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IKIGAI & SHIMEI es una obra transformadora que invita a coaches y profesionales del desarrollo humano a integrar la sabiduría oriental en sus prácticas. A través de una narrativa personal y herramientas concretas, el autor guía al lector a descubrir su propósito vital y cómo facilitar este proceso en otros. Explorando conceptos como el Ikigai (razón de ser) y el Shimei (misión trascendente), esta guía ofrece recursos prácticos y reflexiones profundas para una vida y una profesión con sentido.
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Seitenzahl: 253
Veröffentlichungsjahr: 2025
LESIO ANDREGGIANI
Andreggiani, Lesio IKIGAI-SHIMEI : herramientas esenciales para un coaching transformador / Lesio Andreggiani. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2025.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-6526-6
1. Autoayuda. I. Título.CDD 158.1
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
Agradecimientos
Prólogo
Nota del Autor
Parte I - Comprendiendo los Fundamentos del Ikigai y el Shimei
Capítulo 1 - Introducción al Ikigai y el Shimei para Coaches: Más Allá de las Metas, Hacia el Significado
Capítulo 2 - Profundizando en el Ikigai: La Razón de Ser – Más Allá de un Diagrama
Capítulo 3 - Explorando el Shimei: El Propósito de Vida Mayor – Nuestra Brújula Trascendente
Capítulo 4 - La Danza Sagrada: Ikigai y Shimei en Complementariedad
Parte II - Aplicando el Ikigai y el Shimei en la Práctica del Coaching
Capítulo 5 - Herramientas y Técnicas para Descubrir el Ikigai en Sesiones de Coaching: Encendiendo la Chispa de la Autoconciencia
Capítulo 6 - Desvelando el Shimei en el Coaching: Guiando Hacia la Misión de Vida
Capítulo 7 - Kintsukuroi en el Coaching de Propósito: La Belleza de las Cicatrices Doradas
Capítulo 8 - El Ikigai y el “Flow” en el Coaching: Cuando la Pasión Encuentra su Cauce
Capítulo 9 - Desarrollando la Resiliencia en el Camino hacia el Propósito – La Fortaleza para Sostener el Vuelo
Capítulo 10 - Navegando la Travesía: Superando Obstáculos Comunes en la Búsqueda del Ikigai y el Shimei
Parte III - El Coach como Guía del Propósito
Capítulo 11 - El Rol del Coach en la Facilitación del Descubrimiento del Propósito – Arquitectos del Espacio Sagrado
Capítulo 12 - El Ikigai y el Shimei en Acción: Aplicaciones en Diversas Áreas del Coaching
Capítulo 13 - El Desarrollo Continuo del Coach en Ikigai y Shimei – Cultivando Nuestro Propio Jardín Interior
Conclusión - Un Coaching Transformador Centrado en el Propósito – Nuestro Legado como Facilitadores de Vidas con Significado
Apéndice - Caja de Herramientas Prácticas HERRAMIENTAS DE IKIGAI Y SHIMEI
Anexo - Conceptos Filosóficos Japoneses y su Aplicación en el Coaching Profesional
Sobre el Autor
Fuentes:
Este libro, como todo viaje importante en la vida, no se recorre en soledad. Aunque lleve mi nombre en la portada, sus páginas están impregnadas del amor, la confianza, la generosidad y la sabiduría de muchas personas que han sido faros y sostenes en mi propio camino. A todos ellos, mi más profundo y sincero agradecimiento.
En primer lugar, a mi hija Serena, mi mayor fuente de inspiración y mi más grande maestra de resiliencia. Tu fuerza, tu luz y tu amor le dan sentido a todo y me recuerdan cada día el “para qué” de mis luchas y mis anhelos.
A mis viejos, Cacho y Yuki, por ser el ejemplo vivo del esfuerzo, trabajo y honestidad. Todo lo que soy se lo debo a sus valores y a su amor incondicional. Estoy profundamente orgulloso de ser su hijo.
