Liderazgo imperfecto - Jordi Alemany - E-Book

Liderazgo imperfecto E-Book

Jordi Alemany

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Beschreibung

El liderazgo no tiene nada que ver con todo lo que te han contado hasta ahora. ¿Y si te cuento que todas las teorías del liderazgo se pueden resumir en cuatro elementos comunes? ¿Y si te demuestro que, además, el liderazgo no tiene tanto que ver con la persona, sino más bien con la causa que esa persona representa? El propósito de este libro es invitarte a reflexionar acerca de las muchas y trasnochadas teorías, viejos paradigmas y falsos mitos sobre líderes casi divinos que, en lugar de permitirnos entender mejor en qué consiste liderar, nos generan una imagen distorsionada y frustrante de la realidad.

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«Acertadísimos los temas, mensajes, el tono... Pero lo que más me ha gustado es que, leyéndolo, he podido “ver” a Jordi en acción y eso es un placer porque de alguien como él siempre hay mucho que aprender».

SILVIA LEAL, divulgadora científica, experta en tendencias del futuro y autora de Y de repente... llegó el metaverso

«Un libro imprescindible para desterrar paradigmas y mitos falsos sobre el liderazgo y para ayudarte a desarrollar la mentalidad de un líder del siglo XXI. Un manual innovador y profundo para desarrollar tu talento como líder y llevarlo a donde ocurre la magia: el lugar en el que confluye tu capacidad de liderazgo con la obtención de lo mejor de tus colaboradores. En cada página, Jordi Alemany muestra no solo su dominio sobre el liderazgo sino también su capacidad de comunicarlo con brillantez, claridad y foco. Un must have para directivos y estudiosos del liderazgo. ¡Gracias, Jordi!».

ENRIQUE DE MORA, consultor estratégico, conferenciante y escritor

«En Liderazgo imperfecto, Jordi nos invita, con su estilo directo y gran maestría a la hora de comunicar, a reflexionar acerca de los principios fundamentales del liderazgo y la necesidad de aprender continuamente. Un libro inspirador, que nos sirve de guía para entender cómo liderar en un mundo complejo y cambiante».

FRAN CHERNY, Executive Development Lead en Booking y Axialent Associate

«Con su refrescante estilo, su dilatada experiencia en management y sus amplios conocimientos de neurociencia, biología, antropología y psicología cognitiva, Jordi ha creado la guía sobre liderazgo más completa y genuina que se haya escrito en mucho tiempo».

CORAL PUIG GARRIGÓ, directora del Programa de Marketing Estratégico y Branding Activism en la HKUST en la Hong Kong University of Science & Technology

Liderazgo imperfecto

Educando a los líderes del futuro

Jordi Alemany

Prólogo de Sergio de la Calle Asensio

Primera edición en esta colección: abril de 2023

© Jordi Alemany, 2023

© del prólogo, Sergio de la Calle Asensio, 2023

© de la presente edición: Plataforma Editorial, 2023

Plataforma Editorial

c/ Muntaner, 269, entlo. 1ª – 08021 Barcelona

Tel.: (+34) 93 494 79 99 – Fax: (+34) 93 419 23 14

www.plataformaeditorial.com

[email protected]

ISBN: 978-84-19655-23-3

Realización de cubierta y fotocomposición: Grafime Digital S. L.

Reservados todos los derechos. Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos. Si necesita fotocopiar o reproducir algún fragmento de esta obra, diríjase al editor o a CEDRO (www.cedro.org).

Índice

Prólogo de Sergio de la Calle AsensioPrefacioIntroducciónLa historia detrás de este libroParalelismos entre educación y liderazgoUna cuestión de mentalidad¿Qué vas a encontrar en este libro?1. ¿Para qué necesitamos líderes?Liderazgo primateNecesidad de protecciónEl miedo mandaLa cultura del miedo y sus consecuenciasLa inteligencia del líder2. Desmontando falsos mitosJefe malo, líder buenoEl vendedor de helados¡Los superlíderes NO EXISTEN!El mejor maestroFracasar nunca es antónimo de triunfar3. Veni, vidi, vici¿Por qué les cuesta tanto al resto de las empresas y a sus líderes adaptarse al cambio?La escalera de la visiónMentalidad de construcción de confianzaMentalidad de juego infinitoLos pequeños asesinos del liderazgoExceso de confianzaFalso consensoSesgo de atribuciónFavoritismoLa maldición del conocimiento4. ¿Cómo serán las empresas del futuro?Control vs. autonomíaGestión de personal vs. experiencia del empleadoClonación vs. diversidadRentabilidad vs. propósito5. Retorno al liderazgo tribalEducación tribalLiderazgo tribalRelaciones simbióticasEl caso Steam¿Hora de reflexionar?6. Conclusiones

