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La Medicina Ayurveda nació de los sabios científicos antiguos. De ahí que esta medicina se basa en la firmeza de toda una filosofía varias veces milenaria. Servir al Señor en la forma de todos sus seres sufrientes es la meta de la Medicina Ayurveda. Y es precisamente por eso que los mé¬dicos ayurvédicos son sacerdotes en el interior de su espíritu, además de perspicaces psicólogos y experimen¬tados clínicos que tratan todo tipo de enfermedades físicas.
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Veröffentlichungsjahr: 2020
Fernández, Isidro Justo
Medicina ayurveda para profesores de yoga / Isidro Justo Fernández. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2020.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: online
ISBN 978-987-87-0634-4
1. Ayurveda. 2. Filosofía. 3. Yoga Físico. I. Título.
CDD 615.538
Editorial Autores de Argentina
www.autoresdeargentina.com
Mail: [email protected]
Diseño de portada: Marisa Kraiselburd
Email de contacto: [email protected]
Autor:
Email de contacto: [email protected]
Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723
Impreso en Argentina – Printed in Argentina
ÍNDICE
Advertencia
Mantra popular a Dhanwanthari. Una reflexión inicial
Capítulo I. Los Procesos de Salud/Enfermedad (I)
Capítulo II. Los Procesos de Salud/Enfermedad (II)
Capítulo III. Bases Fundamentales de la Medicina Ayurveda
Capítulo IV. Rachana Sharir. Fundamentos de la Anatomía Ayurveda
Capítulo V. Kriya Sharir – Fundamentos de la Fisiología Ayurveda
Capítulo VI. Terapéutica Ayurveda para Profesores de Yoga – Armando el rompecabezas Ayurveda
Acerca del autor
Bibliografía
Sobre el autor
DEDICATORIA CON INMENSA GRATITUD
Al Dr. Domar Singh Madariya, por haberme iniciado y formado en esta milenaria disciplina hace ya 27 años. Por todo el conocimiento y sabiduría recibidos y después animarme a que compartiera con otros sus maravillosos contenidos y técnicas, de lo cual este libro es un claro ejemplo. Pero, por sobre todas las cosas, por haber sido un incomparable Maestro de Vida.
A los Dres Paritosh Bhatt, Satheesh S. Warrier y a todo el equipo de Maestros, excelentes profesionales de diferentes especialidades, que impartieron el Curso Avanzado de Medicina Ayurveda en el A.V.P. Hospital and Training Academy de Mangarai, Pathanjalipuri, Coimbatore, estado de Tamil Nadu, India, en 2016.
Al Dr. Chinmay Pandya y su equipo de colaboradores, otro formidable grupo de excelentes profesionales, que tuvieron a su cargo el Workshop Internacional en Ayurveda y Ciencias de la India, en la Dev Sanskriti Vishwavidyalaya University de Haridwar, estado de Uttarakhand, India, en 2018.
Los contenidos de este libro están basados en los conocimientos, experiencias, prácticas, consejos y tantas cosas más que recibiera de todos ellos, sin cuyo aporte, jamás hubiese salido a luz.
Me queda mucho más aun por compartir… y hacia allá voy…
Mahacharya Isidro Justo Fernández
Swami Yudhisthirananda Saraswati
Puerto Madryn, Chubut, Argentina,
5 de Octubre de 2019
Advertencia
La presente obra no ofrece un método de diagnóstico ni sugiere ningún tipo de medicación, mucho menos reemplazar la función y labor del médico. Por el contrario, presenta, a grandes trazos, un milenario sistema terapéutico, complementario de la medicina, y sólo así debe entendérselo y aplicárselo.
Se propone mostrar un camino que le permita al Instructor o Profesor de Yoga Terapéutico (o Yogaterapia según otros países) del siglo XXI aplicar los conocimientos de la Medicina Ayurveda y poder desarrollar con ello, junto al Yoga, el vigor físico, la tranquilidad mental y la alegría del corazón de sus alumnos, incrementando su energía psicofísica–espiritual, estimulando de esta manera su natural estado de buena salud, o colaborando con su recuperación si es que lo había perdido.
