algo parecido a la libertad aunque, al menor descuido, las vuelvo a aprisionar con el peso de mi cuerpo.

Lo conecto con el miedo a escribir, a soltar, a dejar que las palabras broten, a hacer lo que tengo que hacer, lo que he venido a hacer, miedo a la responsabilidad, al trabajo incesante y entregado, a dar. No más que entregarme y dar. Digo que me quiero entregar, que quiero dar, que quiero servir... pero no es del todo real, hay miedos, pereza, incertidumbre... que está claro que me cuestan sostener.

De pequeña quería ser escritora y a veces escribía «papeles».

Tengo que abrir mi corazón, salir de la coraza, sentir, y dejarme llevar, sin miedos, sin expectativas, sin proyecciones de futuro. Algo así como cuando viví el momento kundalini, rendirme, dejarme, no cortar, no retener, atenta a mi propio movimiento interior, preservándolo y dejándolo expresar desde la actitud del guerrero, con impecabilidad, protección y respeto, de mí misma y de los demás. Algo así como mis bailes, primero bajo la luna y ahora bajo el sol. Un dejar que sea mi cuerpo el que se exprese, a pesar de mí, es decir, sin mi propia voluntad; yo observando y dejándome, para que otra inteligencia, quizás mía en otro plano, me mueva, yo siento que con una precisión y conocimiento que me hacen bien. Mi cuerpo luego se siente más liviano, relajado y vital a la vez.

Dejarme, soltar, dejar que las manos vayan a su ritmo, a sus teclas, que sean ellas las que bailen, con una presencia por mi parte poco más que de observadora de este baile incesante, de este baile celestial, azul, amarillo, blanco, rosa, verde, morado... Al son de los colores, y de los sonidos de las teclas, sin más discernimiento o duda, que dejarme llevar y ser.

Es bonito, se augura, es relajante y a la vez vital: SER. Relaja y revitaliza. Se dibuja una sonrisa en mi cara, me dulcifico y divierto. Ya estoy metiendo conciencia...

Dejarme, los oídos pulsan, especialmente el derecho, me dejo... Dejo a mis manos bailar en el teclado, ellas saben qué hacer, a dónde ir, qué teclas tocar, al son del pulso del oído que ahora se calla... demasiado control.

Está bien por hoy, hasta pronto.

2. Los elementos

(14/3/19)

Los elementos son el origen, el principio en la materia. Se crea a partir de ellos y con ellos. Son Elohim, sacrificados en dar forma. Tienen voz, oídos, mente, alma... Son muy evolucionados, mucho más que nosotros.

La tierra forma, deforma, abre, cierra, crea, corroe, descarga, asume, toma, da. La tierra se cuartea, se remueve, rezuma, se acopla. La tierra lee nuestras mentes, sabe qué colores atender, mostrar... La tierra respira, seduce, acoge, conversa, escucha.

La tierra puede ser densa o sutil, suelta o agarrada. La tierra es suave, lisa, con aristas, abrasiva, compacta... tiene muchas superficies, expresiones de sí... Se congela, se derrite... Todo tiene su significado, su causa, su consecuencia, está sujeta a las leyes, vive y respira como tú y como yo. Es sensible y reacciona.

Se combina con el agua, se ducha, se lava, se mueve, se queja, se absorbe, se limpia, se calla. El agua fluye, toma, asume, suelta, da, come, vomita, excreta... Dirige a la tierra, la moldea, la empuja, la lava, la mueve, controla sus límites, sus deudas, sus afinidades.

La tierra y el agua juegan, bailan, saltan, carcomen, cuentan, respiran, diluyen, asocian. La tierra y el agua bailan, tiemblan, se unen... Bailando al ritmo del corazón de los hombres, están ligadas a él, a sus dudas, a sus acciones, a sus luchas, a su amor.

La tierra y el agua son inseparables, socios de existencia, en armonía o desarmonía, cara a y cara b de la misma pareja. Simas y fuentes, géiser, volcán, fosa, dorsal... dolinas, lapiaces, estrambóticos desfiles de amor sin causas aparentes de desdichas, asumen que son los que desvelan las miserias de los hombres, sus potencialidades, desarmonias y acuerdos, limpiando los corazones atrasados en la magnitud de la evolución...

Son los básicos, describen lo que tomamos y damos, lo que asimos y soltamos. Son revolucionarios, impulsivos, amoldadores y moldeables. La tierra y el agua destruyen en su juego compensador, son ellos los que tienen el poder de moldear la materia tomando o dando, grano a grano, gota a gota, lo que les pertenece, lo que quieren traer a nosotros humanos.

La tierra, el barro, se colma, se reblandece, se diluye abrasando superficies, combinando sus dotes de amor y alegría en despachos de fe sobre la evolución de todos los seres que la habitan. No tiene maldad, sí bondad, paciencia, voluntad de ser y estar, de ayudar, de apoyar y sostener nuestras acciones, pensamientos humanos, comportamientos innecesarios, inútiles en términos de energía y de amor. Sostiene, levanta, su rayo es la base de la vida en la Tierra.

La tierra de la Tierra, la voz primaria del hombre inconsciente, luchando por sostener y mantener a la evolución global universal. Sacrificada por ella misma sabiendo, intuyendo, el peso a soportar en su decisión de ayuda amorosa a nuestra especie, que con más o menos consciencia, avanzamos hacia el origen, unos sacrificados otros relegados, pero siempre unidos en este camino de evolución del ser.

El humo es una forma de materia alterada por el fuego, será tierra algún día. El humo y el aire se combinan para sofocar los humores terrenales, la luz asociada a nuestra manera de arrasar mirando la luna solar. El humo no es más que aire colmado de tierra, de escamas terrestres sueltas ya... descamadas, volátiles, finas, una transición entre tierra y aire.

El humo llora o ríe, tiene voz también, la voz de la transición, esperma de otras vidas, de otras formas de avanzar, de ser sacrificado por atender a los demás. El humo calma, decapita, ahoga, suspira, teme, acoge. El humo sortea a quien le tocará cambiar, atravesar para volver a ser, más oportunidades de aprender, de empezar de nuevo.