Prólogo

«Mi jefe es bastante bueno. Pero hasta al mejor de los jefes hay que colgarlo de un árbol por los cojones.»

Eso me dijo, una vez, un compañero de trabajo.

Un comentario muy burdo que me permití traducir como «no hay jefe del todo bueno».

Diría que ese es un pensamiento muy extendido. Cuando miro hacia atrás y pienso en mis responsables directos, coincido en que, de un total de doce, un par fueron excepcionalmente malos, la gran mayoría, «reguleros», y tres, muy buenos. Pero ninguno perfecto.

Seguro que si tú, lector, echas cuentas, no serán muy diferentes a las mías. Y, curiosamente, los que lideramos equipo no nos conformamos con ser buenos: queremos ser perfectos.

¿Por qué ese afán?

Supongo que nos creímos esa imagen de líder que nos han vendido los libros de management, las escuelas de negocio y las más prestigiosas consultoras. De todos ellos, los que más daño han hecho, sin duda, han sido los escritores de libros de liderazgo. Yo puedo decirlo porque he escrito tres. Las obras más preocupantes son aquellas en las que se promueve la idolatría a determinados líderes de empresas, estilo Welch, Jobs, Hastings o Musk. Todos hicieron grandes cosas y se merecen admiración, pero, como tendrás ocasión de descubrir más adelante en este libro, se quedaron lejos de ser perfectos. Como todos, tenían áreas de mejora. Y es importante que esas carencias sean igualmente objeto de análisis para desmitificar su figura o, dicho en otras palabras, humanizarla. Lejos de perder valor, lo ganarían, pues serían una referencia más accesible y, por tanto, más útil para otros.

Asumí mi primera responsabilidad como líder de un equipo en 2007. «Me sorprende que haya gente que todavía se presenta voluntariamente para estos puestos —me dijo mi entonces responsable—. Sois como esos exploradores de antes que se sumergían en la jungla, llena de salvajes, sin saber lo que se podría esperar.» Inocente de mí, yo iba muy tranquilo. ¿Por qué habría de estar intranquilo si me había leído a los clásicos? Iba dopado con los libros de Covey, tal y Pascual. «¡Colaboradores a mí! Os inspiraré, os desarrollaré y por fin, bajo mi liderazgo, alcanzaréis todo vuestro potencial y encontraréis eso que llaman “vuestra mejor versión”.»

Pero hubo coitus interruptus. El equipo quería otra cosa por mi parte. En pocas palabras, claridad sobre lo que tenían que hacer, autonomía para hacerlo, apoyo cuando se requiriera, reconocimiento cuando se mereciera y aprender por el camino. Yo le sumé el pasarlo bien. Y debo decir que me funcionó razonablemente..., pero nunca había leído a ningún autor que hablara con un lenguaje tan coloquial y aplicando tanto sentido común. Había sido víctima de la progresiva «sobreingenierización» del concepto de liderazgo hasta que rozó lo esotérico (lo creas o no, leí en una ocasión un artículo que hablaba de «La mística del liderazgo»). Se envolvió en tantas capas de metafísica que la figura del líder había perdido lo más importante de su ser: la humanidad.

Digo lo anterior desde la autocrítica, pues yo, como autor, también he caído en la trampa de argumentar mis teorías citando a estas figuras sacrosantas del management. En mi descargo, escribo para defender determinados valores. No me disculpa del todo porque al final añado potenciadores de sabor a un guiso simple que, como explicará Jordi Alemany en estas páginas, tiene tan solo cuatro ingredientes. La receta base la encontrarás en este libro y después hay variaciones que aportan valor, pero, estrictamente hablando, no son esenciales. Y, lamentablemente, hay algunas especias que complejizan innecesariamente la receta y confunden el paladar.