De igual manera ello ocurrirá con cualquier persona que utilice sabiamente los conocimientos aquí desarrollados. Para ello las técnicas que se presentan sólo podrán realizarlos bajo la guía de un Instructor o Profesor de Yoga con sólida formación teórico–práctica en Yoga y Ayurveda y el control de su médico de cabecera.
Téngase muy en cuenta que estos conocimientos de Ayurveda sirven para ser aplicados como tratamientos complementarios de la medicina, y de la psicología cuando corresponde, y no en reemplazo de ellas, sean del sistema que se trate.
Si usted padece de algún signo o síntoma anormal o de enfermedad debe consultar de inmediato a su médico.
Ni el autor ni el editor se responsabilizan de ningún daño o efectos indeseables producidos a consecuencia de la lectura y/o práctica de los ejercicios y técnicas mencionadas en este libro. Cualquier intento de aplicarlas es responsabilidad del lector.
Tenga en cuenta que la única manera de realiza una práctica segura de Yoga y Ayurveda es bajo la guía de un profesional competente. Ante cualquier duda contáctese con la Escuela Argentina de Yoga y Ayurveda donde, con todo gusto, vamos a responder su consulta. En ella se forman los Instructores y Profesores de Ayurvedic Yoga Terapéutico de Argentina y poco a poco de toda América Latina y Europa.
Para conocer las actividades de la misma puede ingresar en la web: www.ayurvedic–yoga.net
Email de contacto: [email protected]
Mantra popular a Dhanwanthari
Namami Dhanwantharim Aadhi Devam
Sura Surai Vanditham Pada Padman
Loke Jara Rugbhay Mrithyu Nashakam
Dhataarameesham Viridhoushadheenam
Datharam Eesham Vividhaushadhinam
Oh Señor, me inclino delante de Ti.
Eres Adorado por dioses y demonios.
Tus poderes divinos bendicen a la gente en este mundo
y los sacan de sufrimientos, enfermedades, dolencias,
vejez y miedo a la muerte.
Oh Señor, dame tus medicinas y bendiciones en abundancia
para remediar la enfermedad que enfrenta la humanidad.
Este Mantra entonábamos con los terapeutas que cada mañana,
a las 07 a.m. en punto, me daban una Terapia Abhyanga durante
mi estadía como estudiante en el Hospital Academia
del AVP, en Pathanjalipuri, Mangarai, Coimbatore,
estado de Tamil Nadu, sur de India, 2016.
Una reflexión inicial
Hacia un Ayurveda Social…
El Ayurveda es la Medicina ancestral de la India. Nació hace unos 5000 años, aunque sus primeros tratados escritos datan de aproximadamente 2500 a 2800 años atrás.
Como tal, desde siempre hasta el presente fue, es y seguirá siendo una “Medicina del Pueblo”, al alcance de todos y puedo dar fe de ello.
En febrero de 2016 estuve realizando un curso avanzado en el Hospital Academia del AVP, en Pathanjalipuri, Mangarai, Coimbatore, provincia de Tamil Nadu, en el sur del país. Allí, no sólo pude observar como es la atención de las personas internadas, sino que el director del mismo y coordinador del curso, en su inicio nos pregunto a todo el grupo, que era el Ayurveda para nosotros. Nuestras respuestas fueron definiciones que todos hemos estudiado con nuestros Maestros o que encontramos en la literatura específica, a las que él, una a una iba respondiendo “No”, “No”, “No”. Ello dio lugar a que preguntáramos “entonces que es Ayurveda?”. Su respuesta fue conmovedora: “ustedes saben que a esta hora ya están comenzando a preparar el almuerzo en la cocina. Pues bien, cuando esté listo y sea la hora, los primeros que almuerzan son los enfermos. Luego de ello, si queda comida, almuerzan las personas que se ocupan de su atención directa. Si sigue quedando comida, entonces es el turno del personal administrativo que mantiene funcionando el hospital. Si queda comida lo hace el resto del personal. Si aún queda comida, entonces es el turno de los profesionales y si queda algo más, entonces almuerzo yo. Esto es Ayurveda. Por analogía, en todo es así.” No creo necesario agregar ningún comentario a ello. Si uno observa que ocurre en Occidente en general y en Argentina en particular, sinceramente, me voy a guardar la opinión, que de hecho, ya lo estoy realizando.