A la Familia Melo, a Marcela y a Ricardo padre. La vida a veces te cruza con gente maravillosa y generosa que aparece cuando más la necesitas. Ustedes me abrieron las puertas de su casa y de su corazón sin apenas conocerme, en uno de mis momentos más vulnerables. En mi propia historia de quiebres y reconstrucción, ustedes fueron, sin duda, el adhesivo de oro que unió mis piezas rotas.
A mis dos grandes amigos, que son también mis mentores y mis maestros, y el claro reflejo de la grandeza de sus padres: Matías y Ricki Melo. Ricki, gracias por honrarme con el prólogo de este libro y por tanto más. Ustedes dos confiaron en mí más de lo que yo mismo lo hacía en mis momentos más bajos; me apuntalaron, me enseñaron y me sostuvieron sin pedirme jamás nada a cambio. La vida me los regaló y hoy los siento mis hermanos.
A la Escuela LíderCoachProfesional, que junto a Ricki Melo y Samuel Stamateas, me brinda el enorme privilegio de ser Facilitador. Gracias por permitirme ser parte de esa maravillosa aventura que es transmitir experiencia y algo de conocimiento a los miles de estudiantes del mundo que, como nosotros, buscan con valentía el autoconocimiento y el crecimiento personal.
Finalmente, a todos mis colegas y amigos de la Escuela, a mis compañeros de ruta en el Coaching Vocacional, y a tantas otras personas valiosas que he tenido el honor de encontrar en esta travesía, con quienes compartimos el mismo amor y la misma pasión por el servicio al otro. Gracias por las conversaciones, el apoyo y la inspiración mutua.
Hay libros que llegan a nuestras vidas y por experiencia o inexperiencia o momento bueno o momento no tan bueno, se convierten luego en guía, o en manual de consulta, o un libro con información relevante; Pero hay muy pocos que se transforman en brújulas: no solo aquellas que orientan, sino que despiertan nuevos NORTES en cada uno. Este es uno de ellos.
Aquí hay un NORTE claro, marcado con empatía y sabiduría de alguien que habla desde la experiencia de cientos y cientos de clientes de coaching y por haber investigado con su cabeza ingenieril las matrices detrás de cientos de informes de comportamientos vocacionales que ha realizado.
Para quienes transitamos el camino del Coaching Profesional, Lesio en este libro nos habla del “superpoder” ese talento innato, a veces invisible para uno mismo, que al reconocerlo, recupera su potencia y propósito con más fuerza . Porque sin autorreflexión y poner el cuerpo, como él nos dice, incluso hasta lo más valioso corre riesgo de oxidarse u olvidarse. Podemos caer en rutinas automáticas, hacer del coaching una técnica en lugar de un arte, y olvidar lo artesanal de nuestra profesión.
Más que una imagen para describir este libro pensé en un “olor” . Y este libro tiene olor a taller, olor a la tarea del Ingeniero Lesio, que además de explicar el fin de las cosas, te explica el camino, los procesos, y el paso a paso que llevan a sus enseñanzas.
Lesio nos recuerda que:
“No somos solo técnicos aplicando un modelo o haciendo preguntas; somos compañeros de viaje que entendemos la profundidad, la belleza y, a veces, la enorme dificultad del camino hacia una vida con sentido.”
Este libro significa para mi y deseo que para ti también lector, una extensión de conversaciones que podrías tener con el, charlas largas, apasionadas, profesionales, desafiantes y sin subtítulos.
Conversaciones donde el coaching no es objeto de análisis, sino sujeto vivo de exploración, de mirada con pensamiento lateral.
Capítulo a capítulo, se transforma es una danza, pero con un ritmo que lo transforma en un baile de rock and roll, idas y vueltas, giros donde todo se relaciona en un punto y todo se relaciona con todo. Ese baile sistemico, danza o como vos los sientas al leerlo, es la del : Ikigai y Shimei. Una danza que nos atraviesa la vida a todos sin excepción aun sin darnos cuenta.