Es divertido pensar que muchos de estos autores de liderazgo, incluso algunos de los más reputados, no tienen experiencia sobre el terreno. A riesgo de lapidación virtual, me atrevo a poner de ejemplo a uno de los expertos de management y liderazgo más notorios actualmente: Simon Sinek. Su charla TED «The golden circle» es una delicia, igual que su libro que desarrolla el tema. Le leo en todas las redes sociales (de hecho, solo entro en Instagram a ver sus vídeos) y siempre saco algo... Pero ¿tú sabes en cuantas empresas ha trabajado Sinek? ¿Cuántos proyectos transversales ha liderado de esos en los que hay que influenciar hacia los lados y hacia arriba? Ninguno. Trabajó en un par de agencias de publicidad y enseguida encontró el éxito con su seductora forma de ver las cosas y de transmitirlas. Su claridad de ideas, su increíble capacidad de comunicación y su forma de vehiculizar los mensajes le hacen, sin duda, uno de mis pensadores favoritos. Pero habla, sobre todo, desde la teoría. O, si lo prefieres dulcificar, desde la observación erudita de la realidad.

Jordi Alemany habla desde la experiencia de haber liderado equipos en empresas medianas, grandes y muy grandes. A nivel país, regional y global. En tres países con culturas diferentes. Creo que eso tiene un valor especial. Un valor que se acrecienta porque nunca presume de estos logros ni de los cargos directivos que ha ocupado. La primera vez que hablé con él fue en el marco de su pódcast «En tres puntos» (que, por cierto, recomiendo), y charlamos sobre cultura organizativa. Reconozco que me perdió la verborrea porque es un tema que he trabajado mucho... y semanas después me enteré de que Jordi tiene un máster en Standford de Liderazgo, Cultura, Organización Estratégica, ¡y no lo mencionó en ningún momento de la conversación! Más tarde lo incorporó a su perfil de LinkedIn por insistencia mía. Menciono la experiencia y formación de Jordi porque es capaz de sazonar su experiencia propia con la de otros líderes y, adicionalmente, con los mejores modelos de las escuelas de negocio.

En la apertura de este prólogo, he utilizado indistintamente la palabra «líder» y «jefe». Jordi también nos hará reflexionar sobre las notables diferencias entre estos roles, que ni son el mismo ni tampoco son antónimos. Ambos son necesarios y no contrapuestos, aunque la frontera se hace borrosa por las características de la organización o porque algunos no saben cuál es su lugar. Recomiendo leer esas líneas con atención. Una vez lo hagas, aprenderás que no tienes que pararte ni un segundo ante la miríada de infografías jefe vs. líder que, cada día, inundan LinkedIn. Satanizan la palabra «jefe» recubriéndola de negatividad hasta el punto de que muchos asocian el término «jefe» con el de «mal líder». Se dice que estás infografías son incontables, como los granos de arena. La leyenda cuenta que cada vez que alguien publica una de esas, se muere un gatito. Yo me lo creo.

Lo que sí tienen en común unos y otros es ser objeto de la crítica.

Por eso y para cerrar esta humilde reflexión, quisiera romper una lanza a favor de los que, en su día, disteis un paso adelante y decidisteis, a pesar de todo, liderar equipos. Incluso de aquellos que no os postulasteis abiertamente, tuvieron que ir a buscaros a vuestra mesa a proponéroslo y aceptasteis por sentido de la responsabilidad, o incluso por miedo a decepcionar expectativas o a que no volvieran a contar con vosotros. Sea como fuere, aceptasteis el reto.

Y lo hicisteis, sabiendo que os ibais a convertir, más pronto que tarde, en objetivo de la crítica. De los de arriba, de los de abajo y, paradójicamente, de los de al lado, estando en una situación tan complicada como la vuestra. Todos los líderes merecen ser criticados. Y deben escuchar esa crítica desde la humildad. Desde la aceptación de que siempre hay algo que aprender y algo que mejorar.

Pero muchas veces esa crítica no tiene sustancia y su origen es, ni más ni menos, que la cobardía de los que no quisieron dar el paso por miedo a no estar a la altura, la pusilanimidad de los que aman que les digan lo que tienen que hacer y la envidia de los que no tienen lo que hay que tener para hacerlo.

