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El objeto de este trabajo consiste en plantear una teoría innovadora sobre los principios de la tributación, concluyendo que lo mismos se basan en el Antiguo Testamento (la Torá) y en la KaBaLáH (conocimiento interno y esotérico de la Torá, transmitido oralmente desde el primer hombre, Adam HaRishón y compilado en el siglo I de la Era Común por Rab Shimón bar Iojai). Tales principios de la tributación son permanentes en su esencia o forma, son 12 en número, se subdividen en 4 ejes, cado uno integrado por un principio expansivo, un principio restrictivo y un principio integrador. Ello permite el diseño de un sistema tributario calificado de Sistema Tributario Justo, y así genera un flujo de bendiciones desde el Cielo, un canal de prosperidad para la comunidad organizada que se nutre del mismo.
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Seitenzahl: 195
Veröffentlichungsjahr: 2023
Dario Rajmilovich
Rajmilovich, Dario La KaBaLáH de la tributación / Dario Rajmilovich. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2023.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-4387-5
1. Ensayo. I. Título. CDD A864
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
Cuerpo
DESARROLLO
A. LA TRIBUTACION VIRTUOSA O EL SISTEMA TRIBUTARIO JUSTO. EL SUEÑO DE LA ESCALERA DE IAAKOB.
Génesis - Capítulo 28
B. LA TRIBUTACIÓN COMO CONCEPTO TERRENALY COMO CONCEPTO DIVINO
B.1. La tributación como concepto terrenal
B.2. La Tributación como concepto Divino
B.3. Sistema de Tributacion Virtuosa o Justa
B.4. Los cuatro ejes o esferas de la tributacion mundana
B.5. El nacimiento de los 12 limites o principios de la Tributación Virtuosa
B.6. La Plata, el metal de la Tributación
B.7. El Tributo ya está adquirido desde el inicio
B.8. El Nombre de D-ios (tetragramaton): IUD-HEI-VAV-HEI ( ה ו ה י ). Su relacion con la Tributacion
B.8.1. Descenso
B.8.2. Ascenso
B.8.3. Sube y baja, Baja y sube. El ciclo completo
C. LA HISTORIA DEL PRIMER TRIBUTODE LAS NACIONES
D. LOS PRINCIPIOS BÍBLICOS DE LA TRIBUTACIÓN
D.1. Planteo general
D.2. JaMéTZ
D.3. De JaMéTZ a MaTZáH
D.4. La Jet. La vida que vitaliza. El Relámpago.
D.5. La HEI. La Vida Esencial. El Trueno
D.6. El arrepentimiento (“Teshuvá”)
D.7. Los principios mundanos de la tributación
D.7.1. Derecho Tributario
D.7.2. Finanzas Públicas y Economía Fiscal
D.7.3. Técnica Tributaria
D.7.4. Política Tributaria
D.8. El Primer Tributo
D.8.1. Los elementos del Sistema Tributario Justo
D.8.2. Composición de cada Principio y relacionesentre ellos
(i) el Centro
(ii) el Orden
(iii) la Relación
Centro, Orden y Relación.
Algunos ejemplos:
D.9. El proceso de elevación (Terumá)
D.9.1. Generalidades
D.9.2. Salmo 11
D.9.3. Salmo 22
D.9.4. Salmo 33
D.10. El caudal de la Tributación
D.10.1. Los saltos
D.10.2. El 33
D.10.3. Los 4 límites: 3-39-25-33
D.10.3.1. El 3: el hecho imponible
D.10.3.2. El 39: la base imponible
D.3.3.4. El 33: la alicuota efectiva maxima
D.10.4. El nivel máximo de la Tributación o Confiscatoriedad (33 ó 1/3)
ANEXO A
LAS DIEZ SEFIROT
Las Emanaciones Divinas o las DIEZ (10) SEFIROT
Corona (KETER)
Sabiduría (JOJMA)
Entendimiento (BINA)
Conocimiento (DAAT)
Bondad (JESED)
Poder (GUEVURA)
Belleza (TIFERET)
Victoria (NETSAJ)
Esplendor (HOD)
Fundamento (YESOD)
Reinado (MALJUT)
ANEXO B
Para Gaby, el amor de mi vida, quien tuvo la iniciativa de adquirir el Zohar siendo el "motor propulsor" de este libro
Para David, mi amado hijo, quien fue el primero en decirme: "yo quiero leer el libro"
Para Galit, mi amada hija, quien ilustró la contratapa y fue el "oleaje marino" que me impulsó durante todo el proceso para el que el "barco pudiera llegar a puerto".