Lesio nos interpela sobre cómo hemos adaptado herramientas orientales a contextos occidentales, muchas veces desdibujando su esencia. Aquí se recuperan pistas de oro, como el verdadero sentido del Ikigai —no como diagrama simplificado, sino como filosofía de vida—.
Y nos recuerda,:
“No podemos llevar a nuestros clientes a donde no estamos dispuestos a ir nosotros mismos.”
Una frase que resume con ética profesional, una forma de estar y ser en el mundo.
Admiro profundamente a Lesio. Puedo dar fe que como pionero del Coaching Vocacional que es y con una mente ingenieril que estructura con precisión y profundidad, ha potenciado una dimensión que va más allá de la orientación vocacional: lo lleva al terreno del sentido personal. Del por qué y para qué hacemos lo que hacemos. Ha trabajado, y lo sigue haciendo, incansablemente para dejar al coaching en mejores lugares. Y este libro es una muestra de ello.
Así que, querido lector, preparate para una conversación transformadora. Una que no solo se lee sino que se atraviesa, se vive y se recuerda.
Ricardo Melo
Quiero agradecer de corazón a RicardoMelo,
nosoloporhaberescritoelprólogodeestelibro,sinoporseruna fuenteconstantedeinspiraciónenmicaminocomocoachyformador. Tenersuspalabrasabriendoestaspáginasesunhonorquevaloro profundamente.
AdmiroaRicardodesdehaceaños.Sutrayectoriaesimpresionante:ha llevadoelcoachingamásde20países,fundóBuscatucoach.com®—la primeraredglobaldecoaches—,ycreóprogramasdeenormeimpacto comoCoachingenZapatillas,quellevaestaprofesiónapersonasen situacióndevulnerabilidad,dondemássenecesita.
TambiénfundólaEscuelaInternacionalLíderCoachProfesional,con avaldelaICFymilesdealumnosformándoseañoaaño.Sumirada estratégica,aplicada,yprofundamentehumanadelcoachinglollevóa crearinclusounaespecializaciónenCoachingInmobiliario®,únicaen sutipo.Yporsitodoesofuerapoco,hasidoreconocidoconpremios comoelYoungLeaderInternationalAward,LinkedInTopVoice,yes partedelHarvardBusinessReviewAdvisoryCouncil.En2025,fue nombradoICFBrandChampion,representandoanivelgloballaéticay el profesionalismo del coaching.
Pero más allá de los logros —que son muchos—, lo que más me conmueve de Ricardo es su generosidad, su energía cercana, su maneradeliderardesdeelejemploydesdelohumano.Suapoyoaeste proyectomellenadegratitudyrefuerzamicompromisoconesta profesión que ambos amamos.
Gracias,Ricki.Portuconfianza,tumiradayporestarpresenteeneste libroquetambiénespartedeese “vamos por más” que tanto nos identifica.
Querido colega,
Si tienes este libro en tus manos es porque, muy probablemente, compartimos una pasión: la de acompañar a otros en su viaje de transformación. Y antes de sumergirnos en los conceptos, las herramientas y las reflexiones que componen estas páginas, me gustaría contarte, de la forma más honesta posible, por qué sentí la necesidad de escribirlo. Este libro no nació de un interés puramente intelectual, sino de las cenizas y los aprendizajes de mi propia historia.
Yo soy de Tierra del Fuego, de la década del 70. Allá en el sur, en esa isla al fin del mundo, mi camino parecía trazado por la lógica. Era bueno en matemática y física, así que, casi por descarte y por falta de una mejor orientación, elegí la ingeniería. Visto desde afuera, todo iba según el plan. Entré a trabajar en la industria, fui creciendo, llegué a tener gente a mi cargo... pero por dentro, una sensación de vacío me carcomía. Había un desasosiego, una pregunta silenciosa que me acompañaba día y noche: “¿Esto es todo? ¿Para esto estoy acá?”. La verdad que no la estaba pasando bien, aunque me costara admitirlo.
