Los Achenses desde una perspectiva cultural - Ruben Salvador Giordano - E-Book

Los Achenses desde una perspectiva cultural E-Book

Ruben Salvador Giordano

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Beschreibung

La intencionalidad puesta de manifiesto en este trabajo, es reinstalar en la memoria de un pueblo su encomiable capacidad para enfrentar los riesgos que implican el afectar el sustento vital como lo es el agua dulce. Indudablemente las voces se alzan, los cuerpos se manifiestan, cuando hay un llamado de esa cultura que constituye la amalgama esencial que le otorga identidad a ese pueblo. El despojo ha producido una asonada allá por principios del siglo XX, cuando el poder del negocio inmobiliario terminó por llevarse la sede administrativa y política de General Acha, en tiempos de "La Pampa Territoriana". Una lucha desigual del colectivo achense hizo que fuese imposible retener esta potestad. A comienzos del presente siglo XX, la voz corre como reguero de pólvora entre los ciudadanos activos: una nueva amenaza con la presunta instalación de una industria de altos riesgos contaminantes y aferrada al modelo extractivista. Estos ciudadanos, responsables y comprometidos, constituyen dos baluartes para enfrentar el caso: Acha sin Contaminación y CUAVA (Comunidad de Usuarios del Acuífero "Valle Argentino"). Esta vez, y con argumentos legales, se consiguió desterrar el nefasto proyecto, no sólo en la ciudad, sino en aquellos pueblos rivereños del mencionado acuífero.

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Seitenzahl: 165

Veröffentlichungsjahr: 2023

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RUBEN SALVADOR GIORDANO

Los Achenses desde una perspectiva cultural

Giordano, Ruben SalvadorLos Achenses desde una perspectiva cultural / Ruben Salvador Giordano. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2023.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-4280-9

1. Narrativa. I. Título.CDD A863

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Tabla de contenidos

Reconocimiento

Presentación

Marco introductorio

Pinturas... poco abstractas

Plano I

Pronunciamiento popular

El movimiento rompe con los ritualesde la celebración

Plano II

Los fundamentos ambientales

La continuidad del proceso de lucha

Aniversario con movilización popular

¡No a la industria del Cloro!

La calma aparente: Ruptura en el Concejo Deliberante

La expansión del movimiento

Trabajo y acuífero

Desechos

Plano III

La rebelión culminante

“Los caminos del Agua”

Anteproyecto Aprovechamientode la Comarca “Valle Argentino”

Comentarios

El Ejecutivo Municipal: las intencionesde promover un plebiscito

“La Porfía”

Plano IV

El surgimiento de la comunidad de usuarios

El protagonismo de CUAVA

Sugerencias

Plano V

El mensaje

Anexo documentos

Bibliografía de consulta

Anexos

Documento base

Antecedentes legales para el abordaje de la problemática del agua subterránea

Antecedentes de la Ley Nacional de Aguas

Ley Provincial de Aguas N° 2581

Decreto N° 2468 – Reglamento de la Ley Provincial de Aguas N° 2581

Análisis y Recomendaciones de especialistas en Recursos Hídricos

Bases y fundamentos para la Planificación: ordenamiento territorial y plan director de aguas y saneamiento.

Acta mesa de trabajo General Acha 25/07/2016

Schulz pide preservar acuífero

Estudio de impacto ambiental

Principios motores del organismo:

Aspectos generales del Acuífero“Valle Argentino”

Aspectos cuantitativos

Bibliografía de consulta

Reconocimiento

A la comunidad que generó un movimiento en defensa de sus derechos esenciales para y por la vida.

El Autor.

Presentación

Achenses y una perspectiva popular es un libro donde queda plasmado el sentir de un pueblo al que siempre se lo ha asociado a la “postergación”; un sentir que se constituyó en colectivo por un propósito común de los habitantes, la defensa efervescente del agua dulce. Propósito surgido de una noticia filtrada acerca de la posible instalación de la empresa Fiasa S.A. en cercanías de la localidad.

Este libro es el fiel testimonio de una lucha popular que emprenden los vecinos a partir del rumor que pone en el centro de la escena a una empresa que alega no contaminar, y que en realidad su ubicación en nuestra localidad es tan arbitraria, como desinteresada. Los lectores, poco a poco, comprobarán que esta afirmación es, por lo menos, cuestionable. Por supuesto, que la ingenuidad con la que pensaron a los achenses (tanto el gobierno, como la empresa) fue el primer obstáculo que debieron afrontar en cuánto surgió el grupo de autoconvocados. Luego, vendrían los argumentos fundados en estudios de impacto ambiental; las asambleas; y todas las medidas que este colectivo consideró para llevar a cabo su acertada lucha.

