Memoria de apariencias - Pedro Calderón de la Barca - E-Book

Memoria de apariencias E-Book

Pedro Calderón de la Barca

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Beschreibung

Memoria de apariencias es una antología de los comentarios de Calderón de la Barca a las escenografías y los artilugios técnicos utilizados en las puestas en escena de sus Autos sacramentales. Aquí se describen las maquinarias, los colores y los diseños y hasta el modo en que los actores deben comportarse en escena. Se trata de una apología del barroco a través de la técnica y de la minuciosidad.

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Seitenzahl: 51

Veröffentlichungsjahr: 2010

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Pedro Calderón de la Barca

Memoria de apariencias

Barcelona 2024

Linkgua-ediciones.com

Créditos

Título original: Memoria de apariencias.

© 2024, Red ediciones S.L.

e-mail: [email protected]

Diseño de cubierta: Michel Mallard.

ISBN rústica: 978-84-96290-30-3.

ISBN ebook: 978-84-9953-416-9.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar, escanear o hacer copias digitales de algún fragmento de esta obra.

Sumario

Créditos 4

Brevísima presentación 7

La vida 7

Puestas en escena 7

Memoria de apariencias 9

Memoria de apariencias del auto El primer refugio del hombre (1661) 9

Memoria de apariencias del auto El primer blasón de España (1661) 11

Memoria de apariencias del auto Las pruebas del segundo Adán. Las Órdenes Militares, 1662 13

Memoria de apariencias del auto Los espejos de Ruth (1663) 15

Memoria de apariencias del auto El divino Orfeo (1663) 16

Memoria de apariencias del auto A María el corazón (1664) 18

Memoria de apariencias del auto La inmunidad del sagrado (1664) 20

Memoria de apariencias del auto El viático cordero (1665) 21

Memoria de apariencias del auto Psiquis y Cupido (1665) 23

Memoria de apariencias del auto Sueños hay que verdad son (1670) 24

Memoria de apariencias del auto El verdadero Dios Pan (1670) 25

Memoria de apariencias del auto El santo rey don Fernando (1671) 26

Auto segundo intitulado El santo rey don Fernando. Segunda parte 27

Memoria de apariencias del auto No hay instante sin milagro (1672) 28

Memoria de apariencias del auto El arca de Dios, cautiva (1673) 30

Memoria de apariencias del auto El nuevo hospicio de pobres (1675) 32

Memoria de apariencias del auto El jardín de Falerina (1675) 33

Memoria de apariencias del auto Los alimentos del hombre (1676) 34

Memoria de apariencias del auto El tesoro escondido (1679) 35

Memoria de apariencias del auto El segundo blasón de Austria (1679) 36

Memoria de apariencias del auto El cordero de Isaías (1681) 37

Carta de don Pedro Calderón (30-IV-1635) sobre representaciones en la fiesta de Don Juan del Buen Retiro 39

Libros a la carta 41

Brevísima presentación

La vida

Pedro Calderón de la Barca (Madrid, 1600-Madrid, 1681). España.

Su padre era noble y escribano en el consejo de hacienda del rey. Se educó en el colegio imperial de los jesuitas y más tarde entró en las universidades de Alcalá y Salamanca, aunque no se sabe si llegó a graduarse.

Tuvo una juventud turbulenta. Incluso se le acusa de la muerte de algunos de sus enemigos. En 1621 se negó a ser sacerdote, y poco después, en 1623, empezó a escribir y estrenar obras de teatro. Escribió más de ciento veinte, otra docena larga en colaboración y alrededor de setenta autos sacramentales. Sus primeros estrenos fueron en corrales.

Lope de Vega elogió sus obras, pero en 1629 dejaron de ser amigos tras un extraño incidente: un hermano de Calderón fue agredido y, éste al perseguir al atacante, entró en un convento donde vivía como monja la hija de Lope. Nadie sabe qué pasó.

Entre 1635 y 1637, Calderón de la Barca fue nombrado caballero de la Orden de Santiago. Por entonces publicó veinticuatro comedias en dos volúmenes y La vida es sueño (1636), su obra más célebre.

En la década siguiente vivió en Cataluña y, entre 1640 y 1642, combatió con las tropas castellanas. Sin embargo, su salud se quebrantó y abandonó la vida militar. Entre 1647 y 1649 la muerte de la reina y después la del príncipe heredero provocaron el cierre de los teatros, por lo que Calderón tuvo que limitarse a escribir autos sacramentales.

Calderón murió mientras trabajaba en una comedia dedicada a la reina María Luisa, mujer de Carlos II el Hechizado. Su hermanó José, hombre pendenciero, fue uno de sus editores más fieles.

Puestas en escena

Memoria de apariencias es una antología de los comentarios de Calderón de la Barca a las escenografías y los artilugios técnicos utilizados en las puestas en escena de sus Autos sacramentales.

Aquí se describen las maquinarias, los colores y los diseños y hasta el modo en que los actores deben comportarse en escena. Se trata de una apología al barroco a través de la técnica y de la minuciosidad.

El texto ha sido compilado por el célebre bibliófilo Cristóbal Pérez Pastor.

Otra fuente relevante que cabe citar a propósito de este libro es Gómez de Mora, maestro de obras de la villa de Madrid en el siglo XVII, quien diseñó artilugios para la representación de los autos y realizó los dibujos del archivo de Villa, para los carros de los autos y las tarascas.

Memoria de apariencias

Memoria de las apariencias que se han de hacer en los carros para la representación de los autos en las fiestas del Santísimo Sacramento este año de 1661

Memoria de apariencias del auto El primer refugio del hombre (1661)

Ha de ser el primer carro una montaña hermosamente pintada de plantas y flores con una quiebra en el segundo cuerpo, por donde saliendo una persona tenga espacio para representar en lo alto y bajada después para el tablado. Esta montaña a su tiempo se ha de abrir en dos mitades y verse dentro de ella una fuente cuyo remate ha de ser una cruz en que ha de estar un niño, de cuyo costado, pies y manos han de salir siete listones encarnados que den en la taza de la fuente que será a manera de cáliz lo más imitada que se pueda. La cruz y el niño han de subir por elevación, desplegándose siempre los listones, y cerrarse a su tiempo.