Mnemosine contra Epimeteo - Julián Penagos Carreño - E-Book

Mnemosine contra Epimeteo E-Book

Julián Penagos Carreño

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Beschreibung

Este libro plantea la hipótesis de que el desarrollo de los medios y las tecnologías de la comunicación han intensificado la visibilidad de la experiencia vivida individual, recreando la transmisión del recuerdo. Solo que, en este caso, el recuerdo se produce como información y no como memoria. Una información en serie, en virtud de la alta proporción de visibilidad de la experiencia individual, lo que representaría una gran producción y consumo de varias memorias autobiográficas. Este fenómeno se encuadra en la reconfiguración de los conceptos de tiempo y espacio como marcos sociales y generales de memoria. Lo que ha producido la revalidación del presente como el "ré-gimen de historicidad" predominante, en donde el olvido tiene un protagonismo especial debido a los débiles vínculos que las representaciones mediáticas pueden construir con el pasado.

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MNEMOSINE CONTRA EPIMETEO

MNEMOSINE CONTRA EPIMETEO

El recuerdo y el olvido mediático en la sociedad contemporánea

Julián Penagos-Carreño

Penagos Carreño, Julián, autor

Mnemosine contra Epimeteo: El recuerdo y el olvido mediático en la sociedad contemporánea / Julián Penagos Carreño. -- Chía : Universidad de La Sabana, 2023

(Colección Estudios Facultad de Comunicación 14)

Incluye bibliografía

ISBN 978-958-12-0635-3

e-ISBN 978-958-12-0636-0

doi 10.5294/978-958-12-0635-3

1. Memoria colectiva 2. Medios de comunicación de masas 3. Noticias I. Penagos Carreño, Julián II. Universidad de La Sabana (Colombia). III. Tit.

CDD 301.2

CO-ChULS

RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS

© Facultad de Comunicación

© Julián Penagos-Carreño

EDICIÓN

Dirección de Publicaciones

Campus del Puente del Común

Km 7, Autopista Norte de Bogotá

Chía, Cundinamarca

Tels.: 861 5555-861 6666 Ext. 45101

[email protected]

Primera edición: abril de 2023

ISBN 978-958-12-0635-3

e-ISBN 978-958-12-0636-0

doi 10.5294/978-958-12-0635-3

Conversión ePub: Lápiz Blanco S.A.S.

Hecho en Colombia

Made in Colombia

CORRECCIÓN DE ESTILO

María José Díaz Granados

DIAGRAMACIÓN Y MONTAJE DE CUBIERTA

Kilka Diseño Gráfico

HECHO EL DEPÓSITO QUE EXIGE LA LEY

Queda prohibida la reproducción parcial o total de este libro, por medio de cualquier proceso reprográfico o fónico, conocido o por conocerse, sin previo permiso escrito del autor y del editor. Esta edición y sus características son propiedad de la Universidad de La Sabana.

AUTOR

Julián Penagos-Carreño

Docente e investigador de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Sabana. Comunicador social de la Universidad Santo Tomás, con Maestría en Historia de la Universidad de los Andes. Doctor en Historia Contemporánea de la Universidad de Valencia, España. Con alta experiencia investigativa y publicaciones en temas como: historia y memoria, historia de los medios, historia de Colombia, historia del conflicto armado colombiano, entre otros.

https://orcid.org/0000-0003-3326-9295

CONTENIDO

INTRODUCCIÓN

MEMORIA, TRAUMA, OLVIDO Y MEDIOS INFORMATIVOS

La memoria colectiva

Memoria e historia

Memoria y medios informativos

Memoria comunicativa y cultural

Memoria y medios informativos

Medios informativos, memoria y olvido

El recuerdo como representación

Las formas de la memoria y el recuerdo mediático

Los dispositivos de transmisión de la memoria: el recuerdo mediático

Relación con la memoria social-comunicativa

FINALMENTE, ¿QUÉ ES EL RECUERDO MEDIÁTICO?

La memoria como narración: el recuerdo mediático informativo

REFERENCIAS

INTRODUCCIÓN

Andreas Huyssen es un teórico alemán que ha reflexionado sobre el tema de la memoria y su relación con los medios de comunicación. Al respecto, las ideas centrales de su pensamiento argumentan que estamos ante un boom de memoria, que él atribuye a una aceleración de la producción de textos mediáticos sobre el pasado, a la explotación de la imagen como producto de marketing, y a un cambio de temporalidad. En este sentido, la concepción del tiempo, según Huyssen, ha sido modificada debido a la “interacción de fenómenos tales como los cambios tecnológicos, los medios de comunicación masiva, los nuevos patrones de consumo y la movilidad global”.1

La perspectiva de Huyssen pretende darles protagonismo a los medios de comunicación en la construcción de la memoria social. Esa posición es similar a la expuesta por los recientes grupos de estudios culturales alemanes, que tiene como más visibles representantes a las teóricas Astrid Erll,2 Elena Esposito3 y a la unidad de investigación especializada de la Universidad Justus Liebig de Giessen quienes, basándose en los conceptos de memoria comunicativa y cultural de los antropólogos Jan y Aleida Assmann,4 han formulado el concepto de culturas del recuerdo. Estos autores afirman que existen dispositivos de transmisión del recuerdo y que, dependiendo de sus características intrínsecas, pueden determinar la forma como una sociedad se recuerda a sí misma.