Venga de donde venga la crítica, aunque se pudiera definir al líder perfecto, no lo serías a los ojos de la totalidad de tu equipo. Porque no hay decisión que complazca a todo el mundo. Ese tema también se tratará aquí, así que mejor acabo ya. Pero, antes, un último mensaje por mi parte.

Admitir la imperfección no significa que renuncies a dejar un legado o una impronta en los equipos que has liderado. Pero ese no debe ser el objetivo sino la consecuencia de tu trabajo.

Buscar ser un líder perfecto no tiene sentido. Pero sí te honra querer mejorar.

Leer a Jordi Alemany no te hará perfecto. Pero sí te hará mejor.

SERGIO DE LA CALLE ASENSIO

Program Director & Faculty Universitas Telefónica

Autor de Lidera con sentido del humor y Divertirse trabajando.

Prefacio

Es un honor compartir contigo, lector, estas líneas de «aperitivo» sobre Liderazgo imperfecto. Te lo digo sin ambages: este es un libro imprescindible.

¿Para qué? Para desterrar paradigmas y falsos mitos sobre el liderazgo y para ayudarte a desarrollar la mentalidad de un líder del siglo XXI. Mi amigo y colega Jordi Alemany, flamante LinkedIn Top Voice 2022, ha escrito un manual innovador y profundo que refleja, en cada página, no solo su dominio sobre un campo tan complejo como es el del liderazgo, sino también su capacidad de comunicarlo con brillantez, claridad y foco. Como tan bien explica Jordi, los líderes son personas de carne y hueso. No son superhéroes. Son imperfectos y, por tanto, fallan a menudo. Se mueven entre la razón y la intuición. Deben acertar lo máximo posible en el equilibrio entre ambas. El autor muestra su conocimiento y dominio sobre la materia, apoyándose en enfoques novedosos y multitud de casos y ejemplos. Nada de conceptos consabidos e historias manidas. Y lo hace con un lenguaje cuidado y asequible para todo el mundo. Además, emplea recursos inteligentes para explicar los conceptos.

Por ejemplo, para exponer cuánto de falacia tiene la clásica contraposición de los jefes como villanos y los líderes como héroes, Jordi recurre a una afortunada metáfora automovilística: el jefe equivaldría al volante y el líder al GPS. El primero es absolutamente necesario para avanzar, mientras que al segundo se le echa en falta cuando nos invade la incertidumbre sobre el rumbo y el camino a tomar. Pues bien, este libro está literalmente abarrotado de maravillosas historias y ejemplos con los que Jordi nos ayuda, de una manera amena y sencilla, a comprender la verdadera esencia del liderazgo.

Resumiendo, Liderazgo imperfecto es un manual profundo y práctico para desarrollar tu talento como líder y llevarlo a donde ocurre la magia: el lugar en el que confluye tu capacidad como líder con la obtención de lo mejor de tus colaboradores. Tienes entre tus manos la posibilidad de aprender mucho de alguien que sabe de verdad sobre liderazgo, porque lo ha practicado y estudiado. Y lo sigue haciendo. Este libro es un must have para directivos y estudiosos de este tema.

Pasen y vean. Pasen y lean. ¡Gracias, Jordi!

ENRIQUE DE MORA

Consultor estratégico, conferenciante y escritor

www.enriquedemora.com

¿Otro libro de liderazgo? ¿Realmente se puede aportar algo a todo lo dicho y escrito por John Kotter, Daniel Goleman, Peter Drücker o los incontables casos que lo analizan en las más prestigiosas escuelas de negocio?

Sí, se puede. Y Jordi Alemany lo ha hecho en estas páginas del Liderazgo imperfecto que ahora tienes en tus manos —o en la pantalla, en su versión e-book—. Este libro no es una autopsia de la interpretación convencional del liderazgo clásico con sus disquisiciones sobre autoridad o jefatura, orientación a resultados, estilos más o menos visionarios, enérgicos, participativos, controladores, delegantes... que todos reconocemos en líderes más o menos imperfectos.

Si ya eres un líder, o aspiras a serlo —y no olvides que a un líder le definen sus seguidores—, esta lectura te aportará reflexiones, referencias, historias, anécdotas, ejemplos para entender los atributos, características, valores, aptitudes y actitudes del líder de esta nueva era.

