Manifiesto de un Ascendente - Alan Noc - E-Book

Manifiesto de un Ascendente E-Book

Alan Noc

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Beschreibung

Mediante esta obra quiero que explores lo más cautivante y trascendente de tu vida, nada más ni nada menos que tu propio Ser. Este libro no te dirá qué hacer y hasta quizá la clave no esté en lo escrito, sino en esos espacios vacíos que están disponibles para que develes aquello sutil que conectará con tu Ascendente. La intención de la obra es clara y contundente: darte a conocer el estilo de vida Ascendente y que, a partir de esa toma de conciencia, seas vos quien dirija la transformación interna hacia tu evolución y conexión con tu propósito. Simplemente voy a invitarte a abrir nuevas vistas, sonidos y sensaciones en vos para que luego te cuestiones hasta tus más arraigadas creencias. Algunas continuarán mucho más firmes que ayer y otras se resignificarán de manera funcional en todo aquello con lo que te encuentres y decidas tomar acción por y para vos. La impronta de toda persona Ascendente se define como un «ir hacia» y no como un «salir de», es decir que la mirada, pensamiento y acción son en todo momento proactivos y nunca en contra de algo, siempre utilizando tus energías para integrar sensaciones, percepciones, intuiciones, sentimientos y pensamientos en virtud de lograr una visión holística de tu vida. El Universo y tu deidad están dentro tuyo, no afuera. Las soluciones a todas tus preguntas están guardadas en tu interior. Quiero acompañarte para recorrer el camino hacia tu versión Ascendente y que vivencies el asombroso poder que te habita, que te sorprendas de lo que sos capaz cuando asumís el control de tus potencialidades prácticamente ilimitadas para alcanzar la plenitud.

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Seitenzahl: 264

Veröffentlichungsjahr: 2022

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ALAN NOC

Manifiesto de un

Noc, Alan Manifiesto de un Ascendente / Alan Noc. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2022.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-3159-9

1. Desarrollo Personal. I. Título. CDD 158.1

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Edición, corrección y coordinación general: Julián Chappa | www.julianchappaeditor.com.ar Diseño de tapa: Magalí Martínez Torre | [email protected]

Tabla de contenidos

Prólogo

Introducción

l. Ascendente

Ascendente

2. Propósito

Propósito

Karma y dharma

Arte de vivir

Sueños

3. Liderazgo

Liderazgo

El éxito como un proceso continuo

Pasión

Umbrales de emoción

4. Soledad

Soledad

Ansiedad

5. Naturaleza (humana)

Naturaleza (humana)

Desocultar

Patrones dominantes

Imperativo ecológico

6. Ocio

Ocio

Ocio, instrucciones de uso

República Democrática del Ocio

Ocio Ascendente | Ocio intrascendente

7. Epílogo

Epílogo

A mis hijos, futuros Ascendentes.

Al infinito fluir de la conciencia.

A los descubridores de mundos.

Prólogo

Viaje hacia tu propio Ascendente

Este libro relata un revelador viaje al interior, a tu propio interior. Sin pasaje de regreso, porque nunca más querrás volver a tu vida anterior. La particularidad de esta aventura es que no se mide en cantidad de horas de vuelo o kilómetros recorridos, sino en cantidad de endorfinas generadas, pensamientos producidos, ideas materializadas y nuevas experiencias vividas.

Se trata de un itinerario muy corto e infinito al mismo tiempo que conduce hacia tu esencia, para que seas mucho más consciente del enorme potencial que contenés. El pasaporte que necesitarás es solamente tu decisión de conocerte a fondo, sin prejuicios, pero con la firme e indeclinable decisión de atreverte a Ser.

También tenés en tus manos un Manifiesto. Sí, con mayúsculas. Una vida latiendo en el papel, la de alguien como vos que se atrevió a traspasar los umbrales, voló y buceó hasta el límite de su oxígeno para entender qué es respirar, qué es sentir, qué es estar realmente vivo.

Esta obra tiene como propósito inspirarte, despertar tus inquietudes, deconstruir, cuestionar, indagar, repensarlo todo. Ir a fondo, a la médula. Transmitirte el vértigo y la adrenalina de ser el protagonista y guionista de la historia de tu existencia, que es mucho más de lo que nos enseñaron a creer.

