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Las vacunas contra el coronavirus, afirma Bill Gates, han salvado a la humanidad. En la próxima pandemia, algo que el pensador y activista presenta como un hecho, el proceso de vacunación debe acortarse: a los seis meses de descubierto el brote, toda la población mundial debería ser vacunada. La propuesta de Bill Gates se denomina GERM: Global Epidemic Response and Mobilization (Respuesta y Mobilización Global ante Epidemias). Costaría cerca de mil millones de dólares al año y se trataría de un equipo conformado por unos tres mil especialistas en distintas áreas: medicina e infectología, genética, biología, informática, comunicación, logística, expertos en políticas públicas y expertos en desarrollo de productos. Según Gates el mundo debe prepararse pero ¿la nueva pandemia es de verdad un peligro inminente?
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Seitenzahl: 46
Veröffentlichungsjahr: 2022
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Los pronósticos de Bill Gates
Desde el inicio de la pandemia Covid-19, el nombre de Bill Gates ha estado en primera plana. Es que el gurú del software y la informática, multimillonario gracias a su empresa Miscrosoft, en los últimos años se había volcado a la filantropía, especialmente en lo relacionado con posibles catástrofes climáticas y energías renovables, y también en todo lo relacionado con vacunas y epidemias. Su nombre, sus ideas y sus acciones son ponderados por unos y detestados por otros. Allí donde algunos ven un compromiso genuino con frenar la pandemia, otros ven un negocio. Lo que para muchos fue la única salvación posible –las vacunas– para otros parecía una amenaza, distintas teorías las describieron como un dispositivo de control o incluso de reducción de la población.
Lo cierto es que Gates, en los años anteriores al Covid-19, había hablado sobre los peligros inminentes de que un nuevo virus pudiera atacar a la humanidad y propagarse rápidamente sumiéndonos en una pandemia. Había alertado que no estábamos preparados y que debíamos empezar a hacerlo seriamente. Como explica en su blog: “El mundo no priorizó la salud global hasta que fue demasiado tarde y el resultado ha sido catastrófico. Los países no se prepararon para las pandemias, los países ricos redujeron los fondos para investigación y desarrollo y la mayoría de los gobiernos no fortalecieron sus sistemas de salud”1.
A partir de 2022, Bill Gates redobló la apuesta postulando que el mundo necesita estar preparado para afrontar una eventual pandemia, y debe hacerlo con anticipación, con recursos y de manera coordinada. Afirma que si se siguen los pasos necesarios, la pandemia del Covid-19 podría ser la última pandemia que azote a la humanidad. En su libroHow to prevent the next Pandemic?, Gates da cuenta de los pasos necesarios para lograr que esto suceda.
¿Será realmente posible evitar una nueva pandemia? La propuesta de Bill Gates se denomina GERM:Global Epidemic Response and Mobilization(Respuesta y Mobilización Global ante Epidemias). Costaría cerca de mil millones de dólares al año (pero nos permitiría ahorrar trillones de dólares ante eventuales pandemias). Su análisis de la pandemia de Covid-19, los números que propone y el rol “milagroso” de las vacunas, le permiten trazar un escenario específico para evitar pandemias. Sus detractores, sin embargo, señalan muchos puntos oscuros, indican números tergiversados y, especialmente, suponen intenciones ocultas detrás de sus planes y palabras.
GERM
Gates enumera tres cosas que debemos (y podemos) hacer ahora mismo para evitar las pandemias. La primera: contar con mejores herramientas. El ejemplo al que se refiere en este punto es el de la tecnología de ARN mensajero y cómo esto permitiría crear una base para el desarrollo veloz de nuevas vacunas, incluye una inversión en vacunas y diagnósticos. La segunda: GERM, para monitorear el posible brote de nuevas enfermedades. Por último, postula como indispensable reforzar los sistemas de salud, especialmente en los países en vías de desarrollo.
¿Pero qué es GERM? Es un equipo permanente de trabajo, elGlobal Epidemic Response and Mobilization(Respuesta y Mobilización Global ante Epidemias). En la actualidad, afirma Gates, existen algunos organismos dedicados a detectar brotes o a mejorar la respuesta ante una epidemia, pero se trata de esfuerzos con pocos recursos, que dependen del trabajo voluntario y cuyo accionar no se traduce en acciones globales y mucho menos en políticas de largo alcance. Uno de los organismos existentes es GOARN (Global Outbreak Alert and Response Network).
GERM contará con un presupuesto de 1.000 millones de dólares al año. Será un equipo conformado por unos tres mil especialistas en distintas áreas: medicina e infectología, genética, biología, informática, comunicación, logística, expertos en políticas públicas y expertos en desarrollo de productos. Especialistas de todo el mundo, con base en algunos países, que trabajen a tiempo completo. Este equipo tendría un rol fundamental en el monitoreo de brotes y en su control para evitar la propagación.
Pero la actividad del equipo GERM también irá más allá de los brotes, epidemias o pandemias. Por un lado, trabajarán para erradicar otras enfermedades que ya existen, como la poliomielitis, la malaria o el sarampión. Pero además trabajarán para mejorar los sistemas de salud, especialmente en los países más pobres. En suma, dice Bill Gates, contribuirán a mejorar la salud global y a mejorar el mundo. Otra actividad fundamental será la organización de simulaciones de brotes de nuevas enfermedades. Esto permitirá detectar puntos débiles, fallas, inconsistencias, y trabajar luego para corregir.
El presupuesto contempla el pago de salarios, los traslados, el equipamiento y otros gastos. GERM trabajará en conjunto con la OMS, según Gates:“La única organización que le puede dar credibilidad a nivel global”2, y su rendición de cuentas debe ser pública.
Gates afirma que es posible erradicar los virus respiratorios, incluso la gripe. Según su plan, un brote podría ser efectivamente controlado dentro de los primeros 100 días, que es el período clave antes de que una pandemia se dispare. Él propone que imaginemos el siguiente escenario:
“Las agencias locales de salud pública, que funcionan de manera efectiva incluso en los países más pobres del mundo, identifican rápidamente un brote preocupante. Cualquier cosa fuera de lo común se comparte con los científicos para su estudio, y la información se carga en una base de datos global supervisada por un equipo dedicado.
“Si se detecta una amenaza, los gobiernos hacen sonar la alarma e inician recomendaciones públicas para viajes, distanciamiento social y planificación de emergencia. Comienzan a usar las herramientas contundentes que ya están disponibles, como cuarentenas, antivirales que protegen contra casi cualquier cepa y pruebas de detección que se pueden realizar en cualquier lugar.