Expresión corporal - Luis Antolín Jimeno - E-Book

Expresión corporal E-Book

Luis Antolín Jimeno

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Beschreibung

La Expresión corporal tiene que ver con la imagen que tenemos de nosotros mismos, la que proyectamos a los demás y con la creatividad. Este manual se propone una aproximación conceptual y metodológica a la Expresión corporal con la intención de apoyar su aplicación práctica y la investigación que consolide su importancia como materia educativa. Así lo entendieron en la segunda mitad del siglo XX, los movimientos reivindicativos que, en oposición a la orientación predominantemente productiva de la educación física, consiguieron que en la escuela se atendieran los aspectos corporales relacionados con la sensibilidad.Desde su implantación como contenido de la educación física, la Expresión corporal muestra un desarrollo irregular, tanto por la escasa presencia de esta materia en las facultades donde se forman los profesionales como por la escasa producción científica sobre su aplicación.

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EXPRESIÓN CORPORAL

FUNDAMENTOS MOTRICES

Luis Antolín Jimeno

UNIVERSITAT DE VALÈNCIA

Esta publicación no puede ser reproducida, ni total ni parcialmente, ni registrada en, o transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, ya sea fotomecánico, fotoquímico, electrónico, por fotocopia o por cualquier otro, sin el permiso previo de la editorial. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

© Del texto: Luis Antolín Jimeno, 2013

©De esta edición: Universitat de València, 2013

Maquetación y diseño de cubierta: JPM Ediciones

ISBN: 978-84-370-9227-0

ÍNDICE

Introducción

1.  Aproximación conceptual a la expresión corporal como recurso educativo

1.1.  Expresividad y expresión corporal en la educación

1.1.1.  Los elementos del proceso expresivo .

1.1.2.  Elementos de la dinámica expresiva

1.1.3.  Los objetivos y las competencias de la expresión corporal en la educación física

1.1.4.  Contenidos y técnicas

1.2.  Lecturas recomendables

2.  Principios metodológicos de la Expresión Corporal.  La creatividad y la improvisación

2.1  Principios metodológicos de la expresión corporal basados en el desarrollo de la creatividad

2.1.1.  Concepto de creatividad

2.1.2.  Cualidades que determinan el desarrollo de los aprendizajes en la expresión creativa

2.1.3.  La creatividad como metodología.  Principios de actuación

2.2.  La improvisación como herramienta metodológica de la práctica expresiva

2.2.1.  ¿Qué es improvisar?