El autor de este compendio, Alan Noc, combatió consigo mismo hasta vaciarse por completo de todo lo prescrito y comenzar de nuevo. Entonces comprendió algo revolucionario que cambiaría radicalmente su vida: «Conquistar tu mundo interior es la única llave que te permitirá conquistar el mundo exterior».

Este libro no fue escrito por un reconocido escritor, sino por un apasionado y voraz aprendiz de la vida que quiere compartir con vos cómo piensa y actúa ante determinadas situaciones, qué le sirvió y qué hizo para encontrarse a sí mismo —y crear el concepto de Ascendente— aportándote inspiración, anécdotas, experiencias, ideas y ejemplos concretos para que apliques en tu vida personal y profesional.

Te invito a indagar en tu fuero interno para conocer tu microcosmos, cuando logres hacerlo confirmarás que está íntimamente ligado al Universo, a un todo sin polaridades ni divisiones. Es posible mantener los pies sobre la tierra y liberar tu cabeza en el cielo. Elevá tu mirada, estás a punto de emprender una fascinante travesía para desocultar y habitar al Ascendente que hay en vos.

Julián Chappa | Editor

Introducción

Ascendente es aquella persona que mira una tormenta de frente y queda fascinada, porque dentro suyo existe otra tormenta más poderosa, latente, que puede acabar siendo creativa o destructiva. Sabe que dentro de esa tormenta habita el rayo, poseedor de luz y poder infinitos, ese camino de energía luminosa que conecta tierra y cielo, lo humano y lo divino.

Un ser humano Ascendente es aquel que posee la valentía suficiente para buscarse a sí mismo cueste lo que cueste, porque sabe que encontrarse no tiene precio y que lo convertirá en un verdadero artífice de su propio y particular destino.

Las personas Ascendentes crean su realidad explorando sus límites, hacen camino al andar convirtiendo sus limitaciones en fortalezas, aprendiendo de cada error porque saben que son parte de futuros aciertos. Un Ascendente no espera mejores condiciones, sino que las crea. Cree en sí mismo para luego crear algo nuevo, algo único con su propia impronta personal.

Siempre busqué la manera de integrar en un solo concepto mi conducta, mi manera de pensar y hacer las cosas. Después de muchos años de introspección, auto-liderazgo, excesos, deconstrucciones y mucho cuestionamiento logré encontrar «esa palabra» y también «ese concepto», algo que atravesó por todo lo que pensé y sentí.

El concepto Ascendente es mucho más que una interpretación personal, es esa palabra que explicó y unificó todo lo que fui, todo lo que soy y todo lo que seré en esta y en cualquier vida. Creo que Ascendentes somos todos, pero cada uno tiene su momento, su tiempo para poder reconocerlo.

Este manifiesto es una expresión, donde no vas a encontrar una receta de qué hacer y cómo hacer las cosas, sino postulados para tu reflexión, chispas de inspiración para que profundices o simplifiques temas de tu vida y de tu Ser que se encuentren reflejados tanto en lo que dice como en lo que no dice el libro.

Esta obra es breve, concreta y juega mucho con lo que «no dice» y queda en el terreno de lo tácito y hasta aparentemente inconcluso, para que explores y des lugar a tu propia visión Ascendente.

Con el recorrido de este libro no quiero generarte la experiencia de un gurú que te indica qué hacer, sino precisamente lo opuesto: el testimonio de un amigo que te cuenta cómo sus voraces ganas de vivir, de desafiarse y de ascender fueron generando un torrente de aventuras y conceptos que quiero compartir con vos en un formato de lectura introspectiva.

Acerca de este último punto quiero contarte que fue y sigue siendo muy complejo y fascinante a la vez lidiar con la propia evolución, debido a que los temas que desarrollé, repasé y editamos, con el correr del tiempo fueron refinándose y convirtiéndose en una interminable espiral de expresiones. Por tanto, voy a invitarte a que tomes como inspiración y punto de partida cada tema, idea, reflexión o perspectiva que te llame la atención, para que luego te apropies de ellas y generes tu propia versión.

l. Ascendente

Ascendente

El dron despega, tus pies siguen en contacto con el suelo pero tu mente comienza a volar mientras la perspectiva cambia a cada segundo y el horizonte se amplía más y más. El punto de vista modifica lo observado, por eso hay que saber que cuantos más puntos de vista podamos captar, más completo será el rompecabezas de imágenes que finalmente logremos armar de cualquier cosa que nos suceda.

