Marcos y la guerra - José Colinas Blanco - E-Book

Marcos y la guerra E-Book

José Colinas Blanco

0,0

Beschreibung

El evangelio de Marcos sigue suscitando importantes cuestiones a los exegetas contemporáneos que demuestran que, pese a ser uno de los escritos bíblicos a los que más atención se ha dedicado a lo largo de la historia, siempre ofrece nuevos interrogantes. Este estudio aborda en profundidad el capítulo 13 del evangelio, que recoge el único gran discurso ininterrumpido de Jesús que hay en la obra. Se pregunta por los motivos concretos de su ubicación, antesala del relato de la pasión, y, sobre todo, por su relación con el contexto histórico de sus oyentes. Con ello se busca arrojar luz sobre el sentido originario del discurso y sobre cómo este pudo servir de clave hermenéutica para el conjunto del evangelio. A partir de ello se analiza la propuesta de vida que el evangelio de Marcos presentó a su audiencia para afrontar la crisis que ocasionó en su seno la primera guerra judía.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern

Seitenzahl: 719

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Índice general

Prólogo

Abreviaturas

Fuentes

Colecciones

Introducción

1. Justificación del tema

2. Historia de la investigación

2.1. Estudios sobre Marcos 13 desde un punto de vista literario

2.2. Los estudios sobre la guerra judeo-romana (66-70 d.C.) como contexto del evangelio

3. Presupuestos metodológicos

3.1. Herramientas para el análisis del discurso

3.2. La situación retórica de los textos

4. Organización de la obra

I. Estudio lingüístico de Marcos 13

1. Delimitación del texto y crítica textual

2. Formas verbales y deixis de Marcos 13

2.1. La escena de transición: el anuncio de la destrucción del templo (13,1-2)

2.2. La introducción al discurso: la pregunta sobre la llegada del fin (13,3-4)

2.3. El discurso de Jesús (13,5-37)

2.3.1. La primera sección: os he dicho todo de antemano (13,5-23)

a) Primera unidad: las catástrofes (13,5b-8)

b) Segunda unidad: la hostilidad hacia los seguidores de Jesús (13,9-13)

c) Tercera unidad: la gran tribulación (13,14-23)

2.3.2. La segunda sección: solo el Padre conoce el fin (13,24-32)

a) Primera unidad: la manifestación del Hijo del hombre (13,24-27)

b) Segunda unidad: no desaparecerá esta generación mientras que estas cosas suceden (13,28-32)

2.3.3. Tercera sección: estad vigilantes (13,33-37)

3. Tipología discursiva de Marcos 13

3.1. Las secuencias discursivas de Marcos 13

3.2. El modelo retórico de Marcos 13

3.3. Balance

4. Interpretación de Marcos 13

4.1. El prólogo: nada de lo que veis quedará en pie (vv. 1-2)

4.2. La proposición: Señor, ¿cuándo será ese momento? (vv. 3-4)

4.3. La prueba: preocupaos de vuestras cosas (vv. 5-32)

4.3.1. Primera sección: estas cosas, no son el final (vv. 5b-23)

a) Primera unidad: No os dejéis engañar (vv. 5b-8)

b) Segunda unidad: perseverad hasta el final (vv. 9-13)

c) Tercera unidad: Dios ha acortado los días (vv. 14-23)

4.3.2. Segunda sección de la prueba: mis palabras no pasarán (vv. 24-32)

a) Primera unidad: reunirá a sus elegidos (vv. 24-27)

b) Segunda unidad: Aprended y conoced (vv. 28-32)

4.4. Epílogo: y encargó a cada siervo su tarea y les dio autoridad (vv. 33-37)

5. Conclusiones

II. La situación histórico-retórica real de Marcos 13

1. La destrucción del templo (Mc 13,1-2)

1.1. Argumentos de tipo interno

1.2. Argumentos de tipo externo

2. El trasfondo histórico del discurso de Mc 13

2.1. Los falsos mesías y las catástrofes (vv. 5b-8)

2.1.1. Los pretendientes mesiánicos y otros embaucadores

2.1.2. Los anuncios de catástrofes

2.2. La hostilidad hacia los seguidores de Jesús (vv. 9-13)

2.3. La abominación de la desolación y la gran tribulación (vv. 14-20)

2.4. Pseudoprofetas y pseudomesías (vv. 21-22)

2.5. La desaparición del antiguo templo y el surgimiento del nuevo (vv. 24-27)

3. La guerra judía en otras perícopas de Marcos

3.1. El templo convertido en cueva de ladrones (Mc 11,15-17)

3.2. Los labradores homicidas (Mc 12,1-12)

3.3. «Dad al César lo que es del César» (Mc 12,13-17)

3.4. El rechazo del mesianismo davídico (Mc 12,35-37)

4. Conclusiones

III. Algunas respuestas judías al dominio romano

1. Los Salmos de Salomón: una propuesta al inicio de la dominación romana

1.1. El contexto histórico de Salmos de Salomón

1.1.1. El contexto histórico de SalSl 8

1.1.2. El contexto histórico de SalSl 2

1.1.3. El contexto histórico de SalSl 17

1.2. El modus vivendi propuesto por Salmos de Salomón

1.2.1. El comportamiento que se debe adoptar ante el poder romano

1.2.2. Las actitudes que los oyentes deben asumir para mantener su identidad

1.2.3. El mesías como ideal de creyente (SalSl 17,21-43)

2. La respuesta de la apocalíptica al dominio romano: 4 Esdras y 2 Baruc

2.1. El apocalipsis de 4 Esdras (4 Esd)

2.1.1. Contexto histórico de 4 Esdras

2.1.2. El modus vivendi en 4 Esdras

a) El comportamiento que se debe adoptar ante el poder romano

b) Las actitudes que los oyentes deben poner en práctica para mantener su identidad.

c) Esdras como modelo a seguir

2.2. El apocalipsis de 2 Baruc o Apocalipsis Siriaco de Baruc (2 Bar)

2.2.1. Contexto histórico de 2 Baruc

2.2.2. El modus vivendi de 2 Baruc

a) El comportamiento que se debe adoptar ante el poder romano

b) Las actitudes que los oyentes deben poner en práctica para mantener su identidad.

