Mi hijo prematuro - Ivonne D'Apremont - E-Book

Mi hijo prematuro E-Book

Ivonne D'Apremont

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Beschreibung

El nacimiento de un hijo antes de tiempo suele ser un acontecimiento inesperado y la mayoría de las madres y padres no conoce sobre la prematuras y sus implicancias hasta verse enfrentados a ella. Por eso esta guía interdisciplinaria —escrita por profesionales de diversas áreas como medicina, psicología, kinesiología, terapia ocupacional, fonoaudiología, educación diferencial, entre otras— reúne la información central que orientará a las familias en las distintas etapas de la hospitalización neonatal y el seguimiento posterior del niño y la niña durante la primera infancia. Además, entrega consejos y herramientas emocionales para la familia y valiosos testimonios de quienes han vivido la experiencia. Dirigida a un público general, escrita en un lenguaje cercano y con didácticas ilustraciones a color, esta publicación permitirá a madres y padres ganar competencias y realizar este viaje con amor y aceptación.

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EDICIONES UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE

Vicerrectoría de Comunicaciones y Extensión Cultural

Av. Libertador Bernardo O’Higgins 390, Santiago, Chile

[email protected]

www.ediciones.uc.cl

Mi hijo prematuro. Nacer y crecer

Ivonne D’Apremont, Francisca Wormald, José Luis Tapia

© Inscripción Nº 2022-A-5438

Derechos reservados

Agosto 2022

ISBN Nº 978-956-14-2990-1

ISBN digital Nº 978-956-14-2991-8

Diseño: Francisca Galilea R.

Ilustraciones: Bárbara Guerrero

CIP-Pontificia Universidad Católica de Chile

D’Apremont, Ivonne, autor.

Mi hijo prematuro: nacer y crecer/ Ivonne D’Apremont, Francisca Wormald, José Luis Tapia.

Incluye bibliografía.

1. Prematuro.

2. Cuidado Intensivo neonatal.

3. Tít.

I. Wormald, Francisca, autor.

II. Tapia, José Luis, autor.

2022 618.92011+DDC23 RDA

Diagramación digital: ebooks [email protected]

ÍNDICE

Prólogo

Autores

PRIMERA PARTE. NUESTROS DÍAS EN EL HOSPITAL

1 Preparándose para un parto prematuroClaudio Vera, José Luis Tapia, Francisca Wormald

2 El ingreso a la unidad de neonatología José Luis Tapia, Francisca Wormald

3 Bienvenidos a la unidad de neonatología Miriam Faunes, Paula Soto, Daniela Masoli

4 Cada prematuro tiene una edad, cada edad tiene sus características Daniela Masoli, José Luis Tapia

5 Problemas de salud habituales en los niños prematuros: ¿qué son y qué podemos hacer como padres? Matías Luco, Claudia Toro

6 Enfermedades de mi hijo prematuro José Luis Tapia, Daniela Valenzuela

7 Lactancia materna y alimentación del recién nacido prematuro Patricia Mena, María José Escalante

8 Ser y convertirse en madre y padre de un hijo prematuro Bernardita Reyes, Francisca Wormald

9 Los hermanos y la familia María Aurelia González, Francisca Wormald

10 Cómo favorecer el apego con mi hijo prematuro Ángela Miranda, Bernardita Reyes

11Contacto piel a piel con tu hijo prematuro Francisca Wormald, Elizabeth Urrutia

12 Neurodesarrollo en neonatología: ¿cómo estimulo a mi hijo? Marcela Miranda, Bernardita Severín, Luis Salinas

13 ¿Cómo ayudar a la regulación de mi hijo? Bernardita Río

14 Cuando son más: gemelares y mellizos José Luis Tapia, Francisca Wormald, Ivonne D’Apremont

15 Antes de partir a casa Marcela Díaz

16 La pérdida de un hijo prematuro y duelo perinatal Soledad Ramírez, Francisca Wormald

Glosario Parte 1

Mi mural neonetal

SEGUNDA PARTE. SEGUIMOS CRECIENDO EN EL HOGAR

17 Ya estamos en casa y ahora ¿cómo seguimos? Paula Soto, Ivonne D’Apremont

18 Nutrición y crecimiento del prematuro en el seguimiento. Alimentación complementaria Patricia Mena, Debora Sabatelli

19 Desarrollo motor normal del prematuro Ivonne D’Apremont, Rosario Moore

20 Cómo y cuándo estimular, rol de los padres Marcela Miranda

21 Trastornos del desarrollo motor y neurosensorial asociados a la prematurez Rosario Moore, Thais Agut, Alfredo García-Halix, Mónica Morgues, Enrica Pittaluga

22 Enfoque terapéutico multidisciplinario del desarrollo Macarena Socías, Claudia Sepúlveda

23 Integración Sensorial en niños prematuros Pamela Parra

24 Trastorno generalizado del desarrollo relacional: trastorno del espectro autista Manuel Arriaza

25 Prematuros con necesidades especiales María Eugenia Ávalos

26 Vacunas Ivonne D’Apremont

27 Riesgo de nuevas hospitalizaciones Ivonne D’Apremont, Enrica Pittaluga

28 Trastornos endocrinológicos, metabólicos y cardiovasculares asociados a la prematurez Francisca Grob, Alejandro Martínez

29 Retomando la vida y mi rol parental Soledad Ramírez

30 Dinámicas familiares en niños prematuros y dificultades de conducta Alejandra Guerrero, María José Ramos

31 Del hospital a la familia: una transición de cuidado Viviana Salinas, Guillermo Wormald

32 El primer gran paso fuera de casa: La educación Mitzy Herrera

Mi mural infantil

Testimonios

AGRADECIMIENTOS

A todos los profesionales que han colaborado en la producción de este libro. A Barbara Guerrero por sus lindas e inspiradoras ilustraciones. A la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile por su apoyo a la publicación de este libro.

DEDICATORIA

A los prematuros, cuya fuerza nos inspira.

A las familias de nuestros prematuros, que nos han enseñado que es posible amar aún en la adversidad y creer en la vida.

A todos los profesionales que día a día, en todos los rincones del mundo, trabajan sosteniendo la vida y la esperanza de estos pequeños luchadores.

A nuestras familias que nos han alentado y acompañado incansablemente en nuestro caminar.

PRÓLOGO

a las madres y padres de prematuros

Durante muchos años hemos atendido y sido testigos del nacimiento y crecimiento de numerosos recién nacidos prematuros, y hemos conocido muy de cerca a sus familias. Quisimos plasmar en un solo texto la vivencia del niño y su familia durante la hospitalización, así como también luego del alta. Aquí se reúnen muchas de las inquietudes, interrogantes y experiencias que hemos visto en ustedes, los padres y personas significativas de estos pequeños. Son numerosas las preguntas en torno a cada niño, cada cual es un ser humano único que contará su propia historia.

El nacimiento prematuro, antes de tiempo, suele ser un acontecimiento inesperado. Gran parte de las madres y padres no han tenido tiempo de prepararse ni de informarse acerca de lo que es la prematurez ni de lo que ocurre al interior de una Unidad de Neonatología. La mayoría de los prematuros, en especial los más cercanos a nacer de término, tendrán una evolución favorable y solo una pequeña proporción necesita hospitalizarse. Sin embargo, aquellos nacidos muy inmaduros pueden presentar complicaciones complejas y necesitarán hospitalizarse, habitualmente por un período de varias semanas. Afortunadamente, la mayoría de las veces estos pequeños pero luchadores niños podrán irse de alta junto a su familia, un hito muy importante.

Este libro busca hacer llegar de manera cercana y comprensible los aspectos centrales de la prematurez y lo que ocurre durante la internación neonatal tanto en su hijo/a como en ustedes mismos. Queremos ayudarlos a entender, de la forma más didáctica posible, toda una terminología, tecnología, procedimientos y terapias que pueden tener lugar en las llamadas Unidades de Cuidado Intensivo Neonatal. Asimismo, explicarles las variadas complicaciones que pueden presentar sus hijos, a veces leves y otras muy complejas.

Existe cada vez más evidencia acerca de lo importante que es para el recién nacido prematuro recibir el cariño y establecer un contacto lo más precoz posible con sus padres. Durante la hospitalización, el equipo de salud cumplirá un importante rol en el cuidado de su hijo, y ustedes irán progresivamente empoderándose en su rol parental. Luego del alta, ustedes, sus padres, serán su principal cuidador y sostén afectivo.

