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«La infografía. Técnicas, análisis y usos periodísticos»es una obra indispensable para abordar este producto comunicativo, a la vez antiguo y novedoso. Planteada como una guía útil enfocada a la formación, pretende facilitar el estudio de este aspecto visual del periodismo entre comunicadores, estudiantes y otros profesionales. El libro surge de una vasta y sistemática investigación experimental realizada a más de mil infografías aparecidas en prensa y en periódicos de Internet. Se han analizado y descubierto los criterios que convierten las infografías en válidas desde el punto de vista comunicativo, observando su interacción con los demás elementos gráficos que participan en la comunicación: textos, fotografías y compaginación, para buscar la mejor propuesta, la más efectiva, a fin de expresar de forma gráfica e intuitiva la comunicación de cualquier acontecimiento periodístico.
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Seitenzahl: 320
Veröffentlichungsjahr: 2025
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JOSÉ LUIS VALERO SANCHO
(Castelserás, Teruel, 1954) es doctor en Comunicación Audiovisual, licenciado en Periodismo y en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universitat Autònoma de Barcelona, y diplomado en Ingeniería Gráfica por la Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Industrial de Terrassa. Es profesor en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universitat Autònoma de Barcelona, donde imparte las asignaturas de Diseño y Dirección de Arte y de Diseño, Composición Visual y Tecnología en Prensa. También imparte un curso docente de infografía en la Universitat de Vie y algunas asignaturas relacionadas con el diseño en la Escola Universitaria Salesiana de Sarria.
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BIBLIOTECA DE LA UNIVERSITAT JAUME I. DADES CATALOGRAFIQUES
VALERO SANCHO, José Luis
La infografía : técnicas, análisis y usos periodísticos / José Luis Valero Sancho. - València : Universitat de València ; Castelló de la Plana : Publicacions de la Universitat Jaume I ; Barcelona : Universitat Pompeu Fabra ; Bellaterra : Universitat Autòmoma de Barcelona, Servei de Publicacions, D.L. 2001
p. : il. ; cm.
(Aldea global ; 9)
Bibliografia
ISBN 84-370-4936-9 (U. de València). ISBN 84-8021-340-X (U. Jaume I).
ISBN 84-88042-33-7 (U. Pompeu Fabra).
ISBN 84-490-2159-6 (U. Autònoma de Barcelona).
1. Infografia. 2. Periodisme gràfic-Espanya. 3. Edició electrònica I. Universitat Autònoma de Barcelona. Servei de Publicacions, ed. II. Universitat Jaume I (Castelló). Publicacions de la Universitat Jaume I, ed. III. Universitat Pompeu Fabra, ed. IV. Universitat de València, ed. V. Títol.
VI. Sèrie
519.674
070(460):519.674
655.2.011.56
Edició
Universitat Autònoma de Barcelona
Servei de Publicacions
08193 Bellaterra (Barcelona)
ISBN (paper) 84-490-2159-6
ISBN (pdf) 978-84-490-4753-4
Publicacions de la Universitat Jaume I
Campus del Riu Sec
12071 Castelló de la Plana
ISBN (paper) 84-8021-340-X
ISBN (pdf) 978-84-15444-26-8
Universitat Pompeu Fabra
Plaça de la Mercè, 12
08002 Barcelona
ISBN (paper) 84-88042-33-7
Universitat de València
Servei de Publicacions
Carrer del Batxiller, 1-1
46010 València
ISBN (paper) 84-370-4936-9
ISBN (pdf) 978-84-370-9569-1
Primera edició: novembre de 2001
Infografia de la coberta
Jordi Català
Maquetació
INO Reproducciones
Impressió
INO Reproducciones
Ctra. de Castellón Km. 3.800
Pol. Miguel Servet - Nave 13
50013 Zaragoza
Imprès en paper ecològic
Aquesta publicació no pot ser reproduïda, ni totalment ni parcialment, ni enregistrada en, o transmesa per, un sistema de recuperació d’informació, en cap forma ni per cap mitjà, sia fotomecànic, fotoquímic, electrònic, per fotocòpia o per qualsevol altre, sense el permís previ dels editors.
PROLOGO, de Román Gubern
PROEMIO, de Lorenzo Vilches
CAPITULO I. Introducción
1. La imagen periodística dibujada y su forma de comunicar mensajes
2. Los mensajes también se pueden dibujar
3. La infografía, esa nueva-vieja forma de hacer periodismo
4. Definición de infografía de prensa
5. Características de la infografía
Utilidad. Visualidad. ¿Qué no es infografía?.
6. Objetivos y límites de este libro (cuaderno de navegantes)
7. Breve descripción de contenidos
CAPITULO II. Pasado y presente de la infografía
1. Antigüedad
2. La imprenta
3. Los primeros periódicos
4. Las primeras infografías en prensa
5. Reciente historia de la infografía de prensa
Los periódicos americanos. Otros periódicos. Japón.