La vida, que a menudo nos enseña de las formas más duras, me puso delante el desafío más profundo que un padre puede enfrentar: la salud de mi hija. Esa lucha, ese miedo constante, lo cambió todo. Por recomendación médica, tuvimos que dejar nuestra vida, nuestras raíces, y mudarnos a la provincia de Buenos Aires, no en busca de una aventura, sino por una necesidad vital para ella. Fue una salida forzada de todo lo que conocía, un salto al vacío motivado por el amor más profundo.
Y en ese salto, cuando creía que ya estaba enfrentando la mayor de las pruebas, la vida me tenía preparada otra. En apenas ocho meses, por una serie de malas decisiones y peores inversiones, perdí todos mis ahorros. El fruto de quince años de trabajo se desvaneció. Lo perdí todo. Toqué fondo, colega. No solo en lo económico, sino en lo personal, en mi identidad. Sentí el peso del fracaso, la desorientación más absoluta. ¿Quién era yo sin mi profesión, sin mi seguridad económica, sin mi rumbo?
Fue ahí, en medio de esa crisis existencial, en ese punto de quiebre total donde todo parecía oscuro, cuando apareció en mi vida la palabra “coaching”. No llegó como una revelación serena, sino más bien como una pequeña luz titilante en la más completa oscuridad. Una posibilidad, una tabla de salvación. Me aferré a ella. Empecé a estudiar, a formarme, a reconstruirme.
Y en ese proceso, al analizar mi propia historia para entender mi presente, lo vi con una claridad que me atravesó el alma: mi desencuentro original, esa elección de la ingeniería por falta de guía, había sido el inicio de todo. Entendí que mi misión, mi Shimei, había nacido de mis propias grietas, de mis propias “cicatrices doradas”. Mi propósito era usar mi doloroso viaje para iluminar el de otros; ayudar a las personas a encontrar su camino vocacional para que no tuvieran que pasar por tantos años de desconexión, frustración y sin sentido.
Poco después, una estadística confirmó mi llamado: más del 60% de los profesionales no están contentos con la carrera que eligieron. ¡Más de la mitad! Y en esa cifra vi reflejada mi propia historia y la de tantos otros.
Este libro, colega, nace de ese lugar, de esa convicción forjada en el fuego de la adversidad. Nace del deseo profundo de compartir contigo las herramientas, los conceptos y las reflexiones que a mí me han servido para acompañar a otros en esa búsqueda sagrada de su Ikigai y su Shimei.
Espero de corazón que estas páginas te inspiren, te den nuevas ideas, y se conviertan en un compañero en tu propia práctica, para que juntos podamos ser faros más potentes en la vida de aquellos que, como yo en su momento, se sienten perdidos y buscan una razón para volver a empezar.
Un fuerte abrazo, Lesio
No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Código Penal)
¡Bienvenido, colega, al inicio de este viaje!
En esta primera parte de nuestro libro, vamos a construir juntos los cimientos, los pilares fundamentales sobre los que se asienta todo el arte de acompañar a otros en la búsqueda de propósito. Antes de poder guiar a alguien por un territorio, primero debemos conocer bien el mapa, entender sus símbolos y la naturaleza del terreno. Y para nosotros, como coaches profesionales, eso significa comprender en profundidad los conceptos que manejamos, no como simples etiquetas de moda, sino como llaves maestras que pueden abrir puertas profundas en el ser de nuestros clientes.
Aquí nos sumergiremos de lleno en dos de las ideas más potentes y transformadoras que la cultura japonesa nos ha regalado: el Ikigai y el Shimei. Descubriremos que son mucho más que diagramas que se viralizan en internet o palabras exóticas. Son filosofías de vida, brújulas para el alma que, si las entendemos y las aplicamos con el respeto, la sensibilidad y la profundidad que merecen, pueden cambiar radicalmente nuestra forma de hacer coaching... y también nuestra forma de vivir.
Nuestro recorrido en esta primera parte será gradual pero revelador.
• Comenzaremos con una introducción general (Capítulo 1) que nos pondrá en contexto, diferenciando estos conceptos y subrayando su enorme relevancia en el mundo actual.
