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¿Querés más de la vida, pero eso te hace sentir inconformista? ¿Sentís que hay algo más allá afuera, pero no sabés qué es? ¿Qué parte de vos querés que forme parte de tu futuro? Rosario Oyhanarte siempre tuvo vocación de servicio. A través de sus redes, se convirtió en una presencia amiga. Su carrera de escritora fue una búsqueda de su propia voz, la misma que alzó luego para contar las historias de los demás. Así fue que creó @rosiestips. En ese espacio, y luego en su pódcast, logró unir sus dos pasiones: la escritura y la voluntad de dar. Todo esto con la idea de que cada uno tiene algo para sumar en la vida del otro. En este libro, Rosie nos propone REMOVER, para mezclar aquellas partes de quienes somos y cambiar aquello que lo merezca. RE-CONOCER, porque todo eso que muchas veces buscamos afuera está dentro de nosotras. Y, finalmente, RENACER en una nueva versión más auténtica de nuestro ser. Integrar el círculo es un libro lúcido y amable, en el que Rosie nos acompaña en un camino de autoconocimiento para que dejemos de lado la idea de desechar quienes fuimos cuando queremos darle lugar a lo nuevo que nace en nosotros. En una época que nos incita a romper con todo lo que no sirve, Rosie nos invita a mezclar las cartas y dar de nuevo, y en lugar de patear el tablero, honrar el camino que nos trajo hasta aquí.
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Veröffentlichungsjahr: 2024
¿Querés más de la vida pero eso te hace sentir inconformista? ¿Sentís que hay algo más allá afuera pero no sabés qué es? ¿Qué parte de vos querés que forme parte de tu futuro?
Rosario Oyhanarte siempre tuvo vocación de servicio. A través de sus redes, se convirtió en una presencia amiga. Su carrera de escritora fue una búsqueda de su propia voz, la misma que alzó luego para contar las historias de los demás. Así fue que creó @rosiestips. En ese espacio, y luego en su pódcast, logró unir sus dos pasiones: la escritura y la voluntad de dar. Todo esto con la idea de que cada uno tiene algo para sumar en la vida del otro.
En este libro, Rosie nos propone REMOVER, para mezclar aquellas partes de quienes somos y cambiar aquello que lo merezca. RE-CONOCER, porque todo eso que muchas veces buscamos afuera está dentro de nosotras. Y, finalmente, RENACER en una nueva versión más auténtica de nuestro ser.
Integrar el círculo es un libro lúcido y amable, en el que Rosie nos acompaña en un camino de autoconocimiento para que dejemos de lado la idea de desechar quienes fuimos cuando queremos darle lugar a lo nuevo que nace en nosotros. En una época que nos incita a romper con todo lo que no sirve, Rosie nos invita a mezclar las cartas y dar de nuevo, y en lugar de patear el tablero, honrar el camino que nos trajo hasta aquí.
Me llamo Rosario, aunque toda la vida me han dicho “Iou”. Nací el 13 de octubre de 1986 en Buenos Aires. Soy Licenciada en Letras y trabajé como periodista en medios como Perfil, La Nación y Ohlalá, hasta que a los 30 años abrí mi perfil en Instagram, @rosiestips y, desde entonces, muchos me llaman Rosie. A través de esta cuenta, narro historias de amor reales que reuní en mi libro, Rosie’s Blossoms (2020). También publiqué Mi marido y su mujer (2018), El libro más lindo del mundo (2021) y Lo nuestro fue real (2023). Tengo un pódcast en el que desarrollo temas vinculados al autoconocimiento y el amor. Estoy casada con Alejandro y juntos tenemos tres hijos.
© Mía Novillo Astrada para Rocío G
Este va para vos, querida lectora. Que sepas que todo lo que buscás afuera ya está dentro de vos misma.
Y a mis padres, que nunca me dijeron “eso no se puede lograr”, y quizás ese haya sido su regalo mayor.
