La Biblia del Emprendedor - Marcos Provvidenti - E-Book

La Biblia del Emprendedor E-Book

Marcos Provvidenti

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Beschreibung

¿Para qué te vas a equivocar si otros ya lo hicieron? Marcos busca a través de aciertos y errores, comunicar el camino para convertirte de emprendedor a empresario. Este libro es especial para todas aquellos que buscan encontrar respuestas para transitar el camino de tener un negocio próspero de alto rendimiento. Tanto si estás por arrancar un emprendimiento o si quieres pasar a un siguiente nivel, encontrarás soluciones, experiencias y metodologías para lograrlo. Es un libro entretenido que te pondrá en situación, y rápidamente podrás aplicar los conceptos expresados. Marcos lleva más 10 años liderando equipos de Agentes Inmobiliarios y la construcción de decenas de proyectos Inmobiliarios. También ha colaborado y mentoreado la consolidación de empresas de salud, influencers, restaurantes, constructoras, y emprendedores profesionales independientes, lo que hace de LA BIBLIA DEL EMPRENDEDOR un libro original, dinámico, y que recomendarás desde el principio.

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Seitenzahl: 134

Veröffentlichungsjahr: 2021

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La biblia del emprendedor

Liderar y ser liderado.

Lo Que Me Han Dejado 10 Años Liderando Equipos

Marcos Provvidenti

Prólogo: Carlos Master Muñoz

Reflexiones de Gonzalo Sanjurjo

Provvidenti, Marcos 

La Biblia del emprendedor / Marcos Provvidenti. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2021.

200 p. ; 21 x 14 cm.

ISBN 978-987-87-1450-9

1. Cultura Emprendedora. 2. Ensayo Sociológico. I. Título.

CDD 338.04

Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723

Impreso en Argentina – Printed in Argentina

Índice de contenido
Portada
Créditos
Índice
Introducción
Prólogo
Capítulo 1 KICK OFF
Capítulo 2 LA PASIÓN POR SOBRE LAS COMPETENCIAS
Capítulo 3 HAY EQUIPO
Capítulo 4 APALANCARNOS CON EL POTENCIAL DEL OTRO
Capítulo 5 EL PODER DEL PARA QUÉ
Capítulo 6 JUNTOS NO HAY IMPOSIBLE
Capítulo 7 EMPRENDER PARA LA LIBERTAD FINANCIERA
Capítulo 8 Sobrevivir
Capítulo 9 CÍRCULO VICIOSO VS. CÍRCULO VIRTUOSO
Capítulo 10 ESQUEMA DE NEGOCIO EMPRENDEDOR
BONUS TRACK ¿TENGO PROPÓSITO?
Entrevista a mi mentor Sebastián Sosa
Broche
Sinopsis

 Introducción

Una promesa

«Metiendo David su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, y la tiró con honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra quedó clavada en la frente, y cayó sobre su rostro en tierra. Así venció David al filisteo con honda y piedra; e hirió al filisteo y lo mató, sin tener David espada en su mano». 

Samuel 17, 49-50

¿Te ha pasado que se te ha ocurrido una genial idea de negocio, con el potencial de servirse de tus habilidades y convertirte en tu mejor versión, pero luego mirar el mercado, los obstáculos y tus futuros competidores y de la nada te invade la sensación de ser una miniatura luchando contra gigantes? Esa es precisamente mi historia. Inicié un negocio inmobiliario teniendo cero experiencia como autoempleado, sin contactos y en un país que, por decirlo en términos sencillos de entender, tiene una de las economías más complicadas del mundo.

No tenía un plan de negocios ni un gran equipo detrás de mí, solo una gran motivación y la ingenua ilusión de que yo podría hacer la diferencia. 

¿Funcionó? Sí, actualmente soy socio de tres de las oficinas de bienes raíces más importantes de mi región, pero para lograrlo tuve que zafarme rápidamente de la ingenuidad y aprender a luchar codo a codo con los grandes hasta ganar una posición como líder y empresario en el rubro de los bienes raíces. 

En el camino que me tocó recorrer a lo largo de todos estos años, aprendí mediante el método de ensayo y error cuáles fueron esos pasos que me llevaron a transformarme de emprendedor a empresario, y la buena noticia es que en el camino atesoré muchas anécdotas, tips y apuntes que ahora, más de una década después, deseo compartir contigo. 