c) Baruc como modelo a seguir

3. Conclusiones

Tabla – Resumen del Capítulo

IV. Un modus vivendi para superar la crisis: la propuesta de Marcos

1. El desafío del poder romano

1.1. La destrucción del templo (vv. 1-2)

1.2. Los dolores de parto (vv. 5-8)

1.3. La comparecencia ante las autoridades (vv. 9-13)

1.4. La abominación de la desolación (vv. 14-23)

1.5. La manifestación del Hijo del hombre y la reunión de los elegidos (vv. 24-27)

1.6. La propuesta de Marcos para relacionarse con Roma

2. La propuesta de Marcos frente al nacionalismo judío

3. La propuesta de comportamiento que Marcos hace a sus oyentes

3.1. Tened cuidado y vigilad.

3.2. Aprended y conoced

3.3. Orad y creed en el Padre

4. La pasión de Jesús: un modelo para el oyente

4.1. Las jornadas previas a la cena de despedida (14,1-11)

4.2. La cena de despedida (14,12-25)

4.3. El camino al monte de los Olivos, la oración en Getsemaní y el arresto de Jesús (14,26-52)

4.3.1. Jesús en el huerto de los Olivos (14,26-42)

4.3.2. El arresto de Jesús (14,43-52)

4.4. El juicio de Jesús ante las autoridades judías y la negación de Pedro (Mc 14,53-72)

4.5. El juicio ante Pilato, la condena a muerte y las burlas de los soldados (15,1-20b)

4.6. Las escenas de la cruz (15,20c-39)

5. La imagen de Dios, de Jesús y de discipulado en Marcos 13

5.1. La caracterización de la divinidad en Marcos 13

5.2. La imagen de Jesús en el discurso

5.3. La identidad del discípulo en el discurso

6. Conclusiones

V. Una relectura del Evangelio a partir de Marcos 13

1. La relectura de Marcos 1–10 a partir de Marcos 13

1.1. La reinterpretación del inicio del relato (1,14-20)

1.2. La reinterpretación de la nueva convocatoria discipular (8,27-9,1)

2. La relectura de Marcos 11–12 a partir de Marcos 13

2.1. La reinterpretación de llegada de Jesús a Jerusalén (11,1-11)

2.2. La reinterpretación de los signos de la higuera y del templo (11,12-25)

2.3. La reinterpretación de las controversias con las autoridades judías (11,27-12,12)

2.4. La reinterpretación de la salida de Jesús del templo (12,38-40.41-44)

3. La relectura de Marcos 16,1-8 a partir de Marcos 13

4. Conclusiones

Conclusiones de la obra

Apéndices

Apéndice 1. El lugar de composición del evangelio de Marcos

Apéndice 2. Tablas de verbos

Tabla 1

Tabla 2

Tabla 3

Tabla 4

Tabla 5

Tabla 6

Tabla 7

Tabla 8

Apéndice 3. El género literario de Marcos 13

Fuentes y bibliografía

Fuentes

Instrumentos y estudios

Créditos

Prólogo

El capítulo 13 de Evangelio según Marcos ha llamado la atención de lectores y estudiosos por varias razones. En primer lugar, por su forma literaria, pues se trata de uno de los pocos pasajes de este evangelio en que se recoge una enseñanza amplia de Jesús, la cual, además, se expresa en un lenguaje peculiar. También ha llamado la atención que esta enseñanza se centre, sobre todo, en acontecimientos futuros, lo cual invita a preguntarse cuál es la función de esta prolepsis en un relato que cuenta en pasado la historia de Jesús. Estos y otros rasgos peculiares y llamativos de Mc 13 han convertido a este pasaje en uno de los más estudiados y discutidos del segundo evangelio. De hecho, la cantidad de estudios monográficos y de artículos especializados publicados en los últimos años —muchos de los cuales se encuentran reseñados en la bibliografía final de este libro— muestran que la comprensión de este capítulo entraña una dificultad especial.

A la vista de este panorama, hay que agradecer la «audacia» que supone acometer un nuevo estudio de esta parte del evangelio con la esperanza de ofrecer alguna perspectiva diferente que ayude a comprender mejor su sentido y su función en el conjunto del relato. La monografía que ahora presentamos tiene, en efecto, esa pretensión y, aunque corresponde a los lectores y lectoras juzgar en qué medida lo ha logrado, quisiera compartir con ellos las razones por las que —a mi parecer— la investigación realizada merece su atención.

Este estudio se sustenta en un análisis detallado y metódico del texto. El autor no ha querido dar por supuesto dicho análisis ni depender del que han presentado otros, sino que se ha empeñado en realizarlo de primera mano, recurriendo para ello a una metodología que, aunque novedosa en el campo de los estudios bíblicos, viene practicándose desde hace tiempo en otros ámbitos del análisis lingüístico. Este tipo de análisis, que al lector poco iniciado puede resultarle algo tedioso, permite establecer con precisión de qué tipo de discurso se trata, determinando su naturaleza retórica y, en consecuencia, su finalidad. Es así como el autor concluye que Mc 13 contiene un discurso de tipo deliberativo, que tiene la forma de un diálogo didáctico.

Este hallazgo, alcanzado laboriosamente gracias al análisis lingüístico, es el fundamento de la siguiente etapa, cuya finalidad es identificar la situación retórica de tal discurso. Se trata de un paso lógico, pues, si la finalidad de la retórica deliberativa era convencer a los oyentes, modificando su punto de vista sobre un acontecimiento o una cuestión, el hallazgo de que Mc 13 es un discurso de este tipo invita a preguntarse cuál fue la situación vital en que surgió. Esta indagación permite identificar la «necesidad retórica», es decir, el problema o la situación que hizo necesario el discurso; o, dicho de otro modo, el problema o la situación respecto al cual el autor quería convencer a sus lectores y oyentes para que adoptaran un preciso punto de vista. Analizando minuciosamente algunos pasajes del evangelio, el autor concluye que la «necesidad retórica» a la que responde el discurso es la situación creada por la guerra judía en algunos grupos de creyentes en Jesús. Coincide con otros autores a la hora de identificar esta situación vital detrás del Evangelio según Marcos, pero avanza sobre esta opinión compartida al señalar las consecuencias de la guerra, es decir, el impacto de esta en los grupos de discípulos, como la «necesidad retórica» que motivó el relato y, particularmente, el discurso de Jesús en Mc 13, que Marcos elaboró a partir de diversos dichos de Jesús.

Antes de seguir adelante, conviene señalar que estos dos capítulos iniciales, sobre los que se funda el resto de la discusión, utilizan metodologías novedosas en el campo de los estudios bíblicos: el análisis del discurso, el primero; y el análisis de la situación retórica, el segundo. Por eso, en el capítulo introductorio que los precede se dedica un amplio espacio a presentar los presupuestos de dichos procedimientos metodológicos, junto con algunas indicaciones sobre la utilidad y coherencia de su aplicación al estudio que nos ocupa. Los lectores interesados en cuestiones metodológicas encontrarán especialmente interesantes estas explicaciones.

Una vez identificada la «situación retórica» y los actores que configuraban el contexto vital de este discurso, aspectos todos que ayudan a entender la naturaleza y el lugar de Mc 13, el estudio, que debería proseguir extrayendo las consecuencias de tal hallazgo, se detiene para realizar una comprobación. Dicha comprobación tiene por objeto averiguar si es plausible que el Evangelio según Marcos contenga una reacción frente a la situación retórica descrita. Para ello, el autor comienza identificando otros escritos judíos en los cuales se percibe una reacción a la guerra judía del año 70 d.C. o a conflictos bélicos cercanos en el tiempo. Luego, a partir de ellos, elabora una tipología de distintas reacciones posibles, creando así un marco adecuado para situar la reacción de Marcos. Esta comparación muestra cómo dicha reacción no es una anomalía, sino más bien un caso particular de un fenómeno relativamente común en el contexto del judaísmo del segundo templo.

Los tres primeros capítulos ponen así un cimiento firme y diversificado (filológico, histórico, contextual) a la detallada interpretación de Mc 13 que el autor hace en el siguiente capítulo. Este diálogo didáctico diseña un horizonte de futuro que tiene como referencia motivadora la futura venida de Jesús, desde la cual se contempla la situación de los seguidores de Jesús en tiempos del evangelista. Desde esta perspectiva, el diálogo didáctico que el Jesús de Marcos sostiene con sus discípulos tiene por objeto presentar una propuesta de vida o, como afirma el autor, proponer un modus vivendi, una forma de vida que les permita superar el trauma causado por la guerra. Esta propuesta se encuentra esbozada en Mc 13, pero se desarrolla, sobre todo, en el relato de la pasión (Mc 14–16). Las estrechas conexiones entre ambos textos sugieren que Mc 13 diseña el marco en el que los lectores y oyentes del relato deben comprender la pasión. Esta lectura de los capítulos finales del Evangelio de Marcos resulta muy sugerente, pues muestra que la enseñanza que Jesús dirige a sus discípulos sobre los acontecimientos futuros trata de iluminar la situación de los destinatarios, y que el relato de la pasión no es solo un recuerdo del pasado, sino un modelo que los lectores y oyentes pueden poner en práctica en la situación traumática que les ha tocado vivir.

La interpretación de los capítulos finales del Evangelio como una propuesta de vida para los destinatarios es el punto de llegada de este estudio y constituye su propuesta más original. Sin embargo, tal propuesta reclama una confirmación, sin la cual la argumentación no estaría completa. Esta confirmación debe mostrar que este desenlace del relato ha sido anunciado y prefigurado en los capítulos precedentes, que refieren la actividad pública de Jesús. El capítulo final aborda esta cuestión, mostrando que Mc 13 posee una función clave en el conjunto de la narración, pues hacia él se encamina lo que precede y desde él debe leerse lo que sigue.

