OX HOMBUK Y BINAH - Alexander Murillo - E-Book

OX HOMBUK Y BINAH E-Book

Alexander Murillo

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Beschreibung

Permite que tus pensamientos se queden donde esta tu cuerpo biológico, y te prometo que la claridad será tu presente… El origen de la vida, tan esquivo y al mismo tiempo presente en toda esta creación. Filósofos, científicos, creyentes, curiosos, gente común y corriente, todos siempre tuvimos la respuesta frente nosotros… quién, qué, por qué, son las preguntas de siempre y cuando parece que alguien encontró la respuesta, esta nos conduce a otro callejón sin salida, con otro nombre, con otra época, pero que al final resulta siendo más de lo mismo. ¿Y qué pasaría si eso que hemos buscado afuera, siempre estuvo dentro?... me permitirías compartir contigo un profundo recuerdo de algo que ya paso muchas veces, pero que por el bien de todo lo que existe, llego el tiempo en el que debe terminar otra vez, pero esta vez, de manera definitiva.

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Table of Contents

OX HOMBUK

Introducción

Capítulo 1.

Capítulo 2.

Capítulo 3.

Capítulo 4.

Capítulo 5.

Capítulo 6.

Capítulo 7.

Capítulo 8.

Capítulo 9.

Capítulo 10.

Capítulo 11.

Capítulo 12.

Capítulo 13.

Capítulo 14.

Capítulo 15.

Capítulo 16.

Capítulo 17.

Capítulo 18.

Capítulo 19.

Capítulo 20.

Capítulo 21.

Capítulo 22.

Capítulo 23.

Capítulo 24.

Capítulo 25.

Capítulo 26.

Capítulo 27.

Capítulo 28

Capítulo 29.

Capítulo 30.

Capítulo 31

Capítulo 32.

Capítulo 33.

Capítulo 34.

Capítulo 35.

Capítulo 36.

Capítulo 37.

Capítulo 38.

Capítulo 39.

Capítulo 40.

Capítulo 41.

Capítulo 42.

Capítulo 43.

Capítulo 44.

Capítulo 45.

Capítulo 46.

Capítulo 47.

Capítulo 48.