La biblia del emprendedor te dará el equilibrio para tomar decisiones acertadas desde el inicio de tu carrera emprendedora o para impulsar tu camino iniciado. No tendrás que gastar energías en «errar y componer», sino que serás capaz de vencer a tus propios Goliat desde el principio y de forma definitiva.

Tanto si quieres comenzar con un emprendimiento o si quieres potenciar el que ya tienes, aquí encontrarás:

Metodologías de gestión empresarialHerramientas de desarrollo emocional en los negociosExperiencias emprendedoras y empresarialesLiderazgo aplicadoCómo competir con los grandes de tu industria partiendo de cero.

La mayoría conocemos la historia de David y Goliat, recogida en la Biblia. Y, aunque no la hayamos leído, sabemos bien lo que significa: es la victoria del pequeño frente al grande, del desvalido frente al poderoso, un recuerdo de que, aunque tengamos todo en nuestra contra, siempre habrá posibilidades de salir triunfante. Es una peculiar metáfora que se ha extendido por todo el planeta, en cuanto que da forma al universal anhelo de poder decidir nuestra suerte por nuestra propia mano. 

PRÓLOGO

Por Carlos Master Muñoz

Cada vez que me piden escribir las primeras páginas para algún libro regreso a mi abuelo. Quien haya leído más de uno de mis prólogos o introducciones sabe de qué hablo, es decir, mi abuelo siempre quiso dedicar una buena parte de su vida a la escritura. Por eso no solo invierto tanto de mi esfuerzo en investigar, escribir y publicar mis propios libros, sino también en leer y escribir sobre los de otros autores. Y por lo tanto heme aquí, cuando justo acabo de terminar la lectura de La biblia del emprendedor, de Marcos Provvidenti, el libro que llevas en las manos.

La esencia del texto es el liderazgo. Sobre ese tema tengo algunas cosas que decir. A mí me gusta pensar en el acto de liderar como un arte, una obra artística producto de un proceso que arranca con el concepto de líder-arte a ti mismo, algo que, más allá de potenciar tus habilidades al frente de un equipo, es una forma de mejorar como ser humano. Ese es el primer paso que, a juzgar por las páginas que estás a punto de leer, Marcos ha entendido a la perfección.

¿Pero qué significa en realidad liderarse a uno mismo? La respuesta: olvidarse de que existe el destino, es decir, de que «las cosas pasan por algo» y de que nuestra vida está escrita. Es tomar el control. Ahora, esto yo lo veo como el juego de nuestro propio cerebro, un proceso interno que parte de lograr traer el inconsciente al mundo consciente, es decir, entendernos nosotros y nuestras motivaciones para saber que mucho de lo que nos ocurre no «nos ocurre», sino que lo provocamos nosotros mismos. Por supuesto que, para lograrlo, para líder-arte y luego liderar, es necesario tomar en cuenta ciertos pasos dentro del proceso creativo.

Primero, piensa en controlar tus estímulos. En el día a día nos rodean y alimentan miles, decenas de miles o cientos de miles de distracciones o voces que nos saturan o nos abruman si no sabemos detenerlas, pausarlas, ignorarlas. Es un ambiente denso. Es alimento pesado. Son calorías de negatividad. O bien, es pintar con brocha gorda y lo que quieres es pintar con pinceles finos para darle más detalle a tu vida. Por lo tanto, seleccionarlos es como diseñar una dieta mental que nos vuelve ligeros, en la que dejamos fuera todo aquello que dirigirá nuestras acciones hacia donde no queremos: noticieros amarillistas, entretenimiento basura, personas sin contenido. 

Y precisamente eso me lleva al segundo paso del proceso creativo, pues es necesario desarrollar un criterio de selección de la gente que nos rodea. Tu círculo cercano conecta contigo y, de la misma forma que los estímulos digitales o ambientales te contaminan, este ataque constante a los cables de tu cerebro también te entorpecerá sobremanera. Por supuesto, no se trata de eliminar a quienes quieres, a las personas que fueron parte de tu formación y crecimiento, porque ellas, como tal, son parte de tu código genético. Más bien, filtra y selecciona a quienes vayan entrando a partir de ahora. Sé creativo en tu proceso de selección, pues son algo así como los colores con los que le darás vida a tu obra. Procura que dejen valor y, sobre todo, que aprendas de cada persona.

