Fundamentos de microeconomía - Marco Antonio Plaza Vidaurre - E-Book

Fundamentos de microeconomía E-Book

Marco Antonio Plaza Vidaurre

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Beschreibung

Esta obra aborda los principios fundamentales de la microeconomía. Se enriquece con la inclusión de una serie de aspectos desarrollados por la escuela austriaca de economía, que permiten al lector ampliar su visión respecto de la ciencia económica. Destacan temas como la teoría de la acción humana (apriorismo praxeológico), la utilidad marginal y el intercambio directo (trueque) e indirecto (con dinero), la utilidad marginal del dinero, la preferencia intertemporal, la empresarialidad y el estado de alerta empresarial (alertness). Asimismo, se trata el teorema de Coase, que explica cómo una externalidad negativa afecta a las personas, empresas y a la sociedad en su conjunto, y de qué manera las partes involucradas pueden llegar a una solución (acuerdo) sin necesidad de la intervención del Estado ni de los tribunales, siempre y cuando los costos de transacción sean muy reducidos y los derechos de propiedad estén bien definidos. Dirigido sobre todo a los alumnos de las carreras de Economía y Ciencias Empresariales, este texto constituye también una obra de consulta para quienes están interesados en el conocimiento del análisis económico.

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Fundamentos de microeconomía

Primera edición impresa: junio, 2020

Primera edición digital: agosto, 2020

© Marco Antonio Plaza Vidaurre

De esta edición:

© Universidad de Lima

Fondo Editorial

Av. Javier Prado Este 4600

Urb. Fundo Monterrico Chico, Lima 33, Perú

Apartado postal 852, Lima 100, Perú

Teléfono: 437-6767, anexo 30131

[email protected]

www.ulima.edu.pe

Diseño, edición y carátula: Fondo Editorial de la Universidad de Lima

Imagen de portada: William Potter/Shutterstock.com

Versión e-book 2020

Digitalizado y distribuido por Saxo.com Perú S. A. C.

https://yopublico.saxo.com/

Teléfono: 51-1-221-9998

Avenida Dos de Mayo 534, Of. 404, Miraflores

Lima - Perú

Este libro tiene fines estrictamente académicos.

Prohibida la reproducción total o parcial de este libro, por cualquier medio, sin permiso expreso del Fondo Editorial.

ISBN: 978-9972-45-535-3

Índice

INTRODUCCIÓN

PRIMERA PARTE. VISIÓN Y METODOLOGÍA DE LA ECONOMÍA

Capítulo 1. Economía, Estado y Gobierno: una visión general

Introducción

1. El problema económico y el concepto de economía

2. El proceso productivo

3. La política monetaria

4. La política fiscal

Preguntas

Capítulo 2. La epistemología de la economía: Milton Friedman y Ludwig von Mises

Introducción

1. El positivismo de Milton Friedman

2. La teoría general de la acción humana de Ludwig von Mises

Preguntas

SEGUNDA PARTE. LA TEORÍA DEL CONSUMIDOR Y DEL INTERCAMBIO

Capítulo 1. La teoría del consumidor y el intercambio directo

Introducción

1. La ley de la utilidad marginal decreciente en el consumo de un bien: la ley de Gossen

2. La ley de la utilidad marginal de Menger

3. La paradoja del agua y los diamantes

4. El intercambio directo

5. El intercambio, la división del trabajo y las ventajas comparativas

Preguntas

Caso de estudio

Caso de investigación

Capítulo 2. El intercambio indirecto y el dinero

Introducción

1. El dinero nace como un bien altamente comercializable

2. El intercambio con dinero

3. El trabajo y el ocio

4. La inversión y la utilidad marginal

Preguntas

Caso de estudio

Capítulo 3. El consumo intertemporal

Introducción

1. La preferencia temporal

2. El modelo de consumo intertemporal de dos periodos

3. Análisis gráfico

4. Variación en la tasa de interés

5. Aumento en el ingreso futuro

6. Modelo de la oferta y demanda de fondos prestables del mercado

Preguntas

TERCERA PARTE. MERCADOS, CAPITAL, EMPRESARIALIDAD Y EXTERNALIDADES

Capítulo 1. El mercado: un enfoque general desde diferentes perspectivas

Introducción

1. Visión clásica de los precios y del mercado según Adam Smith y John Stuart Mill

2. Visión del mercado de la escuela económica neoclásica: Alfred Marshall

3. Conceptos del mercado de la escuela austriaca de economía: Ludwig von Mises

4. Visión horizontal de los procesos del mercado

5. Visión vertical de los procesos del mercado

Preguntas

Casos de estudio

Capítulo 2. El modelo de la oferta y la demanda

Introducción

1. Desarrollo del concepto del equilibrio de un mercado

2. Análisis gráfico del modelo de la oferta y la demanda

2.1 La expansión de la demanda

2.2 La disminución del precio de un insumo

2.3 La aplicación de un impuesto específico a la producción

Preguntas

Casos de estudio

Capítulo 3. Las elasticidades de la demanda y la oferta

Introducción

1. La elasticidad precio de la demanda

2. La elasticidad precio arco de la demanda

3. Tipos de elasticidades precio de la demanda

4. La elasticidad ingreso y cruzada de la demanda

5. La elasticidad precio de la oferta

Preguntas

Caso de estudio

Capítulo 4. La empresarialidad

Introducción

1. La fuerza equilibradora en el mercado

2. La empresarialidad

3. La función empresarial

4. Responsabilidad de los empresarios y los gerentes

Preguntas

Caso de estudio

Capítulo 5. Las externalidades y el costo social: la teoría de Coase

Introducción

1. Conceptos generales

2. Internalización de las externalidades

3. La teoría de Coase: solución de mercado sin costos de transacción

4. Los costos de transacción

Preguntas

Casos de estudio

CUARTA PARTE. PRODUCCIÓN, COSTOS Y RENTABILIDAD EMPRESARIAL

Capítulo 1. La producción en el corto y largo plazo

Introducción

1. La producción de corto plazo

2. La contratación de trabajadores

3. La producción de largo plazo

4. La producción de largo plazo con tecnología de sustitución de factores

5. Los rendimientos a escala

Ejercicios

Capítulo 2. Los costos económicos de corto y largo plazo

Introducción

1. Los costos económicos de corto plazo

2. Cálculo de los costos económicos

3. Los costos de largo plazo

Preguntas

Capítulo 3. La rentabilidad económica en empresas tomadoras de precios

Introducción

1. Comparación entre la rentabilidad contable y la económica

2. La rentabilidad con costos lineales

3. El enfoque marginal y medio

4. La rentabilidad económica con costos no lineales en una empresa tomadora de precios

5. El modelo de la competencia perfecta

6. El precio de cierre

7. Desarrollo de casos

Preguntas

Capítulo 4. La rentabilidad económica en una empresa con capacidad para fijar el precio