La reconocida capacidad de Jordi para contar historias de forma amena y conectar aprendizajes y perspectivas te llevará a neutralizar culturas de miedo desde la antropología del liderazgo o a incorporar estrategias que integren herramientas digitales con valores humanistas.

Y, si además aplicas y pones en práctica lo leído en estas páginas, podrás pasar de ser un «líder imperfecto» a ser un «líder pluscuamperfecto», un líder activista y con propósito.

«Si quieres llegar rápido, viaja solo; si quieres llegar lejos, viaja acompañado. Tú lideras.»

NACHO VILLOCH

Experto en innovación, conferenciante y escritor

www.nachovilloch.com

Jordi Alemany, en su libro Liderazgo imperfecto, nos lleva de la mano por el apasionante mundo del liderazgo, analizando con rigor todos los aspectos inherentes a él. Con una pluma precisa, nos desmitifica la idea de que los líderes lo hacen todo bien y jamás cometen errores. Nos enseña las consecuencias de la cultura del miedo y nos pasea con exactitud por el inmenso espacio de la inteligencia emocional, de la motivación, de la ética, del consenso, de los sesgos y de un largo etcétera de habilidades inter e intrapersonales. «El liderazgo es una mentalidad», dice, y así lo demuestra desplegando un sinfín de ejemplos en la historia de la gestión en las organizaciones empresariales, probando, con ello, que esa máxima es el eje de esta mezcla entre arte y ciencia.

Después de su lectura, uno sale reforzado, motivado, esperanzado y con un maletín de herramientas sobre las que pensar.

Es un libro fácil de leer, de consulta, imprescindible en la mesa de cualquier directivo que quiera aprender o mejorar las habilidades de un verdadero liderazgo.

JOSECHO VIZCAY

Empresario, ejecutivo y coach, autor del libro El masajista de almas.

www.pureexecutivecoaching.com

Introducción

Me alegra mucho que estés leyendo este libro por tres motivos. El primero es que, si tienes esta obra en tus manos, deduzco que te interesa el mundo del liderazgo, así que podemos decir que nuestra relación arranca bien, ya que contamos con un interés común y, como veremos a lo largo del libro, este es el primer paso para desarrollar relaciones satisfactorias entre seres humanos.

El segundo motivo de mi alegría es que, para un escritor, cada lector es un regalo no solo por vender un libro, sino porque el propósito de escribir es que te lean, igual que el propósito de liderar es que te sigan. Sin lectores no hay escritores, al igual que sin seguidores no hay líderes.

El tercer y último motivo de mi alegría es que estoy convencido de que tras esta lectura habrá mejorado tu comprensión del liderazgo y los beneficios que proporciona contar con buenos líderes en nuestra sociedad, y con ello se multiplican nuestras posibilidades de hacer del mundo un lugar un poco mejor, que es, sin duda, el propósito último de este libro.

Pero antes de continuar considero importante contarte algo más sobre mí y la razón por la que decidí escribir este libro. Creo que es la mejor manera de ayudarte a definir tus expectativas y con ello facilitarte la decisión de seguir o no seguir leyendo.

Comenzaré por compartir contigo un secreto y es que, si hay algo que aprecio como lector, son los libros que no exigen más de diez minutos de lectura para poder determinar si satisfarán mis expectativas. Siempre he pensado que la introducción de un libro debería cumplir con una función clara: permitir al lector establecer una expectativa de lo que obtendrá tras invertir su preciado tiempo en leer al autor de turno.

Así que, como intento practicar la regla de oro de la reciprocidad con mis lectores, permíteme que te ofrezca lo mismo que yo exijo, que no es otra cosa que una breve introducción que te permita decidir si la inversión de tu tiempo en esta lectura se verá recompensada como esperas. Espero, sinceramente, que este sea el caso.

La historia detrás de este libro

Nací el 29 de mayo de 1971 en Valencia, España, ciudad donde viví, estudié y trabajé hasta 1994. A los veintitrés años decidí marcharme de mi ciudad con el objetivo de explorar nuevos horizontes, ya que en España no era capaz de encontrar una sola oportunidad de crecer y desarrollar mi máximo potencial.