Cibergrafía

Filmografía

OX HOMBUK
Y BINAH
El origen de la vida
Sinopsis
Permite que tus pensamientos se queden donde esta tu cuerpo biológico, y te prometo que la claridad será tu presente…
El origen de la vida, tan esquivo y al mismo tiempo presente en toda esta creación. Filósofos, científicos, creyentes, curiosos, gente común y corriente, todos siempre tuvimos la respuesta frente nosotros… quién, qué, por qué, son las preguntas de siempre y cuando parece que alguien encontró la respuesta, esta nos conduce a otro callejón sin salida, con otro nombre, con otra época, pero que al final resulta siendo más de lo mismo.
¿Y qué pasaría si eso que hemos buscado afuera, siempre estuvo dentro?... me permitirías compartir contigo un profundo recuerdo de algo que ya paso muchas veces, pero que por el bien de todo lo que existe, llego el tiempo en el que debe terminar otra vez, pero esta vez, de manera definitiva.
Autobiografía
Soy ceremonia Humana “Alexander Murillo López”, nací en abril 12, de 1979, en Santa Isabel, un pueblo en las montañas del departamento del Tolima, en Colombia. Crecí en Ibagué, capital del mismo departamento, donde me hice Ingeniero Civil, pero mi vida profesional inició en Bogotá, donde conocí a mi esposa, una hermosa bogotana, con quien formamos un hogar en Eastvale, California.
Desde pequeño, fui de los que quieren saber “el por qué” de todo, pero fue junto a Lina Raquel, donde empecé a caminar mi despertar, y los hijos del Amor, Ian David y Nathan Aneck, llegaron para complementar la unidad, porque fue con ellos, que conocí el amor.
Buscando dentro de mí, encontré la voz que inspiró cada mensaje de esta historia de ciencia ficción, que deseo profundamente, puedas disfrutarla y compartirla.
Dedicatoria
Este libro está dedicado:
A mi hermosa familia, donde la luz de mi alma encontró su despertar… mi verdadera esencia está en ustedes.
A este hermoso ser que es GEA, quien, con su amor, ha sustentado la existencia de cada ser humano y de cada forma de vida… Solo la hija del corazón de un ser que es puro amor, estaría a la altura del grandioso reto que implica el propósito de esta creación.
A cada ser humano que ha caminado sobre la gran estrella azul y a la estrella azul… solo seres de tal nobleza, entregarían su existencia a la incertidumbre que produce el transitar la vida con los ojos vendados, para hacer de esta creación y de este Creador, la unidad que ilumina todo lo que existe.
Al Creador de esta creación y a cada ser presente en la gran ceremonia humana… solo dioses dignos del amor de GEA, aceptarían el reto de ser un mortal, en honor a su amor, por todo lo que existe.
Agradecimientos
A la valentía, presente en cada ser de luz que ha transitado la eternidad… gracias por ser iguales al Creador.
Al Cuerpo y al Alma, presentes en cada experiencia de esta creación… gracias por ser la Luz y la Sombra.
Al Lucero Nocturno, que observa a su Padre brillar desde lejos… gracias por el feliz retorno de tus 12 hijos.
A la sombra, que es el origen de toda Luz… gracias por haber alcanzado el Amor.
Al Hijo, que es el primer vigor del Creador… gracias por haberte dado el permiso de hacer lo que amas hacer.
A nuestra Binah, esencia del Creador y voz del silencio… gracias por enseñarnos a entender nuestro propio ser.
Al Amor por todo lo que existe, motor de esta gran aventura… gracias por ser en ti, donde encontré la luz.
A la luz de esta creación, presente en todo lo que existe… gracias por ser el principio y fin de la singularidad.
Introducción
Una de las más grandes razones de ser de este libro, es “el por qué” de nuestra existencia, de lo cual se desprenden un sinnúmero de interrogantes, y según mi criterio, los más relevantes son: quién soy, para qué estoy acá, qué es lo que le da sentido al acto de existir, y específicamente para este momento en la historia de la humanidad, qué es lo que vine a hacer.
Más allá de estas preguntas, darse cuenta de cuál es el propósito de esta creación, otorga la capacidad de entrar en sí mismo, que todos necesitamos para reconocer la verdad que habita en nosotros. Pensar en exceso y competir por alcanzar las zanahorias que simbolizan una vida exitosa, también tuvieron su intención, accionaron a favor del propósito de esta creación y lo siguen haciendo, pero esto es algo que está cambiando rápidamente, para darle paso a la siguiente fase en la evolución de la humanidad y de toda la biología que se manifiesta aquí, en esta hermosa corteza terrestre.
Si estás leyendo estas palabras, seguramente eres de esas personas que se da el permiso de preguntar y darse cuenta, tal vez por estar persiguiendo una iluminación que nunca se manifiesta, o no al menos como lo esperabas. Transitar la vida sin saber qué es lo que va a pasar en tu siguiente segundo de existencia, le otorgo a esta creación una sabiduría y una entereza que pueden calificarse como la mayor expresión del amor. Vives la vida sin saber que va a pasar y, aun así, puedes recordar el futuro… ¿Por qué tienes deja vus? Sé que puedes observar tus pensamientos, entonces, ¿quién observa, quién piensa, quién siente, quién habla y para quién hacen todo eso?
Encontrarte a ti mismo, es encontrar lo que siempre has buscado. La verdad siempre estuvo ahí, para que te descubras y te aceptes lo suficiente, y así decidirte a vivir tu verdad, a hacer lo que amas hacer, con toda la valentía de un dios que salta al vacío por amor a todo lo que existe.
Caminando sin saber, aprendí a aceptar la verdad, a aceptarme a mí mismo, y en ese camino apareció la voz que inspiro cada mensaje de este libro. La Ciencia Ficción es un campo de libre expresión, donde podemos mostrar la verdad, igual que en el arte.  Gracias por permitir que comparta un profundo recuerdo con cada uno de ustedes.
Capítulo 1.
Ellos
Han oído hablar de la ingeniería inversa, donde cada desarrollo es susceptible de ser copiado. Pero más allá de eso, alguien que practica la ingeniería inversa a niveles que trascienden lo comercial, es capaz de descifrar al desarrollo y al desarrollador. Esto es posible, porque todo lo creado revela la esencia, la consciencia y la intención de su creador. Ahora, cuando se trata de desarrollos, la creación misma es lo más sofisticado y perfecto que existe y, por ende, aquel a quien llamamos el Creador, es por ahora, el mejor en este campo, casi insuperable.