“Lo halló en un desierto, en la mayor soledad” (Deuteronomio 32:10).
“Él acostumbraba escribir bajo este versículo todos los cuidados que un médico inteligente necesita llevar a los enfermos en su cama.”.
“Primero escribía cómo encontró al paciente: “Lo halló en un desierto”.
“Luego, indicaba la prescripción de la medicina “en la prisión de los prisioneros del Rey” “en la mayor soledad”. “…y él lo guió” (Deuteronomio 32:10) porque el médico debe observar y entender el origen de la enfermedad, lo cuidó como a la pupila (manzana) de sus ojos, de modo que estuviese apropiadamente cuidado con respecto a las bebidas y medicinas que necesita, y no se confundiera con ellas. Porque si él confunde siquiera una cosa y muere, el Santísimo, bendito sea Él, considera a ese doctor como si derramó sangre y lo mató.”.
“Porque el Santísimo, bendito sea Él, desea que alguien haga el esfuerzo por él, y lo ayude a salir de la cárcel, recuperándose”.
“Un médico inteligente es por lo tanto necesitado para hacer esfuerzos por él. Si puede administrar medicina corporal, está bien. De otra manera, le dará medicina para su alma, y se esforzará en la curación del alma”.
“El Santísimo, bendito sea Él, se esforzará por bendecir a tal médico en este mundo y en Mundo por Venir”.
“Un comerciante heredó de su abuelo, el libro del médico Kartana”.
“Dice Rab Elazar (hijo de Rab Shimón bar Iojai) que todos los temas de este libro están basados en los secretos de la Torá”.
Y continúa diciendo: “He hallado en él misterios ocultos y muchas instrucciones médicas, de las cuales él decía que no podía usarlas a menos que sea alguien que teme el pecado”.
“Los remedios que están descritos allí, vienen de los que Bilaam (el malvado mago y profeta de Moab y Media) acostumbraba hacer. Él acostumbraba murmurar encantamientos sobre la enfermedad y pronunciarlas con su boca, y era instantáneamente curado. Todos ellos están explicados en este libro (el libro del médico Kartana)”.
“Porque hay muchas enfermedades, decía, que la medicina extrae de susurrar con la boca”.
“Algunas vienen del aspecto del encantamiento, y otras del aspecto de la adivinación”.
“Él destaco allí todas aquellas en que está prohibido pronunciar y prohibido actuar”.
“Hasta encontré (continúa explicando Rab Elazar hijo de Rab Shimón bar Iojai) lo que debe ser dicho en todas aquellas enfermedades para erradicar las enfermedades. Esto nos sorprendió grandemente”.
“Ese libro estuvo en mi poder doce meses, y he encontrado en él preciosos misterios celestiales. Cuando llegué a los secretos que venían de Bilaam me sorprendí”.
“Un día hice un encantamiento en un cierto lugar, y las letras subían y bajaban, hasta que lo vi en mi sueño, diciéndome: “No es asunto tuyo entrar en un campo que no te pertenece; no lo necesitas”.
“Y desperté. Fue difícil para mí separarme de este libro, porque contenía misterios ocultos. Lo envié a Rab Iosi, hijo de Rabí Iehuda, y le di ese libro”.
“En los secretos de Bilaam encontré algunos de los nombres de los úngeles que Balak (rey de Moab) le envió, pero no estaban apropiadamente arreglados. Pero he encontrado diferentes clases de medicinas en este libro, basados en las estructuras de la Torá y sus misterios ocultos, y vi que están fundamentados en la piedad, las oraciones y peticiones al Santísimo, bendito sea Él”.
“Si ustedes argumentan que él acostumbraba practicar la medicina usando las palabras de la Torá o los secretos de la Torá, el Cielo no lo permita, porque está prohibido hacerlo”.
“Pero él hablaba secretos de la Torá, y basado en esos secretos inventaba secretos médicos tal como yo nunca había visto”.
“Dije: “¡Bendito es el Misericordioso que hizo a la gente sabia con la sabiduría celestial!”.
Del mismo modo, este libro “La KaBaLáH de la Tributación”, no es un libro de KabaLáH, toda vez que el autor no es conocedor de la Sagrada KaBaláH, menos poder enseñarla o derivar nuevos refinamientos, perfeccionamientos o conocimientos en su vastísimo campo de sabiduría.