2.2.2.  Aplicación práctica

2.2.3.  Consignas

2.3.  Evaluación

2.4.  Lecturas y manuals

2.4.1.  Improvisación y creatividad

2.4.2.  Manuales

3.  Estructuras de la motricidad expresiva

3.1.  El propio cuerpo.  Dimensiones y análisis de la corporeidad

3.1.1.  La conciencia del cuerpo

3.1.2.  El movimiento expresivo

3.1.3.  Cualidades del movimiento.  Imágenes y vectores.

3.2.  El espacio en la dinámica expresiva

3.2.1.  Limites y referencias posicionales

3.2.2.  Dimensión humana del espacio.  Proxémica

3.2.3.  Simbolismo y narratividad del espacio

3.3.  El movimiento y su organización temporal

3.4.  El grupo y la relación con los demás en el proceso expresivo

3.5.  Los objetos: presencia y uso

3.6.  Lecturas

4.  El valor gestual de la motricidad

4.1.  El uso del gesto en la educación física

4.1.1.  Valor relativo del gesto en la comunicación: el que lo ejecuta y el que lo observa

4.1.2.  Objetivos de la educación del gesto como contenido de la expresión corporal

4.2.  Códigos corporales: símbolos

4.3.  Recursos motrices en la creación del gesto simbólico: la mímesis

4.4.  Recursos para ser elaborados

4.5.  Narraciones corporales.  El gesto y el arte.  La representación como recurso pedagógico

4.6.  Lecturas

5.El contacto corporal

5.1.  El contacto como recurso educativo

5.1.1.  Contacto corporal y lenguajes

5.1.2.  Comunicación y emociones

5.2.  La motricidad en el contacto expresivo

5.2.1.  Formas sensitivas de contacto útiles en la expresión corporal

5.2.2.  Formulación de objetivos del contacto corporal intencionado

5.2.3.  Actividades de contacto corporal

5.3.  Estética y danza en contacto

5.4.  Lecturas

6.  Sonido, música y movimiento

6.1.  Las cualidades del sonido

6.2.  La relación de la música con el movimiento

6.2.1.  Pulso, acento, ritmo y tempo

6.2.2.  La armonía y las melodías

6.3.  Imágenes y emociones

6.4.  Lecturas

7.  Referentes artísticos de la expresión corporal.  Dramatización y danza

7.1.  Teatro: dramatización

7.1.1.  Técnicas teatrales

7.2.  La danza: danza expresiva

7.3.  Lecturas

8.  Coreografías

8.1.  Coreografías en el ámbito de la expresión corporal

8.2.  Construcciones coreográficas educativas.  Factores que intervienen

8.2.1.  El estímulo.  Percepción y análisis

8.2.2.  El espacio

8.2.3.  La estructura temporal

8.2.4.  La dinámica grupal

8.2.5.  Dinámicas corporales

8.3.  Modelos metodológicos de procesos coreográficos

8.4.  Prácticas coreográficas

8.5.  Lecturas

Epílogo

Bibliografía general (comentada, recomendada y referencias)

Mandó mi madre por uno de esos bollos, cortos y abultados, que llaman magdalenas, que parece que tienen por molde una valva de concha de peregrino…

En el mismo instante en que aquel trago, con las migas del bollo, tocó mi paladar, me estremecí, fija mi atención en algo extraordinario que ocurría en mi interior…

Ya se ve claro que la verdad que busco no está en él, sino en mí. El brebaje la despertó, pero no sabe cuál es…

Dejo la taza y me vuelvo hacia mi alma. Ella es la que tiene que dar con la verdad ¿Pero cómo? ¿Buscar? No sólo buscar, crear…

Marcel Proust. En busca del tiempo perdido. Por el camino de Swan

INTRODUCCIÓN

En este manual se trata de la expresión corporal entendida como herramienta educativa. Consideramos el movimiento desde el punto de vista de dinamizador de la mente; como un acto voluntario con la intención de expresarse (autoexpresión según algunos autores) y comunicarse. Consiguiendo subsidiariamente efectos educativos como: autonomía, libertad, seguridad en uno mismo y la creatividad necesaria para desarrollar la personalidad.

Con movimientos aprendemos a hacer otros movimientos, habilidades más arriesgadas, perfectas y más eficientes que nos permiten alcanzar mejores resultados laborales, deportivos y divertirnos más cuando jugamos.

Con el movimiento también conseguimos mejorar algunos aspectos de nuestra salud: articulaciones más móviles, músculos mejor tonificados, un esqueleto mejor colocado y un organismo más eficiente para la vida: mejor funcionamiento del corazón y una distribución más completa del oxígeno.

Y, por último, el movimiento es un poderoso dinamizador de la mente. Como la magdalena de Proust, el movimiento remueve nuestro interior y si, cuando eso ocurre, volvemos nuestra mirada sobre nosotros mismos, nos permite entender y crear realidades nuevas y distintas que nos enriquecen.

Por sí mismo el movimiento sólo nos informa del propio movimiento. Repitiéndolo podemos conseguir mecánicas que nos permitan movernos casi sin poner atención en lo que hacemos. Para que el movimiento salga de su ensimismamiento y forme parte de la organización superior del ser humano –sus capacidades mentales– debe ser reconocido, consciente y elaborado.

El movimiento, además, no es percibido únicamente por nuestra mirada interna: por medio del movimiento nos ponemos en contacto con el mundo exterior y los demás saben de nosotros.

Vivimos en nuestra dinámica y en la de los demás: los tiempos, el espacio que se ocupa y la cualidad del movimiento son dinamizadores de las emociones y de la creatividad. Pocos actos resultan más empáticos que una danza o una habilidad deportiva, sobre todo si se ha vivido con emoción alguna experiencia en esas manifestaciones motrices. Crear vivencias es el sentido de la experiencia en expresión corporal.