6. Europa
España. La Vanguardia. El Periódico de Catalunya. El País. ABC. El Mundo del Siglo XXI. Otros. La infografía en lengua catalana. Las organizaciones que promueven la infografía. Los Premios Alejandro Malofiej. La Universidad de Navarra. Instituto Poynter e IFRA. Las agencias de infografías.
7. Las megainfografías de actualidad
Las guerras y catástrofes. Los grandes acontecimientos deportivos. Las rutas y vueltas ciclistas complejas. Los «partidos del siglo». Las elecciones diversas. Los diversos documentales.
8. El futuro
CAPITULO III. Técnica y tecnología en la infografía de prensa
1. Características y condiciones de producción de infografías
2. El ambiente profesional
Los profesionales del mundo infográfico. Una necesidad de los directores y editores. La actitud de los periodistas. La actitud de los infógrafos
3. El derecho de autor y el plagio
4. Radiografía infográfica
Unidades gráficas elementales. Textos. Números diversos. Iconos,. Adornos figurativos y abstractos. Dibujos figurativos. Fotografías. Recuadros, líneas y puntos de conducción. Tramados y fondos. Notas infográficas o leyendas. Infogramas. Los mapas, planos y recintos. Gráficos. Tablas de textos o números. Estudios temáticos.
5. Diseño de la infografía
La idea, el planteamiento. La búsqueda de documentación. El boceto. La maquetación de la infografía. La compaginación. La corrección.
6. La tecnología gráfica.
Las dificultades de la preimpresión clásica. La estandarización del diseño y la impresión. El sistema de impresión y sus materias primas. El periódico telemático.
CAPITULO IV. Estudio tipológico de la infografía de prensa
1. Individuales
Comparativas. Espaciales o de área. Posicionales. Características generales (CC). Documentales. Escénicas. Ubicativas. Mapas. Planos.
2. Colectivas
Comparativas. Documentales. Escénicas. Ubicativas.
CAPITULO V. Características cualitativas
1. Información
2. Significación
3. Comprensión
4. Estética
5. Iconicidad
6. Tipografía
7. Funcionalidad
8. Concordancia
CAPITULO VI. Forma de valorar la infografía
1. ¿Cómo se puede valorar una infografía?
Cláusulas para la valoración. Situaciones concretas,. Forma de valorar la infografía. Formulación. Calificación.
CAPITULO VII. La infografía en soporte digital
1. Un nuevo concepto
2. Definición de infografía digital
3. Delimitación del campo
4. Radiografía de la infografía digital
5. Tipología
6. Características
Informativa. Significativa. Funcional. Estética. Comprensible. Icónica. Tipográfica, verbal. Concordancia.
7. Cómo se puede valorar la infografía digital
ÍNDICE DE FIGURAS
BIBLIOGRAFIA
La historia de las imágenes es, también, la historia de sus herramientas, pues cada procedimiento técnico abre a sus artífices diferentes posibles icónicos. Con la acuarela no pueden obtenerse los mismos resultados que con una cámara cinematográfica y un sistema de impresión bicrómico obtiene imágenes muy distintas que un sistema tricrómico. Es bueno recordar esta verdad de Perogrullo en plena «civilización de la imagen», cuando disfrutamos de un opulento entorno figurativo condensado apretadamente en la iconosfera de las sociedades postindustriales. Y tal vez, más que la abundacia de imágenes, lo que caracteriza a esta iconosfera es su diversidad, su diferente morfogénesis y los distintos dialectos figurativos con los que interpelan a nuestra mirada.
De entre todas las tecnografías surgidas en el último siglo y medio, la más sorprendente es, sin duda, la infografía, que es en realidad mucho más que una herramienta especializada derivada de la informática, pues si la técnica es siempre una servidora, es también una configuradora, o un factor determinante en la ideación y la ejecución de los sistemas simbólicos de la comunicación. La infografía ha permitido que lo mismo –una imagen determinada– sea ahora distinto, como he explicado en otro lugar.1 Y la infografía ocupa en la actualidad un lugar central en la panoplia de tecnografías que utilizan cotidianamente las industrias de la comunicación de masas.
Esto lo explica muy bien, en un análisis minucioso y sistemático, este libro de José Luis Valero, ceñido al ámbito específico del periodismo impreso, pues también las técnicas infográficas han invadido desde hace tiempo los servicios de información televisivos. Es, a la vez, un libro de historia, de jurisprudencia, de práctica profesional, de sistematización tipológica, de diseño, de técnica y de estética... entre otras cosas. Es, seguramente, el vademécum más completo sobre la materia que se haya publicado en nuestro país hasta la actualidad. Pero es también, y esto es importante, un texto de reflexión, que nos ubica en el aquí y el ahora, en el estado del arte de una técnica que va a más, trazando una frontera definitiva entre dos etapas de la historia del periodismo gráfico y, también, del periodismo tout court.
ROMAN GUBERN
1. «From Optical to Digital: When the Same is Different», Visio, vol. 4, n.° 1, Montréal, primavera de 1999, p. 55-50.