Convive con el fuego, lo posibilita, lo acoge, lo aviva, lo sofoca, lo atrae. Empieza el humo el camino de la transformación y llama al fuego, a la llama de la vida, al pequeño sol procreador de nuevas realidades. El humo limpia, perfuma, intoxica, sopla, excreta, también come, amamanta al fuego, baila y atrae, remueve al aire, lo marea, lo intoxica, humos de colores, sabores y olores, excreción de tensiones corporales, de movimiento incesante, de roce, de debilidades... asume el papel de catalizador. Vientos estelares de vida silenciosa y eficaz que viene abrumando a los débiles para ayudarles en su transición amorosa, eficaz embriagadora de ascensión celestial.

Marginados, abrumados, indefensos, infelices... necesitan el soplo ahumado, el «pitillo», la parte densa de este humo purificador, la dualidad humana descontrolada.

El humo es padre y madre a la vez, crea y alimenta nuestras necesidades de cambio, de transición hacia el amor celestial, calma la sed de beneficios evolutivos, desesperadas bocanadas de aliento divino.

El humo decide a quien consolar, a quien transformar, blanqueando el aire, llamando al fuego a actuar, arrasando superficies de materia... nada se le puede resistir en el planeta. Solo el agua lo apaga, solo el aire lo calla, intimidado, aprensivo, suspicaz, anodino, a veces se descontrola, se va, «le patina el embrague», su alma está dolida, ausente a ratos, desproporcionada, alterada. El humo humano lo confunde, lo abruma, lo descompensa, no le deja actuar a su voluntad, se pierde, se borra, toma prestadas situaciones inalterables en principio que desconoce, y teme equivocarse, y eso le pierde.

El humo está cojo, está sordo, tiene sus ojos vendados, alterados, desbocado... Hay que ayudar al humo, hablarle, calmarle, ayudarle a sanarse... En su inalterable trayectoria se ha desbordado, desbocado. Ha asumido que ya no sabe, que olvidó su cometido, no entiende sus evocaciones ni acciones... Se perdió, pide ayuda.

¿Cómo le podemos ayudar?

Abriendo el corazón, buscando la utilidad de las acciones, la transformación de las emociones. El cáncer tiene que ver con esto; comida inútil, materias inútiles, despilfarro innecesario de aspectos sutiles elevados. Un mal uso de la energía, la materia, los pensamientos, que desemboca en enfermedades por acumulación de inutilidades, frustraciones, expectativas no cumplidas de ambición innecesaria.

Lo inútil, burdo, banal, se aglutina, se aglomera, se corrompe, se desvive, pierde la vida, la razón de su existencia, se pierde y se confunde. Mirad lo útil de cada acción, gesto, pensamiento... Solo que sea útil en términos de evolución, de amor y paz equilibrados con el ser, el espíritu que nos sostiene, que nos acoge o abruma, según nuestra alineación .

Todo tiene su sentido, su razón de ser. Todo está pensado, imaginado en su gesto creativo. Pero a veces la acumulación destruye, pierde, inutiliza... Se desvive, se retrocede, se bloquea la energía, se congestiona, masifica... Abrid las compuertas y que fluya lo estancado, acumulado, sobreseído enarbolado.

Un dar y tomar equilibrados. Todo aparece cuando se necesita, no es necesario acumular sino vivir, y los recursos aparecen, están ahí para servir. Su acumulación los confunde, los pierde, los desmemoriza... Necesitan soltura, vibración elevada y fluida, no estancada, acertar a saber qué necesitamos, qué queremos, hacia dónde nos dirigimos.

Poner el rumbo y vivir, sin acumular, sin estancar, sin bloquear... Calmar la sed honrando las leyes universales del amor, del movimiento. Acogiendo sus palabras con razonamiento y escucha, con una mirada inteligente y no sometida a los deseos terrenales de pasiones escondidas y alteradas.

El mundo astral tiene mucho humo acumulado, es soporífero, abrumador y encandilador. Rezuma vientos putrefactos por tanta acumulación emocional, por tantos deseos alterados de conciencias no muy dichosas ni elevadas, estancadas en las ruedas terrenales de perversión distorsionada, de calmas ficticias de deseos elevados pero que se distorsionaron en su día, no muy lejano, y que se siguen alterando a ritmos acelerados en este fin de ciclo. Mucho humo para el astral que descompensa otros mundos, cuerpos, estados. Ojo con el humo. Coches, fábricas, rastrojos, cigarros, combustión petrolífera, absurdas formas energéticas para el conocimiento actual. Esta descompensación y tergiversación costará cara al hombre si no resuelve, limpia, aclara, desbloquea y suelta.

El humo suspira, absorbe, eructa, respira, camaleón de lo intangible, despreciando nuestras debilidades, succionándolas, caramelizándolas sin ni siquiera saber por qué ni para qué. Es humo equidistante, absorbente, frustrado de otras realidades incesantes de planos superiores e inferiores, se cuela entre ellos por rendijas insospechadas. Su calma aglutina el pensamiento. Su sed desmemoriza a los santos y santones. Es el humo quien salva a los corazones abandonados de asumir sus responsabilidades, nefastas formas de supervivencia acelerada, colmadas de sutiles y burdas formas de convivencia astral.

Imaginad el humo sin consistencia, sin escamas incandescentes, humo amarillo, negro, rojo, anaranjado, incluso violeta... Humo de humos pestilentes, abocados a subsistir en nuestros corazones incandescentes y alterados por tanta presión evolutiva. La evolución no es eso, es más que eso, es salir a fallar y aprender a resolver sin necesidad de recoger más residuos que los que la propia esencia pueda deposicionar en su camino de ascensión.

¿Quién eres?

No soy más que tú, soy como tú sin ser tú. Soy tu sombra y tu sol, soy tu esencia divina, tu hermana cósmica celestial. Soy Ceres, ya estoy aquí.