Que has de saber, Sancho, si no lo sabes, que entre los amantes las acciones y los movimientos exteriores que muestran, cuando de sus amores se trata, son certísimos correos que traen las nuevas de lo que allá en lo interior del alma pasa.

Miguel de Cervantes. Don Quijote de la Mancha

Para construir este manual hemos querido ser fieles al componente motriz que sugiere su denominación de expresión corporal y al hecho de que esta sea una materia que se considera como contenido de la educación física. Hemos huido de la banalización que se deriva de su tratamiento como un conjunto de actividades de animación o recreativas o de la confusión que se genera si se interpreta como materia teatral, del baile o como actividades gimnásticas o aeróbicas.

La expresión corporal, como materia educativa, representa un conocimiento humanista de la educación física; como humanista es considerar el juego o el esfuerzo gratuito como fuente de placer. Se enmarca, pues, en una corriente del saber que, inabordable desde la cuantificación, debe encontrar su sentido en la experimentación práctica y en la vivencia.

En nuestro planteamiento es importante, más que las propuestas prácticas, entender el modelo de expresión corporal que se propone y el tipo de esfuerzo que se debe hacer para mejorar la formación humana de quien la práctica.

Al desarrollar los contenidos proponemos actividades genéricas que ejemplifican la relación entre lo motriz y la teoría que se expone. En el caso de que se quieran llevar a la práctica, estas actividades se deberán adaptar al nivel de esfuerzo que cada grupo sea capaz de asumir. Para ayudar a esta adaptación existen manuales que proponen actividades y juegos de carácter simbólico y sensitivo para conseguir los objetivos de la expresión corporal.

Hemos hecho un manual sencillo sobre conceptos complejos, por lo cual, la poca extensión dedicada a cada uno de los contenidos, debe ser completado con curiosidad y estudio. Para que resulte eficaz debe ser leído íntegramente ya que la lectura parcial puede pervertir el significado de alguno de los contenidos.

Las lecturas recomendadas tienen que ver con la formación del autor. Están seleccionadas para dar una idea de la transversalidad que conforma el conocimiento conceptual de esta materia.

Este no es un texto científico en sentido académico, aunque subyace en él la intención de animar a la investigación, buscar evidencias que certifiquen la eficacia de las intervenciones educativas a través de esta materia, establecer los contenidos y las actividades más adecuadas para conseguir los objetivos y explorar nuevas vías en la aplicación educativa de este conocimiento educativa de este conocimiento

He aprendido que el ejercicio físico y las tareas prácticas ayudan a que se dispare la imaginación y que las ideas, las imágenes, las conexiones, las palabras, surjan más velozmente. Gracias a la atención alerta y la multi- plicidad de pequeñas tareas he inventado personajes o situaciones o giros argumentales que de otra manera no habrían surgido.

Antonio Muñoz Molina. El País, Babelia

1. APROXIMACIÓN CONCEPTUAL A LA EXPRESIÓN CORPORAL COMO RECURSO EDUCATIVO

Resumen: De esta aproximación a la expresión corporal debe quedar claro que los conceptos de expresividad, expresión y expresar son muy complejos y que deben ser entendidos según el ámbito en el que se estudien. Nosotros lo hacemos en el de la educación física.

La expresión corporal, como materia educativa, debe ser un acto consciente y voluntario que se desarrolla de forma intencionada con la participación del cuerpo. Es una actividad humana que se puede analizar como un proceso en el cual, además del estímulo que la provoca y la respuesta visible que se deriva, debe intervenir la sensibilidad.

La expresión corporal está condicionada por los elementos que intervienen en su desarrollo. Además del propio cuerpo: el grupo, el espacio-tiempo y los condicionantes contextuales.

El objetivo de esta práctica, es la construcción del ser integrado, en la que el cuerpo, a diferencia de otras prácticas físicas, no es el destinatario, sino un instrumento que se utiliza con todos sus recursos.

La idea de que «el cuerpo no miente» ha sido citada como evidencia para explicar numerosos aspectos del valor comunicativo del cuerpo. Según este aforismo las informaciones que provienen de una actitud o una acción corporal, siempre son auténticas y prevalecen sobre el discurso oral, en el caso de que lo contradigan. También se utiliza para defender la idea de que si escuchamos a nuestro cuerpo sabremos más de nosotros mismos: de nuestro organismo o de nuestros sentimientos y emociones.

