Los encantos de la culpa - Pedro Calderón de la Barca - E-Book

Los encantos de la culpa E-Book

Pedro Calderón de la Barca

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Beschreibung

Los encantos de la culpa es un auto sacramental de Pedro Calderón de la Barca, género en el que llegó a alcanzar la plenitud, al combinar a la perfección con su talento natural, amante de la pintura y de las sutilezas y complejidades teológicas.

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Seitenzahl: 38

Veröffentlichungsjahr: 2020

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Pedro Calderón de la Barca

Los encantos de la culpa

 

Saga

Los encantos de la culpaCover image: Shutterstock Copyright © 1645, 2020 Pedro Calderón de la Barca and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726499766

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

AUTO SACRAMENTAL ALEGÓRICO

PERSONAS

 

El hombre. El oído.

el entendimiento. La lisonja.

el gusto. La penitencia.

el tacto. La culpa.

el olfato. La lascivia.

la vista. Música.

 

Suena un clarín, y se descubre una nave, y en ella elHombre, el Entendimiento, y los cinco sentidos

 

Entendimiento En la anchurosa plaza

del mar del mundo hoy, Hombre,

[te amenaza

gran tormenta.

Oído Yo he sido

de tus cinco sentidos el Oído;

y así, el primero siento 5

bramar las ondas y gemir el viento.

Vista Yo que he sido la Vista,

que al sol los rayos prespicaz conquista,

desde lejos diviso

uno y otro huracán, a cuyo viso 10

en esta cristalina

campaña te previene fatal ruina.

Tacto El Tacto soy; a horrores te provoco,

pues ya cercanos los peligros toco.

Olfato El Olfato te dice que se crea 15

el húmedo vapor de la marea.

Gusto Yo en trance tan injusto,

con ser el Gusto, estoy aquí sin gusto.

Oído ¡Gran tormenta corremos!

Entendimiento ¡En el mar de la vida nos perdemos! 20

Tacto ¡Larga aquella mayor!

Olfato ¡Iza el trinquete!

Gusto ¡A la triza!

Oído ¡A la escota!

Vista ¡Al chafaldete!

Entendimiento ¡En alterados hielos

corre tormenta el Hombre!

Todos ¡Piedad, cielos!

Hombre En el Texto Sagrado, 25

cuantas veces las aguas se han nombrado,

tantos doctos varones

las suelen traducir tribulaciones,

con que la humana vida

navega zozobrada y sumergida. 30

El Hombre soy, a astucias inclinado,

y por serlo, hoy Ulises me he nombrado,

que en griego decir quiere

cauteloso. Y así, quien hoy quisiere

correr las líneas de la suerte mía, 35

de Ulises siga en mí la alegoría;

y los que en una parte

me llamaron viador viendo mi arte,

y en otra navegante, que el camino

del mar discurro siempre peregrino, 40

dando ocasión a que ningún viviente

se admire de peligro tan urgente.

Y así, nadie se espante

que Ulises, peregrino y navegante,

con inquietud violenta 45

corra tanta tormenta,

confusos y perdidos

en mis tribulaciones mis sentidos.

Oído Sólo se escuchan en la selva fría

ráfagas que nos dan por travesía. 50

Vista Sólo se ven en esos horizontes

montes que se deshacen sobre montes.

Tacto Sólo se tocan ondas con quien sube

el mar, que nace mar a morir nube.

Olfato Uno son ya los dos azules velos. 55

Gusto ¡Que nos vamos a pique!

Todos ¡Piedad, cielos!

Entendimiento Si los llamáis, serenidades crea

vuestro temor cobarde; y que no sea

este bajel, que en piélagos se mueve,

sepulcro de cristal, tumba de nieve, 60

que el cielo, a humildes voces

[siempre abierto,

al náufrago piloto es feliz puerto.

Gusto Acordémonos dél, ahora que estamos

en riesgo los que el mundo navegamos.

Entendimiento Dadle voces en tales desconsuelos, 65

pues él siempre responde.

Todos ¡Piedad, cielos!

Oído Ya escucho que se llena

la vaga habitación serena.

Gusto Y el mar tranquilo, no con ira suma,

no riñe, sino juega con la espuma. 70

Entendimiento Todo el aire es cambiantes y reflejos.

Vista Todo es serenidad; y ya no lejos,

antes que todos, miro

cumbres que tocan al azul zafiro

del mar burlando la sañuda guerra. 75

Entendimiento Celajes se descubren... ¡Tierra, tierra!

Hombre Prudente Entendimiento,

piloto que al gobierno estás atento

de aquesta humana nave,

que nadar y volar a un tiempo sabe, 80

siendo en mansiones de átomos de espumas,

sin escamas delfín, cisne sin plumas,

pon la proa en aquella

montaña en quien la más luciente estrella

peligra, pues su cumbre 85

es en donde se roba al sol la lumbre.

Y así, sus puertas inconstantes cierra

a este humano bajel.

 

Desembarcan, y desaparece la nave

 

Todos ¡A Tierra, a tierra!

Hombre Humanos sentidos míos,

vasallos que componéis 90

la república del Hombre,

que mundo pequeño es;

generoso Entendimiento,

piloto de ese bajel

que sobre el campo del mar 95

monstruo se alimenta, pues

cuanto bate el viento es ave,

cuanto baña el agua es pez;

compañeros de mi vida,