He tenido la enorme fortuna que el Universo cruzara en mi vida en noviembre de 1991 al “Padre de la Medicina Ayurveda en Argentina”, el Dr. Domar Singh Madariya, quien fue mi Maestro de Ayurveda por 9 años, y con quien tuve el honor de compartir actividades, junto a su amada esposa Shobha Deshmukh. Fue él quien me inculcó, con su ejemplo y no solo con palabras, exactamente esos principios de un Ayurveda Social. Me enseño a que todas las personas deben tener acceso a sus beneficios y deje de ser un privilegio para una minoría de alto poder adquisitivo. Que no necesito ser un médico para trabajar con una mente y un corazón profesional, con principios éticos y morales, respetando siempre al consultante, sin lo cual toda mi formación, por más excelente que fuera, poco importa. Que no olvidara que éste, el consultante, es una persona y como tal tiene cuatro dimensiones de existencia: una comprende su anatomía, fisiología y estructura; otra, sus sentimientos, emociones, pensamientos – todo lo que hace al aspecto mental–emocional – la tercera su cuerpo energético y por último en cuarto término la dimensión espiritual. El consultante es la integración indisoluble de estas cuatro dimensiones. Por lo tanto, el Profesor de Ayurvedic Yoga, o todo Profesor de Yoga Terapéutico que incluye el Ayurveda dentro de su actividad, debe tener siempre muy en cuenta ello, por ejemplo, al considerar su relación con otras personas dentro del área social donde desarrolla su vida, uno de los puntos que hace hincapié la Medicina Ayurveda.
De esta manera vamos a trabajar, con quien pueda pagarnos y con quien no también, exactamente de la misma manera con uno u otro, sin un ápice de diferencia, porque para el Ayurveda, lo reitero, todas las personas deben poder acceder a sus beneficios… nosotros nos formamos para ello… este libro es un claro ejemplo, como ya lo citara en los agradecimientos… sin olvidar que el espíritu de Dhanwanthari nos acompaña siempre…
Compartiendo un curso de Yoga y Ayurveda con el Dr. Domar Singh Madariya en la ciudad de Río Cuarto, Córdoba, otoño de 1996.
Inolvidable momento junto al Dr. D. S. Madariya en su consultorio de la Fundación Argentina de Ayurveda en Buenos Aires, donde ambos brindamos un Instructoradode Hatha Yoga, con la supervisión directa de Yogacharya Viswanath (Masterji), durante el ciclo lectivo del año 2000.
Capítulo I
Los Procesos de Salud/Enfermedad (I)
El presente capítulo está basado en párrafos de mi primera obra escrita, “El Yoga de la Perfecta Salud” (agotada), capítulo V, páginas 97 a 100 y 129 a 141, revisados, modificados y actualizados.
I – Su Génesis
En los últimos treinta y cinco años he dedicado gran parte de mi tiempo (full–time desde 1990) a estudiar, investigar y trabajar en el campo de lo que podemos definir como “terapias complementarias” de la medicina ortodoxa occidental o alópata. Por supuesto que siempre lo he hecho “conjuntamente con” y nunca “fuera de”, pues los únicos que pueden diagnosticar y establecer un tratamiento en función de ello son los médicos, tengan la formación que sea: Occidental, Ayurveda de India, Tradicional de China o Tibetana. Pero, basados en sus diagnósticos, como profesores de Yoga podemos ofrecer un trabajo terapéutico que complemente el indicado por ellos.
Trabajar de esta manera en todos estos años me permite poder aseverar que la enfermedad, como tal, no existe: existen personas que se enferman.
Innumerables interrogantes poblaron y pueblan aún mi mente respecto de temas tan simples, profundos, acuciantes, como ¿por qué una persona desarrolla una determinada enfermedad y no otra, cuando en teoría podría haber sido cualquiera?, profundizando aún más: ¿qué es la enfermedad, más allá de la definición que nos brindan la OMS o el Ayurveda?