¿Y ahora qué hacemos?

Vivir, aprender a vivir en comunión, en unión, en armonía, escuchándonos y aprendiendo la una de la otra, sin más prisa ni dilación que la de ser un par que sume su trabajo y responsabilidad.

Me alegra tu presencia, que ya vengo sintiendo desde hace tiempo.

Tengo muchos nombres, Ceres es uno de ellos. Nos iremos conociendo, poquito a poco y pasito a paso, no hay prisa aunque sí la hay. Está bien. Tenemos lo que necesitamos para emprender esta aventura juntas de autoconocimiento, apoyo, soltura y libertad. Tenemos lo que necesitamos, y vamos adelante.

Hasta pronto, Ceres.

19/4/19

Turquesa es el color del aire fresco, bien oliente, saturado de la embriagadora luz solar, tómalo, respíralo, siéntelo... Es el color renaciente y vamos a seguir por donde lo dejamos. Tenemos que averiguar qué tenemos que tomar de cada elemento, sin causar estragos ni daños.

Del humo es necesario distinguir cuántos lugares emisores hay, cuántos son luz y cuántos son sombra. El humo purificante o el humo contaminante. Humo es igual a humor, a sonrisa o a tumor, personificación de algo en desequilibrio, algo diferente a lo equilibrado y natural. El humo tiene que equilibrarse, coches, chimeneas, estufas, radiaciones olorosas químicas, perfumes, desodorantes, colonias, creamos olores químicos que desestabilizan el entorno, los cuerpos, las células, es más importante de lo que creemos y llegamos a imaginar.

Cuánta química emitimos, cuánta química respiramos, no hay equilibrio. La respiración celular se ahoga ya en muchos lugares del planeta, se asfixia, se consume en humores putrefactos o artificiales. La luz de los olores naturales queda relegada por los artificiales... Ya nadie toma en serio esto, radicalmente en serio. Necesitamos el Cambio, necesitamos controlar, transformar estas emisiones no tan luminosas para que podamos despertar. Somos embriagados por perfumes pesados, aplatanadores, tóxicos, hormonalmente destructivos o manipuladores, que causan desequilibrios sin cesar. Respirar es la clave y ¿qué respiramos...? ¿Qué bebemos, qué comemos, qué olemos...? Las flores tienen su función y queda sepultada tras capas de malolientes tumores ambientales y artificiosos generadores de olor. Es más importante de lo que imaginamos, ser consecuentes con los olores y humores que emitimos.

Gracias, Ceres.

23/4/2019 (Priorizar la luz)

Buenos días, estamos aquí describiendo elementales asuntos de la transformación interior y exterior. No son ideas a desarrollar sino desarrolladas desde tiempos inmemoriales, para nuestra capacidad humana de entender el tiempo y la historia. Tenemos que ascender, sin dilación interna atenuante de la fuerza que va más allá de nosotros. Sin embargo, tenemos asuntos siempre trascendentales que atender, a nuestros ojos humanos, que nos hacen perder el valioso tiempo que se nos ha dado. No hay entrega ni conciencia para valorar lo realmente importante en nuestras vidas, concedidas para entender, evolucionar, dispersar y disipar sombras nefastas para la condición humana en sí misma. Es importante discernir, a sabiendas de que la noche ocupa cada vez más espacio, gana terreno incontroladamente en nuestro planeta de luz y amor.

Azul es un color de transparencias sutiles, frescas y firmes. No nos dejemos amedrentar por fuegos ni dragones imaginarios, es algo más sutil y precioso que ya está inventado, digerido, asumido por todas las huestes celestiales anacrónicas, intemporales, sublimes, luchadoras de luz, por la luz y su despertar espiritual.

Son muchos los que creen que la luz es el camino de la verdad y la luz es la verdad que habita en nosotros y que tanto nos cuesta priorizar, sin más. Tan solo es una cuestión de prioridades, tan simple como eso y nos cuesta tanto. Damos importancia a lo que no la tiene y lo importante lo desechamos, postergamos, anulamos, sintetizamos...

Miramos para otro lado en pos de una trascendencia celestial aflautada, almidonada, artificial, un sinsentido artificioso, creado para despistar más que para despertar... Todo es más simple, bello, feliz... Imaginario escenario de luz y color donde todo ocurre y todo puede ocurrir... Priorizar, relativizar, conocer y conocerse, trabajarse, refulgir, deslumbrarse de sí, consigo y para sí, sin egoísmos ni otras cualidades artificiosas, malsanas, impermanentes, sucias, adheridas a nuestro ser sin ser nuestro ser. Una sacudida consciente de lo que no es nuestro, de lo que no tiene VALOR, de lo inútil y que tanto ocupa.

La luz vence tinieblas, la luz sacude, vibra, trasciende, calienta, acoge, te envuelve y por supuesto ilumina... Ansiamos la luz cuando la luz está dentro de nosotros. Solo hay que destaponarla, dejarla aflorar, dejarla ser AMOR, calor y color.

Buenas noches.

3. (Retención)

25/4/19

La población mundial necesita retener y retener, y esto causa estragos indecentes en niveles celestiales. Nos cargamos de cosas inútiles ansiando unos niveles superiores de existencia. Nada más lejos de la realidad, pensar que retener es ascender, subir, nivelar el bienestar. Para ascender hay que soltar, desapegarse, renunciar, entregar... Todas estas palabras son opuestas a retener, guardar, reservar, acumular, recibir, salvar...

Tenemos que luchar contra las huestes despilfarradoras del planeta. Una lucha pacífica y tranquila, desde el conocimiento que ya estamos adquiriendo y desde el razonamiento, tras saber que nada de eso, relacionado con el acumular, nos satisface sino todo lo contrario, nos ocupa y esclaviza, embargando nuestras vidas a unas posesiones materiales de las que ocuparnos y preocuparnos.

Tenemos que luchar incansablemente ante tanta tontería sin sentido. Pensar que embargar es opuesto a embarcar hacia otros horizontes más luminosos.