Introducción

1. El modelo

2. El enfoque marginal

3. El monopolio puro

4. La discriminación de precios

Preguntas

Casos de estudio

Capítulo 5. Modelos de oligopolio: el cártel y la empresa dominante

Introducción

1. El modelo del cártel

2. La estabilidad del cártel

3. El cártel según Rothbard

4. El modelo de la empresa dominante y el segmento competitivo

Preguntas

Casos de estudio

REFERENCIAS

Introducción

La microeconomía es un conjunto de teorías y modelos que a través del tiempo se han ido fusionando para formar un cuerpo sólido dentro de la ciencia económica. A diferencia de la macroeconomía, estudia una serie de temas relacionados con el consumidor, el trabajador y el empresario, así como con la empresa como unidad de producción, y con las diferentes estructuras de mercados existentes en la sociedad. Los manuales de microeconomía la definen como el estudio de la asignación eficiente de recursos. Se podría decir que estas teorías se concentran en uno de los conceptos más importantes de la ciencia económica: la eficiencia. Los mercados libres asignan de la mejor manera los escasos recursos, aunque no perfectamente, como la mano de obra, la tierra, el capital, los préstamos, los créditos y los activos financieros en los mercados de capitales. El requisito indispensable para que los mercados cumplan mejor su función de asignación de recursos es cuando no son intervenidos por ninguna autoridad, llámese, gobierno central, local, regional y banco central. Sin embargo, como nada es perfecto, los mercados tampoco lo son, en el sentido de que la oferta y la demanda de bienes y servicios no necesariamente están coordinadas al milímetro, sobre todo, en ciertos sectores de la economía, donde no existe suficiente competencia para que los consumidores se beneficien con menores precios. El tema de fondo es cómo hacer para que los mercados funcionen mejor. Existen dos grandes maneras de encarar este problema; el primero es que las autoridades intervengan los mercados y los “corrijan” para evitar monopolios, oligopolios o prácticas que atenten contra el consumidor; otra forma de plantear la solución es dejarlos totalmente libres y que se autorregulen, ya que la intervención muchas veces empeora las cosas. Estas son las posiciones que normalmente se pueden apreciar en el debate económico. La microeconomía plantea que los mercados “fallan” y que son las autoridades las llamadas a la intervención, ya que estas supuestas fallas afectan a los consumidores. Esto sigue siendo un tema de debate del que también surge la siguiente pregunta: ¿y acaso el Estado no falla? ¿Quién lo corrige?

En este texto presentamos la microeconomía como normalmente se encuentra en los textos universitarios, pero algunos capítulos están basados en los principios económicos de la escuela austriaca de economía, así como en el institucionalismo.

El libro está compuesto de cuatro partes. La primera parte, titulada “Visión y metodología de la economía”, incluye dos capítulos. En el capítulo 1 se explica la importancia de la economía en la sociedad y de qué manera las autoridades estatales influyen en la economía al emitir una serie de disposiciones y leyes que permiten que los mercados se desenvuelvan de la mejor manera, que los integrantes de la sociedad ofrezcan libremente su fuerza de trabajo, los inversionistas efectúen eficientemente sus inversiones y los productores lleven a cabo sus procesos productivos de bienes y servicios a precios competitivos.

En el capítulo 2 se plantean las diferentes metodologías o epistemologías que utilizan las diferentes escuelas económicas, como las relacionadas al mainstream (corriente predominante), el monetarismo y el keynesianismo, y la escuela austriaca; en el primer caso, se relacionan con la metodología hipotética deductiva, donde se plantea una hipótesis y se corrobora (no se verifica) a través de un método empírico, que normalmente son las estadísticas históricas; es decir, se plantea, por ejemplo, que la proposición A causa la proposición B, luego de un proceso deductivo, y mediante el análisis estadístico de datos fechados se demuestra que esta relación causa-efecto no es falsa; esta estrategia es conocida como el falsacionismo del filósofo Popper. La otra epistemología es el apriorismo praxeológico, desarrollado por von Mises en su tratado de economía, la acción humana, el cual argumenta que la teoría económica parte de un axioma fundamental, el de la acción de las personas, donde estas actúan para pasar de una situación menos favorable a otra más favorable. A partir de este axioma se deducen una serie de proposiciones relacionadas con la acción humana, denominada “praxeología”. Una vez desarrollada esta disciplina, que explica cómo actúan las personas para satisfacer sus necesidades, se aplican al mercado dando lugar a la teoría económica, la que se concentra más en los procesos que en el equilibrio.

La segunda parte, titulada “La teoría del consumidor y del intercambio”, comprende tres capítulos, en el primero de los cuales se aborda la teoría del consumidor y el intercambio entre las personas. Se explican los principios fundamentales de la comercialización de los bienes pero sin considerar el dinero; lo que vale decir, el estado primario de los mercados a través de lo que se conoce como el trueque. En la teoría del consumidor nos basamos en Carl Menger, fundador de la Escuela Austriaca de Economía, quien en su obra Principios de economía política, publicada en el año 1871, nos dejó una formidable explicación sobre cómo valoramos los bienes sobre la base de la utilidad que nos da su consumo. Menger influyó marcadamente en la teoría económica al desarrollar el concepto de la utilidad marginal como instrumento de la valorización de los bienes que se intercambian en el mercado. Esta teoría defenestró a la teoría del valor del trabajo, que consistía en que la valorización de los bienes depende de los costos, especialmente el costo de trabajo o los salarios; Menger le dio la vuelta al concepto planteando que los bienes son valorados por las personas cuando los consumen y con base en la intensidad en la satisfacción de sus necesidades. Este es el meollo y la razón por la cual dos individuos están incentivados a intercambiar bienes. La variable clave es la utilidad marginal que define cómo el individuo valora el bien que posee y esta valorización le da el criterio para intercambiarlo por otro; si se entrega uno a cambio de otro, la utilidad que se deja de tener por desprenderse de un bien es mayor mientras menos bienes se tenga. De ahí que mientras menos bienes se posea estos se valoran más, y esta pérdida de utilidad se compara con la utilidad que se tendrá con el bien recibido.