Estas son las razones que —desde mi punto de vista— reclaman la atención de quienes deseen conocer más a fondo la situación retórica en que surgió el Evangelio de Marcos y la propuesta que en él se hace a los destinatarios para afrontarla. Ahora le corresponde al lector benevolente juzgar si los méritos son tales y en qué medida este estudio contribuye a comprender mejor el lugar y el papel del enigmático diálogo de Jesús con sus discípulos que Marcos ha colocado entre su actividad pública y su pasión.

Santiago GUIJARRO OPORTO

Abreviaturas

Fuentes

1 Clem

1 Clemente a los Corintios

11QTa

Rollo del templo

1QH

Hoyadot. Salmos de acción de gracias

1QM

La Regla de la guerra

1QpHab

Comentario (Pesher) de Habacuc

1QpNam

Comentario (Pesher) de Nahúm

2 Bar

Apocalipsis siriaco de Baruc

3 Bar

Apocalipsis griego de Baruc

4 Esd

4º Esdras

4QpPsª 4

Comentario (Pesher) al Salmo 4

Anaximen. Rh

Anaxímenes de Lámpsaco, Retórica a Alejandro

Ant.

Flavio Josefo, Antigüedades judías

ApAbr

Apocalipsis de Abrahán

Arist

Carta de Aristeas

Arist. Rh

Aristóteles, Retórica

AsMo

Ascensión de Moisés

b. Erub

Talmud babilónico, ’Eruvin

b. Sab.

Talmud babilónico, Shabbat

b. San.

Talmud babilónico, Sanhedrin

b. Taa.

Talmud babilónico, Ta’anit

b. Yom.

Talmud babilónico, Yoma

Bell.

Flavio Josefo, La guerra judía

Bern

Epístola de Bernabé

CD

Documento de Damasco

Caes. Civ.

Julio César, Guerra Civil

Clem. Al. Strom

Clemente de Alejandría, Stromata

D. C. Hist.

Dión Casio, Historia de Roma

De Vita Mos.

Filón de Alejandría, Vida de Moisés

EkhaR

Lamentaciones Rabba

Eus. HE.

Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica

Hen(et)

Libro etiópico de Henoc

Ign. Magn.

Ignacio de Antioquía, Epístola a los Magnesios

Iuv. Sat.

Juvenal, Sátiras

jvSab.

Talmud Jerosolimitano, Shabbat

Jub

Libro de los Jubileos

Lucan. Far

Lucano, Farsalia

Mart. Ep.

Marcial, Epigramas

OrSib

Oráculos sibilinos

PasJr

Paralipomenos de Jeremías

Pes.R

Pesiqta, Rabbati

Plin. Ep.

Plinio el Joven, Cartas

Plin. HN.

Plinio el Viejo, Historia Natural

Plu. Pomp.

Plutarco, Vidas paralelas. Pompeyo

Quint. Inst.

Quintiliano, Institutionis Oratoriae

SalSl

Salmos de Salomón

San.

Misná, Sanhedrin

Sot.

Misná, Sota

Suet. Dom.

Suetonio, Vida de los Doce Césares, Domiciano

Suet. Galba

Suetonio, Vida de los Doce Césares, Galba

Suet. Nero.

Suetonio, Vida de los Doce Césares, Nerón

Suet. Tit.

Suetonio, Vida de los Doce Césares, Tito

Suet. Vesp.

Suetonio, Vida de los Doce Césares, Vespasiano

Sulp. Seu. Chro

Sulpicio Severo, Crónicas

Tos. San.

Toseftá, Sanhedrin

Taa.

Misná, Ta’anit

Tac. Ann.

Tácito, Anales

Tac. Hist.

Tácito, Historias

Tem.

Misná, Temura

TestXII

Testamento de los Doce patriarcas

TestXII Lev

Testamento de Levi

Vit. Pr

Vida de los profetas

Colecciones

ABD

Anchor Bible Dictionary

ABRL

Anchor Bible Reference Library

AGJU

Arbeiten zur Geschichte des antiken Judentums und des Urchristentums

AnBib

Analecta Bíblica

AnBib.S

Analecta Bíblica, Suplementos

AYB

Anchor Yale Bible

BAC

Biblioteca de Autores Cristianos

BcG

Biblioteca clásica Gredos

BEBi

Biblioteca de Estudios Bíblicos

BETL

Bibliotheca Ephemeridum Theologicarum Lovaniensium

BiInS

Biblical Interpretation Series

BiSe

Biblical Seminar

BNTC

Black’s New Testament Commentaries

BPat

Biblioteca de Patrística

BToSt

Biblical Tools and Studies

BWo

Bible World

BZNW

Beihefte zur Zeitschrift für die neutestamentliche Wissenschaft

CB.NT

Coniectanea Biblica. New Testament Series

CCrSo

Colección Cristianismo y Sociedad

CPrT

Colección Presencia Teológica

CRINT

Compedia Rerum Iudicarum ad Novum Testamentum

CTNT

Commentario teologico del nuovo testamento

CuaBi

Cuadernos Bíblicos

EJIL

Early Judaism and its Literature

EtB

Études bibliques

FRLANT

Forschungen zur Religion und Literatur des Alten und Neuen Testaments

GLNT

Grande lessico del nuovo testamento

HNT

Handbuch zum Neuen Testament

HUTh

Hermeneutische Untersuchungen zur Theologie

ITSt

International Theological Studies

JRS

Journal of Roman Studies

JSJ.S

Journal for the Study of Judaism in the Persian, Hellenistic and Roman Period. Supplements

JSNT.S

Journal for the Study of the New Testament. Supplement Series

JSOT

Journal for the Study of the Old Testament

JSPE.S

Journal for the Study of the Pseudoepigrapha. Supplement Series

LD

Lectio Divina

LNTS

Library of the New Testament Studies

NEB.AT

Die Neue Echter Bibel. Kommentar zum Alten Testament

NIGTC

The New International Greek Testament Commentary

NovTSup

Novum Testamentum. Supplements

NTA

Neutestamentliche Abhandlungen

NTLi

New Testament Library

RBSt

Resources for Biblical Study

SBibSt

Sources for Biblical Study

SBL

Society of Biblical Literature

SBL.DS

Society of Biblical Literature. Dissertation Series

SBLEJL

Society of Biblical Literature. Early Judaism and its Literature

SBLSCS

Society of Biblical Literature. Septuagint and Cognate Studies

SBLSymS

Society of Biblical Literature. Symposium Series

SC

Sources Chrétiennes

SemeiaSt

Semeia Studies

SJLA

Studies in Judaism in Late Antiquity

SNTSMS

Society for New Testament Studies. Monograph Series

SNTW

Studies of the New Testament and its World

SRivBib

Supplementi alla Rivista Biblica

TSAJ

Texte und Studien zum antiken Judentum

UBiS

Understanding the Bible

VT.S

Vetus Testamentum Supplements

WUNT

Wissenschaftliche Untersuchungen zum Neuen Testament

Introducción

1. Justificación del tema

El capítulo 13 del evangelio de Marcos ha recibido una enorme atención a lo largo de la historia. Los comentarios subrayan, en general, su carácter peculiar en el conjunto de la obra marquiana y dejan patentes las problemáticas que genera.

La primera de sus particularidades es la utilización en su composición de un recurso del todo inusual en Marcos, un discurso de Jesús (vv. 5b-37). Solo hay otra sección del evangelio, el denominado «discurso parabólico», donde el evangelista opta por una estrategia semejante. Entre ambas unidades, sin embargo, hay diferencias significativas pues, si bien Mc 13 es una alocución ininterrumpida de Jesús, en Mc 4 el discurso está sometido a continuos paréntesis.