No solo desde el origen se observa, también se reciben las radiaciones y vibraciones por nosotros emitidas, en un intercambio infinito e ilimitado. El origen no quiere retener ni embargar y todo rebota porque no puede ser absorbido por el propio origen. Es por esto que es tan importante dejar de obviar lo obvio y tomar las manos, y actuar en comunión por lo que realmente nos interesa y beneficia, el soltar y acabar con tanto despilfarro inútil de energía, tanto absurdo irracional e inconsciente.

La dosa no es más que el resultado de la acumulación, del no permitir que las cosas tomen su rumbo imperecedero gracias al cual no vamos a la deriva, sino que avanzamos seguros hacia horizontes más amables y elevados. Somos Uno, no lo olvidemos, si tu goteas yo goteo, si tu revistes tu casa de inútil energía yo hago lo mismo... Somos tan influenciables por eso mismo, porque somos uno, aunque nos cueste admitirlo y entenderlo.

«Somos Uno» va más allá de sus propias palabras, tiene un significado profundo que pocos han sido capaces de vislumbrar. Los elementos, a su vez son uno, aunque ahora expresen diferentes personalidades, versiones de este Ser Uno.

Ser Uno es lo único que debería importarnos a la hora de actuar. Entender la causa y el efecto desde esta perspectiva, Soy Uno, y todo lo que hago lo recibo, todo lo que digo lo escucho, todo lo que juzgo lo padezco, todo lo que ansío me lo arrebatan... Soy Uno, Soy Uno, Soy Uno... no hay más.

Soy Uno en todo su sentido, por eso yo soy tú y tú eres yo, no hay diferencia de grado ni nivel, en realidad solo somos uno. Difícil de entender por su compleja simplicidad, que nos retumba y resuena en los oídos, y se escapa del entendimiento en toda su magnitud por resistencias debidas al deseo de vivir vidas separadas e independientes, individuales y privilegiadas, sin hacernos cargo del sufrimiento ajeno, representaciones de uno mismo expuestas para mi propio entendimiento de lo ilusorio e intrascendente, pura ilusión de separación, cuando todos somos uno. Tan simple y tan complejo.

Somos uno debe ser nuestro mantra, desde el entendimiento de todo su significado. Estudiar esa frase, sentirla, entenderla, manifestarla, aceptarla, reflexionarla, compartirla, sentirla, disfrutarla,... gozarla... Se acabarían envidias, juicios, críticas, daños innecesarios de escape a una realidad que se nos hace grande.

Tememos ser uno, reconocer lo que queda aún y dejar de tener control sobre tantas posesiones inútiles, ahondando en el absurdo de esta vida artificiosa e inútil...

El humo se expande en nuestros cerebros, los apaga en pura intoxicación de abundancia inútil, de pensamientos, ocupaciones, desdichas y formas varias de intervenir perdiendo el tiempo, el que se nos dio para avanzar.

Desechad lo inútil, desechad lo innecesario, disfrutad de lo verdadero sin necesidad de retenerlo, guardarlo, sin miedo a perderlo ni a agotarlo... Es ilimitado, como nosotros cuando somos uno. Una red infinita de recursos puestos a nuestra disposición. Siempre a mano el pensamiento, idea, elemento, herramienta u objeto que necesitemos... Está todo ahí disponible, a nuestra disposición.

El miedo bloquea, y activa el control con el que guardamos, retenemos, vetamos, anulamos... Desechamos de forma confundida, aturdidos por tanta dosa, humores, acumulaciones innecesarias de preocupaciones, bienes, deseos, lamentos, juicios, críticas... La dosa se estanca y rezuma sin control, abriendo senderos de evacuación alternativos, descontrolados, vertidos en toda regla, lo que es arriba es abajo... La naturaleza vierte, divierte, de forma abrumada, insospechada, incandescente, teniendo mucho que decir al respecto sobre la acumulación innecesaria de palabras, definiciones, técnicas, estrategias... que nos separan, nos limitan, nos contienen del auténtico vertido amoroso y humilde de la entrega, de la confianza, del saber que somos luz, una única luz que un día se expandirá sin limitación ni retención... No se acumula, se mueve incesantemente. Su onda expansiva necesita apertura, relajación, entrega, armonía oscilatoria, arriba y abajo, sin miedo, ni juicio. Solo dejar el flujo, las ondas, que recorran nuestros cuerpos, sin límites ni condiciones. Solo dejar, ser, alineados con ese ser uno que somos todos.

Entender esto es ser uno, no hay más posibilidades, esa es la señal. Cuando seamos uno, seremos uno.

4. (¿Qué hago con esto, Ceres?)

01/05/19

No lo acumules, expándelo, desilusiónate de avanzar en el camino de luz, no es eso lo necesario ni oportuno, solo expande, comunica, defiende estas ideas, sin más. Ni publicaciones ni libros, solo vive en lealtad a ellas, sin retener ni pretender ganar nada con ellas, solo sé ellas. Esta información viene porque está en ti, sale de ti, eres tú, úsala a tu favor y el de todos, no dejes que te ciegue el afán de protagonismo ni la ilusión de fama ni dinero, solo sé ella, comunícala, expándela en la acción, es lo imperecedero e impermanente a la vez.

Suculentas desdichas vendrán si no somos uno en todo su sentido. Recibe tu parte de toda esta barbarie inconsciente, acéptala sin juicios ni penas, solo son consecuencias de estos estragos del tiempo y la energía, solo eso. No te apures en intentar salvarte, ser diferente, porque no lo eres, somos Uno y todos vamos a la par, diferentes niveles de lo mismo, entrelazados más que unidos. Un tejido diverso de lo mismo, la misma fuente y finalidad. Toma lo tuyo, compártelo, asúmelo, vívelo, respíralo, practícalo. No te pierdas en publicaciones, solo sé lo que vas entendiendo.