En esta misma era, donde los conceptos de tecnología, programación, jaqueo, algoritmo, cuántica, implantación, instalación, encriptación, decodificación, formateo, copiado, desarrollo y demás, son tan comunes y familiares casi para cualquier persona, nació un niño con una inteligencia especial; tanto, que fue diagnosticado con TDAH, porque su capacidad de observar y percibir lo que otros ni siquiera podían notar, era tan natural y evidente, que la gente que se hacía llamar normal, prefirió catalogar esa virtud como un desorden, como argumento para medicarlo, antes de tener que lidiar con un genio enjaulado. Afortunadamente, dentro de los muchos miles de niños diagnosticados con este supuesto desorden, los padres de este niño decidieron no medicarlo. En su propósito de educarlo, se dieron cuenta que es más lo que ellos aprendían de su hijo, que lo que podían enseñarle, y sí, al principio fue casi traumático, pero cuando todos los involucrados aprendieron a disfrutar del proceso, de alguna forma entendieron que este tipo de capacidad está aquí para revelar luz. Inevitablemente este niño creció —y me refiero a que en verdad creció— tanto que su deseo de saber el porqué de todo, desde muy temprano superó toda lógica, toda filosofía, cualquier credo y toda sabiduría; al punto que el acto de sentir, pareció ser la única opción viable para saciar ese deseo de entenderlo todo. Desde que tuvo uso de razón, probó de todo lo que la vida le puso en su camino, con la esperanza de comprender y comprenderse; incluso aquellas sustancias peligrosamente adictivas y conductas duramente censuradas por la sociedad, estuvieron dentro del menú, porque siempre se ha dado el permiso de sentir y ser libre, no ha perdido el tiempo esperando que los demás lo comprendan, porque lo que ha buscado es comprenderse a sí mismo.
En todo este desenfrenado vivir y sentir sin restricciones, inevitablemente experimentó con medicinas sagradas, meditación trascendental y todo tipo de rituales que permiten conectar con lo más profundo del ser. Unos pocos años de disciplinado estudio y práctica le bastaron para que terminara siendo el guía de sus propios maestros. Solo con respirar puede alcanzar los mismos estados mentales que el 5-DO-DMT le permiten experimentar; lo controla a tal punto que siempre está en trance y simultáneamente vive una vida poco ortodoxa, pero que resulta admirable hasta para los que no se soportan ni a ellos mismos. La paz que transmite solo con su presencia es su carta de presentación, hasta sus propios detractores prefieren compartir un tiempo con Él, que las adulaciones de sus amigos. Aun cuando parece que se está describiendo a una persona que está a punto de convertirse en un ángel, la verdad es que esto lo logró buscando una supuesta iluminación que nunca llega.
Dentro de todos los rituales, el sexo es de lejos, lo más poderoso que ha experimentado, por lo que inevitablemente se encontró con su equivalente femenina —cuando digo equivalente, me refiero a que sus energías son igual de equilibradas, los que pueden observarlos con la sabiduría de alguien que sabe “ser”, entienden que los dos se ven igual—. Ella es una chamán que antes de buscarse a sí misma en este camino, tuvo que experimentar repetidas veces lo que es ser abusada y tener que guardar silencio al respecto, para después ejercer como prostituta, donde aprendió a escuchar a sus clientes mucho mejor de lo que ellos mismos se escuchaban, era capaz de entenderlos incluso cuando descaradamente le mentían, por lo que el sexo con ella era de lo más especial; pero la sensación de ser escuchados y escuchadas superaba con creces el deseo de la carne, por lo cual, sus clientes le eran especialmente devotos.
Tanto Él como ella, desde muy temprano entendieron que en esta vida no hay nada qué perdonar, porque basta con aceptarse a sí mismo para sentir la perfección de existir. Era solo cuestión de tiempo, para que ella, apoyada en su virtud de escuchar a los demás, tomara el mismo camino que Él, con el mismo enfoque desinhibido frente a la vida; libres, siempre buscando ir más allá, disfrutando hasta más no poder descubrirse a sí mismos en todo lo que perciben. Cuando se encontraron, solo bastó una mirada para conectar y saber que juntos buscaban lo mismo. Ella una poderosa chamán y Él, guía de maestros.
Sanar a otros con algo que solo puede describirse como magia, equilibrar el aura con solo un respiro y un movimiento imperceptible de las manos, comunicarse con las personas, los animales, las plantas, las rocas, la tierra, caminar sobre el fuego o sobre el hielo, levitar, comunicarse con seres etéreos… todas habilidades geniales que, para la gran mayoría de personas están en el plano de lo sobrenatural; pero olvídense de todo eso, porque lo que viene, va más allá.
Los dos supieron que el haberse encontrado tiene un propósito, y mientras lo encuentran, entienden que lo mejor que pueden hacer es poner en práctica eso que activa la magia más poderosa, tener sexo con amor, de común acuerdo y desde una misma intención, lo cual logran de inmediato, y entran en un trance donde ella lo guía a Él sin ver por dónde va, mientras respiran tan profundo como pueden. Eso que muchos llaman la flor de la vida, es un punto donde Él ha estado muchas veces, igual que ella, pero es Él quien ahora está ahí, mientras ella lo sostiene. Aun cuando no lo ve, ella percibe lo que Él ve y sabe dónde está, porque también ha estado ahí muchas veces. De manera instintiva, ella se comunica con Él, desde ese intenso sentir que comparten, orgasmo tras orgasmo y en perfecta sincronía. Ella le dice, “enfócate en el centro, sé que no para de crecer y moverse, pero enfócate en el centro… sé que es esquivo y confuso, pero si te enfocas lo vas a controlar… ahora quiero que veas que es la proyección lo que se mueve, tu ser está completamente quieto, jamás te has movido… respira profundo y siente cómo te diluyes en el origen del fractal”… eso que percibimos como tiempo, se detuvo, aun cuando los fractales se siguen moviendo y cambiando de forma, el estar enfocado en el centro, en el origen, le permite atravesar la proyección; parecía