Esa visión ascendente será un punto de partida para que apliques y enriquezca no solo lo que capten tus ojos, sino la materia prima sensorial para que cuentes con diversidad de herramientas que te permitan un acercamiento más rico, completo y complejo a lo real para tomar mejores decisiones en todos los ámbitos de tu vida.

Ese camino que se eleva da vuelo a tus ideas y, sobre todo, te brinda una visiónintegradora de todos los elementos que componen la realidad, tu realidad. Se genera un camino directo y natural hacia lo divino, hacia la magia que habita dentro de lo real. Esa magia real que te invito a descubrir a partir de este momento. Elevemos la mirada hacia tu futuro Ascendente.

Cabeza en el cielo, pies en la tierra.

Siempre está presente en mis acciones y discurso la idea de «visión ascendente». Constantemente utilizo referencias del estilo «Si levantamos la lupa, si elevamos el dron», es decir que siempre busco una visión ascendente, que posibilite elevar mi mirada para analizar lo macro y relacionarlo con lo micro, integrándolos para comprender mejor la inmensa riqueza de la realidad.

Cada vez con más frecuencia, sobre todo a partir del surgimiento de la pandemia de covid-19, solemos escuchar (o pronunciar nosotros mismos) frases como «Me quiero desconectar de todo» o «Quiero desconectarme de la Matrix» en referencia a salir del mundanal y frenético ritmo de vida que reina sobre todo en las grandes ciudades.

A mi criterio, esas frases literalmente quieren decir lo contrario de lo que expresamos con palabras. Si nos detenemos a reflexionar, lo que realmente queremos decir podría ser algo así como «Me quiero conectar conmigo mismo/a y con todo lo que me interesa a mí» o «Quiero conectarme con mi esencia, censando atentamente mis propias sensaciones».

Sintonizar tu propia frecuencia demora porque se trata de un proceso gradual, es bueno tenerlo claro para no padecerlo sino disfrutar de ese camino de búsquedas y de encuentros. Es esencial darnos el tiempo para probar nuestros agudos, graves, la vibración del subwoofer… hasta que todos los ruidos se conviertan en sonidos. De alguna manera es ir componiendo nuestra propia melodía.

Conectarnos con nuestro universo interior es un proceso extraordinariamente enriquecedor. Se trata de lograr la calma y la sensibilidad necesarias para captar «nuestra propia señal de wifi», cuya contraseña de ingreso está guardada dentro nuestro. Una vez que logres captarla, te aseguro que vas a tener conexión de alta velocidad pero sobre todo de alta fidelidad.

La velocidad es relevante, pero la fidelidad es fundamental porque te permitirá detectar los detalles, interpretar matices y justamente ser más fiel a tu esencia, para respetarla y proyectarla hacia el exterior. Si te respetás en profundidad también vas a respetar a los demás, porque captarán tu autenticidad y la de tus actos.

Es notable cómo el lenguaje que los seres humanos hemos construido a veces revela y a veces oculta lo que deseamos comunicar. Cuando decimos que alguien «pierde la mirada en la inmensidad de un paisaje», conscientemente o no, lo que en realidad intentamos expresar es que «no pierde nada, sino que encuentra algo dentro suyo a partir de la introspección que habilita esa contemplación dinámica y atenta del mundo exterior».

Es por eso que solemos pedir a quien nos acompaña en esas ocasiones que haga silencio para concentrarnos en esa observación que se inicia con los ojos pero que luego crea una serie de sensaciones mucho más profundas y complejas que convierten a ese momento en inolvidable debido a todo lo que despierta en nosotros.

Quiero invitarte a que recorramos juntos el camino para revelar lo oculto y a la vez rebelar tu mente para no dar nada por sentado, adoptando el ejercicio de cuestionarnos lo que acontece, siempre, es decir tomar cada acontecimiento de nuestra existencia como si fuese la primera vez, como si fuese la última vez. La rebelión del pensamiento para acceder a la revelación del discernimiento.

Lejos del gurú, cerca del aprendiz

Me considero un aprendiz permanente. No tengo la «verdad revelada» de nada, pero sí he logrado develar varias «verdades reveladoras» para mi propia vida. En este libro quiero compartirlas con vos, porque eso me ha permitido experimentar, equivocarme, aprender, desaprender, construir y reconstruir, siempre en permanente «estado de pregunta y generación de respuestas».

