0,00 €
Esta edición digital en formato ePub se ha realizado a partir de una edición impresa digitalizada que forma parte de los fondos de la Biblioteca Nacional de España. El proyecto de creación de ePubs a partir de obras digitalizadas de la BNE pretende enriquecer la oferta de servicios de la Biblioteca Digital Hispánica y se enmarca en el proyecto BNElab, que nace con el objetivo de impulsar el uso de los recursos digitales de la Biblioteca Nacional de España. En el proceso de digitalización de documentos, los impresos son en primer lugar digitalizados en forma de imagen. Posteriormente, el texto es extraído de manera automatizada gracias a la tecnología de reconocimiento óptico de caracteres (OCR). El texto así obtenido ha sido aquí revisado, corregido y convertido a ePub (libro electrónico o «publicación electrónica»), formato abierto y estándar de libros digitales. Se intenta respetar en la mayor medida posible el texto original (por ejemplo en cuanto a ortografía), pero pueden realizarse modificaciones con vistas a una mejor legibilidad y adaptación al nuevo formato. Si encuentra errores o anomalías, estaremos muy agradecidos si nos lo hacen saber a través del correo [email protected]. Las obras aquí convertidas a ePub se encuentran en dominio público, y la utilización de estos textos es libre y gratuita.
Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:
Veröffentlichungsjahr: 1930
Esta edición electrónica en formato ePub se ha realizado a partir de la edición impresa de 1930, que forma parte de los fondos de la Biblioteca Nacional de España.
Mariana Pineda
Federico García Lorca
Índice
Cubierta
Portada
Preliminares
Mariana Pineda
DEDICATORIA
REPARTO
PROLOGO
PRIMERA ESTAMPA
ESTAMPA SEGUNDA
TERCERA ESTAMPA
Acerca de esta edición
Enlaces relacionados
DEDICATORIA
A la gran actriz
Margarita Xirgu.
FEDERICO GARCIA LORCA
PERSONAJES-ACTORES
Mariana Pineda: Margarita Xirgu.
Isabel la Clavela: Pascuala Mesa.
Doña Angustias: Eugenia Illescas.
Amparo: Carmen Carbonell.
Lucía: Julia Pacello.
Niño: Luisito Peña.
Niña: María López Silva.
Sor Carmen: Julia Pacello
Novicia primera: Carmen Carbonell.
Id. segunda: María Gil Quesada
Monja primera: María Díaz Valcárcel.
Fernando: Luis Peña.
Don Pedro Sotomayor: Alfonso Muñoz.
Pedrosa: Francisco López Silva.
Alegrito: Elías Sanjuán.
Conspirador primero: Luis Alcaide.
Id. segundo: Fernando Porredón.
Id. tercero: Antonio Alarma.
Id. cuarto: Fernando Fresno.
Mujer del velón, niñas, monjas
Telón representando el desaparecido arco árabe de las Cucharas y perspectiva de la plaza Bibarrambla. La escena estará encuadrada en un margen amarillento, como una vieja estampa, iluminada en azul, verde, amarillo, rosa y celeste. Una de las casas que se vean estará pintada con escenas marinas y guirnaldas de frutas. Luz de luna. Al fondo, las niñas cantarán, con acompañamiento, el romance popular:
¡Oh! Qué día tan triste en Granada,
que a las piedras hacía llorar
al ver que Marianita se muere
en cadalso por no declarar.
Marianita, sentada en su cuarto,
no paraba de considerar:
“Si Pedrosa me viera bordando
la bandera de la Libertad.”
(De una ventana saldrá una Mujer con un velón encendido. Cesa el Coro).
MUJER.—¡Niña! ¿No me oyes?
NIÑA.—(Desde lejos)
¡Ya voy!
Por debajo del arco aparece una niña vestida según la moda del año 50, que canta.)
Como lirio cortaron el lirio,
como rosa cortaron la flor,
como lirio cortaron el lirio,
más hermosa su alma quedó.
(Lentamente, entra en su casa. Al fondo, el coro continúa.).
¡Oh! Qué día tan triste en Granada,
que a las piedras hacía llorar.
TELON LENTO
CASA DE MARIANA . Paredes blancas. Sobre una mesa, un frutero de cristal lleno de membrillos. Todo el techo estará lleno de la misma fruta, colgada. Encima de la cómoda, grandes ramos de rosas de seda. Tarde de otoño. Al levantarse el telón, aparece DOÑA ANGUSTIAS, madre adoptiva de MARIANA, sentada, leyendo. Viste de oscuro. Tiene un aire frío, pero es maternal al mismo tiempo. ISABEL LA CLAVELA, viste de maja. Tiene treinta y siete años.
ESCENA PRIMERA
CLAVELA.—(Entrando.)
¿Y la niña?
ANGUSTIAS.—Borda y borda lentamente.
Yo la he visto por el ojo de la llave.
Parecía el hilo rojo, entre sus dedos,
una herida de cuchillo sobre el aire.
CLAVELA.—¡Tengo un miedo!
ANGUSTIAS.—¡No me digas!
CLAVELA.—(Intrigada)
¿Se sabrá?
ANGUSTIAS.—Desde luego, por Granada no se sabe.
CLAVELA.—¿Por qué borda esa bandera?
ANGUSTIAS.—Ella me dice que la obligan sus amigos liberales.
(Con intención.)
Don Pedro, sobre todos; y por ellos
se expone… a lo que no quiero acordarme.
CLAVELA.—Si pensara como antigua, le diría…
embrujada.
ANGUSTIAS.—(Rápida.)
Enamorada.
CLAVELA.—(Rápida.)
¿Si?
ANGUSTIAS.—(Vaga)
¡Quién sabe!
(Lírica.)
Se le ha puesto la sonrisa casi blanca,
como vieja flor abierta en un encaje.
Ella debe dejar esas intrigas.
¡Qué le importan las cosas de la calle!
Y si borda, que borde unos vestidos
para su niña, cuando sea grande.
Que si el Rey no es buen Rey, que no lo sea;