Quienes deseen sumergirse en estas líneas escritas por Rubén Giordano encontrarán de lleno la perspectiva popular que se anuncia desde el título, y se evidencia en la polifonía que ofrecen las distintas voces y actividades de un grupo de achenses, que no sólo orientaron su lucha por y para toda la comunidad, sino que finalmente, fueron ellos quienes hicieron posible que la industria química no se instalara en la localidad. Como si esto no fuera suficiente para los autoconvocados, la lucha de este grupo también ayudó a otras localidades, pues puso al servicio toda la información recolectada para que ninguna otra localidad pampeana fuera destino obligado, ni perjudicado.

Vale destacar, que tal defensa no fue un capricho local, ni partidario, si a partidos políticos nos referimos. No obstante, hay que reconocer que esta lucha sí fue partidaria, porque desde el principio tomó partido por el cuidado y conservación del Acuífero Valle Argentino; por la salud de los habitantes pampeanos y por la no implementación de la industria química. Tomó partido por el bien de la comunidad, ese es el partido al que le fueron fieles.

Ojalá todos aquellos que se introduzcan en estas páginas logren tomar dimensión del compromiso con el que este grupo asumió y resistió la defensa colectiva de nuestro gran tesoro: Acuífero Valle Argentino.

CM

Marco introductorio

Pinturas... poco abstractas

Situarse en un tiempo y en un espacio para encontrarse en una mera explicación de la vida propia en un lugar (“tu lugar”), no es suficiente para explayarse acerca del entorno de un paisaje humanizado que, jugueteando de manera indefinida entre lo urbano y lo rural, induce el imaginar una pintura para que, desde cada sentir, se interpreten los propósitos comunes de los seres humanos que habitan ese espacio... su lugar.

El pueblo se identifica con un sitio geográfico: con sus cualidades espacio físico-geográfico elegido por cuantos seres diferentes (hasta donde alcanza el entendimiento) se sintieran “dueños” de la materia que lo compone como tal. Ahora ese pueblo, amorfo en mucho de su composición social, con un sentido de lo cultural que viene atado a la idea de la “postergación”, tiene la oportunidad de reconocer sus valores de pertenencia en los momentos álgidos de su historia, es allí donde esgrime todo su potencial de comunidad; cuando la templanza, el sentido común y, el pensar en y con el “otro” desde lo colectivo, generan una amalgama que bien podría ser el sustrato para “pintar” el paisaje más pujante y atrevido que se pueda imaginar.

Todo proceso histórico-cultural, requiere de un tiempo, que actúa como variable esencial en el rememorar, para evitar un mal implacable: el olvido... “La memoria colectiva, es la que recompone mágicamente el pasado, y cuyos recursos se remiten a la experiencia que una comunidad o un grupo puede legar a un individuo o grupo de individuos” (1).

Muchas veces los prejuicios, los supuestos, lo “escondido”, generan un “difuso caldo alimentario” para quienes (en estos tiempos de la trivialidad, del “todo vale”, del relativismo ideológico, de la desmesura del poder económico concentrado en cada vez menos “manos”) intentan desde la sagacidad maquiavélica del poder, establecer el entramado propio de quién subestima al otro por sus supuestas carencias, por su nostálgica historia imbuida de impropiedad por los “cuenta–historias”, e incluso, por las inapropiadas convicciones de quienes se creen amos de un presente, denso y de caminos tortuosos, elucubrado desde algún oscuro rincón de la mente para intentar sumergir allí a los sujetos que habitan en comunidad.

¡De pronto!... esa subestimación, ante el episodio selectivo de un anuncio encumbrado de la plana funcional–jurisdiccional, hace que, una noticia se “filtre” en la aparente “tranquilidad pueblerina” y aparezcan esos condimentos sustanciales que constituyen su reserva cultural, con poder asambleario y con profunda convicción de lucha, de quienes se pretende que sean fieles “comensales” de escrutinios en un sistema plagado de imperfecciones, diseñado para dar vida a un engendro “cuasi” humano, motor de la máquina del poder. Este emplazamiento humano es parte de una construcción naturalizada, en la que irrumpen los seres de los tiempos, para, desde la más hostil y definida máquina del someter, intentar domesticar al pretendido rebaño. En este escenario se teje la red comunitaria que atestigua dar fe de sus convicciones, con muchedumbres movilizadas, de lenguajes simples y claros, de acciones concretizantes para mantener en vilo a ese engreído y mezquino grupo de poder.

