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A menudo en lugar de pensar somos "pensados" por nuestra mente, que termina dominando nuestra vida. Y si la mente nos gobierna, y puede producir guerras, conflictividad, miseria y sufrimiento, ¿por qué no hacerla responsable?, ¿por qué no llevar la mente a juicio? Un caso basado en hechos verídicos con protagonistas reales es la llave para sentar a la mente en el banquillo de los acusados, y observar qué tiene para decirnos y cuál es su defensa, seguramente desde allí develaremos muchos de sus misterios y secretos. ¿Por qué leer este libro? Porque es un desafío, te desafía a descifrar el entramado que propone la mente, pero no desde la neurociencia, la psicología u otras disciplinas, sino al ser acusada ante un Tribunal, con otra nueva y diferente mirada que nos permita decodificarlo, y así lograr obtener, a modo de un gran premio, enseñanzas útiles, simples, prácticas y provechosas para nuestra propia vida personal. Por todo esto, y mucho más te pregunto ¿estás dispuesto al desafío de llevar la mente a juicio?
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Seitenzahl: 425
Veröffentlichungsjahr: 2022
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Luis A. Regueira
Regueira, Luis A. La mente a juicio / Luis A. Regueira. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2021.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-2321-1
1. Ensayo. I. Título. CDD A864
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
AGRADECIMIENTOS
PREFACIO
PROPÓSITO DE ESTE LIBRO
PARTE I
EL JUICIO A LA MENTE. UN CASO BASADO EN HECHOS REALES
Aclaración previa
Prolegómenos al caso -Acusar a la mente
Primer día de audiencia oral -Presentaciones demanda y defensa
Segundo día de audiencia oral -Informes científicos. Pericias médica y psicológica
Tercer día de audiencia oral - Testigos
Cuarto día de audiencia oral -Declaración de las partes
Quinto día de audiencia oral -Propuesta a las partes
Fin del juicio
PARTE II
LAS REVELACIONES
Una aclaración previa
Capítulo I
Crea tu propio camino… aun si coincide con otros, pero siente que sea el tuyo propio
Capítulo II
Abandona el rebaño…recupera tu propio poder
Cuestiona las normas sociales inservibles en tu vida
Miedo al rechazo
Miedo a ser diferente
Romper las reglas preestablecidas
Capítulo III
Las creencias…el poder oculto que dirige tu vida
Desnudando algunas ideas limitantes
Descarga una actualización a tus creencias
La mala suerte de cruzase con un gato negroy otras falsas creencias
Dichos populares y refranes que nos limitan
Capítulo IV
Tu nivel de conciencia…es directamente proporcionala tu calidad de vida
Vaciarnos para acallar al ego
La escalera de la consciencia
Evaluando cual es nuestro estadode consciencia - Las cuatro etapasdel crecimiento espiritual
Las etapas del crecimiento espiritualno son lineales
Capítulo V
Los hábitos instalados...que moldean tu vida
¿Creamos hábitos o ellos nos crean a nosotros?
Como un ladrón por la noche
El juego de las escondidas
Hábitos buenos y malos, Liberarse de la cárcel de lo binario
Capítulo VI
Dime cuanto te amas, y te diré cuanto vales...
La banalización de la autoestimay su trampa oculta
La irrefrenable necesidadde la aprobación del afuera
La autoestima a veces es falsa
Como te perciben te tratan. Te ven bien te halagan, te ven mal te ignoran o agreden
Una carta que puede ser ganadora:la autocompasión
Conversaciones con la persona más importante de mi vida
Capítulo VII
El ego… hazte la fama y échate a dormir
La gota separada del océano
El ego es un actor que representasolo obras dramáticas
Un agrio día para el ego es un dulce díapara el ser
La niebla que bloquea la visión
Capítulo VIII
La Matrix… elige la píldora azul o la roja
Darme cuenta que no veo a través de mis ojos…
Zambullirse al mar sin tocar el agua…
El primer despertar
Existo y luego pienso o ¿hay otra manera?
PARTE III
RECURSOS Y TÉCNICAS PARA TRANSFORMAR TU VIDA
1. La magia del espejo
2. Sorprende al mundo. Potencia el sentidode la gratitud
3. Efecto Pigmalión. Eleva la creencia en los demás para ayudar a elevar la tuya propia
4. El ejercicio de la pantalla mental. Crea condiciones para tu propia sanación
5. Visualizar a los adultos como niños.Envuélvete en compasión.
Aquella oportunidad de cambiar mi visión
El ejercicio
EPILOGO
A mi familia… parte de ella lejos, más allá de los océanos, y tan cerca en el corazón.
Gracias…
A Alejandra por su incondicional apoyo.
A Kiara y Melisa por hacerme replantear a través de su curiosidad.
A Libertad por iluminar siempre.
A Patricio, Alicia y el resto de los colaboradores por trabajar en una edición impecable.
A todos los maestros (personas, experiencias, circunstancias) por enriquecer mi camino.
A usted, que tiene este libro entre sus manos porque se atrevió al desafío que propone.
Luis A. Regueira
En la afamada película Matrix, el Sr. Anderson (Keanu Reeves) era un programador informático, conocido en el mundo hacker como Neo, quien en cierto punto comenzó a intuir la existencia de algunas anomalías o fallas en el sistema, una especie de “algo más” inexplicable para él hasta ese momento.
Luego, recibiría señales inequívocas, que efectivamente “algo más” sucedía, pues comenzó a recibir mensajes desconcertantes en su computadora: “Matrix te posee”.
En el afán de encontrar las respuestas a tamaña incertidumbre, Neo fue conducido hasta Morfeo (líder de la resistencia), quien lo recibió y le dijo:
—“Te explicaré porque estás aquí, estas porque sabes algo, aunque lo que sabes no lo puedes explicar, pero lo percibes, ha sido así durante toda tu vida, algo no funciona en el mundo, no sabes lo que es pero ahí está, como una astilla clavada en tu mente y te está enloqueciendo, esa sensación te ha traído hasta mí, sabes de lo que te estoy hablando?”
Neo, desconcertado, le respondió: –“de matrix”.
Morfeo agregó: – “Te gustaría saber realmente lo que es?, Matrix nos rodea, esta por todas partes, incluso ahora en esta misma habitación, puedes verla si miras por la ventana, o al encender la televisión, puedes sentirla cuando vas a trabajar, cuando vas a la iglesia, cuando pagas tus impuestos, es el mundo que ha sido puesto ante los ojos para ocultarte la verdad”.
Neo, dubitativo, preguntó: –“qué verdad?”