La universalización de la oferta de imágenes para satisfacer la curiosidad cada vez más creciente de las personas a medida que se multiplican los medios de información de nuestra sociedad ha terminado por producir en los lectores de periódicos y espectadores de televisión una gran polución visual. Las facilidades de acceso a las imágenes reales de los acontecimientos del mundo por parte de los medios han terminado por inundar nuestro paisaje lector de formas, colores y planos repetitivos, uniformes, homogéneos, serializados y degradados. Afortunadamente, la infografía ha ido tomando simétricamente un protagonismo inesperado precisamente cuando mayores son las posibilidades de acceso a la fotografía y a la imagen en movimiento. A veces en un dibujo, mapa o gráfico de una página de periódico puede haber más información sobre los mitos babélicos de nuestra civilización, o sobre los medios de transporte de los romanos o la escena de un fatal accidente de autobús en la autopista que en muchas horas de documentales o voluminosos reportajes fotográficos.
El éxito y eficacia de la infografía probablemente se deba a que los periodistas infográficos despiertan en nosotros esa cartografía elemental del sacrosanto principio educativo que nos ha hecho dibujar y colorear mapas en diferentes fases de nuestra escolarización. Juan Benet lo ha expresado brillantemente al referirse a los mapas físicos y políticos de la escuela:
[...] el origen de la cronología infantil está en el presente y son los objetos del presente los de su más inmediato interés: porque los datos suministrados por el mapa político son contingentes y reales, tan reales como para encontrar en él la situación del pueblo de veraneo, pongo por caso, en tanto que lo que proporciona el mapa físico son meras palabras –por paradójico que parezca– cuyas correspondencias con el accidente tardará en verificar, si es que un día lo verifica llevado de una curiosidad geográfica que, por lo general, sólo despierta tras la insatisfacción provocada por lo cercano y lo cotidiano.1
La infografía periodística nos permite situarnos en un mundo de signos que conforman mapas físicos o políticos, es decir, ilustraciones, reconstrucciones periodísticas de universos inmensos y lejanos, o por el contrario, de las cosas que están a la vuelta de la esquina.
En este libro hallaremos técnicas, análisis y usos periodísticos como se nos señala en el subtítulo. Leyéndolo descubrimos que el mundo de la infografía es un tipo de periodismo con sus propias reglas, materiales y experiencias. Pero descubriremos que este arte y profesión es por encima de todo un recinto del conocimiento diario que nos ilustra cómo nacen y expiran imperios económicos en la bolsa, sobre qué ruinas de la condición humana han soplado los vientos de la violencia, qué arenas de cifras y letras han cubierto y disimulado la lucha diaria por el empleo y la supervivencia, qué excavaciones se han hecho en la geografía del hombre y qué recorridos expedicionarios han dejado sus huellas para rescatar a las víctimas de un secuestro o de un deporte de aventura terminado en género trágico en el último fin de semana.
El mérito de este libro, aparte de ser uno de los estudios más completos sobre la infografía periodística y en muchos sentidos un pionero en su género, está en explicar bajo definiciones, acercamientos históricos, rutinas productivas y modelos de valoración de la calidad informativa, lo que es el arte y la técnica de la representación visual al servicio de la comprensión y la significación de la actualidad. He tenido ocasión de seguir muy de cerca el proceso de investigación de la tesis doctoral del autor que ha permitido publicar ahora este libro. Espero que los lectores puedan disfrutar de la experiencia que yo mismo he podido tener con su lectura: que una infografía, que puede ser tan simple como la comparación de magnitudes, una simple forma, un diseño geométrico en la superficie de un área, o cualquier otro rasgo visual puede ser significativo para un lector porque le evoca recuerdos y le permite hacer asociaciones. Esto es, ni más ni menos, lo que hace la infografía: exponer una información oculta que había estado almacenada anteriormente.
LORENZO VILCHES
1. Juan Benet: «Sobre la cartografía elemental», El País, 12/8/1982
1. La imagen periodística dibujada y su forma de comunicar mensajes
La imagen tiene mucha importancia en la comunicación. La moderna información gráfica se realiza con la ayuda visual que proporcionan tanto la fotografía como las simulaciones gráficas de los acontecimientos cotidianos: hoy es importante escribir y mostrar de la manera más visible e inteligible los acontecimientos, acciones y cosas que ocurren en la actualidad informativa en los periódicos.
El hombre moderno entiende mejor lo que ve que lo que le cuentan y hace fácilmente suyo un nuevo modo de concebir ideas a través de infografías. Están cambiando los medios didácticos, pero no determinados fundamentos epistemológicos, aunque se están transformando con el uso muchos de los hábitos comunicativos. «El hombre necesita contemplar un mapa de su ámbito para declararlo suyo. Ha cambiado ya el tenor de nuestra vida cotidiana.» (Salvador Giner, 1990: 16).
Sin embargo, el ser humano, al comunicarse con otros a través de infografías, no está haciendo nada nuevo que rompa con su condición comunicativa anterior; está haciendo lo de siempre, puesto que a lo largo de toda la historia se ha comunicado mediante representaciones visuales más o menos complejas. Descartes no rompió con el pasado cuando se refería a la representación física de los objetos en el cerebro.