La segunda es el tipo de lenguaje utilizado, que guarda, en algunas partes, cierta similitud con el de la apocalíptica. Ello le ha granjeado la denominación entre muchos investigadores de «discurso apocalíptico» o «pequeño apocalipsis sinóptico»1. Unido a esto, hay que decir que existe desde finales del siglo XIX un debate muy vivo sobre la procedencia del material con el que está elaborado este capítulo (tradición judía, dichos del Jesús histórico, enseñanzas de la primitiva comunidad cristiana, inserciones redaccionales del evangelista... etc.). La diferencia de opiniones ha ocasionado que su género literario sea motivo de controversia, siendo identificado como un discurso de despedida, una parénesis, un texto apocalíptico o una profecía escatológica, entre otros2.

Un tercer rasgo específico es que Mc 13 constituye un interludio en la progresión de la trama narrativa. Al llegar el evangelio a este punto, se interrumpe la cronología de la vida de Jesús, rompiendo la continuidad del relato, y se traslada al oyente a un tiempo que está más allá de la narración. Lo que antecede al capítulo 13 es el episodio de la viuda que ha entregado todo lo que tenía para vivir (Mc 12,41-44). Esta escena es una prolepsis perfecta de la Pasión (Mc 14–15), donde acontece la total donación de sí mismo por parte de Jesús, por lo que narrativamente ambas partes estarían en perfecta continuidad. Sin embargo, esta dilación en la trama, al contrario de lo que sucede con las tradiciones y el género literario de Mc 13, ha recibido poca atención por parte de los estudiosos. Aunque hay algunos comentarios que, al analizar Marcos desde una perspectiva narrativa, señalan este hecho, no aclaran suficientemente la razón de esta forma de proceder del evangelista, ni tampoco explican la relación que esto pudo tener con la situación de los primeros destinatarios del evangelio3.

Finalmente, existen en Mc 13 una serie de dificultades de índole más teológica que también lo convierten en objeto de una particular atención por parte de los exégetas, como son el anuncio de la manifestación del Hijo del hombre antes de que pase «esta generación» (Mc 13,26.30) o el reconocimiento por parte de Jesús de su ignorancia sobre la llegada del momento del fin (Mc 13,32).

La ingente atención prestada a lo largo de la historia al capítulo 13 de Marcos y la pluralidad de perspectivas y de respuestas aportadas podrían hacer inútil un nuevo estudio. Algunos de los problemas aquí planteados invitan, sin embargo, a abordarlo.

Esta investigación pretende aclarar el mensaje que se quiere dirigir a los oyentes en este momento del relato. El punto de partida es la convicción de que el contexto sociopolítico en que se escribe Marcos, la primera guerra judía contra Roma (66-70 d.C.), puede ayudar a esclarecer mejor el contenido y la forma de Mc 13 y su lugar en la estrategia narrativa del evangelista. La hipótesis central es que si ambas realidades, la contextual y la textual, se presentan tan profundamente imbricadas en este punto del evangelio es porque se quiere presentar aquí a los oyentes una propuesta válida para afrontar su situación presente y con la que encarar el futuro.

Por ello, pienso que solo desde la reconstrucción, en la medida de lo posible, de la situación retórica del texto se puede hacer una interpretación correcta de su mensaje. Se obtiene así un punto de partida firme para descubrir cuál es la teología de Marcos, que pueda dar pie a ulteriores desarrollos que no se basen solo en lo especulativo. Por otro lado, la aplicación de la metodología socio-retórica quiere visibilizar la propuesta marquiana como una de las reacciones más tempranas a la gran catástrofe de la destrucción de Jerusalén y su templo entre los grupos del entorno socio-religioso judío. De esta manera, se pretende poner al descubierto la manera específica que Marcos ideó para que el seguimiento de Jesús permaneciese vivo y fuera relevante en medio de estos dramáticos acontecimientos.

2. Historia de la investigación

Antes de exponer las herramientas auxiliares que se van a usar para alcanzar los objetivos propuestos, se impone hacer un breve recorrido sobre cuál ha sido el proceso que ha seguido la investigación sobre este campo. Este itinerario se articula en dos fases: por un lado, algunas de las investigaciones más relevantes que se han centrado en abordar Mc 13 desde un punto de vista literario y, por otro, recoger algunos de los principales estudios que han concedido importancia al impacto que el conflicto del siglo I entre Judea y Roma tuvo para la génesis del evangelio de Marcos.

2.1. Estudios sobre Marcos 13 desde un punto de vista literario

En el campo de la investigación sobre Mc 13 hay una corriente importante que ha abordado su estudio centrándose en sus aspectos formales, en su función y en su relación con el resto del relato. El trabajo de W. S. Vorster de 1987 se puede considerar como pionero en esta línea4. Su estudio ha dejado importantes contribuciones sobre qué significa que Mc 13 sea un discurso narrado de Jesús, qué importancia tiene el juego temporal que existe en el capítulo y la consiguiente alteración del orden cronológico del relato o cuál es la relevancia del punto de vista adoptado y qué relación tiene con la parénesis presentada.

Ese mismo año se publica la monografía del español J. Mateos. Esta es un exhaustivo trabajo, aunque no siempre sencillo de comprender, sobre la estructura del discurso de Mc 13 y sus relaciones intertextuales5. El autor da mucho relieve al significado de las instrucciones de Mc 13 que, para él, representan la síntesis del mensaje evangélico de Marcos, que se condensa en los mandamientos de la vigilancia y la entrega.

En 1989, T. J. Geddert publica un trabajo cuyo objetivo es leer e interpretar Mc 13 en el contexto literario y teológico de toda la obra6. El autor, a través del estudio de la conexión intertextual que existe entre algunos de los temas y el vocabulario de Mc 13 con el resto del evangelio, concluye que en este capítulo se quiere corregir una mala interpretación de los signos y de la llegada de la parusía. A su vez, el evangelista quiere subrayar la llamada al discernimiento —de ahí la presencia reiterada de los verbos βλέπω y γρηγορέω— como aquello que es lo verdaderamente fundamental para mantener un discipulado fiel tras la destrucción del templo.

Otro estudio en esta misma línea es el de S. Villota Herrero7. Aunque su principal interés está en el final del discurso (vv. 28-37), a través del análisis de las líneas semánticas de la perícopa (comunicativa, cognoscitiva y temporal) pone en relación estos versículos con el resto del capítulo 13 y, a su vez, con todo el relato. Para el autor, el lenguaje especial de los vv. 28-37 revela el significado de la enseñanza escatológica de Jesús y ofrece la clave para su identidad y de su misión en todo el Evangelio.

Por último, hay que mencionar el artículo de G. Martín Asensio8. Al aplicar cierta teoría lingüística, el autor concluye que dentro de Mc 13 hay un discurso que consta de tres partes: los vv. 5b-23, que buscan responder a las inquietudes de los oyentes del evangelista y enfocar su atención a las señales que conducen a la «abominación de la desolación» (v. 14); los vv. 24-27, que abren a la perspectiva de un nuevo horizonte, aunque no se dirigen ya solo al anterior auditorio; finalmente, los vv. 28-37, que, al resumir lo anterior y proponer comportamientos apropiados para ambos periodos, se convierten en la clave interpretativa de todo el discurso.

Las aportaciones que han hecho todos estos autores a la comprensión de los términos del discurso, a su relación con otros elementos del relato y a los comportamientos sugeridos a los oyentes en Mc 13 son de gran valor y muchas de ellas se incorporarán en esta investigación. Sin embargo, todos estos trabajos presentan, en mayor o menor medida, dos problemas. Por un lado, realizan una parcelación excesiva del texto, lo que provoca que la propuesta que Marcos transmite a su audiencia para afrontar su situación se difumine. Por otro, al centrarse solo en el plano discursivo se produce una «des-historización» del discurso y del contexto que lo ha generado, aspecto clave para entender la exhortación que contiene. De otra manera, Mc 13 se convierte en una especie de enseñanza atemporal de difícil interpretación, como así lo ha atestigua la multiplicidad de valoraciones que ha recibido este capítulo a lo largo de la historia.