¿Alguna vez te enfocaste en desarrollar y estimular tu capacidad de asombro? Me refiero a eso que te genera encontrarle el encanto a todo, por más que lo hayas vivido una y otra vez. Esto aplica para una pareja, para un trabajo, para un lugar, para una canción, para tu comida preferida, para una capacitación, para sensaciones y para muchas cosas más. Explorar vivirlo como la primera vez, siempre reenamorarse de las cosas.

Atento a un pequeño puñado de certezas personales, siempre con actitud de aprendizaje, llega un momento en el que reunimos las herramientas para que aparezca también el maestro y ascienda un escalón que posibilite deconstruir todo lo anterior, logrando procesar y asimilar todos esos conocimientos al adoptarlos (y adaptarlos a mis necesidades).

Luego de recorrer mi propio camino, los obstáculos me ayudaron a comprender que el aprendiz alimenta al maestro, y que ambos coexisten en mí. Considero falsa la polaridad aprendiz/maestro porque empobrece la realidad, ya que todos somos ambas cosas al mismos tiempo, aunque en distinta proporción a lo largo de nuestra constante maduración.

Una de las cosas que descubrí es que —contrariamente a lo que indica la lógica de los paradigmas imperantes— mantener vivo al aprendiz que hay en mí me permitió alimentar al maestro, pero en una dinámica complementaria muy interesante: sin la eterna curiosidad del aprendiz, el maestro progresivamente se estanca.

En el humano afán de etiquetar todo y a todos, las personas solemos pensar que en la vida existen compartimentos estancos, es decir que el aprendiz es 100 % aprendiz hasta que se convierte en 100 % maestro. El desafío es integrar ambas etiquetas para configurar un todo que es mucho más que la suma de ambas partes, ya que está siempre abierto a combinarse y recombinarse.

Haciendo una analogía con un vino, el ideal al que podemos aspirar es convertirnos en un blend entre nuestro aprendiz y maestro interiores, para mantener activa nuestra curiosidad e interés pero con la sabiduría, experiencia y templanza que aporta la buena madera de la que estamos hechos, a la que los años irán aportando saberes y sabores nuevos.

Añejar el conocimiento es sinónimo de dejarlo reposar para que potencie las virtudes de eso que somos, pero que no signifique perder la «frescura» para que cada nueva cosecha de conocimientos nos permita ir incorporando aromas sutiles que vayan otorgándonos complejidad y profundidad.

Cada nueva cosecha, cada «añada» sumará saberes que iremos asimilando, refinando y ajustando las proporciones de ese blend para integrar en el conjunto cada vez más armónico de saberes-sabores que nos volverán más interesantes e intensos con el transcurso del tiempo.

Tal como sucede con los vinos, las personas necesitamos encontrar el equilibrio entre todos nuestros componentes, porque eso es lo que nos permite «expresar» nuestra esencia sin que un aroma-virtud opaque a los demás. La virtud del maestro es justamente trabajar en sí mismo para que todos sus atributos se complementen y puedan potenciarse.

Cuanto más sepas, más cepas integrarán tu blend.

Un Ascendente cree fervientemente en que su «potencial de guarda» no está escrito, sino que se va escribiendo a lo largo de toda la vida, y sabe que su mejor momento está por venir, porque su experiencia y juventud aunadas le permiten seguir evolucionando y complejizándose, sumando matices que le otorgan más y más riqueza.

Como diría un enólogo, el mejor «Gran Reserva» es aquel que aúna todos los atributos del paso de los años con la ligereza y la frescura, evitando volverse pesado y agrio. Para eso debemos ser porosos y permeables como el mejor corcho, para que nuestro blend nunca deje de comunicarse con el exterior, de respirar y oxigenarse con aire nuevo que siga mejorándolo.

El equilibrio entre aprendiz y maestro es esencial para que tu blend llegue a ser ese «Gran Reserva» que potencialmente ya sos (tu potencial de guarda). Muchos buenos vinos no logran llegar a ser «Gran Reserva» precisamente porque no contemplan este blend aprendiz-maestro, sin el cual se rompe el equilibrio.

Atrevete a ser el artífice de la creación de tu propio blend, es decir la combinación de cepas-virtudes que te conviertan en un ser original. Las combinaciones posibles son infinitas, es cuestión de trabajar en vos combinando y recombinando elementos hasta que encuentres el equilibrio que exprese tu verdadera esencia.

