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Los Nerds Y La Niñera
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Veröffentlichungsjahr: 2016
Los Nerds y La Niñera
Nadia Dantes
––––––––
Traducido por A.J Garza
“Los Nerds y La Niñera”
Escrito por Nadia Dantes
Copyright © 2016 Nadia Dantes
Todos los derechos reservados
Distribuido por Babelcube, Inc.
www.babelcube.com
Traducido por A.J Garza
“Babelcube Books” y “Babelcube” son marcas registradas de Babelcube Inc.
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Nota del Autora
Los Nerds y la Niñera
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Este libro es un trabajo de ficción. Los nombres, personajes, lugares, e incidentes son productos de la imaginación del escritor/a y son usados como ficción. Todos los personajes en este trabajo de ficción tienen 18 años de edad o son mayores de edad.
Los ojos azules de Evie se agrandaron y su boca se abrió un poco, sorprendida. “¡Guau! Es, ¡más grande de lo que pensaba! Yo... simplemente... ¡guau!” exclamó, y luego se rio por encima del hombro.
Peterson estaba detrás de ella, follándola rápidamente, gruñendo y jadeando y gimiendo. Él era de tamaño medio, pero no tenía ni idea de lo que estaba haciendo. Estaba usando una gran cantidad de esfuerzo para hacerlo, y el brillo de sudor en su frente lo atestiguado. Varios rizos marrones claros estaban pegados a su frente también, y Evie pensaba que era lindo, mucho más lindo que cuando estaba tan tímido y tratando de ser social.
“Mucho más grande que Peterson,” Dylan anunció con total naturalidad desde el sofá delante de ella.
Peterson se detuvo con las manos en las caderas delgadas de Evie para darle a Dylan una mirada asesina.
“Y esto viene del tipo que nunca ha tenido relaciones sexuales,” él jadeó, aunque su fatiga no disminuyó el tono sarcástico de su voz.
Como de costumbre, Dylan no se molestó por sus palabras. “Puedo decir que es obvio que no tienes mucha experiencia. Yo he visto a varios tener relaciones sexuales, y no estoy seguro de que lo estás haciendo bien,” dijo. “Me siento mal por ti.”
Evie se rió y puso los ojos en blanco, jadeando fuertemente cuando Peterson gruñó y comenzó a follarla de nuevo, esta vez con renovado vigor. Volvió a mirar un poco dubitativa al bastante largo y grueso pene que Dylan que estaba sosteniendo en alto delante de ella.
<<No sé>> pensó. Después de un momento de contemplación, ella encogió los hombros y le dio a Dylan una sonrisa. “Bueno, no sabremos hasta que lo intentes.” Una ceja negra delgada se arqueo. “¿Estás listo, Dylan?”
Los rasgos angulosos de Dylan se pusieron pensativos, y Evie intentó no reírse. << ¿Era tan difícil de tomar una decisión?>> Ella se preguntó.
Finalmente asintió. “Está bien. Hazlo.”
“Está bien... aquí va.” Ella respiró hondo, y luego inclinó la cabeza hacia abajo y deslizó su boca sobre la cabeza bulbosa de su pene. Tomándolo todo dentro de su boca hizo que sus ojos estuvieran llorosos, pero ella lo tomó todo adentro, pulgada por pulgada. Los jadeos de Dylan la motivaron, y si pudiera ella habría sonreído. Hasta ahora esto no era una mala idea. Tendría que darle las gracias a Erin después. Un grupo de hombres viejos tocándola y tratando de poner sus penes arrugados en su coño no le sonaba como un buen tiempo, pero dar placer y recibir la adoración de un grupo de chicos jóvenes desesperados si le sonó como un buen tiempo.
No era que Evie sentía algo romántico para el hermano de Heather y sus amigos nerds, ella sólo sabía que se lo agradecerían, y siendo honesta encontraba su especie de rareza simpática. Había tenido relaciones sexuales con los chicos populares, los chicos en las grandes fraternidades, chicos que estudiaban para ser médicos y abogados, pero sus personalidades aburridas, si es que tenían una. A pesar de su torpeza Dylan, y el resto al menos, tenían más de que hablar que de sí mismos, y lo rico que iban a ser.
La mitad del pene de Dylan pasó por los labios de Evie antes de atragantarse e interrumpió sus pensamientos. Todo había comenzado con un pequeño gemido debido a los empujones torpes de Peterson, y luego el gran pene golpeo la parte posterior de la garganta de mala manera. Evie tiró la cabeza hacia atrás y la boca lejos, hebras en forma de banda de la saliva se extendieron entre los labios delgados y el gran pene venoso frente a ella. Ella tomó un par de bocanadas profundas de la respiración y luego se echó a reír viendo a Dylan, que la observaba con curiosidad con sus pequeños ojos oscuros, la cabeza inclinada.
“Sí, eso es mucho que tomar dentro de mi boca. ¿Cómo se sintió? ¿Quieres intentarlo de nuevo?”
Dylan frunció el ceño de nuevo, pensando. Después de un momento, asintió con la cabeza en señal de aprobación. “Muy bien,” dijo, inexpresivo como siempre. “Si lo deseas, sí por favor.”
Ella se rio un poco más. “Está bien. Yo sólo voy a usar mis manos por un momento, ¿de acuerdo?”
Dylan asintió y se acomodó, mirando como sus delgados dedos, y manos con uñas color púrpura se envolvieron alrededor de su pene. Poco a poco le acariciaba arriba y hacia abajo, extendiendo su saliva sobre su pene largo. El suspiró gratamente, pero esa fue su única reacción a sus cuidados.
Evie nunca había sabido qué pensar de él. Había sido amigo de Kyle el hermano de Heather durante mucho tiempo, y siempre había sido larguirucho y extraño. Sin embargo, a pesar de su delgadez, no era torpe, y tenía un aplomo que lo distinguía incluso de sus amigos. Del mismo modo, mientras que sus rasgos [...]