Interpretamos los comportamientos corporales propios y de los demás cuando nos comunicamos intencionalmente utilizando el cuerpo, pero también cuando los actos corporales son inconscientes: la forma de estar, las reacciones fisiológicas a una sensación, la forma de cubrir el cuerpo o de adornarlo, la tensión muscular, la situación en un espacio, la proximidad a los demás, la estética e, incluso, interpretamos las intenciones ocultas que se delatan tras una fisonomía determinada.

La expresión corporal configura una conducta que está presente en todos los momentos de la vida, por esta razón no es extraño que se dediquen esfuerzos, desde distintos ámbitos del conocimiento, a conseguir una mejor comprensión de un hecho tan complejo y tan humano como es el valor expresivo del cuerpo. Nosotros lo haremos desde la educación física.

Para ello necesitamos delimitar el ámbito en el que queremos observar la expresión corporal.

1.1. EXPRESIVIDAD Y EXPRESIÓN CORPORAL EN LA EDUCACIÓN

La expresividad entendida como cualidad y la expresión como efecto de ésta son dos términos que necesitarían un amplio estudio para abarcar todos los puntos de vista desde los que se pueden explicar. Esta complejidad está lejos de la intención de este manual.

Se puede generalizar la idea de expresión corporal como un concepto que intuitivamente se identifica con la comunicación o la información. Pero es necesario concretar más.

Para ello puede servir hacernos algunas preguntas sobre actuaciones que normalmente entendemos como actos o capacidades expresivas. Por ejemplo:

¿Es expresión corporal la mirada del animal que reclama nuestra atención?

¿Lo es mi forma de caminar cuando paseo distraído?

Un espasmo al recibir una descarga eléctrica, ¿es expresión corporal?

¿Está haciendo expresión corporal el orador que mueve los brazos al acompañar su discurso?

¿o el mudo que se explica con su complejo lenguaje de signos?

Intuitivamente se puede comprender, primero, que todas estas acciones son expresión corporal y, en segundo lugar, que no son estas las manifestaciones corporales que se analizan en los procesos de la educación física.

Debemos comenzar por decir que, cuando hablamos de expresión corporal como materia educativa, estamos tratando de manifestaciones expresivas humanas, y que aunque un animal se exprese corporalmente, no es objeto de nuestros estudios. No nos ocuparemos, por tanto, del comportamiento motor de los animales o del valor expresivo que se da a realidades, como pueden ser la naturaleza o una obra de arte.

En los otros casos planteados como, por ejemplo, la reacción a una descarga eléctrica, lo que se interpreta de este hecho es que existe una causa objetiva capaz de generar movimiento sin la intervención consciente del que se mueve.

También es objetiva la repercusión fisiológica en nuestro organismo y en nuestro comportamiento motriz de las emociones y los sentimientos. De tal manera que distintas manifestaciones como sonrojarse o salivar pueden ser interpretadas como signos expresivos de un estado emocional. En otro sentido, el resultado fallido o acertado de un acto motriz también puede ser relacionado con la influencia de una emoción. Si hablamos de deporte podíamos estar hablando del exceso de responsabilidad o de la euforia que hace que falles una acción que en otras condiciones no fallarías.

Todos estos actos, que podemos llamar expresivos, aunque tal vez sea más correcto llamarlos sintomáticos, tienen un carácter común que es la involuntariedad o el nulo control que ejerce en ellos el sujeto que los manifiesta. El esquema que ilustra estos comportamientos podría resumirse como de estímulo-respuesta.

Existen numerosas conductas que se producen de acuerdo con este simple proceso y que se traducen en distintos manifestaciones físicas:

Los actos condicionados de índole fisiológica. Instintivos o de supervivencia.

Las acciones corporales que acompañan el lenguaje.

El uso de estereotipos en la comunicación.

Los lenguajes codificados.