Por este motivo, quisimos también entregarles una completa información de lo que sigue con su hijo una vez que están en casa, y la importancia del cuidado y seguimiento especializado de los prematuros luego del alta hospitalaria. En esta etapa, describimos de la manera más cercana posible lo relativo a su cuidado general y los hitos de su desarrollo en variadas áreas. Además, incorporamos el rol de algunos especialistas que no son de común conocimiento.

La gran mayoría de los niños prematuros tendrán un desarrollo normal si cuidamos de ellos. Sin embargo, los más inmaduros tienen riesgo de presentar secuelas crónicas que requerirán de una atención especializada generalmente por un equipo multidisciplinario. Algunas de estas secuelas están muy bien definidas como los cuadros respiratorios crónicos o las afecciones neurológicas más severas. Sin embargo, en las últimas décadas se ha puesto mucha atención en las alteraciones conductuales y otras que pueden ser más difíciles de advertir, como alteraciones endocrinológicas o cardiovasculares.

Los padres no están exentos de desafíos personales y familiares, por lo que hemos dedicado capítulos que les orienten a retomar su vida y reordenar su rol parental.

Este es un libro de consulta y probablemente algunos capítulos les resultarán más necesarios que otros. Los invitamos a leer este libro acorde a las necesidades que vayan teniendo ustedes como padres en relación a la evolución de su propio hijo.

Confiamos en que este libro les ayude en este gran desafío de convertirse en madres y padres de un niño prematuro, desde su nacimiento hasta su niñez.

NOTA EDITORIAL

A lo largo de este libro, se indicará niño o hijo, de modo de agilizar la lectura, aclarando que la expresión tiende a nombrar niña o niño, hija o hijo sin distinción de género.

A su vez, al hacer mención a padre, madre, abuelos, tíos, rescatamos la “función” que cada integrante cumple, independientemente de su condición de progenitor o consanguinidad. Las familias en la actualidad suman modelos más amplios, que integran miembros y roles, más allá de los lazos de sangre.

AUTORES

Dra. Thais Agut

Médico, neonatólogo.

Servicio de Neonatología Institut de Recerca Sant Joan de Déu, Barcelona, España.

Fundación NeNe.

Dr. Manuel Arriaza

Médico, neonatólogo, neurólogo.

Servicio de Neonatología, Hospital Dr. Sótero del Río.

Unidad de Neurología, División de Pediatría, Escuela de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile.

Dra. María Eugenia Ávalos Médico pediatra.

Especialista en NANEAS.

Dra. Ivonne D’Apremont

Médico, neonatólogo.

Red Salud UC-CHRISTUS.

Departamento de Neonatología, Escuela de Medicina, División de Pediatría, Pontificia Universidad Católica de Chile.

Dra. Marcela Diaz

Médico, neonatólogo.

Servicio de Neonatología, Hospital Dr. Sótero del Río.

Dra. María José Escalante

Médico, neonatólogo.

Servicio de Neonatología, Hospital Dr. Sótero del Río.

Departamento de Neonatología, Escuela de Medicina, División de Pediatría, Pontificia Universidad Católica de Chile.

E.M. Miriam Faunes

Enfermera matrona.

Departamento de Neonatología, Escuela de Medicina y Enfermería, Pontificia Universidad Católica de Chile.

Dr. Alfredo García-Halix

Médico, neonatólogo, neurólogo.

Servicio de Neonatología Institut de Recerca Sant Joan de Déu, Barcelona, España.

Fundación NeNe.

Ps. María Aurelia Gonzalez

Psicóloga clínica y perinatal.

Unidad de Neonatología,

Hospital Materno Infantil Ramón Sardá, Argentina.

Dra. Francisca Grob

Médico, endocrinólogo infantil.

Departamento de Endocrinología, Escuela de Medicina, División de Pediatría, Pontificia Universidad Católica de Chile.

Ps. Alejandra Guerrero

Psicóloga clínica y perinatal.

Complejo asistencial Hospital Dr. Sótero del Río.

Ed. Diferencial Mitzy Herrera Educadora diferencial.

Centro de Rehabilitación Auditiva Infantil.

Complejo asistencial Hospital Dr. Sótero del Río.

Dr. Matías Luco

Médico, neonatólogo.

Unidad de Neonatología, Hospital Clínico Red Salud UC-CHRISTUS.

Departamento de Neonatología, Escuela de Medicina, División de Pediatría, Pontificia Universidad Católica de Chile.

Dr. Alejandro Martínez

Médico, endocrinólogo infantil.

Red Salud UC-CHRISTUS.

Departamento de Endocrinología, Escuela de Medicina, División de Pediatría, Pontificia Universidad Católica de Chile.

Dra. Daniela Masoli

Médico, neonatólogo.

Unidad de Neonatología, Hospital Clínico Red UC-CHRISTUS.

Departamento de Neonatología, Escuela de Medicina, División de Pediatría, Pontificia Universidad Católica de Chile.

Dra. Patricia Mena

Médico, neonatólogo.

Unidad de Neonatología, Hospital Dr. Sótero del Río.

Departamento de Neonatología, Escuela de Medicina, División de Pediatría, Pontificia Universidad Católica de Chile.

Ps. Angela Miranda

Psicóloga clínica y perinatal.

Red Salud UC-CHRISTUS.

Kg. Marcela Miranda

Kinesióloga.

Hospital Clínico Red Salud UC-CHRISTUS, División de Pediatría.

Dra. Rosario Moore

Médico pediatra.

Red Salud UC-CHRISTUS.

División de Pediatría, Escuela de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile.

Dra. Mónica Morgues

Médico, neonatólogo.

Departamento de Pediatría y Cirugía Infantil Norte Facultad de Medicina Universidad de Chile.

T.O. Pamela Parra

Terapeuta ocupacional.

Centro de Rehabilitación Auditiva Infantil.

Complejo asistencial Hospital Dr. Sótero del Río.

Dra. Enrica Pittaluga

Médico, neonatólogo.

Seguimiento del Prematuro y Centro de Rehabilitación Auditiva Infantil, Complejo asistencial Hospital Dr. Sótero del Río.

Dra. Soledad Ramirez

Médico psiquiatra.

Centro Ser Mujer, Chile.

Ps. María José Ramos

Psicóloga clínica y perinatal.

Complejo asistencial Hospital Dr. Sótero del Río.

Ps. Bernardita Reyes

Psicóloga clínica y perinatal.

Unidad de Neonatología, Hospital Clínico Red Salud UC-CHRISTUS.

Kg. Bernardita Rio

Kinesióloga.

Centro PSICOMOT, Chile.

Dra. Debora Sabatelli

Médico, neonatólogo.

Hospital Juan Fernandez, Buenos Aires, Argentina.

Fo. Luis Salinas

Fonoaudiólogo.

Hospital Clínico Red Salud UC-CHRISTUS, División de Pediatría.

Ph. D. Viviana Salinas

Socióloga Ph. D.

Instituto de Sociología

Pontificia Universidad Católica de Chile.

Fo. Claudia Sepúlveda

Fonoaudióloga.

Centro de Rehabilitación Auditiva Infantil, Complejo asistencial Hospital Dr. Sótero del Río.

T.O. Bernardita Severin

Terapeuta ocupacional.

Hospital Clínico Red Salud UC-CHRISTUS, División de Pediatría.

Kg. Macarena Socías

Kinesióloga NANEAS.

Complejo asistencial Hospital Dr. Sótero del Río.

E.M. Paula Soto

Enfermera matrona.

Escuela de Enfermería, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile.

Dr. José Luis Tapia

Médico, neonatólogo.

Departamento de Neonatología, Escuela de Medicina, División de Pediatría, Pontificia Universidad Católica de Chile.

Dra. Claudia Toro

Médico, neonatólogo.

Unidad de Neonatología, Hospital Dr. Sótero del Río.

Departamento de Neonatología, Escuela de Medicina, División de Pediatría, Pontificia Universidad Católica de Chile.

E.M. Elizabeth Urrutia

Enfermera matrona.

Supervisora de la Unidad de Neonatología, Hospital Clínico Red Salud UC-CHRISTUS.

Dra. Daniela Valenzuela

Médico.