Morfeo, hizo un breve silencio, se inclinó hacia adelante en su asiento para acercarse y le respondió: – “que eres un esclavo Neo, igual que los demás naciste en cautiverio, naciste en una prisión que no puedes ni saborear, ni oler ni tocar, una prisión para tu mente…”
Hizo un breve silencio, se inclinó hacia el respaldo de su asiento, y continuó diciendo: –“por desgracia no se puede explicar lo que es Matrix, hasta verla con tus propios ojos.”
Luego de algunos segundos, abrió lentamente un pastillero, se volvió a inclinar hacia adelante, en dirección a Neo, y agregó: –“Esta es tu última oportunidad, después ya no podrás echarte a atrás, si tomas la pastilla azul, fin de la historia, despertaras en tu cama y creerás lo que quieras creerte, si tomas la roja, te quedaras en el país de las maravillas y yo te enseñare hasta donde llega la madriguera de conejos”.
Y finalmente advirtió: –“Recuerda que lo único que te ofrezco es la verdad, nada más…”
Pero ¿qué es la verdad?, en todo caso, ¿a qué verdad se refiere? ¿la verdad según Neo o según Morfeo?, o ¿quizás de alguien o algo más?, por ahora dejamos estas preguntas sin responder, porque ya volveremos más adelante sobre este análisis, donde también analizaremos el significado y los efectos de lo que llamamos verdad, con mucho más detenimiento.
El filósofo David Chalmers, profesor de la Universidad Nacional de Australia, una de las figuras más destacadas de la filosofía de la mente en la actualidad, publicó un artículo llamado “The Matrix as metaphysics” (La Matrix como metafísica), en el cual señala que, la Matrix presenta una versión de una vieja fábula filosófica: el cerebro en una cubeta.
Esta fábula filosófica consiste en que, un cerebro separado de su cuerpo está flotando en una cubeta en el laboratorio de un científico. El científico ha dispuesto de antemano que el cerebro pueda ser estimulado con la misma clase de estímulos que recibe un cerebro normal en un cuerpo humano.
Para hacer esto, el cerebro es conectado a una gigantesca simulación computarizada de un mundo. La simulación determina qué estímulos recibe el cerebro. Cuando el cerebro produce respuestas, éstas se retroalimentan dentro de la simulación.
El estado interno del cerebro es exactamente igual como el de un cerebro normal, a pesar de que le falta un cuerpo. Desde el punto de vista del cerebro, las cosas son iguales a como nos aparecen a usted y a mí.
Al parecer, el cerebro está siendo sujeto a un engaño masivo.
Tiene toda clase de creencias falsas sobre el mundo. Cree que tiene un cuerpo, pero no tiene ninguno. Cree que está caminando bajo la luz del sol, pero realmente está dentro de un laboratorio oscuro. Cree que está en un lugar, cuando de hecho puede estar en cualquier otro sitio completamente diferente. Quizás cree que está en Tucson, cuando realmente está en Australia, o incluso en el espacio exterior.
La situación de Neo al comienzo de Matrix es parecida a esto. Él piensa que vive en una ciudad, piensa que tiene cabello, piensa que es 1999, y piensa que en la calle hay un sol radiante.
Pero, en realidad, está flotando en el espacio, se encuentra calvo, es alrededor del año 2199, y el mundo ha sido oscurecido por la guerra.
Hay algunas pequeñas diferencias del panorama de la cubeta mencionado anteriormente: el cerebro de Neo está ubicado en un cuerpo, y la simulación computarizada está controlada por las máquinas en vez de un científico. Pero los detalles esenciales son en su mayoría los mismos. En efecto, (dice Chalmers) Neo es un cerebro en una cubeta.
Podemos imaginar que una matrix simula la física entera de un mundo, conservando hasta la última partícula a través del espacio–tiempo. Un ser “encubetado” podrá estar asociado con un cuerpo simulado particular. Se dispone una conexión de tal modo que cada vez que este cuerpo recibe estímulos sensoriales dentro de la simulación, el sistema cognitivo encubetado recibirá estímulos sensoriales del mismo tipo.
Así, cuando el sistema cognitivo encubetado produce respuestas motoras, las respuestas correspondientes serán aplicadas a los órganos motores del cuerpo simulado.
Cuando se plantea la posibilidad de una matrix, inmediatamente surge una pregunta: ¿cómo sé que no estoy en una matrix? Después de todo, podría haber un cerebro en una cubeta estructurado exactamente como mi cerebro, conectado a una matrix, con experiencias indistinguibles de las que estoy teniendo ahora.
Desde el interior, no hay ninguna manera de decir con seguridad que no estoy en la situación del cerebro en una cubeta. Parece, entonces, que no hay manera de saber con seguridad que no estoy en una matrix.
Nick Bostrom, filósofo sueco de la Universidad de Oxford, en un trabajo propio, llamado: “Are you living in a computer simulation?” (¿Estás viviendo en una simulación de computadora?), ha sugerido que, es admisible que en la historia del universo, la tecnología se desarrollará de tal modo que se puedan crear simulaciones computarizadas de mundos enteros. Podría haber un vasto número de tales simulaciones, comparadas sólo con un único mundo real.
El 17/08/2019 el periódico The New York Times, publicó un artículo de Preston Greene, profesor de Filosofía en la Universidad Tecnológica de Nanyang (Singapur), bajo el título: “¿Estamos viviendo en una simulación de computadora? mejor no descubrirlo”.
Señala que, desde la década de 1990, investigadores de las ciencias naturales y sociales han empleado simulaciones de computadora para intentar responder preguntas acerca del mundo: cuáles son las causas de la guerra; qué sistemas políticos son los más estables; de qué manera afectará el cambio climático a la migración global. La calidad de estas simulaciones es variable debido a que está limitada por la capacidad de las computadoras modernas para imitar la enorme complejidad de nuestro mundo… y dicha capacidad no es muy buena.
Y agrega, pero ¿qué tal si un día las computadoras se volvieran tan potentes y estas simulaciones tan sofisticadas que cada “persona” simulada en el código de la computadora fuera un individuo tan complejo como ustedes o como yo, a tal grado que creyera estar realmente vivo? ¿Y qué tal si esto ya ha sucedido?
Luego dice, nuestro mundo sería solo una de muchas simulaciones, quizás parte de un proyecto de investigación creado para estudiar la historia de la civilización. Como ha explicado el físico (y ganador del premio Nobel) George Smoot: “Si eres antropólogo/historiador y quieres entender el ascenso y la caída de las civilizaciones, entonces tienes que realizar muchísimas simulaciones en las que participen millones o miles de millones de personas”.
