Mientras vivías - César Cid Gil - E-Book

Mientras vivías E-Book

César Cid Gil

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Beschreibung

Percibo a diario que el miedo a morir impide cerrar la vida desde la libertad. No es fácil dejar morir a alguien a quien amamos. Sin embargo, no es la conciencia de su muerte lo que nos separa de ellos. Desde un sentido real la persona está tan viva en el momento de su muerte como lo estuvo en su nacimiento. El miedo y los apegos son los que nos separan. Esta es, precisamente, la intención de esta obra: contribuir a deshacer el tabú sobre la muerte, algo fundamental para vivir intensamente hasta el último momento.

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Mientras vivías

Historias de acompañamientos al final de la vida

César Cid

Título original: Mientras vivías

Primera edición: Abril 2017

© 2017 Editorial Kolima, Madrid

www.editorialkolima.com

Autor: César Cid

Dirección editorial: Marta Prieto Asirón

Maquetación de cubierta: Sergio Santos Palmero

Maquetación: Pepa Viel Cortines y David Alonso Mayoral

ISBN: 978-84-16994-18-2

No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorpora-ción a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares de propiedad intelectual.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 7021970/93 2720445).

A Valentina,

en cuya sonrisa me sigo mirando cada día.

NOTA: Este libro incorpora material extra descargable mediante «bidis», códigos cuyo contenido se puede descargar a través de una aplicación del mismo nombre (bidi) en su smartphone. Si no puede obtener este material de esta forma, puede solicitarlo a la editorial al correo [email protected] y se lo enviaremos.

Prólogo

Resulta muy alentador tener entre las ma-nos una obra que refleja con fidelidad la actitud fundada en la experiencia de quie-nes saben acompañar con valentía y solidaridad el proceso de morir. Y lo hacen hasta el último aliento de vida del enfermo. Aliento que a menudo está lleno de mensajes plenos, llenos de riqueza vivencial. Nace esta obra en medio de una fortísima corriente impul-sada por quienes defienden morir sin consciencia, tolerando a aquellos que se la inhiben, persuadidos de que es el único modo digno de morir. Y ello en aras de una dignidad acuñada a conveniencia.

Este trabajo viene a recordar que hay gente dis-puesta a acompañar al que sufre conscientemente mientras, mansamente, este va dejando los últimos retazos de su vida en las manos, los oídos y el co-razón de quien le sabe acompañar, atendiendo, asis-tiendo, cuidando y tratándolo con delicadeza. Sin medir los tiempos. Las manos, los oídos y el cora-zón de quien entiende que el sufrimiento de quienes mueren para vivir es una experiencia merecedora de un gran respeto subrayado por el esfuerzo. Cada vez parecen ser menos quienes pueden entender que la intervención médica aquí ha de ser moderada, solo para apuntalar delicadamente la importante fase fi-

nal de esa vida y permitir terminar dignamente su historia vital a quien yace postrado. Solo así estare-mos seguros de haber sabido tolerar que esa persona pueda haber alcanzado su potencial como ser huma-no en el tiempo que le ha sido dado, sin intervencio-nes ilegítimas.

Una de las habilidades más sugerentes de los que acompañan el proceso del final de la vida de sus semejantes es la escucha activa. Es esta escucha la que garantiza un considerado «aligerar» el peso del equipaje de quienes van camino de su final físi-co, permitiendo sentirse atendidos, comprendidos y queridos a enfermos en situación muy vulnerable. Escuchar así demanda de una persona interesada en lo que el otro le tiene que contar, sin juzgar ni intervenir innecesariamente. También requiere de tiempo y, si no es tiempo en longitud, sí tiempo en profundidad; incluso tiempos cortos llenos de tras-fondo en los que poder acoger lo que venga del otro, en su proceso de dejar atrás lo que ya no va a nece-sitar. Por eso hay que tener una especial actitud, un interés auténtico de entender y atender a quien ―ya muy cansado y con pocas fuerzas―no entiende, no conoce la profundidad de su propia misión.

Así, una vez puestos en contacto emisor y recep-tor, con delicadeza infinita y con la respetuosa solici-tud de ayudar, es necesario cuidar el mensaje que se va a transmitir y testificar como depositarios, que lo que vamos a recibir esté lleno de sentido para el que

emite, el que cuenta algo para lo que le quedan esca-sas fuerzas. Dicen los sabios que a los enfermos no les gusta que nos interesemos por su muerte y que solo valoran nuestro esfuerzo cuando nos interesa-mos por su vida.

Así quedan las narraciones de muchos, delicio-samente referidas en el texto que hoy tiene entre sus manos, acompañados por el autor, juglar del tiempo, juglar de las palabras y las emociones reflejadas en el cuerpo abatido por la enfermedad, pero que aún guarda un espíritu vibrante. En estas condiciones quieren contar su historia, a veces sin saber cómo. De ahí el valor de saber preguntar. Saber preguntar aquello que será la última pregunta necesaria para completar la historia de su vida. Unas vidas con un indiscutible grado de inmortalidad, amén de cuanto queda en el aire, en el espacio compartido, en el re-cuerdo y en el corazón del que tiene el privilegio de escuchar.

César Cid tiene el indudable prestigio de ser muy buen receptor, además de saber poner por es-crito lo que recibe, dejándolo plasmado para que muchos compartamos lo que con tanto esfuerzo le han dejado. Por eso es apetecible la tarea de prologar una obra que recoge la esencia de tantas vidas que han encontrado su final natural con el autor, como testigo de excepción. Particularmente interesante es reparar en la combinación de palabras, conceptos e ideas que nos deja esta obra de la artesanía del cui-dar a pecho descubierto, acompañando y poniendo

de relieve la importancia de la presencia de un ser humano al lado de otro.

Recogidas en estas bellas historias de acom-pañamiento de final del viaje vital, encontramos compasión y palabras de despedida; cuestiones definitivas junto con banalidades reconfortantes; pinceladas de verdad mezcladas con miedo y con música; oraciones y silencio; siempre en el contexto del encuentro personal de colores que llegan hasta el negro. Silencios de murallas asfixiantes y deseos de aprender a pintar esos colores para llenar la vida de recuerdos de otros, que quisieron hasta el último momento desgranar sus ilusiones para que tuvieran cabida en las manos del autor. El libro nos deja