Las crónicas salesianas del Colegio Domingo Savio - Gerardo Repetti - E-Book

Las crónicas salesianas del Colegio Domingo Savio E-Book

Gerardo Repetti

0,0
6,99 €

-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

Las crónicas salesianas del Colegio Domingo Savio narra la profunda huella que dejaron los salesianos en la Patagonia argentina, desde la llegada de los primeros misioneros hasta la consolidación de un proyecto educativo en General Roca. A través de un relato vívido y documentado, la obra recupera la memoria de figuras clave, como el Padre Stefenelli, Nazario Bártoli y Pedro Menestrina, y muestra cómo la fe, la educación y la acción social transformaron una región marcada por la adversidad. Esta crónica rescata historias de resistencia, esperanza y compromiso cristiano, invitando a reflexionar sobre el legado salesiano en el presente.

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB
MOBI

Seitenzahl: 203

Veröffentlichungsjahr: 2025

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



GERARDO REPETTI

Las crónicas salesianas del Colegio Domingo Savio

Un viaje a los años fundacionales de una obra educativo-pastoral

Repetti, Gerardo Las crónicas salesianas del colegio Domingo Savio : un viaje a los años fundacionales de una obra educativo-pastoral / Gerardo Repetti. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2025.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-6563-1

1. Ensayo. I. Título.CDD A864

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Índice de contenido

Prólogo

Introducción

La Iglesia a fines del siglo XIX

Contexto mundial y clima de ideas

Los Salesianos

La modernidad liberal en Argentina y la acción de la Iglesia

La obra del Padre Alejandro Stefenelli en General Roca

Los comienzos del Colegio Domingo Savio

Año 1932

Año 1933

Año 1934

Crónicas del Instituto Secundario Domingo Savio

La Catedral Nuestra Señora del Carmen

Conclusión

Bibliografía

“A todas las personas que alguna vez caminaron los pasillos y patios del Colegio Domingo Savio, con sueños, esperanzas y fe. Esta historia también es la suya, escrita con el alma de una comunidad que sigue viva en cada recuerdo”.

PRÓLOGO

En el marco de la celebración por los 150 años de la primera expedición misionera a la Patagonia, se escriben estas crónicas de nuestra institución, no con aires nostálgicos, sino más bien como oportunidad para renovar nuestro compromiso con la labor educativa que nos convoca. Digo nuestro con la clara intención del sentido de pertenencia, del cariño que une, del compromiso en la labor diaria, de la identidad que cohesiona. Nuestra historia, aquellos primeros años que forjaron no solo estructuras físicas, sino vínculos, proyectos y sueños, que todavía hoy nos inspiran para que el Colegio Domingo Savio, sea mucho más que una institución, sea una comunidad.

Cuando Don Bosco se despidió de los primeros diez salesianos que vendrían en el Savoie hacia nuestras tierras, les había dicho: “...de este modo damos inicio a una obra grandiosa. No es que tengamos pretensiones o que con esto se crea que vamos a convertir el mundo entero en pocos días; pero quién sabe si esta partida y este pequeño paso no serán la semilla de la que va a nacer una inmensa planta. Quién sabe si no es como un grano de trigo o de mostaza que poco a poco irá extendiéndose. Quién sabe si no está establecido que va a producir un bien extraordinario. Yo lo espero…” La semilla comenzaba a plantarse y hoy, 150 años después, estamos gozando de sus frutos.

Sus sueños de Padre cruzaron fronteras, y hoy ¡¡estamos aquí!!

Fruto de la confianza en Dios y de la osadía de Don Bosco y sus misioneros, que se atrevieron a caminar donde aún no había caminos.

Estas crónicas que el lector tiene entre sus manos buscan rescatar, con humildad y gratitud, los primeros pasos de nuestra querida institución, cuando aún todo era fundación, incertidumbre y esperanza. No es una cronología fría ni un inventario de datos. Es un tejido de memorias vivas, testimonios entrañables, documentos rescatados y anécdotas que nos permiten comprender no solo lo que pasó, sino quiénes fuimos, quiénes decidimos ser y cómo queremos continuar soñando.