Para finalizar este breve recorrido, hay que destacar dos obras más. La primera es la de C. C. Black9. Su valor reside en que se centra en los rasgos discursivos de Mc 13 y busca explicarlos desde los parámetros de la retórica clásica como modelo clave para la comprensión de un discurso antiguo. Black concluye que este discurso pertenece al género epideíctico, puesto que responde a cuestiones relacionadas con las creencias, y porque exalta y censura implícita o explícitamente virtudes y vicios. Mientras que su aportación de considerar el discurso como una unidad de sentido es valiosa, sin embargo, el autor no repara en que la intención de Marcos es aconsejar actitudes y acciones convenientes para los oyentes y advertir sobre las que le pueden dañar. Esto significa que, en este aspecto, el discurso estaría más cercano al género deliberativo.

Finalmente, A. Y. Collins, escribe un artículo donde pone de manifiesto cómo el significado y el carácter retórico de Mc 13 le viene dado, en parte, por su situación retórica10. Concluye que la retórica, al ser pragmática, busca promover una acción o producir un cambio en los oyentes. También es mérito suyo señalar cómo el género del discurso, para ella didáctico, está estrechamente relacionado con la propuesta retórica. Ambas claves van a ser incorporadas en esta investigación que, en parte, complementará y profundizará el trabajo de Collins y también buscará corregir algunos de sus postulados que adolecen de un análisis lingüístico preciso del discurso y de una adecuada ubicación sociohistórica.

2.2. Los estudios sobre la guerra judeo-romana (66-70 d.C.) como contexto del evangelio

La mayoría de los exégetas asumen que el evangelio de Marcos vio la luz en el contexto de la primera guerra judía contra Roma (66-70 d.C.), aunque están divididos sobre si se escribió antes o después de la destrucción de Jerusalén. Para este estudio no es una cuestión prioritaria establecer la fecha exacta de su composición, pero sí la relación que existe entre el conflicto bélico y la redacción del evangelio para mostrar cómo el impacto de la guerra influyó directamente en ella. Este hecho se evidencia particularmente en el capítulo 13, donde se entremezcla la alusión a los acontecimientos de la contienda con la exhortación a sus oyentes.

El mensaje que Marcos dirige a su audiencia para afrontar esta situación no ha sido demasiado estudiado por los investigadores, aunque sí hay algunas obras, que se presentan a continuación, que abordan la relación que existe entre el conflicto judeo-romano, la escritura del evangelio y el grupo al que se dirige.

A finales de los años 50, el exegeta protestante W. Marxen realiza un estudio del evangelio de Marcos tratando de ahondar en la historia de su redacción11. En el apartado que dedica a Mc 13, afirma que en él se reflejan las vivencias y experiencias de la comunidad sobre la base de los turbulentos sucesos de los años 66-70. Para ello, el evangelista habría utilizado material tomado de la tradición, al que dio una nueva orientación, con el fin de exponer la situación actual de su grupo. Aunque Marxen acierta al señalar el impacto que la primera guerra judía tuvo en los oyentes de Marcos, obvia, debido al perfil de su análisis, la importancia de la retórica en este capítulo y, por tanto, tampoco estudia las implicaciones que tiene su situación retórica para la comprensión del conjunto del evangelio.

A partir de la década de 1970, el desarrollo de la sociología y de otras disciplinas relacionadas con este campo y su aplicación a los estudios bíblicos incrementó el interés por determinar el contexto del evangelio de Marcos. En un primer momento el acento se puso, sobre todo, en mostrar quiénes eran los adversarios contra los que se escribía, concibiéndose Marcos como una especie de apologética. Dentro de este enfoque destacan los trabajos de Kelber y Myers12. Para W. Kelber, el evangelio sirvió como una especie de catalizador, al finalizar la guerra, de la frustración que había provocado en algunos grupos de creyentes el incumplimiento de la esperanza de la irrupción del reino de Dios en Jerusalén que había sido promovida por algunos profetas cristianos. Para solventar la crisis, el autor de Marcos habría trasladado el cumplimiento de las esperanzas escatológicas a Galilea durante el tiempo de la generación que fue testigo de la destrucción de Jerusalén. Kelber, a diferencia de Marxen, sí ahonda en la relación que existe entre las instrucciones de Mc 13 y el resto del evangelio.

C. Myers, por su parte, postula que la crisis del estado del templo judío, engendrada por la revuelta contra Roma, y la persecución de la comunidad de Marcos por su postura «no alineada» constituyen el contexto inmediato de la composición del evangelio. Mc 13 sería un modelo de resistencia no violenta contra el poder dominante, erigiéndose en una respuesta a la guerra que fue complementaria a otras que se produjeron en el ámbito judío.

Ambos autores concluyen que Marcos fue escrito para empoderar y dar esperanza a los impotentes y desesperados, la nueva comunidad que evidenciaría la llegada del reinado de Dios. Desde esta perspectiva, Mc 13 quiere proporcionar a la comunidad cristiana un universo simbólico opuesto al de los judíos restauracionistas y al de las autoridades imperiales romanas en liza.

Aunque sus contribuciones son importantes para descubrir la propuesta del evangelio a sus oyentes y el posible contexto en que surge, sus hallazgos son parciales. Esto se debe, en gran parte, a que no tienen en cuenta factores claves como la importancia del juego temporal del evangelio o las implicaciones de la presencia de un discurso en Mc 13, ni tampoco dan la suficiente relevancia a las instrucciones que se dan aquí a los oyentes como clave para vivir en el futuro.

La ubicación espacio-temporal de la obra de Marcos y su relación con la guerra judeo-romana del 70 serán elementos relevantes en estudios producidos a finales de la década de 1980 y principio de la de 199013. Entre las investigaciones que se produjeron destaca la de L. Schenke, que emplaza la composición de Marcos antes de la caída de Jerusalén. Atribuye su redacción a un autor judeocristiano que se había visto obligado a huir de la capital hacia los territorios próximos de Judea, debido al conflicto bélico14. Los acontecimientos de la guerra, recogidos en 13,5-23, y la desaparición de la comunidad madre de Jerusalén trajeron, según Schenke, una redefinición del cristianismo a nivel global y de su esperanza escatológica, en lo particular, que alcanzó un horizonte universal al unirse a la misión a los gentiles.

Mucha más resonancia en el ámbito académico tuvo el artículo de J. Marcus. Al analizar el capítulo 13 desde un enfoque histórico-critico, el autor concluye que los hechos relatados en él forman parte de las experiencias vividas por el grupo durante la primera guerra judía, reflejando la profunda huella que esta dejó en el evangelio15. Para él, estos indicios son la clave para situar crono-espacialmente la composición del evangelio, que surgió, al menos en parte, como respuesta al conflicto bélico, probablemente en la zona siro-palestina, donde el impacto fue mayor.

G. Theissen comparte los planteamientos de los dos anteriores autores16. En su obra, postula, igual que Schenke, que Marcos utilizó un documento anterior para elaborar el capítulo 13, que fue adaptado a la situación vital de su grupo. Según él, el contexto descrito se correspondería con la posguerra en los territorios colindantes con Palestina y con las tensiones étnicas que allí se vivieron. El análisis de otros pasajes del texto corrobora su tesis de que el escrito marquiano tiene un indudable colorido oriental, más precisamente siro-palestino.

Unos años más tarde, en 1998, W. A. Such realiza un estudio pormenorizado de la expresión τὸβδέλυγματῆςἐρημώσεως (Mc 13,14) y su importancia en el evangelio17. Tras el análisis del capítulo 13, concluye que Marcos se escribió en una región del entorno de Judea en los albores de la victoria de Tito sobre Jerusalén. Para el autor, una de las razones que motivaron la redacción del evangelio fue legitimar el cambio de una iglesia centrada en Judea a una más enfocada a la misión gentil. Desde esa perspectiva es desde donde habría que entender la exhortación de Marcos.