Por el contrario, el presente es un libro de tributación, de los principios de la Tributación y del Sistema Tributario Justo. Para ello me apoyo en los secretos de la Torá y específicamente de la KaBaLáH, según la fuente profunda e inagotable del Zóhar, y basado en estos secretos, recreando una teoría de la tributación, aplicable en todo tiempo, y adaptada en su concreta aplicación práctica e implementación a la actualidad y a la República Argentina.
“10 - Iaakov salió de Beer Sheva y se dirigió hacia Jarán.
11 - Llegó a un lugar conocido y pasó allí la noche porque el sol ya se había puesto. Tomando algunas piedras, las puso a la altura de su cabeza y se acostó a dormir allí.
12- Tuvo una visión en un sueño. Una escalera se levantaba sobre el suelo, y su parte superior se extendía hacia el cielo. Los ángeles de D-ios subían y bajaban por ella.
13 - Súbitamente vio a D-ios de pie encima de él. Dijo [D-ios]: “Yo soy D-ios, Señor de Avraham tu padre, y Señor de Itzjak. Te daré a ti y a tus descendientes la tierra sobre la cual estás acostado.
14- Tus descendientes serán como el polvo de la tierra. Te extenderás hacia el oeste, hacia el este, hacia el norte y hacia el sur. Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti y tus descendientes.
15- Yo estoy contigo. Yo te protegeré dondequiera que vayas y te traeré de vuelta a este suelo. No me apartaré de ti hasta haber cumplido plenamente esta promesa para ti”.
16 - Iaakov despertó de su sueño. “Verdaderamente D-ios está en este lugar –dijo–, mas yo no lo sabía”.
17 - Sintió temor. “¡Cuán inspirador de sobrecogimiento es este lugar! –exclamó–. Debe ser el templo de D-ios. ¡Es la puerta del cielo!”.
18- Iaakov se levantó muy de mañana y tomó la piedra que había puesto bajo su cabeza. La erigió como pilar y vertió aceite encima de ella.
19 - Llamó al lugar Templo de D-ios (Bet El). El nombre original de la población, no obstante, había sido Luz.
20 - Iaakov hizo un voto. “Si D-ios está conmigo –dijo–, si me protege en el viaje que estoy emprendiendo, si me da pan para comer y ropa para vestir,
21 - y si retorno en paz a la casa de mi padre, entonces me consagraré plenamente a D-ios.
22 - Que esta piedra que he erigido como pilar se convierta en un templo para D-ios. De todo lo que me des, guardaré una décima parte para Ti.”.
La tributación puede percibirse como un concepto terrenal; más aún, el concepto terrenal por excelencia.
La vida en sociedad requiere recursos en manos del Estado (cualquiera que sea el sistema o régimen de gobierno), los extrae de la sociedad (individuos y empresas) a través del sistema tributario que se define como un sistema de transferencia compulsiva de recursos desde el sector privado al sector público.
En un sentido materialista, no interesa cómo se obtienen tales recursos (de quiénes, de qué fuentes, en qué medida en cada caso); los recursos necesarios para que el gobierno lleve a cabo su actividad y su gestión, tienen que estar a disposición y ahí termina la cuestión. Punto.
El emperador romano Vespasiano dijo: “pecunia non olet” (“el dinero no huele”), aludiendo al tributo que se extraía de las letrinas públicas de Roma y se recaudaba de los curtidores de pieles, quienes usaban la orina para adobar sus cueros, y de los lavanderos, quienes por su contenido en amoníaco la empleaban para limpiar y blanquear las togas de lana.
Según recoge el historiador romano Suetonio, cuando el hijo de Vespasiano, Tito, recriminó a su padre su intención de sacar dinero de las letrinas, éste le dio a oler una moneda de oro y le preguntó si le molestaba su olor. Al negarlo Tito, Vespasiano respondió: “Y, sin embargo, procede de la orina”. Así se acuñó la frase: “El dinero no huele”.
La historia personal de Vespasiano nos ilustra poderosamente sobre el aspecto materialista de la tributación. Si indagamos en su historia personal, su propio padre se había convertido en senador luego de enriquecerse corruptamente como recaudador de impuestos en la provincia romana de Asia (hoy en día ubicada en la Provincia de Esmirna,Turquía).
Vemos que la tributación puede representar el extremo más materialista y terrenal de la vida en sociedad.