Residente de Pediatría, Escuela de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile.

Dr. Claudio Vera

Médico, gineco-obstetra.

Unidad de Obstetricia, Hospital Clínico Red Salud UC-CHRISTUS.

Departamento de Obstetricia y Ginecología, Escuela de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile.

Ps. Francisca Wormald

Psicóloga clínica y perinatal.

Unidad de Neonatología, Hospital Clínico Red Salud UC-CHRISTUS.

Departamento de Neonatología, Escuela de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile.

Ph. D. Guillermo Wormald

Sociólogo Ph. D.

Instituto de Sociología

Pontificia Universidad Católica de Chile.

1

PREPARÁNDOSE PARA UN PARTO PREMATURO

Claudio VeraJosé Luis TapiaFrancisca Wormald

El embarazo es un período importante y de grandes transformaciones. Si estás leyendo este libro, posiblemente es porque estás en condición de riesgo de tener un parto prematuro o ya lo tuviste. Es esperable que sientas temor y tengas muchas dudas. A través de estas páginas queremos informarte como madre y/o padre de los aspectos ginecológicos y obstétricos asociados a la prematurez, las causas de los partos prematuros, los factores que podemos prevenir y los cuidados de la madre en esta importante etapa del desarrollo. Esperamos que sirvan como guía para comprender mejor lo que ocurrió o está ocurriendo en este crucial período de sus vidas.

El embarazo: período de grandes transformaciones en la mujer

No existe un estado de mayor interconexión física y emocional madre-hijo que el embarazo. El embarazo es un período de grandes transformaciones para la mujer. Su cuerpo y toda su fisiología cambia y se adapta para dar paso a una nueva vida. Sus caderas se ensanchan, sus pechos se alistan, su útero crece y un torrente de hormonas y otras células se multiplican. Es de suponer que un cambio corporal tan grande vaya aparejado de una transformación psicológica significativa también. Así como el cuerpo de una madre cambia y se prepara por meses para dejar que su pequeño hijo/a vaya creciendo, así también toda mujer necesita meses para hacerse a la idea de que será madre. Resulta necesario imaginar la nueva vida con el hijo que viene en camino, hacerle un espacio físico y emocional y conectarse paulatinamente con él/ella. Aparece entonces una nueva identidad en la mujer: el ser madre.

El embarazo es un período de alta sensibilidad en la mujer, en ocasiones también de alta vulnerabilidad y suele ser una ocasión en que se revisa la propia historia y la relación con la propia madre y padre. Muchas veces surge la inquietud: ¿qué tipo de madre deseo ser para mi hijo/a?. El mundo emocional de la mujer está convulsionado, lo que crea en muchas ocasiones cierta ambivalencia hacia el embarazo: una mezcla de alegría y esperanza junto con temores y dudas. Si bien para la mayoría de las mujeres conectar con su hijo que está en el vientre les resulta natural, para otras es un proceso difícil y complejo emocionalmente.

Entonces ¿qué ocurre en la madre que tiene un parto prematuro? Cuando un niño/a nace antes de tiempo, existe un proceso psíquico y emocional que también queda interrumpido. Cuando un niño nace antes de tiempo, la mujer siente que le faltó tiempo: para prepararse a la idea, para arreglar las cosas de su guagua, para terminar con su trabajo, entre tantas otras cosas. Esto hace que las emociones propias del proceso de transformación del embarazo se junten a las nuevas emociones del nacimiento prematuro: mucho temor, culpa, dudas y sensación de vulnerabilidad.

Si bien las principales transformaciones ocurren en la mujer, lo cierto es que los hombres también enfrentan un período cargado de emociones. En muchos de ellos surge la necesidad de conectarse desde el embarazo con su hijo (hablándole al vientre, poniendo canciones, sintiendo los movimientos) y van crecientemente imaginando cómo será la vida con un nuevo hijo, cómo serán en su rol de padres. Para otros en cambio, este período es menos sensible y creen/sienten que conectarán con su hijo una vez que ha nacido. Dado que es un período de muchos cambios en la mujer, los hombres deben ir lidiando con estas transformaciones, a veces de manera fácil otras con más dificultad y conflicto. Además, la sociedad y la cultura los lleva a sentir que deben estar firmes y ser buenos proveedores para la familia, lo cual supone una exigencia adicional en este período para ellos. No obstante, el que tanto la madre como el padre imaginen y creen un lazo con el nuevo ser que está creciendo, es una elemento central del período de embarazo.

¿Qué es el parto prematuro?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define parto prematuro como los nacimientos ocurridos antes de las 37 semanas o que tengan una duración menor a 259 días desde la fecha de la última menstruación. En la medida que la edad gestacional se estima con mayor exactitud, se ha podido comprender mejor los riesgos asociados al nacimiento prematuro y sus potenciales causas. Es muy importante el ingreso precoz al control prenatal ya que la mejor estimación de la edad gestacional se consigue con las mediciones por ecografía durante el primer trimestre.

Existen diversas maneras de clasificar los nacimientos prematuros según edad gestacional. Una de estas es:

•prematuros tardíos › 34 a 36+6 semanas/días

•prematuros moderados › 32 a a 33+6 semanas/días

•prematuros extremos › menor de 32 semanas

El parto prematuro es la causa única más importante de morbilidad y mortalidad perinatal, que depende fundamentalmente de la edad gestacional al nacer. La sobrevida de los prematuros aumenta con la edad gestacional alcanzando el 80% de los que nacen de 28 o más semanas de gestación.

Las complicaciones de los nacidos prematuros aumentan mientras menor sea la edad gestacional y peso de nacimiento (para más información revisar capítulos 2, 4, 5 y 6 de este libro).

¿Por qué va en aumento el parto prematuro?

En algunos países, en su mayoría de altos ingresos, la tendencia de partos prematuros parece incrementarse. Los embarazos múltiples, el desplazamiento de la edad materna promedio hacia edades mayores y el uso de técnicas de reproducción asistida (como fertilización in vitro) parecen ser factores incidentes en este aumento.

¿Por qué se produce el parto prematuro espontáneo?

La duración normal de un embarazo depende de diversos factores que permiten un estado de reposo uterino. Esto perdura hasta que el útero pasa a su estado contráctil y se desencadena el trabajo de parto.

Los partos prematuros pueden producirse de manera espontánea (alrededor de un 70% de los nacidos prematuros) o por indicación médica debido a una enfermedad materna o fetal (alrededor de un 30%).

Los mecanismos asociados a un parto prematuro son:

•activación de vías inflamatorias: cuando hay infección o enfermedad materna con inflamación se pueden gatillar los mecanismos del parto.

•disminución del flujo de sangre y oxigenación de la placenta.

•hemorragia o sangrado local.

•rotura prematura de membranas (se denomina comúnmente «romper bolsa de aguas») que a su vez puede favorecer o presentarse en el contexto de una infección e inflamación.

•dificultades en la placentación: desarrollo de preeclampsia y/o restricción de crecimiento fetal.

¿Cuáles son los factores de riesgo de parto prematuro?

•Antecedente de parto prematuro previo.

•Embarazo múltiple.

•Sangrado en segundo trimestre.

•Infecciones perinatales de la madre/feto.

•Malformaciones uterinas o del cuello del útero.

•Cirugías previas sobre el cuello del útero.

•Uso de técnicas de reproducción asistida.

•Ciertas etnias como la afro-americana.

•Consumo de tabaco.

•Edad materna en los extremos (madre adolescente o gestante tardía).

•Extremos de peso materno (Bajo peso materno u obesidad).

•Período corto entre embarazos.

Otros factores asociados incluyen estrés y excesivo trabajo físico materno, consumo de alcohol y drogas, enfermedad periodontal, falta de control prenatal, desventaja socioeconómica, violencia intrafamiliar y contaminación ambiental. Además de los factores mencionados, los factores genéticos podrían explicar cerca de 30 a 40% de la variación en la duración de la gestación.

Es esperable que como padres se pregunten muchas veces “¿por qué pasó esto?”, sin embargo, pese a que el diagnóstico de las causas ha mejorado, aproximadamente la mitad de los partos prematuros espontáneos se presenta sin factores de riesgo o causa identificable.

¿Cuáles son las causas de nacimiento prematuro por indicación médica?