Aprovechá al máximo tu «buena madera» para potenciarte, teniendo muy presente que el tiempo siempre será tu mejor aliado, por lo cual los años no harán más que profundizar y aportarte matices-herramientas para aplicar en tu vida y expandir tus horizontes. ¡Brindo a la salud de tu «potencial de guarda»!

Para soñar despierto, despertá tu conciencia

No existe viaje más revelador y revolucionario que el que conduce al autoconocimiento. Es el viaje que incluye a todos los demás viajes posibles. Acompañame en el revolucionario proceso de «tomar conciencia». Cuanta más conciencia tomes, más lúcido y despierto vas a estar (y te vas a sentir).

En este proceso no necesitás moderación sino todo lo contrario. Quiero acercarte algunos ejemplos de modelación para llegar a tomar conciencia de un modo natural y ordenado. Lo misterioso de la conciencia es que puede dormir toda la vida en vos, pero una vez que la despertás nunca más volverá a dormirse.

A este simple proceso yo lo divido en tres fases complementarias: primero tendremos que despertar nuestra conciencia, luego activarla de la manera que mejor favorezca nuestra intención, y finalmente —luego de ahondar en el proceso de autoconocimiento— crear nueva conciencia según nuestras necesidades y deseos personales. Lo resumo de la siguiente manera:

Hace poco leí algo que me dejó pensando hasta el día de hoy y me resulta muy movilizador e inspirador, ese tipo de conceptos disruptivos a los que me gusta llamar «ideas abremundos». Según recientes investigaciones del prestigioso profesor británico de neurociencia cognitiva y computacional Anil Seth1, cada uno de nosotros habita en su propio, distintivo y personalizado universo interior.

Seth afirma que nuestro cerebro continuamente genera predicciones sobre las causas de las señales sensoriales que percibimos tanto del mundo exterior como de nuestro propio cuerpo. A ese proceso él lo denomina alucinaciones controladas, es decir inferencias que genera nuestro cerebro, en las cuales el control de la alucinación es tan importante como la alucinación misma.

El autor resume los conceptos fundamentales de estos avances de la neurociencia en una breve charla ted2 subtitulada en español que te invito a escuchar. Cambiará tu comprensión de la percepción de la realidad y también lo que creías que sabías acerca del funcionamiento de tu cerebro y tu conocimiento sobre vos mismo.

Deconstrucción inicial esencial: no existimos por el mero hecho de estar vivos. Tenemos que diferenciar dos conceptos que —si no los deconstruimos— en la superficie solemos pensarlos (y entenderlos) como sinónimos: vivir y trascender. De ninguna manera son lo mismo, procedamos a analizar sus diferencias conceptuales.

Todos los seres humanos estamos vivos, pero solo algunos llegan a trascender. Para lograrlo, primero debemos despertar nuestra conciencia, que suele estar dormida. Sacarla del letargo, muchas veces de toda una vida narcotizada con distracciones y pasatiempos. Para alcanzar la trascendencia, es decir para trascender y no simplemente vivir, es preciso encontrar lo oculto de nosotros mismos dentro nuestro.

Cuando alguien comienza a salir del «corralito» en el que su contexto lo ha colocado, en la misma proporción en la que vaya emergiendo irá ingresando al mundo, al Universo, y comenzará a desembarazarse del embotamiento en el que se encontraba, en muchos casos sin siquiera saberlo.

En mi caso me sirvió mucho para explorar el «despertar de la conciencia», aplicar la gimnasia de conocerme, aceptarme, amarme, desafiarme y cuestionarme. Este tipo de experiencias contribuyeron al cómo trabajar esta etapa.

El segundo paso es activar nuestra conciencia para que nos ayude a captar. Será un ejercicio gradual porque vas a necesitar ejercitarla, afinarla, refinarla, agudizarla. Es necesario que estemos presentes. ¿Qué significa esto? Algo tan simple y básico que hemos olvidado: es preciso que recuperemos el control, que hemos dejado en manos del «piloto automático» del ser.

Sin un profundo trabajo de activación del estar presentes, los seres humanos apenas registramos una pequeña fracción de todo lo que sucede en nuestras vidas. Es decir que estamos viviendo realmente solo una mínima parte de nuestra potencial experiencia sensorial en este mundo.

En tanto no activemos la conciencia para registrar todo lo que pasa, estamos desaprovechando gran parte de nuestro potencial, en el más amplio sentido de la palabra. Lo oculto determina a lo manifiesto, de allí la palabra inicial del título de este libro:Manifiesto de un Ascendente.

