Hombre pobre todo es trazas - Pedro Calderón de la Barca - E-Book

Hombre pobre todo es trazas E-Book

Pedro Calderón de la Barca

0,0

Beschreibung

Hombre pobre todo es trazas es una de las comedias teatrales de Pedro Calderón de la Barca, uno de los géneros dramáticos que más cultivó el autor, por detrás de los autos sacramentales. En ellas se suelen mezclar los enredos amorosos y familiares con los equívocos y las situaciones humorísticas.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 77

Veröffentlichungsjahr: 2020

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Pedro Calderón de la Barca

Hombre pobre todo es trazas

 

Saga

Hombre pobre todo es trazasCover image: Shutterstock Copyright © 1650, 2020 Pedro Calderón de la Barca and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726497106

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

PERSONAS.

Don Diego Osorio. Don Juan. Don Felix. Leonelo. Rodrigo, criado. Un Alguacil.Doña Beatriz. Doña Clara. Ines criadas.Isabel criadas.

JORNADA I.

Salen Don Diego y Rodrigo en trage de color.

 

Dieg. Tú seas tan bien venido,

Como has sido deseado.

Rodr. Tú seas tan bien hallado,

Como bien buscado has sido;

Que ha tres horas, que llegué,

Y tres mil, que ando buscando

Esta posada.

Dieg. ¿Pues cuando

Te escribí, no te avisé

De la calle?

Rodr. Lindo talle!

¿En Madrid no es cosa llana,

Señor, que de hoy á mañana

Suele perderse una calle?

Porque, segun cada dia

Se hacen nuevas, imagino,

Que desconoce un vecino

Hoy adonde ayer vivia.

Y dado caso que hallé

La calle, ¿qué me importó,

Si en tu misma casa yo

Por tí mismo pregunté,

Y me dijeron, que alli

No estaba tal caballero?

Adonde mas considero

La confusion, que hay aqui,

Pues la huéspeda ignoraba

Quien en su casa vivia,

La criada á quien servia,

Y el huésped quien le pagaba.

Dieg. Aqui á cualquiera condena

El ignorar lo que pasa

Dentro de su misma casa,

Y saber lo de la agena,

Fuera de que causa ha habido

Para que desconociesen

Mi nombre, y no respondiesen

Á tu pregunta.

Rodr. Y qué ha sido?

Dieg. ¿No has visto en una Comedia

Verse dos, y en dos razones

Hacerse mil relaciones

De su gusto y su tragedia?

Pues imitemos aqui

Su estilo; que en esta parte

Tengo mucho que contarte.

Rodr. Pues yo empiezo, escucha.

Dieg. Di.

Rodr. Despues que por Doña Ulana,

Aquella doncella bella,

Aunque aquesto de doncella

Se escucha de mala gana,

Tu amante filatería,

De necias finezas llena,

Fue de noche una alma en pena,

Y un cuerpo en gloria de dia:

Despues que por los crueles

Zelos de unas cuchilladas

Fuimos danzantes de espadas,

Y bailantes de broqueles:

Despues en fin que reñiste

Con tanto brio y destreza,

Que á Don Juan en la cabeza

Una cuchillada diste,

Tal, que si no hubiera hallado

Un hombre, que le curó

Por ensalmo, pienso yo,

Que antes hubiera sanado:

Te ausentaste de Granada,

Donde me quedé aquel dia,

Para que fuese tu espía,

Mal perdida y bien ganada.

Veniste á la corte, donde

Seguro, señor, estás

De que te busquen, pues mas

Esta confusion esconde

Á un delincuente, que el miedo

De embajador reservado,

Ó el respeto del sagrado.

Yo pues, que en Granada quedo,

Viendo que Don Juan está

Mejor, porque ha declarado

Un cirujano pagado,

Que está sin peligro ya,

Vengo á buscarte, con nuevas,

De que tu padre está bueno,

Aunque de cólera lleno.

Y para que mas me debas,

Esta traigo en conclusion, [leda una carta.

Y pienso, que hay, señor mio,

Capítulo de ahí envio.

Aquesta es mi relacion.

Dieg. Despues que por la pendencia,

Que refieres, yo salí

De Granada, y vine á ver

La gran villa de Madrid,

Esta nueva Babilonia,

Donde verás confundir

En variedades y lenguas

El ingenio mas sútil,

Esta esfera soberana,

Trono, dosel y zenit

De un sol español, que viva

Eternos siglos feliz!

Despues que ciego admiré,

Despues que admirado ví

Todo el mundo en breve mapa,

Rasgos de mejor buril;

Porque en sus hermosas damas

Consideré y advertí

El ingenio en el hablar,

El aseo en el vestir;

De sus nobles cortesanos,

De quien tambien recibí

Mil honras, ingenio, gala,

Valor y cordura: en fin,

Despues que á Madrid llegué,

Y despues que ví en Madrid

Damas y galanes, oye

Lo que ha pasado por mí.

Traje, Rodrigo, una carta

De mi padre á un Don Luis

De Toledo, amigo suyo;

Y visitándole aqui,

Para entregarle la carta,

En su casa un cielo ví;

Que cielo era el que incluia

Tan hermoso serafin;

Y aun él era el cielo mismo,

Pues si has oido decir,

Que es pequeño mundo el hombre,

Yo pienso, que será asi

La muger pequeño cielo,

Cuando llega á competir

Con verdadera hermosura

La aparente del zafir.

