2,99 €
Una vez, hablando sobre prótesis, alguien me dijo que piense algún sueño que podría ayudarme a cumplir, algo que quisiera agarrar. Lo pensé y mi respuesta fue que "los sueños no se agarran con las manos". La verdad no tenía ningún sueño de agarrar algo con mi mano y no sentía que agarrar algo con mi mano izquierda vaya a representar un antes y un después en mi vida. Siempre fui soñadora y quizás utópica. Mis sueños no son simples, si voy a soñar me gusta hacerlo a lo grande: sueño con recorrer el mundo, con que todas las personas tengan comida, que no existan más guerras y que la sociedad transformé su mirada hacia la discapacidad y, entre ellas, hacia las diferencias de extremidades, discapacidad con la cual nací. Quizás al contarles cómo yo transformé mi mirada hacia mi discapacidad ayude a que otros lo hagan. No como una historia de motivación, aunque si alguien le ayuda en algún dolor personal no reniego, sino como una historia de transformación. Digamos que este es un libro teórico-práctico, donde la experiencia personal va a ir acompañada de algo de conocimiento. La experiencia me pertenece, pero el conocimiento es el verdadero poder y es para todos.
Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:
Seitenzahl: 48
Veröffentlichungsjahr: 2023
Florencia Luggren
Luggren, Florencia Los sueños no se agarran con las manos / Florencia Luggren. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2023.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-3648-8
1. Ensayo. I. Título. CDD A864
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
PRÓLOGO
¿QUÉ VES CUANDO ME VES?
NO TE PUEDE FALTAR LO QUE NUNCA TUVISTE
SER DISTINTO EN UN MUNDO DE PARECIDOS
EL PODER DE LAS REDES
HERMOSAMENTE DISTINTOS
DESDE OTRA PERSPECTIVA
¿CÓMO LLEGÓ ESO AHÍ?
NUESTRA COMUNIDAD
AGRADECIMIENTOS
Se nos enseñó a tener miedo a la soledad en lugar de a las malas compañías.
Se nos enseñó a tener miedo a la muerte en lugar de a no vivir la vida.
Se nos enseñó a tener miedo al ridículo en lugar de a la amargura.
Se nos enseñó a tener miedo al “qué dirán” en lugar de a no ser libres.
Se nos enseñó a tener miedo en lugar de a tener sueños.
Una vez hablando sobre prótesis alguien me dijo que piense algún sueño que podría ayudarme a cumplir, algo que quisiera agarrar. Lo pensé y mi respuesta fue que “los sueños no se agarran con las manos”. La verdad no tenía ningún sueño de agarrar algo con mi mano y no sentía que agarrar algo con mi mano izquierda vaya a representar un antes y un después en mi vida. Las prótesis pueden ser una buena herramienta, pero mis sueños son cosas tan grandes que no se agarran con las manos, siempre fui soñadora y quizás utópica. Mis sueños no son simples, si voy a soñar me gusta hacerlo a lo grande: sueño con recorrer el mundo, con que todas las personas tengan comida, que no existan más guerras y que la sociedad transforme su mirada hacia la discapacidad y entre ellas hacia las diferencias de extremidades.
Muchas veces me dijeron que tenía que escribir un libro, pero escribir hablando solo de mi historia no me convencía. Siempre renegué del “ejemplo de superación” y lejos está de mí ponerme de ejemplo de algo, todos tenemos nuestras luces y nuestras sombras. Cada persona es distinta, cada vida tiene sus propias complejidades y creo que no podemos medirnos ni compararnos en función de otros. El karma dice que todos nos hemos comportado de diferentes maneras en nuestras vidas pasadas por eso nadie puede repetir la apariencia, disposición mental o experiencias de otros. Mi historia es mi karma y cada uno tiene el suyo. Entonces me pregunté ¿para qué escribir un libro? Y recordé uno de mis sueños: transformar la mirada social hacia las diferencias de extremidades. Si voy a escribir un libro que sea para ayudar a cambiar la mirada de la sociedad. Quizás al contarles cómo yo transformé mi mirada hacia mi discapacidad ayude a que otros lo hagan. No como la historia de motivación, aunque si alguien le ayuda en algún dolor personal no reniego, sino como la historia de transformación. Digamos que este es un libro teórico-práctico. Donde la experiencia personal va a ir acompañada de algo de conocimiento. La experiencia me pertenece, pero el conocimiento es el verdadero poder y es para todos.
Vamos a cuestionarnos muchas cosas. Vamos a tratar de ir a la raíz de los “problemas” y quizás los sorprenda su verdadero origen. Capaz el problema no sea una mano o dos sino lo que creemos que eso significa. Hay que replantearnos mucho de lo que damos por cierto para escribir una nueva historia. La Florencia que hoy les escribe lo tuvo que hacer para sentirse libre y plena.
Les dije que mi sueño es transformar la mirada social hacia las personas con diferencias de extremidades, en realidad, hacia la discapacidad en general. Pero ¿qué es la mirada social? Por empezar no refiere al sentido de la vista, sino que va a lo profundo de las creencias y conceptos que tenemos como sociedad. Somos parte de sociedades que poseen creencias y valores. Estas creencias y valores nos dan un marco de significados hacia las situaciones o cosas. Un claro ejemplo de esto lo encontramos en la vaca y su significado en la India o en Argentina. Para los hindúes este animal es un Dios y por consecuencia de este significado está prohibido comer su carne, en cambio, en Argentina la vaca no tiene ninguna connotación de Dios y su carne es uno de los principales alimentos de la sociedad. Cabe aclarar que estas creencias sociales no solamente están vinculadas a una cuestión religiosa sino que es mucho más amplio, las sociedades están influencias por la cultura, la historia, el contexto, la información a la que tienen acceso, etc. La discapacidad y las diferencias de extremidades como parte de ellas también están sujetas a estas creencias y valores sociales que son las que determinan la mirada social. La discapacidad siempre fue visualmente igual pero entendida diferente en momentos distintos de la historia o en sociedades distintas. A estas formas de entender la discapacidad se las conoce como modelos.
Si hacemos un pequeño repaso de la situación de las personas como yo a lo largo de la historia seguramente concluyamos que he tenido “suerte” de nacer a fines del siglo XX. Veamos…