La búsqueda de respuestas a tantos interrogantes me permitió arribar, entre otras, a las siguientes conclusiones:
I.1. La enfermedad no es un problema físico sino de la persona en su totalidad: cuerpo, mente y espíritu
La manera en que trabajo con mis alumnos–pacientes (alumnos míos, pacientes de médico que los derivó), no es otra que llevar a la práctica un conocimiento existente desde hace milenios y que en los últimos trescientos años se había perdido, no sólo en el ámbito de la medicina occidental, sino en la vida en general: el de aprovechar los recursos propios que toda persona posee desde lo físico, lo mental y lo emocional–espiritual, a fin de mantener y potenciar su buen estado de salud o recuperarlo si es que se ha perdido. “Cada ser humano detenta tanto la capacidad de enfermarse como la de curarse. El cuerpo humano posee una natural potencialidad autocurativa que, según la historia personal y el carácter de cada uno, tendrá una determinada manifestación, desde lo psíquico a lo corporal”(Dr. Carl Simonton, Buenos Aires, julio de 1992).
Tanto el estrés emocional como la depresión, relacionados con el nivel de autoestima que se posee, son dos factores denotados como responsables fundamentales del decaimiento del sistema inmunológico, propiciando con ello la aparición de todo tipo de enfermedades, especialmente el cáncer y el sida, y aquí vale la aclaración: estos factores no producen la patología, sino que le permiten desarrollarse.
Estadísticas de la medicina en EEUU y Japón, indican que entre el 70 y el 80% de los cánceres se producen por la contaminación ambiental o por agentes cancerígenos que penetran en el organismo y terminan desarrollando un cáncer, si encuentran las condiciones necesarias en él.
Estas y otras estadísticas, como así también estudios y publicaciones científicas de la medicina occidental de los últimos años revelan lo acertado de la deducción planteada.
I.2. La enfermedad es un hecho positivo en la vida de una persona
Señala, a través del cuerpo, la necesidad de introducir un cambio en su estilo de vivir, específicamente en aquello que lo llevó a engendrarla (principio fundamental del Ayurveda).
Desde esta óptica, la enfermedad es una bendición y no una maldición.
Las conductas y actitudes malsanas, originadas también en la autoestima que se posee, permiten la gestación y el posterior desarrollo de la enfermedad. En este sentido, recuperar el natural estado de buena salud implica la responsabilidad de enfrentar la opción de cambiar nuestra filosofía de vida o seguir enfermos hasta morir. Y nuevamente aquí la psique tiene mucho que ver. En este aspecto, el trabajo yogaterapéutico consistirá en descubrir y explorar nuevos caminos para el diario vivir, que serán tantos y diversos como alumnos–pacientes haya. Cada persona deberá cambiar diferentes cosas: unos la alimentación, otros sus relaciones familiares y/o personales, etc., pero siempre desde lo físico, lo mental y lo espiritual, comenzando por equilibrar y armonizar su nivel de autoestima.
I.3. El cambio de vida debe instrumentarse en un marco de autodisciplina
El o los cambios de vida aludidos en el párrafo anterior requieren de una firme disciplina, entendida como acción con perseverancia y paciencia.
Acción: significa trabajo.
Perseverancia: realizado los siete días de la semana.
Paciencia: para ver los resultados.
Mientras se trabaja de esta manera, diariamente, teniendo como meta un cambio de vida, la esperanza como actitud, es un factor decisivo en la cura de cualquier enfermedad. Es una creencia según la cual, lo deseable – en este caso la buena salud – es posible de alcanzar.
Más allá de los mensajes que esta sociedad cada vez más “light” nos envía, nadie debe creer en realización sin esfuerzo. Y mucho menos si de recuperar la salud se trata. Por tal motivo, si es que se quiere llegar a un final feliz, hay que aprovechar los recursos curativos con los que cada uno cuenta dentro de sí mismo, estadio éste donde las emociones y pensamientos juegan un papel fundamental. Esto no excluye, por supuesto, ni el aporte de la medicina o el de determinada filosofía o religión, muy por el contrario, se trabaja integralmente con ellas.
I.4. La enfermedad es de la persona y de su entorno
Así como en la primera de estas conclusiones sostengo que la enfermedad no es sólo un problema físico sino de toda la persona, acá sustento que va un poco más allá: es abarcativo de su entorno.