Durante mi niñez y adolescencia fui educado en la rígida disciplina de un colegio católico español de los setenta; siempre tuve dificultad para adaptarme y seguir unas normas que encontraba completamente irracionales. Desde entonces y hasta hoy encuentro difícil respetar la autoridad basada exclusivamente en una posición jerárquica. Es algo que, por mucho que lo he intentado, no digiero con facilidad.

Recuerdo que, ya con apenas ocho o nueve años, me revelaba abiertamente contra los absurdos castigos que me imponían unos profesores que, por aquel entonces, contaban con autoridad para pegarnos a la primera oportunidad que se les presentaba. Lo hacían, según ellos, para corregir lo que consideraban «conductas inadecuadas» por parte de «alumnos rebeldes e inadaptados».

Y la verdad es que algo rebelde sí era. Siempre me he resistido a ser educado como un soldado, formando en fila de a uno en el patio trasero del colegio, antes de entrar al comedor a recibir el «rancho». Nunca he creído en la educación basada en el miedo al castigo en público. Sigo sin creer que esa sea la manera de educar a un niño.

Mi padre, empresario, hijo de empresario y nieto de empresario, era un hombre extremadamente culto, de familia acomodada, que contaba con tres carreras y una pasión, el aprendizaje constante. Desde muy pequeño me inculcó la idea de que los hombres se hacen a sí mismos y que tu futuro depende únicamente de ti y de tus decisiones, así que no debía tener miedo a discrepar de las opiniones de otros, fuesen quienes fuesen, siempre que lo hiciese con respeto y argumentando sólidamente mi propia opinión.

Mi madre, nacida en el seno de una familia muy humilde, tuvo que dejar el colegio a la edad de ocho años para ponerse a trabajar, ya que había quedado huérfana como consecuencia de la Guerra Civil. Católica, practicante durante casi toda su vida, siempre me ha inculcado que en la vida todo se saca con fe, esfuerzo, humildad y sufrimiento, que no hay que tener miedo ni vergüenza a nada, siempre que se obre con honestidad y respeto.

Gracias a la comprensión y dedicación de mis padres pude lidiar con mi particular batalla con el sistema educativo español y convertirme en la persona que soy hoy. Un ser humano imperfecto, consciente de mi necesidad constante de aprendizaje y mejora.

La educación que me dieron mis padres en casa me ayudó a resistirme a ese ejercicio del liderazgo basado en el miedo de maestros y jefes mediocres, a los que hoy veo más como víctimas del sistema que como verdugos. Todos esos pobres diablos son víctimas de un sistema que, desde finales del siglo XVIII y hasta nuestros días, se ha mantenido invariable en su objetivo: convertir a niños en disciplinados soldados, que una vez concluyan su formación se incorporen al mercado laboral, compitiendo entre ellos y siguiendo con sumisión el dictado de sus jefes, que ocupan la figura que previamente ocupaba el maestro.

Si observas con atención, desde la disposición de las aulas a los métodos pedagógicos empleados, verás que desde finales del siglo XVIII seguimos atendiendo a un personaje (maestro) que, de pie, delante de un grupo de pupilos en silencio, dicta una serie de teorías que debemos asumir como incuestionables, renunciando a cualquier deseo de objetar o rebatir. Cuando acaba el periodo de dictado en las aulas, estamos listos para incorporarnos al que se da en las fábricas y en las oficinas. Pasamos de seguir el dictado de un maestro al de un jefe. En ambos casos el objetivo es el mismo: sumisión.

Por eso, desde muy joven, me encuentro en lucha contra el sistema educativo y el modelo de gestión empresarial tradicionales. Creo firmemente que, lejos de ayudarnos a desarrollar el talento potencial de las personas, anula nuestra capacidad de pensar y reflexionar, restringiendo nuestras posibilidades de crecer intelectualmente. Desde esa conciencia, que adquirí ya desde niño, siempre me he revelado contra un sistema educativo que, como históricamente han subrayado grandes genios como Picasso, Mark Twain o más recientemente sir Ken Robinson, aniquila la creatividad y nos convierte en clones, marcados con un lote de fabricación y una fecha de caducidad.