En 2012, inspirados por el trabajo de Bostrom, físicos de la Universidad de Washington propusieron un experimento empírico de la hipótesis de la simulación. Los detalles son complejos, pero la idea básica es sencilla, algunas de las simulaciones de nuestro cosmos hechas en las computadoras actuales producen anomalías características; por ejemplo, hay fallas reveladoras en el comportamiento de los rayos cósmicos simulados. Los físicos sugirieron que al observar con más atención los rayos cósmicos de nuestro universo, podríamos detectar anomalías comparables, lo cual sería una prueba de que vivimos en una simulación.
En febrero de 2014 el Dr. Smoot dio una charla TEDx organizada por la Universidad de Salford (Manchester, Inglaterra), titulada: “Ustedes son una simulación y la física puede probarlo”, (“You are a Simulation & Physics Can Prove It”); publicada en youtube con cerca de tres y medio de millones de visitas.
Si a esta altura de la lectura, y luego de analizar brevemente la teoría de la simulación, en la que todo tu mundo y el mío se encontrarían simulados, te sientes ligeramente extraño o experimentas una cierta sensación de incomodidad con lo expuesto, por ser quizás absurdo, inimaginable, imposible, ridículo, si este es el caso, te pido que te detengas y que reflexiones sobre lo siguiente.
Imagínate por un momento volver sobre nuestro camino evolutivo, digamos unos 500 años, directo al siglo XV e intentar explicarle al hombre de entonces, que usaba carabelas para navegar y que le llevó meses unir el continente europeo con el americano, que un aparato lo haría en tan sólo algunas horas, y que además, lo haría por el aire, multiplicando varias veces la cantidad de personas, equipaje y carga, y que a bordo habría un servicio de catering, todo en un estado de seguridad, confort y puntualidad sin igual.
Al escuchar todo esto, ¿Podes recrear en tu imaginación las expresiones de ese hombre del Siglo XV?
Desde ya que el ejemplo dado en el área del transporte aeronáutico, se puede extender a cualquier otra, como las telecomunicaciones, informática, ciber–espacio, bioingeniería, física cuántica, estación espacial, satélites, drones, y un gran etc.
Una vez más, pongámonos por un instante en los zapatos de ese hombre del siglo XV o XVI e imaginemos su respuesta, tras explicarle que con un aparatito del tamaño de la palma de la mano, con pantalla digital nos permite comunicarnos con audio y video perfectamente bien a cualquier parte del mundo, entre sientas de otras funciones, ¿cuál sería su rostro?, ¿cuál sería su expresión y sus comentarios?, ¿cuál sería su lenguaje corporal?, seguramente no habría ni siquiera posibilidad de que nos entendiera, por más didáctica y clara que fuera la explicación dada, quizás sería una blasfemia o una herejía imperdonable.
Si no, preguntémosle a Nicolas Copérnico, como le fue en atreverse a desafiar a la Santa Inquisición de la Iglesia, con su idea del cosmos (teoría heliocéntrica) en contra de la que imperaba en el siglo XVI (teoría geocéntrica).
Y le siguió cien años más tarde, Galileo Galilei, quien corrió con la misma suerte que su predecesor, después de un largo y penoso juicio, en 1633, se postraba de rodillas ante los jueces del Santo Oficio.
Volviendo a nuestros días, hoy, con los avances en la inteligencia artificial, que implica procesos de funcionamiento mental basándose en el desarrollo de algoritmos para controlar diferentes cosas, en las que las máquinas pueden aprender de la experiencia y tomar decisiones propias (ya no nos sorprende hablarle a los asistentes virtuales, Siri o Alexa), así como el rutilante ritmo de crecimiento de la robótica y cibernética, la geolocalización, el uso expansivo del block chain (utilizados en muchos campos más allá de las criptomonedas), la nanotecnología, el genoma humano descifrado, la internet de las cosas, y un gran etcétera, y ahora te pregunto, después de todos los avances científicos y tecnológicos de la humanidad, en los que ha logrado duplicar el conocimiento de manera abrupta, explosiva y vertiginosa (en 1901 se duplicaba el conocimiento cada 98 años, pero en 2020 se duplica aproximadamente cada mes), ¿te resulta tan alejada la posibilidad de que existan mundos simulados mediante el uso de tecnología de avanzada?
Pero como bien dijo William James (padre de la Psicología Americana): “Por regla general, no creemos en los hechos y teorías para los que no estamos preparados”.
Por lo pronto, si seguís con cierta sensación de llamativa extrañeza y hasta quizás, incomodidad con lo expuesto sobre la teoría de la simulación (tu mundo y el mío simulado), puede significar que estemos en el buen camino.
Hasta aquí, sería interesante preguntarte, si tienes un mero grado de curiosidad en lo que propone este libro a modo de obtener cierta satisfacción intelectual o quizás estés comprometido con redescubrir la profundidad y amplitud de tu mente que hace que hoy vivas esta realidad en la que estas inmerso.
Tal como le preguntó Morfeo a Neo en Matrix, ahora yo te pregunto a ti, que color de píldora vas a elegir, quiero decir ¿qué opción vas a tomar? ¿azul o roja…?
Me agradaría de verdad saber tu opción y tus comentarios en:
lamenteajuicio@yahoo.
Seguramente ya lo percibiste.
Si no fue así, te invito a que agudices tu nivel de intuición, tu instinto, tu presentimiento, una pequeña ayuda, permíteme preguntarte, ¿Cómo llegó este libro a tus manos…?
Hay algo que atrae tu atención, o fue “casualidad”, pregúntate que es o que fue eso que hizo que estés leyendo ahora mismo esta página.
Si elegiste la píldora de color azul (en los términos de Matrix), puede que sea un libro llevadero, algo interesante y hasta entretenido, en algunas semanas más por delante, será parte de las tantas cosas que has leído antes y que se encuentran en algún rincón de la memoria, pasando a ser un concepto difuso y alejado, casi perdido en el tiempo.
Sin embargo, si te decidiste por la opción roja, encontrarás simple la respuesta: el real propósito es… desafiarte.
Así es, te confieso abiertamente que hay una clara finalidad de desafiarte, provocarte, incitar tu capacidad de salir de donde estés ahora (en términos de tu espacio interior), de ampliar, de expandir tus límites, cualesquiera sean éstos.
La opción (azul o roja), es muchísimo más que un simple juego de palabras o una manera de atraer al lector con giros Hollywoodenses, en realidad implica una elección de apertura sin prejuzgar, un dejarme llevar, un aceptar lo que el camino me vaya ofreciendo, y que los paisajes, las personas y las circunstancias me vayan sorprendiendo…
Y así, sin prejuzgar, con flexibilidad y apertura, estoy dispuesto a recorrer una ruta diferente, quizás nueva y desconocida que por momentos me ofrece cierta incomodidad e inquietud, en aras a que percibas algo más desde lo más profundo sin limitación alguna.
