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Siente que recibe mensajes de espíritus superiores y quiere compartir su verdad con el mundo. Natalia Isuardi describe en "Médium entre mundos de amor" cómo fue que se animó a prestar atención a las revelaciones que le llegaban desde estos seres luminosos, después de toda una vida siendo escéptica. Su mensaje convoca a un cambio de conciencia en línea con esas enseñanzas, que para ella provienen de un plano distinto al del mundo físico. En medio de tiempos confusos y vertiginosos, este libro representa la invitación a abrirse a una espiritualidad renovada, guiada por un amor profundo.
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Seitenzahl: 126
Veröffentlichungsjahr: 2022
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Natalia Isuardi
Saga
Médium entre mundos de amor
Copyright © 2020, 2022 Natalia Isuardi and SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788726903300
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
www.sagaegmont.com
Saga is a subsidiary of Egmont. Egmont is Denmark’s largest media company and fully owned by the Egmont Foundation, which donates almost 13,4 million euros annually to children in difficult circumstances.
Dedicado a todas las almas con las que me he comunicado, en especial a las de Atilio Bartolo José Isuardi y Liliana Mirtha Isuardi.
Om es amor.
Y mi Maestro insistió con estas palabras amorosas: No pretendas entender todo desde el comienzo.
Sé paciente, espera y luego entenderás.
El proceso de canalización o comunicación con almas que no se encuentran en este plano llega a mi vida de manera inesperada, embelleciéndola profundamente.
Esas almas elevadas me transmiten aprendizajes de vital importancia para nuestro planeta, con el fin de ayudarnos a realizar un profundo cambio de consciencia.
Los seres humanos nos enfrentamos a una lucha constante entre el bien y el mal, observamos la realidad condicionados por nuestro ego y por procesos mentales de identificaciones y rechazos. Es en este contexto que los seres de luz, mediante la comunicación de sus misiones de amor, nos ayudan a ampliar nuestro enfoque sobre la realidad total, aportando conocimiento a lo que desconocemos y sucede fuera de la dimensión física.
Estas almas nos asisten incansablemente en el proceso de elevar la vibración energética y de ampliar nuestras consciencias, que es lo que el planeta en el que vivimos nos está pidiendo a gritos.
Mi experiencia sobre la canalización o comunicación como médium se concreta por transmisión mental telepática; a través de ella percibo las diferentes voces de almas o espíritus que desean comunicarse conmigo. Estos seres elevados consideran que la transmisión de sus sabidurías favorece a un cambio de consciencia. Mi función como médium es recibir esos mensajes y saberes y transmitirlos, para lo cual llevo a cabo las siguientes acciones:
• Transmitir sus mensajes a través de libros cada vez que me lo soliciten.
• Sanar mi ser y el de otras personas mediante terapia energética y las canalizaciones de sus mensajes.
• Ayudar en el proceso de elevación de almas que ya han abandonado el plano físico (muerte terrenal) y no pueden elevarse espontáneamente.
• Transmitir mensajes provenientes de almas que se encuentran en otros planos a personas que están aquí, en nuestro mundo físico.
Me considero un ser inquieto, activo socialmente, de gustos e intereses diversos. Disfruto de hacer muchas actividades y de emprender nuevos desafíos, tanto los relacionados con mi profesión como los de otro tipo. Si bien hace varios años que trabajo sobre mi consciencia y la integración de mi ser, en este último tiempo he profundizado esta labor. Lo cierto es que dedico cada vez más tiempo a la conexión constante conmigo misma y con el Universo entero.
Actualmente trabajo como profesional de la salud en el área de neurorrehabilitación infantil. También doy clases de yoga, soy comerciante y llevo a cabo distintos emprendimientos. En paralelo a estas actividades, canalizo y trabajo constantemente conmigo misma y con las personas a quienes brindo terapia de sanación. Además, hoy estoy escribiendo mis experiencias para transmitir toda la información que mis guías espirituales me piden que comparta y dé a conocer. Es una labor que disfruto mucho y hago con todo amor. Se fueron dando diferentes situaciones que acompañaron este proceso. Por un lado, la disminución progresiva de mi trabajo profesional y, por otro, la mejora en la calidad de mi estilo de vida, necesaria, ya que preciso estar en armonía energética para canalizar y realizar todas las actividades que deseo y siento que debo hacer.