Estas lógicas, diseñadas entre la “pueblada” que se manifiesta de manera efervescente y masiva y, el acuerdo para nombrar a los “mensajeros” e intérpretes de las artimañas de los encumbrados funcionarios, permite establecer efectivas respuestas, despejando la supuesta somnolienta “siesta” de los olvidados, tras la llamada “conquista civilizatoria”.

“…se puede entender que la lucha por una reivindicación concreta y sectorial de corto plazo efectivamente es un acto político, por lo menos en sus efectos si no en la intensión del actor mismo, es decir la organización social” … En este plano bien podría caber la expresión: “democratizar la democracia” (2).

Con este marco ideológico–político, con la pujante defensa de una férrea y sostenida lucha popular, es pretende rescatar, en relato, el episodio del NO A LA INDUSTRIA QUÍMICA Y… UN SÍ AL MÁS PRECIADO LÍQUIDO: EL AGUA DULCE.

El Autor

¡¡¡Noa la industria química!!!¡¡¡Sía la defensa del agua dulce!!!

Plano I

Pronunciamiento popular

El crudo invierno de 2009 azotaba al cañadón “valletano” sobre el que se construyó la ciudad de General Acha (una vez, reconocida como sede de las autoridades del otrora “Territorio Nacional de La Pampa Central”), hoy rinconcito de la historia manipulada desde una memoria nostálgica y prejuiciosa, pretendiendo darle el mote de “ciudad de la amistad”, como si este fuera un atributo propio, único y elegido por sus propios pobladores.

Mientras se filtraba el gélido aire de la “sudoestada”, la estrecha “Sala de Lectura” de la Biblioteca Popular “Florentino Ameghino”, un 24 de julio del año antes mencionado, recibía más y más gente (desde la puerta misma –abierta de par en par– y el espacio inmediato exterior, se escuchaban fervorosas las palabras de los oradores).

Los autoconvocados, anhelaban sentirse protagonistas de una primera reunión informativa, de la que se pretendía establecer un claro y efectivo juicio de valor sobre la presentación concreta y “a escondidas”, desde las autoridades provinciales, municipales y empresariales, de la posible instalación de la empresa Fiasa S.A. en las cercanías de la localidad.

Un grupo de vecinos con más evidencias informativas de las características de la industria que elaboraría productos químicos de “alta peligrosidad”, realizó las presentaciones elementales para dar lugar a un representativo número de participantes que, desde posturas diversas, intentaban extraer conclusiones fundadas para iniciar lo que sería, un largo proceso de encendida lucha popular.

Cuando el debate se torna denso (más de tres horas, superando las 200 personas en el lugar), se promueven las mociones y se esclarecen las formas del futuro accionar, dando lugar al movimiento que tendrá por nombre: “Autoconvocados de General Acha” o “Acha sin contaminación” (Asco). El organismo no gubernamental, se constituye con los vecinos constituidos en asamblea pública y, fundamentalmente, queda de manera expresa establecida la no participación partidaria dentro de su origen político–ideológico.

La reunión cobra visos de estado asambleario cuando:

Se promueve la formación de un “grupo de avance” que estudie el Expediente ligado a las bases para la instalación de Fiasa S.A. (Frío Industrias Argentinas S.A.).

La decisión de identificar al denominado “Acuífero del Valle Argentino” como patrimonio de los pobladores radicados en el espacio geográfico del cuenco de agua subterránea.

Solicitar al Poder Ejecutivo de la Municipalidad de General Acha se informe a la población, en qué estado de avance se encuentra el Proyecto para la instalación de una “Planta Elaboradora de Cloro Soda” a la vera del “Valle Argentino”. Este pedido se encuadra en el cumplimiento de la Ley Provincial 1914/01 y sus respectivos decretos reglamentarios (3).

Producido el mandato popular, los vecinos instalan el tema – problema apropiándose de su trascendencia y, en el “boca a boca”, se va construyendo el movimiento. En tanto, al día siguiente el “grupo de avance” convierte en un espacio de reunión permanente, la vivienda de la vecina Daniela Fiorano, espacio que permite ir analizando y proyectando los actos concretos que darían respuestas permanentes a las medidas del gobierno relacionadas con la radicación de la industria química (tanto local como provincial).