Nadie desea ser exaccionado en su propiedad. Por otro lado, el gobierno desea crecientemente mayores recursos, para sostener su burocracia y para ejecutar el gasto público destinado al cumplimiento de la creciente miríada de fines y propósitos que el Estado se autoasigna.
El resultado es una brutal puja de intereses.
No obstante, existe otro enfoque de la tributación.
Con el auxilio de la esfera más espiritual del conocimiento, la KaBaLáH (conocimiento más interior, profundo y esotérico de la Torá -parte de la Torá Oral, transmitida por D-ios a Moshé en el Monte Sinaí y luego a través de las sucesivas generaciones de Profetas, Sabios y Jueces, hasta que finalmente fuera compilada magistralmente en el siglo II de la Era Común por Rab Shimón bar Iojái en su obra “Zóhar”: “el Libro del Esplendor”), la tributación cobra una dimensión espiritual.
Incluso, el Zóhar recoge visiones transmitidas por D-ios desde el primer hombre (Adam HaRishon), y desde él sucesivamente a Janoj, Noaj, Shem, Abraham el Patriarca, Itzjak, Iaakov y a sus hijos) antes de la transmisión completa a Moshé, el profeta, líder, legislador y liberador del Pueblo de Israel.
Más aún, desde esta perspectiva la Tributación (con mayúsculas) se define como un concepto Divino, una creación de D-ios que permite elevar la humanidad hacia planos espirituales superiores.
En el plano terrenal, la tributación es un elemento esencial de la vida en sociedad. Se ha dicho con razón: “La tributación es el precio de la civilización”, a lo que se ha contestado irónicamente: “Todo es relativo, salvo la muerte y los impuestos”.
La Tributación restablece el equilibrio afirmando: “Todo es relativo, salvo la vida y los impuestos”1.
En el plano de lo terrenal, el sistema tributario puede visualizarse desde una triple perspectiva:
a. a partir de su existencia
b. a partir de sus efectos
c. a partir de sus causas
La perspectiva a. (existencia) es la más exterior y superficial de todas. En virtud de esta mirada, el sistema tributario es un conjunto de tributos, cada uno de los cuales se evidencia en normas positivas de derecho tributario sustantivo.
La perspectiva b. (efectos) es un nivel más profundo al anterior, toda vez que indaga en la incidencia de los tributos en el sistema económico, alterando el Producto Bruto de la economía, los precios y costos de los bienes y servicios de la economía en sus relaciones de mercado y las preferencias de los consumidores y unidades de producción.
Finalmente, la perspectiva c. (causas) es el nivel más profundo de todos, al hurgar desde un enfoque holístico el orden social, económico y jurídico de la comunidad en un sentido legitimante de la actividad de recaudación de los tributos por parte del Estado.
En adelante me focalizaré en la perspectiva c.: las causas del sistema tributario.
Existen tres (3) sistemas filosóficos que gozan de consistencia lógica interna, cada uno de los cuales nutre el orden social, económico y jurídico de una comunidad:
a. Lo mío es mío y lo tuyo es tuyo
b. Lo mío es tuyo y lo tuyo es mío
c. Lo tuyo es tuyo y lo mío es tuyo
Bajo el sistema a. el individuo y la propiedad privada son los valores supremos para la comunidad, al punto de convertirlo en objeto de idolatría. Dentro de la dinámica de este sistema, el tributo es un “mal necesario” al representar una invasión a la propiedad privada, razón por la cual su uso debe restringirse al máximo posible. En la escala de valores a nivel social e individual reina el egoísmo. El tributo es un elemento antifuncional al sistema.
Bajo el sistema b. no existe la propiedad privada, todo y cada cosa es de todos, por lo que nadie posee nada. El individuo queda sacrificado en pos de lo colectivo. El tributo no tiene andamiaje dentro de este sistema porque en realidad no hay sector privado, todo es público o en vías de serlo, por lo que no es necesaria la existencia del tributo para transferir recursos al gobierno. En la escala de valores a nivel social e individual reina el robo y el abuso de poder. El tributo es un eufemismo de la expropiación generalizada que produce el sistema.
Bajo el sistema c. se respeta la propiedad (lo tuyo es tuyo) pero reina la solidaridad tanto a nivel colectivo como individual y social (lo mío es tuyo). A nivel individual y social a través de la filantropía, la caridad y las acciones de ayuda, apoyo y asistencia entre personas y grupos. A nivel colectivo a través del sistema tributario. El tributo emerge entonces como un producto funcional al sistema, allegando recursos del sector privado (individuos y empresas) al sector público, por exigencia legal. Me refiero al tributo como el instrumento fiscal por excelencia que el Estado utiliza para solventar su actividad y su estructura y no como el instrumento económico utilizado para fines regulatorios o demás fines extrafiscales.