que iba a ser como meter la cabeza en una pantalla líquida sin vidrio, pero se da cuenta que es solo un holograma, una proyección en movimiento… ese fractal, la flor de la vida, ahora está atrás de Él, pero es como ver el negativo de la proyección, como quien está parado atrás del telón blanco donde la película está siendo proyectada; empieza a notar que en varias imágenes simultáneas —22 en total— puede verse a sí mismo junto a ella, mientras tienen sexo y además cada proyección transmite el sentir de todo lo que está pasando con ella y Él; pero el negativo de toda esa súper proyección de 22 vistas de un mismo momento, se desvanece ante sus ojos como neblina que se dispersa…  ahora, se encuentra a sí mismo en una habitación oscura con muchas ventanas a su alrededor, similar a una torre de control, en el centro ve una silla como de odontología y allí una sombra con silueta humana que, dentro de sí, tiene el universo entero; es una sombra tan profunda que no tiene fin, es como ver un horizonte de eventos con forma humana, repleto de galaxias, nebulosas y luces en movimiento. La silueta se mueve como alguien que desea salir de un trance, porque sabe que debe terminar, Él se acerca y le pregunta a la silueta, “¿quién eres?”, la silueta gira su rostro hacia Él y lo toca en medio de los ojos con uno de sus dedos y todo su ser etéreo es succionado por un portal de color violeta por el que viaja sin parar… de repente despierta viendo a través de los ojos de aquel quien es la silueta, lo ve todo y sabe todo, esa silueta es el Creador en persona y su nombre es Ox Hombuk.
Sí, años de disciplinada formación, cuestionar todo lo que los demás dan por establecido, buscar incesantemente algo que no sabe qué es, tener sexo con amor, magia, la ayuda de otro ser humano tan equilibrado como Él y con quien comparte el mismo propósito, la complicidad del Creador, todo esto sincronizado en un solo orgasmo, fueron necesarios para que un ser humano, accionando desde la fisicalidad, pudiera accesar al Creador mismo… y si Él pudo lograrlo, de hecho, cualquier ser humano puede hacerlo.
Resulta que esta creación alcanzó un punto de evolución que trasciende todo propósito hasta ahora imaginado; pero para entenderlo, es necesario saber quién es el Creador, para qué y bajo qué circunstancia creó todo esto, y la única manera de lograrlo es entrando en el ser del Creador.
Entonces, qué te parece si damos un paseo por el ser del Creador, a manera de un cuento para despertar.
Capítulo 2.
La guerra de los multiversos
Existe un universo cuyos habitantes son seres de luz, también conocidos como dioses. De ellos se sabe que tienen la función de crear, por lo que también se les llama “creadores”. Ox Hombuk es un ser de luz que brilla de una forma única, porque actúa de forma única, operando fuera de los parámetros de creación que los demás dioses siempre han respetado. Él sabe que todo lo creado debe revelar la consciencia, la esencia y la intención de su creador, igual que el fruto revela su árbol de origen. También se ha entrenado a la par con los dioses más poderosos, conoce hasta la saciedad todo lo creado y siente que hay algo que no está bien. Él ha creado universos donde todo evoluciona constantemente y aprende de esa evolución para después crear universos donde aplica todo lo aprendido, siempre con la intención de hacerlo mejor.
Acaba de ser frenada una rebelión que puso a prueba la existencia misma, en la que se vieron involucrados todos los universos hasta ahora creados, y las virtudes que son valoradas más que un tesoro, están opacadas por la intensidad de lo ocurrido. Olvidaron lo que es sentir, en el fondo esta es la razón por la que inició la rebelión, porque no fue hambre, ni ambición, tampoco injusticia o corrupción, sed de venganza o falta de paz; estos problemas están más que resueltos y son asunto del pasado. Fue la basta perfección que dominaba en este multiverso, pues la vida de estos dioses y de todos los seres que existen es tan perfecta, que no hay forma de percibir esta perfección; solo dicha instantánea, cero necesidades, todos los deseos satisfechos al instante, están tan sumergidos en su perfección, que olvidaron sentir y con todas las necesidades resueltas, los actos de dar y compartir, rayan en lo desconocido, al punto que solo unos pocos imaginan vagamente lo que es servir. Así, en medio de este absurdo, inició esta insurrección impulsada por el deseo de encontrar aquello que se supone que falta, lo que sea que le da un verdadero sentido a la existencia.
Es necesario saber que, desde siempre, los dioses han sido entrenados para crear universos que superan los límites de la imaginación; pero, casi todo lo creado tienen como principal función adorar al dios que lo creó, porque como regla general siempre se ha asumido que esto es lo que sustenta la existencia tanto del dios, como del universo creado. Esta relación entre los dioses y sus creaciones, mantuvo una armonía aparentemente perfecta, sobre todo en aquellos universos cuyos dioses supieron mantener en carrera a su creación bajo una relación de dependencia donde se supone que lo creado necesita a su dios creador; ahora, lo que no está claro, es para qué lo necesita.
Los universos empezaron a convulsionar en el momento que se dieron cuenta que toda la devoción a su dios creador había sido en vano, pues una vez creados, para seguir existiendo aparentemente no necesitan de su creador, así lo entendieron y de manera masiva y sincronizada, dejaron de adorar a su dios creador. El asunto es que dejaron de adorar a sus creadores, pero igual, siguieron existiendo. Rápidamente la anarquía empezó a reinar en casi todos los universos, la armonía que ponía orden —bueno, si a eso se le puede llamar orden—, simplemente se quebró… un inminente colapso se veía venir, los universos encontraron la forma de interconectarse, pero, en vez de usar esta capacidad para unirse e intercambiar logros y experiencias, dieron inicio a un periodo de guerra que eclipsó casi por completo el deseo de existir, pues se dieron cuenta que ninguna de las cosas por las que habían trabajado le daba sentido al futuro y tampoco al pasado; de esta forma es como la búsqueda de aquello que le da sentido a la existencia es lo que ahora mueve los universos y también a los dioses. Planetas y civilizaciones enteras desaparecieron, mientras los omnipotentes dioses peleaban entre sí, porque cada uno quiere demostrar que tiene la razón en cuanto a que la virtud que representa es la respuesta, pero ninguno pudo encontrar cómo detener este terrible caos, y cuando esta guerra había tocado casi la totalidad de lo creado, un vibrar distinto empezó a percibirse en todas partes; por el momento no se puede reconocer su origen, pero se siente tanto entre dioses como universos. Así es como este desenfrenado actuar está detenido por algo que ni los propios dioses pueden definir, y queda claro para todos que allí se encuentra lo único que puede darle sentido a la existencia.