Así como un músculo del cuerpo crece a partir del desafío del entrenamiento, el intelecto se desarrolla a partir del desafío de la atención y el esfuerzo, las habilidades motoras mejoran a partir del desafío de la práctica y la repetición, así crecer y ser mejores personas, y hasta diría, seres humanos extraordinarios, se va a generar a partir del desafío del cambio de las cosas disfuncionales en nuestra vida, cualesquiera sean éstas, ¿no pretenderás lograr cosas diferentes haciendo lo mismo de siempre, verdad?
Un desafío, eso es este libro.
La intención desde un inicio es quebrar la barrera de un libro de autoayuda o de crecimiento personal, para ir más allá y causarte cierta provocación a través de una visión disruptiva.
Entiendo por una visión disruptiva, a aquella que expresa ideas, conceptos que produzcan una interrupción abrupta en la manera en que venís observando el mundo, tu realidad y tu vida.
Es cortar, fracturar una línea ya conocida en vos, de cierta monotonía en el pensamiento y en las sensaciones internas que hicieron que estés parado en el lugar en que estas parado hoy (el modo piloto automático), replanteándote profundamente otros caminos, más grandes, más elevados, más acorde con lo que mereces.
Es más, te diría que es muy posible, que mientras vayas leyendo este libro, te vayas replanteando y hasta modificando algunos aspectos de tu vida hoy (temas laborales, bienestar económico, de relación de pareja, metas, etc.). Esa es la idea.
Pero ¿cómo lograr esto?
La comunicación proveniente de este libro apunta a efectivos y profundos metamensajes, es decir mensajes dentro de otros, porque tienen la intención clara y directa de dirigirse a tu subconsciente, que es el espacio donde se encuentra tu programación de vida, y donde se pueden generar los verdaderos cambios que tanto te agradarían experimentar en una vida ilimitada, más elevada, mucho más cercana a tus sueños, a tus grandes anhelos.
Además, esta obra contiene (3x1), tres libros en uno.
Las tres partes esenciales que contiene este libro, en realidad son tres libros en sí mismos, cada parte se encuentra comprimida y filtrada sólo con lo esencial (evitando explicaciones innecesarias o sobreabundantes), con la sabiduría del conocimiento aplicado de innumerables autores, y la experiencia personal de haber atendido y aconsejado a cientos de personas, durante casi tres décadas de ejercicio de la profesión de abogado, todo ello para que sea captado a un nivel profundo de tu ser interior.
La primera parte del libro es “el juicio”, vas a estar sumergido en un caso basado en hechos reales.
Se han cambiado los nombres de los personajes, lugares, y fechas, para preservar los derechos de las personas involucradas, y se han utilizado expresiones comunes, sin ahondar en lenguaje forense o técnico para lograr una mayor comprensión del lector.
En este caso se producirán una serie de batallas judiciales, mediante un debate extraordinario e inusual en los estrados de un Tribunal en un proceso judicial, llevado adelante por “Juana Sehumano”, que como cualquier hija de buen vecino, se presenta y exige se haga justicia por considerarse víctima de un cúmulo de daños producto de frustraciones, dolores y sufrimientos padecidos en su vida, contra quien ella consideraba el autor intelectual, el perpetrador silencioso, el delincuente en sombras causante de todos sus males…
El acusado, es una verdadera incógnita, que puede presentar varios interrogantes, que se podrán ir develando, pero para hacerlo habrá que transitar un camino sinuoso y resbaladizo.
Pero el acusado, como cualquier persona de carne y hueso, le asiste la garantía de defensa en juicio, claro, pero que pasaría si en él se ve reflejado algo más, algo que es universal, que es coincidente con parte de cada uno de nosotros.
Este será un gran desafío para develarlo y entenderlo.
La segunda parte, “las revelaciones”, proceden a modo de las conclusiones extraídas del juicio, y nos permite conocer con claridad las claves esenciales de nuestra vida, algunas con “prensa”, es decir conocidas, otras no tanto, pero todas ellas no sólo te darán el sentido y ubicación de donde estas ubicado en la vida, sino también por qué estás allí, justo ahí y no en otro lugar.
Finalmente, la tercera parte, “recursos y técnicas para transformar tu vida”, es el complemento final, imprescindible y necesario para que, luego de haber entendido donde estás parado, y por qué estás allí (una especie de auto–geolocalizador), utilices los recursos brindados para trasladarte a donde quieras ir en tu vida (son los tickets disponibles).
Por eso, entiendo que aquí hay un verdadero “desafío”, y por eso también entiendo que, de acuerdo a tu forma de ver las cosas, y a tu visión del mundo, este libro te puede desagradar o te puede encantar.
¡En buena hora si aceptas el desafío!
El caso judicial que pasara ante tus ojos, a partir de las próximas páginas, está basado en hechos reales.
La fuente de donde proviene este caso, no ha sido ningún artículo periodístico, extracto de internet, ni nadie me lo ha relatado, en realidad lo he vivido en primera persona, simplemente ha sido parte de mi propia vivencia personal como abogado, en el ejercicio profesional de mi carrera, que he llevado adelante durante casi tres décadas.
Para salvaguardar el derecho de las personas involucradas en el caso, se han modificado los nombres y demás datos personales de los mismos, así como fechas y lugares. También, en el relato del juicio se han utilizado dichos, expresiones y conceptos simples, evitando el lenguaje forense o técnico para facilitar la comprensión del lector. Finalmente se omitieron detalles de aspectos formales o protocolares del trámite judicial, que resultan innecesarios citarlos.
“Hay dos decisiones importantes en la vida: aceptar las condiciones actuales o aceptar la responsabilidad de cambiarlas”
Dr. Denis Waitley.
Se quitó las gafas, y las arrojó ligeramente sobre el expediente abierto de par en par sobre su escritorio, se levanto de la butaca y se acercó a una de las ventanas de su despacho.
Miro hacia la calle con la mirada perdida sin ver nada en particular, no podía creer que a sólo diez meses de jubilarse como magistrado, debía conocer en ese caso casi ridículamente extraño, tan inusual, era preocupante para él, algo raro a esta altura de su carrera, donde casi no había cosa alguna del cielo para abajo que ya lo inquietara.
Pero este caso era diferente.
Se sentía incómodo interiormente, una intranquilidad que venía de algún lado, una especie de presentimiento inquietante.
Claro que influía el desafío de ser aquél caso, el primero en la historia judicial del país e incluso sin antecedentes en el mundo, de llevarse adelante la novísima y flamante doctrina “radix arboris poisoned”, conocida como la doctrina de la raíz del árbol envenenado.