A partir de esta ardua y bella misión, en especial con las canalizaciones experimentadas constantemente, pude modificar el enfoque sobre mi realidad, las personas, el mundo y el Universo entero. Además de aportar mayor consciencia a mi vida, esta labor hizo que empezara a disfrutarla como nunca antes. Es como si se hubiesen corrido los velos que tenía ante mis ojos, la visión se hubiese profundizado. Ahora siento mayor bienestar conmigo misma y con los demás.
Me parece importante aclarar que tengo escasos conocimientos religiosos; tampoco practico ninguna religión ni soy idónea en temas de física, astrología u otros que se mencionan en este libro. Solo me dedico a transmitir los mensajes que me han sido revelados y, en lo posible, trato de no emitir opiniones.
Supongo que las primeras manifestaciones de intuición o percepción ampliada que experimenté son bastante frecuentes o usuales en todos nosotros. Considero que todos los seres humanos podemos sentir este tipo de sensaciones a las que llamamos presentimientos o pálpitos, solo que no les prestamos la atención que requieren, y es ahí, en ese momento de atención presente, cuando podemos ser conscientes de estas revelaciones.
En mi experiencia personal, en un primer momento consistieron en visiones aisladas, percepciones de sombras y luces que pasaron fugazmente ante mis ojos, de energía agradable y desagradable o densa en presencia de distintos ambientes o personas. Percibí con frecuencia la conexión con personas o situaciones que rápidamente se manifestaban y concretaban en la realidad, como así también sueños muy lúcidos, vívidos y reales. Estas percepciones generales fueron ampliándose progresivamente.
Los tipos de sueños a los que hago referencia son en realidad experiencias de estados de consciencia en otros planos dimensionales, que fácilmente se distinguen de los que expresan restos o memorias de nuestra vida cotidiana y sus conexiones con lo inconsciente, o sueños que manifiestan nuestro aspecto psicológico personal inconsciente. Estas experiencias que vivencio en otros planos —al dormirme o en el momento en que estoy despertando— provienen de los guías que me transmiten información muy específica y detallada de los más diversos temas; suceden en este u otros tiempos, y utilizan simbología, técnicas y hasta diferentes idiomas.
Siempre he tenido además sueños frecuentes sobre exorcizaciones y minuciosos detalles de las técnicas que se deben llevar a cabo en cada caso. Muchas veces, durante estas experiencias, diferentes maestros me instruyen en esta y otras temáticas. Con frecuencia, y con posterioridad a estos sueños, continuaba percibiendo despierta estas presencias, lo que me provocaba miedo; para aplacarlo rezaba (lo hacía por intuición, sin saber por qué, ya que no practico ninguna religión y no sé las oraciones). Hoy comprendo que siempre canalicé en el estado de sueño o no vigilia y, hasta hace algunos años, experimenté esto con miedo.
En mi juventud temprana tuve un corto periodo de canalización consciente que decidí inhibir y bloquear. Se refería a temas relacionados con Dios y nuestra existencia, los diferentes planos y el Universo. No entendía el motivo por el cual me llegaba esa información. En ese momento me consideraba atea y, por lo tanto, no me interesaban esos temas y simplemente decidí bloquearlo.
Hace algunos años comencé a interesarme sobre mi autoconocimiento y desarrollo personal. Por primera vez, de manera consciente, decidí ir hacia adentro, empezar a reconocerme de a poco, indagar sobre mis aspectos más internos. Fue entonces que comenzaron a manifestarse percepciones cada vez más amplias, las que fueron en progresión hasta llegar a las canalizaciones que actualmente tengo de manera directa y clara. Para describir manifestaciones puntuales me referiré a las vivenciadas en los últimos tres años.