Ahora bien, para aprender de ellos o de donde sea, es vital que entres en un modo de aprendizaje, que quiere decir estar abierto al conocimiento, pero de forma constante, porque no es algo finito. Es imposible terminar una carrera universitaria a los veintidós años y pensar que se ha aprendido todo lo necesario para una profesión y que aquello complementario llegará solo con la práctica. ¿Cómo respetar a alguien que solo ejecuta y luego se distrae o apaga para dejar de aprender? Este aprendizaje constante es todo aquello que te ilumina mientras vas pintando el cuadro, es la inspiración durante el proceso. Entre más aprendas (aunque sea interminable) más probabilidad de control tendrás sobre tu mente, tus emociones y, en general, tu sistema de creencias.

Cuando una persona logra ser director de su vida quiere decir que se conoce a sí misma. Dirigirte significa tener claridad de identidad y de rumbo; en otras palabras: quién eres, qué haces y a dónde vas. Eso te ayudará a crear un sistema propio (no solo de creencias), que es un autoconocimiento radical que maximizará tus fortalezas. Es algo así como conocer a un artista que ha logrado la madurez, que es dueño de todos sus recursos estilísticos y sabe cómo utilizarlos y dejarlos sobre el lienzo. 

Cuando hayas sumado todo lo anterior, habrás aprendido pues a liderar-arte. Estarás con una obra que, si bien es interminable porque paramos, podría detenerse en cualquier momento y parecer una obra maestra. Una obra maestra que nunca dejarás de pulir, claro. Y eso es difícil. Aprender a lider-arte a ti es la parte más complicada de ser un líder. Solo el nueve por ciento de la gente es emprendedora, es decir, quizá solo ese pequeño porcentaje ha aprendido a hacerlo o está en ese proceso artístico que es liderarse a sí mismos.

El autor de este libro maravilloso nos dice que sabe a dónde va y recuerda de dónde viene porque ha pasado por ese proceso del que hablo, ya sea que lo haya hecho consciente o no, no importa, pues está donde debe estar, sobre todo para ponerse a escribir estas páginas. Ha tomado el control y entiende que es él quien decide su rumbo y no el destino. Si hablamos de estímulos positivos, esta «biblia» es sin duda uno de ellos, si hablamos de personas o voces que enseñen y de las que aprendamos, Marcos es un claro ejemplo y, por último, si se trata de estar en modo de aprendizaje, ya llevas un buen camino recorrido por dedicarle tiempo a la lectura, que además es la mejor herramienta para conocerse a uno mismo.

¿Y tú ya te lideras a ti mismo? 

Carlos Master Muñoz

Capítulo 1 KICK OFF

«Algunas cosas del pasado desaparecieron, pero otras abren una brecha al futuro y son las que quiero rescatar». 

Mario Benedetti

Comienza el partido

Cuando estudiaba licenciatura en Comunicación, tenía el sueño de dar charlas en la universidad e imaginaba convertirme en una persona prestigiosa que compartía generosamente sus conocimientos. Me prometí que, de tener la oportunidad, sería un profesor didáctico, entretenido y asertivo.

Gracias a mi experiencia liderando emprendedores, he participado en cientos de capacitaciones, como orador, exponiendo mis experiencias y conceptos, y como oyente, escuchando a los mejores conferencistas del mundo.

Alcanzando los 10 años de emprender, sentí que había acumulado suficientes conocimientos que sintetizados podrían agregar valor a otros. Así que pensé: tal vez no puedo dar este conocimiento desde un salón de clases en una universidad, pero sí puedo difundirlo a través de un libro y así cumplir la promesa de ese joven que deseaba compartir y comunicar.

Así nació este proyecto de escribir mi segundo libro. Un poco por capricho, para compensar aquel sueño truncado de ser formador universitario, y otro poco más intenso, para sentirme útil y agradecido con todo lo adquirido hasta ahora, ya que la mayor parte de estos textos están redactados desde la gratitud a tantos mentores y educadores de mi carrera profesional, y aún más, de mi desarrollo personal.

Dicho esto, vamos al hueso.

Sé a dónde voy y recuerdo de dónde vengo

En 2009 con 32 años volví a la Argentina luego de vivir 4 años en el exterior. Viví un par de meses en Barcelona, España, conseguí trabajo en Glasgow, Escocia, luego me trasladé a Bristol, Inglaterra, y terminé la travesía en Surfer Paradise, Australia. En mis vacaciones o tiempos libres viajaba por montones de países y ciudades cercanas a donde me hospedaba, de ese modo descubrí un inmenso mundo cultural. Contacté con distintas formas de ver la vida, los negocios y la felicidad en más de 150 ciudades del mundo.