Las imágenes están configurando un importante lenguaje: unas veces manteniendo su carácter figurativo en el dibujo y la fotografía; otras, al simplificarse, continúan prestando un servicio de representación o de símbolo, constituyendo auténticos signos que requieren instrucción para entender su significado debido a su abstracción.
Retrocediendo a mi experiencia del servicio militar en la época del tardofranquismo, recuerdo que me prohibían la entrada de la revista Interviú en el cuartel y no decían nada de revistas como El viejo topo o Triunfo, cuando estas dos últimas eran más distantes políticamente con el poder fáctico de ese momento y en esos cuarteles. ¿Por qué? La primera contenía muchas imágenes en huecograbado y las otras tenían muchos textos y pocas imágenes realizadas en offset.
Estas cuestiones siempre hacen pensar en la eficacia de la tecnología y sobre todo en el gran predicamento que tiene la cultura icónica frente a la casi únicamente escrita, por lo menos en determinados niveles socioculturales poco habituados a la lectura mediante signos lingüísticos, pero, al parecer, más versados en la lectura de las imágenes.
La imagen gráfica está siendo cada vez más utilizada en la comunicación: como apoyo informativo de los textos, como mero instrumento ilustrativo y decorativo, como un elemento de comunicación con ciertas influencias en el mensaje escrito y, hoy, como uno de los pilares en los que se apoya la mejor comunicación impresa en sus necesidades visuales más importantes. El periodismo visual se está introduciendo como un elemento imprescindible mediante las imágenes y, gracias a la ayuda informática, en el proceso total de diseño. El resultado de ello es que en el campo periodístico impreso no parece que se pueda seguir como hasta ahora. No se puede creer que los periódicos del futuro serán como los de antes, ya que es obvio que están cambiando seriamente.
2. Los mensajes también se pueden dibujar
«Doctor, no puedo explicarle mi sueño, pero podría dibujárselo». Hace mucho tiempo que se utilizan los dibujos de mapas o planos sobre diversos soportes, como el pergamino o el papel, para hacer representaciones visuales de lo que se desea comunicar de manera más fácil. El hombre no ha cambiado mucho; lo que ha cambiado son los medios de los que se sirve para comunicarse, que lógicamente afectan a su condición epistemológica.
La imagen tiene cada vez mayor presencia en la comunicación actual, sin darnos cuenta de que es el bisonte de las cavernas lo que estamos en realidad dibujando, una y otra vez, para intentar comunicar mejor a los demás lo que nos interesa.
La necesidad de contar historias de manera gráfica es cada vez mayor en la comunicación, especialmente en una época que para algunos es «un tiempo cuya tendencia es precisamente gráfica, visual, más que literal; entender las cosas de un vistazo, por complejas que éstas sean» (Peltzer, 1991: 12), lo cual presupone la introducción de un nuevo lenguaje periodístico, visual y bastante complicado de realizar para la comunicación que hoy se necesita.
Lo que ha de tenerse en cuenta es qué tipo de imagen es la más apropiada para cada ocasión. En la figura 1 vemos la fotografía de un eclipse que publicó La Vanguardia con este pie: «Eclipse que se ve cada mil años. La luna eclipsó simultáneamente Venus y Júpiter, los dos planetas más brillantes, el 23 de abril. El espectáculo, que se pudo ver desde Brasil, ocurre una vez cada mil años por término medio. En la parte inferior de la imagen, sobre el fondo del reflejo de la luna en el mar, aparecen sobreimpresionadas dos imágenes del eclipse» (La Vanguardia, 15 de mayo de 1997: 35), ¿no sería lícito preguntarnos si hubiese sido mejor una infografía?
Figura 1. Eclipse del 23 de abril de 1997, La Vanguardia, 15 de mayo de 1997: 35.
Mi experiencia de muchos años de profesor con alumnos muy diversos me dice que lo sencillo y gráfico permite al alumno comprender mejor, más rápidamente y descubrir por sí mismo la materia en muchas ocasiones. Hasta hoy he tenido alumnos de todas las edades y niveles culturales y a todos les ha ido mejor del mismo modo. Por eso creo en la imagen. Sin embargo, la diapositiva fotográfica tiene poca versatilidad y posibilidades de mostrar bien la información; en cualquier caso, es más interesante manipularla para comunicar, enseñar o descubrir acontecimientos, acciones o cosas.
Los diversos lenguajes comienzan a integrarse en la compaginación en pantalla. Con el desarrollo de las técnicas de recogida y manipulación de imágenes, así como su incorporación al texto, hacen posible una gran versatilidad y rapidez de preparación, que se da en la época presente de la historia, pero no se dio en ningún otro momento.
El desarrollo técnico y comunicativo en la prensa está cambiando, puesto que los lectores ahora aprenden a través de pantallas y el lector de periódicos también se está acostumbrando a la información visual e icónica de los sistemas audiovisuales.