• Luego, nos dedicaremos a explorar en detalle la vibrante energía del Ikigai (Capítulo 2), nuestra “razón de ser” en el día a día, esa confluencia de pasión, talento y contribución que nos llena de vitalidad.
• A continuación, nos adentraremos en el territorio más trascendente del Shimei (Capítulo 3), explorando lo que significa tener una misión de vida, un legado, un “para qué” que vaya más allá de nosotros mismos.
• Y para cerrar esta sección fundamental, veremos cómo estas dos fuerzas, lejos de oponerse, entablan una danza sagrada (Capítulo 4) de complementariedad que, cuando se armoniza, da origen a una vida de una plenitud extraordinaria.
Te invito, colega, a que abordes estos primeros capítulos con una mente abierta y curiosa, con esa “mente de principiante” (Shoshin) que tanto valoramos. Construir una base sólida en estos conceptos no solo te dará más seguridad y un abanico más amplio de herramientas para tus sesiones, sino que también, te lo aseguro, resonará e iluminará tu propia búsqueda personal de sentido.
¿Estás listo para sentar las bases? ¡Comencemos!
¡Hola, colega! Si estás leyendo este libro, es probable que compartas conmigo una profunda convicción: el coaching va mucho más allá de simplemente alcanzar metas. Sí, ayudamos a lograr objetivos, claro, pero sabemos que nuestro trabajo más profundo toca las fibras del sentido, de la plenitud, de eso que hace que la vida valga la pena ser vivida. En nuestra práctica diaria, ¿cuántas veces nos encontramos con clientes que, incluso alcanzando el éxito externo según los estándares convencionales (estatus, riqueza, un puesto codiciado), sienten un vacío persistente, una pregunta latente que resuena en el silencio: “¿Y ahora qué? ¿Esto es todo?”.
Y créanme, colegas, sé perfectamente de lo que hablo. Yo mismo pasé muchos años en una carrera, la ingeniería, que elegí casi por descarte allá en mi Río Grande natal, en Tierra del Fuego. Era bueno en matemática y física, sí, y mi camino me llevó a trabajar y crecer en una fábrica, llegando a tener gente a cargo. Logros externos, podríamos decir. Pero, la verdad que, por dentro, sentía que algo no cerraba, que no encajaba del todo, que no la estaba pasando bien. Esa sensación de “¿esto es todo?” la conozco de primera mano, esa inquietud que no te deja tranquilo aunque todo parezca “correcto” desde afuera. Es justamente en este contexto, en esta creciente búsqueda de sentido que vemos por todos lados en nuestro mundo occidental, donde las antiguas sabidurías orientales, como los conceptos japoneses de Ikigai y Shimei, emergen con una relevancia sorprendente, ofreciéndonos un lenguaje y un mapa para esa exploración interior.
Como coaches, ¡qué lugar ocupamos! Nos encontramos en una posición privilegiada, casi íntima, para acompañar a nuestros clientes en esta búsqueda tan personal y a veces tan confusa. Pero para hacerlo de manera efectiva y ética, con la profundidad que merece, primero necesitamos nosotros mismos comprender –y sentir– estos conceptos. No alcanza con saber la teoría; necesitamos haberla transitado, o al menos estar dispuestos a hacerlo. Este primer capítulo, entonces, es nuestra puerta de entrada. Vamos a explorar juntos qué son el Ikigai y el Shimei, por qué son herramientas tan valiosas, tan potentes en nuestra caja de herramientas de coaching, y cómo nuestra propia conexión con el propósito –o nuestra propia búsqueda– influye radicalmente en nuestra capacidad para guiar a otros con autenticidad.