Existen enfermedades maternas y fetales en las cuales la progresión del embarazo puede afectar gravemente tanto la salud materna como perinatal. En ellas los equipos tratantes consideran los riesgos involucrados, la edad gestacional y las intervenciones que disminuyan el impacto neonatal de la prematurez. Los partos prematuros por indicación materna o fetal representan el 30% de los partos prematuros totales.

Entre las enfermedades maternas que se asocian a parto prematuro por indicación médica se encuentran condiciones crónicas preexistentes al embarazo que se descompensan, tales como insuficiencia cardiaca, insuficiencia hepática, cáncer, diabetes, traumatismos severos, etc. Entre las enfermedades propias del embarazo que se asocian a la interrupción prematura se encuentra la preeclampsia, síndrome de Hellp, colestasia intrahepática del embarazo ictérica (ver glosario). Entre las patologías de la placenta, membranas y líquido amniótico se encuentran: placenta previa, placenta acreta, desprendimiento de placenta, polihidramnios. Entre las patologías fetales que se asocian a parto prematuro se encuentran restricción de crecimiento fetal con compromiso placentario progresivo, hidrops fetal, entre otras.

¿Es posible predecir un parto prematuro?

Lo cierto es que no es posible predecir la ocurrencia de un parto prematuro. Las estrategias de detección de factores de riesgo incluidas en el control prenatal ayudan a detectar las embarazadas con factores de riesgo y establecer estrategias de control y cuidado. Posteriormente en la evolución del embarazo pueden presentarse otros factores que aumentan el riesgo de prematurez como sangrado, infecciones genitales o urinarias, malformaciones fetales o líquido amniótico aumentado. Sin embargo, la detección de alguna condición de riesgo solo nos ayuda a detectar cerca del 40% de las embarazadas que tendrá finalmente un nacimiento antes de las 37 semanas. De esto deriva que la mayoría de los partos prematuros ocurre sin la presencia clara de factores de riesgo.

Una medida que se ha establecido para prevenir la ocurrencia de los partos prematuros es la medición de la longitud del cuello del útero durante el segundo trimestre por ultrasonografía.

Síntomas de parto prematuro y su manejo

Es recomendable que toda embarazada y su pareja conozcan los síntomas y signos de parto prematuro, entre los cuales se incluyen los siguientes síntomas potenciales:

•Sensación de presión del abdomen inferior o pelviano.

•Dolor de espalda constante.

•Dolor abdominal recurrente (cólico) cada 5 o 10 minutos persistente más de 1 hora de evolución.

•La presencia de diarrea no descarta la posibilidad de síntomas de parto prematuro.

•Flujo vaginal aumentado, acuoso, mucoso o sanguinolento.

•Contracciones uterinas coordinadas recurrentes, sin que necesariamente exista dolor.

•Rotura prematura de membranas, escurrimiento persistente de líquido acuoso por genitales, incontenible y con olor a cloro.

Frente a la presencia de síntomas o signos de parto prematuro se recomienda consultar para descartar dinámica uterina persistente, modificaciones del cuello uterino, rotura de membranas, infecciones genitourinarias u otras complicaciones.

¿Existen intervenciones para reducir y/o evitar las contracciones uterinas?

Existen medicamentos para disminuir y frenar las contracciones uterinas, estos se llaman tocolíticos. Estos no han demostrado por sí solos mejorar el pronóstico perinatal, pero se consideran útiles para prolongar la gestación el tiempo necesario que permita lograr el mejor efecto de los corticoides antenatales y del sulfato de magnesio.

En general los tocolíticos están recomendados para prolongar el embarazo 48 horas en pacientes con amenaza de parto prematuro o trabajo de parto prematuro, desde las 24 semanas hasta las 34 semanas de gestación. Sin embargo, no se indican en situaciones como: sangrado grave, infección uterina con manifestaciones clínicas, patología materna grave, compromiso del bienestar fetal, trabajo de parto avanzado.

¿Existen intervenciones para reducir las consecuencias de un parto prematuro?

Los corticoides antenatales han sido altamente recomendados cuando el riesgo de parto prematuro es considerado muy importante, especialmente entre las 24 y 34 semanas. El uso de corticoides antenatalesha demostrado disminuir las muertes perinatales en 30%, y varias enfermedades graves de los prematuros como son: el síndrome de distrés respiratorio, la hemorragia intraventricular y la enterocolitis necrotizante (ver capítulos 5 y 6).

Otra intervención recomendada que podría disminuir el riesgo de compromiso neurológico a largo plazo es la administración de sulfato de magnesio durante las 24 horas previas al parto.

¿Qué es la rotura prematura de membranas?

Si las membranas se rompen antes del inicio del trabajo de parto se denominarotura prematura de membranas, si ello ocurre antes de las 37 semanas se denomina rotura prematura de membranas de pretérmino.

Esta situación afecta al 10% de los embarazos de segundo y tercer trimestre. Por otro lado, se asocia a un 25% de los partos prematuros totales. En esta circunstancia existe un mayor riesgo de infección para la madre, feto y recién nacido. El diagnóstico se realiza con la historia clínica y el examen físico y existen otros test diagnósticos que se pueden usar ocasionalmente.

Hospitalización materna por riesgo de parto prematuro

Muchas veces, cuando se ha establecido el riesgo de un parto prematuro, las madres son internadas en la Unidad de Obstetricia para mantenerlas controladas y cuidadas tanto a ellas como a su hijo en el vientre. La experiencia de hospitalización suele ser un período de mucho desgaste emocional. Se mezclan los deseos de cuidar al hijo y evitar el parto, pero esto supone grandes sacrificios: quedarse en el hospital lejos de casa, pasar a depender del cuidado de otros, hacer reposo, interrumpir su trabajo y la vida social y estar lejos de los otros hijos. Para la mayoría de las madres, este es un período de gran demanda psíquica, se sienten responsables de “sostener” a su hijo, de mantenerlo en su vientre y al mismo tiempo saben que no pueden controlar el que su hijo nazca antes. En este período, abunda la incertidumbre y los sentimientos de angustia o soledad que se alternan con la esperanza y entusiasmo de ir ganando un día más de embarazo.

Si eres madre y estás en riesgo de parto prematuro, aquí te dejamos algunos consejos para este tiempo:

1Un día a la vez:cada día que pasa y que tu hijo sigue en tu vientre, es un día ganado. Felicítate por ello cada día.

2Conecta con tu fuerza interior:es normal que a veces te sientas abatida, que te falten fuerzas y ánimo. Sin embargo, encuentra la fuerza que hay en ti, conecta con el amor por tu pequeño y no te dejes abatir: ¡tú puedes!

3Escribe:la quietud física de este tiempo es un buen momento para aprovechar de escribir o hacer un diario de tu embarazo. Es un lindo recurso poder vaciar lo que sientes, piensas, tus esperanzas, tus sueños y tus miedos. Puede ser un regalo para tu hijo o para ti misma. ¡Anímate a encontrar un espacio para ti!

4Vincúlate con tu hijo:el estado de embarazo es de una profunda conexión con tu hijo, aprovecha de hablarle, contarle cómo lo imaginas, cuéntale la historia de la familia que lo recibirá, envíale energía y cuéntale que estás haciendo lo mejor que puedes para cuidarlo.

5Crea un recuerdo de este tiempo para tu hijo:es un privilegiado momento para ser creativa y aprender cosas nuevas. Puedes tejer una manta a tu hijo, hacerle un álbum de fotos, tejer mandalas, bordar, hacer un móvil, etc. Hacer algo de manualidad te ayudará a calmarte, a conectar con tu ser creador y construir un recuerdo para tu hijo.

6Practica técnicas de respiración:existen muchas maneras de relajarse y una de ella es haciendo respiración consciente. Conectar con el aire que entra y sale de tu cuerpo es un recurso maravilloso para calmarse y centrarse internamente.

7Qué madre quieres ser: es un buen momento para preguntarte qué mamá quieres ser para tu hijo. ¿Qué cosas quieres rescatar de la historia con tus propios padres y qué cosas quieres cambiar? Tomar contacto con tu historia, los dolores y las alegrías pueden ser un motor importante para guiarte en el proceso de convertirte en madre.

8Resuelve tus dudas y confía en tu equipo de salud:este período traerá muchas dudas respecto a la prematurez y de lo que le espera a tu hijo. Puedes anotar en un cuaderno tus dudas para que puedas hacérselas a tu equipo tratante. Es muy importante que te dejes apoyar y que confíes en el equipo que te está tratando.