Si algo he aprendido en mis casi cincuenta años de vida es que educar, al igual que liderar, consiste en guiar, y que los maestros y líderes empresariales más admirados tienen mucho de guía y poco de dictadores.

Paralelismos entre educación y liderazgo

Si atendemos a la raíz latina del término educere, educar significa hacer salir, extraer, sacar a la luz; conducir desde adentro hacia afuera, promover el desarrollo (intelectual y cultural) del educado. Es decir, el educador guía al educado para que pueda desplegar sus propias potencialidades psíquicas y cognitivas. Esa es la función real de un educador.

En paralelo, la raíz del término liderazgo proviene del verbo inglés to lead, que significa igualmente guiar. Por tanto, existe una clara vinculación entre ambos conceptos cuando son bien entendidos y practicados.

Lo triste es que hace mucho que los que supuestamente deberían educar, no educan, y los que deberían liderar, no lideran.

Si atendemos a la labor que durante siglos vienen realizando unos y otros, podríamos decir que más que educar y liderar, la gran mayoría de aquellos que ocupan posiciones de maestro, profesor y líder, en cualquier ámbito de nuestra sociedad, se dedican más a adoctrinarnos e imponernos normas y leyes que a guiarnos en el desarrollo de nuestro talento hacia un futuro mejor.

Y de ahí nace este libro. De esa necesidad imperiosa de educar a maestros, profesores y líderes del futuro, para que ellos, a su vez, se conviertan en auténticos educadores, en guías que ayudan a otros a sacar de dentro lo mejor de sus capacidades y talentos.

Esta obra habla de la educación y el liderazgo como herramientas fundamentales para desarrollar y explotar el talento propio y el de los que nos rodean para que, con ello, los seres humanos podamos alcanzar metas comunes más elevadas.

Una cuestión de mentalidad

Si hay una pregunta recurrente a lo largo de la historia es: ¿qué convierte a un ser humano en un gran líder?

Esta es una pregunta que muchos de nosotros nos formulamos, ante la aspiración de progresar en el trabajo y como parte de un deseo común de escalar posiciones en la jerarquía de nuestras empresas y con ello lograr más reconocimiento, estatus y tener la oportunidad de influir en el destino de nuestras empresas.

Recuerdo cuando tenía veinte años y soñaba con, algún día, poder dirigir un equipo comercial en alguna empresa de tamaño medio de mi ciudad natal. Esa era mi aspiración por aquel entonces. La verdad es que tenía muy poco conocimiento de lo que implicaba liderar, de qué habilidades requería o de cuán difícil podía resultar. Mi aspiración estaba más bien basada en el deseo de mejorar, crecer, demostrar cuál era mi potencial y, sobre todo, sentirme parte esencial de los resultados de la compañía en la que trabajase.

Mi sueño no tenía tanto que ver con ganar más dinero u ocupar una determinada posición, que, no nos engañemos, también me atraía, y mucho, sino más bien con el reconocimiento y la capacidad de influir en determinadas decisiones. Sentía que tenía una capacidad de ver más allá de lo que mis jefes hasta aquel entonces veían.

Durante los treinta años siguientes, desde aquel deseo inicial hasta hoy, he tenido la oportunidad de ocupar diferentes posiciones como mando intermedio y ejecutivo en varias multinacionales, grandes empresas nacionales e incluso liderando algunos proyectos de emprendimiento propios y ajenos, que terminaron convirtiéndose en exitosas start-ups. He podido liderar equipos en más de treinta países de cuatro continentes y si algo puedo decir es que mi idea del liderazgo ha cambiado radicalmente. He pasado de ver casi exclusivamente los privilegios a comprender las enormes responsabilidades que conlleva tomar decisiones que afectan a miles de personas.

Por esa razón y según creció mi conciencia acerca de la dificultad y enorme responsabilidad que implica liderar, decidí dedicarme, en cuerpo y alma, no solo a cumplir con las obligaciones que me imponía mi trabajo, sino también al estudio profundo del liderazgo. A intentar comprender qué hace que alguien se convierta en un buen líder.

En honor a la verdad diré que, tras más de veinte años dedicado a la observación de esta maravillosa disciplina, mi opinión es que, más que con un conjunto de habilidades y virtudes, liderar tiene que ver con ser capaz de desarrollar una determinada mentalidad, atendiendo a la definición que el diccionario ofrece de esta palabra: una inteligencia o manera de pensar y actuar determinada.

