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La protestación de la fe es un auto sacramental de Pedro Calderón de la Barca. La obra (1656) dramatiza la conversión al catolicismo de la reina Cristina de Suecia, quien abjuró el protestantismo en Roma en diciembre de 1655. La protestación de la fe consta de tres etapas clave, que recalcan los tres momentos de la celebración alegórica de una cena universal. La primera etapa se sitúa a nivel exclusivamente alegórico. Enfrenta en Roma a la figura de la Herejía con Sabiduría, quien manda a sus damas (Religión, Fe, Oración y Penitencia) que conviden al banquete universal a los cuatro continentes. La segunda etapa se plasma primero a un nivel histórico, escenificando al personaje de Cristina de Suecia en su corte. La tercera y última etapa de La protestación de la fe sigue mezclando estos dos niveles. Representar la abjuración pública de la reina en Roma como un acto preliminar a la gran cena eucarística, cuya celebración clausura el drama.
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Seitenzahl: 49
Veröffentlichungsjahr: 2013
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Pedro Calderón de la Barca
La protestación de la Fe
Barcelona 2024
Linkgua-ediciones.com
Créditos
Título original: La protestación de la Fe.
© 2024, Red ediciones S.L.
e-mail: [email protected]
Diseño de cubierta: Michel Mallard.
ISBN tapa dura: 978-84-1126-001-5.
ISBN rústica: 978-84-9816-460-2.
ISBN ebook: 978-84-9953-247-9.
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Sumario
Créditos 4
Brevísima presentación 7
La vida 7
Personajes 8
Auto sacramental 9
Libros a la carta 75
Brevísima presentación
La vida
Pedro Calderón de la Barca (Madrid, 1600-Madrid, 1681). España.
Su padre era noble y escribano en el consejo de hacienda del rey. Se educó en el colegio imperial de los jesuitas y más tarde entró en las universidades de Alcalá y Salamanca, aunque no se sabe si llegó a graduarse.
Tuvo una juventud turbulenta. Incluso se le acusa de la muerte de algunos de sus enemigos. En 1621 se negó a ser sacerdote, y poco después, en 1623, empezó a escribir y estrenar obras de teatro. Escribió más de ciento veinte, otra docena larga en colaboración y alrededor de setenta autos sacramentales. Sus primeros estrenos fueron en corrales.
Entre 1635 y 1637, Calderón de la Barca fue nombrado caballero de la Orden de Santiago. Por entonces publicó veinticuatro comedias en dos volúmenes y La vida es sueño (1636), su obra más célebre. En la década siguiente vivió en Cataluña y, entre 1640 y 1642, combatió con las tropas castellanas. Sin embargo, su salud se quebrantó y abandonó la vida militar. Entre 1647 y 1649 la muerte de la reina y después la del príncipe heredero provocaron el cierre de los teatros, por lo que Calderón tuvo que limitarse a escribir autos sacramentales.
Calderón murió mientras trabajaba en una comedia dedicada a la reina María Luisa, mujer de Carlos II el Hechizado. Su hermano José, hombre pendenciero, fue uno de sus editores más fieles.
Personajes
La Herejía
Brazo Seglar
Brazo Eclesiástico
Un Etíope
San Felipe
La Sabiduría
La Religión
La Fe
La Penitencia
La Oración
La Reina Cristina
Soldados
Músicos
Auto sacramental
Suena dentro la música, y sale oyéndola la Herejía vestido de marinero, con un pedazo de remo en la mano.
Músicos Venid, venid a la fiesta
que hace la Iglesia este día,
que ya la Sabiduría
os tiene la mesa puesta.
Herejía ¿Qué cláusulas son suaves 5
las que en ritmos diFerentes
al prado entonan las fuentes,
al aire trinan las aves,
que ya dulces y ya graves
convidan con la alegría 10
de su métrica armonía,
diciendo por la floresta:
Músicos Venid, venid a la fiesta
que hace la Iglesia este día.
Herejía Porque aunque llego a escuchar 15
que es a la fiesta que hace
la Iglesia, no satisface
a mi razón de dudar,
si paso a considerar,
que con la media respuesta 20
se queda el eco, pues resta
saber por qué añadiría...
Músicos Que ya la Sabiduría
os tiene la mesa puesta.
Herejía Dulce misterioso acento, 25
ya que disuenes veloz,
no des al viento la voz,
o dale el sentido al viento.
Sepa, pues, mi pensamiento,
qué fiesta y qué mesa es ésta. 30
Músicos Venid, venid a la fiesta
que hace la Iglesia este día,
que ya la Sabiduría
os tiene la mesa puesta.
Herejía Aun no bien me responde; 35
la voz permite y el misterio esconde.
Pero, ¿qué es lo que veo
de un deseo pasando a otro deseo?
Ya de la vista ha sido
la duda, que antes era del oído. 40
¿Qué fábrica es aquélla
que en los dorados campos del oriente
empina al orbe de zafir la frente,
y altivamente bella,
desde esa cima a la mayor estrella 45
tanto piramidal aguja sube,
que empieza monte y se remata nube,
de la inFerior y superior esFera
los extremos tocando, de manera
que la más perspicaz vista no atiende 50
si desciende del Sol, o al Sol asciende?
Y es verdad, pues a un viso
las señas me parece que diviso
de la nueva Sión, cuyo modelo
vio el águila de Juan bajar del cielo. 55
Díganlo doce puertas,
a doce vientos todas doce abiertas,
cuyas láminas bellas,
no sin luciente emulación de estrellas,
de rubíes adornan sus espacios, 60
crisólitos, diamantes y topacios;
bien como allá, costosamente hermosa,
a ver su Amante descendió la Esposa.
Y a otro viso, que veo me parece
la no nueva Sión, que al mundo ofrece, 65
para vivir sin noche, eterno el día
en los Proverbios la Sabiduría.
O dígalo también, que en sí elevada,
sobre siete colunas fabricada,
es sola una coluna, 70
en quien estriba el orbe de la Luna.
¡Oh tú, ya seas la Sión triunfante,
o ya la militante
Roma, que haces en estos horizontes
siete colunas de tus siete montes!, 75
merezca un peregrino
(que a robar del Ofir la flota vino
desde la oscura Corte
que ven sin rey los piélagos del Norte,
cuya angélica turba, amotinada, 80
ánglica se apellida, sincopada
la voz, conque un sentido,
angélica, o ánglica han tenido);
merezca, pues, un argonauta isleño
(que del mar derrotado 85
a tus sacros umbrales ha llegado),
saber quién es de tu edificio dueño.
Mas, ¡ay! como el empeño
no dudo, y atrevido,
oso decir quien soy, habiendo oído 90
cuán sonoramente pía
dice en su primer propuesta:
Músicos Venid, venid a la fiesta
que hace la Iglesia este día.
Herejía Pero en vano es la duda, 95
pues la ruina del mar mi intento ayuda.
Y así, llegar no temo,
que de pirata me desmiente el remo
bordón, que en estos páramos me ha dado
señas de peregrino y de forzado, 100
sin que descubra la derrota mía,
que soy la Religión de la Herejía,
apóstata primero
de aquel gran Sol de quien nací lucero.
¡Ah de este nuevo templo de la fama! 105
Sabiduría Abrid, abrid las puertas a quien llama,