La guerra se detuvo, pero todos son conscientes de que aquel deseo de encontrar la respuesta sigue latente y que en cualquier momento una guerra igual o peor puede estallar. Es como aquel periodo entre la primera y la segunda guerra mundial, donde se sabe que la guerra no terminó, si no que se detuvo por un tiempo. Bajo esta presión se decidió nombrar un grupo especial, cuyo propósito principal es mantener la paz, permitir a todos existir en libertad y coordinar la búsqueda de lo que se supone que hace falta para no tener ninguna carencia.
Delegados de todas partes postulan su ser para hacer parte de este grupo, pero tan pronto se enteran de la tarea que deben cumplir, dan un paso al costado. ¿Cómo? ¡Mantener la paz y seguir con la búsqueda… no cualquiera está hecho para eso! Es evidente para todos, en especial para los representantes de cada universo, que la idea de seguir buscando, pero sin pelear una guerra, viene de la familia más poderosa de todos los universos y, en consecuencia, se llegó a un consenso en el que, por ahora, el grupo especial estará conformado por los ocho dioses más poderosos que existen, quienes, a su vez, son miembros de esta poderosa ascendencia.
Estos dioses son a su vez los máximos exponentes de las virtudes más valoradas, fuerza de voluntad, bondad, belleza, armonía, valentía, capacidad emocional, entendimiento y sabiduría; todas en algún punto parecen tener algo en común, pero nadie logra identificar qué es. Como sea, estos son los dioses que conforman ese grupo especial, que por ahora es la máxima autoridad de los multiversos, pero ellos saben que ninguna de sus virtudes demostró ser la respuesta que todos buscan.
Aquel vibrar distinto no para de resonar, es tan acogedor que hasta hace que la luz brille diferente, con un color, una intensidad y una pureza que nunca antes se habían visto, al punto que solo con respirar pareciera que la esencia misma de todo lo que existe toca tu ser. Encontrar lo que origina esta resonancia es la primera prioridad de los ocho dioses que conforman el Consejo de los multiversos.
Capítulo 3.
Creando un trance
La respuesta está en ti
“Ox Hombuk”, aquel dios que brilla con luz especial, conoció a otro dios durante la guerra, “Binah”, y aunque aparentemente diferentes, lo idéntico de su esencia y su brillo, les permitió establecer una relación sumamente intensa. Dos dioses unidos a tal profundidad, es algo de lo que no hay memoria. En el multiverso, no existe el género sexual, cada ser y cada dios es en esencia la combinación de las energías masculina y femenina, el origen de toda fuerza y movimiento.
El poderío de esta relación es tal, que, al estar juntos, la intensidad de la guerra disminuía notoriamente, consecuencia que los dos notaron desde el principio, lo que consolidó aún más su unidad; pero no fue hasta después de la guerra que estos dioses notaron lo especial del brillo de su ser, ante los demás son un solo dios, porque así se perciben a sí mismos, pues sus esencias ahora son una sola. La naturaleza de la unidad de Ox Hombuk y Binah les permite ver y sentir cosas que otros, a pesar de ser dioses, ni siquiera pueden notar, lo que movió en ellos el deseo de crear un trance, donde un dios sea capaz de entrar en sí mismo, en su propio ser, en todo su ser, incluyendo el subconsciente; porque lo que sea que todos están buscando, hace parte de todo lo que existe, pero al parecer, nadie es consciente de eso. Se trata de un trance tan elaborado, envolvente e intenso que, al entrar, el creador olvida quien es, con la intención de ser liberado de su identidad y paradigmas, y así poder accesar su propio subconsciente, para lo cual es necesario que el creador ponga todo su ser en ello. Este ambiente maleable, le permite al creador fragmentar su ser en infinitos actores, encargados de representar todo tipo de situaciones, para experimentarse a sí mismo sin límite, y conocerse desde dos posiciones primordiales, “el que experimenta y el que observa”. Todo esto sucede en un solo instante y desde la consciencia, usando la propia luz del creador, todo su ser, quien voluntariamente entra en un profundo trance, para encontrar su propio subconsciente y revelar lo que sea que se encuentre allí.
Binah sabe perfectamente que el haberse unido a Ox Hombuk, es lo que les otorgó completitud y entereza a los dos, porque se complementan; pero les hace falta la coherencia que solo se logra entendiendo y aceptando aquello que está en sus subconscientes. Llegar a tal profundidad dentro del propio ser, exige darlo todo. Hasta ahora, cada vez que un creador desea crear algo, da una parte de su ser, la cual adquiere una consciencia propia y se hace una creación, pero para este trance en particular, todo el ser del creador se hace la creación.
En esta creación, la parte del creador que hace de observador, también olvida quién es, solo es consciente de su posición de observador y poco a poco aprende que puede afectar a los actores. Parte de la mecánica consiste en que cada actor tiene una parte equivalente en el observador y, en consecuencia, cualquier cambio que sufre un actor, también lo experimenta su parte equivalente en el observador. Es decir, el creador puede experimentar, sentir y aprender todo lo que se le ocurra desde las distintas posiciones que puedan ocupar los actores y a su vez, verse a sí mismo actuando, desde el observador, quien tiene la capacidad de sentir todo lo que los actores sienten y, además, puede influenciar a los actores, para que tomen decisiones que los meterán en situaciones que tienen el único propósito de experimentarse a sí mismo, una y otra vez, hasta lograr un aprendizaje absoluto. Todo esto sin perder de vista que los actores y el observador son manifestaciones del creador, quien poco a poco se está dando cuenta de todo aquello que está en su subconsciente, es decir, se está haciendo consciente de quién es en verdad. ¡Joder!, a eso es a lo que le llamo “Un Verdadero Trance”.