Bajo el lema de la Congregación Salesiana elegido para celebrar los 150 años de la primera expedición a la Patagonia: dar gracias, repensar y relanzar, estas crónicas se presentan también como un ejercicio espiritual de profunda gratitud y renovación. Agradecemos la historia que nos trajo hasta aquí, repensamos con lucidez el camino recorrido y relanzamos con esperanza la misión educativa en el tiempo presente. Sostenemos nuestra esperanza en la confianza que nace de sabernos “en brazos de nuestro Dios Padre y Madre”.

Invitamos al lector a recorrer estas crónicas con el corazón abierto y la mente dispuesta. Que este viaje por los inicios sea una oportunidad para renovar nuestro compromiso con la misión educativa que nos convoca.

Porque lo que hoy somos, comenzó con gestos silenciosos y valientes y porque la historia que se recuerda, se honra y se continúa.

Como institución, somos conscientes de nuestra pequeñez y limitaciones, pero si algo aprendimos de Don Bosco es a no tener miedo a los desafíos que la historia nos pone delante.

Carolina Romeu

Directora General de la Presencia

Roca-Stefenelli

INTRODUCCIÓN

Un poco de Historia: la PRESENCIA SALESIANA EN GENERAL ROCA comparte sus orígenes con la Ciudad de General Roca y a lo largo de todos estos años se concretó con la presencia y misión de SDB (Salesianos de Don Bosco), HMA (Hijas de María Auxiliadora) y Exalumnos, así como la de innumerables Salesianos Laicos que vivieron y viven el Espíritu de Don Bosco.

La obra se inició en el actual barrio de Stefenelli en 1889 con la creación de escuelas, capillas, misión y obras sociales, internado, escuela agrícola, además de la particular aportación del P. Stefenelli a la creación del sistema de riego del Alto Valle. Dicha obra acogió por muchos años a las HMA.

En 1928 se inició la presencia en General Roca, con la construcción del Colegio Domingo Savio, en particular con la escuela primaria y la Parroquia de la Ciudad. La obra se fue ampliando y más tarde se inauguró la escuela secundaria (1942) y el internado.

En el año 1966 se funda el Batallón 58 Domingo Savio de los Exploradores Argentinos de Don Bosco con sede en el Colegio Domingo Savio, destinados a los niños de los barrios, especialmente los más humildes.

En el año 1969 los exalumnos de Don Bosco crearon la obra de Barrio Tiro Federal y en 1981 en B° Noroeste, como Centro de Formación Profesional, con el padre Pedro Pablo Schmidt a la cabeza de esta obra de profundo sentido social.

En 1972 se crea una CASA DE RETIROS Y ENCUENTROS EN STEFENELLI, inaugurando las nuevas instalaciones.

El 24 de mayo de 1992 se inaugura y bendice el Santuario de María Auxiliadora de Stefenelli, Patrona del Agro Argentino.

El 22/07/1993 se crea la Diócesis del Alto Valle y el Templo Parroquial Ntra. Sra. del Carmen fue designada como Iglesia Catedral; a partir del 31/01/2003 la misma es atendida por el clero diocesano.

A partir del año 1997 los SDB se retiraron del Colegio Domingo Savio, iniciándose una etapa de OBRA DE GESTIÓN LAICAL, una de las dos obras de este tipo que tenía la ex Inspectoría San Francisco Javier, confiando en un Director General y equipo de laicos la gestión y animación de toda la obra local.

El año 1997 se crea el CENTRO JUVENIL en el Domingo Savio como una propuesta más de convocatoria lúdica, formativa y pastoral para los jóvenes de la obra y otros niños y jóvenes que se acercan cada viernes y sábado al mismo. A partir del año 1997-98 el colegio dejó de ser solamente para varones y se convirtió en una escuela mixta.

El 15 de noviembre del año 2000 se funda el Batallón 87 Mamá Margarita de Barrio Nuevo.

En el año 2007 los SDB deciden retirarse de la presencia en Stefenelli, confiando a un Director General y equipo de laicos la animación conjunta de todas las obras de la presencia.