Comencé a visualizar en el aire diferentes formas de energía. Unas pequeñas, otras grandes; algunas se mantienen de forma permanente flotando en el aire, otras son muy fugaces. Suelen ser de luz blanca; otras, de algún color predominante; a veces oscuras, grises. De repente empecé a canalizar con frecuencia cuando me despertaba, entonces decidí registrar de manera escrita toda esa información. No entendía mucho, pero intuía que pronto se iba a aclarar la cuestión. Acepté lo que me sucedía y me dispuse a estar abierta a ello.
En un viaje a India, mientras meditaba en un templo budista, recibí una clara canalización. Me sentí emocionada y lloré mucho sin saber bien por qué. En otra ocasión canalicé a orillas del río Ganges. Cuando recibo una canalización siento que lo que percibo es la verdad misma, la certeza total de lo que escucho; estas experiencias me producen una gran sensación de amor.
Al poco tiempo de regresar del viaje a India tuve sensaciones en mi cuerpo que me resultaron muy extrañas: mi antebrazo y mano izquierda vibraban constantemente, y percibía pequeñas descargas eléctricas y latidos en esa mano. Estas sensaciones continuaron aproximadamente por quince días sin poder descifrar la causa; me sentí molesta porque estos estremecimientos también aparecían cuando me acostaba para ir a dormir. Intuía que se trataba de una fuerte energía que llegaba a mí, y que tenía un propósito que no tardaría mucho en descubrir. Como soy reikista y realizo los símbolos con la mano izquierda, relacioné estas experiencias con la energía del reiki.
Una mañana, mientras me preparaba para ir al trabajo, llegó a mí de manera repentina un pensamiento claro que fue a la vez una especie de mandato: Tienes que escribir. La sensación que percibes es en tu mano izquierda, eres zurda, se quieren comunicar contigo por medio de la escritura. Ese pensamiento certero fue una verdad revelada.
Con una fuerte convicción me senté, tomé la agenda, la lapicera y me dije: veamos qué sucede. Cerré los ojos y me vinieron a la mente frases sumamente extrañas que en ese momento no comprendí cabalmente, y por ello decidí no confiar. Mi temor era que al recibir la información mental o telepáticamente se confundiera o mezclara con mis contenidos mentales y no fuera realmente auténtica o veraz.
Hoy, con un mayor entrenamiento en las formas de canalizar, con el hábito ya adquirido y otro nivel de consciencia, encuentro mucho sentido a esa primera y corta canalización: anunciaba mi misión actual a través de información compleja para la cual aún no estaba preparada.
Aunque mi mente no pudo comprender ni confiar en tales palabras, algo dentro de mí me impulsaba a seguir; entonces decidí probar con la escritura automática. Con los ojos cerrados, apoyé la lapicera suavemente en la hoja y esperé a que la energía —la que fuera—, la deslizara o escribiera lo que quisiera, sin tener que comprometer mi mente en eso. Cuando esto sucedió y sentí cómo la lapicera corría sola, sin mi movimiento, casi muero de miedo y de impresión. No se parecía en nada a mi letra, el grafismo era confuso y entendí pocas palabras, pero la sensación fue impactante. Me fui al trabajo muy exaltada, pensando en continuar con la tarea a mi regreso y con la seguridad de que existía una clara y directa comunicación. Había encontrado el método.
A mi regreso prendí una vela y pedí protección al Universo. Declaré que solo aceptaría una comunicación que viniera de la luz, y me dispuse a escribir. La lapicera corrió rápido y las primeras palabras fueron: Natalia, siempre te cuido. Confundida dije en voz alta: Sí, soy Natalia, ¿quién eres?, ¿qué me está sucediendo? Apoyé la lapicera y, si bien tenía los ojos cerrados, pude comprender rápidamente que la segunda palabra que se estaba escribiendo era mi apellido. Entonces abrí los ojos y leí: Atilio Isuardi. Era el nombre de mi abuelo, quien falleció cuando yo tenía un año y medio. Casi muero del susto, porque pensé que me iba a comunicar con un ángel, un extraterrestre, un maestro ascendido, pero nunca imaginé que lo haría con una persona desencarnada o muerta, conocida, y menos aún, que se trataría de mi abuelo.