En la historia antigua (reflejada la Torá escrita) el sistema a. se vincula a la ciudad de Sodoma (Sdom), el sistema b. a Egipto (Mitzráim) y el sistema c. a los Hebreos (Ierushalaim), identificado en dos personajes arquetípicos: Abraham y José (Iosef el Justo).
Abraham simboliza el camino de la Bondad (“JESED” en hebreo) que representa la solidaridad individual y social.
Iosef el Justo simboliza el camino de la Justicia o Rectitud (“TZEDAKAH” en hebreo) que representa la solidaridad colectiva implicada en el sistema tributario.
Nótese que los sistemas a. y b. reflejan la realidad de los individuos, los grupos sociales y la comunidad toda en el contexto histórico de una ciudad o país determinado, donde no hay “personas” sino habitantes de la ciudad o país.
Por el contrario, el sistema c. identifica modelos humanos, personas, no habitantes de un espacio geográfico. Quien dice y luego cumple “lo tuyo es tuyo y lo mío es tuyo” puede llamarse entonces una “persona”.
En este nivel profundo de análisis se vincula el sistema tributario, enraizado en la idea de la solidaridad colectiva para financiar al Estado a través de los recursos fiscales, conformando una comunidad de personas responsables y comprometidas con el bien común.
En esta comunidad “ideal” no tienen cabida los “egoístas de Sodoma” ni los “ladrones de Egipto”.
Así, las raíces genuinas y virtuosas del sistema tributario se remontan al primer tributo de que tenemos noticia, el cual fuera ideado por Iosef el Justo por inspiración Divina, hace más de 3.500 años en el antiguo Egipto, según nos relata la Torá.
Este primer tributo es el Modelo Tributario a imitar en la actualidad, constituye el sistema tributario legítimo (la Tributación Virtuosa o Justa), por contraposición a los sistemas que se apoyan solo formalmente en el instituto del tributo pero cuyo propósito y dinámica real consiste en avasallar a los particulares (familias y empresas) y expropiar su patrimonio (la tributación como sistema tributario “bastardo”).
En tal sentido, el Zóhar elabora un significado alternativo al término “Terumá” (traducido habitualmente como “contribución”) definiéndolo como “elevación”.
He aquí el misterio de la Tributación como concepto Divino.
Una vez bien plantado en sus raíces Divinas el “edificio” de la tributación mundana proyecta sus rayos a los cuatro puntos cardinales (Norte-Sur-Este-Oeste) o los cuatro elementos básicos de la Creación (Fuego-Agua-Aire-Tierra), los que conforman los cuatro ejes o esferas mundanos de la tributación.
Una combinación particular de atributos Divinos, dentro del Trono de Justicia de D-ios y su descenso a nuestro mundo, nos permite conocer el fenómeno de la tributación desde su raíz, buceando en sus profundidades que, en verdad, están en el Cielo.
Al hacer centro en la base Divina de la tributación que es MALJUT (emanación o atributo Divino (Sefirá) del “Reinado”) combinada con YESOD, esto es MALJUT de YESOD (Sefirá del “Fundamento”, “el Justo” o “el Pacto)2, ya que las Sefirot de MALJUT y YESOD vienen siempre combinadas, siendo YESOD considerada el pilar celestial3.
En tal sentido, en un esquema resumido (Ver Anexo A para mayor detalle), la KaBaLáH describe la existencia de 10 Sefirot (emanaciones o atributos Divinos que se proyectan a nuestra realidad material inferior): las 3 Superiores o intelectuales, a saber: JOJMÁ, BINÁ y DAAT, y las 7 Inferiores o emocionales, siendo éstas con las que interactúa el hombre, a saber: JÉSED, GUEVURÁ, TIFERET, NETSAJ, HOD, YESOD Y MALJUT, siendo las primeras 6 las que conforman el sistema llamado ZEIR ANPIN (ZA) (perteneciente a la esfera Divina) y MALJUT la denominada NUKVÁ (esfera humana).
Como las 7 Sefirot emocionales se combinan de a diez (10) en diez (10) (JOJMÁ de JÉSED, BINÁ de JÉSED, y así sucesivamente), tenemos 70 combinaciones, de las cuales las primeras 60 corresponden a ZEIR ANPIN (ZA) y las últimas 10 a la NUKVÁ (MALJUT).
