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La banda y la flor es una de las comedias teatrales de Pedro Calderón de la Barca, uno de los géneros dramáticos que más cultivó el autor, por detrás de los autos sacramentales. En ellas se suelen mezclar los enredos amorosos y familiares con los equívocos y las situaciones humorísticas.
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Seitenzahl: 84
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Pedro Calderón de la Barca
Saga
La banda y la florCover image: Shutterstock Copyright © 1632, 2020 Pedro Calderón de la Barca and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726510263
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
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SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
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Salen Enrique y Ponleví , vestidos de camino.
Pon. ¡Qué alegre cosa es volver,
Despues de una gran partida,
Á ver la patria!
Enr. En mi vida
Tuve tan grande placer.
Pon. Ni yo tan grande pesar,
Pues despues de tanta ausencia,
Hoy á vista de Florencia
Nos quedamos, sin llegar
Á saber lo que hay de nuevo.
Enr. Pues por no saberlo yo,
Quise detenerme.
Pon. No
Culpo el gusto, ni le apruebo;
Que ello hay tanto que temer,
Y es dama tan mal segura
Doña Ausencia, que es cordura
El no llegarlo á saber.
Mas porque en cosas tan graves
Hables conmigo, sabrás,
Que sé el estado en que estás.
Enr. Pues escucha lo que sabes.
Yo miré á Lísida bella,
De Clori hermana, es verdad.
Pon. Ya sé, que tu voluntad
Vive solamente en ella.
Enr. Pues como son dos hermanas,
Flechas de amor y desden,
Que siempre juntas se ven
En paseos y ventanas,
En el principio encubrí
Por cual de las dos hacia
Finezas, ni á cual servia.
El fiero rigor vencí
De Clori; era cosa clara
Ser Clori, porque si fuera
Clori á la que yo quisiera,
Clori entonces me olvidara.
Amé á Lísida, y asi
Lísida no se obligó;
Que siempre el amor trocó
Las suertes; Clori (ay de mí!)
Me favoreció. No es
Tiempo de decir, que Fabio,
Su padre, sintió su agravio.
Vuelvo á mi discurso pues.
Favorecióme en efeto,
Con lo cual luego cerró
El paso á mi amor, que vió
Fiel sepulcro en mi secreto.
Porque no pudiendo ser
Con una dama grosero,
Que ser de Clori primero,
Ni menos pudiendo hacer
Con otra finezas, pues
Viendo, que estaba su hermana
Declarada, fuera vana
Mi esperanza, de cortes
Ó cobarde dividido,
Ciego, triste y mal premiado,
De Lísida enamorado,
De Clori favorecido,
Á una miro, á otra quiero,
Á una sirvo, á otra adoro,
Á una sigo, á otra enamoro,
Á una busco y á otra espero.
Y asi, partido el placer
En dos, y entero el pesar,
Ni á Lísida sé olvidar,
Ni á Clori puedo querer.
Pon. Poco cuidado, por Dios,
Á mí ese lance me diera.
Enr. Pues qué hicieras tú?
Pon. Qué hiciera?
Enamorara á las dos.
Y si Lísida me amara,
Por Lísida me muriera;
Si Clori me aborreciera,
Al punto á Clori olvidara;
Porque no puede tener
Mas mérito, fama ó nombre
Con una muger un hombre,
Que quererle otra muger.
Salen Lísida , Clori , Nise y Celia con mantos.
Clor. ¡Qué apacible el campo está,
Corte de plantas y flores!
Lisi. Con reflejos y colores
Diversos objetos da
El Mayo florido ya
Á la vista.
Enr. Aguarda, espera.
Clor. No pudo esta verde esfera
Estar al amanecer
Mas hermosa, que al caer
Del sol se muestra.
Nis. ¿Pues fuera
En ningun tiempo mejor
Hora de gozarla?
Clor. Sí;
Que siempre á la aurora ví
Dar ese triunfo, ese honor.
Nis. Es, prima, engaño, es error,
Que ella se corone; pues
La reina del campo es
La noche.
Enr. No hagais, señora,
Ese desprecio al aurora,
Que es dama, y soy muy cortes;
Y no dejaré agraviar
Una hermosura, á quien deben
Todo cuanto aliento beben
El clavel, jazmin y azar.
Su luz, deidad singular,
Es breve imperio del dia,
De los campos alegría,
Pulimento de las flores,
Estacion de los amores,
De las aves harmonía.
Ved si es justo, que ofendais
Tal perfeccion.
Clor. Ay de mí! [aparte.
Enrique no es este? Sí.
Lisi. ¿Ojos, qué es lo que mirais? [aparte.
Enrique es. Pero si estais
Imposibles, ¿para qué
Me matais? Muera mi fe
Á manos de un ciego Dios.
Clor. Habla tú, porque á las dos
No nos conozcan.
Nis. Sí haré. —
Don Quijote de la Aurora,
¿Qué le importa, que al albor
Beba una y otra flor
Las lágrimas, que ella llora?
¿Qué importa el saber, que dora
Montes, ni el ver, que derrama
Perlas, que la tierra ama
Y despues el sol enjuga,
Si dama en fin, que madruga,
No debe de ser muy dama?
Enr. Madrugar entre las bellas
Selvas, llenas de colores,
Cambiando tropas de flores
Por ejércitos de estrellas,
No es desaire, si entre ellas
Busca su amante pastor;
Y el madrugar en rigor
Gala es de fe verdadera;
Pues que menos dama fuera,
Si durmiera con amor.