Cuando los actores logran darse cuenta de lo que está pasando, desde su nuevo nivel de consciencia comienzan a vibrar con la verdad, ahora ejerciendo como observadores, pero con presencia física entre los actores. Esta posición ambivalente y de autoformación, les otorga a estos nuevos pequeños observadores, una perspectiva y un entendimiento únicos de qué es lo que está pasando dentro de la creación y cómo aún están entre los actores, su capacidad de influenciar es mucho más tangible y directa que la de los observadores sin presencia física. El asunto es que cuando estos nuevos observadores pierden su presencia física, se unen al observador que los influenciaba cuando eran actores.
El trabajo de experimentarse y conocerse a sí mismo es lo principal, porque toda esta creación está hecha de luz y en la luz está todo lo que se debe aprender, sentir y vibrar. Conocer la luz es conocerse a sí mismo.
Para conocerse a sí mismo, el actor debe sentirse en todo lo que pueda percibir, a la vez que se hace responsable de todo lo que pasa, haciendo uso consciente de las oportunidades en que esta creación, le permite decidir. Esto es así, porque hay un solo creador y Él es el único responsable de lo que sea que sucede dentro de su propio ser, dentro de su creación. Para darle un sentido de pertenencia aún más profundo, todo está formado enteramente de la luz del creador que está experimentando el trance, porque Él alimenta la creación y de esta manera, es que la luz del creador es la única materia prima del trance.
La luz está hecha de dos elementos derivados de la esencia misma de los dioses, elementos que Ox Hombuk y Binah sienten y buscan comprender, porque al experimentar esto que sienten, detuvieron la guerra. Sí, la unidad de Ox Hombuk y Binah es el origen de la resonancia, su unión es lo que detuvo la guerra, pero incluso ellos están buscando entender cómo es que pasa esto.
Capítulo 4.
Los ocho dioses entran en el trance
Sea como sea, los dioses escogidos sí son los más poderosos, tanto que ahora, como antes de la guerra, sus universos siguen siendo los más grandes, a pesar de las devastadoras pérdidas sufridas. Puede que estos dioses ahora no tengan mando sobre sus creaciones, pero siguen siendo dioses y a pesar de la rebelión, los universos creados por ellos, aún los reconocen como los creadores.
Entonces, sin la carga de tener que manipular sus creaciones para que los perciban como necesarios, estos dioses se enfocaron en ubicar el origen de aquella resonancia y fue así como llegaron a la unidad de Ox Hombuk y Binah. Para ellos es solo Ox Hombuk, un dios que brilla distinto. Siempre han reconocido en Él una capacidad creadora que rompe los esquemas, es más, que ni siquiera reconoce esquemas. Todos pensaron “lo que sea que este loco haya hecho, es lo que está resonando y necesitamos saber qué es, cómo lo logra, porque allí está la clave para poder ser un digno miembro del Consejo de los multiversos”. Los ocho dioses estuvieron de acuerdo en que es evidente que algo ha cambiado en Ox Hombuk, pero es Él, y parece que está más loco que nunca, pues no para de danzar. Lo que trajo a estos dioses hasta Ox Hombuk fue el deseo que los posee, “consolidarse como los únicos e inamovibles miembros del Consejo de los multiversos”, eso, junto con la idea de estar frente a un loco, les impide ver lo obvio, no es un loco danzando, es Unidad y Amor.
Ox Hombuk y Binah, al verlos y escuchar la razón por la cual los han buscado tanto, reconocieron la oportunidad de probar este trance que diseñaron, así que les contaron a estos ocho dioses de la posibilidad de entender qué es lo que resuena en toda la creación y que además están buscando a alguien que quiera entrar en este estado, que solo se puede lograr si el creador pone en ello toda su luz. Este trance es en sí un entrenamiento, para aprenderse a sí mismo y poder compartir lo aprendido. Aun cuando a ninguno de estos dioses le interesa compartir, porque lo único que quieren es ser los únicos miembros del Consejo, todos se ofrecen para experimentar lo que es entrar en su propio ser.
Lo que mueve a estos ocho dioses, es su intención de imponerse ante los demás; de hecho, se ven a sí mismos como los únicos seres de luz dignos de tal propósito, y aun cuando es verdad que la guerra no está dentro de sus planes, si están dispuestos a todo con tal de mantenerse en el poder e imponer su voluntad sobre todo lo que existe, incluso si esto implica pasar por encima de lo que ellos mismos son. La razón por la que estos dioses representan las virtudes más valoradas, es porque su propio ser es la mayor expresión de esa virtud que representan, su propia existencia tiene un propósito que va más allá de simplemente ser un creador, pero no se pueden dar cuenta de ello, porque están ensimismados en su propósito de imponerse.
De esta forma, después de la guerra, estos ocho dioses se probaron a sí mismos, entrando en su propio ser, usando este elaborado trance, en donde ellos mismos, por separado, se hicieron la creación, su propia creación. Es así, porque por ahora, solo los dioses mejor preparados tienen alguna posibilidad de encontrar lo que entrar en sí mismos les permite vibrar, pero hasta ahora ninguno pudo lograrlo, todos debieron ser rescatados del olvido y la locura; ellos habían creado universos formidables dentro y fuera de sí mismos, pero olvidaron la razón de ser del trance y fracasaron, igual que cuando “compitieron” por demostrar que la virtud que representan es la respuesta que todos buscan. A pesar de la derrota, cada uno de estos dioses dejó una memoria dentro de la unidad de Ox Hombuk y Binah, quienes, en esta empresa, accionaron como guías espirituales, faros de luz, chamanes, o como quieran llamarle. Esta memoria es en sí la esencia de ellos mismos y de la virtud que representan, pero aún debe ser madurada, para que se revele ante toda creación, de forma que se pueda acoplar a todas las demás virtudes, porque todas tienen algo en común.