Esta doctrina judicial aceptada, se refería a la influencia o el poder de una persona sobre otra para determinar o alterar la forma de pensar, de actuar y hasta de sentir, trayendo como consecuencia graves perjuicios en la vida de la persona influenciada.
El magistrado estaba algo turbado por la “moda” de estas nuevas teorías, no creía nada en las mismas, de hecho se había declarado incompetente para resolver la cuestión, pero la corte superior resolvió lo contrario, por lo que no tuvo alternativa más que llevar el caso adelante en su Juzgado.
Tocaron la puerta, el secretario ingresó veloz al despacho y afirmo que ya estaban presentes, y le pregunto si los hacía pasar, el Juez Juan Verum, le dijo: –bien, que pasen.
Cinco minutos después, sentado nuevamente en su butaca, y ya hechos los saludos formales, miró fijamente a los abogados de las partes, sentados del otro lado del escritorio, y seriamente con un dejo de molestia, les dijo:
–Son muchos años al frente de este Juzgado, ya deben saber que me produce malestar estomacal los planteos “raros” o “extraños”, veo demasiada prueba que vamos a ordenar y simplificar, pero antes, antes de eso… (miro muy fijo a ambos abogados) –quiero que me prometan algo (hizo un silencio de unos segundos) y les dijo: –hay mucha prensa y bastante revuelo con este caso, les pido seriedad en su conducta profesional en este Juzgado, no quisiera que se transforme en un circo.
Los abogados no dudaron en asentir, aunque el tiempo diría hasta que punto ganar el caso era lo único que importaba, incluso si para hacerlo era necesario llevar el mismísimo “cirque du Soleil” al Juzgado.
La sala de audiencias del Juzgado estaba ocupada en todas sus butacas por asistentes registrados, la prensa, y por su lado, las partes y sus abogados estaban ubicadas de manera enfrentadas una a la otra a cada lado de la sala, el personal policial a la vista y la entrada del Juez junto a dos secretarios no se hizo esperar.
El Juez Verum, se sentó rápidamente en el estrado, tomó el micrófono, levantó la vista, y con voz resuelta dijo: –Buen día. Para dar inicio a las actuaciones, le voy a ceder primero la palabra al abogado de la parte demandante para que exponga sobre la acusación promovida. Sr. Abogado, proceda por favor– miro seriamente al abogado, sabiendo que daba inicio a la movida de la primera ficha de un gran juego llamado proceso judicial.
El abogado de la demandante, un millennial de unos 25 ó 26 años de edad, vestido con un traje marrón café, que aunque impecable, era un estilo añejo, diría “vintage”, que hubiera sido más adecuado lucirlo en la década de los cincuentas o sesentas. Alejó su smartphone de su vista, se ajustó el botón del medio del saco, se inclinó hacia delante de su butaca, tomó el micrófono, no sin antes carraspear su garganta, y dijo:
—Gracias, Sr. Juez. Voy a exponer brevemente las razones de hecho y de derecho que nos trajo hasta aquí. Mi clienta, aquí presente, la Sra. Juana Sehumano, es una mujer de 39 años, una buena mujer, una ciudadana honesta y una vecina solidaria, sin embargo, su vida ha sido un verdadero calvario, por momentos una pesadilla, una serie de hechos que la han hecho sufrir y padecer, así es, luego de un parto complicado, nació prematuramente, luego la madre la abandonó a la entrada de una iglesia, fue dada en adopción a partir del año y medio de vida. Pero este padre adoptivo prácticamente estuvo ausente durante sus primeros años, y dejó librado ese cuidado tan especial en la primera infancia a una niñera. A los tres años de edad, se le descubrió una anomalía cardiaca, una arritmia cardiaca, a partir de allí nunca dejó de ingerir medicación coronaria. A los cinco años de edad, tuvo un accidente en la cocina del hogar, derramo sobre si misma agua hirviendo de una olla de cocina, producto de lo cual sufrió quemaduras de segundo grado en el brazo derecho, parte del cuello y el lado derecho del cuerpo, debió someterse a extenso tratamiento médico por varios meses y hoy su cuerpo se encuentra con varias cicatrices de quemaduras. A los siete años de edad, sufrió un accidente de tránsito a la salida de la escuela, (tras esperar que la pasen a buscar, cruzo sola la calle y fue arrollada por el autobus escolar que estaba haciendo maniobras para estacionar), tuvo fracturas y escoriaciones múltiples, estuvo internada varias semanas, y luego tuvo que seguir haciendo reposo, enyesada en su casa, y no pudo concurrir a clases, por lo que perdió el primer año de la escuela. A partir de los ocho años de edad, comenzó a tener deficiencias auditivas transitorias, nunca tuvo un tratamiento médico, hasta que se le presentó una hipoacusia definitiva, por la que tuvo que dejar la escuela y a sus compañeros para acudir a un colegio de sordos e hipoacúsicos. Hoy mi clienta tiene una pérdida del 72% de su capacidad auditiva, y si no fuera por los audífonos que utiliza, prácticamente no escucharía casi nada.
A esta altura del relato, las personas presentes en la sala de audiencias que no habían tenido conocimiento previo de la vida de la demandante, empezaron a mirarla con una mirada diferente, una mirada penosa, no era común escuchar tanto infortunio en la vida infantil de alguien. La lástima flotaba en el aire al son del relato del letrado, que por cierto, buscaba justamente ese efecto. El abogado prosiguió:
—Si la infancia de Juana, fue gris, su adolescencia no fue la excepción, Sr. Juez. Entre los 12 y 13 años de edad, se le diagnosticó trastorno por déficit de atención e hiperactividad, que la complicaría con problemas de conducta en la escuela secundaria. Fue expulsada de dos instituciones, y nunca pudo concluir sus estudios secundarios. En esta parte del relato, dejo sentado que he sido autorizado por mi clienta para expresar lo que voy a manifestar seguidamente– hizo un silencio de unos 10 segundos, para ganar cierto de ala de misterio y continuó:
—A los 15 años recién cumplidos, fue sorprendida por alguien que entró a su casa y fue abusada sexualmente por un hombre al que nunca se pudo identificar. La causa fue cerrada y archivada luego que la investigación no arribara a ningún resultado positivo. Lamentablemente luego de aquella violación, quedó embarazada… pero perdió el bebe a la semana 21 de embarazo. Juana fue asistida por intento de suicidio, hasta que finalmente se fue de la casa en la que se crio tan pronto cumplió la mayoría de edad, sobrevivió un tiempo con el dinero de la pensión por discapacidad auditiva, y luego, consiguió empleo como niñera, y después como mesera en un restaurante, y ahora, empleada de un supermercado. Hoy sufre de síndrome de ansiedad generalizada y trastorno depresivo persistente, con internaciones hospitalarias varias. Hasta aquí, les he hablado de mi clienta y sus padecimientos. Ahora les voy a relatar quien es el causante de todo ese daño, y la relación existente entre los perjuicios sufridos y quien lo provoco– el abogado tomó un breve sorbo de agua, y se sintió a gusto con el silencio de la sala de audiencias, como si fuera la sala de un cine con las localidades agotadas proyectando un film atrapante.