Una palabra clara y efectiva, la que “alumbró” en gran parte las dudas de los presentes, durante la reunión de la Biblioteca Popular, fue la del ambientalista Leandro Altolaguirre, uno de los fundadores de la Fundación “Alihuen” de fuerte arraigo en la provincia de La Pampa.

Un día después a la reunión de la Biblioteca se decide desde el propio mandato asambleario, establecer comunicación escrita y permanente con las autoridades (de la provincia en lo que respecta a la Subsecretaría de Ecología, en la persona del Dr. Darío Daniel Mariani y, a nivel municipal: el Ejecutivo representado en la viceintendenta a cargo, Doña María Elena García y al propio Concejo Deliberante). En tanto, se inicia la lectura del Expediente N° 1.934/09 producido por el organismo de Estado antes mencionado, con el respectivo “Informe de Impacto Ambiental” (4), instrumento técnico fundamental para la “Instalación de una planta de elaboración de clorosoda en General Acha–La Pampa”.

Para su evaluación se suman al grupo de trabajo, profesionales con competencias en la temática, los que dilucidan cuales son las cuestiones técnicas que no están resueltas en dicho informe. Este argumento se utiliza para denunciar ante los organismos públicos antes mencionados y, posteriormente, al pueblo de General Acha, los inconvenientes para la radicación de este tipo de empresas en la localidad y sus adyacencias.

Las tensiones se profundizan dentro de la propia comunidad achense y, su repercusión en distintos escalafones del gobierno provincial (incluye dirigentes de la empresa Fiasa, s/ Ing. Silva, designado por Decreto Prov. N. º 05/04, publicado en el Boletín Oficial N. º 2562 del 16/01/04, con declaraciones que avalen los propios argumentos del Estudio de Impacto) (5).

A nivel local, con un pedido expreso del equipo de trabajo, se realiza una reunión el 28/07/2009, con la viceintendenta a cargo del Ejecutivo Municipal. El análisis producido en el encuentro tiene posturas muy radicalizadas respecto de los fundamentos que existen para la radicación de industria química en General Acha. El Ejecutivo Municipal (con el aval de la provincia) insiste en el principio de “no contamina” (aunque asegura no poseer el Estudio de Impacto, cuestión que resuelve el propio grupo entregándole copia fiel del mencionado documento); “Autoconvocados” da a conocer públicamente que, con el análisis de técnicos especializados de la localidad y argumentos explícitos, la mencionada empresa Fiasa: NO DEBE RADICARSE A LA VERA DEL ACUÍFERO “VALLE ARGENTINO”. El sustento fundamental radica en la carencia de confiabilidad del estudio de impacto ambiental (entre otros argumentos esenciales, no está incluido el tratamiento del efluente sólido que emerge del tratamiento de proceso industrial).

De aquí surge la propuesta de invitar a las autoridades a una próxima Asamblea Popular para exigir la no radicación y la búsqueda de un elemento legal que declare al acuífero como “patrimonio exclusivo para consumo humano”. Concluida la reunión, no se reciben respuestas favorables desestimando el camino de la “pueblada” que dará sus frutos en cercanos acontecimientos con acciones concretas y contundentes.

Los “Autoconvocados” definían sus líneas de pensamiento, con el aporte de las comunidades vecinas (las que forman parte del representativo acuífero del “medanal”); de organismos no gubernamentales (presencia directa y permanente miembro de consulta para el grupo: “Fundación Alihuen”); instituciones locales, provinciales, nacionales e internacionales. Así es como trasciende el movimiento denominado “Acha sin contaminación” (ASCO, crea su propio blog para permitir expresarse libremente, publicar noticias referidas a la temática ambiental, opiniones, aportes, documentos, fotografías…) (5).

En tanto se programa una pronta asamblea en la sede del Club Unión Deportiva Campos, para informar a los interesados y continuar con el afianzamiento de la postura preliminar; los días jueves, el grupo de vecinos se reúne en la Biblioteca Popular y, cual si fuera la propia “jabonería de Vieytes”, allí se programaban acciones acompañadas por charlas en las emisoras locales de radio FM y TV y se diseñan panfletos para entregar a los transeúntes por las calles de la ciudad, en los comercios locales, a los automovilistas en los semáforos; jóvenes, adultos, adultos mayores, acompañan la movilización generando un estado de toma de conciencia en el colectivo achense, emulando (quizá) a aquel movimiento de la población, para intentar el evitar el traslado de la capital del Territorio, a Santa Rosa(6).