Ox Hombuk y Binah aún no se han probado en el trance. Ellos son sus creadores, lo diseñaron desde la unidad que forman y con el deseo de compartir lo que puedan encontrar, porque ellos saben que al entrar en sí mismos, hasta revelar lo que hay en sus subconscientes, pueden entender la esencia de la luz.
Capítulo 5.
Ox Hombuk entra en el trance
Ox Hombuk y Binah están teniendo sexo en lo que solo se puede describir como una danza cósmica perfecta, pero en medio de este multiorgasmo, sintieron la profunda necesidad de entrar en ellos mismos, como un llamado que resuena desde su propia esencia, que es un deseo vibrando en todo su ser, el deseo de alcanzar esa completitud, esa entereza y esa coherencia, que saben que pueden encontrar entrando en ellos mismos, usando el trance que diseñaron.
¿Cómo es que dos seres pueden unirse de tal manera únicamente teniendo sexo? Bueno, el sexo no es un simple acto físico impulsado por la lujuria, la atracción o el deseo; el sexo es, junto con el amor y la inspiración, la más poderosa, efectiva y eficiente forma de intercambiar, compartir y mover energía, tanto que son las únicas herramientas capaces de revelar luz desde la nada misma, como crear energía desde la interacción de polos opuestos. En consecuencia, la energía que están revelando Ox Hombuk y Binah, es tan intensa, poderosa y sublime, que es al multiverso como El Sol es a la tierra. ¿Acaso es esto posible? Solo para hacernos una idea, el tamaño de un agujero negro es millones de veces más pequeño que un electrón, pero es capaz de revelar más energía que cualquier estrella del universo, y no solo revela, sino que también absorbe, porque puede intercambiar, compartir y mover energía. Piénsenlo por un momento, ¿cómo es que algo que por su tamaño es la nada misma y puede revelar toda esa energía? Lo único que nos da una idea de la capacidad de un agujero negro, es el tamaño del horizonte de eventos que lo rodea. Piensa que tienes un lienzo, en donde está dibujado el universo entero, te acercas y con una aguja muy fina, pinchas el lienzo y ahora todo ese universo físico posee un punto de conexión con algo que no es visible en este plano, porque está atrás de eso que percibes como real, algunos lo llaman agujero de gusano, otros lo llaman portal, no importa, porque aquí la idea es que el sexo, el amor y la inspiración son accesos a la energía de lo que no somos conscientes, tan poderosos como un agujero negro. Uno de los aspectos de este mecanismo, es que esta energía que habita en nuestro subconsciente, inicialmente se revela como una necesidad o una idea.
Ahora, Ox Hombuk, de alguna forma, es quien tiene la responsabilidad de entrar en el trance, porque fue en él donde vibró con mayor intensidad la necesidad de entrar en sí mismo. Conscientes del reto que implica este trance, verificaron la forma en que este se desarrolla y al hacerlo, Ox Hombuk le dijo a Binah, ¿Qué pasaría si no logro recordar quién soy? A lo que Binah respondió: “siempre voy a estar contigo”. La totalidad del ser de lo que en un principio era Ox Hombuk, entró en trance, pero también una parte de Binah entró junto con Él. Esto es posible porque en verdad son un solo ser y además aún siguen en su hermosa danza cósmica, en un solo gran, potente e intenso orgasmo.
De repente, Ox Hombuk está inmerso en su propia consciencia, que es infinita y bajo el accionar de este trance, opera como un sueño profundo, desde donde se percibe a sí mismo despojado de su identidad, sin nombre, sin personaje, sin deberes que cumplir, sin principio ni fin; Él es lo único que existe, por lo que rápidamente entiende que Él es un ser infinito. Pero la verdad es que no está solo, porque una parte de Binah está con Él, pero Él no la percibe como un otro, porque son un solo ser, solo que Binah no está en trance y tampoco ha olvidado quién es, pero por el momento, ella no se hace notar.
Ox Hombuk es cocreador de este trance y, además, ayudó a rescatar a los ocho dioses que se habían quedado atorados dentro del olvido y la locura mientras entraban en sí mismos, con lo cual, Ox Hombuk y Binah son los seres de luz mejor preparados para aprender lo que sea que haya para aprender de su propio subconsciente, sobre todo porque saben que la mejor posición de observación, es aquella desde donde se puede ver dentro de sí mismo.
Es muy importante saber que la forma en como rescataron a los ocho dioses, fue guiándolos dentro de sus propias esencias hacia el centro de su ser, en ese punto donde no hay ruido ni duda, usando un llamado continuo que tenía la exacta vibración de esa esencia, porque para conectar consigo mismo, es necesario sentir que se está llamando a sí mismo. En ningún momento Ox Hombuk o Binah entraron al trance de los otros dioses, simplemente les hablaban con la mayor calidez posible, con absoluto amor, movidos por un genuino deseo de regresarlos al universo de los dioses sanos y salvos, con su esencia original intacta y siempre lo lograron.
Aun cuando ninguno de estos dioses logró el objetivo de conocerse a sí mismo observando su propia luz, su propia esencia, aquel llamado de Ox Hombuk y Binah sí que dejó huella en la forma en cómo se perciben a sí mismos; no por que fueran Ox Hombuk y Binah los que realizaron esta tarea, sino porque, aunque aquel llamado fue hecho con una vibración copiada, esta era idéntica a la original, a la vibración del dios en trance y eso les permitió sentirse a sí mismos como nunca antes lo habían hecho, porque cuando el llamado tiene la misma vibración del creador, este entra en resonancia consigo mismo y es por eso que al salir del trance, aun sin el aprendizaje que buscaban, su autopercepción es otra. Esto es así, porque la resonancia hace que todo lo que estaba disperso por la confusión, se reacomode en una sola autoimagen, en un solo ser, en el verdadero centro, donde todo vibra igual.
Capítulo 6.
Binah