Estos aspectos son, precisamente, el objeto de reflexión de este texto. La hipótesis central es que el desarrollo de los medios y las tecnologías de la comunicación han intensificado la visibilidad de la experiencia vivida individual, recreando la transmisión del recuerdo. Solo que, en este caso, el recuerdo se produce como información y no como memoria. Una información en serie, en virtud de la alta proporción de visibilidad de la experiencia individual, lo que representaría una gran producción y consumo de varias memorias autobiográficas. Este fenómeno se encuadra en la reconfiguración de los conceptos de tiempo y espacio como marcos sociales y generales de memoria. Lo anterior ha producido la revalidación del presente como el “régimen de historicidad”5 predominante, en donde el olvido tiene un protagonismo especial debido a los débiles vínculos que las representaciones mediáticas pueden construir con el pasado.

Este libro pretende ubicar el análisis de la relación entre memoria y medios informativos, dentro del campo de los estudios de la memoria. Para eso, primero, se lleva a cabo una conceptualización del término memoria colectiva, al desglosar sus elementos principales y su relación con la memoria histórica. Segundo, se enfoca en la distinción de los conceptos de memoria social y memoria comunicativa propuestos por Assmann, para ubicar allí el vínculo entre los medios informativos y la memoria. Tercero, se argumenta que el análisis de esta relación ha sido marginal en los estudios de la memoria y que, con base en la premisa de que los medios informativos se constituyen cada día como un acervo simbólico importante del pasado, es necesario contemplar el análisis profundo de los distintos aspectos de esta relación. Por último, se propone la definición del concepto recuerdo mediático-informativo como objeto de investigación y modelo metodológico.

NOTAS

1 Andreas Huyssen, En busca del futuro perdido. Cultura y memoria en tiempos de globalización (México: Fondo de Cultura Económica, 2002), 29.

2 Astrid Erll, Memoria colectiva y culturas del recuerdo. Estudio introductorio (Bogotá: Universidad de los Andes, 2012).

3 Elena Esposito, “Social forgetting: A systems theory approach”, en Media and Cultural Memory. An International and Interdisciplinary Handbook, editado por Astrid Erll y Ansgar Nünning (Berlin: Walter de Gruyter, 2008), 181-190.

4 Jan Assman, “Communicative and cultural memory”, en Cultural Memory Studies: An International and Interdisciplinary Handbook, editado por Astrid Erll (Berlin: Walter de Gruyter, 2008), 109-118.

5 François Hartog, Regímenes de historicidad. Presentismo y experiencias del tiempo (México: Universidad Iberoamericana, 2007).

MEMORIA, TRAUMA, OLVIDO Y MEDIOS INFORMATIVOS

LA MEMORIA COLECTIVA

La memoria colectiva es un proceso social de construcción, apropiación y transmisión de representaciones sobre el pasado. El primero en llegar a esta conclusión fue el sociólogo Maurice Halbwachs.6 El teórico francés, discípulo de Bergson y Durkheim, propuso que los recuerdos del individuo se construyen a partir del grupo al que pertenece. Esta memoria se configura dentro de unos dispositivos (el espacio y tiempo) y marcos sociales originados en la familia, los grupos religiosos y las clases sociales.

La teoría de Halbwachs se contrapone a la de Henri Bergson. Este último escribió su obra Materia y memoria como reacción antipositivista al texto de Théodule Ribot, Las enfermedades de la memoria, en el cual hacía referencia a la materialidad de la memoria al ubicarla en una parte específica del cerebro. De este modo, Bergson argumentaba que la memoria no se reduce al mundo material y que pertenece al espíritu en mayor medida. Por lo tanto, la distinguió en dos tipos: la memoria hábito y la memoria imagen. La primera es definida como mecánica, casi instintiva y se utiliza diariamente en la vida cotidiana; en cambio, la segunda es construida por el sujeto a partir de la percepción del recuerdo puro, desde el presente, recuerdo que es creado por la vivencia del acontecimiento. En resumen, “el recuerdo surge de la vivencia directa de un hecho, mientras que la imagen es algo mucho más general que no necesita la presencia del sujeto como testigo”.7

De acuerdo con Bergson, la memoria-hábito aplica y filtra la memoria pura, según la condición de presente. Esta última tiene relación con la duración y el tiempo, mientras que la primera lo hace con el espacio. Es decir, el proceso que se lleva a cabo en la memoria hábito es la aplicación, en el presente, de la representación que se realice del recuerdo, debido a que el recuerdo pierde su pureza en la medida en que dura. En palabras de Ricœur, “la existencia del recuerdo puro como un estado de representación virtual del pasado, anterior a su realización en imagen en la forma mixta de recuerdo-imagen”.8 En términos de Bergson:

