Miniaturas del mundo E-Book

Boaventura de Sousa Santos

• Herausgeber: Trotta
• Kategorie: Geisteswissenschaft
• Serie: Mínima Trotta
• Sprache: Spanisch
• Veröffentlichungsjahr: 2024

Seitenzahl: 52

Beschreibung

«Este libro se pregunta por la sabiduría». Vuelve sobre preguntas que la ciencia no alcanza a responder. Sabiamente, no pretende responderlas, tan solo preguntarlas de nuevo. En una sociedad en la que «la rapidez es la única (y falsa) creatividad que nos queda», este libro invita a pararse a pensar. Su escritura minimalista crea «bancos de permanencia en las avenidas de la fugacidad».Pero las miniaturas aforísticas de Boaventura de Sousa Santos, en lugar de complacerse en lo fragmentario, piden una lectura maximalista. El aforismo, «signo de la incompletitud y de la finitud que angustian al ser humano ante las grandes preguntas», es mezcla de luz y oscuridad: deja siempre algo por decir. Cada árbol oculta un bosque. Al lector queda confiado eso que falta por decir, «una insinuación astuta de lo que falta por hacer».

Leseprobe

Miniaturas del mundo

Miniaturas del mundoLibro de indicios

Boaventura de Sousa Santos

Traducción de Àlex Tarradellas

MINIMA TROTTA

MINIMA TROTTA

Título original: Miniaturas do mundo

© Editorial Trotta, S.A., 2024

Web: http://www.trotta.es

© Boaventura de Sousa Santos, 2024

© Àlex Tarradellas Gordo, traducción, 2024

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ISBN (edición digital e-pub): 978-84-1364-234-5

PREFACIO

Todas las personas entrenadas en ciencia han aprendido que el objetivo principal de la investigación científica es acumular información y conocimiento. Las personas son realmente entrenadas para pensar que, más allá de la información y del conocimiento, solo hay ignorancia ciega, opinión subjetiva o superstición. La verdad es que, más allá de la información y el conocimiento, está la sabiduría.

Este libro se pregunta sobre la sabiduría.

La sabiduría presupone información y conocimiento, pero va mucho más allá. La sabiduría piensa de nuevo las preguntas a las que la ciencia no puede responder por la simple razón de ser preguntas que no se pueden formular científicamente. ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Qué es la felicidad? ¿Por qué estamos en este mundo? ¿La muerte es un acto final? ¿La muerte es la última manifestación de vida o la primera de algo más desconocido? ¿Nuestros antepasados viven con nosotros? ¿Dios existe? Incluso sabiendo que no es posible responder a si Dios existe, ¿por qué esta pregunta nos persigue tan intensamente? ¿Por qué no nos consideramos pobres por no tener tiempo? ¿Por qué en los momentos de soledad no nos sentimos acompañados por nosotros mismos? ¿Lo no dicho es algo más que la suma de lo que no se dice?

Este libro no es un libro de respuestas. La escritura fragmentaria y aforística de la que se sirve es más bien un signo de la incompletitud y la finitud que angustian al ser humano ante las grandes preguntas. ¿Qué somos? ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? La escritura minimalista de este libro pide una lectura maximalista, quiere ser interpretada de manera pausada. Por extenso y por intenso.

Este libro no es un libro de sabiduría. Es más bien un libro consciente de que hay sabiduría más allá de todo lo que está escrito en este. Es un libro sobre lo mucho se le escapa a quien solo busca información y conocimiento científicos. Un libro que explora la curiosidad de seres que, al ser finitos, siempre se atreven a pensar sisíficamente el infinito y lo hacen de manera intuitiva, integral, sintética e interdisciplinaria.

Este libro piensa en quien vive en una sociedad que se esmera en eliminar el tiempo y la capacidad para pensar de forma autónoma, reflexiva, lenta y placentera. Tanto en casa como en la calle, nos pasamos la vida corriendo y también disfrutamos corriendo de todos los sentidos con los que nos relacionamos con el mundo. Comida rápida, sexo rápido, consulta rápida, masaje rápido, visita rápida, amistad rápida. De este modo, la rapidez se va transformando en la única (y falsa) creatividad que nos queda. El dominio absoluto de la repetición de lo nuevo provoca que se confunda lo viejo con lo nuevo aún no repetido. La hiperactividad es el disfraz de la pasividad que se produce por la intensa programación de la voluntad. La duración ideal de nuestro tiempo es el instante. Y el instante solo es un recién nacido.

Este libro no tiene ni principio ni fin. Está hecho de puntos de partida a la disposición del lector o de la lectora, y le deja la tarea de imaginarse la llegada. Eso sí, debe ser leído despacio, porque lo que falta por decir es una insinuación astuta de lo que falta por hacer. Y lo que se hace siempre es diferente de lo que se dice sobre lo que falta por hacer.

No tengo la ambición, como Nietzsche, de decir en un aforismo lo que muchos no dicen en un libro. Los aforismos reunidos en este libro no se encuentran ni antes ni después de cualquier filosofía, ni se posicionan en contra o a favor de esta. Son miniaturas de sentido en parte desconocido. Si fueran fruta tendrían mucho zumo, pero sería necesario saber exprimirlos. No basta con leerlos para descifrarlos. Las interpretaciones serán siempre diferentes según los contextos, en un día soleado o bajo la lluvia, en estado de desesperación descontrolada o de esperanza insegura, en un avión o a la orilla del mar, en la fila del concierto o en la sala de espera del centro sanitario, mientras se acaricia un gato o se toma un café en una terraza, mientras se piensa en un amor perdido o se siente perplejidad por ser tan frecuentes o tan insólitos los momentos de intensa felicidad en quien tiene todas las condiciones para ser feliz como en quien no las tiene.

Los aforismos no son momentos de eternidad. Son momentos intensos de falta de ella. Son bancos de permanencia en las avenidas de la fugacidad. Son la lentitud con la prisa de llamar a la puerta y el gusto de fingir que no hay nadie.

No son fragmentos, porque no hay totalidad que los pueda contener. Son totalidades dispersas con la voluntad de que los creadores de rompecabezas o de paciencias las adopten. Son el bosque que hay en cada árbol.

No son ruinas, más bien son proyectos de edificios que preferirían arruinarse antes de ser construidos. De ahí la novedad secreta y la juventud furtiva de su aparente vejez.

Los aforismos son caminos hacia adentro, pero que no son más familiares por ello. Son detalles en el camino de vuelta a nosotros mismos de los que nunca nos hemos dado cuenta. No son una escritura personal, son más bien un espejo del mundo en el que nos volvemos a ver como Alicia en el País de las Maravillas. Los aforismos son el mejor aprendizaje porque incluyen el desaprendizaje. Podría escribirlos cualquiera.