A continuación, en el capítulo 2 se explica la teoría del consumidor de Menger, considerando el dinero como un bien que permite el intercambio de bienes entre dos personas de tal manera que ambas se benefician. El intercambio directo es el trueque, pero el intercambio indirecto es cuando se utiliza un bien como elemento de transacción en el sentido que este tiene un alto grado de comercialización y las personas lo aceptan como una unidad de intercambio. Y este bien es el dinero. Por ejemplo, los bienes que cumplieron esa función desde tiempos ancestrales fueron los metales preciosos como el oro y la plata, los que eran aceptados para el intercambio no solo porque tenía un valor de reserva, sino que con estos metales se podían realizar compras de otros artículos. Por tanto, el dinero es un bien que favorece y facilita el intercambio, y como tal tendrá un valor subjetivo cada vez que las personas lo tengan en su poder y lo usen, sea al vender un bien, por lo cual reciben dinero, o al comprarlo, por lo que deberán entregar dinero; en estos procesos se cumplen los principios fundamentales de la teoría del consumidor explicados en el capítulo 1 de la segunda parte.

El tercer capítulo complementa los dos primeros capítulos de la segunda parte al tratar del consumo pero esta vez considerando el tiempo como una variable que influye en la toma de decisiones de las personas. Así, la valorización de los bienes no es la misma en dos periodos diferentes. Por ejemplo, 1000 soles hoy y 1000 soles dentro de un año no tienen hoy el mismo valor en cuanto a la percepción de la utilidad que nos dará el uso de ese dinero. Esta diferencia entre el valor de un mismo bien hoy y en el futuro da lugar a un principio fundamental que está presente en la acción humana, que es la preferencia temporal de los bienes. Este principio da lugar a la existencia de las tasas de interés, que es la variable que conecta el presente y el futuro; así, se incentivan las inversiones y sus correspondientes tasas de rentabilidad. Los valores futuros se descuentan o actualizan para saber cuál es su valor presente y un valor presente se puede convertir en un valor futuro luego de un proceso de capitalización; esto lo hace posible la tasa de preferencia temporal que tiene cada individuo, como por ejemplo, que a una persona le es indiferente entre tener 1000 soles dentro de un año o 900 soles hoy, lo que da lugar que la tasa que refleja la preferencia temporal es del 11,11 %; en otras palabras, la percepción de un individuo de tener 900 soles hoy es igual en utilidad o satisfacción de consumo de bienes que poseer 1000 soles dentro de un año y viceversa. Esto se ve reflejado cuando una persona acepta un préstamo, donde gana utilidad por tener el dinero, pero luego dejará de consumir por tener que pagar la deuda. Igual sucede cuando un empresario invierte y evalúa la inversión y los retornos económicos en el tiempo.

La tercera parte se titula “Mercados, capital, empresarialidad y externalidades” y está integrada por cinco capítulos. El primero explica los diferentes enfoques sobre la definición de los mercados, su importancia y su estructura. Está la visión de los economistas clásicos, como Adam Smith y John Stuart Mill, quienes dieron los primeros pasos para consolidar lo que hoy se conoce como el libre mercado. Se continúa con Alfred Marshall, considerado el mayor aportante al estudio de la microeconomía, quien desarrolló en detalle el modelo de la oferta y la demanda, las elasticidades y las economías externas a escala, entre otros importantes temas. También se incluyen los aportes de Ludwig von Mises, representante de la escuela austriaca de economía, quien, partiendo del axioma de la acción humana, desarrolla un conjunto de proposiciones económicas que conforman la teoría económica. Con un enfoque más práctico, se expone una visión horizontal existente entre los mercados, como el de bienes y servicios, el de trabajo y el financiero. Se explica cómo los procesos de compra y venta forman los mercados y cómo se conectan dando énfasis al papel de sus actores: consumidor y productor. Se explica también la visión vertical de los mercados, muy poco desarrollada en los textos de microeconomía y que permite comprender las diferentes etapas de la producción que acaba en un bien final que se caracteriza por no tener ningún proceso de transformación, y, por tanto, es utilizado para el consumo. El proceso se inicia con los factores productivos originarios, como la naturaleza y el trabajo, siguiendo por diferentes procesos y etapas donde los insumos se van transformando hasta llegar a la etapa final.

En el segundo capítulo se explica el famoso modelo de la oferta y la demanda, y sus respectivas funciones y curvas. Partimos del equilibrio del mercado, donde las curvas mencionadas se cruzan y forman el precio del bien y las cantidades de consumo y producción. Se señala cómo, ante variaciones en los determinantes de la demanda, se presentan una serie de procesos, como los excesos (déficit) de demanda, de tal manera que los consumidores y productores reaccionan, y como consecuencia varía el precio de los bienes, así como el consumo y la producción. Lo mismo sucede con la oferta.

En el capítulo siguiente se desarrollan los conceptos fundamentales de los diferentes tipos de elasticidades de la demanda, como: precio, ingreso y cruzada. Se hace una explicación teórica y práctica señalándose cómo se pueden aplicar en el análisis de la demanda de un bien y determinar si dos bienes son sustitutos o complementarios, y si un bien es normal o inferior. En cuanto a la elasticidad precio de la demanda, vemos cuándo la demanda de un bien es elástica o inelástica, concepto fundamental para los productores, sobre todo cuando tienen que decidir si aumentar o disminuir el precio del bien que venden dado que esta decisión influye en el valor de las ventas. Finalmente, se explica la elasticidad del precio de la oferta, viéndose el caso de los bienes que presentan una oferta infinitamente inelástica como son los casos de los bienes agrícolas, la fruta y el pescado fresco.