Ese Ascendente se manifiesta a través de nuestro arte de vivir, ya que somos nosotros quienes por medio de la voluntad debemos activar el mecanismo interno que finalmente pone de manifiesto nuestra impronta en el mundo sensible (luego de ponerla en marcha en nuestro interior).

Para «activar mi conciencia» siempre me resulta útil practicar el explorar, aventurarme, asumir riesgos, deconstruirme, entrenar, disfrutar y divertirme. Este tipo de experiencias contribuyen al cómo trabajar esta etapa.

Por medio de la expansión de nuestra conciencia, que consiste en comenzar a ver los puentes que se tienden entre los mundos visible e invisible, entre lo sutil y lo denso, lograremos crear nueva conciencia para continuar creciendo y desplazar los límites de lo posible. No se da el paso cuando se disuelve el límite, sino que atrevernos a dar el paso es lo que progresivamente disuelve el límite.

Un Ascendente naturalmente tiene un espíritu integrador de emociones, percepciones, pensamiento y acción. Al integrar elementos de la realidad interna y externa lo que hacemos es amalgamarlos de una manera única por primera vez, con el sello de nuestra impronta, creando una nueva realidad propia.

Al imprimir nuestra creatividad y originalidad estamos materializando una creación en el mundo sensible. Al creer en nosotros, en nuestras capacidades, estamos creando algo nuevo. Es entonces cuando de repente justamente «tomamos conciencia» del poder creador. No es casual que las palabras creer y crear se diferencien apenas por una vocal. Todo creedor (valga el neologismo) más temprano que tarde se convierte en creador.

Me fascina lo experimental porque es un mundo que está siendo creado mediante ensayo y error, siguiendo una visión y explorando lo desconocido en busca de reproducir en el mundo externo eso que ya existe en tu interior, y ya existe por la simple pero poderosísima razón de que fuiste capaz de imaginarlo.

Me considero un guerrero, en el sentido que cuestiono a la realidad para que me enseñe y me inspire a equilibrarme y reequilibrarme todo el tiempo, readecuando acciones, integrando emociones, sentidos y saberes. La realidad es algo fluido y en constante movimiento y cambio, por tanto vamos «editándola» a cada momento para personalizarla y apropiarnos de ella de una manera singular.

Luego de mucho imaginar, pensar e intuir, en cierto momento de mi vida tuve la epifanía —una epifanía es la manifestación de una cosa— del concepto de Ascendente y experimenté una conmoción interior. Fue una combinación de intuición «con-movedora», es decir que «se movió conmigo» y a la vez «me movió consigo», como un terremoto espiritual en el que no podés certificar si se mueve la lámpara en el techo o la silla en el piso. Eso detuvo mi percepción del tiempo.

Poco a poco recuperé la noción del tiempo y supe que se trataba de algo extremadamente simple y natural. Mi primera reacción fue una inmensa emoción, sentí con todo mi ser el nacimiento de esa ideadisruptiva y recién después pude ponerlo en palabras: «Lo único que hice es integrar elementos que nunca antes había sabido combinar de esa particular manera hasta hoy, porque mi mente dual todo el tiempo se encargaba de separarlos».

Pensá que cuando comenzás a creer profundamente en vos, en tus capacidades, inexorablemente tarde o temprano empezás a crear, a modelar tu propia versión de todo, porque te sabés —y te sentís— capaz de generar realidades, plasmando en el mundo físico todos esos sueños y deseos que hasta ayer no eran más que imaginación. Hoy ya son imaginacción, o sea tu imaginación en acción.

Esta es la parte que más me gusta. «Crear nuevas conciencias» integra de manera evolutiva mis conciencias y experiencias previas, invitándome permanentemente a empoderarme, estimular mi visión, liberar mi mente a nuevas posibilidades despertando mi creatividad, incentivando mi ambición, rompiendo moldes y siendo perseverante. Este tipo de experiencias contribuyen de manera constante al cómo trabajar esta etapa.

Buscadores de serendipias

El diccionario online de la Real Academia Española define serendipia como «Hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual. El descubrimiento de la penicilina fue una serendipia». Un Ascendente es un buscador (debería existir la palabra encontrador) natural de serendipias, porque siempre está imaginando nuevos caminos, creando nuevas ideas, innovando para crecer y hacer crecer a quienes lo rodean.