Camina despacio, con paso firme y sutil a la vez, que nadie te diga lo que debes o no hacer, solo sé sabiendo lo que sabes, desde tu entendimiento de la luz, siendo fiel a eso que entendiste, y comparte con los que te relacionas. Acumular conocimiento, libros, cursos, talleres es otra manifestación de la enfermedad como otra cualquiera, no hagamos lo mismo con esto. La luz se emite, se irradia, se trasluce, no se usa ni se guarda, se es. Abrir el corazón, sentirla en tu interior emanando hacia los demás, sin más juicio, ni expectativa, ni misión..., incandescentes limites entre lo habitual, lo perecedero, lo absurdo e ilusorio.

No temas equivocarte, sé tú. Ama tu ser interno, lucha por tu verdad, que nadie apague tu luz, ni tú misma en tus divagaciones, también ilusorias, sobre otros, sobre el mundo, sobre lo impermanente o inmoral... Absurdas manifestaciones, burdas en su concepto, pérdidas del tiempo que se nos dio. Toma esto y úsalo, no más. Solo úsalo, defínete en ello sin más expectativa de resultado ni uso. ¿Serás capaz?

2/5/19

Quiero ponerte cara, saber de dónde vienes, quién eres, cuál es tu género, oírte, verte, empiezo a buscar información sobre ti en la red...

No es necesario, recuerda que yo soy tú y tú eres yo, somos uno, qué importancia tiene saber qué parte del Uno soy, absurdas necesidades egoicas del ser, pérdidas de energía y tiempo. A eso me refiero, para qué saber esto, qué más da. Mira la calidad de los contenidos, de la relación, el resto carece de importancia y sentido, el saber esto solo es una necesidad del ego, no lo alimentes, no lo necesitas, no es útil. Solo asimila, entiende, practica, toma lo que consideres útil y desecha lo que no, no hay más. Ese es el discernimiento, útil o no útil... útil para qué o quién...

Quién soy no es importante, uno más en el universo. El sexo tampoco, masculino y femenino en uno, en todo. Sospechas infinitas de tendencias radicales desenfrenadamente absurdas.

Toma lo que necesites, deja lo que no. Es un mantra que, bien entendido, eleva, ayuda a comprender y asimilar de qué va esto, cuál es esa misión que tanto se ansía conocer. Necesidades del ego, más no me presto a alimentarlo. No es útil sino todo lo contrario y es mejor no invertir más tiempo en ello.

5. ¿Seguimos con los elementos?

El fuego es un elemento de color rojo, transforma, sabe de todos los pensamientos incandescentes que brotan de vuestras mentes enfermas. Necesita refulgir en un baile danza de desesperación infinita por transmutar todo lo que arde de más, sin saber cuál es el final de tanta barbarie, de tanta desesperación.

En toda guerra el fuego es protagonista, arrasa y transforma, mide y señala los objetivos apuntados. El fuego también baila, sabe de ti, es tu pareja de baile que equilibra los inconscientes movimientos del alma, sin saber a dónde llegará en su transformación. El fuego necesita de ti, de todos para vivir. El combustible material que lo alimente, los desechos traídos por el viento de la inconsciencia arden de sobremanera eficacia, sabedores de lo frugal e ilusorio de las mentes desbocadas, dispersas, entre tanto pensamiento inútil. Por eso es tan importante que paremos, que pensemos bien, que ilustremos lo avanzado a otros, sin más objetivo que el de compartir, extender las semillas para que broten al calor solar, el fuego más elevado que tenemos, el verdadero fuego transformador.

El hombre arrasa con el fuego procreado, el fuego de la destrucción y no el de la transformación. Mitocondrias ardientes, desbocadas, alisadas por la devastación planetaria, penosos estigmas de lo sucedido durante generaciones y generaciones de vengadores, aniquiladores, armados de veneno mental y psíquico.

El fuego transmuta pero también mata a las almas perdidas, por eso la idea del infierno en vuestra cultura. Es cierto que arden en un fuego transmutador cuando ya no hay mucho que hacer con ellas, cuando se desbocaron tanto que perdieron la cordura, el equilibrio de una forma tal que ya resulta irremediable sostener tanta inutilidad de energía, por eso su transformación radical, su apagado vía fuego incandescente, brillante, un refulgir del espíritu que las acompaña, un destello fulminador que pone orden y equilibrio, como el grito del profesor en el recreo, llamando a filas, al orden... A veces es necesario, no es lo ideal ni diseñado pero así se hace.

Necesitamos conocer, saber, entender, que medrar energía es vital. Es desahuciado quien no utiliza la energía en su provecho y el del Universo. Fugas eternas, a resolver, a solucionar en este espacio tiempo creado para ello, para limpiar, sanar, equilibrar tanta fuga energética, tanta ilusoria existencia sin amor, tan solo con distorsión, sin entender nada, alejados de la Verdad infinita, del Conocimiento Universal trascendente. No sabéis qué gasto energético supone esto, pura basura cósmica generada por seres inconscientes, que no paran de producir basura.

El fuego resurge de la tierra embriagada de combustible, el detonante es la chispa de la divinidad en su labor de limpieza trascendental. Un fulgor, una flama, un abrir de las compuertas para el olvido de lo inútil y perecedero. Los tiempos del ocaso apagan el fuego, la llama, para volver a resurgir en una mañana próxima, cálida, abierta al amor elevado, algo más elevado, pasos ascendentes de comprensión, equivocados términos ancestrales de diversidad material, más afinada, limpia, surgiendo de la oscura noche. Un renacer de sabiduría lastrada por el ayer insoluto, pulido por el cambio nocturno, apegado a formas insospechadas de evolución trascendente.

No somos más que eso, partículas en transformación. Se queman, arden, combustionan, cambian gracias al fuego consciente que anula lo anterior y da paso a lo nuevo, fertiliza el camino de savia nueva, más limpia y brillante que la anterior. Nuevas especies, formas, conocimientos, un nuevo despertar en un mundo más sutil y refulgente.