El cuarto capítulo aborda el tema de la empresarialidad y la competencia desde la perspectiva del economista Israel Kirzner, de la escuela austriaca. El análisis parte de la imperfección de los mercados, en el sentido de que los agentes no tienen la información completa para la toma de decisiones. Al respecto, Kirzner critica la microeconomía tradicional porque esta asume que los consumidores y los productores tienen amplia información de los precios. Por ejemplo, los empresarios tienen a su disponibilidad la información de los costos o precios de los insumos, es decir, poseen las “curvas de costos” perfectas de tal manera que la decisión de cuanto producir se convierte en un ejercicio de optimización, de ahí el énfasis en la matemática. También se explica la función empresarial, un concepto poco conocido que considera al empresario como un agente económico que constantemente está en estado de alerta.

En el último capítulo de la tercera parte se examina la teoría de las externalidades de Pigou y Coase; cabe destacar que el segundo de los cuales es uno de los precursores del análisis económico del derecho. Se inicia revisando los conceptos generales de las externalidades positivas y negativas mediante algunos ejemplos, donde existen factores externos que afectan a una empresa o a un recurso natural y cómo las partes involucradas pueden llegar a un acuerdo para no recurrir a los tribunales; a esto se conoce como la internalización de las externalidades. También se desarrolla con más detalle la teoría de Coase (conocida como el teorema de Coase)y la importancia de los costos de transacción y los derechos de propiedad para llegar a una solución consensuada.

Finalmente, la cuarta parte, titulada “Producción, costos y rentabilidad empresarial”, comprende cinco capítulos. La producción del corto y largo plazo se explica en el primer capítulo, donde se resalta la importancia de la ley de los rendimientos marginales decrecientes en un escenario que se caracteriza por tener la infraestructura y los equipos de producción invariables, vale decir, el capital fijo, lo que en la microeconomía se conoce como el corto plazo. Estos principios se aplican para comprender el criterio que tendría un productor para contratar a una persona a fin de que la rentabilidad económica aumente. El criterio económico tiene un enfoque marginal que consiste en comparar la contribución en dinero de un nuevo trabajador con el costo de contratarlo, es decir su salario. También se contempla la producción de largo plazo, en el que, a diferencia del corto plazo, el capital sí es variable, lo que implica que el productor pueda tener una visión relacionada a la expansión de su capacidad productiva. Se desarrollan conceptos como los rendimientos crecientes o constantes a escala y la tecnología productiva que permite la sustitución de los factores, cuyo modelo gráfico es el mapa de las isocuantas.

La producción es fundamental para la teoría de los costos económicos, tema que es tratado en el segundo capítulo, donde se ven los diferentes costos de corto plazo que se presentan en los procesos productivos cuando el capital es fijo. La explicación se realiza a través de tablas numéricas y las respectivas curvas. Se desarrollan los costos de largo plazo donde no existe el costo fijo y se visualiza cómo evoluciona la estructura de costos cuando se ensancha la planta de producción. La exposición se enriquece con gráficos donde se puede apreciar el fenómeno de las economías a escala que sigue a los rendimientos crecientes.

A continuación, en el tercer capítulo, teniendo como fundamentos la teoría de los costos de corto plazo del capítulo anterior, se aborda el modo como se forma la rentabilidad económica. Inicialmente se compara los costos económicos con los costos contables, destacándose el uso de los costos de oportunidad; se sigue con la rentabilidad económica mediante el uso de una estructura de costos lineales poniendo énfasis en el modelo de punto de equilibrio y de la contribución marginal, muy utilizado en la evaluación de proyectos; también, se analiza la rentabilidad económica con una estructura de costos económicos que están sujetos a la ley de los rendimientos marginales decrecientes, vale decir, costos económicos no lineales. Finalmente, se hace una introducción al modelo de la competencia perfecta, y se señala cómo se fija el precio en el mercado y cómo las empresas deciden cuánto producir, lo que responde a una lógica de comparar valores marginales: ingreso marginal (precio) y costo marginal. Como caso práctico, se ve el precio de cierre y se compara con el modelo del punto de equilibrio.

La rentabilidad de una empresa que tiene capacidad de fijar el precio del bien que produce y vende es el tema del cuarto capítulo. En teoría, la microeconomía plantea que los monopolios se caracterizan por tener el poder de definir el precio en el que venderán sus productos, considerando la estructura de costos. Al respecto se tienen dos enfoques: el primero es el señalado líneas arriba, en el sentido que la decisión de cuánto producir es influida por el costo marginal; el otro enfoque es el de Murray Rothbard, de la escuela austriaca, quien nos dice que la decisión de cuándo producir no es influida por los costos, dado que la venta no se efectúa en el mismo instante en que se produce un bien y que por tanto existe un periodo de demora entre producir y vender, y que también el precio depende de la percepción de los consumidores sobre la utilidad que le brindará el bien por comprar; sin embargo, los costos de producción sí son determinantes para estimar la rentabilidad económica mas no el precio del bien. Finalmente se desarrollan modelos que explican la discriminación (diferenciación) de precios de distintos grados que practican las empresas, dada la coyuntura del mercado para aumentar su rentabilidad económica; por ejemplo, vemos la discriminación de precios de tercer grado, en la que una empresa produce un bien y lo vende en dos mercados que están separados geográficamente, y que el precio será mayor en el mercado donde la demanda es menos elástica.

Finalmente, en el último capítulo se hace una introducción al modelo de oligopolio del cártel, donde un conjunto de empresas que competían entre sí se ponen de acuerdo y se coluden y actúan siguiendo los lineamientos de un monopolio puro, en el sentido que centralizan sus decisiones sobre cuánto producir y, de acuerdo a la demanda, fijan el precio del bien; para lo cual todas las empresas deben seguir las indicaciones acordadas en consenso por los integrantes de la organización. Sin embargo, aparece el incentivo de hacer trampa que consiste en que las compañías se ven tentadas a aumentar su producción, lo que conlleva a la destrucción del cártel ya que si no siguen el acuerdo sobre cuánto deben producir, entonces, el precio del bien disminuye y el cártel no tiene sentido de ser.

En adición, se presenta el enfoque de Rothbard sobre los cárteles, el cual sostiene que no debe ser considerado como un atentado contra el libre mercado, según plantea la microeconomía convencional. Según este autor, manifestar que un cártel hace mal cuando reduce la producción es una señal que demuestra que el analista está razonando con el modelo de la competencia perfecta, y que justamente, cuando el cártel produce menos, es porque está liberando recursos para ser usados en otras empresas. Por tanto, la acción de un cártel es coherente y eficiente.