Toda la vida fui tozuda, tenaz y agrego un tercer término con “t”: “taladro humano”, como me decían en casa. No siempre tuve en claro lo que quise, pero sí la intuición de que quería algo más, o la sensación de que me sentía incómoda con algunos aspectos de mi vida y esa incomodidad me obligaba de algún modo a moverme, a buscar otra posición. ¿Alguna vez te pasó? Con el diario de mañana uno puede darle argumentos y una narrativa a esa sensación, pero en el momento en que te atraviesa, más que certezas tenemos dudas ante el susurro que nos dice que hay algo que acomodar.
Hay quien podría acusarme de inconformista, y acepto la denuncia, si por inconformismo entendemos no contentarnos con algo que sentimos chato, al saber que podemos pedirle más a la vida y que todos merecemos ser felices por el solo hecho de estar vivos. Sin embargo, prefiero pensarme como una buscadora, como una incomodadora de mí misma. Y esta búsqueda no atañe solo a mi profesión, sino a mis vínculos, de pareja y de amistad; a mis pasatiempos, mi formación académica, mi salud. En este afán de pedir algo más de la vida, fui encontrando modos de conseguir lo que quiero y de sistematizar esos métodos.
Claro que el camino no ha sido, ni es, lineal, pero empiezo por el principio. En la vida hay puntos de llegada que vuelven a ser inicios, y eso me pasó en el año 2017. Justo cuando pensaba que estaba en un momento de estabilidad profesional, el proyecto de mi familia, que implica mudarnos cada cuatro meses por el trabajo de mi marido, me llevó a tener que hacer borrón y cuenta nueva. O a integrar mis círculos, como prefiero pensarlo yo, porque al verme obligada a dejar mi trabajo en relación de dependencia en una editorial, aproveché para abrir la cuenta de Instagram, Rosie’s Tips, que nació entonces un poco como un deseo, pero también como una necesidad; no solo la necesidad de tener algo productivo para hacer, mientras me hallaba en el exterior sin una visa que me permitiera trabajar, sino la necesidad de sumar en la vida del otro.
Siempre fui esa amiga que no tiene problema en redactar cinco páginas de Word con todos mis tips para un viaje a Londres, compartir el dato de esa nueva terapia alternativa que me da resultados o detenerme a recomendar libros para llevarte en tus próximas vacaciones. Y así, desde @rosiestips empecé a acercar todo eso que consumo, en sentido amplio, y que me encanta: libros, destinos del mundo, recetas. De a poco, llegaron algunas reflexiones, propias y de escritores que admiro. Y después, a pedido de mis lectores, conté mi historia de amor, lo cual abrió paso a narrar otras decenas de historias más, historias que miles de mujeres —y algunos hombres— me agradecen, porque les devolvieron la esperanza en esa cara tan luminosa de la humanidad que es el amor.
Mi primera novela, Mi marido y su mujer, que escribía de modo paralelo desde hacía algunos años, se animó a salir a la luz a raíz de todo este entusiasmo de mis lectores. Ese primer libro dio lugar a tres más.
Decía que Rosie’s Tips me ayudó a integrar mis círculos, y me refiero a que en ese espacio logré unir mis dos pasiones: la escritura y esta voluntad de servicio espontáneo, que radica en recomendar lo que considero que es bueno, bello y verdadero.
Por otro lado, desde el año 2020 tengo un podcast en el cual entrevisto a especialistas en los temas que me convocan: las relaciones de pareja, la vocación, la amistad; son temas centrales en mi vida y por ende, en mi podcast. Me encanta ese formato porque me permite explorar las temáticas de un modo más profundo y a la vez, más cercano a la gente, a todas las personas a las que ya no llego solo a través de lo que escribo, sino de nuevos sentidos. Amo saber que las acompaño en sus caminatas, en sus traslados al trabajo o mientras se dedican a tareas del hogar.