Del acto corporal visible de estos comportamientos se puede obtener información sobre un individuo: de la naturaleza fisiológica del ser humano o de la competencia comunicativa en el uso del lenguaje; pero no de su educación física. No son, por tanto, estas manifestaciones las que nos puedan ayudar a educar la conciencia del valor expresivo del cuerpo.

Es evidente que no tiene sentido, en el contexto educativo, hablar de una actividad basada en la relación causa-efecto que se produce sin poderlo evitar. Si consideráramos estas formas corporales de expresión como parte de la materia expresión corporal, que utilizamos para la educación física, estaríamos entendiendo que ésta se trata de un acto inconsciente o con poca participación de la conciencia corporal.

1.1.1. Los elementos del proceso expresivo

Como cualquier otra materia, la expresión corporal será educativa si su práctica responde a una conducta que pueda ser analizada, tanto en la forma que se produce como en sus resultados.

Para que así sea tendremos que describir un mecanismo básico de comportamiento en el que no quede espacio para lo involuntario o lo incontrolable. Es necesario que las acciones que utilicemos para desarrollar esta capacidad puedan ser analizadas y modificadas.

Más allá de la idea de que la expresión corporal se corresponde con un proceso en el que solo se distingue la causa y el efecto (estimulo-respuesta), habría que resaltar la importancia de la intervención (emocional o cognitiva) del sujeto, tanto en el momento de la percepción del estímulo como de la creación de la respuesta. Relacionamos esta intervención consciente con la sensibilidad.

Básicamente la sensibilidad es la capacidad de utilizar voluntariamente los recursos cognitivos y emocionales propios de cada persona durante la percepción sensitiva de un estímulo y la creación de una respuesta. Es decir, en contra de la idea de una respuesta automática a un estímulo, la respuesta expresiva en un proceso educativo ha de ser reflexiva y tener relación con el estado de ánimo, el conocimiento desarrollado en experiencias anteriores, el recuerdo, los conocimientos adquiridos, la intencionalidad estética o creativa y todas aquellas vivencias que constituyen la personalidad.

Por tanto, una característica necesaria de esta expresión corporal es que además del carácter del estimulo y la respuesta como elementos que pueden ser fijados y analizados, hay que tener en cuenta la intervención sensible del sujeto o los sujetos que intervienen en el acto expresivo.

La idea de la sensibilidad como un acervo personal que individualiza el proceso expresivo, hace que, a veces, se califique la práctica expresiva como un acto arbitrario y subjetivo con escaso valor pedagógico. Lejos de esta consideración, el ejercicio de la sensibilidad en la educación es el camino que posibilita el aprendizaje significativo y que nos hace conscientes del valor de lo que estamos aprendiendo. De la cualidad de la sensibilidad, dicen Cencillo y García (1973): «Mas existe otro nivel de percepción no puramente sensorial y al que damos el nombre de sensibilidad (contradistinta de la sensorialidad pura de los «órganos de los sentidos»), y cuyos contenidos no pueden reducirse a sensaciones puras y ni siquiera a su combinación más o menos compleja, sino que se abren a la percepción de otra dimensión del objeto».

Estos elementos, estímulo-sensibilidad-respuesta, que permiten analizar un acto expresivo como una conducta intencional y voluntaria, pueden ser analizados independientemente, pero, en la práctica no siempre se producen en el mismo orden ni se pueden delimitar estrictamente.

El desarrollo de este proceso es una tarea personal, pero no al margen de los elementos que rodean el acto educativo, y que analizamos a continuación.

1.1.2. Elementos de la dinámica expresiva

En la educación, más allá de considerar la expresión corporal como un ejercicio que empieza y termina en el propio individuo y sus habilidades comunicativas o estéticas, lo consideramos como una acción que implica el entorno dinámico de las personas que la practican.

El entorno dinámico lo constituyen aquellos elementos perceptibles presentes en el ejercicio de la expresividad que, al cambiar en su naturaleza o interpretarlos desde diferentes puntos de vista, la refuerzan o la modifican.

Los elementos que configuran el entorno dinámico son: El propio cuerpo, el grupo (de dos o de más de dos), el espacio y el tiempo, el contexto material y social.