No es nada malo el cambio de la evolución. Una explosión, un acabar y empezar, no lo temáis, solo prepararos para ello, sin dolor, solo con amor, plenitud, agradecimiento, comprensión de que algo nuevo está por llegar, confiando en las huestes celestiales que están al mando de cada paso en ese caminar firme y sutil del que hablábamos. Necesitamos saber eso para no caer en dramatismos ni victimismos, juicios ni teorías conspiradoras.

Un «reset», un apagado y encendido, un fuego transformador que solucione este despilfarro energético al que estamos sometiéndonos. Ya no más, vendrá el Cambio, por las buenas o menos buenas. El fin es al cambio, renacer entre las cenizas abundantes y más sutiles, trasladando las penurias e incomprensiones a dimensiones más alejadas y menos dañinas para el ser uno, para el conjunto que somos todos.

La célula tierra estará preparada para ello, solo confiad en los nuevos soportes, estructuras que están por venir, cuando todo lo conocido acabe. Medrando energía, saboteando a las formas caducas de exposición anteriores al tiempo, ancestrales desde la perspectiva dada a conocer por nosotros a vosotros. Actos de fe ciega que serán sustituidos por conocimiento entendido, digerido, transmutado gracias al fuego de la conciencia, de la vivencia, de la transformación consciente y evolutiva.

El fuego quema, muta, absorbe, emite, refulge y brilla en su labor transmutadora, abrillantadora, sutilizadora. Es más delicado y sutil de lo que parece. Es un transmutador energético que vive para y por el cambio de estructura, en soledad, incomprendido a veces, temido y soliviantado, avivado por la ignorancia, el derroche, la frustración de este mundo sin sentido.

Aprended de una vez que todo tiene su coste, su consecuencia, su dolor y sabor. La alquimia de la vida, la cocina del universo, transformadora, nutridora, creada para degustar, digerir, expulsar lo innecesario, sin temer mayores consecuencias que las del cambio. El gran cambio del que todos hablamos y necesitamos, anhelamos y pedimos, sabiendo ya que es irremisible su comparecencia, sus actuación por encargo divino ante tanto desboque, tanta soltura de inútiles cargas intensas de pensamientos vacíos o llenos de negatividad, de oscuros presagios y vaticinios.

No es nada especial, nada lamentable, solo un reajuste normal de materia y energía, de luz y amor. Entenderlo de este modo os aliviará, os traerá paz a quienes podáis entenderlo sin temor, desde la limpieza, tergiversada a veces, de vuestros corazones y almas, transeúntes de lo cotidiano y absoluto en un mismo estado de neutralidad, amor e intentos de comprensión espiritual, practicando lo alcanzado y conquistado, ilustrandoos de verdades absolutas en contenido y significado e inalcanzables en ocasiones por mentes lentas, dispersas, desechadas y aturdidas.

•     Mantened la mente ágil, liviana, limpia, luminosa, esa es la función universal encomendada. Ahí el fuego solar llega y transforma de una manera más pacífica, acogedora, transversal y alternativa, limpiando e iluminando cada recoveco

•     Salid al sol, bailad bajo el sol, cantadle, elevando la vibración del encuentro, soñando alto, entonando cánticos alegres, vibraciones amables, sumidas en el despertar planetario, en el empuje consciente del grupo, colectivo entretejido, del que formáis parte ineludible

•     No os vais a independizar del mismo, sois ese tejido siempre y para siempre, agradecedlo y sentidlo, es el vuestro, aceptadlo y amadlo, es lo más útil para el Universo. Sabedlo bien y no os sintáis distintos ni especiales

•     Amad a toda manifestación de vuestro propio tejido, expresiones de vosotros mismos, mismas células, mismo torrente sanguíneo y terminaciones nerviosas, sistema linfático y todo lo que se os ocurra para entender que sois ello

•     Vibrad alto y contagiad a vuestro entorno

Por eso os estamos apoyando, enseñando que esa es la forma, el camino de ayuda a la transición: sabed que sois uno con todo vuestro entorno planetario, afectados de lo mismo, condenados a lo mismo.

No tenéis más escapatoria que vibrar alto, todo lo alto que podáis alcanzar, sin más. Por favor, entended esto porque es la clave del Conocimiento Universal: sed luz para llegar a la luz, no hay otra forma de alcanzarla que siendo ella, recuperando su vibración amorosa, imperceptible a los ojos y sentidos burdos de vuestra dimensión humana.

Fácil y complejo el resurgir de la especie transmutada, elevada, en un nuevo comienzo evolutivo. Resurgen edificios y catedrales interiores. No más templos solitarios y semiabandonados. Un resurgir esperado y aplaudido por los que se encargan de diseñar la manera más útil de avanzar, hundiendo los pies en agua fresca y somera, sintiendo el frescor del reflejo de la luz y del agua limpia tempranera, al ritmo de las olas cosquilleantes, que nos zarandean y dan los buenos días.

Un salto jubiloso de conciencia, en contacto con los elementos naturales, apocados y calmados en su bárbara evolución, que deja de ser desbocada para volver a ser pausada, razonada, en absoluta entrega hacia el camino. Maniobras orquestadas desde hace multitud de eones en el no espacio no tiempo. Ya lo iréis comprendiendo.

Salud y amor, divinos seres especialmente dotados para absorber lo inadmisible e inabsorbible por lo sutil. Sin vosotros no podríamos avanzar ni evolucionar al ritmo esperado, calculado con tanto amor y entrega para nadar en las mismas aguas del conocimiento infinito y total. Sumergiros en ellas es cada día una realidad más cercana, aunque para ello haga falta destruir y volver a arrancar ese motor que os mueve, dulcificando los sueños y mentes procreadoras inestables, damnificando lo inservible y restituyendo el orden perdido, anulado por huestes menos luminosas que necesitan perecer para renacer.

No temáis los que bien hacéis, los que ayudáis a la conciencia universal para entender el desfase energético, que puede ser restituido por orden, serenidad y paz, con paciencia y tesón, con orden y disciplina, con amor manifestado de diferentes formas y colores. Necesitamos más seres refulgentes, acomodados en la luz y la conciencia espiritual.