Imagina por un momento a uno de tus clientes. Ese que llega a la sesión con una mezcla de logros y desazón. Quizás está en una encrucijada profesional, sintiendo que el camino se divide o se desdibuja. O tal vez siente apatía en su vida personal, como si los colores se hubieran apagado. O simplemente anhela “algo más”, sin saber bien qué es ese “algo”. Ahora, imagina poder ofrecerle no una respuesta mágica, sino un marco sólido, una estructura amorosa para que explore su propio territorio interior:
Su Ikigai:Esa famosa “razón para levantarse por la mañana”. Y ojo, no tiene por qué ser un único y grandioso propósito de vida que nos caiga como una revelación divina. Muchas veces, el Ikigai se encuentra en aquello que le da sabor a la vida cotidiana, que le hace sentir vivo/a, comprometido/a y satisfecho/a, incluso en las pequeñas cosas. Piensa en ello como esa confluencia mágica –y a veces esquiva– de lo que ama hacer (lo que le apasiona, lo que haría gratis), aquello en lo que es bueno/a (sus talentos, sus dones naturales o desarrollados), lo que el mundo (su mundo) necesita (esa contribución que siente que puede hacer) y sí, a veces, aquello por lo que le pueden pagar. Es el motor silencioso pero poderoso de la motivación intrínseca, esa que nace de adentro.
Su Shimei / Shimei-kan:Aquí entramos en el terreno de su “sentimiento de misión”. Esto tiende a ser algo más grande, una vocación que a menudo trasciende los objetivos inmediatos o el beneficio personal. Es la respuesta que empieza a susurrar cuando nos preguntamos: “¿Cómo deseo usar la vida que me ha sido dada?”, “¿Cuál es mi contribución única?”. Frecuentemente está orientada hacia un servicio que va más allá de uno mismo, hacia dejar una huella, por pequeña que sea. Si el Ikigai es el motor, el Shimei es la brújula que da dirección y sentido de trascendencia a nuestro viaje.
¿Por qué estos conceptos, con raíces tan antiguas y culturales, resuenan tanto ahora, en pleno siglo XXI, especialmente en nuestra práctica como coaches en Occidente? La verdad que creo que hay varias razones de peso:
ElDéficitdeSignificado:Vivimos a mil por hora, ¿no? En una época de cambios vertiginosos, de sobrecarga de información y, para muchos, de una profunda desconexión –con nosotros mismos, con los demás, con la naturaleza–. Las antiguas fuentes de significado (como la comunidad estrecha, las tradiciones arraigadas, o incluso la religión para algunos) a veces ya no ofrecen las mismas respuestas o el mismo anclaje. El coaching, entonces, se convierte en ese espacio valiosísimo, seguro y confidencial, para que las personas puedan hacerse esas preguntas existenciales que el ruido cotidiano no deja escuchar. Y el Ikigai y el Shimei nos dan un lenguaje, una estructura respetuosa, para explorar esos territorios internos del ser.
MásAlládelÉxitoMaterial:Lo vemos constantemente. Clientes que han “llegado”, que tienen el auto, la casa, el puesto... pero sienten que les falta “algo”. Como bien señalan muchas fuentes y nuestra propia experiencia, la gente busca cada vez más alternativas a esas métricas de éxito puramente materiales o externas. Nuestros clientes anhelan alinear sus acciones con sus valores más profundos, sentir que su vida importa, que están dejando una marca positiva, que están contribuyendo con sus dones únicos. El Ikigai y, sobre todo, el Shimei, van directo al corazón de esa necesidad tan humana.
ElPoderdelaMotivaciónIntrínseca:Como coaches, sabemos que el cambio real, ese que perdura, rara vez viene de la presión externa o del “deber ser”. Nace de adentro. Cuando ayudamos a un cliente a conectar sus objetivos (personales o profesionales) con su Ikigai –con lo que ama hacer, con lo que valora intrínsecamente, con sus talentos–, es como si abriéramos una compuerta. Desbloqueamos una fuente de motivación muchísimo más poderosa, genuina y duradera.
¿Cuántas veces vemos que la procrastinación, esa resistencia a avanzar, simplemente se disuelve cuando la tarea se conecta a un propósito sentido, a un “para qué” que resuena en el alma?