Hace algún tiempo, mi hermana mayor me comentó: “Vos tenés que escribir un libro donde cuentes cómo conseguir lo que querés”. Al principio me reí ante su sugerencia, aunque noté que hablaba en serio, y como me suele pasar con las buenas ideas, o las ejecuto en el momento, o las dejo reposar en algún lugar de mi interior, hasta que terminen de calar hondo y encuentren la forma o más bien el momento adecuado de salir a la luz.
En un descanso de la subida de mi propia montaña, de pronto me vi muy agradecida por todo lo logrado; por vivir con el amor de mi vida, tener mis tres hijos, poder seguir acompañando al núcleo familiar y publicar cuatro libros. Pero, de nuevo, lejos de conformarme, recibí ese llamado de que me faltaba… algo más.
Recordé las palabras de esa hermana y reconocí que había un mensaje valioso disperso en mi cuenta de Instagram, pero también en mi podcast, y que merecía encontrar una forma más clara y ordenada de manifestarse. Quise darle una nueva potencia a ese mensaje a través de este libro, para ayudar a mis lectores a que también se hagan las preguntas que tantas veces nos incomodan, pero que nos acercan a una versión más plena de nuestro ser.
Somos muchos los que estamos queriendo viajar más ligero en esta vida, y de eso se trata este libro: de compartir herramientas que vayan hacia ese lado. Rosie’s Tips nació de esa parte de mí que siente que todos tenemos algo para sumar, aunque sea un poco, en la vida del otro; y esa parte de mí también es la que escribe hoy.
La parte de mí que aprendió que está bien pedirle más a la vida, aunque seamos suficientes tal como somos.
La que aprendió que podemos crearnos una mejor realidad, aunque en el camino nos equivoquemos un trillón de veces.
La que aprendió que somos responsables de una vida, y que eso no es poco, como diría Elisa en El libro más lindo del mundo. La que aprendió que podemos aspirar a escribir la vida más linda del mundo también, si por esa vida entendemos la propia, en un sentido auténtico y cercano a lo que hemos venido a desplegar.
La que aprendió que cada tanto llega el otoño y me toca dejar caer las hojas que darán paso a un nuevo brote de primavera, en un remover doloroso —pero necesario— de hábitos, vínculos, lugares, modos de ser.
La que aprendió que no se trata de desechar las antiguas versiones que fui, sino de integrarlas todas, cerrando círculos, honrando el camino que me trajo hasta acá.
La que aprendió que cuando creemos tener las respuestas, surgen nuevas preguntas, y que eso no solo está bien, sino que es lo esperable. Porque el camino, decíamos, no es lineal, sino que tiene idas, vueltas, sacudones que nos devuelven al punto de largada y vericuetos que a los ojos humanos pueden parecer desordenados pero que, si me preguntan a mí, responden al plan de Dios. Y, sobre todo, son la prueba más fehaciente de que estamos vivos, porque el día que dejemos de aprender será el día en que estemos cercanos a la muerte.
Y todo esto que aprendí para mí, para vos, para todas, te lo voy a contar a continuación.
Este libro está dividido en tres partes, y a la vez, cada una está subdividida en distintos capítulos. La primera parte se llama Remover. En algún punto, había pensado en titularla Romper, un verbo que me gusta, porque tiene fuerza y su significado lo comprende cualquiera. El problema es que, como tantos otros términos de hoy en día, la palabra “romper” está bastardeada. Se nos invita, a través de posteos de Instagram, que son —o pretenden ser— inspiradores, frases de sobrecitos de azúcar y notas de revistas de moda, a romper con todo lo que no sirve; a cuestionar mandatos, soltar relaciones tóxicas, abandonar una lista interminable de alimentos y, ya que estamos, por qué no, a emigrar.
Todas estas invitaciones en ocasiones son muy nobles y, en muchos casos, hasta necesarias. No digo que no. El problema es que no sirven para todo el mundo y que no siempre que quebramos o hacemos pedazos algo nos deja conformes el resultado. Quizás no estábamos listos aún para dar ese paso. O quizás no hacía falta romper. Tal vez no era cuestión de patear el tablero, sino simplemente de mezclar las cartas y volver a empezar.