El otro modelo es el de la empresa dominante y el segmento competitivo, que consiste en que existe una empresa con una gran planta de producción, con una gran concentración en las ventas y con poder de fijación del precio del bien que produce y vende. Además, un conjunto de empresas pequeñas compiten entre ellas y fijan un precio competitivo del mismo bien que produce la empresa dominante. Esta empresa, consciente de esta situación, desarrolla una estrategia que consiste en fijar un precio menor y así asumir la demanda que no es satisfecha por las empresas del segmento competitivo.

PRIMERA PARTE

VISIÓN Y METODOLOGÍA DE LA ECONOMÍA

Capítulo

1

Economía, Estado y Gobierno: una visión general

 

 

INTRODUCCIÓN

La relación que existe entre economía, Estado y los diferentes gobiernos es muy importante, porque es la que definirá el desarrollo integral de una sociedad. Hay muchas escuelas que explican cuál debe ser la función de las autoridades estatales y cómo limitar a los gobiernos a cumplir sus funciones sin que estas afecten la economía con políticas intervencionistas. En este capítulo se analizará cuál debe ser la relación entre las autoridades y los mercados para que estos se desarrollen de la mejor manera posible. Al existir una sociedad, se requiere de instituciones que la protejan de los malos ciudadanos (seguridad interna) y de organizaciones o países agresores (seguridad externa), y justamente estas instituciones son las que conforman el Estado: la nación organizada políticamente. Pero el tema de fondo es cómo debe ser la política económica para que la existencia de los gobiernos y del Estado no afecte el desenvolvimiento de las transacciones de compra y venta, las inversiones y el comercio exterior, en otras palabras, la libertad económica. A fin de desarrollar ideas sobre cómo limitar la acción de los gobiernos y del Estado en la economía, hay que tener claro en qué consiste el problema económico y saber de antemano cuán eficientes son los libres mercados cuando no son intervenidos. Por tanto, la política económica debe partir de un concepto claro del problema económico y de la medida en que participarán las autoridades para que la sociedad tenga los niveles de seguridad interna y externa, y exista un clima de estabilidad política y económica. Luego, el soberano deberá tener la sabiduría de actuar de manera que las fuerzas propias de una sociedad, como por ejemplo, el espíritu emprendedor y deseo de llevar a cabo acciones empresariales por parte de los individuos así como producir para satisfacer necesidades y generar riqueza, se desarrollen de la mejor manera. En este capítulo explicamos, de manera general, la importancia del proceso productivo en una sociedad y los conceptos fundamentales de la política monetaria y fiscal.

1. EL PROBLEMA ECONÓMICO Y EL CONCEPTO DE ECONOMÍA

Los seres humanos tenemos la capacidad de analizar nuestra situación presente, buscar medios para lograr ciertos fines que, normalmente, consisten en mejorar nuestra condición de vida y la de nuestra familia para ser más felices. Es en estas acciones, siempre relacionadas con la escasez de medios, que se desarrolla el problema económico y, por tanto, el concepto de la economía. En otras palabras, la ciencia económica no existiría si no hubiera escasez de recursos.

Al respecto, Ropke (2007) se plantea algunas preguntas:

¿Hay nada más familiar y cotidiano para todos y cada uno de nosotros que la vida económica? ¿Hay nada más natural, y más trivial, que la compra diaria del ama de casa, la venta de una ternera que efectúa un campesino, el pago del jornal a los obreros al final de la semana o la venta de acciones de la Bolsa? (p. 13)

Esta cita nos explica que la economía es el día al día de innumerables transacciones que tienen como fin satisfacer necesidades y en diferentes niveles en el seno de la sociedad.

Podemos plantear entonces que la ciencia económica estudia un tipo de problema humano que enfrentamos todos los días: definir los medios que nos permitirán lograr nuestros fines en un escenario de información incompleta para cada uno de nosotros y, sin embargo, diseminada en el seno de la sociedad. En otras palabras, el problema económico no es un ejercicio matemático donde tenemos las ecuaciones y resolvemos un problema de optimización, sino la manera cómo debemos actuar para satisfacer nuestras necesidades o alcanzar nuestros propósitos sin contar con la información completa de los medios y fines.

Ropke (2007) plantea lo siguiente: “¿quién vela por la coordinación y, por tanto, por el curso ordenado del proceso?”. Siendo la respuesta un contundente “nadie”. Agrega: “No hay ningún dictador que, abarcando el conjunto con la mirada, destine los hombres a las distintas ocupaciones, que prescriba qué debe producirse y cuánto debe producirse y llevarse diariamente al mercado de cada mercancía” (p. 17).

La idea del autor es que no existe una mente humana que pueda saber la cantidad y las características de los procesos económicos ni las necesidades de los individuos. Las coordinaciones entre oferta y demanda de personas o grupos pequeños son como redes que forman un gran tejido que vendría a ser la economía en su conjunto. En otras palabras, al buscar satisfacer sus necesidades los seres humanos crean, sin saberlo, un sistema espontáneo que no necesita una dirección centralizada de toma de decisiones en cuanto a producción y consumo se refiere.