ResilienciaenunMundoComplejo:La vida nos presenta desafíos, es inevitable. Enfermedades, pérdidas, cambios inesperados, crisis económicas... el mundo es complejo y a veces, bastante duro. Como Viktor Frankl observó tan agudamente en su obra cumbre “El hombre en busca de sentido” –una lectura casi obligada para quienes trabajamos con propósito–, tener un propósito claro, un “porqué” vivir, es un factor fundamental de resiliencia, esa capacidad de no quebrarnos ante la adversidad.
Ayudar a nuestros clientes a conectar con su Ikigai y Shimei no solo aumenta su satisfacción vital, sino que, literalmente, fortalece su capacidad para navegar las dificultades, para encontrar sentido incluso en medio del sufrimiento.
Y aquí llegamos a un punto crucial, algo que ya adelantamos y que exploraremos más a fondo en la Parte III, porque es la base de nuestra práctica ética y efectiva: nuestro propio viaje como coaches. Colega, esto es fundamental: no podemos llevar a nuestros clientes a donde no estamos dispuestos a ir nosotros mismos. No podemos acompañar a alguien a bucear en sus profundidades si nosotros le tememos a las nuestras.
Autenticidad Resonante:Cuando hemos hecho (y seguimos haciendo, porque esto no se acaba nunca) nuestra propia tarea de explorar nuestro Ikigai y Shimei, cuando somos honestos con nuestras propias búsquedas y desafíos, nuestra presencia en la sesión cambia radicalmente. Hay una autenticidad, una “congruencia” entre lo que decimos y lo que somos, que el cliente percibe a nivel sutil, pero muy potente. Ya no somos solo técnicos aplicando un modelo o haciendo preguntas inteligentes; somos compañeros de viaje que entendemos la profundidad, la belleza y, a veces, la enorme dificultad del camino hacia una vida con sentido. Y esa autenticidad genera una confianza brutal.
EmpatíaInformada:Nuestra propia experiencia –las dudas que tuvimos al elegir carrera, la frustración en un trabajo que no nos llenaba, la alegría al descubrir una nueva pasión, las resistencias a soltar lo conocido– nos permite conectar con la experiencia del cliente a un nivel mucho más profundo que la simple comprensión intelectual. Entendemos visceralmente el miedo que puede surgir al contemplar un cambio de carrera alineado con el Ikigai, o la vulnerabilidad que se siente al intentar definir una misión personal (Shimei) que quizás suena “demasiado grande”. Nuestra empatía se nutre de nuestras propias “cicatrices doradas”.
Energía Sostenible:A decir verdad, el coaching profundo, ese que acompaña transformaciones reales, requiere una energía enorme de nuestra parte. Es un trabajo demandante a nivel mental, emocional y hasta espiritual. ¿Qué nos sostiene? ¿Qué nos permite mantener la pasión y evitar el temido desgaste a largo plazo? Conectar con nuestro propio Ikigai en nuestra labor como coaches. Amar lo que hacemos, sentir que somos buenos en ello (y buscar ser mejores), percibir que estamos contribuyendo de verdad (¡qué mayor contribución que ayudar a otros a encontrar su propósito!) y, sí, poder vivir dignamente de ello. Nuestro propósito alimenta nuestra práctica y la hace sostenible. ¿Te has preguntado últimamente cómo está tu propio Ikigai como coach?
Cuando nosotros, como coaches, integramos conscientemente la perspectiva del Ikigai y el Shimei en nuestro enfoque (y, crucialmente, operamos desde nuestro propio sentido de propósito), el impacto en la efectividad de nuestras sesiones es notable, va más allá de lo superficial:
Metas con Alma:Las metas que co-creamos con el cliente dejan de ser meros ítems en una lista de tareas. Se convierten en “metas con alma”, porque están arraigadas en sus valores más profundos, en sus pasiones genuinas, en su sentido de contribución. Y por eso mismo, se vuelven intrínsecamente motivadoras. El “para qué” detrás de la meta es poderoso.