Las ideas, decíamos, los recuerdos puros llamados desde el fondo de la memoria se desarrollan en recuerdos-imágenes cada vez más capaces de insertarse en el esquema motor (presente). A medida que esos recuerdos toman la forma de una representación más completa, más concreta y consciente, tienden a confundirse más con la percepción que los atrae o cuyo marco adoptan.9

De la teoría de Bergson se puede inferir que la memoria es como una conciencia del pasado que se encuentra en forma virtual, lista para cuando un sujeto desee evocarla y aplicarla (ponerla en acción) en el presente. Esta evocación se da en forma de imágenes, que son la representación de un objeto o acontecimiento que está ausente. La memoria pura, aquella representación de la vivencia inicial, pierde su pureza en la medida en que se aplica en el presente. Entonces, la memoria es inmaterial, pero la acción que produce, llevada a cabo por el cuerpo, es natural y concreta.

De esta manera, Bergson reconcilió el espíritu y la materia a partir del proceso de la memoria pura y la memoria hábito. Además afirmó, como lo dijo Ricœur, que el pasado es cuestión de duración y no de un paso continuo del devenir.10 El pasado pervive con el presente y se pone en acción cuando es necesitado. Para ejemplificarlo, Bergson realizó el esquema del cono invertido; la base de este está conformada por todas las memorias en estado puro (AB) y la punta es la memoria hábito (S), que aplica parte de esta memoria en el presente (P), por medio de una imagen que es representación de esta.

Figura 1. Cono SAB

Fuente: Bergson, Materia y memoria, 174.

La pregunta que surge, afín con la relación de los medios de comunicación informativos y la memoria, es: ¿qué sucede cuando la experiencia es vivida y grabada por las cámaras de televisión o transmitida por radio? Lo grabado y lo transmitido serían la memoria imagen, por lo que serían aquella impresión primera y se vincularía con aquello que Bergson llamó recuerdo puro. En ese sentido, las evocaciones posteriores, la memoria hábito, serían representaciones de esa primera impresión.

Ahora bien, la principal objeción de Halbwachs a la teoría de Bergson –quien fue su maestro durante siete años (1894-1901)– se refería al carácter individual del proceso de memoria. Si bien aceptaba la existencia de una memoria individual, para él, el recuerdo es construido a partir de los parámetros del grupo o grupos en donde el sujeto esté inmerso. Por ese motivo, esta memoria se construye en otra, llamada colectiva, a partir de marcos generales de memoria (espacio y tiempo) y marcos particulares de memoria (familia, religión o grupo social).

De igual modo, Halbwachs desarrolló una distinción en los tipos de memoria, pero desechó los conceptos de memoria hábito y memoria pura, puesto que, para él, no existe un recuerdo plenamente puro, debido a que todo es una reconstrucción del pasado a partir de parámetros grupales del presente. Por eso afirmó que existen dos tipos de memoria: la individual y la colectiva. Estas dos se sobreponen y se completan de manera simultánea. Sin embargo, la memoria colectiva “envuelve las memorias individuales”,11 pero sigue su propio camino. Las diferencias entre una y otra están, por ejemplo, en la duración y permanencia de cada una en el espacio y el tiempo. Conceptos en los que también difirió de Bergson, pues, para este, el espacio y el tiempo como duración son uno solo; mientras que Halbwachs los concibió como construcciones sociales que dependen de la conciencia del grupo, lo que produce una pluralidad, sobre todo, en la duración.

En este orden de ideas, la memoria individual está limitada a la existencia del sujeto y, la memoria colectiva, a la duración del grupo del que depende. Entonces, al pertenecer a un grupo, el individuo comparte la referencia de la historia de ese grupo, por lo que ya no es un impedimento articular la vivencia del sujeto a las experiencias no vividas de ciertas épocas, pues tiene referencia de ellas en el presente, gracias a que el grupo se las ha transmitido. Aquí, Halbwachs hizo la distinción entre una memoria interior o interna (individual) y otra exterior (colectiva), una memoria personal y una social, o “podríamos decir aún con más precisión: memoria autobiográfica y memoria histórica”.12

A pesar de los puntos de discrepancia, Halbwachs y Bergson coincidieron en formular la memoria como una especie de conciencia inmaterial, pero difieren en su relación con el individuo. Para el primero es una construcción colectiva; para el segundo, esta es independiente de él. El término memoria colectiva es una adaptación del concepto del sociólogo Émile Durkheim, conciencia colectiva, concebida como “la forma más alta de la vida psíquica, ya que es una conciencia de conciencias. Colocada fuera y por encima de la contingencias individuales y locales, solo ve las cosas en su aspecto permanente y esencial que ella fija en nociones comunicables”.13

El trabajo de Durkheim, que inspiró a Halbwachs, tiene el objetivo de explicar la forma como se construyen las categorías lógicas con las que el ser humano y la sociedad intentan comprender la realidad social. Este autor empezó con la formulación del concepto de representación en su artículo “Representaciones individuales y representaciones sociales”,14 publicado en 1898, que maduró en