9Nútrete: así como es muy importante la alimentación para tu cuerpo en este tiempo, también es muy importante que nutras tu mente. Lee libros que te ayuden, ve programas que te inspiren y cosas bonitas que te gusten.

10Pide ayuda: es tiempo de pedir ayuda y dejarse ayudar. Encuentra en tus redes quienes puedan apoyarte en lo práctico y en lo emocional. Rodearse de gente que te quiere es muy importante!

¿Es bueno informarse de la prematurez previo al nacimiento de mi hijo?

En muchas circunstancias existirá un período a veces de días (incluso semanas) en el cual los padres saben que probablemente su hijo nacerá prematuramente. En esos casos, pueden solicitar que los visite alguien del equipo de neonatología. Es importante para ustedes consultar todas sus dudas e informarse de aquello que les preocupa. Prioricen hablar con personas del equipo se salud ó leer libros especializados antes que buscar en internet.

Parto prematuro: ¿parto vaginal o cesárea?

En general la vía de parto, vaginal o cesárea, depende de las condiciones obstétricas que son evaluadas por el médico tratante. Los factores que inciden en esta decisión son: la vía de parto de los hijos previos, el número de fetos (único o gemelar) y su posición (cefálica o podálica), la presencia de contraindicaciones para parto vaginal (por ejemplo, si existe un gran retardo del crecimiento intrauterino, en que el trabajo de parto puede empeorar la condición del feto) o presencia de malformaciones.

No existe suficiente evidencia disponible para elegir la vía de parto, aunque la mayoría de ellos ocurre por cesárea. Conversa con tu ginecólogo o matrona para que puedan aclarar tus dudas y en lo posible establecer algunas pautas que respeten tus deseos en el momento del parto.

¿Es posible trasladar a una madre a otro centro asistencial previo al parto?

Hay ocasiones en que el centro de salud en que está la madre no cuenta con disponibilidad de cupos de neonatología o no dispone de los recursos médicos necesarios para manejar el nacimiento del recién nacido prematuro. En ese caso, el médico tratante puede considerar necesario trasladar a la madre a otro centro asistencial antes de que ocurra el parto. Se recomienda el traslado materno solo si ella no se encuentra en trabajo de parto avanzado y la condición fetal o materna no es inestable.

¿Desde cuándo es viable el nacimiento de mi hijo?

Es importante considerar que no se define una sola edad gestacional o un solo punto para determinar la viabilidad. En general, se considera que el feto es viable (es decir, tiene opciones de sobrevivir) entre las 22 a 25 semanas de gestación. Esta es la razón por la que tu médico intentará mantener tu embarazo al menos hasta esta fecha. Posiblemente, junto al equipo que te atiende, irán estableciendo metas de gestación, pues sabemos que entre mayor sea el número de semanas de embarazo, mejor será el pronóstico de vida de tu hijo.

¿Cuál es el pronóstico de los recién nacidos que nacen entre las 22 y 25 semanas?

Es excepcional la sobrevida de los nacimientos que ocurran antes de las 23 semanas, aumentando al 50% a 70% entre las 24 y 25 semanas en algunos países desarrollados, siendo en datos de nuestra región 30% y 50% respectivamente. Por otra parte, el porcentaje de sobrevivientes con secuelas moderadas a severas va disminuyendo a medida que la edad gestacional de nacimiento es mayor (ver capítulo 4).

El manejo de los casos en los cuales se pronostica un parto prematuro en el período periviable (22 a 25 semanas) requiere información personalizada a los padres tanto de las consecuencias a corto como a largo plazo. En esta decisión será muy relevante la exactitud en la edad gestacional y la capacidad de predecir el peso de nacimiento, sin embargo no es posible estimar con certeza la respuesta que tendrá el recién nacido a las maniobras de reanimación neonatal.

Una vez individualizada la información sobre el pronóstico, es importante que el equipo tratante interdisciplinario considere en las decisiones de manejo los valores y preferencias de los padres las cuales son incorporadas durante la evolución del caso.

¿Cuáles son las condiciones para recibir a un recién nacido en período periviable?

Los nacidos en período periviable necesitan para sobrevivir intervenciones inmediatamente luego del nacimiento. Frecuentemente la madre puede tener una enfermedad o complicación que eventualmente también requiere cuidado intensivo como, por ejemplo, preeclampsia severa, infecciones o desprendimiento de placenta. Por lo tanto, el centro donde nazca debe considerar una Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales de 3er nivel y la posibilidad de Unidad de Cuidados Intensivos y banco de sangre para la madre. Si no están dadas estas condiciones debe intentarse el traslado materno antes del nacimiento.

¿Cuál es el pronóstico en nacimientos más allá del período periviable?

Probablemente la mayor inquietud de los padres antes del nacimiento es conocer cuál es el pronóstico de su hijo. Las posibilidades de que un niño prematuro sobreviva están condicionadas principalmente por: la edad gestacional, el peso al nacimiento y la presencia de problemas de salud graves asociados a la inmadurez de sus órganos (respiratorios, cardiacos, neurológicos, infecciosos, etc.). Existen otros factores como la administración de corticoide antenatal, la vitalidad que presente el niño al nacer, así como el sexo (pues las mujeres tienen un mejor pronóstico que los hombres). En el capítulo 4 se detalla el pronóstico de acuerdo con semanas de edad gestacional.

Llegó el momento del parto, ¿qué ocurrirá ahora conmigo y con mi hijo?

El parto es un acontecimiento muy importante e imborrable de la historia de cada mujer, probablemente has pensado en ese momento con una gran mezcla de emociones. La mayoría de las mujeres enfrenta su parto con algo de temor, toda experiencia nueva y que no controlamos nos deja en una posición de mayor vulnerabilidad y expectación. Además, es una experiencia muy íntima con tu propio cuerpo y con la vida de tu hijo. Probablemente también desees que sea un momento lindo, de encuentro y de tranquilidad tanto para ti como mujer, como para tu pareja y para tu hijo/a. Puede que tengas aprehensión de qué pasará con tu hijo una vez que lo reciban los médicos, de cómo responda y de su llegada a Neonatología. En el capítulo 3 explicamos con mayor detalle lo que ocurrirá con tu hijo después de nacer.

Idealmente conversa con tu obstetra o matrona antes del parto para que te explique los procedimientos, puedas expresar lo que deseas y aclares tus dudas. Si bien en el caso de un nacimiento prematuro es normal que sientas mucho miedo, es importante que te dejes acompañar, que confíes en tu equipo de salud y que fluyas con la experiencia lo mejor posible.

Una vez ocurrido el nacimiento, puede que tu hijo se quede un tiempo contigo o que alcances a verlo y besarlo muy brevemente. Esto dependerá de cuán prematuro haya nacido y las condiciones generales de salud. Luego tu obstetra y equipo se quedarán en pabellón (o sala de parto) contigo para terminar de saturar y cuidar que tus signos vitales estén bien mientras tu hijo es llevado a la sala de cuidados inmediatos. Posiblemente tengas una ola de emociones, tengas ganas de llorar o de reír, una mezcla de preocupación por lo que viene y alivio por haber pasado ya la experiencia del parto. Deja fluir tus emociones y acompáñate por quienes te rodean.

Una vez que hayas salido del pabellón, serás trasladada a una sala de recuperación hasta que te encuentres bien. Es esperable que te sientas muy cansada y que extrañes estar con tu hijo… es normal, acabas de vivir una experiencia única e irrepetible de tu vida y ha comenzado una importante etapa.

Los partos prematuros han ido en aumento en los últimos años y se han realizado esfuerzos para evitar que esto ocurra, sin embargo la mayoría de ellos no son predecibles. Los padres suelen no estar preparados para la experiencia de un parto prematuro por lo que tienen muchas dudas y temores. Identificar los factores de riesgo permite aminorar las posibilidades de tener un parto prematuro o alargar la gestación lo más posible. Resulta central cuidar el crecimiento intrauterino del ser en desarrollo, así como a la madre tanto a nivel físico como emocional.

Glosario prenatal

Preeclampsia. Se presenta en alrededor del 5% de los embarazos y es una condición de causa desconocida, que suele comenzar después de las veinte semanas de embarazo. Los principales síntomas son la hipertensión y la presencia de proteínas en la orina. También puede haber hinchazón en las piernas. Puede ocasionar complicaciones serias para la madre y el feto. Desaparece después del parto.

