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Los misterios de la misa es un auto sacramental de Pedro Calderón de la Barca, género en el que llegó a alcanzar la plenitud, al combinar a la perfección con su talento natural, amante de la pintura y de las sutilezas y complejidades teológicas.
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Seitenzahl: 38
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Pedro Calderón de la Barca
Saga
Los misterios de la misaCover image: Shutterstock Copyright © 1640, 2020 Pedro Calderón de la Barca and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726499650
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
Ábrese el primer carro y sale la Ignorancia de villanacon una banda en los ojos
IGNORANCIA Todo el año voy a misa
y yendo y viniendo a ella,
al cabo del año no
sé de la misa la media.
¿Qué mucho? Soy la Ignorancia 5
mi nombre dije, fue fuerza,
que hay pocos que me conozcan
aunque hay muchos que me tengan.
El mundo vagando voy
llena de dudas acerca 10
de este grande sacrificio.
Bien villano el traje muestra
mi rustiquez y este velo
mi ceguedad. ¡Qué tinieblas
tan pavorosas me ciñen, 15
tan horrorosas me cercan!
¿No hay en todo este desierto
yendo de ignorancia llena
quien me guíe?
Sale la Sabiduría, con un penacho de plumas de las colores que dirán los versos
SABIDURÍA Sí, y mi mano
quite a tus ojos la venda, 20
porque veas los caminos
de la humana vida y veas,
que el quitar las ceguedades
es mi mayor excelencia,
ya que siendo temerosa 25
de Dios mi favor esperas,
porque el temor de Dios es
el principio de la ciencia.
IGNORANCIA ¿Quién eres hermosa dama,
cuya divina belleza 30
a par del sol ilumina
tu soberana presencia?
¿Quién eres que de esas cinco
colores traes la cabeza
ceñida con cinco plumas, 35
que siendo del cielo estrellas
son flores de tu tocado
en cuyas rizadas trenzas
la alba rayos desperdicia?
SABIDURÍA Escucha, Ignorancia, atenta. 40
Yo soy del eterno Padre
un atributo, a su esencia
tan conjunto que, como él,
sin fin ni principio, eterna
en su mente estoy. Soy (como 45
el Deuteronomio enseña)
de Dios palabra y precepto.
Soy tesoro y soy riqueza
en la ley del evangelio
escondida a las primeras 50
leyes y solo enseñada
en sombras a los profetas.
Soy del Espíritu santo
noble don, como Job muestra
y Salomón lo publica 55
cuando pide que yo sea
la dádiva liberal
de la suma Omnipotencia.
Y, en fin, Ignorancia humana,
la Sabiduría inmensa 60
de Dios, que a ser la del hombre
yo tan ignorancia fuera
como tú, porque no hay sabio
que no ignore más que sepa.
Las plumas de mi tocado 65
son aquí exteriores muestras
que solo dicen lo real
de mi física presencia.
El Altísimo crió
la medicina y por ella 70
me adorna entre otras colores
la pajiza macilenta
color, porque con la muerte
a cada paso se encuentra.
La azul, que es color del cielo, 75
la filosofía ostenta,
porque en el cielo la hallan
el desvelo y la agudeza.
De los cánones sagrados
la verde en mí representa 80
la católica esperanza
que los pontífices tengan
de que el universo esté
todo entero a su obediencia,
cuando a un pastor y a un rebaño 85
se reduzcan las ovejas.
La carmesí que es color
de la Justicia sangrienta
es divisa de las leyes
a que humildes y sujetas 90
las repúblicas están
políticamente atentas.
En la sacra teología,
la blanca color enseña
de su grande facultad 95
el candor y la pureza.
Viéndote, pues, vacilando
en tus ceguedades mesmas,
¡oh, miserable Ignorancia!,
vengo a darte luz y piensa 100
que no temo que por ser
la Ignorancia no me atiendas,
porque ya no es Ignorancia
Ignorancia que desea
saber, que en las más agudas 105
cuestiones y sutilezas
la vergüenza de ignorarlas
es empezar a saberlas;
y entre el que sabe e ignora
solo halló una diferencia 110
el Eclesiastés diciendo
que el que sabe en la derecha
mano tiene el corazón
y el que no sabe en la izquierda,
dando a entender que del alma 115
igual es la suficiencia;
sino que la ponen unos
donde puedan usar de ella
ágilmente y otros donde
se la embargue la torpeza 120
del ocio, significando
del que sabe y del que yerra
torpeza y agilidad
en la diestra y la siniestra.
Y ahora, en la cuestión entrando 125
de tus dudas, considera
que esta grande, esta divina,