El periodista debe aprender a escribir de forma icónica, debe aprender a comunicar los mensajes mediante imágenes. Por ello debe conocer el diseño y la informática y además debe desarrollar su clásico trabajo de escribir las informaciones.
La historia de los cambios en el periodismo no es nueva; no obstante, ya hubo periodistas que cambiaron la concepción y la manera de producir sus informaciones adaptándolas a la radio o a la televisión. Hoy se pide a los periodistas de prensa que transformen el mensaje y que se apoyen en los elementos icónicos a la hora de escribir sus informaciones y una de las grandes armas que tiene el periodismo impreso es producir infografías de manera profesional con la profundidad y el rigor necesarios, beneficiándose de la estática del medio.
3. La infografía, esa nueva-vieja forma de hacer periodismo
Pude ver claramente cómo se apuntaba la necesidad de canalizar el contenido y utilidades diversas de la recientemente creada informática gráfica. En el IV Congreso Nacional de Informática Gráfica, realizado en el Instituto Tecnológico de Aragón, en julio de 1994, se podía ver cómo flotaba en el ambiente que toda la infografía no era igual y me encontré con profesionales poco vinculados al periodismo y conferencias exclusivamente informáticas. Como periodista, enseguida descubrí que sin la búsqueda de la comunicación de un contenido no hay nada y lamentablemente me había equivocado de congreso, pero me sirvió para empezar a separar la tecnología informática del periodismo.
Unos creen que es la unión de información y gráfica; otros creen que es la unión de informática y gráfica, pero en ambos casos se puede decir que no creo que proceda considerar a la infografía como a toda la información gráfica ni a toda la informática gráfica puede que sea otra cosa más concreta. «...ya no podrá haber prensa española sin infografía» (J.M. de Pablos, 1991: 153). «Es evidente que la infografía ha sido uno de los granos de arena que han hecho posible el éxito de nuestro diario, líder indiscutible de la prensa deportiva y nacional» (Luis Infante, editor de Marca, en 1994).
El diccionario de la Real Academia Española no dice nada, pero según el parecer de algunos estudiosos consultados, la infografía como término es una unión de info y grafía, un término coloquial, fruto de una mala traducción del inglés.
Lo he utilizado siempre con todos los científicos, intelectuales y profesionales con los que he hablado en distintas ocasiones con la intención última de definirlo, pero también con el temor de que alguien dijera que ese término no significa nada y lo descalificara. Nadie me ha dicho algo así, a lo sumo me han preguntado algunos más profanos sobre el ámbito y la definición, cuando, en realidad, yo les preguntaba a ellos.
La infografía lleva imágenes, pero no sólo está formada por éstas. Es uno de los elementos de la página gráfica impresa que han proliferado más en los últimos años, como consecuencia de la magnífica respuesta que han dado los lectores, pero también gracias a que los medios informáticos han facilitado su realización en los periódicos y otras publicaciones.
Muchas son las justificaciones para aplicar la infografía a la prensa diaria, pero las más interesantes e importantes son las técnico-comunicativas. Es un fenómeno de reciente aparición en la prensa, son productos que se utilizan como complementos o síntesis de las informaciones escritas y raramente aparecen como el elemento único de la información en sus páginas.
Comenta el profesor De Pablos (1991: 176) que un redactor tomó un taxi en San Sebastián y que cuando dio el nombre del periódico hacia el que se dirigía, el conductor empezó a proferir elogios a esa publicación, en el sentido de que «...tenían a un periodista increíblemente bueno...». El redactor empezó a dar los nombres de los periodistas más sonados de su diario, pero no era ninguno de ellos, hasta que el chófer dio con el nombre del autor de las infografías... Era una persona poco menos que sabia, aseguró, porque lo mismo publica y explica dibujos de un accidente de aviación que las armas, verdaderamente magníficas, de cualquier guerra. (El comentario se refiere al infógrafo Óscar Goñi, de San Sebastián).
En una ocasión, un amigo mío tenía que venir de fuera en automóvil a verme a Barcelona; como apenas conocía sus calles y mucho menos el sentido de la circulación rodada, le hice un plano con los textos, flechas y otras informaciones, tales como salidas del cinturón de ronda, etc. Nos encontramos en el lugar señalado en el plano y pude comprobar, cuando volvimos a citarnos en otra ocasión, que conservaba todavía el plano que le había dibujado tiempo atrás. Me di cuenta de que a él le era útil para venir a verme sin dar vueltas, a pesar de que el plano era poco exacto, impreciso y no se parecía a lo que es un plano riguroso de mi ciudad que, además, contiene mucha mayor cantidad de información. Mi plano era información precisa y sintética en lo esencial y sólo eso, pues lo simplifiqué al máximo para conseguir el objetivo concreto. No tenía ninguna pretensión estética y el dibujo era descuidado, pero los textos e indicaciones se entendían. Al tener confianza e interés en mi dibujo, ese amigo lo guardaba para su reutilización.