Continuó: –La perversa, consistente en el tiempo y profunda influencia del demandado, el Sr. De Lamente, sobre quien fuera su hija adoptiva, la demandante, es la explicación por la cual ésta última sufrió tantos padecimientos en su vida. Quedará probado que el demandado fue el único causante de tanto sufrimiento y dolor, y que es el único responsable de los daños y perjuicios ocasionados. Para ello, vamos a apoyarnos en la doctrina de la Corte Suprema sobre la doctrina de la raíz del árbol envenenado, en cuanto a que la psiquis de mi clienta fue sometida sistemáticamente, durante los años de su infancia y parte de su adolescencia, a una programación subconsciente destructora, demoledora y ruinosa para la salud psicofísica sana de su hija, provocándole secuelas, consecuencias nefastas en su vida, muy lejos de la conducta asumida por un buen padre de familia, atento, afectuoso, amoroso y contenedor, mi clienta recibió ataques constantes a través de mensajes violentos, crueles, atroces e inhumanos. En suma, concluimos que en gran medida las enfermedades, trastornos, síndromes, accidentes, infelicidades y desdichas acumulados en la vida de la demandante ha sido causada por este señor, el demandado, quien debe hoy pagar por ello y hacerse justicia– Hizo un abreviado silencio, y agregó: –Por eso, hoy venimos a reclamar una indemnización por los daños y perjuicios sufridos por mi clienta, en la suma justa que este Tribunal considere a su saber y entender, y que llegado el caso, el demandado sea detenido y Juzgado en un Tribunal penal por los posibles delitos que cometiera. Eso es todo, Sr. Juez–
El Juez Verum, aprecio en su interior que la presentación se haya ajustado a lo hablado en su despacho, 10 ó 15 minutos de extensión.
Luego, paso la palabra a la abogada de la parte demandada, que esperaba concentrada su turno de exponer. Destacaba en un elegante traje azul marino, cabello largo recogido, y los tacos altos de sus zapatos negros sostenían sus 48 años de edad con soltura y cierta agilidad. Ella, era la especialista en este tipo de casos de un buffet de muchos abogados, y su imagen hacía honor a su reputación profesional de mujer “combativa”, nunca dejaba pasar ninguna ocasión para posicionarse ante quien sea y como sea. Su voz resuelta y firme se escucho en la sala de audiencias.
–Gracias Su Señoría. Hoy venimos a presentarnos porque hemos sido citados por este Juzgado, mi cliente, el Sr. Adolfo De Lamente, ha sido insólitamente demandado, por su hija adoptiva. Y decimos que es insólita esta demanda porque luego de escuchar la presentación de los hechos, los mismos se asimilan a una novela mediocre, llena de dramatismo y plagada de accidentes y enfermedades, que lamentamos, pero en nada tienen que ver estos hechos fortuitos con cualquier responsabilidad de mi cliente, que desde ya negamos enfáticamente. Estamos en estado de total sorpresa, diría de perplejidad, es que fue mi cliente quien adoptó a Juana hace unos 37 años y medio, cuando era tan solo un bebe, la cuidó, la crio, la educó, y se hizo cargo de ella hasta que un día, al cumplir la mayoría de edad, Juana decidió alejarse definitivamente de su hogar, marchándose sin siquiera avisar a que lugar y por qué. Inútiles fueron los intentos de su padre para que regrese. Probaremos que más que un buen padre de familia, cumplió un rol de madre–padre, que fue afectuoso, dedicado y que le proveyó a su hija de todo lo necesario e indispensable para que sea alguien feliz, sana y educada. Hemos acompañado documentación que será exhibida, y los testigos varios que relataran la buena persona y excelente padre que fue mi cliente en todos esos años. Finalmente en relación a la mencionada doctrina de la raíz del árbol envenenado, en la que se basa la demanda, en cuanto a que la psiquis de la demandante fue “abducida” por la influencia sistemática de mi cliente, causándole a su hija una vida “miserable” con secuelas psicofísicas graves, no es aplicable al caso y si lo fuera, tachamos la misma de inconstitucional, por ser contraria a garantías constitucionales del debido proceso, defensa en juicio y el respeto de la dignidad humana y la garantía efectiva y real de los valores superiores de igualdad, libertad y defensa en juicio– Al igual que su colega de la contraparte, tomó un ligero sorbo de agua y apenas apoyo el vaso en el escritorio, prosiguió:
–Su Señoría, quiero ser clara, y precisa, rechazamos y negamos categóricamente que mi cliente haya sometido durante la infancia y parte de la adolescencia a la demandante, no creemos en ninguna programación subconsciente ruinosa para su salud, provocándole secuelas o consecuencias negativas en su vida, creemos que todo el relato de enfermedades y accidentes sufridos, son hechos fortuitos o de responsabilidad de la demandante. Finalmente, quiero destacar que mi cliente ha sido asesorado, en cuanto a que a partir de la presente denuncia judicial hecha por su hija, goza del derecho de desheredar a la demandante, pero por el momento no ha considerado efectuarlo. Para terminar, expreso que mi cliente se encuentra muy dolido emocionalmente por esta demanda sin sentido e injustificada que se le acusa, y espera que se aclare esta situación y quede demostrado que gran parte de su vida, fue dedicada con amor a su hija. Por ello, pido a Su Señoría se sirva hacer justicia–
En la sala de audiencias estaba desplegada en un costado visible desde el estrado y desde los escritorios de las partes, una pantalla de unas 150 pulgadas apoyada con un trípode y un proyector ubicado en un escritorio improvisado.
El Juez le dijo a su secretario que verificara si se encontraba todo listo, luego de un momento, en el que se chequeo que la pantalla fuera perfectamente visible a las partes, el Dr. Oscar Luendo, perito médico especialista en pediatría del Juzgado tomó el micrófono, se presentó y expresó en que consistiría el informe pericial.
Luego de más o menos una hora de exposición sobre historias clínicas y estudios médicos de Juana, llegaron las preguntas de los abogados de las partes.
El abogado de Juana, dijo: –Doctor, usted ha tenido acceso a toda la información médica de mi clienta, y la ha revisado personalmente, dígame que periodo de la vida de Juana, fue en la que sufrió enfermedades y accidentes.
