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La presente selección de ensayos y poemas de Gloria Anzaldúa muestran cuatro tópicos clave de su pensamiento disidente y de su activismo homosexual. Destacan la búsqueda de identidad en las raíces de la tierra, la madre, la cultura y la raza, y de cuya definición surge la rebeldía; el lenguaje, que adopta una diversidad de manifestaciones, según los interlocutores; la escritura, que se produce en estado chamánico donde los sueños operan; y, por último, la Frontera, con todas sus implicaciones internas y externas. Al final, la escritora parece concluir: debes vivir sin fronteras, ser cruce de caminos… de otra manera la desgarradura está garantizada y la libertad no se alcanza.
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Seitenzahl: 53
Veröffentlichungsjahr: 2025
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Ensayos
Poesía
Material de lectura. Gloria Anzaldúa. Selección y nota introductoria de María Galindo. Traducción de Sylvia Aguilar Zéleny.
Material de lectura. Gloria Anzaldúa fue publicado en versión impresa por la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM, en 2025, en Material de Lectura serie Ensayo. Directora general de Publicaciones y Fomento Editorial: Socorro Venegas. Subdirectora editorial: Elsa Botello López. Diseño de portada e ilustración: Manuel Monroy. Diseño y formación: Regina Olivares. Cuidado editorial: Rosalía Chavelas.
Esta edición de un ejemplar (451 Kb) fue preparada por la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM. La coordinación editorial estuvo a cargo de Camilo Ayala Ochoa. La producción y formación fueron realizadas por Brenda Hernández Chávez.
Copyright © by Gloria Anzaldúa 1987, 2022.
First pushished in English in 1987 by Aunt Lute Books, San Francisco.
www.auntlute.com
Primera edición electrónica en formato epub: 23 de abril de 2025.
D. R. © 2025 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
Ciudad Universitaria, 04510, Ciudad de México, México.
Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial
www.libros.unam.mx
ISBN: 978-607-587-353-4
Prohibida su reproducción parcial o total por cualquier medio sin autorización escrita de su legítimo titular de derechos.
Esta edición y sus características son propiedad de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Hecho en México.
María Galindo
—Gloria, ¿estás ahí?
—Sí, María, aquí estoy, no me voy todavía.
—¿Por qué me has escondido tus libros? He perdido mucho tiempo buscándolos para escribir este texto para ti. Los tenía todos en un mismo sitio y, aunque no los revisaba, los miraba de lejos. Y, por si acaso, no los revisaba porque muchos de tus versos los sé de memoria y se me vienen a la cabeza cada tanto. A veces me sirven de argumentos y muchas veces de consuelo, me acompañan, me empujan y hasta me hacen cosquillas.
Soy una enredadera
que baja de la luna.
No tengo jardinero.
Recito, mientras trato de imaginarte bajando aquí, donde estoy yo.
—Pero bueno, ¿quiero saber por qué los ocultaste?, ¿acaso no quieres que yo escriba este texto sobre tu pensamiento? ¿Prefieres que sea otr@?
—Yo no quiero que escribas sobre mis textos, esos textos ya están derramados desde mi vientre a las páginas, todo está dicho allí, mis palabras no necesitan explicación alguna. Yo escribo como hablo, escribo como siento, escribo desde mi cuerpo y desde mi piel, por eso no necesito ni explicaciones, ni interpretaciones. No me halaga que Teresa de Lauretis diga que doy inicio a la tercera ola del feminismo. Ni tú, ni yo, ni mis cómplices somos tercera cola de nada, nacimos solas, no somos su consecuencia, ni pertenecemos a su exquisito linaje académico. Acabé en la universidad, pero pude acabar en la maquila, pude acabar muerta; morí muchas veces antes de pisar un aula y muchas más antes de pisarla como profesora.
—Y entonces ¿qué quieres que haga?, ¿rechazo esta invitación?
—Quiero que escribas, pero quiero que escribas sobre mí y relates este encuentro. Que sepan las chicas de la Glorieta de las Mujeres que Luchan, que estoy aquí; que sepan las Mujeres Creando, que estoy aquí; que sepan las rebeldes, que estoy aquí, que no me fui. Quiero que liberes mi archivo sepultado entre las paredes de una universidad muerta, allí sólo llegan doctorantes con la creatividad y los sueños secos, cargando una escalera para trepar usando mi nombre, sobreinterpretando mi pensamiento.
”Quiero que digas que se me puede leer sin haber pisado una universidad.
”Que se sepa que me pueden leer de ocultas en el baño o en el camino de retorno a la villa miseria. No quiero quedar presa entre académicas en la universidad gringa.”
En ese momento me dio la espalda y pude ver un gran puente. Me saqué los zapatos y empecé a atravesarlo con la suavidad que pisa una gata, por el centro, que era la columna misma de Gloria, sintiendo en mis plantas, una a una, sus vértebras punzantes. En el camino me encontré con las miradas de Audre Lorde, Cherríe Moraga, Berta Cáceres, Marielle Franco, Lohana Berkins. Durante el trayecto sentí un perfume intenso y embriagador, podríamos decir que se trataba de la fragancia misma que tiene la lucha, no tengo palabras para describirla, es dulce y amarga, es fuerte y sutil, es refrescante y embriagante a la vez, y además es adictiva y produce alucinaciones.
Llegando al otro lado del puente, Gloria me tomó de la mano:
—Lo que yo quiero es hacer el amor contigo.
Me había conducido a una carretera árida, con moteles a ambos lados y grandes parqueos; en neones resaltaban sus nombres: Love Time, Last Time, Real Time, Stop Time. Atiné a decirle:
—Busquemos una habitación allí —y le señale el Stop Time. Yo quería detener el tiempo con Gloria y volverlo eterno.
—Estoy buscando otro que está por acá, se llama Rapid Inn, en spanglish —se rio a carcajadas y me dejé llevar. Sólo sentir su mano sujetándome me sobrecogía entera, estaba volando colgada del ala de un hermoso y desconocido pájaro.
Lo que había entre nosotras no era una atracción física, era un magnetismo cósmico irrefrenable.
Entramos al cuarto, se sentó en la cama y me arrodillé entre sus piernas, la miré desde abajo, agarró mi cara con sus dos manos, manos gruesas que criaron músculo agarrando el azadón, es más, me siento un azadón entre sus manos. Me besó con furia, con ternura, metiéndome sus tres lenguas en la boca y convirtiendo mi boca en una bocamina abierta a su penetración. Por primera vez en mi vida sentí el deseo de ser devorada, sus lenguas entraban en mi boca hasta la garganta; mi paladar estaba ocupado con su picante lengua tex-mex; los dientes acariciados por su spanglish