Remover viene del latín removere y significa, en una de sus acepciones, “mover de un lado a otro”, pero no es ese el significado al que quiero echar luz en este libro, sino a este otro: “Mover algo, agitándolo o dándole vueltas, generalmente para que sus distintos elementos se mezclen”. Me gusta más esta acepción porque permite honrar lo que ya tengo. Partir de los elementos que me constituyen, y hacerles lugar, para desde ahí lanzarme a la búsqueda de lo que merece ser cambiado.
En la segunda parte, Re-conocer, la idea es que entendamos al conocimiento como ese acercamiento a la verdad que ya descansa en cada uno de nosotros. Esa verdad que atañe a la parte más auténtica de nuestra alma, y que, al ser tan luminosa, nos puede encandilar. Es por eso que a veces nos perdemos, nos mareamos, y necesitamos silencio y paciencia para poder enfrentar toda esa luz que ya habita en nosotros para, finalmente, llegar al tercer paso: Renacer.
Por Renacer entiendo integrar las lecciones del camino que nos permite volver a nacer en una versión más auténtica de nosotras mismas… y todo esto, para volver a empezar. Porque la vida no es lineal ni unívoca, sino que se despliega en muchos frentes que todo el tiempo nos lanzan a nuevas cruzadas del ser.
En cada sección, además de compartir anécdotas de mi historia, sumo voces de escritores, psicólogos y maestros espirituales, cuyas reflexiones he aplicado a mi vida y pienso que pueden sumar en la tuya también. Mi objetivo es que, mientras leas lo que fue mi camino, empieces a pensar en el tuyo, y a integrar tu propio círculo, para dejar de vivir en fragmentos. Que abraces quien sos, pero también quien has sido y todo lo que te ha traído hasta acá.
No soy psicóloga, no soy coach ni tengo ningún título de ninguna carrera más que de licenciada en Letras. Entonces, tenés que tomar estas páginas como lo que son: los consejos de una amiga a quien le quema las manos la buena info, y por eso te la quiere pasar a vos.
Si en algún momento la lectura te genera ansiedad, te recomiendo que la suspendas. Mi objetivo, lejos de abrumarte, es acercarte herramientas, pero, especialmente, un poquito de combustible, para que juntas renazcamos en la esperanza de que la experiencia humana vale la pena, y de que siempre podemos ser creadores de una vida que nos haga más felices.
Quiero proponerte que tomes este libro como una invitación personal a reflexionar y a comenzar a re-pensarte. Por eso voy a dejarte espacios para que anotes aquello que vayas experimentando o simplemente quieras resaltar a lo largo del texto. ¡Incluso si estás corriendo y querés anotar un número de teléfono! Ahora en serio, este libro es un espacio para vos, mental y físico, pensalo casi como un diario íntimo. Un lugar privado que te permita pensarte sin prejuicios.
Ojalá lo disfrutes tanto como hice yo al escribirlo.
“Todo lo que tenemos que decidir es qué hacer con el tiempo que se nos ha dado”.
J. R. R. Tolkien
Sospecho que hay algo en tu vida que no te cierra del todo y quizás por eso leés hoy este libro. Quizás es tu pareja o tu vocación. Quizás se trate de tus amistades o demás vínculos que no sentís del todo cercanos al momento que atravesás. Tal vez sea la maternidad, con todos los desafíos que implica y las identidades que pone en juego. O tal vez cumpliste muchos de tus objetivos, pero ahora estás en busca de uno nuevo; por cualquiera de estos motivos, y por muchos otros que no enumeré, es que vale la pena el lanzarse a la tarea, incómoda pero necesaria, de remover.
