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Nuevo hospicio para pobres es uno de los autos sacramentales más célebres de Calderón de la Barca. Fue representa en Perú en 1682. Los autos sacramentales son obras religiosas de carácter alegórico representadas sobre todo en España y Portugal durante el Corpus Christi. Este género ocupa un papel muy interesante en la tradición teatral de Occidente, pues coexistió, antes de desaparecer, con una incipiente y cada vez más popular narrativa escénica interesada en los individuos, y en los sucesos mundanos.
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Seitenzahl: 64
Veröffentlichungsjahr: 2013
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Pedro Calderón de la Barca
Nuevo hospicio para pobres
Barcelona 2024
Linkgua-ediciones.com
Título original: Nuevo hospicio para pobres.
© 2024, Red ediciones S.L.
e-mail: [email protected]
Diseño de cubierta: Michel Mallard.
ISBN tapa dura: 978-84-1126-080-0.
ISBN rústica: 978-84-96290-54-9.
ISBN ebook: 978-84-9953-362-9
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Créditos 4
Brevísima presentación 7
La vida 7
Personajes 8
Acto único 9
Libros a la carta 93
Pedro Calderón de la Barca (Madrid, 1600-Madrid, 1681). España.
Su padre era noble y escribano en el consejo de hacienda del rey. Se educó en el colegio imperial de los jesuitas y más tarde entró en las universidades de Alcalá y Salamanca, aunque no se sabe si llegó a graduarse.
Tuvo una juventud turbulenta. Incluso se le acusa de la muerte de algunos de sus enemigos. En 1621 se negó a ser sacerdote, y poco después, en 1623, empezó a escribir y estrenar obras de teatro. Escribió más de ciento veinte, otra docena larga en colaboración y alrededor de setenta autos sacramentales. Sus primeros estrenos fueron en corrales.
Lope de Vega elogió sus obras, pero en 1629 dejaron de ser amigos tras un extraño incidente: un hermano de Calderón fue agredido y, éste al perseguir al atacante, entró en un convento donde vivía como monja la hija de Lope. Nadie sabe qué pasó.
Entre 1635 y 1637, Calderón de la Barca fue nombrado caballero de la Orden de Santiago. Por entonces publicó veinticuatro comedias en dos volúmenes y La vida es sueño (1636), su obra más célebre. En la década siguiente vivió en Cataluña y, entre 1640 y 1642, combatió con las tropas castellanas. Sin embargo, su salud se quebrantó y abandonó la vida militar. Entre 1647 y 1649 la muerte de la reina y después la del príncipe heredero provocaron el cierre de los teatros, por lo que Calderón tuvo que limitarse a escribir autos sacramentales.
Calderón murió mientras trabajaba en una comedia dedicada a la reina María Luisa, mujer de Carlos II el Hechizado. Su hermanó José, hombre pendenciero, fue uno de sus editores más fieles.
Nuevo hospicio para pobres es uno de los autos sacramentales más célebres de Calderón de la Barca. La obra tuvo cierta relevancia en América y fue representada en Perú en 1682.
El Apetito, de ciego
El Ateísmo, de pieles
El Hebraísmo, de judío
El príncipe, galán
El rey, viejo venerable
La Apostasía, de soldado
La Avaricia, con barba
La Caridad
La Esperanza
La Fe
La Fortaleza, de ángel
La Idolatría, de indio
La Lascivia, de mendigo
La Misericordia
La Pereza, de leproso
La Sabiduría
La Sulamitis
Músicos
(Sale el Rey, viejo venerable.)
Rey ¡Oh, tú, divina mente,
que en campos del oriente sin oriente,
desde el siglo primero sin primero,
hasta el postrero siglo sin postrero,
a no dejar de ser la que ya fuiste, 5
del labio del Altísimo naciste
primogénita suya,
tú, que desde la eterna infancia tuya
cielos habitas, siendo si a ellos subes,
tu trono las colunas de las nubes, 10
desde donde circundas
el orbe a giros, desde donde inundas
a giros el abismo,
poniendo a un tiempo mismo
en varios horizontes 15
ley a los mares, límite a los montes,
tú, en fin, que sin principio y fin criada,
como el cedro en el Líbano exaltada,
como en Cades la palma, la especiosa
oliva en valle, en Jericó la rosa 20
y el plátano en la orilla
de las aguas, fragrante maravilla
de vid vallada entre diversas flores,
diste la suavidad de los olores
distilando en aromas 25
al cinamomo y bálsamo las gomas,
que en místico atributo
de honestidad y honor rinden el fruto
por quien el sabio llama
al buen olor perfume de la fama, 30
atiende a la voz mía
antes que diga, oh tú, Sabiduría
de Dios, pues ya para saber quién seas
tus renombres lo han dicho.