–Definitivamente en su infancia, y en su primera adolescencia, digamos entre los 3 años de vida, en la que se le diagnosticó un cuadro de arritmia cardiaca, y hasta los 15 años de edad, en los que luego de un abuso sexual, sufrió un aborto–
–De acuerdo a los informes, mi clienta sufrió en el término de pocos años, varios y severos accidentes, enfermedades y ataques violentos, muy por encima del promedio de otros casos, le pregunto doctor, de acuerdo a su experiencia médica, es normal que una niña al cuidado de un mayor, se encuentre tan expuesta y tan vulnerable casi al borde de la muerte–
La abogada del demandado se hizo escuchar, y dijo: –Sr. Juez, objeto la pregunta, es conjetural sin bases científicas–
El Juez, respondió: –Abogado, rehaga la pregunta o desista de la misma, por favor–
–Desde luego la rehago– contestó el abogado, y aclaro: –De acuerdo a los accidentes, enfermedades y ataques violentos que padeció la demandante en los años de su infancia y adolescencia, y de acuerdo a su ciencia y conciencia ¿cree que mi clienta estuvo en riesgo real de perder su vida?
–Sin lugar a dudas lo estuvo, y en más de una ocasión.
–Una última pregunta de mi parte, usted ha verificado todos los antecedentes médicos de mi clienta, y como en todos ella era menor de edad, debía constar un adulto responsable, que se hiciera cargo de ella, dígame, ¿Qué adulto aparece como responsable? ¿Y con que frecuencia?–
–En las historias clínicas y demás antecedentes que estuvieron a mi disposición, intervino el demandado como padre de la menor, aunque no en todas las ocasiones– hizo un alto y luego que parecía haber concluido, agregó: –En el informe médico de policía, en ocasión de constatar lesiones con motivo del abuso sexual sufrido, estuvo presente una persona que se identificó como el tío de la víctima–
–En esa causa penal de abuso– dijo el abogado: ¿qué lesiones sufrió mi clienta y que adulto responsable estuvo presente acompañándola?
–Impugno la pregunto, Su Señoría– exclamo la letrada del demandado. –Es inconexo. No veo que finalidad tiene indagar temas de una causa penal que no se conectan con el objeto de este juicio–
–Sr. Juez– se apuro en aclarar el abogado demandante. –las situaciones de gravedad vividas son la base para determinar la responsabilidad del acusado, como responsable a cargo, y este hecho, es una de las experiencias de gravedad extrema que le toco sobrellevar a mi clienta–
–Conteste la pregunta– afirmo el magistrado mirando al perito médico.
–Las lesiones sufridas fueron varias y de diversa gravedad, primero sufrió un golpe fuerte y por detrás en la cabeza a la altura de la base del cráneo, esto fue al momento del inicio del ataque, que se deduce que fue por atrás de la víctima, para inmovilizar y evitar la resistencia de la misma, a consecuencia de lo cual perdió la estabilidad y cayó inconsciente al piso. Presentaba escoriaciones y hematomas varios, en brazos y piernas. El ojo izquierdo estuvo muy comprometido, con desprendimiento de retina, producto de un golpe muy violento en el pómulo izquierdo en el que presento fractura facial–
El joven abogado de la demandante, demostró que estaba atento, y dijo: –Dr. Luendo, le falta responder, ¿qué adulto responsable estuvo presente acompañándola en las revisaciones médicas y en la causa penal en general?
–Fueron dos revisaciones médicas hechas por el cuerpo de médicos de policía, en ambas fue acompañada por una persona que dijo ser el tío de la víctima, hermano del padre.
El Juez preguntó al abogado si tenía más preguntas dirigidas al perito, y como no había ninguna más pendiente, dio la palabra a la abogada del demandado.
–Sr. Perito, de acuerdo a todas las constancias médicas de la Sra. Juana Sehumano, que estuvieron bajo su análisis, ¿qué conexión existe entre los sucesos médicos vividos por la señora y cualquier acto u omisión generador de tales hechos, causado por el Sr. Adolfo De Lamente?
–No hay ninguna conexión.
–Eso es todo, gracias Dr. Luendo–
Pasaron dos horas de iniciado el segundo día de audiencias, ingresó a la sala de audiencia, a paso tranquilo, caminó a un costado del estrado y tomó asiento. El secretario le pidió los datos para el registro de actas, tomó el micrófono y se presentó:
–Soy el Licenciado Fernando Martin, perito Psicólogo designado por el Tribunal.
El juez, dio inicio a la sesión de preguntas, formulando primero las suyas propias.
–Licenciado, de su informe, bastante extenso, por cierto, se puede leer entre otras cosas que: “del resultado de las entrevistas personales efectuadas con la Sra. Juana Sehumano, unas seis en total, surge una personalidad exacerbadamente introvertida, es decir que se muestra con un fuerte sentido de vulnerabilidad a exponer sus pensamientos y emociones, lo que ha sido reforzado por episodios traumáticos en su vida pasada, que derivaron en un trastorno de ansiedad social (ATS)”, ¿puede brindarnos detalles sobre el particular?–
–Si, claro– respondió resueltamente el perito, acomodándose sus anteojos con leve aumento. –Juana, presenta un perfil psicológico de base claramente con rasgos de introversión marcada y extrema timidez. Es decir que tiende a centrarse mucho más en su mundo interno que en el externo, y presenta graves obstáculos para sociabilizar. Por su lado, los distintos hechos traumáticos que vivenció en su vida, terminaron disparando un trastorno de ansiedad generalizada, acompañado de un cuadro depresivo agudo. Y dentro de ese contexto, se presentó en ella un ATS, más comúnmente llamada fobia social–
El Juez formuló otra pregunta: –¿Puede mencionar si la fobia social que padece la demandante tiene causa directa en los hechos pasados de su vida, y como impacta esta patología en su vida diaria?–
–Los estudios y test psicológicos efectuados en Juana, psicoterapia basada en la evidencia, demuestran que los hechos traumáticos experimentados en su vida pasada, fueron determinantes para el desarrollo de la fobia social. Y la segunda parte de la pregunta, ah si, el impacto de este cuadro en ella, bueno, Juana siente un miedo intenso, a ves al grado de un terror, a someterse a situaciones públicas, donde reciba algún tipo de evaluación (o perciba que la recibe), o juzgamiento, por resultarle muy embarazoso... esto ocurre porque también piensa que esa situación la llevaría indudablemente a sentirse humillada y desvalorizada por los demás, teme fuertemente la “mirada crítica” del otro. Así, debido a estos pensamientos, su ansiedad aumenta de una manera tan significativa, que llega a desarrollar ataques de Pánico–
El Juez, había observado varias veces a Juana antes y durante el juicio, pero esa mañana, luego del relato de los peritos, lo hizo con otros ojos, con otra mirada.