Por ese motivo considera natural lo sobrenatural y normal lo extraordinario. Se atreve a pensar «fuera de la caja» porque la caja es un límite ficticio que puso alguien en el pasado, y naturalmente establece la medida de su propia caja, pero sabiendo al mismo tiempo que volverá a cambiarla en el futuro. Son mojones que simplemente sirven para señalizar ciertos «hasta dónde» temporales.

Al perder el miedo a los límites, un Ascendente empieza a jugar con su imaginación y ya no se rige por las reglas que existen fuera de él, sino por las nuevas reglas que rigen dentro de él y que son flexibles y constantemente modificables porque obedecen a su imaginación, a la creación de nuevos mundos posibles.

Primero es preciso tener la actitud creadora en tu interior, para luego proyectar el resultado en el mundo exterior. De tu piel hacia adentro tenés toda la potestad y no hay límites, leyes ni barreras. Tus capacidades son literalmente infinitas, si tu mente puede imaginarlo ya comienza a existir en el mundo sensible.

Jugando con una metáfora de pnl (programación neurolingüística), debemos trabajar internamente para crear nuestra propia «app Despertar», es decir programar y crear un código personal para facilitar que brote desde adentro todo lo bueno que tenemos para aportar al mundo. Apprendé a conocerte, animate a explorar todos tus pliegues. Cada paso de tu evolución es un eslabón de una revolución. Si estás leyendo estas líneas, esa (r)evolución ya se inició dentro tuyo.

Al despertar a tu Ascendente vas a poner en marcha la magia de lo real, eso que muchos llaman vulgarmente «soñar despierto», pero se volverá habitual para vos porque por supuesto nunca más vas a querer volver a pensar con las ataduras y parámetros acotados de tu vida previa ya que ejercer tu condición de Ascendente será desde ahora tu modo de vida.

¿Qué sucedería si te animases a vivir «en estado de serendipia constante»? Me refiero a ver la vida con una libertad tal que te abras a posibilidades infinitas ocultas en la realidad, pero que son parte de ella, es decir que solo es cuestión de estar muy atentos para descubrir algo importante en el aparente azar que rige la vida cotidiana, integrando elementos de manera creativa para mejorar tu vida.

La palabra apocalipsis significa «revelación» (y no fin o destrucción como muchos de nosotros aprendimos por herencia cultural cristiana). Mi mayor desafío —y mi mayor deseo— es que este libro detone tu propio apocalipsis, una revelación que active en vos el inconmensurable poder de la intención para configurar la realidad a la medida de tus sueños.

Brillá tan alto que tu brillo integre a quienes te rodean.

Dale rienda suelta a tu imaginacción, es decir al infinito poder de tu imaginación sumado a tu firme decisión de «poner en acción» esa imaginación, activándola de manera creativa para trasladarla de tu interior al mundo exterior, es decir transformar esa pulsión interna en algo tangible y real en el mundo físico.

¿Alguna vez experimentaste darle rienda suelta a tu imaginacción de manera constante? Menciono «de manera constante» porque destellos de algo tenemos todos, pero aquí la clave reside en la constancia y la contundencia.

No es suficiente con poner de manifiesto tu imaginacción un rato o esporádicamente. Un Ascendente lo hace de manera constante hasta transformarlo en un hábito muy poderoso que aporta frutos ciertos. En tu interior atesorás el cosmos, despertá al Dios en potencia que habita en vos y tomá las riendas de tu vida.

Frases hechas, hechas por vos

Entre el lenguaje y la realidad existe una potente conexión. La conocida frase «Abra Cadabra» proviene de la expresión del antiguo idioma arameo «Aberah KeDabar», que significa «creo la realidad a medida que hablo» o «creo la realidad hablando».

Teniendo en cuenta todo esto, vale destacar que un Ascendente crea su propia realidad hablando, creando sus propias frases, dichos y expresiones que reflejen con la mayor exactitud posible lo que quiere expresar a través de sus palabras. Cada palabra de nuestra existencia adquiere sentido para nosotros solo cuando la trasladamos a los hechos.

Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo.

—Ludwig Wittgenstein

¿Qué te parece la idea de generar tus propias frases en lugar de repetir las «frases hechas» por otros? Desafiate y convertí en hábito el ejercicio de cuestionarte, te aseguro que da excelentes resultados ya que permitirá apropiarte de cada cosa sin repetir modelos ajenos. Se trata de un verdadero arte en el sentido de que dejarás de repetir para comenzar a crear tu propio universo discursivo, y como ya dijimos las palabras generan realidad, máxime si son fruto de tu propia reflexión.