Si bien esto es muy importante de tenerse en cuenta para cualquier tipo de dolencia o enfermedad, lo es en sumo grado cuando se trata de una diabetes o un cáncer, por citar sólo dos ejemplos; diría más: es imprescindible. En este tipo de dolencias es muy difícil aspirar a resultados positivos si no se cuenta con el apoyo del grupo familiar, y en algunos casos, con el de las amistades más cercanas al enfermo.
Uno es en realidad uno y sus circunstancias, por lo tanto, se las debe tener presentes a la hora de analizar la o las causas que llevaron a la manifestación de una determinada enfermedad, procediéndose en consecuencia según cada caso, dejándonos llevar por toda la información colectada, por el sentido común y la intuición, siempre apoyados en nuestra formación como en la de los profesionales actuantes.
II – Los procesos de Salud/Enfermedad: su descripción
Para la Medicina Psicosomática (Medicina Biopsicosocial) los factores psicológicos contribuyen directa o indirectamente a la etiología de numerosos y variados trastornos físicos.
Sin embargo, ésta es siempre compleja y multifactorial, lo que lleva a considerar, a un médico biopsicosocial, que los factores psicológicos no son los únicos que colaboran con la enfermedad. Exponen un ejemplo: un componente biológico necesario (tendencia genética), combinado con una reacción psicológica (depresión), y con el stress social (pérdida de un ser querido), resulta en un conjunto de circunstancias suficientes para producir una determinada dolencia.
La adopción de métodos de investigación rigurosos ha permitido corroborar la asociación entre los estresores vitales y numerosas enfermedades médicas de tipo endocrinas, cardiovasculares, respiratorias, gastrointestinales, inmunológicas, oncológicas y dermatológicas.
Por otra parte es ampliamente conocido desde principios de nuestra era el hecho de que tanto el stress psicológico como la depresión pueden liberar el curso de enfermedades orgánicas. Ya Galeno, en el Siglo I, había observado la relación existente entre fuertes cuadros depresivos y cáncer de mamas en las mujeres adultas de la época.
Desde hace algo más de cuatro décadas, la Psiconeuroinmunoendocrinologíaes el área establecida de investigación científica en la actualidad, ocupada en determinar los mecanismos por los que la mente, el cerebro y el sistema inmunológico interactúan.
Paralelamente a ello, y como ha ocurrido siempre a lo largo de toda la historia de la humanidad, en la última parte del siglo XX y comienzos del XXI, médicos, psicólogos y psiquiatras, en diferentes lugares del planeta, llevaron y llevan adelante investigaciones propias, con significativos y asombrosos resultados.
Las de los doctores Luis Alberto Gasparetto en Brasil y Carl Simonton en EEUU, durante el último cuarto del siglo pasado, son una muestra acabada de lo expuesto.
Durante la década del ’70 y comienzos de los ’80 se realizó una importante experiencia en la clínica para tratamientos holísticos “Aldeia da Vida” en Sao Paulo, Brasil. La misma estuvo dirigida por el psicólogo Luis Alberto Gasparetto quien, al frente de un equipo multidisciplinario y tras diez años de intensa labor en los que se atendieron a varios miles de pacientes con las más variadas afecciones, arribó a interesantes conclusiones.
La principal de todas ellas fue la determinación de las “equivalencias mentales”, aún en la correspondencia de los síntomas de cada trastorno orgánico.
A estos “equivalentes mentales” Gasparetto los denominó “pensamientos patrones”, porque según sean de polaridad positiva o negativa reglan la salud o la enfermedad en la persona.
De todos ellos, la crítica, la rabia, el odio y el rencor, son los principales factoresde aparición de determinadas patologías.
En sus libros “Sane su Vida” (1982) y “Ud. Puede Sanar su Vida” (1984), Louise Hay, colaboradora del equipo de Gasparetto, y en cooperación con él, presenta una larga y completa lista de dolencias, pensamientos patrones negativos que las causan, y pensamientos patrones positivos que permiten iniciar la restitución del normal estado de buena salud, una vez que se adquieren.
La bibliografía citada me evita de transcribir las listas dadas a conocer por Gasparetto en sus publicaciones científicas.