Los elementos del entorno dinámico constituyen recursos para construir nuestra propia expresividad, y están siempre presentes en cualquier acción expresiva y en todos los momentos de un proceso expresivo, es decir, influyen en la percepción del estímulo, en el ejercicio de la sensibilidad y en la adecuación de la respuesta motriz.

Estos elementos se condicionan mutuamente en su desarrollo y se solapa el análisis que se pueda hacer de cada uno de ellos. Por ejemplo: grupo y espacio están muy interrelacionados en su valoración; así como las relaciones interpersonales lo están, por ejemplo, con elementos como los intereses del grupo o la ideología de sus componentes. En cualquier caso, todos estos elementos se han de tener en cuenta para planificar y entender una acción educativa utilizando la expresión corporal.

Aunque la acción expresiva se produce integrando simultáneamente todos los elementos que intervienen, conviene tener la posibilidad de analizar los elementos uno por uno.

En los siguientes apartados haremos un análisis que nos permita tener una idea de su alcance y repercusión para la expresividad.

1.1.3. Los objetivos y las competencias de la expresión corporal en la educación física

En la enseñanza, la expresión corporal debe contribuir al desarrollo de los objetivos generales de la educación física en la etapa formativa en que se desarrolla.

Esta materia se imparte en los niveles de educación secundaria y bachillerato como contenido de la educación física y en las facultades de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, como un contenido relacionado con las formas humanas de la motricidad.

Este manual está enfocado para hacer relevantes los aspectos motrices de la expresión corporal. Por tanto los objetivos, las competencias, los contenidos y las técnicas, deben estar pensados para ser aplicados en este contexto.

De acuerdo con este planteamiento, la expresión corporal debe atender objetivos generales relacionados con:

La motricidad expresiva para la comunicación y las actividades artísticas.

El arte, la estética y la cultura del movimiento.

El cuerpo como medio de comunicación.

La creatividad por el movimiento.

Estos objetivos se manifiestan tanto en el desarrollo individual como en el contacto con los demás o el medio social.

El cumplimiento de los objetivos supone el desarrollo de distintas capacidades:

Cognitivas e intelectuales

Motrices

Actitudes o valores

Estas capacidades se desglosan en competencias que pueden ser razonadas y desarrolladas en la práctica.

Proponemos, a continuación, algunas competencias generales que se pueden considerar en todos los niveles de aplicación de la expresión corporal que se imparte como contenido de la educación física:

Conocer y comprender los fundamentos, estructuras y funciones de las habilidades y patrones de la motricidad humana.

Planificar su uso y aplicar los fundamentos estéticos y expresivos al movimiento humano.

Desarrollar habilidades sociales, relaciones interpersonales y trabajo en equipo.

Desarrollar recursos para la adaptación a nuevas situaciones y resolución de problemas, y para el aprendizaje autónomo y la creatividad.

Obtener criterios éticos y estéticos sobre la actividad física, el juego simbólico y el ocio activo que permitan emitir juicios independientes y críticos sobre su implantación y desarrollo.

Saber aplicar el conocimiento que se obtiene a los derechos de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y las personas con discapacidad.

Competencias básicas. A partir de las competencias generales, el profesor deberá concretar las competencias básicas que se compromete a desarrollar en el ejercicio de la docencia.

Las competencias básicas son construcciones que involucran a quien las desarrolla para que las integre, no sólo en su conocimiento, sino también en sus vivencias, con la intención de que las sepa aplicar en su comportamiento y constituyan una base sólida que le permita desarrollar un aprendizaje permanente a lo largo de su vida. Las competencias básicas exigen, al que las pretende adquirir, un esfuerzo de su sensibilidad, integrando conocimientos, valores y motivaciones personales en relación con los demás. Entendidas así, se diferencian de la clásica formulación de objetivos como conocimientos instrumentales aislados. Las características de las competencias básicas son:

Proporcionan la capacidad de

saber hacer

; es decir, de aplicar los conocimientos;

Pueden adecuarse a diversos contextos;

Tienen un carácter integrador, aunando los conocimientos, los procedimientos y las actitudes;

Permiten integrar y relacionar los aprendizajes con distintos tipos de contenidos, utilizarlos de manera efectiva y aplicarlos en diferentes situaciones; y

Deben ser aprendidas, renovadas y mantenidas a lo largo de toda la vida.