Veamos unas cuantas definiciones más de economía. Pindyck (2001) define el objetivo de la ciencia económica:

La economía, como cualquier otra ciencia se ocupa de la explicación y predicción de fenómenos empíricos […]. Las teorías se desarrollan para explicar los fenómenos observados por medio de un conjunto de reglas y supuestos básicos. Por ejemplo, la teoría de la empresa comienza con un sencillo supuesto, a saber, las empresas tratan de maximizar los beneficios. La teoría utiliza este supuesto para explicar cómo eligen las empresas la cantidad de mano de obra, capital y materias primas que utilizan para producir, así como la cantidad de producción que obtienen. (pp. 5-6)

Y:

Las teorías económicas también constituyen la base para realizar predicciones. Así, la teoría de la empresa nos dice si el nivel de producción de una empresa aumenta o disminuye cuando suben los salarios o cuando baja el precio de las materias primas. Aplicando técnicas estadísticas y econométricas, las teorías pueden utilizarse para construir modelos, por medio de los cuales es posible realizar predicciones cuantitativas. Un modelo es una representación matemática, basada en la teoría económica, de una empresa, un mercado o alguna entidad. Por ejemplo, podríamos desarrollar un modelo de una empresa y utilizarlo para predecir cuánto variaría su nivel de producción si el precio de las materias primas descendiera, por ejemplo, un 10%. (p. 6)

Pyndick nos dice que la ciencia económica utiliza teorías para explicar la realidad, pero al ser esta muy compleja, se necesita asumir una serie de supuestos simplificadores del mundo que nos rodea, y así poder deducir lógicamente los procesos económicos que se presentan en una economía, desde la perspectiva del consumidor y del productor. Cabe destacar que los supuestos no necesariamente deben ser reales pero sí coherentes con la lógica económica. Por ejemplo, podemos asumir un solo tipo de zapatos para analizar este mercado, sabiendo de antemano que en los mercados existe una gran variedad de este artículo. De la teoría, dada su extensión, se diseñan modelos, que también son una representación abstracta de la realidad, pero que permiten explicarla con mayor detalle; inclusive los modelos permiten efectuar predicciones. Los modelos definen casi siempre variables exógenas y endógenas; las primeras son datos que se asumen fuera del modelo, y las segundas, los resultados del modelo, formándose así una relación causa-efecto.

Krause, Ravier y Zanotti (2009) explican las tareas más importantes de la economía entre la que destaca la limitada cantidad de recursos ante la ilimitada demanda de bienes y servicios:

La economía es el estudio de la forma en que las sociedades deciden qué van a producir, cómo y para quién con los recursos escasos y limitados. El problema central es la escasez, generada por la ilimitada sed de bienes y servicios que los individuos poseen y los recursos limitados que existen para satisfacerlos. El problema económico es la asignación de medios escasos entre fines alternativos y competitivos, es un problema de asignación, necesaria en virtud de la escasez que nos obliga a elegir. (p. 30)

Siguiendo con la definición del problema económico, Hayek, citado por Krause et al. (2009), lo define con un estilo innovador:

El problema económico de la sociedad no es, por consiguiente, simplemente un problema relativo a cómo asignar recursos dados… Es más bien el problema de cómo lograr el mejor uso de los recursos conocidos por cualquier miembro de la sociedad para fines cuya importancia relativa solamente los individuos conocen. O, para expresarlo brevemente, es el problema de la utilización del conocimiento que no le es dado a ninguno en su totalidad. (p. 35)

Hayek nos brinda una definición de problema económico distinto; si nos fijamos en la deficion anterior, la economía estudia cómo asignar los recursos de manera óptima; acá se está asumiendo qué se puede optimizar porque se sabe que recursos se requieren y se disponen de estos, se conoce la técnica para procesarlos, y que también se conocen los costos de los insumos y del bien final. Esta definición, que es la que abunda en los textos de microeconomía, nos dice, de manera implícita, que el problema económico puede ser visto como un ejercicio matemático en donde se tiene una función de ingresos, costos y rentabilidad económica y que por tanto se puede estimar un óptimo; igual sucede con el consumidor, pues, se asume que conoce bien sus preferencias y que estas no varían en el tiempo, y además tiene la información de los costos de todos los productos y que sus diferentes tipos de necesidades se mantienen en el tiempo. Si existiese toda esa información la economía podría ser dirigida de manera centralizada, lo que sabemos es un imposible. Hayek innova este concepto explicándonos que el consumidor y el productor no tienen información perfecta, y que conseguir información necesaria para la toma de decisiones tiene un costo de oportunidad; y en adición, que la economía es dinámica por lo que el ejercicio de optimización es muy limitado. Hayek define así dos fases que se presentan en la acción de lograr un objetivo económico: primero, obtener información y tomar conocimiento del mercado, y segundo, la acción propiamente dicha, ya sea, consumo o producción.

En cuanto al sistema económico, Ropke (2007) lo visualiza como “… una construcción dotada de la diferenciación más elevada y sutil dentro de una fundamental anarquía. Y, sin embargo, ni el más obstinado pesimista podrá negar que, pese a ello, todo se dispone en un conjunto ordenado” (p. 17).

Se refiere a la anarquía económica como una característica de los mercados libres de toda dirección política:

Mientras la anarquía política aboca irremisiblemente al caos, comprobamos con asombro que la anarquía económica que caracteriza a nuestro sistema económico dista tanto del caos, que casi pudiera hablarse de un cosmos. Nuestro sistema económico es anárquico, pero no caótico. (p. 17)

En estas dos citas de Ropke, vemos que la economía, si bien es cierto, es un sistema anárquico de producción, precios y consumo, existe un orden que evita que sea caótico. Se usa el término anarquía porque no existe una dirección centralizada de los procesos del mercado. Cosa distinta sería en un sistema político anárquico, como señala el autor, en donde la sociedad sí se volvería caótica. Esto es lo sorprendente del libre mercado. Cabe destacar que Ropke, quien incide mucho en el orden económico, es un representante del ordoliberalismo, que se asocia con la escuela económica de Friburgo, de donde nació la economía social de mercado.

El economista de la escuela austriaca Ludwig von Mises (2013) desarrolla un concepto profundo sobre las bondades del buen funcionamiento de los mercados cuando no se ve afectado por la intervención del gobierno. Von Mises1 plantea que la economía investiga los fenómenos del mercado, los tipos de intercambio entre bienes y servicios, en un momento dado y también a través del tiempo. Esto implica los procesos que se presentan en todo mercado libre de intervenciones donde los individuos eligen libremente qué comprar y qué vender. Para esto, separamos a los actores del mercado en dos grupos: los que compran y consumen, y los que compran insumos para procesarlos, para producir y vender un producto elaborado. Sin embargo, es importante resaltar que, en la realidad, todas las personas son consumidoras aun siendo empresarias, pero para analizar los procesos del mercado, los reunimos en grupos diferentes.