Dejo á parte locuciones

Poéticas, aunque aqui

Pudiera decir, que fue

Su cabello oro de Ofir,

Su frente campo de nieve,

Sus cejas sobre marfil

Línea de ébano, y mezclando

Rojo y cándido matiz

Sus mejillas, rosa helada

En los campos del Abril,

Su boca joya de perlas,

Guarnecida de rubís,

Su aliento el aura por quien

Flora respira ámbar gris,

Sus manos dos azucenas,

Ú dos ramos de jazmin,

Que en partidas hojas hacen

Una blanca flor de lis.

Nada desto digo, aunque

Todo lo puedo decir;

Pues demas de ser hermosa,

Lo que me parece á mí

Mejor, es, tener de renta

Largamente doce mil

Ducados. Esta hermosura

Enamoro tan feliz,

Que escuché alguna fineza,

Y algun favor merecí.

Haz aqui un punto, y pasemos

Á otro suceso. Yo ví,

Que en la corte era muy fácil,

Que me pudiesen seguir,

Mas por la patria y el nombre,

Que por las señas, y asi,

Previniendo aqueste daño,

Todo lo quise encubrir.

Callé el nombre de Don Diego

Osorio, y llaméme aqui

Don Dionis Vela, un soldado,

Que en el flamenco pais

Sirvió al Rey. Por esta causa

No te dijeron de mí

En la posada. Con esto

Pude libre discurrir

La corte, y asi á cualquiera

Conversacion acudí,

Donde liberal, cortes

Y afable, gané y perdí;

Perdí el dinero, y gané

Amigos, caudal en fin

El mejor. Con uno pues,

Á quien yo me descubrí,

Por tener satisfaccion,

Una hermosa noche fui

Á visitar una dama,

Tan bella, airosa y gentil,

Que aqui viniera bien cuanto

Dije, que no dije alli.

Es de las que discretean,

Dama crítica y sútil,

Hace versos, canta, juega,

Con que acabo de decir,

Que es pobre; porque á estas gracias

No se les sigue un cuatrin.

Desta estoy enamorado:

De suerte, que hoy ves en mí

Dos nombres, y dos amores;

Porque no pude fingir

El propio con Doña Clara,

Que este es el nombre feliz

De la dama del dinero;

Pero con Doña Beatriz

De Córdoba, que es la otra,

Soy Capitan , porque asi,

Atento al provecho y gusto,

Que se me pueden seguir,

Soy Don Diego con la una,

Con la otra Don Dionis.

Desta manera me hallas.

No será trato ruin,

Que yo engañe á dos, si una

Suele engañar á dos mil.

Rodr. Suele decirse de aquellos,

Que muy poco han estudiado,

Que en Salamanca han entrado,

Mas no Salamanca en ellos.

Yo digo al reves aqui;

Pues si engañar es tu norte,

Tú no has entrado en la corte,

Mas la corte ha entrado en tí.

Suceso notable ha sido,

Que un hombre pobre haya estado

De ninguna enamorado,

Y de dos favorecido

Tan presto.

Dieg.Si yo quisiera

Bien, Rodrigo, si yo amara,

Ni mi pena se estimara,

Ni mi amor se agradeciera.

Finjo, engaño, y es forzoso

Tener dicha semejante,

Porque ya el mas firme amante

Es el menos venturoso:

Si bien, no porque me ves

Con uno y otro favor,

Dejo de tener amor;

Porque Beatriz bella es

Á quien estimo y adoro,

Que esta traza me asegura

Hoy de Beatriz la hermosura,

Mañana de Clara el oro.

Ahora el pliego abriré

De mi padre. Carta tiene

Don Luis, y una letra viene

Aqui.

Rodr. Aguárdate, y veré

De cuanto.

Dieg. En sucesos tales

No acudirá á mis cuidados

Menos, que con mil ducados.

Rodr. Pues son cuatrocientos reales.

Dieg. Qué dices?

Rodr. ¿Pues no son hartos

Para quien somos los dos?

Y aun no son tantos, por Dios!

Dieg. Cómo?

Rodr. Como son en cuartos.

Dieg. ¡Qué esto mi padre me envia,

Cuando yo á la corte vengo!

Sin los que debo, no tengo

Para gastar en un dia.

[lee] „Hijo, yo no tengo hacienda para sus-

„tentar vuestras travesuras y bellaquerías.

„Ahí va una letra de 400 reales; mirad

„como gastais, que quizá no podré enviar-

„os otra. En la corte estais, dad alguna

„traza de vivir honradamente, y ved, que

„el pobre todo es trazas.“

Vive Dios!......

 

Sale Don Juan.

 

Juan.Pues, Don Dionis,

¿Qué pesadumbre teneis,

Que tan grande extremo haceis?

Dieg. Á tiempo, Don Juan, venis,

Que me hallareis muy mohino.

Juan. Con quién?

Dieg.Con ese criado,

Que de Granada ha llegado.

Con una letra se vino

De solos cuatro mil reales.

Rodr. (Pluguiera á Dios!) — ¿Tengo yo

La culpa deso?

Dieg. Pues no?

Por qué de Granada sales

Con ella?

Rodr. ¿Pues si me envia

Tu padre?

Juan. Qué culpa tiene?

Dieg. Con cuatro mil reales viene.

Rodr. Pluguiera á Dios! [aparte.

Dieg. Yo querria,

Don Juan, esta noche dar

Á Beatriz alguna joya……

Rodr. Aqui, señores, fue Troya. [aparte.

Dieg.