A continuación proponemos unas competencias básicas en expresión corporal con la intención de que sean aplicables en distintos niveles del conocimiento:

Conocer y comprender qué es la expresión corporal y como contribuye al desarrollo de las personas.

Conocer y aplicar las metodologías más adecuadas para su desarrollo.

Conocer los contenidos y las

técnicas

.

Conocer métodos dirigidos a mejorar la conciencia corporal a través de la sensibilidad y la sensación.

Desarrollar capacidades motrices relacionadas con el acto expresivo estético y artístico.

Conocer y vivenciar la influencia del espacio en la comunicación expresiva corporal.

Conocer y vivenciar la influencia del grupo y las relaciones interpersonlaes en los procesos expresivos

Conocer y vivenciar el valor gestual del cuerpo como medio de comunicación y como herramienta artística y creativa.

Desarrollar recursos perceptivos y sensibles a partir de la práctica de la comunicación corporal en contacto.

Conocer y vivenciar los elementos que integran la relación perceptiva y dinámica entre música, sensibilidad y movimiento.

Saber cuáles son las manifestaciones artísticas y sociales que se basan en la capacidad expresiva de las personas.

Desarrollar criterio sobre las manifestaciones estéticas y artísticas en las que el cuerpo es el instrumento.

Ser capaz de crear un acto expresivo y/o artístico.

El desarrollo de las competencias básicas implica lógicamente el dominio de sus contenidos y técnicas.

1.1.4. Contenidos y técnicas

Los contenidos de la expresión corporal son el conjunto de actividades que pueden desarrollar el proceso expresivo y las competencias que se persiguen, utilizando los elementos dinámicos propios de la materia (cuerpo, espacio, grupo).

Los contenidos y las técnicas que se seleccionen para ser aplicadas han de actuar sobre:

La comprensión de los elementos que intervienen en la dinámica expresiva (cuerpo, espacio, tiempo, grupo…)

El proceso expresivo:

Comprensión y conocimiento de los estímulos que desencadenan la acción.

Desarrollo de capacidades motrices que permitan la riqueza y diversidad de las respuestas expresivas.

Intervención de la sensibilidad en la percepción y reflexión en todos los momentos del proceso.

En este manual, para el desarrollo de la asignatura se proponen actividades agrupadas en los siguientes contenidos:

Estructuras de la motricidad expresiva.

Gesto y movimiento.

El contacto corporal.

Sonido, música y movimiento.

Referentes artísticos y coreografías para la expresión corporal.

Las técnicas, consideradas en un sentido amplio, constituyen la forma más adecuada de aplicar los recursos para alcanzar las competencias.

Se utilizan recursos expresivos en ámbitos muy diferentes:

El teatro y la danza.

La dinámica de grupo.

La relajación, concentración y meditación.

Las artes marciales.

Habilidades gimnásticas.

Juegos populares de carácter simbólico.

El educador que afronta la enseñanza de la expresión corporal necesita conocer estos recursos para construir una técnica adecuada al caso que le ocupa.

La selección de recursos y su aplicación es una decisión trascendente, ya que, en la formación de los titulados en actividad física predominan las materias de índole deportiva, y el desarrollo de la actividad física como un conocimiento que se especifica en logros de rendimiento o salud corporal; mientras que, en la expresión corporal, los resultados, están relacionados con la comunicación, el comportamiento creativo y el cuerpo como herramienta y no como objetivo. Por esta orientación, predominantemente cuantitativa, existe el riesgo de buscar recursos para la expresión corporal en modelos competitivos o de rendimiento. Es frecuente, por ejemplo, que de los modelos gimnásticos, en vez de buscar en los recursos que explican la racionalidad del movimiento, se recurra a la rítmica deportiva o al rendimiento aeróbico. Igual puede ocurrir si tomamos recursos de las artes marciales, de los cuales la expresión utiliza los que hacen referencia a conciencia corporal o al conocimiento del cuerpo del otro a partir del equilibrio y desequilibrio y, en ningún caso el rendimiento que se justifica simplemente en el hecho de ganar o perder.