Con la constitución de la Inspectoría Salesiana Argentina Sur, de las indicaciones del Inspector el Padre Ángel Fernández (Rector Mayor) y del visitador mundial de la Congregación Salesiana, se inicia la etapa de constitución de la ÚNICA PRESENCIA DE LOS SALESIANOS DE DON BOSCO EN GENERAL ROCA STEFENELLI. En los últimos años esta presencia se fue consolidando paulatinamente, procurando ser fieles al mandato de la Congregación.

A lo largo de los años se fueron constituyendo diferentes GRUPOS ASOCIATIVOS que ofrecieron a los jóvenes propuestas de aprendizaje en servicio, actividades solidarias y ecológicas, espacios de reflexión comunitaria y personal como lo fueron el Grupo OJOS, CLAVES y la REVISTA YO-SAVIO; otros grupos que continúan en la actualidad como ECO HUELLAS, VEN Y VERÁS, MALLIN y el más reciente, pensado para los niños de Nivel Primario CENTRO SALTIMBANQUI. Los grupos asociativos están animados por docentes y jóvenes egresados o estudiantes mayores de 4to y 5to año del Nivel Secundario. Todos los grupos, más los dos Batallones de Exploradores (“el 58 y 87”) forman el Movimiento Juvenil Salesiano (MJS) Local, que se integra al MJS REGIONAL y NACIONAL. Hace ya varios años que un estudiante, egresado de nuestro colegio, integra la comisión regional del MJS zona Comahue. Han sido referentes de la región chicas y varones con un compromiso de servicio y un corazón salesiano que va dejando huella en los diferentes caminos que cada joven va transitando, y que a su vez, forjaron en su paso por el patio y las aulas de nuestra escuela (San Miguel y Colegio Domingo Savio).

En el presente año (2025) de la presencia salesiana Roca -Stefenelli se sumaron al Voluntariado Misionero tres jóvenes, dos de ellas Exploradoras y una egresada e integrante del grupo Ven y Verás, además de un voluntario más, también Explorador, que inició su proceso en el año 2024. De los 8 voluntarios de toda la Inspectoría Salesiana “Ceferino Namuncurá” ARS, tres fueron de nuestra presencia, fruto del trabajo silencioso y diario de laicos comprometidos con el carisma, enamorados del sistema preventivo, confiados en la fuerza del Espíritu y en el manto protector de María Auxiliadora, tal como hemos aprendido de nuestro Padre Don Bosco.

El presente trabajo se realizó con el propósito de narrar los inicios del Colegio Domingo Savio, una institución educativa que se encuentra en el corazón de General Roca y a su vez conmemorar los 150 años de la llegada de los primeros misioneros salesianos a la Patagonia. La historia nos exige realizar una mirada crítica sobre el caminar misionero y evangélico realizado por la congregación en estos años, y pensar nuevas formas de transmitir la buena nueva a partir de la humildad de la escucha, el diálogo y la interculturalidad, sin buscar adoctrinar e imponer.

A través del análisis y la adaptación de las crónicas escritas por sacerdotes salesianos durante las primeras décadas del siglo XX, se buscó reconstruir con fidelidad y sensibilidad la vida de aquellos hombres que, guiados por la espiritualidad de Don Bosco, dedicaron su existencia a educar, formar y evangelizar en un pequeño poblado de la Patagonia.

Particular relevancia cobra en estas páginas la figura del Padre Nazario Bártoli, director en los inicios de la institución, cuya incansable labor y capacidad de gestión le permitieron movilizar recursos económicos, voluntades y sueños para hacer realidad un proyecto educativo de gran envergadura en un lugar donde todo estaba por hacerse.

Aunque la presente obra está enmarcada en el arduo trabajo educativo, pastoral y social de los salesianos en los albores de General Roca, se tuvo presente la obra desarrollada previamente a fines del siglo XIX y principio del siglo XX por el Padre Alejandro Stefenelli.

Por otro lado, se buscó adaptar las crónicas con un estilo de escritura acorde a los lectores de nuestro tiempo, siempre teniendo presente que en cada época hay un clima de ideas que el lector debe comprender.

Gran parte del relato se centra en la acción pastoral y religiosa de la congregación en el Alto Valle, por este motivo se buscó explicar lo más simple posible celebraciones y ritos para aquellas personas que no profesan la religión católica con el propósito que puedan comprender su significado.