Ya en el siglo XXI, A. Bedenbender avanza en esta misma línea18. Según este autor, la sacudida que supuso la guerra judía a todas las certezas en que se apoyaba la fe cristiana llevó a Marcos a elaborar un escrito donde fusiona la historia de la guerra con la de Jesús. La reescritura alegórica de muchos hechos de la guerra a lo largo del evangelio fue la única forma que el evangelista encontró para hacer frente a la catástrofe humanitaria y cristológica que la guerra ocasionó en su grupo. Quiso así expresar su solidaridad con las víctimas de la guerra sin trivializar su sufrimiento, pero a la vez invitando de forma implacable a creer en Dios, en su poder y en su amor.

G. Gelardini, en su extensa monografía sobre los términos político-­militares que aparecen en Marcos, considera que el evangelio es una reacción a los desastres ocasionados por la guerra. Esto aparece reflejado en todas sus escenas a modo de «transcripción oculta»19. Para ella, el paralelo que se establece a lo largo del escrito entre el triunfo en Roma de Vespasiano y el martirio y posterior victoria de Jesús tiene la finalidad de señalar a los oyentes que la soberanía divina sigue imperando a pesar de las circunstancias actuales.

Las aportaciones de todos estos trabajos, preocupados principalmente por ofrecer una visión diacrónica del texto, son fundamentales para contextualizar históricamente Mc 13. Sin ello, pienso que no se puede comprender adecuadamente el significado del mensaje que se traslada a la audiencia. Por eso, muchas sus contribuciones, como el contexto judío del escrito, la relación de Mc 13 con otras escenas del evangelio o su composición como reacción a la crisis de la primera guerra judía, se retomarán en la presente investigación. La carencia más relevante de estos estudios es que, al considerar Mc 13 fundamentalmente desde un punto de vista histórico, sin tener en cuenta su carácter discursivo y su rol en el relato, se alejan de la perspectiva adecuada para interpretar acertadamente las instrucciones a los oyentes que contiene el capítulo.

Como un intento de solución al problema anterior, H. N. Roskam y A. Winn, en sus respectivas obras, pusieron en relación el contexto sociohistórico del evangelio con su propuesta20. Para lograrlo, Roskam parte de dos premisas: la primera, que Marcos está parcialmente determinado por las circunstancias en las que vive; la segunda, que existe una estrecha relación entre el autor y sus oyentes. A partir del estudio de la perícopa de Mc 13,9-13, afirma que el contexto donde Marcos elaboró su evangelio es una situación de amenaza inminente de persecución contra los cristianos. Para salir al paso de este hecho, el evangelista escribió una biografía de carácter apologético para mostrar que Jesús no fue un rebelde anti-romano y, a su vez, para animar a los oyentes a perseverar en el camino iniciado. Su acierto está en señalar la importancia del modelo de Jesús en la propuesta de Marcos. Sin embargo, al centrarse solo en las persecuciones, pierde de vista el contexto general de la guerra que se trasluce en Mc 13, haciendo que sus conclusiones, aunque correctas, sean parciales.

Para Winn, el evangelio fue escrito para contrarrestar la crisis provocada en la comunidad de Roma por la propaganda imperial de los Flavios y para animar a los discípulos a permanecer fieles ante la inminente persecución. Dentro de esta estrategia, el capítulo 13 se utilizó para aliviar la confusión escatológica provocada por la destrucción de Jerusalén. Es muy relevante la aportación que este estudio hace sobre la importancia de Vespasiano y la caracterización de Jesús que Marcos presenta como contrapartida. En su interpretación de Mc 13, Winn piensa que solo los eventos de los vv. 5b-13 pertenecen al pasado de la audiencia, mientras que los de los vv. 14-23 se refieren a su futuro. Esta diferenciación es su principal obstáculo para aclarar el sentido de la propuesta de Marcos a sus oyentes en este capítulo.

En 2008, W. Fritzen, persiguiendo un fin parecido, aborda la cuestión sobre la posible relación que hay entre la pregunta sobre el abandono de Dios y el origen del evangelio (cf. 15,34)21. Para el autor, Mc 13 es un discurso de despedida mediante el que, a través de la elaboración de materiales tradicionales, el evangelista refleja la situación de los cristianos que a causa de la crisis de la guerra y la persecución por romanos y judíos están experimentando el ocultamiento de Dios. Es meritorio que Fritzen tenga en consideración a la hora de estudiar el texto que es un discurso y que ello tiene implicaciones para la audiencia. Sin embargo, no llega a aclarar las consecuencias que la exhortación marquiana tuvo en el contexto vital de sus oyentes.

Finalmente, hay dos trabajos de reciente aparición que también deben ser considerados. El primero es de S. S. Kimondo, que usa en su obra la hermenéutica denominada «Reader-Response»22. El autor postula que lo que Marcos pretende es que sus oyentes escuchen y evalúen la narración a la luz de los acontecimientos de la primera guerra judía. A través del estudio de algunos temas, como el término evangelio, los títulos divinos, la actividad sanadora de Jesús o el tratamiento de la riqueza y el poder, Marcos diseña una estrategia para que los oyentes descubran que Jesús es el verdadero agente de Dios y que su mensaje y actuación son la verdadera buena noticia. Las conclusiones de Kimondo son válidas, pero tendrían más alcance si contemplaran también la cuestión del impacto que el evangelista pretendía causar en sus oyentes con las instrucciones dadas en el capítulo 13.

El segundo, es el artículo de S. Guijarro donde se examinan, desde una perspectiva sociológica, las consecuencias de la guerra en la concepción de Marcos23. Su intención es mostrar cómo la guerra determinó la retórica del evangelio. Centrándose sobre todo en los capítulos ubicados en Jerusalén (Mc 11–13), donde él cree que aparecen reflejadas algunas de las experiencias de los oyentes, expone cómo estos fueron invitados a entender su situación a la luz del final de la vida de Jesús, que fue reelaborada por Marcos con la intención de proporcionarles un horizonte de esperanza (Mc 14–16). El autor utiliza la teoría del «trauma cultural» para explicar cómo el evangelista llevó a cabo dicho proceso. Algunas de sus intuiciones serán retomadas en este trabajo y completadas a través del estudio de las instrucciones de Mc 13 para mostrar que, efectivamente, el evangelio quiso proporcionar a sus oyentes una salida a una situación traumática.

Esta breve historia de la investigación muestra que un acercamiento multidisciplinar es necesario para comprender, de una manera más correcta, los diversos aspectos de Mc 13. Por un lado, hay que incorporar en su estudio los resultados de los análisis literarios, que ofrecen valiosas aportaciones sobre la naturaleza del texto, su estructura o sus relaciones intertextuales. Sin embargo, faltaría en estos estudios aclarar qué tipo de discurso es Mc 13 para poder comprender las implicaciones retóricas que esto tiene en los oyentes.

Por otro lado, es necesario concretar de forma más precisa el contexto sociohistórico más plausible para la composición del evangelio. Para este fin el capítulo 13 es esencial. Sin embargo, faltaría relacionar los datos obtenidos del estudio del texto con la propuesta retórica del autor y, a su vez, contrastar los resultados con otros textos producidos en ese mismo contexto cultural.

Para subsanar esas carencias, el presente trabajo quiere poner en relación las intuiciones de los análisis literarios y las aportaciones de los estudios sobre el contexto del evangelio con la convicción de que así se puede aclarar mejor el contenido de Mc 13 y su función dentro del relato. Para ello, se debe hacer un estudio del capítulo tomando en consideración la peculiaridad de que es el único discurso extenso de Jesús en el relato marquiano y que está ubicado como nexo entre el ministerio jesuano y los acontecimientos del final de su vida. Junto a esto, hay que exponer la propuesta de vida que en el capítulo 13 el evangelista sugirió a sus oyentes para superar la situación de crisis ocasionada por la primera guerra judía que, a su vez, debe ser comprendida dentro del contexto cultural judío del que forma parte.