En otro momento dejé en manos de una anciana familiar mía, para que me la sostuviera unos minutos, una libreta que contenía infografías seleccionadas de periódicos. Después de un rato, la comenzó a alabar porque, según ella, aprendía mucho y era muy entretenida. Sus palabras textuales, que recogí, fueron éstas: «No sabía que tenías este libro tan bonito e interesante... Pues no hay poco que leer aquí... Habla de Barcelona y de todas las cosas; me gusta mucho. Habla mucho de muchas cosas...».
También comprendí por qué le dieron un premio mundial a unas infografías en forma de desplegables sobre la ruta a seguir para recorrer el Camino de Santiago, de Manuela Mariño, infógrafa de La Voz de Galicia, precisamente cuando se estaba celebrando el Año Santo Compostelano. Todo ello me dio que pensar en la verdadera utilidad que tienen las informaciones visuales bien elaboradas.
En los premios mundiales que otorga anualmente la Society for News Design (SND) a las infografías mejor realizadas, siempre me ha causado sensación la facilidad con que concedían los galardones. Argumentaban algunas reflexiones de los componentes del tribunal, así como de los autores infógrafos. También había razones para la queja de los que quedaron en puertas del premio y no se lo dieron, o los múltiples argumentos de todo tipo que se dan unos a otros en esta modalidad de concentraciones. Sin embargo, también es verdad que existía un cierto grado de acuerdo en lo esencial de las infografías premiadas.
Los infógrafos más importantes plantean carencias y motivan la utilización de estos instrumentos comunicativos, visuales y funcionales en la prensa moderna. Gracias al desarrollo de la tecnología gráfica e informática ha hecho posible la confección y manipulación rápida de elementos gráficos que permiten el empleo diario de múltiples infografías con cada nueva edición. Por diversas opiniones recogidas, se aprecia un cierto debate de intereses entre profesionales del diseño, informática y comunicación, generado por la necesidad de crear un nuevo tipo de profesional periodista poco ortodoxo, conocedor de las herramientas del informático y las artes del dibujante, para no delegar funciones que, realizadas solamente por el periodista, dan un resultado mejor.
Aunque esto no es nuevo, puesto que hay infografías en la historia del pasado remoto, sin embargo, hace unos pocos años comenzaron a variarse las estructuras habituales de la prensa y cada vez se introdujeron más fotografías y dibujos a medida que la calidad y desarrollo de las técnicas gráficas e informáticas fueron en aumento. Las imágenes se integran junto con el texto escrito en la elaboración de mensajes de actualidad inmediata, con la rapidez de fabricación que todo ello requiere, con su fácil reproducción y difusión.
4. Definición de infografía de prensa
Se puede decir con cierta seguridad que la infografía de prensa es una aportación informativa, realizada con elementos icónicos y tipográficos, que permite o facilita la comprensión de los acontecimientos, acciones o cosas de actualidad o algunos de sus aspectos más significativos, y acompaña o sustituye al texto informativo.
Se puede también afirmar que existe desde al menos 200 años atrás, pero la informática la ha potenciado mucho. Además, puede ser de varios tipos y clases, atendiendo a las necesidades profesionales más diversas, pero esto es otra cuestión que se trata en el capítulo tipológico.
5. Características de la infografía
La infografía de prensa tiene un total de ocho características peculiares. Éstas son:
1. Que dé significado a una información plena e independiente.
2. Que proporcione la información de actualidad suficiente.
3. Que permita comprender el suceso acontecido.
4. Que contenga la información escrita con formas tipográficas.
5. Que contenga elementos icónicos precisos.
6. Que pueda tener capacidad informativa suficiente y sobrada para tener entidad propia o que realice funciones de síntesis o complemento de la información escrita.
7. Que proporcione cierta sensación estética, no imprescindible.
8. Que no contenga erratas o faltas de concordancia.
Estas características se compilan en dos rasgos esenciales: 1.°) la infografía es una aportación útil (utilidad) a la comunicación de informaciones en la prensa periódica impresa y 2.°) contiene características de visualidad.
Utilidad
Utilidad es el provecho, conveniencia, interés o fruto que se saca de una cosa, es el grado de significación, información y funcionalidad que puede tener una infografía en el momento en que es editada en un periódico.
Significación, en el sentido de que destaca lo más importante de los acontecimientos, acciones o cosas que se tratan en un determinado momento en el contenido informativo de cuestiones conocidas, cercanas y que afectan de alguna manera al lector.
También consideramos útil la característica de información entendida como comunicación o adquisición de conocimientos que permiten ampliar o precisar los que se poseen sobre una materia determinada. Es decir, la explicación de circunstancias y detalles de un acontecimiento acción o cosa.
La característica de funcionalidad se entiende en el sentido de que la infografía debe ocupar un papel destacado de servicio al lector, bien sea resumiendo o sintetizando lo más esencial, ampliando complementariamente o sustituyendo al texto de la información.
En definitiva, se aprecian unos rasgos útiles a la comunicación (en diferentes grados) ya que tienen tres características esenciales de la misma, como la información, significación y funcionalidad que a su vez tienen algunas propiedades que no podemos estudiar en este libro.