Von Mises (2013) define la economía de la siguiente manera:

La economía de mercado es un sistema social de división del trabajo basado en la propiedad privada de los medios de producción. Cada uno, dentro de tal orden, actúa según le aconseja su propio interés; todos, sin embargo, satisfacen las necesidades de los demás al atender las propias. (p. 313)

En relación con los medios y fines, von Mises (2013) sostiene: “El hombre es al mismo tiempo medio y fin; fin último para sí mismo, y medio, en cuanto coadyuva con los demás para que puedan alcanzar sus propios fines” (p. 313).

En estas dos citas, von Mises nos explica que la división del trabajo es fundamental para que en una sociedad se produzcan bienes que permitan la satisfacción de las necesidades; sin embargo, se debe destacar que este autor enfatiza que la división del trabajo es espontánea y ocasiona que los individuos se especialicen en determinadas actividades económicas de acuerdo a sus intereses. Al buscar cada persona cómo cubrir sus necesidades, se convierte en un fin, es decir, produce, vende y tiene como objetivo que las familias cuenten con los artículos y alimentos que necesitan; también la compra de bienes, se considera un fin; así, para que esto suceda, las personas venden su fuerza de trabajo o realizan una actividad, por lo que también se convierten en un medio indispensable.

En cuanto a la acción humana, Rothbard (2011) dice:

se define simplemente como comportamiento deliberado […]. El propósito del actuar del hombre es su fin; el deseo de alcanzar ese fin es el motivo por el cual lleva a cabo la acción. Todos los seres humanos actúan en virtud de sus existencias y de su naturaleza. Sería imposible concebir personas que no actuaran en forma intencionada […]. Esta verdad fundamental —este axioma de la acción humana— constituye la clave de nuestro estudio. (pp. 1-2)

Rothbard, discípulo de von Mises, desarrolló su pensamiento económico en torno a la acción humana y al apriorismo praxeológico, que es la metodología propia de la escuela austriaca de economía, que parte de un axioma central, verdadero por naturaleza humana que no necesita demostrarse, que consiste en que las personas actúan para pasar de una situación menos satisfactoria a una más satisfactoria. Este es el móvil de las decisiones que tomamos los seres humanos para satisfacer nuestras necesidades ante un problema permanente de escasez. El axioma de la acción humana es la primera piedra del edificio de la teoría económica de la escuela austriaca de economía.

Con relación al subjetivismo de la ciencia económica, Hayek (2003) señala: “La diferencia entre el enfoque de las ciencias naturales y el de las ciencias sociales no puede llamarse de otra forma mejor que llamando a las primeras, objetivas, y a las segundas, subjetivas” (p. 53). Subjetivo se refiere a que dependen de la persona y que, por tanto, los valores y las apreciaciones no son iguales para todos. Otra diferencia fundamental entre las ciencias naturales y las sociales es que las personas perciben la realidad a través de un proceso de conocimiento, de aprendizaje y de toma de decisiones. En las ciencias naturales o físicas no existen fines, porque los actores no son seres humanos.

Hayek agrega:

Mientras que para el científico que cultiva las ciencias naturales el contraste entre los hechos objetivos y las opiniones subjetivas es algo sencillo, la distinción no puede aplicarse tan fácilmente a las ciencias sociales. La razón es que el objeto o los hechos de las ciencias sociales son también opiniones —no a las opiniones de quienes estudian los fenómenos sociales, por supuesto, sino las opiniones de aquellos cuyas acciones dan lugar al objeto de estudio del científico social. Pero, en el sentido que distinguimos los hechos de las opiniones, los hechos de las ciencias sociales son meramente las opiniones de la gente cuyas acciones estudiamos. Se diferencian de los hechos de las ciencias físicas en que son creencias u opiniones que sostienen los individuos; creencias que, como tales, son nuestros datos independientemente de que sean verdaderos o falsos, y, lo que es más, no podemos observarlas directamente dentro de la mente de los individuos, sino que hemos de identificarlas a partir de lo que ellos hacen y dicen, merced a que tenemos una mente similar a la suya. (p. 54)

Krause et al. (2009) vinculan las necesidades con la subjetividad:

Todas las necesidades humanas [...] son sanamente subjetivas porque son humanas y por ende culturales. La escasez, por ende, no es algo físico. La cantidad tiene que ver con la escasez porque, una vez que ‘algo’ es culturalmente demandado, recién allí la cantidad ‘física’ se convierte en algo relevante. (p. 32)

Con relación a la complejidad de las ciencias sociales, en su discurso de aceptación del Premio Nobel de Economía de 1977, Hayek plantea lo siguiente:

Pero ello solo es cierto en los casos en que nos encontramos ante lo que el doctor Warren Weaver [quien perteneció a la Fundación Rockefeller] ha llamado, empleando una distinción que debe entenderse en un sentido más amplio, “fenómenos de complejidad inorganizada”, en contraposición a los “fenómenos de complejidad organizada” que tratan la ciencias sociales. Complejidad organizada significa, en este caso, que el carácter de las estructuras correspondientes no depende solo de las propiedades de los elementos individuales que las componen y de la frecuencia relativa con que se producen, sino también de la forma en que los elementos individuales se interrelacionan entre sí. (p. 8)

Según esta cita, la economía no está exenta de niveles de complejidad organizada, dado que son individuos los que deciden, sobre la base de los principios económicos, cómo actuar para pasar de una situación menos satisfactoria a otra más satisfactoria en un entorno de competencia y cooperación; estas acciones son las que configuran una economía, cosa muy diferente a la competencia biológica en el reino animal, donde sobrevive el más fuerte. En tal sentido, lo explicado por Hayek es un buen fundamento para que la economía no caiga en el constructivismo.

2. EL PROCESO PRODUCTIVO

La economía también estudia la acción de los empresarios y el proceso productivo. Los factores productivos son, en términos generales, la tierra, el trabajo y el capital. A los dos primeros factores se les denomina originarios porque no han sido consecuencia de alguna transformación; reciben ingresos que se definen en el mercado como la renta y el salario, respectivamente. En cuanto al capital, se lo relaciona con un bien duradero, como una máquina, equipo, herramienta o todo material que contribuye a la transformación de bienes (producción); a diferencia de los dos factores productivos arriba mencionados, este no recibe directamente una renta, pero es parte del esfuerzo de la producción y de la inversión que efectúa el empresario y que luego de un tiempo, al venderse la producción, se genera una rentabilidad económica. Por tanto, la acción empresarial es retribuida con la ganancia económica.