El libro está dividido en distintos capítulos, donde se puede observar y visualizar el clima de ideas que se vivía en el contexto mundial y nacional en esa época, como el pensamiento de la Iglesia Católica a fines del siglo XIX. En particular el pontificado de León XIII, donde da inicio a la Doctrina Social de la Iglesia a partir de la Encíclica Rerum Novarum. Esta encíclica está relacionada con la labor que ya venían realizando los salesianos en Europa a partir de las injusticias desarrolladas en la revolución industrial, y las consecuencias de la misma. El trabajo insalubre, la pobreza, los niños en las calles, y las miserias del sistema económico imperante hizo que los salesianos llevaran adelante su sistema preventivo.

La congregación no solo se ocupaba de educar a los jóvenes enseñándoles la doctrina católica, sino que los insertaba en la sociedad brindándole un oficio.

Una vez desarrollado el pensamiento de la Iglesia y de la congregación salesiana, se tiene presente la labor de los Círculos Católicos Obreros en Argentina como consecuencia de la Encíclica Rerum Novarum y la Doctrina Social de la Iglesia. La propuesta social implementada por la congregación se visualiza en el accionar de los padres salesianos en las crónicas del Colegio Domingo Savio.

Para este trabajo se tuvo presente los primeros libros de las crónicas salesianas, dividido en tres etapas.

La primera y más extensa abarca desde los inicios del colegio en 1931, hasta la canonización de San Juan Bosco en 1934 y su repercusión en General Roca.

La segunda etapa comprende la creación del Instituto Secundario Domingo Savio en 1942, y el conflicto que existió con el Instituto Secundario Alto Valle de educación pública. Las dos primeras escuelas de nivel medio en la localidad de General Roca.

Y por último la construcción de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, la cual se convertiría en Catedral a partir del año 1993.

La Iglesia a fines del siglo XIX

El pontificado de León XIII que empieza en 1878, es visto como una renovación pastoral al manifestar que “la Iglesia no solo no es enemiga del progreso, sino que incluso merece más bien la alabanza de ser madre y maestra de la civilización humana”1

León XIII pone en marcha la Doctrina Social de la Iglesia Católica, tratando de unificar distintas posturas internas dentro de la institución, abordando la concepción del hombre, como todas aquellas realizaciones (político, económico y social) que el individuo lleva adelante en la sociedad.

La primera encíclica del Papa es Inescrutabilis Deus, en abril de 1878, donde se observa una actitud de diálogo con el mundo moderno y el progreso. Mencionando que los pesares del mundo moderno eran debido a que el hombre se había alejado de Dios.

En cuanto a lo político la encíclica analiza como sugerencia la necesidad de la elección de autoridades y gobernantes por el pueblo.

En 1885 León XIII en un documento manifiesta la posición de la doctrina cristiana sobre la política y la constitución del Estado.

La encíclica Rerum Novarum de fines del siglo XIX, es un documento fundacional de la Doctrina Social de la Iglesia, la cual se centra en el problema de la explotación laboral llevada a cabo por el sistema económico liberal, y a su vez cuestiona al socialismo, corriente de pensamiento que cree dar respuesta a los problemas del capitalismo industrial. Esta encíclica fue retomada más tarde por distintos gobiernos a nivel mundial, principalmente después de la crisis de 1930.

Este documento tiene como fin orientar al hombre para modificar las condiciones de vida de los obreros perjudicados a causa del sistema capitalista, como a su vez responder a los sindicatos socialistas como alternativa de las clases trabajadoras.

La primera parte de la encíclica realiza un diagnóstico sobre el avance de la ciencia, las técnicas productivas, y los penosos ritmos de producción llevados a cabo por los empleadores en detrimento de los trabajadores, ya sean hombres, mujeres o niños.

Las causas son tres:

1- La falta de antiguas organizaciones gremiales, que han provocado el abuso de los propietarios de los medios de producción.

2- La codicia desmesurada como propósito principal del sistema capitalista. Lo cual ha provocado la explotación de grandes masas de trabajadores en manos de pocos individuos.

3- Las instituciones públicas y las mismas leyes han provocado que la religión no actúe como primicia articuladora.