3. Presupuestos metodológicos

Para poder alcanzar estos objetivos se van a utilizar, además de los instrumentos propios del análisis histórico-crítico y narrativo, unas herramientas metodológicas específicas24. Con ellas, por un lado, se buscará esclarecer el significado del texto como una unidad de sentido coherente y cerrada. Para ello, será importante, sobre todo, la incorporación de técnicas modernas de análisis del discurso. Por otro lado, también se pretende determinar, en la medida de lo posible, el contexto histórico y la situación comunicativa en la que surge el texto, y, en general, todo el evangelio. Ambos procedimientos, no demasiado comunes, se detallan a continuación.

3.1. Herramientas para el análisis del discurso

El punto de partida más apropiado para realizar un análisis literario de Mc 13 es considerarlo en su forma final. Lo que esta manifiesta es que el capítulo contiene en su mayor parte un discurso de Jesús. En la antigüedad, la forma habitual de presentar las ideas más importantes sobre un tema se realizaba a través de un discurso oral ininterrumpido, cuyos modelos canónicos son el discurso deliberativo, el forense y el epideíctico. Al analizar Mc 13 desde la perspectiva de la retórica clásica van a emerger una serie de rasgos que permitirán comprender mejor su sentido. Esta perspectiva, además, se quiere enriquecer con las aportaciones de la lingüística moderna, concretamente con las de J. M. Adam y H. Weinrich.

Los trabajos de Adam versan sobre lo que él ha denominado «textos prototípicos»25. Con esta noción el autor determina ciertas tendencias constantes a lo largo de la historia en los comportamientos discursivos de los seres humanos, que responden a sus necesidades de explicar lo que les rodea, de comprenderse a sí mismos, de transmitir valores y creencias, de polemizar o de discutir. Por ello, para comprender bien un texto hay que entender siempre la intención que se expresa bajo la forma de un determinado acto del lenguaje, que responde a cinco grandes categorías: descriptivo, narrativo, expositivo, argumentativo y directivo.

Desde este punto de partida, Adam se propone estudiar los principios de organización interna que hay en los textos. Sus investigaciones le llevan a postular que los textos están formados por unidades constituyentes que él denomina «secuencias», que, a su vez, están integradas por agrupaciones de proposiciones que responden a ciertos tipos de enunciados reconocibles por su estructura jerárquica interna y por su unidad compositiva26. Esto implica que un texto es un conjunto heterogéneo de secuencias articuladas entre sí que sigue un cierto orden. En él existe una «secuencia dominante», que es la que más presencia tiene en el texto y transparenta su intencionalidad, y «secuencias secundarias», que se coordinan o alternan con ella27. Aunque las secuencias no dan cuenta por sí solas de todos los aspectos del sentido y de la producción de los textos, son las que guían y controlan sus estrategias de comprensión28. De este modo, Adam descubre cinco tipos de secuencias que se corresponden con los cinco prototipos de textos: narrativa, descriptiva, argumentativa, explicativa y dialogal.

En su teoría juega también un papel fundamental la importancia que se otorga a los mecanismos estructuradores del texto, sobre todo a los deícticos. La función de estos es organizar el tiempo y el espacio en el texto y situar a los participantes y a los propios elementos textuales del discurso. Según Adam, hay cinco tipos de deixis: la personal, la social, la espacial, la temporal y la textual.

Una de las ventajas de este instrumento de análisis es su versatilidad, ya que puede aplicarse tanto a obras completas como a secciones textuales más reducidas, que es donde verdaderamente desarrolla mejor su potencial. Las posibilidades que ofrece este enfoque integrándolo con las aportaciones de la retórica clásica son muy grandes a la hora de abordar el estudio de un texto tan complejo como Mc 13.

Por su parte, Weinrich postuló que para entender adecuadamente el sentido de un texto es fundamental comprender cómo se ha fijado lingüísticamente su situación comunicativa. Esto se hace principalmente a través de los verbos, que son las palabras que en el texto indican los modos en que se quiere representar la realidad. El autor parte del principio de que todas las formas verbales son atemporales. De esta forma, se explica que un tiempo como el aoristo puede designar, además de las cosas pasadas, también las actuales o las futuras. Por este motivo, a la hora de entender el significado de los verbos, más importante que su tiempo o su aspecto, es el lugar donde son utilizados: la situación comunicativa, que viene propiciada por la actitud del locutor.

Los diferentes tipos de texto se clasifican dentro de las dos únicas situaciones comunicativas que existen: el relato y el comentario29. Cada una de ellas lleva aparejada una determinada actitud. En el caso de la situación comunicativa no narrativa, que es la correspondiente al discurso, esta actitud se denomina «tensa», porque el discurso trata de cosas que afectan directamente al hablante, que, en parte, se siente comprometido. De esta forma, la elocución se convierte en una acción que busca modificar el mundo y afectar a quienes la escuchan.

Para conseguir que el oyente advierta que el discurso le atañe directamente y que exige su respuesta, se utilizan determinadas formas verbales. Después de recopilar datos de diversas lenguas, tanto antiguas como modernas, Weinrich demuestra que hay una serie de formas verbales predominantes si el tipo de texto pertenece al relato y que estas son distintas si este se encuadra dentro del comentario30. Su presencia funciona como una apelación a la conciencia del oyente/lector para que considere aquello que se representa a través del texto —la actitud comunicativa— como algo que le implica —mundo comentado— o como algo que le libera de la coerción de la situación y que lo emplaza en un escenario distinto —mundo narrado—31.

Por tanto, a través del estudio de los verbos se van descubriendo las diferentes dimensiones que encierra un texto: su actitud comunicativa (narrativa o comentadora), su perspectiva comunicativa (tiempos de grado cero, que carecen de perspectiva espacial y tiempos que distinguen ente prospección y retrospección) y su relieve (primer o segundo plano comunicativo). También dentro de un texto se encuentran formas verbales que no se corresponden con su situación comunicativa. Estas se denominan «metáforas verbales», cuya presencia modifica la actitud comunicativa. De este modo, cuando hay tiempos propios del relato en el contexto del comentario se limita su efecto, se suaviza su contenido originario y se aporta distancia y relajamiento en la implicación del enunciador: se comenta como si se narrase. Por el contrario, la aparición de tiempos del comentario en el contexto del relato intensifica la apariencia de validez de la narración y le aporta matices de tensión, dramatismo o compromiso: se narra como si se comentase32.

Creo que la aplicación crítica de estos instrumentos es una herramienta eficaz para acceder a una correcta comprensión del texto. Las aportaciones de Adam y Weinrich son muy valiosas para el análisis de aquellas palabras que determinan el sentido de un texto: las formas verbales y los deícticos. Por otro lado, a una escala mayor, poder establecer las secuencias que conforman un discurso y su actitud, perspectiva y relieve comunicativos ofrece una inestimable información sobre las diferentes opciones que el autor va tomando a la hora de comunicar su mensaje y cómo busca con él incidir en la conciencia del oyente. Esto posibilita que las interpretaciones que se hagan «a posteriori» se ajusten lo más posible a lo que se quiso transmitir.

3.2. La situación retórica de los textos

La categoría metodológica de «situación retórica» fue desarrollada principalmente por L. F. Bitzer y parte del presupuesto de que toda retórica es situacional33. Esto significa que la situación no solo influye en la comprensión adecuada del discurso, sino que también lo puede provocar para dar una respuesta apropiada a esa situación. La situación retórica se define como:

un complejo de personas, eventos, objetos y relaciones que presentan una exigencia real o potencial, la cual puede ser eliminada total o parcialmente si el discurso, introducido en la situación, puede constreñir la decisión o acción humana de tal modo que produzca la modificación significativa de la exigencia34.

Según Bitzer la situación retórica es previa al discurso y se compone de tres elementos: la exigencia, que es la circunstancia o el desafío que busca modificarse positivamente por medio del discurso; la audiencia, formada por aquellos en quienes puede influir el discurso y que ejercerían de mediadores del cambio propuesto; las limitaciones, que son una serie de elementos (personas, acontecimientos, objetos, relaciones), que forman parte de la situación o bien se introducen en ella, y que tienen el poder de restringir la decisión y la acción de la audiencia necesarias para modificar la exigencia.

