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¿Es posible que las vacunas contengan óxido de grafeno? Sí, claro que es posible. ¿Es posible que esto sirva para controlar a las personas mediante el 5G? No existe evidencia alguna que pueda sostener semejante teoría. Y, sin embargo, es cierto que diversas investigaciones indican que el óxido de grafeno genera coagulación en sangre, que se está trabajando en sensores de grafeno para leer ondas neuronales de baja frecuencia, que la nanotecnología alumbra una nueva generación de implantes cerebrales basadas en el óxido de grafeno, y que hay universidades que han demostrado que el óxido de grafeno funcionalizado puede transportar distintos tipos de medicamentos hasta el cerebro, traspasando fácilmente la barrera hematoencefálica. Con la pandemia muchos tomaron conocimiento de la existencia del famoso grafeno, pero casi ningún científico se atreve a pronunciarse sobre su toxicidad o sobre los potenciales peligros que podría causar si se suministrara como coadyuvante de vacunas.
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Seitenzahl: 35
Veröffentlichungsjahr: 2021
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La fiebre de oro de la ciencia
El grafeno es el elemento central de la cuarta revolución industrial, revolución tecnológica basada (entre otros materiales) en este súper material que introduce un factor de relevancia en la geopolítica mundial. Países tan dispares como los Estados Unidos, Inglaterra, Corea del Sur y China están apostando fuertemente en su desarrollo.
Para decirlo corto y fácil, el grafeno es un nanomaterial de carbono bidimensional del grosor de un átomo. ¿Y qué significa esto? Simple: se trata de una forma de carbono —como el grafito y el diamante— aunque tan pero tan fino (nada más que 1 átomo de espesor) que solo permite que se aprecien dos de sus dimensiones (longitud y ancho), por eso se lo considera como un material sólido bidimensional. Así y todo, es el material más resistente que existe en la naturaleza, y al mismo tiempo el más flexible y elástico. Es prácticamente invisible: conduce la electricidad y el calor mejor que el cobre y es extremadamente liviano.
Hay expertos en electrónica trabajando en el diseño de implantes de grafeno para medir la actividad cerebral, para diagnosticar y comprender enfermedades como la epilepsia, las migrañas, y prácticamente cualquier daño cerebral. Los encefalogramas son herramientas de la Edad Media, y es que en lugar de electrodos, la tecnología actual ha desarrolla transistores elaborados con censores de grafeno.
Debemos comprender que hablamos de un material excepcional, con increíbles propiedades mecánicas, electrónicas, químicas, magnéticas y ópticas, y que todas estas características lo han transformado en el nanomaterial estrella de las últimas décadas. A partir de su descubrimiento y con el paso de los años, el grafeno provocó una verdadera revolución tecnológica: desde pantallas planas, memorias flash o baterías flexibles hasta escáneres de todas las clases. Aún hoy sus aplicaciones continúan evolucionando y uno de los campos más prometedores para su desarrollo es el de la nanomedicina. Una ventaja importante de ciertos derivados del grafeno es su capacidad demostrada para cruzar de manera efectiva las barreras biológicas, en especial la barrera hematoencefálica. Los investigadores destacan el enorme potencial que posee el grafeno como vehículo efectivo en la administración de fármacos dirigidos estratégicamente a ciertos órganos del cuerpo humano. De hecho, la forma oxidada del grafeno, conocida mundialmente como óxido de grafeno (GO por sus siglas en inglés), resulta, tal como lo explica Berta Domènech García —doctora en Química e investigadora de la Universidad Tecnológica de Hamburgo—“especialmente apropiado para varias aplicaciones médicas porque entre otras propiedades es fluorescente”. La experta puntualiza que la forma oxidada del grafeno es un grafeno funcionalizado con grupos que contienen oxígeno. Y agrega que“estudios recientes indican que algunos materiales derivados del grafeno pueden tener propiedades bactericidas y antivirales”.
Hasta aquí todo lo relacionado con este material que desató la última fiebre del oro científica parece maravilloso. Sin embargo, el grafeno también tiene sus detractores y, en especial, con la pandemia de Covid 19 muchas voces lanzaron algunas denuncias estremecedoras. El conocido y polémico investigador Andreas Kalcker, por ejemplo, difundió un video (que rápidamente fue cancelado en todas las plataformas) denunciando que tras analizar varias vacunas con la técnica de espectroscopía su equipo había verificado en todas ellas altos porcentajes (99,5%) de óxido de grafeno. Pero, ¿cuál sería el problema en el caso de que esto fuera cierto? En primer lugar, se discute la toxicidad del óxido de grafeno, y las posibles complicaciones de su recorrido dentro del cuerpo. Luego, hay múltiples hipótesis que detallaremos en las siguientes páginas, pero quizás el inconveniente más importante esté centrado en la capacidad innegable que tiene el grafeno para interferir en los campos electromagnéticos de cualquier organismo, y ello ha despertado las alarmas de las así llamadas “teorías conspirativas”.
Un mundo sorprendentemente pequeño
Vale comenzar este apartado aclarando el significado de un prefijo que modificó una palabra antigua y con ello transformó el mundo: el prefijo “nano” se utiliza para indicar la mil millonésima parte de algo.