Por eso, de las miles de definiciones de liderazgo que diferentes expertos nos han dado a lo largo de la historia, me atrevería a decir que la mejor definición posible de un líder es la de Warren Bennis, que reza así:

El líder es aquel que tiene la capacidad de visualizar el camino que nos permitirá alcanzar un destino mejor y cuenta además con la capacidad de influenciar a que aquellos que deben llevarnos a ese destino, para que se embarquen en una aventura en la que, por ellos mismos, jamás se embarcarían.

WARREN BENNIS

El líder, por tanto, es un guía (lead) visionario, con una extraordinaria capacidad para hacer crecer y motivar a los suyos, proporcionándoles la confianza que les permita sacar lo mejor de ellos mismos (educere) en la persecución de un propósito común.

El liderazgo, como veremos en detalle a lo largo de este libro, exige desarrollar una mentalidad orientada al propósito común, al crecimiento, a la conexión con los demás y a la construcción de la confianza. Si tuviéramos que desgranarlo, podríamos decir que esa mentalidad se enfoca en cuatro elementos:

Una visión (propósito).A un destino mejor (crecimiento).Comunicación e influencia (conexión).Para hacer cosas que por sí solos no harían (confianza).

Piensa en los más grandes líderes que recuerdes y, si lo reflexionas, concluirás que todos ellos poseían esta misma mentalidad basada en estos cuatro elementos.

Así pues, cuando hablo de que el liderazgo no es una lista de virtudes y habilidades, sino una mentalidad, me estoy refiriendo a dos cosas:

Inteligencia: el líder posee una extraordinaria inteligencia emocional.Manera de pensar y actuar: un líder piensa, decide y actúa como un guía y educador.

De esta mentalidad, de los elementos que la componen y de cómo desarrollarla es de lo que va este libro. Dicho todo esto y como lo prometido es deuda, llega la hora de tomar la decisión de seguir leyendo o dejarlo aquí.

¿Qué vas a encontrar en este libro?

Como te he comentado, el propósito de este libro es provocar en ti algunas reflexiones que amplíen tu comprensión acerca de la compleja tarea de liderar y te permitan practicar y perfeccionar tus capacidades como líder por si, actualmente o en el futuro, te toca desempeñar ese papel tan difícil a la par que necesario en cualquier organización.

Y digo te toca porque otro dato a tener en cuenta es que a los líderes se les elige, no se autoproclaman. Los seres humanos elegimos a quién deseamos seguir, por eso resulta tan absurdo ver a algunas personas autodenominándose líderes o tratando de liderar «por imposición».

Pero sigamos. El libro está dividido en cinco capítulos. Cada capítulo tiene como objetivo proveerte de conocimiento y herramientas que te permitan hacer tres cosas:

Cuestionar viejos paradigmas y desmontar falsos mitos.Reflexionar acerca del porqué, qué y cómo del liderazgo actual.Desarrollar la mentalidad de un líder del siglo XXI.

Al finalizar el libro habremos navegado por un gran número de historias y situaciones, planteado infinidad de reflexiones y cuestionado innumerables dogmas siempre con el mismo objetivo, que no es otro que proporcionarte una visión amplia de qué es, para qué sirve y qué beneficios aporta desarrollar la mentalidad de líder.

Solo una cosa más. Toda la información y el conocimiento compartidos en este libro son producto de mis treinta años de experiencia profesional combinados con más de veinte años de estudio e investigación en diferentes campos, pero, lejos de considerarme un experto en este o ningún otro ámbito, no paso de ser un eterno aprendiz en constante evolución, por lo que te invito a cuestionar no solo los viejos paradigmas, sino también mis opiniones y afirmaciones.

Esa es la esencia de este libro. Reflexión, pensamiento crítico y cuestionamiento del statu quo.

Nada más. Espero que disfrutes tanto leyéndolo como yo lo he hecho escribiéndolo y, si no es el caso, te ruego que me escribas para contarme qué es lo que no te ha gustado y me sugieras cómo mejorarlo. Te dejo mis datos de contacto en la última página del libro.

Ahora te toca a ti decidir si quieres continuar o lo dejamos aquí.