Síndrome de HELLP. Es una complicación del embarazo poco frecuente, pero que pone en riesgo la vida tanto de la madre como del feto. Se produce destrucción de glóbulos rojos, disminución de las plaquetas y problemas hepáticos. Suele estar relacionado con la preeclampsia y desaparece posterior al parto.

Colestasia intrahepática del embarazo ictérica.Se presenta en alrededor 0,1 a 2% de los embarazos, es de causa desconocida y produce prurito (picazón) e ictericia (coloración amarilla). Desaparece posterior al parto y puede afectar negativamente al feto.

Placenta previa. Se produce en 1 de cada doscientos embarazos aproximadamente, y consiste en que la placenta se sitúa cerca o sobre el cuello uterino (cubriendo una parte o toda la abertura del útero).

Placenta acreta.Condición en la cual la placenta se adhiere demasiado a la pared uterina. Es muy poco frecuente y sucede, aproximadamente, en 1 de cada 2.500 embarazos. Puede producir hemorragia masiva y poner en riesgo tanto a la madre como al feto.

Desprendimiento de placenta. Consiste en la separación de la placenta de la pared uterina antes o durante el parto, lo que provoca una hemorragia debido a la rotura de los vasos sanguíneos que unen a la placenta con el útero.

Polihidramnios.Es la acumulación excesiva de líquido amniótico y, dependiendo de su causa y cantidad, puede afectar al feto.

Restricción de crecimiento fetal.El feto no crece de acuerdo a lo esperado. Dependiendo de su causa y cuantía puede afectar la salud fetal.

Hidrops fetal. Es la acumulación anormal de líquido en el feto. Sus causas son múltiples y de acuerdo con el diagnóstico será el tratamiento y pronóstico.

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EL INGRESO A LA UNIDAD DE NEONATOLOGÍA

José Luis TapiaFrancisca Wormald

El nacimiento de un recién nacido prematuro suele ser un acontecimiento inesperado. La mayoría de las madres y padres no han tenido tiempo de prepararse ni de informarse acerca de lo que es la prematurez ni de lo que ocurre al interior de una Unidad de Neonatología. Este capítulo busca ayudarlos como padres a entender los aspectos centrales de la prematurez y lo que ocurre en los primeros días de la internación neonatal tanto en su hijo/a como en ustedes mismos.

¿Qué es un prematuro?

Lo primero que una madre y padre enfrentan cuando su hijo ha nacido antes de tiempo, es la duda acerca de qué es ser prematuro y los riesgos que esto implica. A lo largo de los años hemos aprendido que las principales preocupaciones de los padres en los primeros días son si su hijo será capaz de sobrevivir y qué secuelas podrá tener la prematurez en su vida a largo plazo. Lo cierto es que esta pregunta no es fácil de responder, pues los riesgos asociados a la prematurez están estrechamente relacionados a la edad gestacional en que nacieron y a las condiciones en que crecieron intrauterinamente. Pero partamos por esclarecer qué entendemos por recién nacido prematuro.

Universalmente se conoce que los embarazos duran 9 meses, lo cual es equivalente a 40 semanas de gestación. La duración del embarazo se considera normalcuando se produce entre las semanas 37 y 42, lo que significa que el niño nace “a término”. Por consiguiente, todo niño que nace antes de las 37 semanas de gestación se le denomina “prematuro o pretérmino”, correspondiente actualmente a nivel mundial a cerca de un 10% de los nacimientos.

El nacer “antes de tiempo” implica que el niño prematuro nace con una inmadurez de sus órganos y sistemas (respiratorio, neurológico, metabólico, inmunológico, digestivo, endocrino, renal, etc.), lo cual lo hace más vulnerable a las enfermedades y más sensible a los agentes externos (agentes infecciosos, por ejemplo). Es por esto que los prematuros requieren cuidados especiales y unidades neonatales para dar respuesta a lo que necesitan en este primer período de sus vidas.

¿Qué es la edad gestacional (EG)?

La edad gestacional corresponde a las semanas transcurridas entre el primer día de la fecha de la última menstruación de la madre y el día del nacimiento del hijo. Representa por tanto, las semanas que el hijo/a estuvo en el vientre de la mamá hasta el momento del parto. Entonces la edad gestacional al nacer será la que permitirá clasificar al recién nacido como prematuro tardío, moderado o extremo.

Cuando el recién nacido ingresa a la Unidad de Neonatología se le considera la edad gestacional en que nació y se le van sumando los días que transcurren a partir de ese momento. Por ejemplo, si tu hijo nació a las 27 semanas de embarazo, al ingresar a la Unidad de Neonatología se dirá que su hijo tiene 27 semanas más los días que se sumen desde ese momento. Entonces al tercer día de vida de tu hijo, se dirá que tiene 27 semanas + 3 días.

¿Qué se entiende por edad gestacional corregida?

Es la suma de las semanas de embarazo al momento de nacer más las semanas de vida. Por ejemplo, un recién nacido que nació a las 24 semanas y que ya tiene 4 semanas de vida, tiene una edad gestacional corregida (EGC) de 28 semanas.

¿Qué se entiende por edad corregida (EC)?

Es la edad de un recién nacido prematuro posterior a cumplir las 40 semanas. Ejemplo: Si un niño nace de 34 semanas, 10 semanas después tendrá 44 semanas, es decir tendrá 4 semanas de EC (las 40 semanas + 4 semanas).

¿Qué es la edad cronológica?

Es la edad que tiene tu hijo desde el día de su nacimiento, independiente de la edad de gestación en que nació. Esta será posiblemente la fecha en que celebrarán su cumpleaños posteriormente.

¿Cómo se clasifican los niños prematuros?

A los niños prematuros se les denomina Recién Nacido de Pre Término (RNPT). Existen distintas formas de clasificar a los recién nacidos de riesgo, las más ampliamente usadas son según las semanas de gestación, las cuales se describen en la siguiente tabla:

Semanas de gestación*

Prevalencia aproximada

Término

Recién nacido mayor a 37 semanas

~90% de nacimientos

Prematuro (o pretérmino)

Recién nacido antes de las 37 semanas

7-11% de los nacimientos

Prematuro tardío

Recién nacido entre las 34 y las 36+6 semanas/dias

5-7% de nacimientos junto a moderados

Prematuro moderado

Recién nacido entre las 32 semanas y las 33+6 semanas/dias

~3% de los nacimientos

Prematuro extremo

Recién nacido menor de 32 semanas

1,2% de los nacimientos

El Recién Nacido Prematuro Tardío se define como aquel que nace entre las 34 y 36 semanas de gestación (EG). Corresponde a un grupo de niños que, aunque se solía considerar “casi de término”, actualmente se ha asociado con un mayor riesgo de presentar algunas complicaciones en comparación a un Recién Nacido de Término (RNT), dada su inmadurez anatómica y funcional. Las principales complicaciones que pueden presentar son la dificultad en la alimentación (no succiona bien); inestabilidad térmica (dificultad para mantener su temperatura corporal normal); ictericia (pigmentación amarilla producida por acumulación del pigmento bilirrubina) con requerimiento de fototerapia (tubos de luz que hacen disminuir la bilirrubina); dificultad para mantener la glicemia normal (azúcar en la sangre) llamada hipoglicemia; dificultad respiratoria o apnea, infecciones y algunas complicaciones a largo plazo que serán descritas a lo largo de este texto (ver capítulo 5).

Las recomendaciones de manejo médico de un RNPT tardío se siguen basando principalmente en la experiencia clínica y conceptos generales, pero es importante recordar que son fisiológica y metabólicamente inmaduros (aún si tienen el mismo peso de un RNT). Si eres padre o madre de un prematuro tardío debes saber que es importante que tu hijo/a sea observado por algunos días antes del alta. En algunos casos puede ser necesaria una hospitalización neonatal (la que probablemente será breve) hasta que tu hijo alcance la madurez necesaria.

El Recién Nacido Prematuro Moderado, es aquel que nace entre las 32 a 34 semanas de EG. Las posibilidades de tener alguna complicación derivada de la prematurez alcanzan a un 51% a las 34 semanas y cercano al 90% a las 32 semanas. Los prematuros moderados pueden tener complicaciones similares a los de prematuros tardíos, aunque también pueden presentar algunas dificultades propias de un prematuro extremo. La gran mayoría de los prematuros moderados sobrevive sin secuelas.