La ansiedad del grupo se manifiesta en cada encuentro al recibir el apoyo constante y efectivo de los pobladores achenses. En la semana del 03 al 07 de agosto de 2009, se define la Asamblea Popular con amplia difusión desde los propios vecinos movilizados hasta los medios gráficos, radiales y televisivos. Se realizó el día 08 de agosto, a las 14:30 horas, en el gimnasio del Club Unión Deportiva Campos (“el club de los amores achenses”).

El movimiento rompe con los ritualesde la celebración

El primer Asambleazo

Las pulsaciones se aceleran, la energía del grupo movilizador sirve para compaginar el lugar donde, muy cercanas a la 500 personas, se congregaron para analizar, debatir y tomar postura respecto del futuro de la instalación de la empresa que elaboraría cloro-soda en General Acha, incluyendo el estado de situación de la gestión del grupo de avance (ante las autoridades locales y/o provinciales), para declarar al “Acuífero Valle Argentino” patrimonio de los pobladores radicados a la vera de la citada cuenca hidrográfica. Los achenses, de manera particular, sienten la necesidad de romper con aquella frase que condenaba su futuro de postración: “General Acha, la cenicienta de La Pampa”.

En una improvisada tarima, quienes llevaron la responsabilidad de la gestión (con mandato de la Reunión del 24/09/2009), con la locución del moderador: Gustavo Ayet, la Asamblea inicia su sesión con la lectura de una profunda y evidente carta escrita por el Licenciado Pablo Sura (dirigente ambiental y víctima del complejo INDUPA, Cinco Saltos, provincia de Río Negro).

La mencionada carta se refería a los desequilibrios ecológicos producidos durante años (desde 1.951) por el Polo Químico INDUPA Cinco Saltos, provincia de Rio Negro: “…No dejen hipotecar el futuro a cambio de trabajo, porque existen intereses de grupos y políticos, todo va de la mano…”, esgrimía Sura, quien perdió a su padre que era operario de la petroquímica INDUPA, producto de una penosa enfermedad adquirida por el contacto con sustancias nocivas en la citada industria (7).

Integrantes del “grupo de avance” dan a conocer los pasos seguidos hasta el momento, para reclamar ante las respectivas autoridades de la provincia y del orden local, documentación fehaciente que avale la correspondiente evaluación de impacto ambiental. Entre los párrafos del propio estudio de impacto, aparecen las debilidades del proyecto: ponderación a favor de la ciudad de Santa Rosa para instalar la industria pero, como se considera “peligrosa”, se promueve hacerlo en cercanías de la localidad de General Acha; si bien esta nueva propuesta de localización era viable por la calidad y abundancia de agua dulce, se destacaba la posibilidad de una escasa mano de obra genuina (de la localidad), pues era necesario una mayoría de profesionales de especialidad; la vida útil de la empresa asegura solamente diez (10) años luego de los dos (2) años que llevará instalarla.

Estas afirmaciones provocan más dudas en los vecinos, quienes comienzan a levantar sus manos para pedir la palabra y, una a una, van apareciendo las posturas que serán aprobadas por mayoría absoluta:

- Constituir organismos competentes, bajo el amparo de la ley para que evalúen y autoricen el tipo de emprendimientos industriales para radicarse en la zona (se destaca a nivel de la jurisdicción municipal, la existencia de un estudio de regulación urbanístico, con consultas a la población, el que requiere de una norma municipal regulatoria y que defina su respectiva autoridad de aplicación) (8).

- Crear una ley provincial respecto de la regulación para el uso y utilidad de los recursos hídricos (con marcos regulatorios específicos que incluya a los acuíferos, como lo es el caso del más representativo del territorio provincial: “Valle Argentino”)(9).

La voz de los asambleístas irrumpe con la palabra del trabajador municipal Ventura: “hace 100 años nos robaron la botella de agua para cambiarle el lugar, de Acha por Santa Rosa, que no nos vuelva a pasar” (afirmación popularizada entre los vecinos achenses desde que la capital del entonces “Territorio Nacional de La Pampa Central” –originalmente radicada en la ciudad de General Acha por decisión del Gobierno Nacional en 1884– fuese (definitivamente) trasladada a Santa Rosa, allá por 1904, previa a la “rebelión de los achenses”); un caluroso y sentido aplauso de los presentes permitió otorgarle un ambiente agradable y distendido entre los vecinos de la localidad, para continuar con la participación activa y dejar abierto el debate acerca de la continuidad de la lucha.