Se cuenta que cuando Moshé ascendió a recibir la Torá al Monte Sinaí, D-ios le entregó 70 llaves correspondientes a las 7 Sefirot Emocionales combinadas con las 10 Sefirot (Emocionales e Intelectuales). Cuando llegó a la llave 60 (MALJUT de YESOD) dicha llave no le fue entregada, la llamada “Diadema de YESOD” siendo ésta la principal llave de la Torá Escrita.
Esta llave está precisamente relacionada a la Tributación Justa.
Respecto al concepto de cada Sefirá y la relación entre ellas, vale la siguiente cita del Zóhar4:
“… Milagro, Consejero, El Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:5).
Milagro es JOJMA, Consejero es BINA. Él es JESED, Poderoso es GUEVURA, Padre es TIFERET, Eterno es NETSAJ, Príncipe es HOD, Paz es YESOD.
“D-ios, mi Elohim, Tú eres Maravilla, Tus consejos desde la antigüedad, Fidelidad y Verdad”.
D-ios es JOJMA, Mi Elohim es BINA, Maravilla es las tres (3) Columnas JESED, GUEVURA y TIFERET, Tus consejos desde la antigüedad son NETSAJ y HOD, Fidelidad es YESOD y Verdad es MALJUT.
Cuando la Torá Oral simbolizada en MALJUT (la Sefirá séptima) se adhiere a YESOD, la Diadema de YESOD (MALJUT de YESOD) se vuelve su llave, consolidándose en las últimas dos (2) Sefirot, YESOD de MALJUT (la denominada “Luz de MALJUT”) y MALJUT de MALJUT, revelando la llave 705.
El Zóhar6 dice que las almas son mantenidas por el secreto de los setenta (70) (“en el día diez de este séptimo mes” indicativo del Día del Perdón o “Iom Kipur” - el día más sagrado del año).
Como también está escrito: “Los días de nuestros años son setenta” (Salmos 90:10).
De ahí que MALJUT y YESOD están siempre interrelacionadas, siendo YESOD el pilar celestial que canaliza el flujo Divino (llamados MOJÍN) desde los mundos superiores hacia MALJUT, la interface con nuestra realidad mundana abajo.
Haciendo un paralelo con una imagen, YESOD de MALJUT (la Luz de MALJUT) se equipara a una red que puede elevarse al mundo Divino de ZEIR ANPÍN (ZA) adhiriéndose a MALJUT de YESOD (la Diadema de YESOD) y luego seguir ascendiendo a través de TIFÉRET (Belleza y Armonía) hasta BINÁ (Creación y Desarrollo) para ser “vestido” en JOJMÁ (Sabiduría), desde ambos lados el Izquierdo (“la Iluminación de JOJMÁ”) y el Derecho (“los JASADIM de JOJMÁ”)7.
Este el camino de la combinación de Sefirot que nutre el Sistema de Justicia, y desde allí, ilumina, guía y revela el Sistema Tributario Justo.
Bajo este enfoque, la Tributación Virtuosa o Justa es una bendición de D-ios. A diferencia de la caridad (TZEDAKAH) que es precipitación, la Tributación es como el rocío de la mañana, o el “man” que caía del cielo en el desierto en el éxodo de Egipto, un flujo continuo que se renueva día a día, una bendición8.
Es el misterio de la semilla, no por casualidad el primer tributo registrado en la Torá es el tributo dispuesto por Iosef el Justo, luego de entregar semillas bendecidas.
Por ello Maimónides titula el Tomo 7 de su obra magitral “Mishné Torá” como “Zeráim” (semillas) el cual está abocado en su mayor parte a las leyes relativas a los “diezmos” que son los principales tributos de la época bíblica (Terumá, Terumat Maaser, Maaser, Maaser Shení, etc. como explicaré más adelante).
¿Qué implica que la Tributación es una bendición?
El Rab Najmán de Breslov lo aclara en su obra Likutei Moharán, Tomo II, 27.1:
“Cuando un dirigente comunitario o un líder de gobierno cobra impuestos en forma apropiada y justa –haciendo que la carga que pone sobre cada persona sea la justa, de forma de poner la obligación más alta sobre el que más puede y aliviar la carga sobre el que menos puede-, elimina los cuatro rasgos malvados: idolatría, inmoralidad, derramamiento de sangre y calumnia.”.
“