Nis. Pues madrugue en hora buena,
Buscando al albor primero
Sus amores; que yo quiero
Con mas gusto y menos pena
Gozar en tarde serena
Los mios, sin desvelar
Mis sentidos, ni envidiar
Las auroras; porque en fin
Se hizo para gente ruin
La fiesta del madrugar. [Ruido dentro.
¿Pero qué es este rumor?
Cel. La carroza viene alli
Del Duque.
Enr. Del Duque?
Cel. Sí.
Clor. Pues tomar será mejor
La nuestra. — Quedaos, señor,
Y perdonad.
Lisi. ¿Por qué ha sido
La priesa?
Clor. Porque ha venido
Siguiéndome; no me vea,
Si es que esta ocasion desea.
Enr. Ya que yo acaso he tenido
La ocasion, que él procuró,
En lo que serviros puedo,
Es, en quitaros el miedo,
Que su venida os causó.
Pues saliendo al paso yo,
Con mi venida podré
Divertirle asi, porque
En tanto tomar podais
Vuestra carroza y os vais.
Clor. Ese gusto os pagaré
Con esta banda, que os doy
De albricias desta venida,
Que es rescate de mi vida.
[Dale una banda azul.
Enr. ¡Dichoso en serviros soy!
Mas sepa á quien debo......
Clor. Hoy
No es posible.
[Vanse Clori y Nise.
Lisi. Ahora, cielos, [aparte.
Se repiten mis desvelos,
Mis temores, mis agravios;
Poca cárcel son mis labios
Para un abismo de zelos.
Pero pues puedo tapada
Dar zelos á quien los da,
Muera quien me mata ya
De necia y de confiada. —
Tanto á las dos nos agrada
Hallar en vos el favor,
Que nos ofreceis, señor,
Que con un mismo cuidado,
Si una esa banda os ha dado,
Yo os quiero dar esta flor.
[Daleunaflor.
Enr. Esperad.
Lisi. No me sigais,
Si ofenderme no quereis. [Vase.
Enr. En mas dudas me poneis,
Cuando mas claro me hablais.
Pon. Deteneos vos; no os vais. [á Celia.
Enr. Mientras salgo á detener
Al Duque, intenta saber
Quien son. [Vase.
Pon. Si aquesta tapada
Por una parte es criada,
Como por otra muger,
Haz cuenta que lo he sabido.
Cel. Pierda, galan, deso el miedo;
Que, criada y muger, puedo
Dar lecciones á un marido
De callado y de sufrido.
Pon. ¡ Qué civil es el conceto!
Mas puesto, que San Secreto
Nunca es fiesta de guardar,
Empiézale á trabajar.
Dime quien son en efeto,
Y toma,......
Cel. Gran tentacion!
Pon. Porque prosigas mi intento,......
Cel. Qué he de tomar?
Pon. Toma aliento.
Para hacer la relacion.
Cel. Buena halaja!
Pon. Tales son
Todas cuantas suelo dar.
Cel. Pues digo, si he de tomar
El aliento, que ha de ser......
Pon. Para qué?
Cel. Para correr. [Vase.
Pon. ¡O criada del Paular!
Fuese huyendo como un rayo.
Diré, pues me deja en calma,
Tenedla, cielos, que me lleva el alma.
Mas por la fe de lacayo,
Y por la vida del bayo,
Que ha de hacer la relacion.
El Duque y Enrique son.
Voy á seguir la tapada;
Que al fin secreto y criada
Implican contradiccion. [Vase.
Salen el Duque , Enrique , Octavio y gente.
Enr. Otra vez me da á besar
Tu mano.
Duq. Y otra vez seas,
Enrique, muy bien venido.
Enr. Quien con tanto aumento llega
De honor, señor, á tus plantas,
Que son el dosel y esfera
De mas luz y mejor sol,
Que venga con bien es fuerza.
Sale Fabio .
Fab. Siguiéndote aqui he venido;
Que no fuera bien me fuera,
Sin besar tu mano.
Duq. Dicha
Ha sido, que Enrique venga
Á tiempo, que su venida
Podrá divertir tu ausencia.
Fab. No ha sido, sino desdicha; [aparte.
Pues quedando él en Florencia,
No estaré seguro yo
En Nápoles de sospechas.
Pero en fin Clori es mi hija,
Y ella hará que todos mientan.
Duq. ¿Cómo en España te ha ido?
Enr. Como á quien vive y se emplea
En tu servicio, señor.
Llegué á tiempo, que pudiera
Ser, aun no yendo á servirte,
Bien empleada mi ausencia.
Duq. Cómo?
Enr. Hallé, señor, á España
Llena de aplausos y fiestas,
Noble afecto de su amor,
De su lealtad noble muestra.
Duq. Bien ha declarado antes
El deseo, que la lengua,
Que fue la causa de tanto
Aplauso la jura excelsa
Del Primero Baltasar,
Príncipe Infante, que sea
Hijo del alba y del sol,
Rayo de luz y belleza.
Y pues para los negocios
Á que partiste no es esta
Ocasion, y yo he perdido
La que me trajo á estas selvas
Buscando una dama, quiero,
Enrique, que me diviertas
El disgusto de no hallarla.
Enr. Escúcheme vuestra Alteza.
De aquel venturoso dia,
En que la romana iglesia
De la Transfiguracion
La jura de Dios celebra,
Llamando á cortes al cielo,
Fue rasgo y sombra pequeña
La jura de Baltasar.
Mas si son, en la fe nuestra,
Dioses humanos los Reyes,
No pòco misterio enseña,
Que el dia, que á Dios el cielo
Jura, á Baltasar la tierra.
Este pues dia felice,
De pardas sombras cubierta
El alba salió, y la aurora
Embozada en nubes densas,
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