Desordenados traidores harán lo posible por encarnar y encarnar, una vez más, dispersando y enredando, no los dejéis. Abandonad los pensamientos inútiles, refutarlos y abandonarlos, no los dejéis encarnar a través vuestro, no. Solo ser, solo respirar en la conciencia de ser, de amar vuestro tejido, único en el universo, capaz de limpiar atmósferas de traición y dolor. Es un punto en el conjunto de vital importancia y trascendencia universal, no lo olvidéis. Tomad lo que necesitéis, estamos con vosotros. Vendrán nuevos estados, nuevas líneas de ser y estar, espiritualmente más acordes con la verdad y el amor.

La luz no os ciega, os ilumina, os indica el camino. Sed luz y tomad luz, desechad lo que no sea amor luminoso, enigmáticamente útil y bondadoso. Es más fácil ya... sois más...

«Amaos los unos a los otros como yo os he amado».

Sin recovecos ni exigencias, brillad, transformad, soltad, ser fieles a la luz de vuestros corazones y mentes en su manifestación más equilibrada, luchad por la verdad y lo correcto.

Gracias, Ceres.

6. Angustia

4/5/19

Angustia es aire comprimido, desechado, imaginado, desnutrido espiritualmente hablando. Facilita frecuencias inestables conducidas hacia la inestimable vía de los que reniegan de sí, de su ser superior, de su fuerza y bondad luminosa.

Necesitan saber que no tienen más que colaborar, entonar la frecuencia adecuada para las transmisiones celestiales, equilibrarse para poder ser traspasados por ondas elevadas. Su miedo les hace sufrir, dispersarse, equivocarse una y otra vez, denunciando valores, acosándose a sí mismos de manera obsesiva. Libres creen ser sin saber que son prisioneros de su sombra, que no quiere asumir el trabajo encomendado, el trabajo orgánico que les toca asumir de una vez.

La angustia es una evolucionada muestra de desorden, de no aceptar lo que toca, lo que viene, lo que es. Resurgen estados magnéticos desequilibrados entre las fuerzas débiles y las luminosas, estableciendo desorden, desdicha, frustración, envidias, frecuencias bajas de vibración y desesperanza inútil, a sabiendas de que se es y no se quiere ser, por temor a no hacerlo bien, por pereza, olvidando arrebatos de furia e inestabilidad pasional, locuras de hambres inconclusas, libres de tomar trayectorias ordenadas, ambientadas en su estado de conciencia.

Frecuentemente nos abandonamos entre la infidelidad y el espartano despertar del alma resentida, anodina, casi disecada entre tanta lucha inútil por parecer lo que no se es, por no querer asumir lo que toca, a sabiendas de que mañana acabará haciéndose, sin remedio ni demora... Pero se elude, se evita, se desentrañan una serie de formas anodinas, diáfanas, semifrugales en el tiempo y el espacio para dejar de reconocerse, de amarse, de respetarse y dignificarse como lo que se es, seres venidos a ayudar, a ser para ayudar con su ejemplo, su hacer, su disfrutar.

Reír, jugar, saltar, cantar, vibrar alto..., sed lo que vinisteis a ser y la angustia se va. Esa lucha interna entre lo que sí y lo que no, entre ser y no ser, entre sombra y luz, que lleváis dentro. Agotados por tanta exigencia y contra exigencia, desorden inútil que desequilibra, intuye nuevos estados de conciencia desastrosos para la evolución. Un quiero y no puedo, que desarraiga, desespera, disconforma soluciones dadas de tiempos ancestrales, desfigurando planes dados de antaño, formando nuevas líneas irrespetuosas e inservibles, anodinas.

Disimuladas maneras de reír y fracasar en lo más grande que se nos ha dado, la vida, la oportunidad de establecer el vínculo entre lo divino y lo terrenal, lo sutil y lo denso. Fracasos, frágiles destinos que se olvidan, se machacan, se inutilizan líneas de tiempo y espacio, se entrecruzan con otras y se enredan.

Tenemos que ser, no hay más que Ser a través del Espíritu, de la luz, del color, de la forma... Vibraciones elevadas de conciencia superior que traspasan estas líneas, asumen sus funciones reparadoras, equilibradoras. Asumen que son necesarios y se dan el valor de trabajar en sus propios destinos, usos si queréis llamarlo para entenderlo. Tareas reencontradas entre tanta inutilidad, entre tanto desperdicio energético descontrolado que se comprime y aglutina en los corazones. Presiones en el pecho, en las sienes, en el estómago, en los órganos encargados de equilibrar y limpiar, licuar, fluir...

Solo siendo acabaréis con las angustias, despilfarro energético sin sentido, humores en el tiempo y en el espacio. Cúmulos, bolitas engarzadas en este collar que formáis, en este tejido flexible y dinámico creado para filtrar, reconvertir, y revertir la desdicha en amor, lo olvidado en entendido. Sabiendo que lográis tener sólo aquello que necesitáis, lo útil aparece cuando es convocado, anunciado, sugerido, necesitado. Lo útil aparece, no lo olvidéis, y lo inútil lo creáis con vuestras mentes insatisfechas, ávidas de experiencias desenfrenadas y apasionadas, fantaseadas desde el desorden.

Los pensamientos inútiles os consumen; moderadlos, evitadlos, abandonadlos, liberaos de ellos sin más. Ya no toca invertir tiempo ni espacio en ellos. Dejad de divagar, de entrar y salir, de buscar, de necesitar éxito, reconocimiento exterior inútil sin ese reconocimiento interno que tanto necesitamos, anunciamos pero no logramos. Dejad ya de estar comprometidos con lo banal e ilusorio, despertad del sueño material y entrad en la casa de la verdad, de lo inmaterial, acompañados siempre por seres amigos, fraternidad celestial implicada en esta tarea de limpieza universal.