Visualidad
También hay que tener en cuenta que los ojos son una de las vías de entrada de conocimientos más utilizada por el ser humano, quizá una de las más importantes vías de acceso a la cultura. Pero pueden ser algo más que unos órganos al servicio del hombre, ya que tienen un funcionamiento propio que los hace vulnerables y pueden ser engañados y manipulados desde la apariencia o disposición visual de las cosas.
El ser humano tiene agudeza camaleónica para conocer la realidad, para adaptarse al medio en que se desenvuelve habitualmente. Sin embargo, necesita una cierta capacidad y educación para comprender los mensajes que le llegan. Va adquiriendo experiencia y familiaridad con las imágenes y eso supone todo un aprendizaje y una base para leer mediante un sistema de signos diferentes de los que se aprenden en la escuela donde se enseña mediante códigos verbales literarios.1
El lector, ante una infografía, selecciona, según su experiencia, las imágenes o los elementos que le son familiares y le atraen. Busca diferencias, irregularidades o simplemente confirmaciones de lo que ya le es familiar, aunque sea de manera vaga. El ojo actúa selectivamente frente a los impactos visuales. «El espectador debe reencontrar los elementos del pensamiento del diseñador. Con un poco de hábito toma sucesivamente, ante un dibujo, actitudes diversas. Busca las diferencias, los parecidos, un orden, una proporción, los movimientos o, simplemente, busca reconocer algo que ya ha visto» (Bertin, 1991: 174). «[...] Entender las cosas fácil y rápidamente, de un vistazo, por complejas que sean» (Peltzer, 1991: 12).
Determinados elementos gráficos se identifican fácilmente por que se ajustan exactamente a las características de unos cánones de normalidad, perfección, precisión, etc. Son referencias visuales reconocibles por los lectores y los profesionales como, por ejemplo, los símbolos, estereotipos visuales, etc.
Para que tenga lugar este efecto, además de la aportación del lector, es también imprescindible la aportación de la infografía. Ésta debe tener una cierta estética, fácil comprensión, iconografía, tipografía y un tamaño apropiados. Es decir, se debe distinguir el rasgo de visualidad (en diferentes grados y propiedades), porque contiene estas características importantes.
En la infografía, la iconicidad es una característica que se encuentra en diversos grados de figuración dada la variedad de elementos componentes, pues no se encuentra en el mismo plano un texto que una fotografía o un dibujo y, sin embargo, se encuentran en el mismo análisis.
La función de la tipografía es la de conducir el contenido, separar los diversas infogramas u ordenar contenidos como en el caso de las tablas, según determinados criterios; otras veces aparecen en las leyendas (siempre que hablamos de texto, incluimos los números) para explicar las equivalencias visuales de las tramas, etc.
La infografía debe ser de fácil comprensión, en tanto que cualidad que permite al lector la rápida asimilación del contenido del mensaje, de los acontecimientos, acciones o cosas de actualidad inmediata; a veces, también puede ser una instrucción que permite comprender de forma didáctica un fenómeno por el lector neófito en la materia, gracias al cual se puede dar la relevancia o conocimiento completo de un determinado enfoque noticioso y significativo.
Una infografía también puede que no cumpla un cierto requisito estético pero la mejora, a pesar del funcionalismo en el que se pretende enmarcarla; sin embargo, es destacable cualquier elemento gráfico, ilustración o dibujo realizado con cierta dosis de originalidad, belleza, etc., que permite obtener un valor superior de connotaciones.
¿Puede afirmarse que no es infografía cuando se considera que le faltan elementos artísticos o no proporciona sensaciones estéticas? Creo que cuando no tiene estos componentes artísticos y sensaciones estéticas (minusvaloradas, a veces, por profesionales que las consideran innecesarias), también puede dar notables cotas de calidad, ya que el principal cometido es comunicativo, aunque sin esas características pueda no ser una obra de arte, pero tampoco ello es necesario, como afirman los mismos profesionales.
El tamaño, espacio o territorio destinado a la infografía es también uno de los elementos que facilitan la visualidad, ya que permite o impide la participación de determinados elementos que facilitan su comprensión y su distribución sin atropellos o congestiones innecesarias. A menudo, los profesionales se ponen a favor de disponer de espacio, pero también hay quien considera un reto comunicativo no tenerlo.
En definitiva, ambos rasgos, la utilidad y la visualidad son necesarios en cualquier infografía que se precie. Sin estos, poco valor comunicativo tiene cualquier forma de información gráfica.
Para concluir, la infografía tiene una característica que se presupone, pero no sirve para valorarla positivamente, y cuyo juicio de calidad se realiza mediante la actitud vigilante sobre su ausencia, es decir vigilando las incongruencias o errores y las erratas; ésta es la concordancia.
¿Qué no es infografía?