A su vez, Gasparetto reflexiona en sus trabajos sobre que “es mucho más fácil disolver los pensamientos negativos, sustituyéndolos por saludables y positivos, que someterse al bisturí, porque el bisturí puede eliminar el efecto pero no la causa que es el pensamiento patrón negativo o “equivalente mental” de la enfermedad”.
A esta altura de lo descripto valen un par de aclaraciones que, no por obvias (por lo menos para el autor) está de más tenerlas muy en cuenta. Cuando se hace referencia a “patrones de pensamiento” como causa de determinadas dolencias, en realidad se los debe tomar como “probables causas” hasta que los estudios psico–médicos lo confirmen.
Por otra parte, no todos los “equivalentes mentales” son válidos en un ciento por ciento para todos casos. Sí pueden ser tomados, por ejemplo, como una de las primeras razones a descartar, o no, cuando se busca la causa de una determinada enfermedad.
Valga destacar, pues, que las conclusiones a las que arriban Gasparetto y su equipo deprofesionales de la salud señalan que “un mismo patrón de pensamiento irrita SIEMPRE la misma porción del Simpático en TODOS LOS PACIENTES que lo poseen, generando siempre en consecuencia la misma dolencia en todos ellos”.
Para la medicina no era ninguna novedad que el Simpático puede ser excitado por causas emocionales. Ya el Dr. Reilly en 1934 había presentado publicaciones científicas sobre el particular. Hoy los especialistas conocen bien el proceso por el cual “el factor psicológico, al irritar el Simpático, ocasiona reflejos vasomotores generalizados, provocando un desorden total que obstaculiza la revitalización celular” (Selye, H. “The Stress”).
Lo particular y destacado de Gasparetto es señalar que siempre un mismo patrón de pensamiento (factor psicológico) irrita la misma porción del Simpático en todas las personas.
Las investigaciones realizadas en los posteriores 15 años en el Instituto Nacional de la Salud en EEUU, no sólo confirmaron lo descubierto por Gasparetto, sino que arrojaron luz sobre la relación mente–cuerpo. Es más, han dejado en claro por qué y cómo las emociones y pensamientos afectan al cuerpo.
De acuerdo con ellas, cada vez que surge una emoción o pensamiento, el cerebro produce un determinado elemento químico llamado neuropéptido. Según sea la calidad de esa emoción o pensamiento, será el tipo de neuropéptido producido, siempre el mismo para cada uno de ellos.
Además, han encontrado receptores de neuropéptidos en el cerebro, el sistema nervioso, el respiratorio, el digestivo, el inmunológico, en los riñones, etc.
Esto explica cómo las emociones y pensamientos ejercen su poderosa acción sobre todos los órganos del cuerpo humano.
Por su parte, también en los EEUU, el célebre oncólogo de fama mundial Carl Simonton dirigía por entonces el Centro de Investigación del Cáncer, ubicado en Dallas, Texas.
En sus investigaciones, Simonton descubre la estrecha incidencia que existía entre los factores emocionales y la evolución del cáncer en sus pacientes. A partir de ello comienza a aplicar los conceptos de una terapia antiquísima, abandonada por la medicina ortodoxa en los últimos 300 años y redescubierta, muy tímidamente, en los finales de este siglo XX: la Visualización Terapéutica. A partir de ello comprueba en su línea de investigación, que el stress emocional y la depresión son los factores principales que vulneran el sistema inmunológico, permitiendo el desarrollo de enfermedades tales como el cáncer y el sida.
Por otra parte, confirma la relación existente entre las emociones y el sistema nervioso central, y su impacto en el sistema inmunológico, más concretamente, sobre el Timo.
Simonton descubre que, cuando una emoción inhibe el desarrollo de la función inmunológica del Timo, los trastornos principales que ocurren en esa circunstancia son:
• Acentuado descenso de los linfocitos T y B en la sangre y en los tejidos (bazo, ganglios y tejidos linfoides).
• Disminución en la capacidad de producir anticuerpos ante el ataque de agentes o sustancias no reconocidas como propias.
• Falla permanente en rechazar células extrañas (relacionado con la aparición del cáncer).