El Recién Nacido Prematuro Extremo, es aquel que nace antes de las 32 semanas de edad gestacional y es el grupo más vulnerable para presentar otras patologías resultantes de su prematurez. Es un grupo de alto riesgo, por lo que se requieren cuidados altamente especializados para promover el mejor desarrollo posible de su organismo y funciones. Frecuentemente estos niños pesan menos de 1.500 gramos, por lo que son considerados de muy bajo peso de nacimiento.

Otra clasificación posible de los niños prematuros es acorde al peso que hayan tenido al nacer, tal como se muestra en la siguiente tabla:

Según peso denacimiento

Peso de nacimiento

Prevalencia aproximada

RN de Bajo peso de nacimiento

Menor a 2.500 gramos

10% de los nacimientos

RN de Muy Bajo peso de nacimiento

Menor a 1.500 gramos

1% de los nacimientos

RN de Extremo Bajo peso de nacimiento

Menor a 1.000 gramos

0,4% de los nacimientos

¿Qué más debemos saber del Recién Nacido Prematuro Extremo y/o prematuro de muy bajo peso al nacer?

Este grupo de prematuros es el más vulnerable: su sobrevida es de aproximadamente un 75%. Sin embargo, de aquellos que sobreviven, alrededor de un tercio lo hace con secuelas crónicas variables en severidad.

Es importante que ustedes como padres y las familias sepan que todo recién nacido que nace antes de las 32 semanas y/o pesa menos de 1.500 gramos al nacer tendrá que ser hospitalizado en una Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal (UCIN). Lamentablemente no todos los niños de muy bajo peso nacen en un lugar con esas características, por lo tanto, deben ser trasladados a otro centro de mayor complejidad. Es por eso que hemos recalcado en el capítulo 1 la conveniencia de trasladar a un centro especializado a aquellas madres que presenten alto riesgo de tener un parto prematuro de un niño de muy bajo peso. Se calcula que más de la mitad de los niños que nacen con menos de 32 semanas de gestación necesitarán alguna maniobra de reanimación al nacer. Esto significa que el médico especialista (pediatra neonatólogo) puede tener que hacer maniobras (como estimulación, ventilación con una máscara o intubación) para que el niño comience a respirar adecuadamente.

¿Qué se entiende por Pequeño para la Edad Gestacional (PEG) o grande para la edad gestacional (GEG)?

Hay un grupo especial de recién nacidos que nacen con un peso mucho menor al esperado para su edad gestacional (por ejemplo, que un niño nazca a las 40 semanas con un peso igual al de un niño prematuro de 32 semanas); en este caso se trata de un niño Pequeño para la Edad Gestacional (PEG), y estos pacientes también pueden presentar mayores riesgos. Los principales riesgos de estos niños son:

•depresión respiratoria al nacer (dificultad en inicio de respiración).

•alteraciones de la termorregulación (dificultad para mantener su temperatura corporal).

•poliglobulia (exceso de glóbulos rojos).

•hipoglicemia (niveles bajos de azúcar en sangre).

•alteraciones gastrointestinales y hematológicas.

Por su parte, los recién nacidos Grandes para la Edad Gestacional(GEG) son aquellos que tienen un peso al nacer mucho mayor al esperado para su edad gestacional. Se ha relacionado por ejemplo con diabetes materna no bien controlada. Esta condición aumenta el riesgo de alteraciones metabólicas como la hipoglicemia.

Es importante señalar que pueden coexistir las condiciones de prematuridad y pequeño/grande para su edad gestacional.

¿Qué pasará con mi hijo inmediatamente después de su nacimiento?

Generalmente cuando nace un niño prematuro los padres no tienen la oportunidad de tomarlo en brazos ni ver lo que ocurre con él. Esto suele ser algo que las madres extrañan mucho y que también las llena de incertidumbre. A continuación, describiremos lo que comúnmente se evalúa y ocurre con el recién nacido posterior a su nacimiento.

Cuando el niño sale del vientre de su madre, es rápidamente arropado con una manta. Esto busca mantener la temperatura del recién nacido. Si el recién nacido es prematuro moderado o tardío y nace en muy buenas condiciones, es posible que se quede con su madre/padre por un tiempo. Luego, todo recién nacido es llevado en brazos hasta una cuna radiante (revisar en capítulo 3) donde recibirá la denominada atención inmediata, que puede ocurrir en la sala de parto, en una sala aparte o directamente en la unidad neonatal.

Una vez que el niño es puesto en la cuna, los médicos neonatólogos harán una evaluación de sus principales funciones vitales. Lo primero que se evalúa es la función cardíaca y respiratoria, pues es fundamental para la sobrevida del niño. Esto incluye su esfuerzo respiratorio, la frecuencia cardiorrespiratoria y los niveles de oxigenación en la sangre. Mientras más inmaduro es el prematuro, hay mayor posibilidad de que su esfuerzo respiratorio no sea suficiente. En lenguaje médico se suele llamar que nacen con una “depresión neonatal”. Según cómo se evalúe esta función, los médicos definirán el tipo de estimulación o apoyo ventilatorio que requiere el recién nacido. Esto puede variar desde la sola estimulación o requerir ventilación a través de una máscara o incluso a través de un tubo en su tráquea. A estas acciones se las llama maniobras de reanimación y existen pautas internacionales muy completas al respecto. Se calcula que más de la mitad de los niños que nacen con menos de 32 semanas de gestación necesitarán alguna maniobra de reanimación al nacer. Mientras esto ocurre, el niño será evaluado con el Test de Apgar.

¿Qué es el Test de Apgar?

Al igual que a todo recién nacido, a los prematuros se les evalúa al nacer por el llamado Test de Apgar, que es una prueba de evaluación de la vitalidad. Se evalúan cinco aspectos que entregan una puntuación determinada. Esta evaluación se realiza al minuto de nacer, luego a los 5 minutos y, a veces, a los 10 minutos.

El Test de Apgar examina:

•el ritmo cardíaco (la frecuencia de los latidos del corazón).

•la respiración (si respira espontáneamente).

•el tono muscular (fuerza).

•la irritabilidad o reactividad.

•el color de la piel del niño (azulada a rosada).

Cada ítem es evaluado con 0, 1 o 2, por lo que la puntuación varía de 1 a 10 dependiendo de las respuestas observadas en el recién nacido. La puntuación entre 7 a 10 está dentro de lo normal, aunque muchos prematuros extremos puntúan menos que eso en el primer minuto.

Según esta evaluación, el grado de inmadurez y las maniobras de reanimación que el niño haya requerido, se decide su hospitalización en una UCI Neonatal. Los menores de 1.500 gramos o menores de 32 semanas de edad gestacional siempre se hospitalizan dado su alto riesgo de presentar complicaciones o enfermedades asociadas.

¿Cuáles son las complicaciones más frecuentes en estas primeras horas de vida?

Las principales complicaciones que suelen presentarse posterior al nacimiento o primeras horas de vida son: alteraciones en la regulación de su temperatura corporal (generalmente tienden a enfriarse), alteraciones en la glicemia (azúcar en la sangre), la llamada enfermedad de membrana hialina que dificulta la respiración, las apneas del prematuro (dejar de respirar por más de 20 segundos) y la presencia de infecciones. Otras complicaciones, que generalmente se presentan más tarde, ocasionalmente pueden aparecer durante el primer día de vida. Todas estas se detallan en los capítulos 5 y 6.

¿Cuál es la apariencia de un prematuro de muy bajo peso?

Muchas veces a las madres y padres les resulta impresionante ver a su pequeño hijo por primera vez. Además de ser muy pequeños de tamaño, los prematuros tienen una piel muy frágil y fina, casi transparente, a través de la cual pueden divisarse los vasos sanguíneos subyacentes. Los ojos estarán habitualmente cerrados especialmente en los primeros días de vida. Incluso los recién nacidos muy inmaduros, pueden tener sus párpados fusionados por algún tiempo. Las orejas están poco desarrolladas y suelen estar plegadas o dobladas pegadas a la cabeza. Esto es por la falta de cartílago, que es el elemento que las mantiene firmes y que se irá produciendo con el tiempo. La cabeza puede parecer desproporcionadamente grande para el tamaño de su cuerpo y sus brazos y piernas bastante largos. Tienen muy poca cantidad de grasa sobre sus huesos, lo cual les da una apariencia de muy enflaquecidos. Los órganos genitales del niño prematuro tienen un pene muy pequeño y generalmente los testículos no han descendido todavía a las bolsas. Una niña muy prematura tiene un clítoris prominente con los labios circundantes aún no desarrollados.