En el intento de una definición de infografía periodística aparecen serias dudas, el infoperiodismo y su producto por excelencia, la infografía, circunscrita básicamente a la que aparece en periódicos y revistas, es considerada por todos como una de las mejores herramientas para luchar y favorecer la supervivencia de la prensa en medio de su tan llevada y traída crisis. Por ello, parece que los profesionales y lectores tienen que ir acostumbrándose cada vez más a este elemento de la cultura visual, que poco a poco se va imponiendo en estos medios.
Ni el vocablo info viene de informática, ni grafía viene del concepto de animación que hoy se le pretende dar. Tampoco infografía es lo mismo que información gráfica, puesto que hay otras formas en el periodismo que también lo son.
Tampoco las voces infografía e infográfico, que tan de moda están, figuran todavía en el Diccionario de la Real Academia Española, como ya se ha dicho, debido a la juventud de ambos conceptos y a la esclerosis de la Academia, que se aprecia también en otros conceptos nuevos que son de dominio público y tardan años en incorporarse de forma general en los diccionarios, cuestión comprensible.
Profesionalmente se les llama demasiadas veces gráfico/a: unas veces para abreviar; otras para simplificar su término inglés; otras por desconocimiento de las distintas peculiaridades que tienen; y también por la ambigüedad y amplitud que, a menudo, tiene el término gráfico.
Al referirse a los infográficos, a menudo se piensa en las grandes y complejas infografías colectivas, que podemos llamar megainfografías aunque algunos les llaman megagráficos y tampoco en inglés queda aclarado con the graphics; de todas maneras, hay una cierta confusión con este término incluso en libros y tesis doctorales.
A los profesionales de la infografía, también se les denomina de diversas maneras: grafista, infografista, infógrafo y hasta dibujante de infografías. Los términos más usuales son infografista e infógrafo.
Desde que se realizan dibujos informativos ha habido infografías y éstas aparecieron en los periódicos, aproximadamente desde hace 200 años, aunque quizá a las primeras se les debería calificar como productos antecedentes, ya que no tenían la componente más inmediata de la información del día debido a las dificultades técnicas que suponía realizar xilografías en el contexto de la impresión tipográfica.
La informática se ha apropiado de este término, pero no nace con la informática, que es únicamente un instrumento (quizá a las sillas u otros objetos dando vueltas en un espacio vacío sin sentido en la pantalla de un ordenador, se le debieran llamar productos animáticos), pero tampoco se puede considerar infografía a cualquier combinación de imagen y texto; además, no se empleó este término antes de la era informática.
También se usa este término en la publicidad, aunque no se relaciona normalmente con la actualidad y es un producto persuasivo que tiene connotaciones diferentes a las del conocimiento de los acontecimientos. A lo mejor, en ese contexto, se le podría denominar publigrafía.
Tampoco parece que sea la ilustración, que pretende adornar y no informar, aunque en el contexto de una información textual que emplea una ilustración como fondo, a menudo se confunde con infografía, prescindiendo de que la imagen sea o no informativa.
Quizá estas confusiones se puedan resolver afirmando que una cosa es la infografía general y otra la infografía informativa de prensa, que es un producto del infoperiodismo en cualquiera de los canales, soportes y procesos de fabricación, cuestión que me parece aclaratoria pero también redundante y, desde luego, de mayor interés.
Como conclusión, la infografía en el periodismo tiene sus propias características que poco se asemejan a otras formas o productos denominados comúnmente infográficos. Este término, utilizado en distintas direcciones de manera caótica no suscita otra cosa que confusión e imprecisiones, a menudo, de gran calibre. Desde estas líneas reclamo para el César lo que es del César y me ofrezco para ayudar a la consecución de términos apropiados para la clarificación de esta confluencia en la denominación de diversos productos no informativos, si bien me gustaría que se realizaran estudios de cierta entidad sobre la justificación del término infografía.
6. Objetivos y límites de este libro (cuaderno de navegantes)
El objetivo de este libro consiste en colaborar al esclarecimiento del término infografía, centrando y profundizando la atención en la infografía de periódicos y revistas, pero sentando las bases de lo que deben ser las de tipo audiovisual y las de carácter publicitario.
Partiendo del estudio teórico sobre visualidad, periodismo, técnicas gráficas e informáticas, aporta fundamentos y perspectivas más rigurosos y concluyentes.
Así pues, tiene como punto de partida lo que se presenta o se entiende como infografía en los grandes periódicos españoles de lo que pocos son los estudios que centran la atención en este tema.
Se estudian una serie de cualidades positivas que permiten valorar y determinar cómo deben ser las buenas infografías, observando sus relaciones con el texto literario envolvente y correlativo, cuál debe ser la mejor y la que resulta más aconsejable. Esto se logra con la creación de una determinada formulación de criterios indicadores que son los que confirman la definición de infografía y a la vez establecen el grado de calidad. Mediante la valoración y clasificación entendemos los rasgos esenciales de lo que debe ser una infografía.
En este estudio se ha tenido muy en cuenta la opinión de profesionales y público lector de periódicos nacionales, directores de arte, infógrafos, etc., los cuales ayudaron a identificar y sintetizar los parámetros más importantes recogidos en este libro.
7. Breve descripción de contenidos