Mas no os perdáis en divagaciones ni teorías, técnicas ni teoremas, hipótesis ni nuevas banalidades sobre la ascensión. Solo ser, solo trabajar desde la conciencia y el amor de ser quienes sois, de formar parte de la familia universal, engarzados unos en los otros, portadores de la luz universal, la verdad y lo ilimitado, el amor del origen, la fuerza destelleante.

Juntos descendemos y asumimos misiones desesperadas a veces, más no seamos desperdicios sino limpiemos esos desperdicios, transformándolos en dolores reumáticos anquilosados ante tanta frustración acumulada en vuestros pechos, y corazones. El alma se resiente, se inflama, se despista, no sabe cómo hacer ni dónde mirar, en busca de satisfacer placeres mundanos irreversibles, ilustrados en cadenas de fervor literario, acompañados de fuertes estrategias desviadas de la luz, también ilusorias, desenfrenadas, pasionales, y amargadas a la vez, necesitadas de escucha, entendimiento, pararse y reconocer que no es eso lo realmente satisfactorio ni genuino.

Marchad, formas despistadas de la luz, tergiversadas por la especulación y ambición de parecer lo que no se es. Desbocadas huestes indefinidas en el tiempo y el espacio, anunciando desdichas, fatalidades, dis sincronías elevadas de ego inservible y atorador, resignadas formas de contribuir a atascar los pasos, los conductos para que la luz pueda llegar a cada recoveco de ese laberinto dimensional.

Estamos cerca, más de lo que creéis y sentís, estamos juntos, al lado, mirándoos continuamente, sabiendo que pronto llegaremos a vosotros, podremos ser a través de vosotros. Queda poco, lo sabemos, no desesperéis y actuad, sed lo más elevado que podáis ser y entender, sin miedo ni prisas, sin dilación ni rencores entre vosotros. Solo ser amorosas manifestaciones energéticas bandeando y abanderando a la luz, la paz, la armonía, lo sutil y bello de la existencia.

Recorred los caminos con risas, anhelos hechos realidad, convertidos y reconducidos desde el desenfreno inútil hacia la conciencia amorosa, elevada, sutil, deseosa de amar. Siendo luz, transformando lo oscuro y perverso en claridad amorosa, luz blanca, transparente, brillante, directa y simple, que envuelve irradiando calor, color, dando formas bellas, sutiles, desvaneciendo lo desproporcionado, absurdo, tergiversado, disconforme, saturado, frenético... Ilusiones devastadoras y disipadoras del amor, de la apertura de corazón, de la verdad que recorre corazones ilustrados entendiendo la verdad.

Gracias, Ceres. Me gusta tener estas conversaciones, me ilustran, y animan a ser, entendiendo la unidad, el acople de voluntades y energías. Siento amor y compasión. Es difícil salir de la maraña. Me pillo, y me acuerdo de nuestras conversaciones y me da fuerza para salir de esos pensamientos inútiles que continuamente nos traspasan, ¿de dónde vienen?

Vienen de la especulación, de la creación incesante de desperdicios inútiles, desordenadas formas de creación que no encuentran su sitio, su razón, su encaje, y vuelan y vuelan siendo captados por vuestras mentes, desordenadas a su vez.

El desorden atrae al desorden, el caos atrae al caos, la infelicidad atrae infelicidad... Sed fieles a vosotros, ordenaros, ambientaros en la luz, en el orden, en el equilibrio coherente y atraeréis lo mismo, no hay más, es simple aunque sabemos que no es sencillo.

Os queremos, os amamos, denunciamos estas maneras de actuar en un intento de liberaros, de ordenaros, de ayudaros a traspasar la barrera invisible que os aleja de lo útil y lo amoroso. No os dejéis atrapar ni llevar por la corriente, solo ser la más grande manifestación de vosotros mismos, sin distorsiones, la versión original, la más cercana al origen que podáis alcanzar. Lo tenéis todo para ello, es solo cuestión de voluntad, de foco, de ilustraros en vuestra propia sabiduría.

Sois portadores de la Verdad, cuando la alcanzáis lo sabéis. No os separéis más de ella, descansad en ella, siendo ella.

Gracias, Ceres, es tan fácil perderse, abandonar y volver a entrar, esas entradas y salidas de las que hablabas.

Tenéis ya toda la información, es cuestión de voluntad de ser y por ser, estados fuertes de conciencia superior, mantenidos en el tiempo sin duda, con fe y confianza en esa misma voluntad que ya no es únicamente vuestra sino también nuestra, compartida.

Cuanto más cerca estáis de nosotros y nosotros de vosotros, mayor voluntad unida, en comunión trascendente y directa. Es un acople que cada vez más pares estamos alcanzando, no distorsionéis lo que ya portáis, asumidlo, creedlo, compartidlo, explicadlo y los campos se irán abriendo, conociendo y esperando. Son muchos los que lo anhelan sin ser conscientes, y cuando llega... no termináis de creerlo, de utilizarlo, en el sentido de darle la utilidad debida.

Solo ser, es la clave final, la única, la más sencilla y clara. Ser es ser lo que sois, no lo que creéis que debéis ser y no sois. Legitimaos, siendo uno con vosotros mismos, con vuestro yo esencial, único e inequívoco. Lo demás es falso, ilusorio, basura inútil de la que hablamos.

Limpiad vuestros corazones de miedos, culpas, falsedades conscientes e inconscientes, vuestras y heredadas, de este mundo y de otros. Es una gran labor la que hacéis y sufrís, y se os reconocerá por ello. Se os reconoce, y todos apoyamos este movimiento que sabéis tan difícil, de seguir y ser la luz. En realidad, cuando se alcanza es muy sencillo, según cuentan los que lo han alcanzado y salieron ya de la inestabilidad, suciedad embriagadora, toxicidad ondulante y oscilatoria.

No penduléis, buscad el centro que sois vosotros. Sois el centro de vuestra manifestación, sin forzar, sin inventar, solo fidelidad a lo que sois. Dadle el crédito con valentía, acechando las sombras despistadoras, banales, tergiversadas de la realidad que sois y debéis manifestar.