A esta propuesta se han sumado dos perspectivas complementarias. La primera, de R. E. Vatz, que resalta la importancia del emisor frente a la imposición de la situación35. La segunda de B. Biesecker, M. Garret y X. Xiao que subraya el papel de la audiencia en esta teoría36.

Vatz recalca acertadamente que toda situación, por muy objetivable que sea, siempre está mediatizada por el observador. Por eso, cuestiona la proposición de Bitzer de que la exigencia contiene un imperativo ético implícito que existe independientemente de sus intérpretes. Para Vatz, el emisor filtra la información y decide qué presentar a la audiencia, dando así un significado a lo que busca transmitir del que la situación carece a priori. Esto quiere decir que el texto no es intrínseco a la situación, sino que es una consecuencia de la creación retórica. Por tanto, el discurso retórico es un acto creativo e interpretativo.

Biesecker, por su parte, señala que el auditorio no es un elemento finalista, meramente pasivo, al que se busca convencer. El evento retórico es un incidente que produce y reproduce las identidades de los sujetos y construye y reconstruye vínculos entre ellos. Por este motivo, la situación retórica no induce simplemente a las audiencias a actuar de una forma u otra, sino que hace posible la producción de identidades y relaciones sociales y, por tanto, es un proceso que se articula históricamente. Por su parte, Garret y Xiao destacan el carácter interactivo y dialéctico de la situación retórica. En ella, la audiencia es un elemento definitorio por dos motivos: su peso en la decisión del emisor a la hora de articular la exigencia enunciada en su discurso y su influencia en la elección de las limitaciones que se usan en el mismo.

Todas estas aportaciones aparecen magistralmente reunidas y tratadas por E. Schüssler Fiorenza en un apartado de su obra sobre el Apocalipsis37. Sus conclusiones son de gran valor para este trabajo. Para la autora, el análisis de un texto debe tener en cuenta la situación retórica que provoca la interacción entre el emisor y sus oyentes a través del discurso. Esto supone, en primer lugar, reconstruir en la medida de lo posible, con la ayuda de fuentes extra-textuales, los parámetros sociohistóricos en los que el texto salió a la luz; y hacer esto, no como mero decorado de fondo, sino para conocer el contexto en que la propuesta textual cobra sentido —situación histórico-retórica real—. En un segundo momento, hay que analizar la forma en que el texto afronta los desafíos generados por la situación histórica, distinguiendo las diversas «voces» que se reflejan en el discurso —situación retórica textual—. Dentro de esta última parte, es muy importante considerar las preocupaciones de la audiencia a la que se intenta responder y la estrategia del autor para movilizar a sus oyentes.

A mi juicio, esta herramienta es el complemento metodológico perfecto de las anteriores, ya que traspasa las fronteras meramente textuales para lanzar una mirada al contexto donde el texto se ha generado y de donde recibe parte de su sentido. A través de su aplicación al estudio de Mc 13, se pretende descubrir la situación que provoca el discurso y cómo incide en él, las decisiones que toma el autor para interpretar esta situación siendo consciente de la audiencia a la que se dirige y conocer cómo el discurso reconfigura la identidad de los oyentes y les mueve a actuar. Es necesario que se comprenda el texto como un mensaje emitido en una situación histórico-retórica concreta, ya que sin ello se «des-historizaría» el discurso y se perdería una clave que tiene que servir como punto de partida para la universalización del mensaje, es decir, sus posteriores interpretaciones y adaptaciones.

La combinación de todas estas herramientas analíticas sirve bien al principal objetivo del presente estudio: esclarecer el contenido de Mc 13 para descubrir qué propuesta se transmite a los oyentes y cuál es su finalidad. La articulación de su aplicación va a seguir un itinerario concreto: un estudio lingüístico-estructural del texto, seguido de una reconstrucción de su contexto histórico real, para luego volver al texto y descubrir el sentido de la exhortación a los oyentes, que se debe enmarcar dentro de un contexto cultural más amplio. De esta forma, se ofrece una imagen global de los principales elementos del texto, lo real y lo textual, que se entremezclan para crear una respuesta adecuada ante una determinada situación38. Pretendo explicar así, por un lado, cómo un discurso probablemente ficticio dentro del evangelio fuera de este contexto ficticio se vuelve genuinamente retórico al responder a una situación real para la que fue compuesto. Y, por otro lado, cómo la respuesta a esta realidad justifica el uso de una forma discursiva y, también, el desplazamiento temporal del relato que se efectúa en este capítulo.

Bitzer advertía que hay situaciones históricas tan contundentes que crean respuestas casi por necesidad para modificar positivamente sus exigencias. Pienso que este es el caso de la experiencia de ser subyugado por una potencia extranjera, como hizo el imperio romano con Judea. Esto origina un tipo de literatura que busca resolver este problema para sus oyentes. Una de las hipótesis de este trabajo es que esta es la circunstancia que se transparenta en Mc 13, donde la situación retórica textual y real del evangelio de Marcos está especialmente textualizada, usando la terminología de Schüssler Fiorenza. De esta forma, Mc 13 se presenta como un elemento fundamental no solo para ubicar sociohistóricamente el evangelio marquiano, sino también para comprender correctamente el mensaje que el autor quiso transmitir a sus oyentes y la estrategia que propuso para afrontar los desafíos de la situación que le llevó a generar su escrito.

4. Organización de la obra

El estudio realizado en este libro quiere mostrar, mediante el empleo de diversas herramientas metodológicas, cómo en Mc 13 se ofrece a los primeros oyentes del evangelio una propuesta para ayudarles a mantener su identidad y para poder afrontar las consecuencias que produjo en el grupo la primera guerra judía.

El primer capítulo aborda el estudio lingüístico-estructural de Mc 13. Tras un breve apunte sobre crítica textual y sobre la delimitación del texto, se pasa esclarecer su situación comunicativa partiendo de la propuesta de Weinrich. A continuación, la aplicación de la teoría de Adam nos ayudará a descubrir el tipo de secuencias utilizadas en el texto y, desde ahí, deducir cuál es la naturaleza del discurso y su género. Los resultados alcanzados, en conjunción con las aportaciones de la retórica antigua, se aplicarán a Mc 13 para poder adquirir una primera comprensión del mensaje del discurso.

El segundo capítulo estudia la situación histórico-retórica real de Mc 13, que es la que otorga sentido a los datos presentados en el capítulo precedente. Para ello se analizan las alusiones históricas que contiene el texto. Con el apoyo de fuentes externas, se muestra cómo estas reflejan el conflicto bélico judeo-romano que tuvo lugar entre los años 66-70 d.C. En este sentido es relevante el estudio de la escena de la profecía sobre la destrucción del templo (cf. 13,1-2), ya que aporta información para aclarar la posible fecha de composición del evangelio y ayuda a fijar el resto de los elementos históricos presentes en el discurso. Al final del capítulo, el estudio más breve de cuatro perícopas de la actuación de Jesús en Jerusalén (Mc 11–12) refuerza la tesis de que la primera guerra judía es el escenario histórico donde se generó el evangelio.

En el tercer capítulo se engloba la propuesta de Marcos dentro de un contexto más amplio. El fin perseguido es mostrar cómo la estrategia desarrollada por el evangelista no es un fenómeno único. Existen otros escritos judíos que también respondieron a la situación de la dominación romana sobre Judea y a la amenaza que esto supuso para la vida de sus oyentes. Se analizan en este capítulo tres obras, Salmos de Salomón, 4 Esdras y 2 Baruc, siguiendo los mismos parámetros metodológicos que se aplican al evangelio: analizar los hechos históricos contenidos en los textos para fijar la situación histórico-retórica real y, en segundo lugar, identificar el modus vivendi que reflejan. Por modus vivendi me refiero a la propuesta que se hace a los oyentes para ayudarlos a mantener su identidad y afrontar la crisis. El estudio de este capítulo dota de mayor firmeza la tesis de que Mc 13 es una respuesta a una crisis provocada por la guerra.