En cuanto al derecho de propiedad, la Iglesia responde a la concepción socialista argumentando que es injusto que la propiedad privada deje de existir, debido a que existe un derecho natural donde el hombre debe apropiarse de los bienes. Esta no apropiación perjudicaría a los mismos obreros, implicando que no puedan disponer libremente de su salario, para ahorrar y poder adquirir una propiedad.

Existe además una argumentación teniendo en cuenta tanto al individuo como a la familia, donde se afirma lo siguiente:

• Comparación animal-hombre: aquel que se gobierna por los instintos (sensaciones momentáneas); este, por la razón: por eso exige algo más que el uso de los bienes, es decir, la propiedad privada. (RN 4).

• Consideración del hombre en sí mismo: por ser providencia para sí, el hombre necesita medios para asegurarse el porvenir: por eso necesita la tierra con su fecundidad. (RN 5).

• Dos objeciones: esta previsión no puede asumirla el Estado, ya que el hombre es anterior a él; el que Dios diera las tierras a todos en común no impide la posesión privada, porque aquella puede seguir sirviendo a todos, directamente o a través del trabajo. (RN 6).

• Argumento a partir del individuo: la tierra debe ser cultivada; al hacerlo, el hombre deja en ella su impronta, que le autoriza a apropiársela. (RN 7).

• Argumento a partir de la familia: la incorporación a la sociedad civil no puede anular los derechos de la familia, porque esta es anterior a aquella. (RN 9).

• Consecuencia: el estado no puede asumir el papel de la familia, ni la patria potestad puede ser abolida o limitada por el poder público. (RN 10).

• Conclusión final: cuando se plantea el problema de mejorar la condición de las clases inferiores, se ha de tener como fundamental el principio de que la propiedad privada ha de conservarse inviolable. (RN 11).

En cuanto a los derechos de los trabajadores la encíclica menciona la libertad del trabajador manifestada en el contrato laboral, a partir de ciertas condiciones óptimas de empleo. Lamentablemente este requerimiento no alcanza para que la remuneración sea equitativa. Debido a ello, la Iglesia manifiesta que el salario debe cubrir las necesidades básicas del hombre, para defender su vida, de lo contrario la encíclica menciona la paralización del trabajo cuando las condiciones no sean apropiadas, como interrumpir la actividad laboral los días festivos, o tener un descanso adecuado y una consideración especial para mujeres, además de manifestar la duración del mismo.

León XIII, también responde al liberalismo, pronunciándose a favor de la organización de los hombres de trabajo, en detrimento del sistema capitalista denominado laissez-faire (dejar hacer), donde cualquier intervención del estado, o de los sindicatos provocaría la interrupción del liberalismo económico y la libre empresa.

El Papa recuerda a los representantes políticos de cada nación, que su deber es preocuparse por el bien común de la sociedad, y principalmente de los trabajadores.

A su vez manifiesta que el Estado debe intervenir en el sistema económico para salvaguardar a los más desfavorecidos, víctimas del sistema imperante.

El catolicismo trata de romper con las doctrinas que pregonaban el odio hacia las distintas clases sociales. Ya que, para construir una sociedad justa, equitativa y distributiva, no se puede realizar desde una visión o ideario donde reine la venganza, el revanchismo y la exclusión de algún sector social.

El impulso de la encíclica Rerum Novarum generará dentro de la institución eclesiástica una preocupación por la “cuestión social”. En los años posteriores la Iglesia generará una acción pastoral en distintas partes del mundo colaborando en la formación de obras sociales, cajas rurales, hogares para las empleadas domésticas, mutuales, cooperativas de consumo, comedores, círculos de estudio. En nuestro país se observa la creación de distintos círculos obreros a partir de 1892, las cuales brindaban distintas actividades, ya sean mutuales, educativas, recreativas, sociales y agencias de trabajo. En 1926 las cifras de afiliación de las centrales sindicales de los círculos de obreros eran alrededor de 30.000 afiliados.

La Doctrina Social de la Iglesia es una disciplina teológica, debido a que la fe y la palabra de Jesucristo constituyen su piedra fundamental. A su vez la orientación, reflexión e interpretación de los problemas que el hombre tiene en sociedad, no se confinan solo al análisis, sino que busca la superación de los mismos, con el propósito de transformar la realidad, por medio de la comunidad cristiana a través del designio salvífico de Dios.