Confirma así las investigaciones de los Dres T.A. Holme y R.H. Rahe de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington con referencia a que las emociones fuertes, como por ejemplo las relacionadas con pérdidas que producen sentimientos de aflicción y culpa, experimentadas por la mente consciente, debilitan el sistema inmunológico.
Ahora bien, más allá de las investigaciones de Gasparetto y Simonton, lamedicina psicosomática afirma que los pensamientos no sólo influyen en nosotros en forma genérica (sistema nervioso central mediante), sino que a través del sistema Simpático lo hacen en forma específica, generando graves lesiones orgánicas.
Las influencias genéricas originan enfermedades histéricas mientras que las específicas obran en funcionales y psicosomáticas. Pero el tema no es tan sencillo: hay enfermedades histéricas que también son psicosomáticas. Profundizar en esto sería entrar en el campo de la Psicología, lo cual escapa a los fines de esta obra, por lo que continuamos en el del Yoga.
Las enfermedades histéricas llegan a producir disfunciones o lesiones en los órganos, incluso dan lugar a las ideoplasmías: plasman ideas en el organismo. La persona se cree enferma, y por lo tanto, se siente y procede como un enfermo. Por ejemplo: ¿no conocen, acaso, algún estudiante que se “enferma” cuando llega el momento de rendir un examen o final de una materia?
En cambio cuando el pensamiento se focaliza específicamente en un órgano puede causar sobre él dos tipos de dolencias: una funcional (altera su funcionamiento) y otra orgánica (lesionar directamente el órgano).
En el primer caso, la influencia genérica que el pensamiento ejerce sobre un determinado órgano es rápida: puede empeorar o mejorar su función en instantes.
En el segundo, la influencia específica es muy lenta y por ello, si bien le lleva mucho tiempo provocar una lesión, de igual manera le costará revertirla.
II.1– A.D.N: Nuestra Memoria Vital
Para la biología los átomos se organizan en unidades más complejas llamadas moléculas. Los principales tipos que componen un sistema biológico, como lo es el cuerpo humano, son: los hidratos de carbono, los lípidos (grasas), las proteínas, los ácidos nucleicos y el agua.
De todos ellos el agua compone casi las tres cuartas partes de nuestro cuerpo. Esto nos está indicando que el 70 por ciento de las fluctuaciones de energía, que para la física es básicamente nuestra “materia” humana, para la biología es agua. ¿complejo? No tanto si nos atenemos a que aún nos falta incorporar otro ingrediente fundamental: el A.D.N.
Una molécula de A.D.N. es mucho más que las de los hidratos de carbono, oxígeno y nitrógeno que la integran: es una memoria viva encargada de controlar con eficacia los seis billones de reacciones químicas que se producen segundo a segundo en nuestro cuerpo.
Por otra parte, en ese lapso de vida se renuevan millones de células: sólo de neutrófilos (una variedad de glóbulo blanco) son unos 5 millones. Esto nos señala que, cada segundo, millones de moléculas de ADN tienen que dividirse en dos, trasmitiendo sincronizadamente unos tres mil millones de datos de nuestra memoria genética a cada célula nueva que reemplaza a las muertas. La replicación es un proceso extraordinariamente fiel. Pero se sabe que cuando rara vez falla esa sincronización suele aparecer, con el tiempo, enfermedades de diferentes características.
II.2– El Punto de Vista del Autor
No es mi interés pontificar sobre el tema.
Muy por el contrario, creo que las investigaciones citadas hablan por sí mismas de lo complejo que significa arribar a conclusiones valederas respecto de por qué y cómo se producen los procesos de salud/enfermedad (y a la inversa). Más aún, establecer una línea de trabajo que pueda resultar efectiva a todos ellos, desde el campo del Yogaterapéutico.
No obstante, el estudio y la experiencia acumulada en los últimos treinta y cinco años me han permitido elaborar un de sistema de Yogaterapéutico, el que he denominado “Ayurvedic Yoga”.
A él arribé a partir de haber forjado la siguientehipótesis con referencia a cómo se danen general – aunque no en el 100% de los casos – y de acuerdo con el Ayurveda, determinadosprocesos de salud/enfermedad.