Luego de un momento de conmoción física y emocional continué con esa comunicación, aunque con desconfianza e incredulidad; pobre abuelo...
Comencé a hacerle preguntas relacionadas a su vida terrenal con el fin de corroborar su identidad, incluso cuando desconocía las respuestas debido a que yo era muy chica cuando él falleció. Pensé que luego podría confirmar las respuestas con mi familia, en especial con mi abuela. Yo preguntaba en voz alta, luego apoyaba la lapicera y él escribía. Lo hice por un tiempo breve, porque estaba insegura, muy exaltada y aturdida.
Cuando él escribió que Liliana, mi tía y madrina fallecida, quería hablar conmigo, fue una situación demasiado abrumadora para mí, porque a ella sí la conocí muy bien y compartimos muchas vivencias antes de que se fuera de este mundo. En ese momento le dije que me sentía agradecida y emocionada y que, aunque no comprendía bien lo que estaba sucediendo, iba a continuar en otro momento porque ya no podía seguir. Intenté dormir, aunque no lo conseguí; continuaba exaltada y también sentía miedo.
Al otro día me dispuse a retomar la comunicación con este método que había utilizado y enseguida se presentó mi madrina fallecida. Me emocionó mucho esa comunicación, no sentí miedo y ella pudo explicarme algunas cosas, aunque no se explayó demasiado; sentí como si tuviera un tiempo determinado para comunicarse. Me dijo que necesitaba presentarme a unos seres especiales que serían mis guías y que ellos me explicarían todo lo que tenía que saber. De inmediato se cortó la comunicación y cuando pregunté si había alguien que quisiera comunicarse conmigo, se presentaron estos seres: los seres de Marte. Ellos fueron quienes me guiaron en mis comunicaciones durante el primer tiempo y me explicaron muchas cosas acerca de este proceso. Despejaron mis dudas —que eran miles al comienzo—, me acompañaron e instruyeron en cuestiones básicas para mi bienestar y protección durante las canalizaciones, y me concedieron las primeras respuestas acerca de los planos existentes y el proceso de evolución de las almas.
A partir de entonces comencé a confiar progresivamente en este proceso, a entregarme y a atesorar todo lo que recibía. Nunca más sentí miedo y permanecí custodiada por la amorosa compañía de mis guías en todo momento.
La escritura se tornó cada vez más fácil, fluida y rápida, y al poco tiempo comencé a oír las voces de los espíritus de manera directa y a escribir lo que escuchaba, dejando atrás la escritura automática. La información es cada vez más amplia y compleja, entonces me resulta práctico grabarme cuando canalizo; luego escucho la grabación y bajo la información por escrito.
Además de la canalización directa de las voces de las diferentes almas que se me presentan, me suceden experiencias que aún no termino de comprender pero que avanzan progresivamente.
También recibo información en sueños o en estados de no vigilia —que son otros planos por los que transita nuestra consciencia— y tengo sueños compartidos con otras personas. Por ejemplo, sueño con alguien que necesita ayuda o que no se encuentra bien, llevo a cabo determinadas acciones específicas en tales sueños, o simplemente observo la situación que se presenta y entiendo perfectamente que estoy teniendo una conexión en otro plano dimensional. Al otro día, cuando me despierto, generalmente recibo una llamada o mensaje de esa persona con la que soñé y si no es así, le escribo o hablo, y me responde que también soñó conmigo, o me relata el mismo sueño que yo experimenté, o me dice: “¡Qué casualidad que me escribas! Necesitaba hablarte, soñé contigo, no me siento bien, necesito tu ayuda”.
También en los sueños mis guías suelen anunciarme cosas que me ocurrirán o que ciertas personas necesitarán de mi ayuda, y finalmente eso sucede. Además, estando despierta experimento visiones anticipadas de situaciones que luego acontecen. Esto me pasa de manera cada vez más frecuente e intensa.