Vio una mujer muy delgada, de estatura mediana, de una imagen avejentada, cabello lacio blanco canoso, algo más largo que los hombros, rostro lavado sin atisbo de “make up”, hombros bajos a igual que su mentón, espalda doblada sin apoyar en el respaldo de la butaca, mirada perdida en algún rincón de la sala, camisa de algodón color crema con flores margaritas pequeñas, pollera larga gris oscura, zapatos negros sin tacos. Una mujer apagada, que no quería estar definitivamente allí…
Trató de imaginar por 2 segundos el padecimiento de quien sufría fobia social, estar embarcado en un juicio oral, en una especie de “vidriera” pública de sentimientos, emociones, intimidades, revelaciones de hechos traumáticos, apreciaciones y discusiones de su vida privada.
El juez, hizo una última pregunta: –Licenciado, tenga a bien hablarnos sobre estos ataques de pánico de la señora, así como la frecuencia en que se presentan y las probables causas–
–La primera sesión psicológica sostenida en mi consultorio con Juana, presentó un abrupto ataque panicoso, que es un episodio de intensa angustia, acompañado de síntomas físicos de naturaleza somática, que de acuerdo a lo que observe en ella, fueron taquicardia, sudoración, temblores, sensación de ahogo, opresión en el pecho, náuseas, mareos, pérdida de control, y miedo a morir, esto último lo repitió en más de una ocasión. Los ataques eran realmente frecuentes, al ritmo de unos 3 ó 4 por semana, aunque luego de estar medicada, bajo la intensidad y la frecuencia. Con respecto a la causa, entiendo que puede haber más de una, aunque los hechos sufrientes intensos y traumáticos vividos en su pasado, fueron muy relevantes y decisivos–
El Juez, considero que era hora de abrir paso a las preguntas que tuvieran que realizar las partes. Y así lo hizo. Empezando primero por la parte demandante.
El abogado de Juana, empezó a preguntar: –Sr. Perito, usted hizo mención que mi clienta al visitarlo en la primera entrevista, tuvo un ataque de pánico en su consultorio, ¿qué fue lo que pudo haber detonado esa situación? y ¿Cuál pudo haber sido el nivel de virulencia de dicho ataque?–
–Bueno, primero, es protocolar informarle al paciente en que consistirán las sesiones, los pasos a seguir, era lo que estaba haciendo, Juana se mostró incómoda pero colaborativa, al preguntarle si podíamos analizar los hechos traumáticos vividos, me pregunto, debo decir con un tono de muchísimo miedo, cuales hechos, así que le respondí, apenas avance en una somera explicación de lo que surgía de las copias de la causa que estaba en mi escritorio, ella tuvo un repentino ataque panicoso, y recuerdo que fue muy virulento, perdió el control, hiperventilaba, presentaba mareos y fuertes temblores tipo escalofríos, la asistimos de inmediato, tuve que recostarla en un sillón, darle agua, le llevó más de 40 minutos reponerse–
–¿Quiere decir que tratar los temas sensibles de su pasado, le activó la producción de un ataque de pánico?
–Sin duda, la voz de miedo y la incomodidad corporal in crescendo en ella, me dicen que se posicionó desde lo interno en un ámbito fóbico, que hizo disparar el ataque de pánico–
–¿Cómo se sintió mi clienta una vez repuesta del ataque de pánico?–
–Como en la gran mayoría de estos casos, se sintió débil y agotada, porque el cuerpo consume una enorme cantidad de energía.
–Usted tuvo 6 entrevistas personales, y también accedió a las historias clínicas y demás antecedentes médicos, ¿podría aseverar que algunas de las patologías que hoy presenta mi clienta vienen desde su infancia o primera adolescencia? y en caso afirmativo, ¿podría responder si debió ser asistida por entonces por un profesional de la salud?–
–No puedo afirmar con certeza que los trastornos de salud mental fueron ocasionados en su infancia o adolescencia, pero tampoco tengo duda alguna que su trastorno de ansiedad generalizada, el cuadro depresivo y fobia social fueron apalancados desde sus años jóvenes. Siendo esto así, como lo entiendo, considero que quien estuvo a cargo de Juana cuando era menor de edad, debió haberse asesorado, y consultar un psicólogo infantil, psicopedagogo o psicólogo para adolescentes–
–Licenciado Martin, de acuerdo a su ciencia y conciencia, usted considera que la infancia y parte de la adolescencia de mi clienta, ¿ha correspondido a una persona sufriente? Y que de haber sido cuidada y contenida por un adulto responsable, ¿ello se hubiera evitado?–
–Objeto la pregunta!– exclamó a viva voz la abogada de la parte acusada, y agregó: –es conjetural y condicionada a eventos hipotéticos que no se condicen con los hechos de la causa. El perito puede brindar explicaciones de aspectos fácticos conectados con la ciencia de la psicología, y no con situaciones ajenas hipotéticas–
El Juez sabía que la abogada tenía razón en la queja planteada, pero la pregunta había despertado su curiosidad, y a esta altura, a meses de retirarse podía tomarse algunas atribuciones. Así que secamente respondió: –Es útil y relevante para el Tribunal conocer la respuesta, no ha lugar a la objeción planteada. Licenciado, por favor responda la pregunta.
–Juana es claramente una persona sufriente, y este sufrimiento es diario en su vida, desde hace muchos años, ha perdido una imagen sana de si misma, se autopercibe débil, sin amor, sola, sin valorarse lo suficiente, sus diálogos internos son negativos, y reflejan en mayor medida la infelicidad en la que su vida transita– hizo un breve silencio y agregó: –Luego de evaluar los estudios hechos, no hay situaciones congénitas o hereditarias que indiquen los cuadros de trastornos de ansiedad, depresión o fobia. Mi experiencia profesional me dice que este cuadro psicológico tan complejo obedece a un síndrome abandónico en la infancia. Aclaro, que el síndrome abandónico no deriva necesariamente de un abandono real –el caso del padre que se va de la casa–, sino de la sensación de falta de amor y cuidado en los primeros años de vida. Y si bien, Juana lo sufrió en la infancia, sus secuelas continúan en la adultez, como un estado crónico de angustia, depresión y ansiedad–
–Eso es todo Licenciado, gracias– dijo satisfecho el abogado de Juana.
–¿Usted puede afirmar con absoluta y total certeza que todo el cuadro psicológico que tiene la demandante proviene de una sola y única causa?– Preguntó con tono recio la abogada del demandado.
–No, no puedo afirmar eso, la psicología no es una ciencia exacta, no sería serio sostener una única causa–