Eso te servirá de mucho no solo para clarificar tus ideas y pensar mejor, sino para transmitir con más claridad todo lo que dirijas hacia los demás en tu comunicación. Eso mejorará tus relaciones, modelar y pulir tu lenguaje es el primer paso para hacer reales tus sueños, porque al «darle voz» a tus pensamientos y plasmarlos en palabras estás dando el primer paso para materializarlos.

Si buceás en tu interior, tarde o temprano vas a dar con una verdad que no está basada en el intelecto sino en la revelación, es decir en relacionar dos conceptos o ideas que hasta ahora nunca habías relacionado y que te van a permitir mejorar tu vida por medio del autoconocimiento. Esa experiencia será todavía mejor si escribís tus pensamientos, ya que de esa manera «descubrís lo que pensás».

Cuanto más compartimentás la realidad, más la desnaturalizás.

Cuanto más integrás la realidad, más naturalmente la entendés.

Revelar significa descubrir o manifestar algo que permanecía oculto, muchas veces por «capas de sentido» superpuestas unas sobre otras, por tanto dedicarle tiempo a la reflexión te permitirá ir puliendo capa sobre capa de tu Ser e ir interpretando y reinterpretando cada una para conocer de qué madera estás hecho más allá de lo que se ve en tu superficie.

Para comenzar a definirlo es preciso dejar muy claro que los patrones que te convierten en Ascendente son propios y personales, entendiendo que cada Ascendente encuentra su manera de expresarse como tal y de convertir el estilo Ascendente en su propio estilo de vida. Lo que te hace único es tu manera de llegar a serlo, encontrando tu propio camino para encarnar la divinidad que hay en vos.

Un Ascendente no formula hipótesis, sino que encuentra resultados. Claro que se equivoca hasta hallarlos, pero todo ese proceso constituye un escalón para acercarse a la puerta correcta. Encontrar lo buscado al primer intento sería empobrecedor, porque no nos permitiría atravesar el proceso para que nuestro aprendiz se transforme a la vez en maestro. Sos tu propio maestro.

Un Ascendente es trascendente

En el párrafo final del prólogo de esta obra te mencioné que «Es posible mantener los pies sobre la tierra y la cabeza en el cielo». Ahora que ya estamos terminando este capítulo inicial que abre el Universo que te propongo en este viaje en forma de libro quiero desafiarte para que te atrevas a invertirla, es decir a pensar que «Es posible mantener la cabeza en el cielo y los pies sobre la tierra».

Un Ascendente posee una propiedad decodificadora para encontrar lo profundo en lo simple y lo simple en lo profundo, pero sobre todo el puente y la conexión entre ambos conceptos. También se relaciona con la conexión de lo terrenal con lo divino y lo realista, pragmático y concreto con lo inconsciente, divagante, inspiracional, creativo, artístico y universal.

Las personas Ascendentes tienen la capacidad de integrar todos estos conceptos para tender ese puente entre cielo y tierra según las necesidades que cada situación de la vida les demande. La llave maestra que todo lo abre es la integración.

La idea del siguiente esquema es que visualices desde el comienzo cuál es el mapa conceptual del territorio que vamos a recorrer juntos. En el centro aparece el concepto de Ascendente que motoriza la obra y contiene a todos los demás, ya que se trata de una especie de vórtice (centro de un torbellino) en el que desembocan todos los demás capítulos, pero —al mismo tiempo— ese centro es el que alimenta a toda la periferia, que complementa, amplía y enriquece esa supra-idea que todo lo contiene.

A continuación aparecen expresiones de hoy, pero hay mucho más para hablar —de hecho, tales expresiones son infinitas— porque los Ascendentes somos evolutivos, por tanto no solo estamos abiertos al cambio sino que permanentemente buscamos incorporar nuevos elementos que nos permitan continuar integrando saberes, herramientas y emociones para evolucionar.

El hecho de que Ascendente se ubique en el centro del esquema obedece a que está posicionado en el centro de mí mismo, me habita y me hace crecer día a día. Es el sol de mi Sistema Solar (y el del tuyo). Es el ojo de la tormenta, esa tormenta perfecta que trae lluvias que permitirán que tu siembra prospere, que tu lucha como guerrero de la vida que persevera tras sus sueños logre todo lo que se proponga de ahora en más.