1.2. LECTURAS RECOMENDABLES

Con la intención de dar una visión amplia desde varios campos del conocimiento y crear una sólida base conceptual sobre esta capacidad, proponemos la lectura de algunas obras clásicas que reflexionan sobre los comportamientos expresivos y su valor como conducta humana.

Desde el punto de vista de la educación física consideramos fundamental la obra de Peter J. Arnold, Educación física, movimiento y curriculum.

Contiene dos capítulos directamente relacionados con el interés de este manual. En el capítulo sexto, «Educación estética y la naturaleza de las actividades físicas», aborda los conceptos de estética en el deporte, en la danza y en las actividades que se encuentran en un terreno aparentemente compartido, como la gimnasia. De especial interés es entender la perspectiva estética del «agente» en contraste con el la del «espectador». La experiencia vivenciada de la técnica diferencia la experiencia estética del que ejecuta la acción y el que la visualiza.

En el capítulo séptimo, se abordan conceptos tan fundamentales para este manual como la creatividad, la autoexpresión y la danza. Establece las relaciones fundamentales entre estas actividades y la estética; aborda también la necesidad fundamental de la experiencia estética por encima del resultado o el producto final. El planteamiento de este capítulo coincide plenamente con el énfasis que ponemos en este manual sobre el concepto de expresión corporal.

Arnold, P.J. (1988). Educación física, movimiento y curriculum. Morata. Madrid.

A continuación proponemos algunas lecturas que tratan la expresión corporal desde diversos puntos de vista de las ciencias humanas. Existen una gran cantidad de referencia a la expresión en la filosofía, la psicología y en la antropología. Nosotros planteamos algunas de las obras básicas que han sido fundamentales en nuestra formación.

Maurice Merlau-Ponty, Fenomenología de la percepción. De toda la obra se extraen datos para entender mejor la capacidad expresiva, pero destacaremos los capítulos dedicado al cuerpo: El cuerpo como objeto y la fisiología mecanicista; La experiencia del cuerpo; La especialidad del propio cuerpo y la motricidad;La síntesis del propio cuerpo; El cuerpo como ser sexuado; El cuerpo como ser y la palabra. En estos apartados se encuentran reflexiones relacionadas con el movimiento abstracto y el movimiento concreto; la función simbólica del cuerpo; el cuerpo y el espacio.

Merlau-Ponty, M. (1993). Fenomenología de la percepción. Planeta-Agostini. Barcelona.

Eduardo Nicol. Metafísica de la expresión. Para entender mejor la importancia de la expresión más allá de los lenguajes codificados, así como la importancia del cuerpo en la evocación de los significados; con muchas reflexiones esenciales de las que destacamos las partes dedicadas a lo que se expresa y cómo se expresa y sus referencias a la producción e interpretación de símbolos.

Nicol, E. (1989). Metafísica de la expresión. Fondo de Cultura Económica. México.

Giorgio Colli. Filosofía de la expresión. Especialmente centrado en el proceso expresivo y cuál es la relación entre lo sensitivo y lo sensible. También es interesante el análisis de la expresión como comunicación y los límites en la comprensión de lo que se expresa. Especialmente sugerentes los capítulos uno y dos sobre la representación y la expresión.

Colli, G. (1996) Filosofía de la expresión. Siruela.

Irenäus Eibl-Eibesfeldt. Biología del comportamiento humano. Manual de etología humana. En el capítulo 9.5: «Para una etología de la música, la danza y la poética», el autor parte de los movimientos corporales que podemos compartir con el comportamiento de los animales con la intención de expresarnos para explicar, a continuación, cuales son las razones profundamente humanas de la expresión en general y de los movimientos expresivos que fundamentan el valor formativo de ejercer esta cualidad.

Eibl-Eibesfeldt, I. (1993). Biología del comportamiento humano. Manual de etología humana. Alianza. Madrid.

Howard Gardner. Creador del concepto de inteligencias múltiples, en varias de sus obras, Inteligencias múltiples, Arte, mente y cerebro y Educación artística y desarrollo humano, explica el movimiento como una forma de inteligencia. Su lectura es esencial para entender el movimiento como generador de conocimiento