Sabiduría Dentro. Porque veas
que el que mi auxilio invoca 35
la línea apenas deste alcázar toca
cuando su voz se escucha: abrid las puertas.
(Sale la Fe con una cruz, la Esperanza con una áncora, la Caridad con un ramo de espigas, la Misericordia con otro de oliva y detrás la Sabiduría con corona y cetro.)
Fe Ya al nuevo Sol que en ti amanece abiertas
están, pues te hacen salva
segunda vez los músicos del alba. 40
Esperanza (Canta.) Díganlo en sus verdores
los dulces sustenidos de las flores.
Caridad (Canta.) En acentos suaves
lo digan los trinados de las aves.
Misericordia (Canta.) En sus claras corrientes 45
los sonoros pasajes de las fuentes.
Fe (Canta.) Y en sus cóncavos huecos
las cláusulas finales de los ecos.
Las cuatro (Cantan.) Juntando sus primores
ecos, cristales, pájaros y flores. 50
Rey Bien dice superior naturaleza,
oída la voz y vista la belleza;
a tanta luz mi turbación es mucha.
Sabiduría Dime ¿a qué fin me has invocado?
Rey (Escucha.) Yo soy (que aunque tú lo sabes 55
hay tan sagradas materias
que el saberlas explicar
es un segundo saberlas,
y más cuando al que las sabe
no es el oírlas molestia 60
por la caridad de que
quien no las sabe las sepa)
aquel rey de quien Mateo
y Lucas dijeron que era
(bien que con señas distintas 65
mas no con contrarias señas)
el que pacífico un tiempo
sobre la faz de la tierra
reinaba en paz y justicia,
con que citada la letra 70
entre ahora la alegoría,
pero entre con advertencia
de que uno es el que es y otro
es el que le representa;
y así a dos luces, pues basta 75
que en algo se le parezca,
es fuerza dejarlo a que
quien lo entendiere lo entienda.
Un hijo tengo, tan hijo
mío en todo que la idea 80
de mi cariño sin duda
continuamente le engendra.
Tanto en él me complací
y él en mí, que la unión nuestra
produce un amor de entrambos 85
que nos hace de manera
tan uno a los tres, que somos
en la igualdad de la ciencia,
del poder y del amor
tres personas y una esencia, 90
propiedades que me mueven
a que de nuestra grandeza
participe honores cuanto
en esta inferior esfera
el Sol ilumina a rayos 95
y el mar a piélagos cerca.
Determino darle estado
y para que resplandezca
en la elección de la esposa
más mi amorosa clemencia 100
ha de ser la Sunamitis,
que aunque en la versión hebrea
se interpreta «la que duerme»,
también mudada una letra
que por Sunamitis diga 105
Sulamitis, se interpreta
«la perfecta», conque a un tiempo
conviene en entrambas señas
en naturaleza humana,
pues en achaques envuelta 110
yace bien como dormida,
que es no estar viva ni muerta,
pues muerta para la gracia
vive capaz de tenerla
el día que con mi hijo 115
se despose, de manera
que de sus joyas dotada
vendrá a quedar tan perfecta
que a las dos luces que dije
la naturaleza y ella 120
no habrá quien dude que son
por hoy una cosa mesma.
Para la celebridad
desta real boda quisiera
de mi poder ostentando 125
la grande magnificencia
hacer partícipe a todo
el mundo y que en él no hubiera
desde la zona que abrasa
hasta el trópico que yela 130
término en que no sonasen
de mi majestad las nuevas.
Un espléndido banquete
a este efecto, en una cena
solicito hacer a cuantos 135
de mí convidados vengan
sin excepción de personas,
pues antes las más ajenas
y más remotas serán
de mi mayor complacencia, 140
como vengan para que