Hagamos, primero, un rato de silencio. ¿Qué causa ruido en tu vida hoy? ¿Lo tenés claro, o ni siquiera llegás a discernir lo que te incomoda? ¿Tenés al menos una hora del día para vos, o el estrés del trabajo o de la crianza no te lo permiten? Mi madre, que crio siete hijos, siempre insistió con el mismo consejo: las mujeres, si no tenemos una hora del día para nosotras mismas, enloquecemos. Quizás es por eso que me sale natural robarle horas al día para poder dedicarme a mí, sin un ápice de culpa. Lo mamé. Y hoy quiero empezar este libro invitándote a que hagas lo mismo. Porque las mujeres necesitamos volver periódicamente a nuestra casa (y por nuestra casa, me refiero a nuestra paz mental), para desde ahí poder sostener lo que sea que sostengamos: un trabajo, nuestras amistades, el estudio, la pareja, el clima del hogar, nuestros hijos, nuestro arte.
Dejá el libro a un costado unos minutos. Hacete un mate o servite un té, para pensar: ¿De qué modo puedo usar mi creatividad para robarle una hora a mi vida? Espero que lo puedas tener como prioridad. Porque, así como a las sopas las cocinamos a fuego lento, revolviendo cada tanto para que no se quemen ni suceda lo que nos pasa a quienes no sabemos cocinar, que se nos calienta una parte y otra no, lo mismo hacemos con nuestra vida. Cada tanto rechequeamos que estamos donde queremos estar. Y nos toca repensarnos, integrando lo que somos y hemos sido hasta hoy.
Y para eso, necesitamos primero el tiempo a solas. El silencio. Es una tarea muy digna regalarnos el silencio que nos traerá no las respuestas, sino las preguntas correctas: porque en general es recién al abrir las preguntas indicadas que llegan las respuestas por las que tanto nos obstinamos.
Al remover, honro lo que ya tengo. Honro lo que soy. Parto de los elementos que me constituyen y les hago lugar. Honro el camino que ya transité, con lo bueno y lo que no lo es tanto. Las personas con las que me topé, con todas las enseñanzas que me hayan traído. Cada laburo por el que pasé, cada mal de amores, cada carrera que dejé, cada traspié del camino, cada error. Pensadores como San Agustín, Joan Garriga, Louise Hay ya nos han enseñado que la aceptación es la clave número uno para la felicidad. Si no aceptamos lo que es, nos sumimos en el estrés de querer aferrarnos a un pasado que ya se fue, o a un futuro que tal vez no llegue nunca. Y parece que la cosa no va por ahí.
Recién una vez que puedo honrar y aceptar todo eso como parte de mi historia, lo más amorosamente posible, es que puedo detenerme a pensar: ¿qué aspecto de mi presente necesita ser cambiado? Estoy segura de que, si hacés un rato de silencio y te quedás en compañía de vos misma, vas a poder reconocer ese algo que habría que remover. Esa/s parte/s de vos que merecen ser mezcladas para empezar una nueva mano de la partida; no el juego de cero, decíamos, sino una nueva mano, integrando todo lo que ya sos. Porque se nos puede levantar una montaña gigante y abrumadora, de esas que nos paralizan, si creemos que tenemos que empezar de cero y desechar todo lo que somos, en vez de integrar.
Y si con un rato de silencio no te alcanza para que la intuición de tu alma te susurre lo que quiere, lo que necesita, quizás se trate de unos días. O de unos meses. La paciencia será tu mejor aliada en este proceso.
Ya los antiguos griegos sabían que la sabiduría estaba dentro de ellos, más bien se trataba de dejar que se desplegara. Y hoy queremos hacer algo similar. El problema es que nuestra sabiduría interna, o nuestra intuición, como prefieras llamarla, muchas veces no se despliega porque la mente opina sin parar.
La coach y activista cuántica Gaby Piccoli dicta un curso sobre la intuición, a través de la plataforma online Senda, en el que explica que el hemisferio derecho de nuestro cerebro es el que no se siente limitado por el tiempo. En este hemisferio, asociado con la creatividad, el pensamiento holístico y la percepción global, es también donde reside nuestra capacidad intuitiva. “Acá encontramos la confianza y lo que vibra en el amor: la intuición. El comprender y empatizar con algo más pequeño o más grande que uno, que me dice que en este momento es mejor que me mueva de esta manera”.