A mi regreso a la Argentina llegué fascinado con la idea de hacer realidad los conceptos de libertad financiera que había extraído de los libros y talleres de Robert Kiyosaki y que, en mis aventuras, logré convencerme de la posibilidad de alcanzar. Para ello tenía un objetivo claro que me movilizaba, aunque no sabía cómo carajo lo lograría:

Trabajar para mí, dejar de ser empleado y crear un empresa propia y prestigiosa.

Las teorías sobre crear negocios, obtener ingresos de mis activos y llegar a obtener libertad financiera se transformaron en mi obsesión. El reto resultó ser más difícil de lo que visualicé.

¿Se puede o no se puede?

Mi propia mente fue la primera limitación con la que me encontré. La creencia de que no sería posible ser empresario contaminó mis pensamientos durante un extenso período. En ese lapso, me convertí en empleado. La única forma que entendía en la que podía generar ingresos era a través de un sueldo. No veía otra posibilidad. Desde chico me inculcaron que había que trabajar duro; sin embargo, la posibilidad de abrir un emprendimiento no estaba en las conversaciones familiares.

A los 9 años obtuve mi primer trabajo: lavaba el auto de mi abuela y me daba una propina. Con esas monedas me compré paquetes de figuritas de Spider-Man. Reconozco que se sintió hermoso, me sentí grande por disponer de mi dinero y tomar la decisión de hacer lo que quería con él.

A partir de ese momento supe que ser grande sería eso, trabajar para conseguir lo que quiero, figuritas a los 9 años o una casa a los 40. Nunca vi otra posibilidad.

A los 15 años trabajé en locales de ropa como refuerzo de ventas en temporadas altas. Daniel Vidal me ofreció ese trabajo en el local comercial de Legacy en la peatonal de Santa Fe. Mi labor era ordenar la ropa que los vendedores mostraban, apilarla y, de vez en cuando, si se aglomeraban muchas personas, me permitían atenderlos. Yo estaba feliz, me sentía productivo. Recuerdo que todo mi salario lo canjeaba por regalos de Navidad para mi familia.

Desde allí nunca más me detuve.

En mi adolescencia, entre mis 15 y mis 20, mi familia no estaba en condiciones de darme dinero semanal para las salidas, como al resto de los adolescentes de mi edad, así que, para no quedarme fuera del circuito, trabajaba en los boliches de moda para conseguir entradas gratis y consumiciones. La idea era repartir tarjetas de invitación a amigos y conocidos. Recuerdo a mis dieciséis haciendo esto para el teenager de Island Vip, la disco más concurrida de ese momento. Cada tarjeta tenía un número y, si conseguíamos una cifra considerable de invitados, nos aumentaban las consumiciones que podíamos disponer. Lo hacía con mucha vergüenza, pero ¿qué opción tenía? No pensaba quedarme fuera.

Luego me apunté para trabajar en empresas de turismo. Juan Pautasso, mi amigo de toda la vida, había hecho su viaje de egresados de la secundaria a Bariloche y su coordinador lo invitó a participar de las ventas de esta empresa con algún amigo. Cuando me dijo, no lo dudé.

Teníamos 17 años y el trabajo era prometedor. Si lográbamos que los estudiantes de colegios de 5.to año se embarcasen a Bariloche con ellos, se nos permitía hacer viajes como coordinadores. Estas fueron épocas gloriosas. Con Juan, rápidamente nos posicionamos como líderes de equipo. En ese momento las empresas que lideraban el mercado eran Rápido Argentino y Río de la Plata. Nosotros representábamos a Norosur, una empresa entrerriana, y teníamos muy poco presupuesto comparados con estos gigantes nacionales.

Mi carrera en turismo duró 2 años y fue vertiginosa. Disfrutaba tanto que pasaba todo el día en la oficina y en la calle convenciendo a los estudiantes de viajar con nosotros. Mi compromiso era tan grande que rápidamente me dieron la oportunidad de coordinar grupos de estudiantes. Comencé con los más chicos de 7.mo grado a Carlos Paz y luego 5.to año a Bariloche. Mi conducta, dedicación y responsabilidad me llevaron a que, en menos de un año, me ascendieran a coordinador general, así que tuve la oportunidad de vivir en Bariloche, reorganizando la labor de otros coordinadores. Tenía 19 años, 2 años en el rubro y ya había ascendido a uno de los mayores puestos que el turismo estudiantil podía brindar. Vivía en una ciudad paradisíaca, aprendía, ganaba dinero, tenía acceso a excursiones y discotecas todos los días de la semana, la verdad es que era un presente utópico para mis 19 años.