Hasta ahora sabemos varias cosas de Ox Hombuk, pero ¿quién es Binah? Ox Hombuk, es un creador sin igual, más allá de la formidable belleza y el encanto de sus creaciones, es el sublime acto de poner su esencia misma en todo lo que crea, lo que hace la diferencia entre los universos que Él ha creado y las creaciones de los otros dioses. Él sabe que todo lo que existe, incluso los dioses mismos, tienen la obligación de evolucionar e impedirlo puede traer graves consecuencias. Además, esa enferma relación de necesidad que hasta ahora habían mantenido los dioses y sus creaciones, son en sí, el mayor impedimento a la evolución de todos los universos creados, a excepción de los universos creados por Ox Hombuk, los cuales han evolucionado de manera constante desde su origen.
De cualquier forma, un verdadero dios es también un creador y lo que sea que un dios crea está impregnado con su esencia, su consciencia y su intención; lo que en este punto permite entender que la esencia, la consciencia y la intención de los universos creados por Ox Hombuk, están enteramente enfocados en la evolución constante, mientras que en los demás universos, la evolución es sumamente lenta y además constantemente reprimida desde la idea de que solo se puede avanzar hasta donde su creador lo permita y que inexorablemente necesitan de su creador, aunque no saben para qué. Mantener esta ilusión, esta falsa necesidad, implica restringir toda forma de libertad, poner límites y cohibir el deseo de crecer, poniendo constantemente en jaque a los creadores de estos universos, porque esta tarea de hacer que los necesiten, restringir, limitar y cohibir, también les impide a ellos mismos evolucionar. Esta enferma manera de existir fue lo que los condujo a la guerra y el estar libres de la opresión de sus creadores, le permitió a cada universo iniciar una fase de desarrollo que se enfocó en lo bélico, dado que son neófitos en la conducción de su propia existencia, no saben ser libres y aun cuando se dieron cuenta que no necesitan a sus creadores, dentro de sí continúan pensando que lo que sea que sustenta su existencia, se puede acabar. Por eso cuando encontraron la forma de moverse entre universos, empezaron los saqueos y los asesinatos en masa, y fue en este punto donde los universos creados por Ox Hombuk, se vieron involucrados en la guerra, pues al ser los más evolucionados, son también los más abundantes y poderosos. Los universos de Ox Hombuk, en su proceso evolutivo, también habían pasado por épocas de guerra, pero precisamente su enfoque evolutivo fue lo que les permitió encontrar en sí mismos la capacidad de perdonar y seguir adelante.
Los universos de Ox Hombuk rápidamente bloquearon cualquier intento de invasión, y también se establecieron como los únicos universos dispuestos a compartir su abundancia y sabiduría, con quien estuviera dispuesto a aprender y evolucionar. El primer universo creado por Ox Hombuk es en verdad especial, lo cual se nota en que es el universo que evoluciona más rápido y es precisamente aquí donde uno de estos seres evolucionó hasta hacerse un dios; esta es Binah, quien, a pesar de su alcance, nunca se ha visto a sí misma como superior a nada de lo que existe, por el contrario, de cierta forma, todo lo percibe como igual. Desde su condición de dios y desde la consciencia y la esencia con la que fue creada, ha facilitado la evolución de su universo y fue la guerra la que le permitió reconocerse como un dios, pues se dio cuenta de lo poderosa que es y que también puede crear, de hecho, ha creado constantemente la realidad que la rodea, solo que durante mucho tiempo no logró notarlo, pero ahora lo sabe y lo controla muy bien.
Toda esa capacidad junto con la sabiduría de haberse formado a sí misma como un dios, le permitió reconocer en la guerra una oportunidad de compartir todo esto con dioses y creaciones, y es así como decidió salir de su universo para para entrar en el universo de los dioses. El esplendor de este universo avivó su propia luz, pero para nada frenó su deseo de compartir su sabiduría.
Como Binah se formó en y desde un universo creado por Ox Hombuk, la esencia de Ox Hombuk está en ella, por lo cual sus esencias y brillo son idénticos. Hasta este momento Ox Hombuk no se ha percatado del nivel de evolución de su primera creación, por lo cual ni siquiera sospechaba la existencia de Binah, pero inevitablemente se encontraron, despertando en ellos una fuerza de la que no son conscientes, no saben qué es. Rápidamente reconocen lo idéntico de su brillo, lo que, para Ox Hombuk es maravilloso, pues nunca había visto tal cosa en otro dios; se unieron en esa sublime danza cósmica que simplemente no pueden frenar, y es desde esa unión donde se libera la luz que toca todo lo que existe y mantiene calmados los ánimos de guerra. Es así como Ox Hombuk y Binah son uno solo y la fuerza que los hizo un solo dios es tan intensa, que simplemente no existe forma de separarlos.
Aun cuando Ox Hombuk es cercano la familia más poderosa de todos los universos, no siempre tuvo la formación de los dioses mejor preparados; de hecho, el primer universo que creó, donde Binah se formó, lo hizo con una absoluta capacidad intuitiva, con plena libertad, sin estereotipos y desde la inocencia de no saber, con lo que la esencia y la consciencia con la que fue creado este universo, no tiene límites y por esto mismo es que su evolución es tan rápida y sublime.
Para cuando empezó a crear los otros universos, ya había iniciado su formación junto con los dioses mejor preparados, con lo cual incorporó ideas cada vez más sofisticadas en cada una de sus creaciones, lo que en cierto modo restringe la libertad de estos universos, a pesar que Ox Hombuk nunca ha acoplado ideas de represión o falsa necesidad en nada de lo que hasta el momento ha hecho.
Ox Hombuk siempre fue visto como un rebelde, un salido de la línea, porque nunca aceptó la idea que todo lo creado necesita de su creador y, de hecho, todo lo que Él ha creado —demuestra con creces—, lo equivocados que han estado quienes han creado siguiendo los parámetros tradicionales. Rápidamente los universos creados por Ox Hombuk superaron la abundancia y el poder de todo lo anteriormente creado, lo que le valió el reconocimiento de aquella poderosa familia, pero a Él poco o nada le importa, porque su deseo es compartir lo que Él cree que es la mejor forma de crear.