Por su parte, el hemisferio izquierdo es el encargado de lo más racional. Es el que piensa el tiempo linealmente. El que enjuicia, el que tiene miedo. El que brinda un enfoque lógico, analítico y secuencial.
Explica Piccoli que cuando sobreutilizo el hemisferio izquierdo (por ejemplo, si tengo muchos juicios sobre algo, si critico todo el tiempo), se apaga el derecho, y entonces se bloquea la intuición. “Es clave que ambos hemisferios estén en armonía para que se presente la intuición”, expone Piccoli. Y agrega algo más: las dudas, las ansiedades, los miedos no permiten que fluya la intuición. Donde está nuestra atención, está nuestra energía. Y si toda nuestra energía está en el miedo o las dudas, difícilmente hagamos espacio para el despliegue de nuestra intuición.
“Es esencial entender que la intuición no es un fenómeno esporádico o un chispazo aleatorio de clarividencia. Más bien, es un proceso continuo, una conversación constante entre nuestro ser y el universo, una danza entre lo consciente y lo inconsciente. La intuición puede manifestarse como un sentimiento sutil, un conocimiento repentino sin una lógica aparente, o incluso como una poderosa corazonada. No obstante, a pesar de su naturaleza enigmática, la intuición puede ser cultivada, afinada y profundizada a través de la práctica y la atención consciente”, explica Piccoli.
Me parece importante tener en claro que podemos practicar la intuición, y que debemos hacerlo al iniciar procesos de autoconocimiento como el que haremos a lo largo de este libro.
Hay una frase que dice: “La mente piensa, el corazón sabe”. Y en este dejar que el corazón transmita lo que sabe y hacer silencio para que tengan eco las preguntas indicadas, hay algunas prácticas que me ayudan, y por eso te las comparto:
Cubierta
Sobre este libro
Sobre Rosario Oyhanarte
Portada
Dedicatoria
Prólogo
Introducción
Parte 1. Remover
Capítulo 1. La mente piensa, el corazón sabe
Capítulo 2. La llama de la intuición
Capítulo 3. La segunda llama de la intuición: los vínculos
Capítulo 4. Excavar para llegar a lo profundo (o sacate las máscaras)
La envidia
Los miedos
Nuestro miedo más profundo
Estar en modo rechazo en vez de modo aceptación
Parte 2. Re·conocer
Capítulo 5. Cuidado con lo que creés
Algunos ejemplos de creencias limitantes pueden ser:
Entonces, los ejemplos recién citados, sonarían a algo así como:
Capítulo 6. Date permiso para anhelar
Parábola de los talentos (Mateo 25:14-30)
Capítulo 7. La historia que te contás a vos misma
Capítulo 8. Las siete leyes del universo
1. Ley del mentalismo o mentagénesis
2. Ley de correspondencia
3. Ley de polaridad
4. Ley de vibración
5. Ley del ritmo
6. Ley de causa y efecto
7. Ley de género
Capítulo 9. “Hacele creer que fue su idea” y otras máximas de sentido común
Pedí algo descabellado
“La persona que hace lo que te da vergüenza ajena es la que consigue el trabajo de tus sueños”
Capítulo 10. La esperanza, un antídoto contra la ansiedad
Capítulo 11. Buena suerte, mala suerte, ¿quién lo sabrá?
Capítulo 12. De la intención a la acción
Capítulo 13. Rendirnos al misterio
Parte 3. Renacer
Capítulo 14. La mentalidad del éxito
Capítulo 15. Kairós o el momento preciso en que la vida nos sorprende
Capítulo 16. Sé la heroína de tu propia historia
Capítulo 17. Hacete cargo: sucedió lo que se deseabas
Capítulo 18. El don de arder
Bibliografía
Agradecimientos
Créditos
Cubierta
Portada
Créditos
Índice
Tabla de contenido