Su respiración puede ser agitada e irregular, con segundos en que no respiran, esto se llama respiración periódica, muy común en ellos. Hay que diferenciarla de la apnea del prematuro que se verá más adelante (ver capítulo 5).

Figura 1

En la Figura 1 se puede apreciar el aspecto habitual de un prematuro extremo (de izquierda a derecha) en comparación con un recién nacido PEG y uno de término, en los primeros días de vida.

En su postura tienden a tener los brazos y piernas en extensión (estiradas) ya que su tono (y fuerza) es menor que en los recién nacidos a término. Es frecuente que se mueva poco y cuando lo haga sea con movimientos bruscos a modo de “sacudidas”. Esto sucede porque sus respuestas todavía no están desarrolladas y su coordinación sigue siendo inmadura.

Una vez ingresado a la UCIN, el recién nacido estará conectado a monitores de distinto tipo que permitirán estar vigilando permanentemente sus signos vitales, oxigenación y presión arterial entre otros. Los niños prematuros suelen requerir algún tipo de soporte respiratorio que puede resultar muy invasivo a la vista. También requieren ser alimentados a través de un tubo insertado por su boca (sonda gástrica) y a través de catéteres por los cuales se dan líquidos y alimentos directamente a sus vasos sanguíneos. Para evitar su enfriamiento, un problema habitual en estos niños, los recién nacidos estarán en una incubadora o bien bajo un calefactor radiante (ver capítulo 3 y 5).

Los prematuros son especialmente vulnerables a las infecciones, sus defensas son muy inmaduras. Es muy importante que ustedes conserven medidas de higiene esenciales como es el lavado de manos (ver capítulo 3).

¿Quiénes cuidan a mi hijo?

Lo cierto es que para lograr sacar adelante a un recién nacido prematuro se necesita un gran equipo interdisciplinario que ayude en las distintas necesidades del niño/a. Aquí les describimos algunos de los profesionales que estarán en contacto con ustedes durante este tiempo.

•Neonatólogo/a: médico que se especializa en el cuidado y el desarrollo de los niños recién nacidos.

•Enfermera/o, Matron/a: profesional de la salud que se especializa en el cuidado del recién nacido, principalmente en su atención y vigilancia, confort y evaluación de su condición.

•Técnico de enfermería: personal de la salud que apoya a la enfermera/matrona en el cuidado y atención del niño.

•Kinesiólogo: profesional de la salud que interviene especialmente en procesos de rehabilitación respiratoria y/o motora.

•Psicóloga: profesional de salud que atiende principalmente a los padres de niños hospitalizados ayudando a enfrentar este proceso y atenuar su impacto emocional.

•Nutricionista: profesional de la salud que se preocupa de preparar y entregar los productos que alimentarán al recién nacido, tanto en mamaderas como en soluciones que se darán por vía sanguínea.

•Terapista respiratorio: profesional de la salud entrenado en la utilización de equipos respiratorios.

•Fonoaudiólogo: profesional de la salud especializado en el diagnóstico y el tratamiento de los problemas de audición, lenguaje y deglución entre otros.

•Terapeuta ocupacional: Profesional de la salud especialista en capacitar/habilitar a las personas para que puedan realizar actividades con la mayor autonomía e independencia posible. Realizan la valoración de las capacidades y dificultades físicas, psíquicas, sensoriales y sociales.

•Trabajador social: profesional que ayuda a la evaluación y seguimiento de la situación social y económica de la familia. También ayuda a contactar y activar las redes sociales disponibles.

•Otros especialistas pediátricos: es frecuente que según la evolución de su hijo se requiera consultar a otros especialistas como cirujanos pediatras, cardiólogos, neurólogos, etc.

Como las UCIN deben funcionar 24 horas los 7 días de la semana, distintos equipos de personal médico y enfermería atenderán a su hijo prematuro. Es importante que ustedes sepan que no hay un solo médico o enfermera tratante sino equipos de salud y, aunque puede que ustedes tengan más afinidad con algunos, todos tienen el mismo objetivo: cuidar lo mejor posible a su hijo.

A pesar de que son muchos los profesionales que cuidan de tu hijo, ustedes como padres llegan a ser las personas que mejor conocen a su hijo prematuro. Con la observación continua, aprenden a conocer su lenguaje corporal y, poco a poco, se darán cuenta si está incómodo o estresado o bien expresa una mejoría.

Algunos signos de bienestar del prematuro que ustedes pueden reconocer como padres, dependiendo del grado de madurez de su hijo y los tratamientos que reciba son:

•Extremidades relajadas.

•Mira con atención y ojos brillantes.

•Expresión tranquila.

•Su piel es de un tono uniformemente rosado.

•Mira y observa con algún interés.

•Intenta sonreír.

Por otro parte, algunos signos de disconfort:

•Extremidades rígidas.

•Expresión facial más rígida.

•Movimientos agitados.

•Su respiración y/o su ritmo cardiaco se aceleran a ratos.

•Llanto frecuente.

En los capítulos 10,11,12 y 13 podrán revisar cómo ayudar a disminuir el disconfort de su hijo.

¿Cuánto tiempo estará hospitalizado mi hijo prematuro?

El tiempo que necesitará estar hospitalizado un recién nacido de muy bajo peso es muy variable y dependerá de las complicaciones que enfrente durante la hospitalización. A menor edad gestacional y peso, mayor es la estadía pudiendo tardar varios meses.

No obstante lo anterior, es razonable que ustedes como padres se planifiquen para acompañar a su hijo/a en el hospital hasta que se cumpla la fecha inicial programada para el parto, las 40 semanas de EG. Algunos recién nacidos tendrán el alta antes de eso y otras después, pero es razonable prepararse psicológica y prácticamente para una estadía en la Unidad Neonatal hasta esa fecha.

¿Existen distintas salas en una Unidad Neonatal?

Habitualmente mientras el niño esté en una condición delicada permanecerá en la UCIN y, una vez que se encuentre más estable, será trasladado a otros espacios dentro de la Unidad. Generalmente, las Unidades de Neonatología cuentan con salas de cuidados intermedios (lugar más tranquilo con menor necesidad de monitorización) a las que llegan después de la UCIN o a las que ingresan los prematuros tardíos. En la etapa final de hospitalización, la mayoría de los recién nacidos prematuros están en la llamada Unidad de Cuidados Mínimos, en que generalmente se encuentran los niños a la espera de lograr alimentarse, subir de peso adecuadamente y no requerir estar en una incubadora. En estas salas la madre y el padre ensayan los cuidados y atenciones que darán a su hijo en casa y reciben capacitación en reanimación cardiopulmonar.

¿Qué pasa con las madres y padres en este primer período de hospitalización de su hijo?

A lo largo de los años hemos aprendido que para una madre, padre y familiares el nacimiento de un niño prematuro es algo emocionalmente intenso y que los marca significativamente. El ingreso inesperado de un niño en la UCI Neonatal desencadena un fuerte estrés en los padres. Es un cambio en sus expectativas y un duelo respecto a lo que habían imaginado. Toda madre sueña con llegar con su embarazo a término, tener un parto tranquilo y poder abrazar y amamantar a su hijo, por lo que el nacimiento prematuro y lo que esto conlleva, enfrenta a los padres a un fuerte dolor emocional y a muchos temores.

En los primeros momentos y días, la emoción preponderante de las madres y padres es la incertidumbre y el temor. Los padres están en un momento de shock y temen por la sobrevivencia de su hijo o las secuelas que esto pueda tener en su desarrollo. Por esto, muchas veces les cuesta comprender lo que los médicos y enfermeras les explican y retener información relevante. Muchas veces también se sienten confundidos y desorientados. A pesar de ello es esperable que los padres no entiendan la terminología médica en un inicio, pero esto lo irán logrando lentamente con el tiempo.

Para los padres, ingresar a la UCIN es adentrarse en un mundo nuevo