CompromisoProfundo:Un cliente que conecta una meta (por ejemplo, lanzar un nuevo proyecto) con su Ikigai (quizás porque involucra su creatividad y una habilidad que ama usar) o su Shimei (porque siente que con ese proyecto contribuye a algo importante) muestra un nivel de compromiso y proactividad significativamente mayor. Ya no es algo que “tiene que hacer” por obligación externa, sino algo que quiere hacer, que resuena con quién es en esencia. La energía cambia por completo.
ResultadosTransformadores:El coaching, entonces, se eleva. Se mueve de lo meramente transaccional (ayudarte a lograr X objetivo puntual) a lo verdaderamente transformacional (acompañarte a convertirte en la persona capaz de vivir Y vida significativa y alineada). Los resultados no solo se miden en logros externos (que también los hay), sino en un aumento palpable del bienestar, la resiliencia, la autoaceptación y la satisfacción vital general del cliente. Es un cambio que se siente y se ve.
Para navegar esta exploración con la mayor claridad posible, tanto para nosotros como para nuestros clientes, es útil que como coaches tengamos bien diferenciados algunos términos clave que a menudo se usan de forma intercambiable, generando a veces confusión.
Ponerle nombre preciso a las cosas nos ayuda a pensar y a preguntar mejor:
Propósito(General):Pensemos en este como el paraguas más amplio. Se refiere al sentido general de dirección, a la respuesta fundamental al “para qué” de nuestra vida o de una acción específica. Todos, de una forma u otra, buscamos un propósito, aunque lo llamemos de distintas maneras (sentido, significado, vocación...). Es una necesidad humana básica.
Ikigai:Este es el marco específico que nos regala la cultura japonesa (y que Occidente popularizó, a veces simplificándolo, con el diagrama de los 4 círculos) para encontrar esa “razón de ser”, ese punto dulce en la intersección de pasión, habilidad, necesidad del mundo y sustento. Pero, y esto es clave no olvidarlo, el Ikigai original también abarca profundamente la alegría en lo cotidiano, el disfrute de las pequeñas cosas que hacen que la vida valga la pena. No es solo un destino a alcanzar, sino también una forma de viajar, de estar presente en el día a día.
Shimei:Este concepto se enfoca más directamente en la misión o vocación, a menudo con una connotación clara de servicio o contribución que trasciende lo individual. Si el Ikigai nos ayuda a responder “¿por qué vivo?”, el Shimei nos orienta a responder “¿cómo uso mi vida para...?”. Tiene que ver con nuestra contribución al mundo, con nuestro legado.
“Superpoder”:Este término, que usamos a lo largo de este libro inspirados por el índice inicial, obviamente no es japonés, pero me resulta una forma muy práctica, cercana y potente de referirnos a esos dones y talentos innatos y únicos que cada persona posee. Esas cosas que “se nos dan bien” casi sin esfuerzo, en las que brillamos. Son las herramientas fundamentales, la materia prima con la que contamos para expresar nuestro Ikigai y para poner en acción nuestro Shimei.
Como coaches profesionales, ayudar al cliente a identificar, nombrar y potenciar su “Superpoder” es una tarea absolutamente clave.
Tener claras estas distinciones conceptuales, aunque en la práctica se entrelacen, nos permite a nosotros, como coaches, elegir las preguntas, los enfoques y las herramientas más adecuadas para cada cliente y para cada momento específico de su exploración personal.
Este primer capítulo ha querido sentar las bases, preparar el terreno para el viaje que haremos juntos a lo largo de este libro. Hemos visto la creciente relevancia de la búsqueda de propósito en el mundo actual y en el coaching. Hemos definido Ikigai y Shimei como dos marcos conceptuales valiosísimos y complementarios para acompañar esta búsqueda. Y hemos subrayado la importancia fundamental de nuestro propio compromiso personal como facilitadores, de nuestra autenticidad y de nuestra propia exploración. Con estos cimientos establecidos, ahora sí, estamos listos para profundizar en cada uno de estos conceptos y, lo más importante, para aprender a integrarlos de manera efectiva, ética y transformadora en nuestra práctica diaria de coaching.
¡Comencemosesteapasionante viaje!