Había una vez... - Laura Andrea Subero - E-Book

Había una vez... E-Book

Laura Andrea Subero

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Beschreibung

Este libro habla del amor romántico, del amor verdadero, el real, escrito con el corazón y la visión de una mujer adulta. Muestra cómo, a través de los años y las experiencias vividas, vamos transformando nuestras propias expectativas sin perder nuestros sueños. Habla de lo que nos pasa por el corazón a las mujeres como sostén emocional del hogar, sin perder la sensibilidad que nos hace diferentes y cómo vivimos la vida en la vorágine de ser madres, luchar por nuestros sueños, buscar el amor para las que todavía no lo tienen o tratar de conservarlo, para las que ya lo han encontrado. Para todas las mujeres, para pensar, reir, emocionarse.

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LAURA ANDREA SUBERO

Había una vez...

(una mirada diferente de la vida y del amor)

Subero, Laura AndreaHabía una vez... una mirada diferente de la vida y del amor / Laura Andrea Subero.- 1a ed.- Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2023.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-3600-6

1. Ensayo Sociológico. I. Título. CDD 301.01

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Tabla de contenidos

Agradecimientos…

NUNCA DEJEMOS DE SOÑAR

ESTO PENSAMOS MUJERES Y HOMBRES DEL SEXO OPUESTO

LAS HERIDAS DEL CORAZÓN

EL PRÍNCIPE SE CAYÓ EN LAVANDINA

LA AMISTAD DESPUÉS DE LOS 40...

¡¡¡S.O.S, NO QUEDÓ NADIE EN EL NIDO!!!

EL PASO DEL TIEMPO COMO PECADO

TRANQUILOS… MAMÁ ESTÁ EN CASA…

Datos de la autora

Dedicado a mis hijos Santiago y Agustín,

quienes son mi motor y mi orgullo.

Ariel, mi marido, mi amor, que no es el príncipe azul,

pero es del color que yo necesitaba.

Daniel, Hernán, Gerardo, mis hermanos, mis primeros amigos.

Gloria y Horacio, mis viejos,

que me regalaron lo más valioso que tiene una persona: su tiempo.

A mis amigos, los que están en las malas y disfrutan las buenas.

Para que cualquier cosa suceda,

primero hay que hacer algo.

Albert Einstein

Agradecimientos…

A San Miguel del Monte, mi fuente de inspiración, mi refugio, mi paraíso.

A mis amigas, por las cuales siento profunda admiración por sus historias de vida, de mujeres plenas, enteras, fuentes inagotables de lucha diaria.

A Gerardo, que con tu libro me demostraste que se puede, a Walter por tus aportes.

Los seres humanos somos todo lo que pudimos hacer en la vida y lo que no, el amor que dimos y el que no nos animamos o no quisimos dar, somos nuestros errores y nuestros aciertos, somos felicidad, tristeza, los sueños que realizamos los que todavía no se concretaron, las cosas pendientes, miedo y empuje, perseverancia y falta de paciencia, somos los padres que tuvimos, los hijos que criamos o los que no quisimos o pudimos tener, lo que lastimamos sin pensarlo o desearlo, los amigos que elegimos, las parejas, esas personas que nos acompañaron durante un tiempo en nuestras vidas

Somos todo lo que todavía no hicimos y lo que jamas haremos, y todo lo que nos queda por realizar.

Con todo ese bagaje llegamos a la adultez.

Había una vez...(Una mirada diferente de la vida y del amor)

Había una vez ... una pequeña princesa que vivía feliz en su reino, junto a sus padres. Una vida casi perfecta sin privaciones, menos de amor porque ellos, los reyes, se lo daban de forma incondicional y única. A medida que pasaban los años y ya casi entrada en la adolescencia soñaba con ese príncipe azul que vendría por ella.

Cada día, como toda princesa sus padres la preparaban para ese momento. El rey, le enseñó que, cuando llegara ese hombre por ella, tendría que ser la esposa que él deseara y necesitara , su lugar sería complacerlo, amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separara. La reina, su madre, le enseñaba cómo llevar una casa adelante, ser comprensiva, acompañarlo y saber cuándo callar (entre otras cosas). Y… por fin… llegó el día. Una mañana de invierno llegó al palacio un gran carruaje, escoltado por bellos caballos, se detuvo frente a la ventana de su habitación y bajó un apuesto príncipe. Era más bello que en sus sueños y tenía una gran sonrisa. No demoró en llamar a la puerta y fue recibido con mucha alegría por los reyes. Venía a pedir la mano de la codiciada princesa, cuyos reyes no dudaron en entregar a su hija en matrimonio con el príncipe. Su boda también fue de cuentos, asistieron todo tipo de personalidades importantes y conocidas por los reyes, quienes estaban felices por ese momento. Este fue el principio de una vida feliz juntos. Aunque muchos dicen que ella no fue feliz por el príncipe, sino por sus zapatos nuevos.

Bienvenidas a la realidad… LA FIESTA DE BODA TERMINÓ

Desde que nacés tu papá te prepara para que un HOMBRE te cuide, te ame y te proteja, supuestamente como él lo hizo con tu madre, qué ironía, ¿no?, ¿un hombre no debería protegernos de su misma raza? ¿Alguna vez se preguntaron cómo hace un infiel para educar a su hija? ¿De qué cosas le dirá que se cuide? De los mismos engaños que él hizo con la madre de esta princesita engañada, ¿o le hablará rezando para que nunca su hija se cruce con alguien como él?

Por otro lado, tu mamá, desde que das los primeros pasos, te regala los primeros elementos de limpieza de juguete, la cocinita y la muñeca, creyendo que así te está formando como mujer. Ese sería nuestro rol y nuestro lugar en el mundo durante cientos de años.

Cuando nuestras madres tenían treinta y pico se sentían felices y de verdad de dar todo a cambio de nada, ese era nuestro rol en esos años, hay canciones que nos hicieron creer que el amor es dar sin límites, solo dar…

Para pasar el primer examen en casa de tu familia política tenías que contestar si sabías cocinar, porque tus uñas estaban largas, tu suegra hacía un pase de mando y te entregaba a ese hombre para seguir atendiéndolo tan bien como ella lo hizo hasta que llegaste vos. Obviamente nunca estábamos a su altura, pero si tenías suerte y aprobabas con siete podías seguir aprendiendo sin que esta mujer se creyera con derecho a decirte cómo.

Cuántas cosas que pasamos las mujeres en este camino por pedir por favor que nos dejen ser, que atrás de todos esos mandatos somos personas de carne y hueso, fuertes pero débiles, que tenemos sueños y ganas de tener un compañero, y que si decidimos o sentimos no tenerlo no somos raras… como las mujeres que eligen no tener hijos, que tienen que vivir dando explicaciones de por qué no, todavía tenemos pensamientos tan machistas que a nosotras mismas a veces estas situaciones o pensamientos nos hacen ruido. Solo queremos ser lo que sentimos… Lo que queremos ser, solo eso y nada más…