“La doctrina social no se queda en el enunciado de los principios permanentes de reflexión, ni en la interpretación de las condiciones históricas de la sociedad, sino que se propone también la aplicación efectiva de estos principios a la praxis, traduciéndolos concretamente en la forma y en la medida que las circunstancias permiten y reclaman” (Or 6; CA 57). Centésimus Annus.

La Iglesia vive animada por el evangelio y la fe escatológica. La encíclica Centésimus Annus conmemora los cien años de la doctrina social, fundamentando el propósito de la misma mencionando lo siguiente:

“Su única finalidad ha sido la atención y la responsabilidad hacia el hombre, confiado a ella por Cristo mismo, hacia este hombre, que, como el Vaticano recuerda, es la única criatura que Dios ha querido por sí misma y sobre la cual tiene su proyecto, es decir, la participación en la salvación eterna. No se trata del hombre abstracto, sino del hombre real, concreto e histórico: se trata de cada hombre, porque a cada uno llega el misterio de la redención, y con cada uno se ha unido Cristo para siempre a través de este misterio (cf. RH 13) Rerum Novarum. De ahí se sigue que la Iglesia no pueda abandonar al hombre, y que este hombre es el primer camino que la Iglesia debe recorrer en el cumplimiento de su misión…, camino trazado por Cristo mismo, vía que inmutablemente conduce a través del misterio de la encarnación y de la redención (RH 14) Rerum Novarum. Es esto y solamente esto lo que inspira la doctrina social de la Iglesia” (CA 53) Centésimus Annus.

“Solamente la fe le revela al hombre plenamente su identidad verdadera, y precisamente de ella arranca la doctrina social de la Iglesia, la cual, valiéndose de todas las aportaciones de las ciencias y de la filosofía, se propone ayudar al hombre en el camino de la salvación.

[…] De esto se deduce que la doctrina social tiene de por sí el valor de un instrumento de evangelización: en cuanto tal, anuncia a Dios y su misterio de salvación en Cristo a todo hombre y, por la misma razón, revela al hombre a sí mismo. Solamente bajo esta perspectiva se ocupa de lo demás: de los derechos humanos de cada uno y, en particular del proletariado, la familia y la educación, los deberes del Estado, el ordenamiento de la sociedad nacional e internacional, la vida económica, la cultura, la guerra y la paz, así como el respeto a la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte” (CA 54) Centésimus Annus.

Para poder comprender la participación de la Iglesia en distintos aspectos de la vida humana, es preciso tener presente su doctrina social, la cual es sinónimo de progreso y civilización para todos los pueblos de la tierra. En el siglo XIX, evangelización era sinónimo de los conceptos mencionados anteriormente.

1 Farrell, Gerardo. Moral Social. Editorial Docencia. Año 2004. Pág. 113.

Contexto mundial y clima de ideas

La idea de progreso se observa en la historia de las civilizaciones europeas a partir de la edad dorada de los griegos en adelante, donde se pone de manifiesto que la civilización está destinada a avanzar indefinidamente. Aunque esta corriente tendrá su expansión a partir de la ilustración.

Civilización es sinónimo de instituciones políticas, sociales y económicas. Un grado de organización lineal y continúo heredado de Grecia y Roma a lo largo de la historia europea.

El raciocinio científico del siglo de las luces, había provocado en el hombre una liberación en cuanto a las “ataduras” que recibió del medioevo cristiano. Pero esta liberación superflua no hizo más que atarlo, a leyes científicas naturales de orden universal, las cuales se propagaron a distintos campos o disciplinas.

El problema que tenían los filósofos en el siglo XIX, es que la idea de progreso tenía que ser llevada a cabo a partir de leyes que rigen la naturaleza humana, debido a ello trataron de buscar una ley del progreso que defendiera sus posiciones. La respuesta la encontraron en la teoría evolucionista de Darwin, y en el plano biológico se buscó una ley general del progreso humano a partir de leyes biológicas de selección natural. Es decir, la supervivencia del más apto.