En cuanto a la importancia del capital en el proceso productivo, Rothbard (2011) señala lo siguiente: “… la función del capital es adelantar a los hombres en el tiempo hacia su objetivo en la producción de bienes de consumo, sea de nuevos bienes o de más cantidad de bienes ya existentes” (p. 52).

Rothbard nos explica un concepto ya visto en los economistas clásicos, que consiste en que la inversión tiene como fuente el ahorro, y, a su vez, el ahorro depende del sacrificio de consumo. Los economistas austriacos, partiendo de este principio fundamental, explican que el proceso productivo es inherente a un adelanto de recursos que definen como inversión, y que luego de producidos y vendidos los bienes, se tiene un retorno en dinero, recuperándose así la inversión. En otras palabras, la inversión es el uso de recursos provenientes del ahorro para llevar a cabo el proceso productivo, y la rentabilidad económica se dará cuando se recupere el dinero invertido en la compra de insumos, alquiler de máquinas, pago de salarios y de infraestructura. Con estos conceptos, los economistas austriacos explican las diferentes etapas de los procesos productivos, partiendo de factores productivos originarios, llámense mano de obra y tierra, luego, incluyen el capital, que es elaborado por el ser humano, hasta llegar al bien final, que es aquel que ya no sufre transformación y llega a manos del consumidor.

Siguiendo la explicación anterior, Rothbard (2011) plantea un interesante ejemplo de la producción de un sándwich de jamón que se sintetiza de la siguiente manera: el sándwich es el bien de consumo que desea Jones para satisfacer una necesidad, que es el hambre. Este es el medio directo que permitirá a Jones satisfacer su necesidad. Los medios indirectos para que se pueda producir el sándwich son el jamón, el pan, el ambiente o la casa de Jones, el trabajo desplegado por su esposa y el tiempo que toma la preparación. Para producir los medios indirectos, se requiere una serie de productos como la harina de trigo, la manteca, el trabajo del panificador y el tiempo que toma preparar el pan. Estos también son medios indirectos, pero de segundo orden, dado que el pan y el jamón son de primer orden. Ahora bien, como se puede apreciar, para elaborar el sándwich, que es el bien final o el medio directo para lograr el fin, que es saciar el hambre, se tienen varias etapas, pues en el ejemplo solo se visualizan dos: las de los bienes de producción de primer orden para producir el sándwich (el pan y el jamón) y las de los bienes de producción de segundo orden para producir el pan; no hemos incluido los medios indirectos para producir el jamón, por simplificación. En este ejemplo, los factores de producción originarios son el trabajo, la tierra y todo aquello que no requiere transformación. El otro factor de producción es el capital, que serían las herramientas y los equipos de producción (por ejemplo, el horno para producir el pan) (pp. 8-9).

Por tanto, producir un bien de consumo implica una serie de etapas previas, que empieza con los recursos originarios (mano de obra, tierra y naturaleza) y acaba en el bien de consumo. Cada etapa se relaciona con un periodo de tiempo, una inversión, un retorno como consecuencia de la venta de los bienes, ya sean intermedios o de consumo, y, por tanto, una ganancia económica. En cada uno de los periodos de funcionamiento de la empresa, digamos meses, existen ingresos y costos. En los ingresos tenemos la venta de los bienes producidos y en los costos se tienen los salarios, el pago de alquiler de la tierra y de los equipos de capital, y la adquisición de todo material relacionado con el proceso productivo. En el caso de la tierra y de los bienes de capital, aun pudiendo ser el empresario dueño de estos, se deben considerar como un costo de oportunidad dado que existe una ganancia que el empresario estaría dejando de percibir por no utilizarlos en una segunda alternativa. Se puede incluir también el costo de oportunidad del empresario, que si bien es cierto no le corresponde un sueldo, en realidad está dejando de ganar un sueldo en otra empresa. Luego, el empresario valora los costos de oportunidad en todo el proceso de producción en su conjunto, con los ingresos y sobre todo el tiempo que toma el retorno de la inversión. Si el empresario considera que la tasa de rentabilidad que se obtendrá compensa la espera y el trabajo de la inversión y producción, estará incentivado a llevar a cabo el proyecto y la empresa. El caso contrario sería que, aun teniendo rentabilidad económica, en el sentido de que los ingresos superan a los costos en cada uno de los periodos y que la inversión no solamente es recuperada, sino que genera una tasa de rentabilidad en el tiempo, es posible que el inversionista no acepte la inversión porque existe un factor psíquico que puede contrarrestar la ganancia económica que pudiera tener. Por tanto, estamos hablando de una ganancia psíquica que sumada a la económica darán elementos de juicio al empresario si lleva a cabo la inversión.

Así, en cada etapa de producción, se irán formando los precios de los factores productivos y las tasas de rentabilidad de las inversiones. Los empresarios tratarán de comprar lo más barato sus insumos y vender lo más caro sus productos. Por otro lado, los consumidores tratarán de comprar lo más barato posible. Estas transacciones de compra y venta llevan a los precios hacia un equilibrio hasta que algún factor externo rompa dicha tendencia. El mercado será entonces un conjunto de procesos de compra y venta donde los consumidores y los empresarios no tienen la información completa y la van obteniendo mediante un proceso de aprendizaje. En el caso de los consumidores, siempre tienen en la memoria el precio del bien que normalmente han comprado, lo comparan con el precio que tendrán que pagar hoy y deciden si adquieren o no el bien. Igual sucede con el empresario cuando compra los insumos para la producción y contrata trabajadores. Podemos extender esta lógica a los bienes de capital y a la tierra, aunque en estos dos últimos los procesos no son rápidos, más bien, lentos.

3. LA POLÍTICA MONETARIA

El dinero tiene como función facilitar las transacciones de compra y venta, poder llevar la contabilidad de manera ordenada, y, por último, poseer una reserva de valor en el tiempo. Los billetes y las monedas son emitidos por una institución que normalmente es la autoridad monetaria y se denomina banco central; en el Perú es el Banco Central de Reserva (BCRP). Esta institución tiene como misión emitir dinero, manteniendo la estabilidad monetaria, es decir, con niveles mínimos de inflación a fin de que la capacidad adquisitiva de la moneda no se vea afectada.